Cierra agosto con la fiesta de un gran santo catalán al que tuvimos los españoles eximia devoción. San Ramón nonato porque nació con cesarea y lo extrajeron del vientre de su madre muerta. Se hizo fraile mercedario y su vida llena de heroicidades en la redención de cautivos actuando como alfaqueque, no dudo para salvar del cautiverio a los cristianos prisioneros del turco ponerse él en su lugar y de predicar la religión cristiana a los musulmanes. Hoy me acuerdo de mis amigos muertos que llevaban su nombre en especial Ramón García Sabaté el hijo de la señora Antonia Sabaté que fue mi aya en la infancia. Hoy me acuerdo dél y elevo una oración por él pues me ayudó mucho en mi adolescencia. Los hombres pasan cual sombra, como naves y como nubes pero queda presente en nuestra memoria el recuerdo de su voz y su semblante. La bondad y las buenas acciones son lo que nunca muere
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