ALFONSO X EL SABIO RECONSTRUYÓ EL ACUEDUCTO 

 

Fue sin duda uno de los grandes de la lista, al menos el más letrado. Nada que ver con las gestas a las que nos tienen acostumbrados nuestras testas caponadas: estupros, peculados, arbitrariedades, estafas, garzonearía, puterío, debelaciones, opresiones. “Católica y cruel Majestad” ponía a la entrada de un soneto don Francisco de Quevedo para Felipe IV. Al rey sabio por el contrario otorga a la corona de Castilla brillos dorados esgrimiendo junto al cetro y al manto de armiño un libro en la mano. Fue el autor de las partidas y el fuero juzgo

. El impulsor de la escuela de traductores de Toledo. La España de las Tres Culturas pero la cruz siempre alzándose sobre el Candelabro y la  Media Luna. No era un tirano. Codificó toda la legislación para una convivencia sana entre judíos moros y cristianos pero siempre del tenor de la justicia. “Porque quien tal fizo que tal pague”. 

Crea en todas las ciudades del reino un recinto murado y al toque de queda o “couvre feu” o curfew se cerraban las puertas de la morería y las aljamas.

 Su Estoria General es uno de los libros históricos más sabrosos e iluminadores del viejo castellano “natural cosa es codiciar los comes de saber de las cosas que acaesçen en todos los tiempos…como el saber de las cosas que fueron y no son pues toda cosa nueva place” 

Porque el camino del conocimiento radica en Aristóteles que fue quien dijo que la ciencia ocasiona deleite y nos acerca  a los dioses. 

Luego se refiere el monarca alfonsí a la mudanza de los tiempos, puesto que la historia de los hombres es hechura de muchas fases y avatares. 

Se trata de un descubrimiento diacrónico y sincrónico de las edades del mundo que reflejan los anales. 

Con ello se adelanta a una avanzada del progreso perfectamente sostenible a día de hoy. 

Como historiador toma el relato ab ovo. Dice en un intento por conciliar el cristianismo con los dioscuros de la paganía sincretista que el primer rey fue Zeus (Júpiter) que reinó en el Olimpo, le siguieron Artajerjes, Alejandro Magno, Aquiles, Salomón y Carlomagno que era tatarabuelo suyo. Un solo jefe y un solo pastor en lo espiritual y en lo  terrenal. 

Por desgracia, esta idea fue contestada  por el papa León X que vio en la teoría una merma de su privilegio. 

Ello le valió al rey castellano a su derrota en la aspiración al título de Rey de Romanos como cabeza visible del Sacro Imperio Germánico. 

Con motivo de su centenario este año pasado estuve estudiando la obra y la figura del Rey Sabio que fue no solamente el codificador del derecho español sino autor de obras poéticas tan tiernas como las Cantigas escritas en gallego. 

O los tratados de astronomía como el Libro de las estrellas de la ochava esfera. El ocho es el número de la beatitud.

 La armonía del universo es una octava que gira perfecta produciendo la sinfonía divina de la naturaleza y la creación. Y la magia de la trigonometría.

 Este mesianismo que propugna nos condujo no sólo a la victoria de la unidad sino tamicen es el germen del pensamiento evangelizador del continente norteamericano. Si volviesen al trono monarcas como él, muchos de nosotros cuando la institución que Alfonso X el Sabio representaba muchos de nosotros nos haríamos monárquicos dejando a un lado el estigma republicano.

 Señera figura en medio de tantos ceporros sentados en el trono. Como segoviano me enorgullece saber que pasó los últimos años de su vida recluido en el alcázar apartado del mundanal ruido rodeado de matraces, telescopios y agujas de marear (era un apasionado de la alquimia), en busca de la piedra filosofal: todo ome lleno de virtudes semeja a Dios

. Cuantimás, adesto, tanto más semeia a Dios e tanto más se llega a la natura de Él” Durante un quinquenio dirigió las obras de restauración del Acueducto (posiblemente sólo en su estructura tenga que ver este monumento con las piedras erigidas por los romanos, se cree fue obra de Cesar Augusto y no Trajano como se ha venido discurriendo)

 Pero don Alfonso en su Crónica General echa mano de la mitología en su crónica general, dice que fue obra de un hijo de Júpiter el rey Hispán. “Aquella puente que es ý (allí) por do viene agora el agua a la villa el rei Alfonso fizola renovar y adobar el año de gracia de 1273