El ALMA BABLE DE DON ARMANDO IV
Tal y como van las cosas dan
ganas de tirar la toalla que dicen en el boxeo o de arrojar las filacterias al
fuego que dicen en la sinagoga pero hay que seguir. Metralla en el cuerpo y
avanzando. Me reconforto regresando a las brañas de mi juventud, anhelo
incierto, de la mano certera de Palacio Valdés. Bajo el cálamo de su prosa
titila el alma de Asturias. El pensamiento, la construcción y el tono cantarín
es bable aunque se exprese en el más puro y elegante castellano. Cuando escribe
“El idilio de un enfermo” no habían llegado al principado las desinencias y
diferencias `políticas que derivan en enfrentamientos, rivalidades y muertes (La Aldea Perdida, El Cuarto Poder, Tristán o
el Pesimismo) que escribiría andando el tiempo y le harían abandonar la
tierrina.
En Riofrío que así se llama el lugar donde el
estudiante madrileño va a recuperar su salud as únicas discusiones versan sobre
el toro que padrea a las vacas pues es tan pesado que a veces las derrenga al
montarlas. Habría que ir a la feria y comprar otro garañón menos voluminoso a costa
del erario municipal. Unos decían que sí y otros decían que no. La aldea vibra
con las fiestas patronales. Andrés acompañado de Celesto su espolique en todos
los sentidos con el que va mozas y a descubrir sitios en la romería de la
Virgen de la Peña sigue prendado de la molinera que le mira de reojo cuando en
la iglesia asiste a los oficios. Le pide baile y Rosa le da calabazas. Se ríe
el seminarista giróvago experto en tratar a las mujeres:
−Ay Andresín del alma, le dice,
la yegua soltote una coz. Mas, no te apures estas que al principio dicen que no
luego resultan las mejores
domingo, 26 de mayo de 2024
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