ADIOS MADRID QUE TE QUEDAS SIN GENTE
Salas, el pueblo del inquisidor, el rumor de un río
de aguas bravas, una librería que fracasó, la colegiata fuertes responsiones de
arte renacentistas y la estatua sedente del inquisidor Valdés y sus fámulos en
el lado de la epístola. Siete velas y un trisagio.- de este pueblo era la mujer
de Clarín Onofre García Argüelles a la cual llamaba el escritor la “Mandona”. Siento
el gran desconsuelo de los pueblos que se mueren, los libros que no se abren
cubiertos de polvo y vuelvo a Madrid después de generar endorfina mis pulmones
en esta Asturias del alma. Yo soñaba con ir a Madrid siendo chico cuando dábamos
lección de Geografía con la maestra del pueblo, doña Paula, coja de nacimiento y
que golpeaba la tarima con su pata chula arriba y abajo del aula en las tardes frías
de febrero, color gris. Acabarás en la capital del reino de cabeza. De joven me
acogió benigna y de viejo me rechaza. Madrid tramontana al otro lado de la Mujer
Muerta, Siete Picos, Peñalara, el Montón de Trigo, la B ola del Mundo de la
cordillera Carpetana. Soñaba con triunfar en la capital de los Austrias. Hacerme
famoso, constituido en pluma galana y regresar al pueblo en automóvil, fumándome
un veguero de buena vitola, pero no fue así. Los dioses no lo quisieron. Quería subir
peldaño y remontar la escala de valores, pero allí estaba don Híspido Estadístico
que gritaba:
─Madrid que te quedas sin gentes
Tampoco fue de esa manera. Ahora somos millones ¿En qué quedaron los quinientos mil habitantes de los qe hablaba doña Paula? Vinieron en manada de otras tierras. Tenemos un rey felón. Borbones al paredón y un gobierno de putones salaces y de trincones, que son el terror de las pilunguis y del erario público y de una prensa adulona que repite como un loro sus deletéreas consignas. Delenda est Hispania.
Pero
Madrid es mucho Madrid por más que no hayan hecho al Manzanares navegable
todavía. Lo ví venir al verdugo Ibarreche. Traía el hacha en bandolera.
Eta quiso hacer de nosotros escabeches. Cincuenta años
de paz, tiene cojones la cosa pero malditas efemérides. Fue medio siglo de
guerra.
Ya ajustaremos cuentas
sábado, 22 de noviembre de 2025
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