SANTA CLARA DE ASIS MUJER ENTRAÑABLE CIENTOS DE
MONASTERIOS FRANCISCANOS
BAJO SU ADVOCACIÓN
YO me quería casar con un mocito barbero mas mis
padre me querían monjita de monasterio, reza una canción de corro que
tarareaban las niñas en mi infancia. Yo las escuchaba entre la alegría y la
tristeza. Había dos monasterios en mi ciudad, uno claustral y otro de la vieja
observancia. Conocía a la vieja demandadera de las clarisas de San Antonio el
Real, una señora bondadosa aunque sorda como una tapia que me daba caramelos
cuando iba a ayudar a misa a don Valeriano Pastor el capellán quien era a su
vez mi profesor de latín. Clara era una chica guapa de la noble familia de los
Assisi. Una vez se encontró con San Francisco y decidió seguirle los pasos al
joven diacono harapiento y medio hambriento fundando la orden franciscana de las
mujeres. Al recibir el cordón, las novicias se desposaban con la pobreza,
prometían obediencia y juraban castidad. Clara, proveniente de una familia de
guerreros en una ciudad torreada como la bella Asís, tenía un carácter fuerte y
en una ocasión cuando los sarracenos iban a tomar la plaza sacó con sus monjas
el Santísimo Sacramento en procesión y toda la morisma huyó en desbandada. Esto
ocurría el año 1253, es lo que cuentan las crónicas. La orden de Santa Clara es
una de las más queridas por el pueblo y acaso la que mayor gloria ha dado a la
Iglesia a lo largo de catorce siglos. Ahora a lo que parece andan en desbandada.
Son perseguidas. Ninguneadas, insultadas, relapsas de herejía, se las acusa de cismáticas,
rebeldes etc, cuando los cismáticos y anticristos son ellos, siendo objeto de
una persecución sin precedentes por el dictamen
de ese judío que era portero de discoteca y ha sido proclamado papa. ¿Es
jesuita? ¿Es sacerdote? Solo el diablo lo sabe pero hoy no me queda otra que
lanzar un Viva a santa Clara para que proteja a las valientes clarisas de
Belorado que han lanzado el pendón contra la Bestia. Ya casi veo huir, como a
lo moros que echó de Asís santa Clara, entre nubes de azufre a satanás con el
rabo entre las piernas actuando como turiferario a ese obispo Iceta el de la
Eta y a la gran inquisidora de todo el monjío hispano cierta judía argentina que
dio en llamarse sor Lucia Caram
lunes, 12 de agosto de 2024
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