A LA VIRGEN DEL CARMEN QUIERO Y ADORO PORQUE SACA LAS ALMAS DEL PURGATORIO (CANCIOCILLA)
LA
VIRGEN DEL CARMEN ME COMPRA UNA BICICLETA
Hoy por ser la virgen del carmen me compro una bicicleta. Setenta euros, de piñón fijo, nada de cambios ni de juego de platos, el derraller es de piñón fijo y por los caminos de tierra de las dos mochas voy cantando aquello de a la virgen del carmen quiero y adoro porque saca las almas del purgatorio. Hoy según roma ya no hay purgatorio pero uno sigue creyendo como dios manda en lo que hay que creer. Hermosa mañana de julio cuando salgo al campo después de desayunar y de encender mi primera cachimba. Me dice la parienta que a lo mejor hoy somos abuelos. Al lado del camino hay una cosechadora que deja atrás las trojes. Ya no se espiga, ya no se siega, ya no se bielda. Viene una máquina y en un par de horas realiza la labor que cuando yo era niño costaban tres meses de sudores casi desde san pedro hasta san miguel cuando eran ajustados los gallegos y los agosteros. El gruista se sienta dentro de una cabina con aire acondicionado.¡ Hostias! Le digo buenos días pero no me oye. Está escuchando a Herrera en la Onda. Los labriegos se han vuelto muy señoritos. Ya no hay que levantarse a las tres de la mañana para ir a arrancar yeros, ni descabezar con el bamboleo del carro un sueño hasta llegar a la obreriza, ni clavarse las espinas de los cardos ni ponerse en la mano izquierda la clásica zoqueta detergente contra las cortaduras de la hoz. Ya digo en una mañana se avía. La máquina carga los costales automáticamente y pal silo. Sin embargo, en esos viejos campos del noroeste de Madrid he visto menguar los labrantíos. El ladrillo ha sido el responsable de que los buenos trigales de muchas obradas se hayan convertido en casas, urbanizaciones, chalés para los nuevos ricos. Cada vez que paso por alguna de estos rastrojos donde hay bandas de perdices atiborrándose de grano muy selecto me pregunto si no será esta última la última cosecha. A lo largo de casi veinte años que ando por estos rumbos en mi bicicleta he visto convertirse en solares y edificios buenos terrenos labrantíos. Me da un poco de pena porque al año que viene no cacareará la perdiz por los rastrojos. Hace un sol radiante. Cerca del río Guadarrama hay un rodal de ailantos, bajo cuya sombra me tumbo en una peña, saco mi breviario y rezo las horas, laudes nona, prima y sexta, y luego viene el rosario en honor de la Virgen del Carmelo. Los marineros sintieron hacia Ella una gran devoción. Hoy es fiesta con voladores en Luarca y habrá mucho jolgorio en Pola de Siero. De la Virgen de julio a la Virgen de agosto. Toda España es una fiesta. Hoy me siento el rey del mambo en este ambiente soledoso lejos del bullicio de Madrid y de las villanuevas. Con mi bicicleta nueva que es un poco antigua me siento el rey del mambo, ahí me las den todas. Mi bici es de piñón fijo. De piñón fijo como yo, nada de mariconadas, hay que ir de a hecho. No cambiar de plato, no variar el rumbo de las ideas, amar lo que siempre se amó y aborrecer lo que te enseñaron de niño que no está bien. Sube muy bien las cuestas y las baja aun mejor. A la hora de comer ya estoy de vuelta. Para subir cuestas arriba quiero mi mulo que las de abajo yo me las subo
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