2025-06-09

LA NUEVA ESPAÑA MI QUERIDO PERIÓDICO INSERTA MI ARTICULO SOBRE DOSTOYEVSKI. GRACIAS QUERIDOS COLEGAS POR HACER UN PERIODISMO DISERTO EN LA HORMA DE LA LIBERTAD Y EL LIBRE JUEGO DE PARECERES

 

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Mi maestro Dostoyevski

8 de Junio del 2025 - Antonio Parra Galindo (Cuideiru)

"Crimen y castigo", la mejor novela de todos los tiempos.

Es un triunfo de la inteligencia humana esta sublime novela creada por Dostoyevski. Epítome del poder y de la inteligencia humana capaz de hacer maravillas con las palabras. Una obra de arte.

Me sumerjo en sus páginas y me veo retratado en ellas, donde se hace presente el alcohol (hay capítulos que podían haber sido escritos en estado de embriaguez pero creo que don Teodoro no bebía. Era epiléptico), la traición, el sexo, los cuernos, las bellas muchachas que mueren tísicas, el apego al dinero, Dostoyevski era jugador. La trata de blancas y la seducción de muchachas que pierden su virginidad una noche de locura.

What is ll about? ¿A qué viene todo esto?

De un modo dialéctico, el gran escritor ruso dibujó un compendio de los vicios de la Rusia de su tiempo. Sin acrimonia. Con una media sonrisa de comprensión a sabiendas de que el tema carece de solución.

Siempre fue así, es, y será hasta el fin de los tiempos.

Ante esta maravilla, ante semejante obra de arte, no entiendo la rusofobia y las diabólicas calumnias que se lanzan contra el único país constitucionalmente cristiano que queda en el mundo.

Leo "Crimen y castigo" en estos dulces días de junio primaverales, escuchando el canto del cuco y el piar de los gorriones que posan en la huerta para atiborrarse de nísperos amarillos. Este año hay de ellos cargazón.

O salgo a dar un paseo por mi pueblo; los bares y tabernas están atestadas con viejos jugando al tute y muchachas en flor que calcan el paso por las aceras luciendo sus piernas kilométricas y los bustos rebosantes.

La vida, pese a todo, es bella.

Es la conclusión a la que se llega cuando se descubre la filosofía del autor de "Los hermanos Karamazov".

Hay rachas en las que parece que Dios se oculta y Satanás alza su testa cornuda: guerras, descalabros, infamias, puterío de la política, ministros que meten la mano en el cajón, se van de orgía a un balneario de Sigüenza y se convierten en carne de cañón para los oceánicos programas de Anarrosa y sus comadres. La noticia de cada mañana, crónica negra, el afrecho. Hay que engordar a los cerdos.

Debajo de esto hay una España en paz que se levanta a las seis de la mañana para ir a currar, estudiantes que se queman las pestañan antes de los exámenes y viejos que juegan a las cartas o se fuman un puro apurando los últimos días de su vejez en una terraza de Villafranca o de Cudillero.

Raskolnikov es un estudiante fracasado.

A veces parece un loco pero está lleno de sentido común. Vive de gorra a costa de la pensión de su santa madre a la cual obliga a venir a Petersburgo vendiendo su finca en provincias para casar a la hija con un señorón que no era un señorón sino un mangante.

Uno de los personajes más patéticos y mejor definidos es el de Marmelod, un funcionario de un ministerio que se da a la bebida, lo expulsan del trabajo y un día muere bajo la rueda de un coche de punto. Al pie de los caballos.

El jornal se lo gastaba en vodka dejando a su esposa y a sus tres hijos pequeños en la miseria.

Sin embargo, su hija mayor, Sonia, azota las calles de la ciudad imperial para sustentar a su familia.

Esta esquinera, magdalena de buen corazón, no solamente trae el pan a su familia sino que para Raskolnikov va ser la piedra de salvación.

Él se enamora y se casa con ella y lo acompaña a su gulag a Siberia cuando él es condenado a ocho años de cárcel por el asesinato de la vieja Iliona usurera y su hermana Lizabeta.

¿Cuál fue el móvil del crimen?

Raskolnikov asumía el concepto de que hay seres humanos tan despreciables que no merecen estar vivos por su fealdad, sus minusvalías, por la sordidez de sus vidas.

Sin embargo, en el camino de la redención y gracias a Sonia el asesino que no la mata para robar pues no es un asesino profesional, sino por odio racista, se da cuenta de su error (era la idea que barajaba Hitler al primordial de la raza aria).

Somos para los nazis no solo judíos sino también media humanidad los que no libamos incienso a Apolo ni exhibimos cuerpos hedonistas, material sobrante (lichnii chiloviek, gente que sobra) y abraza el sentido de la vida cristiana, para el cual este dogma de amor, tolerancia y perdón es una de sus rocas basales.

También para los enfermos y tullidos queda un hueco en el paraíso.

Eso no lo entendía el protagonista hasta que no conoció a Sonia, una puta, el amor de su vida.

Raskolnikov creía que no se puede ser feliz sin un par de botas nuevas.

A veces es mejor caminar descalzo. Si tu ojo te escandaliza, arráncatelo.

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