OVIDIO Y RUSIA
Ovidio
Naso poeta mayor del
imperio romano es creencia que fue desterrado al último confín del imperio, la
nación de los getas por el emperador Augusto.
Su lugar de destino sería Ovidiopal cerca de Odessa próxima a
Jerson orillas del Dnieper desembocadura del mar Negro. Se venía creyendo que
era Constanza el último bastión del imperio donde se hablaba latín.
Sin embargo, el gran vate romano aprendió
el idioma de los getas logrando hablarlo y escribirlo con soltura. Uno de sus
libros de versos hoy perdido lo escribió en dicha lengua.
Para los que nos sentimos desterrados,
metecos en nuestra propia patria, Ovidio con sus Tristitiae Rerum y sus Metamorfosis es un referente y un consuelo
porque como dicen los rusos el cuervo no puede ser más negro que sus alas.
¿Qué movió al emperador a echarlo de Roma?
¿Unos versos satíricos? ¿Algún lío que tuviera en la corte con alguna dama del
círculo imperial? ¿Envidias?
Nada se sabe al respecto pero se desprende
de sus poemario "Remedia Amoris" y "Ars amandi" que el poeta conocedor de las mujeres no
ahorra consejos lúbricos o venustos de cómo camelarlas en el mercado, en el
circo, el foro o los templos donde se libaba incienso a Júpiter.
Tomi pudo ser Constanza pero también pudo
ser Sebastopol. En los Carmina Ponti
Euxini se derrama esa tristeza típicamente rusa y moderadamente elegiaca.
Ovidio finge quimeras, su vida parece un constante verso elegiaco.
Su
obra fue revitalizada durante toda la edad media aunque de su vida privada poco
sabemos.
Era
hijo de una familia de la orden ecuestre. Sus dos primeros matrimonios fueron
un fracaso pero la tercera, Corina, fue el gran amor de su vida.
A ella dedica muchas de sus composiciones.
Ovidio Naso he aquí que sus espondeos
alivian mis desconsuelos en el tórrido verano del 2024 cuando tantos hispanos
nos sentimos desterrados
jueves, 15 de agosto de 2024
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