CARTA ABIERTA A ALVARO TERÁN CUESTA AUTOR DE METEOROS
Álvaro:
Leí tu libro una noche
de insomnio y lo encontré en parte interesante o al menos original pero sujeto
a las mermas de un escritor diletante, bondadoso que da consejos a diestro y
siniestro moralizante que no moralista y decidí hacerte un panegírico, aunque
me negué a presentarlo aduciendo una ausencia temporal de Madrid siempre
permitiendo que fuera leído en la conferencia. Creo que con tal condescendencia
cometí un error.
No acabé el centón y me
fui a la cama de madrugada. Quise ser bondadoso y te otorgué el beneficio de la
duda destacando el hecho de que a un jubilado le diera por escribir. Llegué incluso
a escribir una laudatio en mi blog.
Yo te había regalado mis libros y te creí un
hombre bondadoso buen padre de familia, pero el otro día me encontré con la
sorpresa de tu llamada telefónica diciendo que mi “Remember Brunete” es
una mierda, que soy un retorcido y un resentido.
Bueno va, decía el clásico
que de gustibus non disputando est (de gustos no hay nada escrito) lo
que puede es el ataque personal. Llevo más de cincuenta años escribiendo y creo
haber sido un periodista brillante y reconocido… consulten las hemerotecas
donde están mis crónicas de Londres y de Nueva York así como infinidad de reportajes
en la prensa de provincias como colaborador de EFE. Juré bandera y defendí a mi
país con razón o sin ella. No soy un facha, admiré a Franco pero siento cierta
aversión a los franquistas y a los tipos de la derecha en la cual yo creo que
estás incardinado.
No me gustan los mansos
y los tipos que no miran de frente. Yo he ido por la vida a pecho descubierto
defendiendo una serie de valores, aunque sean políticamente incorrectos. Tu libro
es el texto de un mansurrón, avanzas con tu prosa cautelosa al ritmo de esos
bueyes duendos que arrastraban sus chirriantes carros por las caleyas del norte.
Sobre mi libro sobre Brunete
está traducido al inglés y al ruso y creo que di en la clave pero esta diana
que asesté a los convencionalismos no les gustan a mucha gente sobre todo tipos
burgueses de la derechuza. En mi Hora de la Bestia creo haber profetizado
la guerra de Ucrania que va a ganar Putin lamentablemente a costa de mucha
sangre eslava. Mi Seminario Vacío se adelantó a los abusos eclesiales de
los curas menoreros y abusadores de niños, Y descubrí quien era el autor del Lazarillo
en mi texto sobre el Doctor Laguna. La España de hoy no quiere saber
nada de su pasado. Está muy ocupado escuchando a Carlos Herrera o colgado de
las nenas de la tele unos bellezones en todas las cadenas.
Ah el libro de Cela y el Café Gijón y yo
es un homenaje, reconocido por su propio hijo, a uno de los grandes escritores el
mayor después de Quevedo: CJC que disgusta tanto a rojos como azules.
Este ninguneo y este desprecio
a la buena literatura es lo que me subleva y tú vienes con la monserga de que
soy un resentido. Habrás comprobado en la feria del libro que allí sólo marcan
página unos cuantos señalados y distinguidos por el régimen. Son los que venden
en la decrepita feria de vanidades librescas.
Larra decía que en España escribir es llorar
pero en la España que se dice demócrata una oclocracia (mira la palabra en el
diccionario) es gemir y crujir de dientes. Hay una férrea censura. Tú puedes publicar,
pero no te dejarán distribuir tus obras, te las comes o tendrás que regalarlas
a los amigos.
Valiente forma de
proclamar la libertad cuando no somos libres, estamos aherrojados y crispados. Luego
existe una violencia latente que puede estallar en cualquier momento y de la
cual yo aviso.
Soy un hombre de buena
voluntad y por eso cuando supe que tu hijo tenía una empresa de productos
delicatessen le compré una cesta. Me salió a más de veinte euros el bocado de
turrón. Casi cuatrocientos euros. Una estafa, pero no quise hacer ningún
escandalo porque es mi deseo ser un buen vecino y no meterme con nadie, pero
respondo que doy un paso al frente cuando se meten conmigo. Jamás ataco por
detrás. Acepta pues este pliego de descargos si te peta, no te guardo ninguna inquina,
aunque tú por lo que veo me tienes omecillo o envidia, tal vez esa es la clave.
Hay mucha gente a la cual les gusta joder la marrana. Así que una y no más,
danto Tomás.
Yo seguiré mi camino y tú por el tuyo. Un consejo
te diré lo tuyo no es la literatura. Dedícate a las cuentas y ten bien presente
que en esta profesión y en otras donde las dan las toman y las calumnias
siempre se revuelven contra quien las formula. He dicho y que te vaya bien. Hemos
terminado. Antonio PRRA NO AGUANTA PENCAS DE CRETINOS
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