Creo que el amigo Merino y García Serrano en su
rusofobia culpan a Stalin de aquellos atropellos. Fue una guerra terrible de
exterminio como la que se está repitiendo en Ucrania. El maldito Zelenski, el
sacamantecas Biden, los alemanes tiritando de frío temen la llegada del
invierno y aquí paz y después gloria. Franco no era un nazi. Con la ayuda del
Islam salvó a España. No, García Serrano. Stalin estaba dominada por el comité
sionista y tenía las manos atadas. Cuando perdieron la guerra tuvo la
oportunidad de despacharlos a Siberia o le mandó un sicario a Trotsky para que
lo degollara. Zelensky vuelve a ser un nuevo Trotsky sanguinario. Este 18 de
julio rezaré por los muertos de España los unos y los otros. Mi generación vivió
bajo la conjura y el espectro de aquella guerra civil. No renuncio a los ideales,
pero creo en el progreso. Ahora España bajo el yugo mundialista de Soros que
son los que pegan fuego a nuestros campos puede desaparecer. El régimen parlamentario
los cipayos del PSOE y del PP con la ayuda del papa de la sinagoga Francisco
pueden acabar con mi patria. Leo a Vázquez de Mella que fue un profeta que
anunció la caída de nuestra nación a manos de estas hijas del arroyo feministas
y todos esos tarugos que calientan poltronas en los ministerios y en los bancos
de las cortes. Quieren demostrar que han ganado y nos pasan la pluma por el
pico. Putin está tratando de parar la avalancha de las oenegés antipatrióticas caballos
de Troya de los vende patrias. En esta hora Rusia es nuestra esperanza. Así que
digo viva Rusia y viva Stalin y denuncio el yerro de todos esos gilipollas que
escriben en el Correo de España, gente bastante cerril. Vosotros también estáis
a sueldo de Soros. Sois los compañeros de viaje y los cofrades de almohada. Con
ellos hacéis cama redonda.
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