RUIDO DE SABLES
Los españoles vivimos en un país sorprendente lleno de enigmas y yo viejo periodista pego mis orejas al suelo, percibo ruido de tanques que se aproximan a Moncloa.
¿Desalojarán al ocupa Sánchez?
No sé, porque la maula está en Bruselas y ese Pichimon como buen
judío se casó por poderes con una rumana y prefiere hacer la guerra by proxy
desde la distancia, una táctica talmúdica.
Un judío no entrará en
guerra si no lo hace a sangre y fuego y a sabiendas de que el enemigo es débil.
Lo del Cerro Muriano y
lo del soldado que murió por llevar un saco terrero a la espalda (estaba
arrestado) no es más que una tapadera para ocultar el descontento del ejército.
Los medios de comunicación son pura engañifa.
Nuestra tropa mal pagada y minusvalorada ha de ir a servir in partibus infidelium a lejanas guerras solidarias, dejando desguarnecida a la patria, donde las manda doña Maggy Oaks que es una agente de la Bestia, con los carrillos hundidos y las bragas caídas, mientras Cataluña está que arde y España hecha unos zorros por lo de los cambios en la Constitución.
Se quiere cambiar el término disminuido
por el de espástico, imposibilitado, tullido, yo qué sé. Otra maula.
Los dómines cabras de
las tertulias radiofónicas no paran de hablar en circunloquio permanente —el país
padece diarrea mental— y aquí lo que necesitamos es que hablen las armas
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