Terrorismo como arma geoestratégica, comercial y religiosa




El terrible atentado perpetrado en el aeropuerto de Domodiesvo -35 muertos, 180 heridos- está siendo interpretado por expertos policiales como una especie de chantaje en el aspecto militar, geoestratetigo y tambien comercial y económico para que “entregue las armas” y siendo la heredad del gran superpoder soviético se rinda con armas y bagajes al gran poder norteamericano que rige los designios de las fuerzas obscuras.

Este vendría a ser el mensaje cúspide o la guinda del pastel de la rusofobia con el que tanto gustan de jugar y saborear los ideólogos “instalados” de Occidente. El terrorismo tal y como lo conocemos hoy acaso tenga su origen en Palestina a mediados del siglo XX cuando los extremistas del Irgun volaron el hotel David de Jerusalén en 1947 pero en la era de la globalización y aun cuando sigue siendo un invento sionista se ha atomizado y disgregado en multiplicidad de cabezas o células independientes por lo que resulta muy complicado focalizar el centro de donde parte la orden de asesinar utilizando los medios de comunicación como fenómeno potenciador del impacto.

Otrosí: el terrorismo es la hidra de las siete cabezas y éstas crecen por todas las partes, se ocultan. Su caldo de cultivo es la confusión y el doble sentido, la doble semántica, el doble talk del que hablaba Orwell, la aquiescencia solapada de los compañeros de viaje. En el siglo XIX al terrorismo se le llamaba acción directa y aquellos súbditos de Bakunin o de Sorel que se jugaban la vida para cargarse a un jefe de estado como Angelillo el que mató a Sagasta o Mateo Morral el que puso la bomba en la carroza nupcial de un Borbón gozaban de cierta simpatía y respetabilidad entre el pueblo.

En la actualidad es por desgracia el pueblo anónimo y democrático el que sufre la acción imprevista y por la espalda de estos asesinos cobardes y desalmados. Además, a día de hoy, el terrorismo es un negocio muy lucrativo para aquellas compañías dedicadas a vender seguridad y que operan en California y en Israel y a la venta de armas neutralizadoras o “deterrent” (detectores, escáneres, chalecos salvavidas, etc.). Es el apéndice que engrosa la cartera de pedidos de los traficantes de armas, de las drogas, la trata de blancas, el lavado del dinero negro.

Los medios de comunicación ofrecen la mejor propaganda a los sicarios. En este sentido se dice que Bin Laden es un invento al servicio del poder sionista. Los diseñadores de imagen le han pintado con un rostro venerable como si se tratase del profeta Mahoma y hasta lo han montado en un caballo blanco que cabalga, alquiceles al viento, por las montañas como si se tratase del apóstol Santiago, el gran mito de la cristología hispano visigótica, pero al revés.

A este caballero de las barbas de chivo, una versión moderna del marqués de Bradomín valleinclanesco, se le escucha hablar por TV en tono amenazante y apocalíptico pero nadie lo ha visto. Dicen que es una fabricación del Mossad y a mí no me extrañaría nada. Al objeto de aterrorizar al mundo.

Y, en efecto, Arabia Saudita- los politólogos coinciden en señalar- es el banquero que sufraga todas las yihads y guerras santas desde Mongolia hasta Andalucía. Es el principal aliado la corrupta monarquía arábiga de Israel en su política de construcción del “Eretz” y del exterminio de los palestinos. Esta política es en parte la causante de las matanzas que suceden a diario en Irak y del conflicto que puede suceder en Irán. A largo plazo el objetivo de tan filistino y perverso planteamiento es acabar con Europa y con toda la cultura occidental y en último extremo con el cristianismo, del que Rusia fue siempre un puntal señero.

Tan extrema actitud de los fundadores del terrorismo empecinados en acabar con todo aquello que signifique cruz y Cristo no está rindiendo el resultado apetecido, porque están emergiendo otras potencias como China o la India que pueden ser una pesadilla para los guardas de la viña, los cancerberos de Israel que le vigilan el huerto a los Estadosunidos. Se pilla antes a un mentiroso que a un cojo y estos tíos que controlan los medios de comunicación de occidente profanan el decoro, se propasan en sus alardes, profazan lo más sagrado que ha recibido la humanidad que es el mensaje evangélico. Y en él lo dice: “las potestades del infierno no prevalecerán…” Ojo, pues.