EUDAIMONIA BIENESTAR EN SOLEDAD
Los griegos sabían bastante más que nosotros de la condición humana, por eso inventaron los pitagóricas una palabra tan simple que quería decir mucho: eudaimonia sentirse realizado en soledad, lejos de la multitud y del abismo, por eso los primeros padres de la iglesia eran eremitas, y los musulmanes que anhelaban la perfección se convertían en morabitos. La eudamonia interactúa entre ambas religiones. No así entre los judíos que eran urbanitas, y se sentían a sus anchas creando establecimientos , negocios y chiringuitos. Cristo montando en cólera echó a latigazos a los cambistas del Templo, en las ciudades. ¿Por qué? Seguramente porque sintiéndose superiores a los demás, proclamándose escogidos odiaban a los goim o paganos. Para ellos el que gobierna es Eloim y Yahvé el que Es. Por eso no lo nombran nunca. Sin embargo los cristianos en el eudaimón encontraban la dicha.
Beatus ille qui Procul negotiis etc., (fray Luis de León) es una idea horaciana que propala la segregación el alejamiento de la chusma que sólo depara sinsabores, incomprensiones y disgustos al sabio. Es duro muy duro ser un incomprendido.
martes, 12 de marzo de 2024
EN SEGOVIA CIUDAD LEVITICA DURANTE EL FRANQUISMO HABÍA LA FARELA IMPORTANTE CASA DE PUTAS JUNTO AL CONVENTO DE MONJAS DE SANTA ISABEL
Coaxas y casas llanas
La coaxca de Segovia calle de Santa Isabel númer 4 detrás de las caballerizas de Artillería olia a boñigas de mulo y a la fragancia del incienso de las misas de las clarisas. Era una casa misteriosa la puerta siempre cerrada estaba reforzada con lámina de zinc para defenderla de los cantos de los rapaces. De vez en cuando salía un hombre y vimos una tarde de julio a un teniente salir sonrisa de oreja a oreja por aquel portón del paraíso o del infierno según se mire. Era el misterio del sexo que nos llamaba y en nuestro desvarío no reparábamos en que estábamos cometiendo un sacrilegio. Tirar piedras contra el amor es acantear la vida, cantazos contra el tejado de uno mismo. Alguna bagaza salía de vez en cuando a tomar el sol.
Esa es la tuberculosa - decía mi compadre Vitorines. A Vitorines le llamaba la atención de aquella rubia que salía, después de despedir al teniente de la sonrisa de oreja a oreja, a la puerta de la casa llana a tomar el sol un ratito y a echar un cigarro después del trajín. Aquel teniente de Artillería debía de haberla dado una buena paliza Tenía los ojos dulces muy lindos y divinos.
Arcadio por su parte otro de la cuadrilla afirmaba que había oído decir en su cole que era la que bautizaba pijos y volvía locos a los clientes con sus técnicas de amarre.
Por el 18 de julio cuando Franco daba el gran guateque de la Granja se organizaba la de dios; por allí se vio pasar a la agachadiza y son dar cuartos al pregonero a un señor obispo. También se decía que los frailes y los ministros jodían de balde por mandato de La Farela que así se llamaba la celadora del lupanar al objeto de ganarse el favor de las fuerzas vivas.
Una de las pupilas la más guapa y garrida era una virtuosa del pedorrismo.
Largaba sonoridades extremas en las narices de sus clientes y estos quedaban aterrados y sorprendidos de modo que eyaculaban a barrisco.
Era un burdel discreto y bastante limpio cerca de la casa del canónigo don Benedicto pues de noche había un pasadizo bajo la calle a través del cual eran rumores de la gente que las noches de luna ganaban la vivienda de incógnito algunos frailes del Parral, el abad de la Granja, dos o tres sochantres catedralicios con buena voz y mejor pija que eran dos mocetes muy finos.
A un beneficiado tuvieron las señoras ninfas del cantón de santa Isabel despertarlo la libido con mucha maniobra. Era viejo y encanecido y se vino a acostar con aquellas imponentes damas teniendo el pixo sumido. No arrechaba ni se le levantaba por ser la impotencia mal de viejos. Para esta clase de individuos el trincadero es duro flagelo. El preste aquel, pobrín, en un lugar así hacía el ridículo.
Vamos fray Pedro que no es para tanto ya se le pasará. ¿Volverá el buitre de antaño a su madriguerá? No quedan pájaros hogaño en los nidales de antaño...
Ya no vuela con lo bien que planeaba los cielos de mozo. Por desgracia para esa pieza no hay recambio ni vacuna. Si se derrumba nadie lo reconstituye. A mí lo que más me apetecía era que la Sole una gallega de anchas caderas y espaldas de cavador y ubres colgantes y pendulares me diese de mamar. Soñaba muchas noches con estar amarrado al pezón y acariciando las ubérrimas areolas de aquella mujerona. Con ella el sueño de mi viuda nunca se cumplió. Pero de mamar me dieron otras
ISTOLACIA MON AMOUR
Los españoles no sé si será verdad a ver que te crees tú nacemos con fuego en la cabeza. Vuelven los gorros frigios y no es bueno responder a la afrenta y al insulto en la misma jerga que los perdularios de Turegano que no son más que tigres de papel y de llegar el caso ahí está el sable artillero de mi padre para pegar algún mandoble. Mi pluma es mi espada pero los que me conocen saben que no soy un enagüillas ni me vengo abajo; el código del honor es el de la valentía. Ese de la cabeza gorda se refugia tras las haldas de la marquesa pero tú que te has creído curilla si te echaron del seminario por marica. Sin embargo mi otro amigo Verumtamen que es aprendiz de la vida me dijo aquí no hay más que envidia, chiquitos. Los curas no son buena gente quiero decir los vaticanistas estilo san José María que pena en los infiernos. Opus Dei Opus mei. Ojalá resuciten los templarios y algunos iban a saber lo que vale un peine. Las cigüeñas machacan el ajo en lo alto de la torre; esto es, crascitan y hace el amor cada cinco minutos, son muy amorosas las cigüeñas pero al cigüeño turégano se le averió el fuelle y su mujer se largó a otro nido. Canta la corrigüela en el seto y entona los lamentos de la Sede Baldea mientras yo manejo el leme de mi luengo bajel. Deja que pasen los bateleros del Volga llevando y trayendo a Nostramo. Mi reina Istolacia a la que juré amor eterno me hizo su caballero andante, y desde aquella, ostento el derecho de pernada. Ínterin, dejo que Agapita a pie de monte pronuncie sus augurios. Tiene una voz de urraca como la Sibila de Cumas, aunque no es mala chica. Beso tus manos, marquesa, no te dejes encalabrinar por las viscosidades de ese fulano de la cabeza gorda y que de cura rebotado asumió el oficio de inquisidor anticristo. Vale más la criznega con que recoges tu coleta de rumana que todos los versos juntos y toda la prosa de ese sandio que proclamó lo de Turégano ciudad episcopal y no era más que una villa carcelaria pueblo de trilleros y tratantes que vendían gorrinos por los pueblos, buenos solamente para conducir la piara mientras en el campo abierto se escuchaba el chasquido de las trallas... que no te engañe ese baboso. Beso tus nobles manos, marquesa. Ay Istolacia, mon amour.
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