EN EL QUINTO CENTENARIO DEL MÚSICO PALESTRINA
Fue un
tiempo de canciones y de roquetes
Altas bóvedas
Iglesias
catedrales
Ritos solemnes
Los ángeles
volaban sobre los coros
Había serafines
de seis alas
Vigilantes
En el
cancel catedralicio
Sonaban
clarines y timbales
Al entrar
el obispo en su cátedra
Arrastrando
capa magna
Yo fue
un niño de coro
Contemplé
toda aquella belleza
Mi alma
empapada de melismas
Creía en
la bondad y en la belleza
Soñé un
futuro de armonías
Vendría
la gran filocalía
Caminando
entre sutiles contrapuntos
Yo recité
divinas partituras y misas a seis voces
Éramos los
puericantores
Avance del
futuro
Dulces
voces blancas
En mi
no se ha perdido el eco
De aquellas
semanas santas
No hay comentarios:
Publicar un comentario