Periodismo de derechas carcundias

 

 

Las cigüeñas crotoran en la torre y por ahí anda Ariza como Olof Palme el de las huchas pidiendo dinero. El toro de Ínter Economía que él preside no es un mihura. Es un bull norteamericano que nos mira y bufa desde el ruedo de las finanzas, la Waterplace neoyorquina toro del capitalismo a la sombra de un rascacielos.

Estos de la derecha sólo tienen en mente una preocupación: para ellos el Evangelio es una sucursal bancaria, adoran al Becerro, caen de rodillas delante de un cepillo. Aquí tenemos a los de Interconomía los jaboneros del Ariza. Hay un tal Nieto que es la murga de mis mañanas siete ojos que se hace pasar por falangista y a mí me da mucha risa porque la Falange no fue ni de derechas ni de izquierdas y siempre estuvo en entredicho para algunos obispos, los banqueros nos condenaron a banderillas negras. Me aburre esta carcundia vaticana adoradores del Santo Cristo del Dinero y en la Inter ha orquestado el bueno de Ariza católico y cruel una purga en la que ha sido desterrado a galeras mi amigo García Serrano el mejor radiofonista que hay hoy en España. El bull de Ariza no tiene la casta de los erales de nuestras dehesas pese a su decantado españolismo. Es un mansurrón traicionero y muy peligroso que pega derrotes en desbandada. Un cinqueño jabonero y torvo como el brillante pelo blanco de Julio Ariza