Sile et psalle. Calle tu boca y la lengua alabe al Señor. En el coso taurino del mundo se torea a voces y con tanta algarabía no puede lograrse la concentración. Dios majestuoso mora en la quietud de los paisajes y se sienta a contemplar su creación desde las cumbres de las montañas. Satanás prefiere el bullicio de las tabernas y los nuevos burdeles mediáticos que son algunas cadenas de televisión pues en ella hace su avío. El silencio de los místicos es una forma de santificación, limpia el corazón alejándolo de las pasiones. Guarda tu lengua es el primer consejo que el staretz da en los monasterios rusos a los novicios que se preparan para escalar la empinada cuesta de la mortificación. Canta pues y prorrumpe en alabanzas era la fórmula mágica de los padres del yermo. San Pacomio escribe su regla monástica haciéndola girar en torno a ese principio como contraveneno del mundanal ruido. Dejen parlar a las cotorras.
2017-03-03
VII CENTENARIO DEL PATRÓN DE
LOS ARCHIVEROS SAN ALBERTO MAGNO
Antonio Parra
Pasado san Eugenio, el
visigodo francés que ganó la Silla de Toledo, las bellotas en el barreño, dice
el refrán. Hermoso tiempo de granazón y de días tibios, el campo es un sedante
a los ojos, y los paisajes de España parecen de terciopelo. Poco se compadece
esto con el vértigo, el desasosiego, las trifulcas que estamos viviendo.
Peregriné a Soria por promesa y por agradecimiento - de esta hégira Deo volente
les hablaré otro día ya que aquel baguda vasco hispanorromano que renunció al
matrimonio con la hija del rey Godo y se fue al desierto de la Peñalba para
mirarse en Dios y acaso encontrarse a sí mismo en los soledosos pedregales de
la alta paramera, me parece de gran interés- pero se acaba pasar la fecha del
tránsito, coincidente en la epacta mozárabe con el del glorioso arzobispo de
Toledo, de Alberto Magno que murió un 15 de noviembre de 1280; nació en 1206.
Su perfil obedece a esa
Iglesia pregrinans in terra que guarda poco lado con esa otra Iglesia de
la política, la de las mitras y los báculos, la de los obispillos blincas,
rencorosos imbuidos de la satánica soberbia, y no digo nombres, la de los curas
trabucaires que otra vez se han tirado al monte, pistola al cinto y defienden a
un ejército de liberación nacional-entre paréntesis- que asesina por la espalda
que se lleva cargados a más de mil españoles inocentes. Todo eso es apariencia,
aspecto, accidente, coyuntura. Y yo voy por las sustancias y las esencias.
El tiempo de Dios y el tiempo de la Iglesia no
coincide con nuestros cómputos seculares. Yo hablo de esa otra Iglesia
esotérica que se nutre del rescate y del milagro de la sangre de la redención.
Conductora del pueblo y espolique de la sabiduría. A esa es la que pertenece
este alemán, lumbrera del siglo XIII. Después otro coterráneo suyo Parecelso le
daría la razón diciendo que hay que estudiar la Escritura y henchir el corazón
de las tres virtudes teologales que son la fe, la esperanza y la caridad, pero
actuar como si Dios no existiera estudiando la naturaleza donde late el
pensamiento divino y se palpa la economía de la salvación- los planes de
Criador para el mundo por Él criado en perpetuo movimiento, desarrollo y
cambio, claro que permite el
entendimiento de las causas y los efectos. Un gigante en definitivo era Alberto
Magno o Alberto el Mago porque en su afán por el estudio no le hizo ascos
incluso a la práctica de las ciencias ocultas.
Según refieren sus biógrafos llegó a inventar
una cabeza parlante, un robot (parece ser que esta iniciación en la matemática
aplicada le vino a través de los templarios que fueron los precursores del
ordenador y de la televisión y mirando a las estrellas muchos de sus freires
conocieron los secretos de la telepatía y la telekinesia; me estoy refiriendo
al famoso baffomet que funcionaba mediante impulsos binarios, esto es en
bytes como un PC como éste en el cual les estoy escribiendo).
Sin embargo este “monstruo”
asustó de tal manera a su discípulo santo Tomás de Aquino que lo destruyó a
martillazos. Parece ser que el napolitano aunque le llamaran el Doctor Angélico
luego de angelical tenía muy poco. Corrió por los tránsitos de su convento a
una bella jarifa - a las mujeres no sé por qué siempre les han gustado los
frailes y sobre todo si eran jóvenes y apolíneos como Tomás de Aquino en su
juventud, luego engordó pesaba más que yo 125 kilos y tenían que sacarle en una
silla al sol, murió de gordo a los cuarenta y tantos antes que su maestro, por
una apoplejía- con un tizón encendido al grito de vade retro, la moza desnuda
como la madre que la parió y el pobre novicio lleno de ira meneando sus
capisayos y manteos en pos. Tea a la tentación. Iskra.
San Alberto es patrón de los archivos porque
creía que el conocimiento se almacena y de los legajos, mamotretos, tumbos, se
desprende después la conclusión del progreso y de los avances técnicos. Su obra
gigantesca (escribía cinco folios al día) y tendría luego en España un imitador el P. Torquemada alias el Tostado.
Nada daba por supuesto ni de contado. Su credo de comportamiento era el estudio
y la compulsión de todo lo que sorprende al ser humano en su paso por la
tierra. A sus Summa de criaturas agregó el Comentario a las
sentencias y el de las Exégesis. En números redondos más de cinco mil
páginas. Criticó a los escolásticos reduccionistas y retóricos y su lema era:
“terminaremos todos hablando de las cosas de Dios”basándose en el dictamen
paulino de que “ninguna cosa humana me ha de ser ajena”, lo que a algunos de
sus contemporáneos escandalizó bajo sospecha de herejía y de panteísmo.
Incluso estableció un laboratorio en su
convento donde tenía una alquitara y un taller mecánico. Mucho de aguantarle el
prior que temía por la seguridad de ña casa y al que aquellos cachivaches le
daban miedo. Murmuraban sus hermanos de hábito porque parece ser que en
aquellos tiempos fray Adalberto de Lauiengen era una especie de profesor
chiflado, pero adelante el inventor.
Los mantistas de la Sorbona
no querían creerlo. Su conocimiento del griego y del hebreo le permitió
estudiar a Tolomeo, las Categorías de Aristóteles y las Etimologías de San
Isidoro. Tenía una biblioteca enorme y su archivo era un digesto de incunables
adquiridos a precio de oro en los monasterios medievales sobre todo los de los
griegos y, tomado el hábito de los frailes mendicantes de Santo Domingo, enseñó
Mechanica en Colonia, Teodicea en Friburgo y el Trivium y el Quadrivium en
Paris. Los datos ciertos sobre su vida los encontramos en el “Cronicón de Helsford” y de la “Leyenda”
que lo describe como un fraile piadoso al que sus condiscípulos y maestros
conocían con el nombre del filósofo. No conoció a san Bernardo de Claraval que
murió muchos años de que él naciera a orillas del Danubio pero toda su
religiosidad parece imbuida del pensamiento templario- cisterciense y del
espíritu de Cruzada pero con su amor al estudio y a la praxis piensa que la
conquista de Jerusalén ha de ser más que física espiritual. De ahí su
esoterismo y su admiración por la gnosis de los monjes del Temple que sabían
mucho de Astronomía y Astrología, de Medicina y de los misterios de la
naturaleza humana tras su paso por el Oriente. Vivió tiempo glorioso cuando se
construyen las grandes catedrales francesas y las ordenes militares expanden su
dominio por el Mediterráneo y por España. Cuenca, Segovia, Ponferrada y otros
baluartes templarios fueron construidos por monjes franceses que seguramente
escucharon las lecciones de Alberto Magno desde su cátedra en la Sorbona. El
triunfo del gótico, la teología y el descubrimiento de una serie de axiomas
soteriológicos que se han perdido y went in hiding como dicen los
ingleses, fueron sumidos por el vértigo de los tiempos pero que algún día
volverán a la superficie.
En este siglo de oro del cristianismo Cristo
era un gran músico y un arquitecto. También era el Christus Medicus que
preconiza la alquimia. Era el espíritu de los tiempos de entusiasmo y de pasión
por el conocimiento que en la Iglesia actual parece brillar por su ausencia con
todos esos clérigos acoquinados o la defensiva. El nivel intelectual de los
ordenados in sacris ha caído en picado y ellos tienen un poco la culpa de que
las feligresías mengüen en las misas de doce que en estas solo haya viejos
porque con sus sermones y feligresías que parecen pronunciados por
extraterrestres aburren a las mismas ovejas.
Si esto sigue así muchas parroquias no
tardando mucho tendrán que echar el cierre por falta de quórum. O facciosos del
gran contubernio como ese Setién. Menos mal que ellos forman parte de la
hojarasca. Lo de fuera. El don de sabiduría, de la curación, del milagro y la
esperanza de lumbreras místicas como Teresa de Lisieux, mi abogada quien por
cierto me acaba de hacer otra de sus “faenas” maravillosas echandome una manita
- bendita sea- se esconde en la pulpa interior. Es en Iglesia en la que creo y
confío, depositaria de la fe, el tesón y a veces la cólera que me impulsa a
escribir.
Hoy si volviera el P. Isla se forraría con una
nueva versión del fray Gerundio de Campazas aplicada a los curas post conciliares.
Esto tiene que cambiar. Que ordenen a presbíteros que aunque sean hombres
casados poseen un cociente intelectual de sabiduría y de amor a la Iglesia
mayor que todos estos destripaterrones con sotana funcionarios o que hacen
encajes de bolillos con discursos incendiarios desde la Cope. El compromiso con
Xto. exige mucho más de lo que ellos están dando. Quieren estar al santo y a la
limosna y el Señor nos lo dijo bien clarito: no se puede servir a dos amos.
En el centenario de San Alberto Magno el hombre de ciencia y
el archivo viviente les exhorto e invito a seguir su ejemplo. Ha pasado este centenario desapercibido en la propia
Iglesia. También hay santos a los que parece ser que las fuerzas Oscuras
quieren descabalgar o bajar de la hornacina según y como, lo que no merma un
ápice la magnitud de este bávaro como el actual sucesor de San Pedro del que se
dijo en su epitafio: “cunctis luxisti, scriptis praeclarus fuisti, mundo
luxisti, quia totum praeclarus fuisti”(a todos iluminaste, fuiste preclaro en
tus escritos, aun muriendo a las cosas del mundo porque todo lo que es
cognoscible supiste). Era un archivo viviente, padre de la poligrafía. Muchos
siglos más tarde el gran archivero norteamericano Dewit se inspiró seguramente
en sus obras para establecer el CDU (Código Decimal Unificado) de 1895 que es
la base de la moderna archivística. Bien es verdad que el conocimiento que
proclama es un conocimiento cerrado y no abierto pero los que acusan a la SRI
de oscurantista ¿no se están guardando ellos también cartas bajo la manda
basados en el aforismo de que saber es poder y hoy más que nunca? pero de todo
eso les hablaré otro día mientras me pongo debajo de esta lumbrera espiritual
encendida por San Alberto hace siete centurias. Por hoy ahí queda eso.
REFRANES
están viendo como bobos al Imedio, se les pasó el arroz, pues el que casa de viejo pronto entrega el pellejo y agua que no has de beber dejala correr
echando las cartas y consultando las habas
CONSULTO LAS CARTAS DEL TAROT Y PRENDO FUEGO A LA BARAJA
Nada entendemos la vida pasa mi alma está hecha un armadijo consulto la Guia de Perplejos tiro el libro de ideas tan trilladas consejos para andar por casa y me recluyo en el castillo de la palabra. Una nueva fundación aparece en lontananza. El viejo monasterio se trastorna burdel. Recorro, perdido en el laberinto, el palacio de las dos mil habitaciones subo al desván de la torre cuadrada que llaman de las Lujanas. El alma castellana aspira a convertirse en un Escorial interior pero ahora todo lo español se encuentra patas arriba el alma por los suelos, tiro al cubilete de Trump y me sale la sota de espadas (tierra), mal presagio. Hubiera deseado el tres de copas (agua) o el Orón (fuego) y la piculina, entrometida y hetaira, cada palo aguante su vela que van a pintar bastos (aire) me anuncian tiempos convulsos. Claro que yo no soy la Virgen de Fátima, detesto la guija, aunque en noches de insomnios hago solitarios al cubilete y desparramo las cartas.
¡Qué dolor nos acontece pues se nos viene, entre la indiferencia general, la fractura de la patria! peor mucho peor que aquel verano del 98. El tupé de Sagasta equivale, rediviva, a la sonrisa sandia del Rajoy; los labios carnosos de la archivera Rompeolas (debes hacerle, cariño, con esos labios reventones a tu corvo, buenas chupadas) guay de mi España. Todos farfullan y hacen lances, carta en la mesa presa. Me temo que en este revoltijo, ganancia de pescadores, se prepare el guirigay.
El Expedito▬ no era mi amigo: siento haber depositado en su persona toda mi confianza▬ aunque no era más que un personaje de mi novela protagonista u deuteragonista, dos oficios a la vez: el primordial y el secundario.
Con él que hablo alguna que otra tarde del invierno. Alea jacta est. Las ratas se han subido a los cajones y circula por los pasillos una de las Furias anunciando desdichas a mansalva.
Y ha venido a visitarme alma en pena de Expedito. Acompañado de Mig-16 al que extirparon un riñón y se murió a los pocos días. La sesquipedal tan atalajada y tan tiesa pasa revista a las tropas de un ejército que no existe. El Sevilla en la Onda capullo de las mañanas y sus jaques parlotean y ríen con estruendo hablando de temas sin sustancia. El hijo del Críspelo Perea, aquel pobrecito al que mataron en un puticlub Dios le haya perdonado templa gaitas en medio de la orquesta de este baile de máscara.
Es lo deja vu en este tiempo de saturnales y conjuros. Pero a mi lo que más me alegra en estos días de dolor y de visitación es que haya caído una nevada de metro y medio en los cerros de Manzaneras suculento aporte edáfico para los chopos corpulentos y antañones más grandes que vi en el mundo sobre la ribera de aquel río que iba a Valencia. Teruel existe. La amada provincia escondida padeció una pavorosa sequía el estío pasado.
Ya está aquí por lo demás el antruejo no para de estar España en fiesta. Los de la banda municipal bajan por la calle Real tocando el requinto. Hacen su estruendo los petardos. Ya se oye el clangor de los cencerros abriendo carrera para que desciendan del olimpo las bacantes. El pobre pueblo aburrido paga su aldehala al vino y se entrega a los excesos de lujurias programadas desde arriba. Venus está lejos y el personal se divierte escuchando las aventuras y saltos de cama de una murciana con un monarca. Putero nos salió el rey; claro que para eso es el rey de copas, bastos, oros y espadas, y aquí los reyes y los obispos siempre gozaron de derecho de pernada.
Me ha salido una carta mala. El caballo de bastos, que corresponde con el arcano XIII del Tarot. Es para echarse a temblar y me rila la mano pero paciencia y barajar. Veo sombras terribles. Dios no lo permita. La carta de la muerte se sube al caballo de un tipo peludo al que sirve un escudero bizco y barrigón. Ambos hablan en lemosín. ¡Qué tendrá que ver la dulce lengua de Ausias March con estos tartufos!
Me ha salido una carta mala. El caballo de bastos, que corresponde con el arcano XIII del Tarot. Es para echarse a temblar y me rila la mano pero paciencia y barajar. Veo sombras terribles. Dios no lo permita. La carta de la muerte se sube al caballo de un tipo peludo al que sirve un escudero bizco y barrigón. Ambos hablan en lemosín. ¡Qué tendrá que ver la dulce lengua de Ausias March con estos tartufos!
Sancte Michael arcangel, defende nos in proelio contra nequitiam et insidias diaboli esto nobis praesidium.
Del mal que viene no tienen la culpa los judíos.
Es que en esta España católica y perversa nos hemos vuelto muy malos. Guardo los naipes. La oración al Jefe de la Milicia celeste me tranquiliza en medio del pavor, acordándome de que todavía viven justos en Israel... el mal triunfa pero sólo momento de. Señor, pase de mi este cáliz. Ne avertas faciem tuam a me.
Echo a la lumbre las sesenta y ocho cartas del maldito juego del Tarot. Brilla la luna en cuarto menguante esta madrugada. Creo que este aviso premonitorio no es más que una pesadilla por los dolores de España. Mis pensamientos en revoltijo, trato de espantarlos, escondido entre las sábanas, mientras despabilo el insomnio de la madrugada.
Es que en esta España católica y perversa nos hemos vuelto muy malos. Guardo los naipes. La oración al Jefe de la Milicia celeste me tranquiliza en medio del pavor, acordándome de que todavía viven justos en Israel... el mal triunfa pero sólo momento de. Señor, pase de mi este cáliz. Ne avertas faciem tuam a me.
Echo a la lumbre las sesenta y ocho cartas del maldito juego del Tarot. Brilla la luna en cuarto menguante esta madrugada. Creo que este aviso premonitorio no es más que una pesadilla por los dolores de España. Mis pensamientos en revoltijo, trato de espantarlos, escondido entre las sábanas, mientras despabilo el insomnio de la madrugada.
2017-03-01
GRACIAN CAPELLAN DE LOS TERCIOS EN LA GUERRA CONTRA CATALUÑA
GRACIÁN REDIVIVO
Nieve en las cumbres y el sol, tan literario, nos sonríe ya, devuelven sus rayos sonrisas repartidas en las alforjas de los recuerdos. Febrero se despide con cortesía. Trae memorias de lo que fue y yo sigo con mis clásicos en un ir y venir que llaman acarrear. Baltasar Gracián Morales Cariñena Huesca 1601 pero pasó su infancia en Toledo. Fue domestico del cardenal Paravichino y bajaba por la solana del Tajo a ver pintar al Greco. Sin una profunda vocación religiosa tomaría los votos de la compañía de Jesús. Sin ser un monje devoto cumplió con la Regla a pesar de no entenderse con el superior. La literatura hispana en ello perdió a un místico y ganó a una de las plumas más sagaces en castellano. Quería una vida tranquila. No la tuvo pues en el convento probarían su carácter algo levantisco sometiéndole al capelo y a esas durísimas probaciones jesuitinas o judiadas que suelen hacer a cuantos quieran profesar en la orden ignaciana. No fue un hombre feliz pero la austeridad como forma de vida le ayudaría a vivir hacia adentro y sobre todo esta condición de ordenado al sacerdote le valdría para dedicarse a escribir. Sería el gran prosista castellano después de Quevedo y Cervantes. No se llevaba bien ni con los catalanes ni con los valencianos. El motín de los segadores del Corpus situaría a Gracián acérrimo aragonés de parte de Castilla Después de su tránsito por Gandía la casa madre de la orden y por Gerona es enviado como prefecto de latinidad a Calatayud, y luego va de maestrillo a Calahorra. Allí tiene que echarle un réspice (rapapolvos) a un portugués el padre Tonda “por haber tenido algunas flaquezas con las mujeres” al tiempo que termina de revisar el manuscrito de su libro “El héroe” que dedica al rey Felipe vi. El texto se imprime en los tórculos del oscense Nogués. En 1639 estalla la guerra de Cataluña y el P. Gracián se enrola como capellán de una compañía del Tercio de Sicilia a las órdenes del duque de Noceal. Siendo su capitán el marqués de Leganés. Los soldados de su división llamarían al buen clérigo padre de la victoria. De regreso a Huesca con las tropas publica Agudeza y arte de ingenio y al poco tiempo El discreto y la primera parte del Criticón su libro más famoso. Por los conceptos que expresa contra corriente le crecen los enanos y se multiplican sus enemigos tanto fuera como dentro de la Compañía. Baltasar Gracián conviene saberlo les caía mal a muchos por su ascendiente converso y que sabía mucho más de la Escritura que sus rivales y eso es lo que más jode a un español que el otro resulte más eximio en las artes que el uno practica, ya sea en las bellas artes, en el periodismo, o la política. Somos un país maravilloso pero cainita. Padre Nickel prepósito general le ordena que deje de escribir y lo recluye en la casa de la Compañía en Tarazona y luego a Graus en una celda de castigo. Estuvo tres meses a pan y agua. No se rin de el indómito profesor pues decía para libre Aragón y para cojonudo yo. Esta energía y talante anarquista flota sobre toda la obra gracianesca. Muere sin reconciliarse con el Papa Negro el 6 de noviembre de 1558 a la vista de las cumbres del Moncayo de aquellos Pirineos que él amó tanto. Tenía la y no era muy agraciado físicamente bajo de cuerpo con la cabeza grande miope y de color cetrino cara de pocos amigos pero en su frente parece resplandecer el sol de la gnosis. Aspiraba al dominio de las tres S: santidad, salud, sapiencia. Más valen quintaesencias que fárragos y lo bueno si breve dos veces bueno. Lector empedernido. España era para él la cultura perfecta porque solemos mejor entender a los otros de oficio que en el cara a cara que donde hay mucha confianza da asco. No hay lisonja no hay fullería mejor que un libro cada día. Un libro y un amigo quiero yo en mis lares. Con libros todos los días converso, y su dulce plática son el mejor viático de la existencia.
Este bibilitano bien se conoce haber nacido paisano del poeta Marcial padre de la sátira presenta la calidad de su arte un acendrado barroquismo. Gracián es escritor de escritores, epígono de la erudición, párrafos largos y quintaesencias que la crítica olvida con frecuencia y de nuevo se pone de moda a clavo pasado. En 2017 en una España que se enfrenta al secesionismo catalán vuelve el padre Gracián al palenque de lo novedoso.
Los grandes hombres son indefinibles porque no están sujetos a norma alguna. Gracián maneja la alegoría y el aforismo con gravedad y sutileza. Por los altos cielos de la alegoría a la que él se eleva vuelan los monstruos. Hay atisbos en el Criticón que anticipan a los aguafuertes de la época negra de Goya o los retablos del Bosco, a golpes de cultismo y paranomasias. Murió a los 56 años.
Nieve en las cumbres y el sol, tan literario, nos sonríe ya, devuelven sus rayos sonrisas repartidas en las alforjas de los recuerdos. Febrero se despide con cortesía. Trae memorias de lo que fue y yo sigo con mis clásicos en un ir y venir que llaman acarrear. Baltasar Gracián Morales Cariñena Huesca 1601 pero pasó su infancia en Toledo. Fue domestico del cardenal Paravichino y bajaba por la solana del Tajo a ver pintar al Greco. Sin una profunda vocación religiosa tomaría los votos de la compañía de Jesús. Sin ser un monje devoto cumplió con la Regla a pesar de no entenderse con el superior. La literatura hispana en ello perdió a un místico y ganó a una de las plumas más sagaces en castellano. Quería una vida tranquila. No la tuvo pues en el convento probarían su carácter algo levantisco sometiéndole al capelo y a esas durísimas probaciones jesuitinas o judiadas que suelen hacer a cuantos quieran profesar en la orden ignaciana. No fue un hombre feliz pero la austeridad como forma de vida le ayudaría a vivir hacia adentro y sobre todo esta condición de ordenado al sacerdote le valdría para dedicarse a escribir. Sería el gran prosista castellano después de Quevedo y Cervantes. No se llevaba bien ni con los catalanes ni con los valencianos. El motín de los segadores del Corpus situaría a Gracián acérrimo aragonés de parte de Castilla Después de su tránsito por Gandía la casa madre de la orden y por Gerona es enviado como prefecto de latinidad a Calatayud, y luego va de maestrillo a Calahorra. Allí tiene que echarle un réspice (rapapolvos) a un portugués el padre Tonda “por haber tenido algunas flaquezas con las mujeres” al tiempo que termina de revisar el manuscrito de su libro “El héroe” que dedica al rey Felipe vi. El texto se imprime en los tórculos del oscense Nogués. En 1639 estalla la guerra de Cataluña y el P. Gracián se enrola como capellán de una compañía del Tercio de Sicilia a las órdenes del duque de Noceal. Siendo su capitán el marqués de Leganés. Los soldados de su división llamarían al buen clérigo padre de la victoria. De regreso a Huesca con las tropas publica Agudeza y arte de ingenio y al poco tiempo El discreto y la primera parte del Criticón su libro más famoso. Por los conceptos que expresa contra corriente le crecen los enanos y se multiplican sus enemigos tanto fuera como dentro de la Compañía. Baltasar Gracián conviene saberlo les caía mal a muchos por su ascendiente converso y que sabía mucho más de la Escritura que sus rivales y eso es lo que más jode a un español que el otro resulte más eximio en las artes que el uno practica, ya sea en las bellas artes, en el periodismo, o la política. Somos un país maravilloso pero cainita. Padre Nickel prepósito general le ordena que deje de escribir y lo recluye en la casa de la Compañía en Tarazona y luego a Graus en una celda de castigo. Estuvo tres meses a pan y agua. No se rin de el indómito profesor pues decía para libre Aragón y para cojonudo yo. Esta energía y talante anarquista flota sobre toda la obra gracianesca. Muere sin reconciliarse con el Papa Negro el 6 de noviembre de 1558 a la vista de las cumbres del Moncayo de aquellos Pirineos que él amó tanto. Tenía la y no era muy agraciado físicamente bajo de cuerpo con la cabeza grande miope y de color cetrino cara de pocos amigos pero en su frente parece resplandecer el sol de la gnosis. Aspiraba al dominio de las tres S: santidad, salud, sapiencia. Más valen quintaesencias que fárragos y lo bueno si breve dos veces bueno. Lector empedernido. España era para él la cultura perfecta porque solemos mejor entender a los otros de oficio que en el cara a cara que donde hay mucha confianza da asco. No hay lisonja no hay fullería mejor que un libro cada día. Un libro y un amigo quiero yo en mis lares. Con libros todos los días converso, y su dulce plática son el mejor viático de la existencia.
Este bibilitano bien se conoce haber nacido paisano del poeta Marcial padre de la sátira presenta la calidad de su arte un acendrado barroquismo. Gracián es escritor de escritores, epígono de la erudición, párrafos largos y quintaesencias que la crítica olvida con frecuencia y de nuevo se pone de moda a clavo pasado. En 2017 en una España que se enfrenta al secesionismo catalán vuelve el padre Gracián al palenque de lo novedoso.
Los grandes hombres son indefinibles porque no están sujetos a norma alguna. Gracián maneja la alegoría y el aforismo con gravedad y sutileza. Por los altos cielos de la alegoría a la que él se eleva vuelan los monstruos. Hay atisbos en el Criticón que anticipan a los aguafuertes de la época negra de Goya o los retablos del Bosco, a golpes de cultismo y paranomasias. Murió a los 56 años.
2017-02-28
GRAN DESCUBRIMIENTO: UN CONVERSO SEGOVIANO AUTOR DEL LAZARILLO
OBERTURA AL LIBRO DEL LAZARILLO
Uno de los enigmas de la literatura española fue el
anonimato en que permaneció este libro paradigmático del género picaresco
durante cinco siglos. Antonio PARRA aquí encuentra su filiación de los padres
putativos que hubo y el real que no pudo ser otro que el médico segoviano
Andrés Laguna, que utilizaba también otro nombre de pluma: Cristóbal de
Villalón. Era de padres conversos y no se atrevió a signar sus originales pero
Antonio Parra mediante el cotejo de estilos encontró sorprendentes e
irrefutables paralelismos entre el Crotalón,
El Viaje a Turquía y El Lazarillo.
2017-02-27
son distomos estos chicos del politiqueo y la mugre jornalista
DISTOMOS
DOS BOCAS. DOS CUENTAS. DOBLE VARA DE MEDIR. Y PARECÍAN BOBOS
Pasa
el Señor, invisible presencia, dejando un reguero de amor que no llega a mi
veril. Hemos perdido, estamos cansados golpeados, manipulados, escondidos en
nuestros pisos sin ganas de salir mientras nuestros enemigos ríen a mandíbula
batiente, nos insultan y escupen, nos conminan y amenazan, y nos recuerdan por
lo de entonces, alzan la rodela victoriosa, hemos ganado. Ronaldo el portugués
está que se sale. Messi es un gigante argentino de pequeña estatura con el
balón pegado a la bota. Y a mí ¿qué coños me importa? Pero los de la tv no
hablan de otra cosa y pasan el traile. Messi y Ronaldo lo tenemos hasta en la
sopa.
El
pretor en Cortes sonríe mientras larga su espich que es un escarche a la ciudadanía
su boca de liebre —un poco más y se le cae la dentadura postiza—, que hoy no le
puso crema corega al aparato. A su lado se sienta la mini chica destapando el
frasco de las esencias parlamentarias. Perdidos en la tromba de retórica añoramos
el silencio y el perfume de la rosa. Son dítonos dos bocas, dos conciencias,
dos comportamientos que la hipocresía está a la orden del día y ojos cinco pero
por el que más miran es por el ojo del culo que carece de pupila.
El
señor es mi baluarte caminaré sobre el áspid y el basilisco. ¿Pero me librará de esta cáfila de compadres y
comadres saduceas? Él me dará entendimiento para comprender sus mandamientos y
no derrumbarme mientras subo peldaños y más peldaños del husillo de la escalera
de caracol que lleva hasta la cima de la santidad y el amor que dicen que es la
superación de la muerte. Too much. Demasiado.
Necesito humo para huir de los recuerdos que me torturan. Enciendo una pipa,
pecador de mí.
Mientras
tanto el pretor que arenga a los padres conscriptos no cede un momento en su
sonrisa bobalicona y en sus amenazas contundentes. Dijo no sé qué de los
salvapatrias. Lo suyo es la economía. Que va para atrás como los cangrejos.
Cada día más pobres. Sube la temperatura del odio y la mierda, llega a los
caireles, tanto hablar de corrupción. La zorra guarda el gallinero. ¿No ves que
se le han caído los dientes y lleva castañuelas? Pasa nada. Vendrán los lobos a
comerse los pollos que no pudo devorar el raposo. Señor Rajoy, tiene el
miércoles cita con el dentista
MARAÑÓN DE NO SER MEDICO ME HUBIERA GUSTADO EJERCER DE LIBRERO DE LANCE"
EL DOCTOR MARAÑÓN TRAPERO DEL
TIEMPO
“Las cosas no son como son ni
como las vivimos. Las cosas son como las recordamos”. El dictamen de Valle
Inclán me asalta en este día de febrero lluvioso asturiano. No conocí en
persona pero escuché la última conferencia por radio. Otoño de 1958 dos años
antes de su muerte. Lo amortajaron con hábito franciscano, cuando se declaró un
ateo de toda la vida.
Al gran liberal que no creía en
Franco pero que, gracias a él, pudo regresar a su cátedra de Medicina en la Complutense y ser rehabilitado.
Pasaba consulta todas las mañanas en el viejo caserón del Hospital Central Museo
de Arte Moderno actual.
Si las crujías los patios y las
salas de vivisección hablaran los muros de este edificio levantado por Carlos
III para la caridad nos contarían historias de mucho dolor humano. El doctor
Marañón era un clínico chapado a la antigua de la escuela de Andrés Laguna (su biógrafo
don Teofilo Hernando era buen amigo suyo) creyente en la homeopatía.
No hay que recetar demasiado pues
decía que no “hay enfermedades sino enfermos”. Marañón se confesaba como un
“trapero del tiempo” — no perdía un minuto de su vida, se dormía con un libro
en la mano y cuando viajaba fin de
semana a su cigarral toledano en el asiento de atrás de su Chevrolet que
conducía un chofer galoneado se leía una obra de teatro o redactaba apuntes
para su próximo ensayo— y yo recuerdo aquella voz algo ronca de antiguo fumador
empedernido que se había convertido en furibundo antitabaquista con un leve
deje de tartamudez hablando de su pasión por los libros.
“Si no me hubiese dedicado a la medicina yo habría sido un buen librero.
En los libros se encuentra lo mejor que la mente humana haya destilado”.
Ignoro si esta frase se la copió
al Caudillo a quien tanto detestaba este viejo liberal poco amigo de los
dictadores o fue el propio jefe del Estado quien la tomó dél. Franco también
contaba que, de no haber sido militar, le hubiese gustado ser librero de lance.
No sé si el Generalísimo hubiera sido capaz de quitarle el puesto a don Alfonso
Riudavets el rey de la Cuesta
Moyano …
Así que nada de banalidades. Time is Money, que dicen os
neoyorquinos. Seguramente, esta laboriosidad porque el gran galeno de la Beneficencia se multiplicaba
sin haber ganado del cielo el con de la bilocación porque atendía a su vocación
de escritor combinándola con la consulta clínica y ese pluriempleo es mucho
tomate porque la literatura a mi juicio demanda una dedicación exclusiva.
Tal circunstancia de “surmenage”
intelectivo determinó su temprana muerte. Moriría relativamente joven.
Leí “Ensayo biográfico sobre Enrique
IV de Castilla y su tiempo”. Lo devoré en tres noches. Quedé
maravillado de la sapiencia de don Gregorio que con ojo clínico realizó un
retrato psicológico del penúltimo de los Trastámara que pasó a la historia con
el remoquete de impotente. Pero nuestro facultativo descifra que su falta de
virilidad era solo a medias. El gatillazo lo pegaba solamente con la reina.
Funcionaba con las meretrices de Segovia “el
rey nuestro Señor había una grande verga e pagaba su débito como cualquier
hombre” como cualquier cardador o zurrador de lana del Azoguejo.
A más de eso, tuvo amores con una
abadesa de Toledo y con una azafata de su corte, una portuguesa, a la cuala por
celo su segunda esposa doña Juana despidió.
Marañón traza una semblanza un
tanto peyorativa y sectaria de Enrique IV: los pies planos tendiendo a la
soledad y a la melancolía, gustaba de la buena música y se hacía acompañar de
una guardia morisca y había en su corte un orfeón de música que al rabel
interpretaba canciones melancólicas. Tiempo adelante, descubrí que el retrato
de Marañón del infortunado monarca al que siempre persiguió la sombra de la Beltraneja fruto por los visto de
los amores de doña Juana con Beltrán de la Cueva se contamina de los prejuicio
contra don Enrique a cargo el judío Palencia su biógrafo y de parte de la
nobleza y del alto clero que conspiraba contra su persona a favor de su
hermanastra Isabel. En suma el doctor Marañón, un liberal de tomo y lomo, aborda
la historia con ojo clínico bajo aspectos freudianos “Amiel”, “Historia del Empecinado”
“Tiempo Viejo y Tiempo Nuevo” que hoy parecen discutibles. Su prosa, no
obstante, es exacta y elegantísima.
Defendió la Medicina privada y de pago. Los
practicantes se quedaron sin trabajo. José Antonio Girón y sus falangistas
fundaron la Seguridad Social
siguiendo las directrices sociales de una Falange entusiasmada con el lema
franquista de trabajo fijo, hogar, lumbre y asistencia médica gratuita para
todos. Marañón era un enemigo declarado de los falangistas a los que hoy acusan
de paternalismo social.
El año en curso 2017, vuelven a
flamear aquellas viejas banderas liberales contra la seguridad social.
Sufrirían los españoles desheredados aquellos que no pueden volar a Houston
para curarse un cáncer pongamos por caso.
Recuerdo que mi abuelo el año 56
tuvo que vender sus fincas para costearse la iguala del cirujano que le operó
de una próstata maligna.
Y en esas estamos a día de hoy.
Vuelven los liberales. Dios nos libre de los liberales que dijo el otro. He
aquí las luces y las sombras de un hombre de ciencia apasionado por la
literatura.
sábado, 11 de febrero de 2017
2017-02-24
UNA HISTORIA DE AMOR EN LA HABANA CUBA
HERNANDO DE SOTO DESCUBRIÓ LA
FLORIDA Y EL MISSISSIPI
En una visita a La Habana Vieja
hace ya muchos años. Me encontré junto al Morro un edificio que llamaban el
Bastión con sus garitas sobre las poternas mirando al mar por donde llegaban
los barcos de España y los cosarios ingleses. En lo alto de la toirre había una
veleta que llamaba los habaneros
giraldilla. Detrás de esta rosa de los vientos había una bella historia de
amor. Resulta que la esposa del Adelantado Hernando de soto salía todas las
tardes a mirar para la mar en la esperanza del regreso del barco donde su
esposo Hernando de Soto regresara de Tierra Firme. Se había embarcado con un
centenar de su gente y un escuadrón. En aquella expedición el valiente adalid
extremeño descubriría el Mississipi, pero él nunca regresó. Fue muerto por una
fecha envenenada de un cacique indio que lo traicionó. Don María sigue
esperando asomada al Morro de la Habana en efigie de piedra.
La vida heroica y aventuras (sólo
pasó 42 años en este mundo) del Adelantado Hernando de Soto vuelve apotegma el
título de la novela de Pedro de Lorenzo Cuando
los dioses nacían en Extremadura. Este extremeño nacido en el pueblo
pacense de Jerez de los Caballeros de origen asturiano es lo que más se parece
a in héroe homérico. Es el adalid de los viejos cantares de gesta. Le llamaron
el Amadís de la Florida y Centauro de las Indias. Caballero prevenido en
frontera hábil jinete prócer de las artes desultorias cabalgó desde Arcansas y
Oregón hasta la Patagonia escaló dos veces la cordillera de los Andes. Con un
escuadrón de poco más de dos centenares conquistó Nicaragua ─ la más bella y la
más amable para los españoles ─ en nombre del emperador que era quinto suyo;
ambos nacieron en 1500. Por su apostura viril pese a ser pequeño de cuerpo le
valieron la admiración de los caciques quienes le obsequiaron con el “jus primae
noctis” de las reglas hospitalarias de la antigüedad y de estas uniones
hubieron descendencias, pero don Hernando casaría con doña Juana Hernández su
mujer natural la primera española que llegó al Nuevo Mundo en viaje nupcial y
como se quejase al esposo de su poca formalidad el extremeño de ascendencia
astur sus ancestros provinieran de Soto de Luiña éste le hacía ver que no diese
al asunto demasiada importancia pues las indígenas consideraban de poco decoro
la guarda de la virginidad “si Dios no lo dio será por algo”. Ellas serán las
ermitas pero “vos, señora de mis altos pensamientos sois la catedral”. Así
nacería la inculturación y el mestizaje. La conquista es la prolongación de la
reconquista. Se embarcan los castellanos a donde nacen las fuentes de la eterna
juventud. Aquellos locos andantes habían leído demasiados libros de caballería.
El Amadis de Gaula y Lanzarote del Lago eran sus referentes. Lo que vendría
tiempo adelante Buffalo Bill y las novelas del Oeste fueron un sucedáneo que
empachó nuestras mentes. A los salvajes se les liquidaba, mientras los
denominados “conquistadores” (preferiría el nombre de evangelizadores o
colonos) les hacían bautizarse por los misioneros y se casaban con sus mujeres.
No encuentran el manantial de la eterna juventud y el oro y la plata estaban en
su imaginación porque Atahualpa y Moctezuma andaban en taparrabos. Por tanto,
ni lo uno ni lo otro. Arrostran los peligros de una naturaleza salvaje con los azares
de las alimañas el frio y el calor intenso las flechas enherboladas de los
aztecas. Algunas tribus saludan su llegada como si fueran extraterrestres y a
la vista de sus caballos y de sus lombardas se llenan de temor porque aquellos
hombres blancos irrumpen como heraldos de un tiempo nuevo que habían
profetizado sus chamanes. Poco tienen
que ver que estos españoles míticos con los de la cultura del pelotazo.
La exploración de los territorios
de lo que hoy constituyen los USA fue la más dificultosa por la adversidad
climática y las hostilidades de los pieles rojas. Todos ellos se agrupaban en
tribus divididas con distinta lengua y diferentes costumbres. Mutuamente se
hacían la guerra.
En el subcontinente las mujeres y
los misioneros que predicaban el amor y recriminaban los sacrificios humanos
fueron el polo de atracción y el eje de fuerza que determinaría la colonización
del Nuevo Mundo en poco más de tres cuartos de siglo. Las Casas hace una
interpretación sectaria de aquella magna empresa, la mayor, después de la
Creación, a tenor con los cronistas, en la que se embarcaron los españoles.
Hombres frágiles pecadores algunos analfabetos e incluso asesinos avanzan
detrás de la Cruz Alzada. La gesta hubiera sido imposible sin el concurso de la
Providencia.
Así y todo, el asunto presenta
una cara oculta enigmática mesiánica algo milagroso y ahí queda del nombre de
Hernando de Soto el primer europeo que avistó la tierra de las vacas corcovadas
en el Cañón del Colorado y el descubridor de la Florida. A su muerte tomaría el
relevo del extremeño/astur otro asturiano: Pedro Menéndez de Avilés. Poco
tienen que ver estos gigantescos españoles con los diminutos españolitos por su talla moral de ahora. Somos gentes medrosa y llena de
complejos a los que Radio Macuto Ondas de la Conspiración impartiendo noticias
deletéreas a todas horas que son consignas a todas horas. Los cantares de gesta
dieron paso a los cuentos de Blanca Nieves y los Siete Enanitos.
2017-02-14
VICENTE ALEIXANDRE
Nada o muy poco quedó de aquel
frenesí. Cerraron el libro, aunque el molino de papel sigue volteando, y
pasaron página, no murieron como los buenos soldados se esfumaron aunque su
presencia vive. Una nueva era y parece
que fue ayer. Otro mundo.
El poder se nutre de otra savia,
quiere otros vates. Nunca arrancarán estos líricos a la moderna la flor de lis
del romancero en cuyas fuentes bebieron Lorca y Miguel Hernández, los Machado.
Bajé y subí a bordo de mi guagua
atestada de monjas y ex seminaristas, que colgaron la sotana y fueron a
estudiar Letras. La cuesta de Belintonia entre conventos de ursulinas y
colegios mayores. Fueron los campos elíseos de juventud cuyo recuerdo aflora
con las galas de mayo y el poder pujante de abril ahora que ya soy setentón. Estos pagos tiempo de
apuntes preparación de parciales aloran ahora hasta mi perfumados de la
tristeza y esperanza de mi adolescencia. La poesía eterna más allá de lo que
escriben los poetas. Aleixandre se subió al carro de la Transición. Cuando
ganó el premio Nobel octubre de 1977 (estaba yo en Nueva York) nadie había
sabía nada de sus libros. Borges con su limitada condescendencia para los
españoles todos sabemos que era hispanófobo le llamó autor ripioso. Pero cada
vez más la literatura se entrevera con la política y era evidente que en
Aleixandre se otorgaba el galardón a un tiempo nuevo de España en democracia
aunque a don Vicente no lo conociera ni la madre que lo parió. La deificación
del vate fue un hermanamiento de la poesía con la política. En su persona se
estaba premiando al cambio. Lorca, Miguel Hernández, Neruda hasta cierto punto
y el vasco Cernuda estaban siendo canonizados y de los otros miles de españoles
que se amarran al salvavidas de los versos hicieron mutis por el foro. Ello no
deja de ser una afrenta a las musas.
Nunca entendí a los modernistas.
Sin embargo Vicente Aleixandre habitaba una casa al final del bulevar que
define su obra Vicente Belintonia. Sobre las tapias del jardín todo un mirador
e Poniente se erguía, llama mística, sobre la cuesta tapia alta con barandilla
por donde bajaba yo muchas veces en la guagua del F camino de la Facultad.
Aquel árbol vigiló mis pasos.
Muchas vueltas di por el mundo y acabé regresando a él. Quiso el destino que
todo ser humano pertenezcan a un territorio y por le Boulevard de Reina
Victoria viajó mi alma en transito. El erecto ciprés sutil semblanza del alma extática
daba sombra a mis manes. Marcó la ruta de mi destino. Vuelve a casa, pan
perdido. Después a lo largo de mis días yo cruzaba la calle paralela a Santiago
Ruiseñol centro de mis últimos días laborales, y recibía el saludo de los
poetas muertos: Alberti, Rosales, Gerardo Diego, Altolaguirre, Lorca Celaya.
Sobre las tapias montaba guardia como un serviola de proa vigilando las
trincheras de la gran batalla de Madrid. Fue el cenáculo de los poetas muertos
una sucursal de la
Residencia de estudiantes.
Belintonia fue el alma Mater de
la generación del 27. Una generación literaria que nació del encuentro entre Vicente
Aleixandre y Merlo que estudiaba para ingeniero y Dámaso Alonso y Fernández de
las Redondas recién licenciado en Románicas. Ambos nacidos el mismo año de
1898. De este encuentro en el veraniego pueblo abulense en 1917 se acordó preparar
el centenario de Góngora. De esta forma nació la generación del 27 vía libre a
los modernistas. Las nuevas generaciones pedían paso. La poesía del sevillano
Aleixandre poesía pura versos para los entendidos y las elites asume los poderes
de un movimiento literario en el cual él figura. Un hombre elegante y afable
valetudinario con una tuberculosis de riñón que le obligó a guardar reposo.
Escribía en la cama y en el dormitorio recibía a sus amigos. Compré en la Espasa Calpe un ejemplar de “Ámbito” fui incapaz de terminarlo. Yo no
entendía pero algo debería de llevar el agua cuando la bendicen. La crítica se
hizo lenguas de este texto tan literario como inasequible. Su autor fue
deificado por los que aseguran conocer los secretos de la poesía pura y a mí,
pecador de mí, nada me decían estas líneas de trazado libre que eran una
versión en literatura del arte pictórico de Picasso.
A Dámaso Alonso lo conocí en la Facultad de Filosofía y
Letras, un catedrático cansado a punto de de jubilarse una caña de vino
perronero en la mano. Un destino misterioso me amarró al duro banco de esa
galera turquesa que es la literatura y aquel viejecito de la cara redonda metiéndose
trancazos de tintorro para conjurar su
desaliento y su melancolía: carmina aurum
non dabunt. Estos lingotazos hacían al catedrático que más sabía sobre
literatura española un hombre simpático y locuaz que bajaba a beber con los
estudiantes.
El maestro andaba muy preocupado
por vender su biblioteca no sabía qué hacer con sus libros de toda la vida en
los que había invertido todo su peculio — era un experto en el sublime Góngora—.
Comprendí mi entelequia escrita en su pensamiento. Madrid era una ciudad
poblada de un millón de cadáveres. Fue el verso del viejo profesor el mejor
poema de los modernistas. Hoy sin Aleixandre, sin Lorca, sin Miguel Hernández,
sin Pedro Salinas, las cosas fueron a
peor. No hay más que escuchar la verborrea de los políticos.
Ellos nos hablan desde otra
galaxia. A mí por lo visto el ciprés de Belintonia sigue siendo un faro que me
alumbra. Soy un poeta contra todos. La casa que estaba junto al viejo estadio
Metropolitano hoy existe. Lugar afable locus
amoenus por el cual seguiré hasta que Dios me llame dando vueltas. Girando
y girando como un desterrado en torno a estos enclaves que guardan el secreto
de mis dioses familiares. Hay ciertas zonas de Madrid como el Retiro quizás sea
porque allí está el monumento al diablo que me atraen pero otras como Moncloa,
Cuatro Caminos, Atocha, o la cuesta de Moyano que me atraen y esa casa que hace
esquina al borde de las Facultades ejercen un influjo magnético. Quizás sea
porque caminé por la existencia mirando para el imán de una estrella polar que
no existe sino en mi cerebro.
Lunes, 13 de febrero de 2017
CIEN AÑOS DE POESÍA MODERNISTA
VICENTE ALEIXANDRE
Nada o muy poco quedó de aquel
frenesí. Cerraron el libro, aunque el molino de papel sigue volteando, y
pasaron página, no murieron como los buenos soldados se esfumaron aunque su
presencia vive. Una nueva era y parece
que fue ayer. Otro mundo.
El poder se nutre de otra savia,
quiere otros vates. Nunca arrancarán estos líricos a la moderna la flor de lis
del romancero en cuyas fuentes bebieron Lorca y Miguel Hernández, los Machado.
Bajé y subí a bordo de mi guagua
atestada de monjas y ex seminaristas, que colgaron la sotana y fueron a
estudiar Letras. La cuesta de Belintonia entre conventos de ursulinas y
colegios mayores. Fueron los campos elíseos de juventud cuyo recuerdo aflora
con las galas de mayo y el poder pujante de abril ahora que ya soy setentón. Estos pagos tiempo de
apuntes preparación de parciales aloran ahora hasta mi perfumados de la
tristeza y esperanza de mi adolescencia. La poesía eterna más allá de lo que
escriben los poetas. Aleixandre se subió al carro de la Transición. Cuando
ganó el premio Nobel octubre de 1977 (estaba yo en Nueva York) nadie había
sabía nada de sus libros. Borges con su limitada condescendencia para los
españoles todos sabemos que era hispanófobo le llamó autor ripioso. Pero cada
vez más la literatura se entrevera con la política y era evidente que en
Aleixandre se otorgaba el galardón a un tiempo nuevo de España en democracia
aunque a don Vicente no lo conociera ni la madre que lo parió. La deificación
del vate fue un hermanamiento de la poesía con la política. En su persona se
estaba premiando al cambio. Lorca, Miguel Hernández, Neruda hasta cierto punto
y el vasco Cernuda estaban siendo canonizados y de los otros miles de españoles
que se amarran al salvavidas de los versos hicieron mutis por el foro. Ello no
deja de ser una afrenta a las musas.
Nunca entendí a los modernistas.
Sin embargo Vicente Aleixandre habitaba una casa al final del bulevar que
define su obra Vicente Belintonia. Sobre las tapias del jardín todo un mirador
e Poniente se erguía, llama mística, sobre la cuesta tapia alta con barandilla
por donde bajaba yo muchas veces en la guagua del F camino de la Facultad.
Aquel árbol vigiló mis pasos.
Muchas vueltas di por el mundo y acabé regresando a él. Quiso el destino que
todo ser humano pertenezcan a un territorio y por le Boulevard de Reina
Victoria viajó mi alma en transito. El erecto ciprés sutil semblanza del alma extática
daba sombra a mis manes. Marcó la ruta de mi destino. Vuelve a casa, pan
perdido. Después a lo largo de mis días yo cruzaba la calle paralela a Santiago
Ruiseñol centro de mis últimos días laborales, y recibía el saludo de los
poetas muertos: Alberti, Rosales, Gerardo Diego, Altolaguirre, Lorca Celaya.
Sobre las tapias montaba guardia como un serviola de proa vigilando las
trincheras de la gran batalla de Madrid. Fue el cenáculo de los poetas muertos
una sucursal de la
Residencia de estudiantes.
Belintonia fue el alma Mater de
la generación del 27. Una generación literaria que nació del encuentro entre Vicente
Aleixandre y Merlo que estudiaba para ingeniero y Dámaso Alonso y Fernández de
las Redondas recién licenciado en Románicas. Ambos nacidos el mismo año de
1898. De este encuentro en el veraniego pueblo abulense en 1917 se acordó preparar
el centenario de Góngora. De esta forma nació la generación del 27 vía libre a
los modernistas. Las nuevas generaciones pedían paso. La poesía del sevillano
Aleixandre poesía pura versos para los entendidos y las elites asume los poderes
de un movimiento literario en el cual él figura. Un hombre elegante y afable
valetudinario con una tuberculosis de riñón que le obligó a guardar reposo.
Escribía en la cama y en el dormitorio recibía a sus amigos. Compré en la Espasa Calpe un ejemplar de “Ámbito” fui incapaz de terminarlo. Yo no
entendía pero algo debería de llevar el agua cuando la bendicen. La crítica se
hizo lenguas de este texto tan literario como inasequible. Su autor fue
deificado por los que aseguran conocer los secretos de la poesía pura y a mí,
pecador de mí, nada me decían estas líneas de trazado libre que eran una
versión en literatura del arte pictórico de Picasso.
A Dámaso Alonso lo conocí en la Facultad de Filosofía y
Letras, un catedrático cansado a punto de de jubilarse una caña de vino
perronero en la mano. Un destino misterioso me amarró al duro banco de esa
galera turquesa que es la literatura y aquel viejecito de la cara redonda metiéndose
trancazos de tintorro para conjurar su
desaliento y su melancolía: carmina aurum
non dabunt. Estos lingotazos hacían al catedrático que más sabía sobre
literatura española un hombre simpático y locuaz que bajaba a beber con los
estudiantes.
El maestro andaba muy preocupado
por vender su biblioteca no sabía qué hacer con sus libros de toda la vida en
los que había invertido todo su peculio — era un experto en el sublime Góngora—.
Comprendí mi entelequia escrita en su pensamiento. Madrid era una ciudad
poblada de un millón de cadáveres. Fue el verso del viejo profesor el mejor
poema de los modernistas. Hoy sin Aleixandre, sin Lorca, sin Miguel Hernández,
sin Pedro Salinas, las cosas fueron a
peor. No hay más que escuchar la verborrea de los políticos.
Ellos nos hablan desde otra
galaxia. A mí por lo visto el ciprés de Belintonia sigue siendo un faro que me
alumbra. Soy un poeta contra todos. La casa que estaba junto al viejo estadio
Metropolitano hoy existe. Lugar afable locus
amoenus por el cual seguiré hasta que Dios me llame dando vueltas. Girando
y girando como un desterrado en torno a estos enclaves que guardan el secreto
de mis dioses familiares. Hay ciertas zonas de Madrid como el Retiro quizás sea
porque allí está el monumento al diablo que me atraen pero otras como Moncloa,
Cuatro Caminos, Atocha, o la cuesta de Moyano que me atraen y esa casa que hace
esquina al borde de las Facultades ejercen un influjo magnético. Quizás sea
porque caminé por la existencia mirando para el imán de una estrella polar que
no existe sino en mi cerebro.
Lunes, 13 de febrero de 2017
2017-02-09
JOAN MARAGALL UN CATALÁN
UNIVERSAL QUE AMABA A ESPAÑA
Si el mon ja és tan formós, Senyor, si es mira
Amb la pau a dintre de lúll nostre
¿qé més nos podeu da en una altra vida? (si el mundo es tan
hermoso, Señor, y se refleja con tu paz en nuestros ojos ¿Qué más nos darás en
la otra vida?)
Son versos que reflejan el
talante místico de uno de los grandes escritores catalanes de la Renaxence, de
talante libertario, españolísimo, “terra
lliure” ( ya aseveraba Gracián de
los catalanes que son el alma de Aragón, más tozudos todavía, igual que las
barras que exornan su divisa, para libre Aragón). Él llevaba el dolor de España a cuestas a través
de una Cataluña a la que amaba en su idioma, en sus fueros y costumbres y en el
seny de su sabiduría popular. En
medio de la hispanofobia que nos desborda la catalanofobia es parte del
problema.
Joan Maragall (Barcelona 1860-1911)
era un españolista que quería una España regenerada en sus costumbres, en su
iglesia anquilosada, que aquí los curas siempre miran para otra parte, en su
parlamentarismo, huero y corrupto, no mareen sus señorías tanto la perdiz,
culpable del matonismo y de la acción directa que desemboca en la Semana Trágica de 1909.
Desde tal planteamiento
regeneracionista y tolstoiano que busca la estética y la armonía entre los
hombres, choca con los poderes facticos constituidos en la iglesia el sector
textil de la alta burguesía y los militares escribe un artículo en el “Diario de Barcelona” pidiendo la
amnistía para el anarquista Ferrer. El cabecilla promotor de la Semana Trágica no fue
indultado. Su artículo no fue publicado ni en Diario de Barcelona ni en la “Veu”.
Maragall un barcelonés sencillo
pero que procedía de una familia poderosa fabricante de paños fue un hombre que
decía la verdad, lo que le malquistó con las fuerzas vivas. Su utopía le
condujo a un cierto robinsonismo. Es el precio que han de pagar los que, sintiéndose
héroes, se arriesgan a pensar por su cuenta en este país.
En Castilla hubiera sido
considerado un miembro de la generación del 98 — se carteó con Unamuno,
polemizó con Pío Baroja, puso en berlina a Ortega y a Azorín— pero era
demasiado avanzado en sus ideas para ellos y además catalán hasta las cachas
sentía la terra ferma.
Por ventura los literatos de Madrid le
parecieran demasiados decadentes. Al igual que a ellos, a Joan Maragall le
dolía la España
ensimismada del desastre de Santiago de Cuba y de Cavite. Proponía soluciones.
La iglesia le dio la espalda a este gran místico (según Corominas, el “Cant Espiritual” de acendrado espíritu
evangélico, es uno de los mejores poemas que hayan sido escritos de la mano de
un hombre, codeándose con el mismo Apocalipsis de san Juan). Una iglesia que a través
del obispo Morgades acababa de expulsar del sacerdocio, internándole en un
psiquiátrico, a Mosén Cinto Verdaguer, el autor de la Atlántida.
Se dijo que el mejor canto a
España lo compuso en catalán este humilde sacerdote de Vich que había ejercido
sus funciones en la marina de guerra y navegó bajo la protección del marqués de
Comillas en el crucero “Furor” como capellán castrense.
El buque comandado por el capitán
Villamil fue cañoneado por la escuadra del almirante Dewey a la salida de la bahía
de Santiago de Cuba.
Si Verdaguer siente en lo más
vivo de su patriotismo nada patriotero la tragedia de Cuba y la de Cavite
mientras escribe la “Atlántida” una epopeya del Nuevo Mundo, Maragall en su Oda
a España refleja este toque de atención a un gobierno de Madrid obtuso a un
periodismo gritón y vociferante.
Exige nacer de nuevo, olvidarse
de lo viejo para florecer en una suerte de palingenesia que una a vascos
catalanes gallegos asturianos valencianos andaluces leoneses cántabros.
castellanos y lusitanos. Desde Barcelona realiza la proclamación de la Gran Iberia como una
amalgama de pueblos federados. Es un concepto que tuvo adeptos en eminente
políticos catalanes: Cambó, Prat de la Riba, Mañé.
Madrid, siempre a lo suyo, y
mirándose el ombligo, pone oídos de mercader a tales sugerencias. Frente a
ellos resuena la voz del poeta henchida de cordura: “ Escucha, España, la voz
de un hijo/ Que te habla en lengua catalana/ Hablo un idioma que me legó mi
tierra áspera/…”
“El alma de Cataluña es adusta y clara, nos dice. En cada uno de
nosotros por amor a la libertad y al individualismo reside un anarquista.
Solemos reír de lo que no entendemos… el catalán siente su alma pero no siente
el peso de su alma y por eso le interesa más su historia que su filosofía y ama
a su lengua más que su propia historia.” Leer a este escritor barcelonés
tan sencillo y tan sublime porque en toda su obra retumba la voz del pueblo resulta
un bálsamo para el espíritu en este febrerillo loco 2017 cuando vuelve a la
arena el miura del separatismo: el sacomano de las arcas a cargo de unos
políticos desaprensivos, la tozudez de unos, el tancredismo de otros que se
inhiben de saltar al ruedo y pasan la patata caliente a los jueces cuando el
asunto cobra cada día peor cariz y el problema político podría radicalizarse hasta
convertirse en un conflicto militar y estratégico, parecido al de Ucrania, que podría involucrar
a las grandes potencias.
Las primeras palabras que escuchó
este cronista fueron en el idioma ampurdanés aquella señora ilerdense que vino
refugiada a Segovia después de la batalla del Ebro. Fueron “mame” (madre) y “cadira” (silla). Me
especialicé en latín con el profesor Mariner un tarraconense catedrático de la Central y el diccionario
Corominas me enseñó los secretos del castellano. Así que esta noche no puedo
menos de tener un recuerdo emocionado para la señora Antonia Sabaté, para
Quico, para Ramón, para la Agus
y la Juani, que fue mi tata. Cataluña pues en el corazón y Maragall, Prat de la Riba , Pla, el mismo Pi i
Margall son autores a los que habría que leer para conjurar el griterío de
estas trifulcas que podrían desembocar en un nuevo 98 mucho más trágico que
aquel en el que perdimos Cuba y Filipinas
2017-01-23
CONSULTO LAS CARTAS DEL TAROT Y PRENDO FUEGO A LA BARAJA
Nada entendemos la vida pasa mi
alma está hecha un armadijo consulto la Guia de Perplejos tiro el libro de
ideas tan trilladas consejos para andar por casa y me recluyo en el castillo de
la palabra. Una nueva fundación aparece en lontananza. El viejo monasterio se
trastorna burdel. Recorro, perdido en el laberinto, el palacio de las dos mil
habitaciones subo al desván de la torre cuadrada que llaman de las Lujanas. El
alma castellana aspira a convertirse en un Escorial interior pero ahora todo lo
español se encuentra patas arriba el alma por los suelos, tiro al cubilete de
Trump y me sale la sota de espadas (tierra), mal presagio. Hubiera deseado el
tres de copas (agua) o el Orón (fuego) y la piculina, entrometida y hetaira,
cada palo aguante su vela que van a pintar bastos (aire) me anuncian tiempos
convulsos. Claro que yo no soy la Virgen de Fátima, detesto la guija, aunque en
noches de insomnios hago solitarios al cubilete y desparramo las cartas.
¡Qué dolor nos acontece pues se nos viene, entre
la indiferencia general, la fractura de la patria! peor mucho peor que aquel
verano del 98. El tupé de Sagasta equivale, rediviva, a la sonrisa sandia del
Rajoy; los labios carnosos de la archivera Rompeolas (debes hacerle, cariño,
con esos labios reventones a tu corvo, buenas chupadas) guay de mi España. Todos
farfullan y hacen lances, carta en la mesa presa. Me temo que en este revoltijo,
ganancia de pescadores, se prepare el guirigay.
El Expedito▬ no era mi amigo:
siento haber depositado en su persona toda mi confianza▬ aunque no era más que
un personaje de mi novela protagonista u deuteragonista, dos oficios a la vez:
el primordial y el secundario.
Con él que hablo alguna que otra
tarde del invierno. Alea jacta est. Las
ratas se han subido a los cajones y circula por los pasillos una de las Furias
anunciando desdichas a mansalva.
Y ha venido a visitarme alma en
pena de Expedito. Acompañado de Mig-16 al que extirparon un riñón y se murió a
los pocos días. La sesquipedal tan atalajada y tan tiesa pasa revista a las
tropas de un ejército que no existe. El Sevilla en la Onda capullo de las
mañanas y sus jaques parlotean y ríen con estruendo hablando de temas sin
sustancia. El hijo del Críspelo Perea, aquel pobrecito al que mataron en un
puticlub Dios le haya perdonado templa gaitas en medio de la orquesta de este
baile de máscara.
Es lo deja vu en este tiempo de
saturnales y conjuros. Pero a mi lo que más me alegra en estos días de dolor y
de visitación es que haya caído una nevada de metro y medio en los cerros de
Manzaneras suculento aporte edáfico para los chopos corpulentos y antañones más
grandes que vi en el mundo sobre la ribera de aquel río que iba a Valencia.
Teruel existe. La amada provincia escondida padeció una pavorosa sequía el estío
pasado.
Ya está aquí por lo demás el antruejo
no para de estar España en fiesta. Los de la banda municipal bajan por la calle
Real tocando el requinto. Hacen su estruendo los petardos. Ya se oye el clangor
de los cencerros abriendo carrera para que desciendan del olimpo las bacantes. El
pobre pueblo aburrido paga su aldehala al vino y se entrega a los excesos de
lujurias programadas desde arriba. Venus está lejos y el personal se divierte escuchando
las aventuras y saltos de cama de una murciana con un monarca. Putero nos salió
el rey; claro que para eso es el rey de copas, bastos, oros y espadas, y aquí los reyes y los obispos siempre
gozaron de derecho de pernada.
Me ha salido una carta mala. El caballo de bastos, que corresponde con el arcano XIII del Tarot. Es para echarse a temblar y me rila la mano pero paciencia y barajar. Veo sombras terribles. Dios no lo permita. La carta de la muerte se sube al caballo de un tipo peludo al que sirve un escudero bizco y barrigón. Ambos hablan en lemosín. ¡Qué tendrá que ver la dulce lengua de Ausias March con estos tartufos!
Me ha salido una carta mala. El caballo de bastos, que corresponde con el arcano XIII del Tarot. Es para echarse a temblar y me rila la mano pero paciencia y barajar. Veo sombras terribles. Dios no lo permita. La carta de la muerte se sube al caballo de un tipo peludo al que sirve un escudero bizco y barrigón. Ambos hablan en lemosín. ¡Qué tendrá que ver la dulce lengua de Ausias March con estos tartufos!
Sancte Michael arcangel, defende nos in proelio contra nequitiam et
insidias diaboli esto nobis praesidium.
Del mal que viene no tienen la
culpa los judíos.
Es que en esta España católica y perversa nos hemos vuelto muy malos. Guardo los naipes. La oración al Jefe de la Milicia celeste me tranquiliza en medio del pavor, acordándome de que todavía viven justos en Israel... el mal triunfa pero sólo momento de. Señor, pase de mi este cáliz. Ne avertas faciem tuam a me.
Echo a la lumbre las sesenta y ocho cartas del maldito juego del Tarot. Brilla la luna en cuarto menguante esta madrugada. Creo que este aviso premonitorio no es más que una pesadilla por los dolores de España. Mis pensamientos en revoltijo, trato de espantarlos, escondido entre las sábanas, mientras despabilo el insomnio de la madrugada.
Es que en esta España católica y perversa nos hemos vuelto muy malos. Guardo los naipes. La oración al Jefe de la Milicia celeste me tranquiliza en medio del pavor, acordándome de que todavía viven justos en Israel... el mal triunfa pero sólo momento de. Señor, pase de mi este cáliz. Ne avertas faciem tuam a me.
Echo a la lumbre las sesenta y ocho cartas del maldito juego del Tarot. Brilla la luna en cuarto menguante esta madrugada. Creo que este aviso premonitorio no es más que una pesadilla por los dolores de España. Mis pensamientos en revoltijo, trato de espantarlos, escondido entre las sábanas, mientras despabilo el insomnio de la madrugada.
TRUMP ES UNA TRAMPA. VUELA CON LA SONRISA DEL PATO DONALD
TRUMP LA TRAMPA DEL PATO DONALD.
VUELA EL PAJARO LOCO
Susceptur meus es tu. Ego genui te. Escucho la voz de Israel en
libertad y miro entre la hilaridad y la consternación para el carrusel de la
política. Esto es un circo cabalgando vamos en los caballitos del tiovivo que
suben la cuesta de enero. Ha empezado la poda. Se desvisten de sus ramas los
jardines. Creo que Trump es una trampa
una añagaza tendida por los grandes servicios. Mal empezamos. Este
multimillonario de Brooklyn con pinta de camionero de la Ruta 66 las corbatas
le llegan hasta los mismísimos como a Luis Aguilé que en paz descanse y todas
son rojas prioridades: la señora agambada y con sonrisa de garbanzo surgida del
Kahal de Golders Green el Brexit y todo
lo demás esa inglesota con aires de headmistress todos ellos odian todo lo
hispano y luego está don Benjamín como rey coronado. Enramarle su gran cabezota repeinada
con hojas de laurel. Perfumar su presencia quemando granos de olíbano. Se alza el telón. Entre las alabanzas el humo
de turíbulos e incensarios escucho los denuestos del agua y el vino me causa
risa la pajarita de Chencho _Arias los americanos ponen los muertos y eso no es
verdad. Ese tío huele a naftalina, es la
cara amarga de una CIA pasada de moda, con carné de socio del Real Madrid. Este
individuo que colea desde los tiempos diplomáticos del franquismo no se ha paseado
por los camposantos de Europa ni vio las columnas cinerarias en los pueblos de
Francia y en Inglaterra mementos de la gran carnicería. Los americanos entraron
a viña vendimiada cuando los conflictos estaban acabados. Raúl del Pozo afila
sus colmillos que son garras a ver donde pega el bocado. Es un lobo estepario
colmillos blancos de la traición pero ya no es más que un carcamal de ochenta años.
El gallego Onega haciendo encaje de bolillos como si Rajoy fuese Franco, fue el
que daba la mano y los buenos días a Carrillo en Washington delante de mí. Sigue
encaramado en el ultimo peldaño de la escalera. ¿Está subiendo o bajando? Gente
inmoral sin principios wendehaalsche lo
suyo es el chaqueteo. Trump llama a estos corifeos "gente deshonesta"
en castellano la honestidad empieza sólo de cintura para abajo. Yo me río de
ante los que caen de hinojos ante el nuevo emperador cuellos que miran para
todas partes para ventear desde qué parte soplan los aires y cola retráctil
para bien agarrarse al poste del poder y caras de culo. Fudincul. Trump es una trampa y ya se le está empezando
a ver el plumero ostentando su sonrisa de pato Donald. No es más que un vasallo
de Netanyahu al que proclaman ya las redes Rey de Israel.
2017-01-22
2017-01-21
CRISTOBAL DE CASTILLEJO UN FRAILE SOLDADO QUE DEFENDIÓ VIENA CONTRA EL ISLAM. MAGNIFICO POETA ZAMORANO
CRISTOBAL DE CASTILLEJO UN POETA ESPAÑOL QUE DEFENDIÓ
VIENA CONTRA EL TURCO.
Los de la generación del 27 magnificaron a algunos grandes poetas del Renacimiento como el barcelonés Juan Boscán y Garcilaso de la Vega pero a mi entender hicieron de menos a un máximo poeta del Renacimiento: Cristóbal de Castillejo. “Si Garcilaso volviera yo sería su escudero ¡qué buen caballero era”, proclama Dámaso Alonso, chorizandole un verso a este gran vate que nos ocupa. Por desgracia el valeroso toledano que perdió la vida escalando el muro de la ciudadela de Frejus defendiendo el estandarte del emperador de romanos hoy no se entiende. Su poesía es demasiado italianizante y sus ninfas y sus valles nemorosos dicen poco al hombre moderno poco paciente para asimilar la acendrada alegoría de este capitán de los Tercios de Flandes. Por el contrario los versos de Cristóbal de Castillejo (1490-1550) conservan una textura informativa que llega a la mentalidad moderna. Nacido en Ciudad Rodrigo y al parecer cisterciense abandonó el monasterio donde profesó sus votos para unirse a la hueste imperial. Participó en la defensa de Viena contra los turcos y fue un enaltecido entusiasta de los metros castellanos contra los petrarquistas. En esta pugna literaria se impusieron los imitadores del Dante en la misma medida en que la agitación religiosa promovida por Lutero iba a llenar de amargura a los leales de Carlos V. El de Ciudad Rodrigo es uno de los primeros en dar la voz de alarma como demuestran estas octavas:
¿Quien te engañó, Castillejo
Estando bien en España
A venirte en Alemaña
Para dejar tu pellejo
En tierra ajena y extraña?
…
No me engañara esperanza
Del interese traidor
Ni apetito de favor
Ni deseo de privanza
Mas engañome el amor
Y este dio causa al yerro
Porque amó a su rey demasiado
Con lo cual se han engañado
Otros muchos como yo”
Poco antes describe algunos “landmarks” de la ciudad de Viena: Enzefelt, el Rodán “donde cuecen los panaderos rosquillas frescas y artalejos, hojaldres y pastelejos, el Of y el Ochoc Mark que se asoma al Danubio y a la feraz campiña. Hay docta universidad y devota clerecía etc. es un poeta descriptivo que da cuenta de las realidades de aquella Europa del siglo XVI, el siglo del amor. Su condición de fraile no le vedó el conocimiento de las mujeres. Su lira canta a una tal Ana Shaumberg que, ingrata, lo abandonó por un lansquenete y él se volvió al convento a pasar sus últimos días. Alguien podría creerle sospechoso de misógino. ¡Que va! Cristóbal de Castillejo era realista y así declara que la alcahuetería es parte de la vida misma. En la tercera década del siglo XVI aun no había asomado la gaita la prensa del colorín pero en Viena la chismorrería tenía su aquel:
…los cuentos
de las mujeres caseras
son según sus pensamientos
desposorios, casamientos,
vientres, partos y parteras
cuantos hijos tiene María
y cómo empreña Rodrigo
cuando su tiempo se aparta
Del contorno del ombligo.
Hay licencia de mirar
Si hay algo digno de vello
De reír y de burlar
Y a veces de retozar
Quien tenga práctica dello
Mas al fin habéis de ser
Como Tántalo que toca
Las manzanas con la boca
Y no las puede comer
Teniendo hambre no poca…
Porque yo siendo extranjero
Me huelgo tanto en Viena
Y por morada la quiero
La sífilis y las bubas formaban parte del lote de aquellos tercios que, inseguros del tiempo presente, antes de la batalla, se entregaban a los placeres de Venus y Baco. A los enfermos del mal francés les daban una dieta de pan y pasas y les fajaban en una sábana mojada en agua hirviendo… “Mira que estoy encerrado en una estufa metido de amores arrepentido”. También del palo santo o leño de Indias se extraía un ungüento con el que se trataba la carne dañada por el trepanoma sifilítico. Paralelamente canta las excelencias del vino del Rin que no puede compararse al de San Martín de Trebejo cerca de su pueblo. Añora aquellos besos al jarro que iba de mano en mano cuando la soldadesca estaba de guardia para entrar en calor. “Quiero vino de Eljas hasta que me ardan las orejas”. Un vino de dos orejas, en consecuencia, es un calificativo supremo para un buen caldo. Este cisterciense a lo que parece era un “pinta” y no le hacía ascos a tales menudencias pero muchos frailes de aquel entonces eran así. Acérrimos en su fe, leales a su rey, disolutos en sus costumbres. Y a su vez profundamente humanos. Nada de camándulas. Por la poesía del mirobrigense corre un venero de optimismo cristianismo que retoza en sus versos cabales. Sus libros son como un gran reportaje, un cuadro de costumbres de la época. No se le escapa el hermafrodito ni las cantineras de la compañía que se desplazaban con el regimiento formando parte de la impedimenta siendo tan importante del ajuar de combate como los carros, las culebrinas, los arcabuces, la pólvora. Escribe versos a su mulo, a las monjas de un convento que dan recados falsos a un trovador, a cierto escribano converso, baratón y apañador pero buen compañero, a un vizcaíno que pedía aguinaldos, o escribe sobre los razonamientos de un capitán a su gente. A una dama a quien un caballero dejó por heredera de su fe y testamento. Gracias a Castillejo sabemos que el año de 1540 toda Europa fue invadida por un frío polar conjugado con inundaciones y sequías así como cataclismos políticos: el cisma de Enrique VIII, la rebelión del landgrave Felipe de Hesse. Los adivinos decían que empezaba una nueva era entre estertores de cataclismos, hambres, guerras. Los turcos se entienden con los venecianos. Mientras esto escribía Castillejo en el sur de Francia Nostradamus se disponía a redactar sus famosas cuartetas. Tiempos recios a los que refería tambien santa Teresa de Jesús. Pero sobre todo hombre de su tiempo el cálamo del mirobrigense tiembla de sentimiento erótico:
Ribaldo grande eres amor
El turco no se te iguala
… mas justo fuera amargura,
Amor por nombre ponerte.
Mordaza. Morbo. Locura
Furia. Rabia. Mordedura.
Mordaza. Tártago. Muerte.
Porque el Amor verdadero
Sólo a Dios pertenece
El desistimiento de la idea imperial a causa del batallar inútil con anabaptistas, luteranos, petrarquistas y turcos se torna melancólica misoginia. El clérigo despierta en su sinrazón de tanto ir a la caza y procura del amor mundano y es muy severo con las mujeres. Trae a colación unos versos que repetían los estudiantes en las aulas de la edad media glosando tal vez a Ovidio: “ Quid levius vento? Fulmen. Quid fulmine? Flamma. Quid flamma? Mulier. Quid muliere? Nihil. Esto es la mujer, el ser y la nada. Tierra y polvo. Del polvo nacemos y a él volvemos. Bebe esta misoginia en fuentes escolásticas llegando Castillejo a decir: “Oh buen Dios cuan gran mal fue poner nuestros placeres en un tan descomunal y peligroso animal como son las mujeres tras las que andamos y así el remedio que buscamos para nuestra enfermedad basado en su liviandad tarde o nunca lo hallamos”. El tema es un eco de Villón, del arcipreste de Hita, de Chaucer, del propio Bocaccio. Francisco de Quevedo lo vuelve a retomar hasta convertirse en el polvo enamorado que finaliza uno de los sonetos máximos de la lengua española. El haber arrumbado en un anaquel cubierto de polvo a estos próceres que conocieron el amor y sus desencantos que lo padecieron y cantado nos ha llevado a estos estragos feministas. A esta revolución de las bragas que nos sobrecoge a los desterrados hijos de Eva. Cabe advertir que Castillejo un paladín del renacimiento; vivió en el siglo del amor, el decimosexto, era de Piscis, de soles radiantes, sol de Cristo y ahora en la centuria vigésimo primera hemos entrado en una conjunción peligrosa bajo el signo de Acuario. Quizás por eso Cristóbal de Castillejo sea un vate olvidado. Interesa poco su sabiduría. El sol de Cristo se oculta vergonzoso tras jirones de nube pero al final resplandecerá triunfal sobre la luna y los lunáticos que la adoran en forma de mujer
Los de la generación del 27 magnificaron a algunos grandes poetas del Renacimiento como el barcelonés Juan Boscán y Garcilaso de la Vega pero a mi entender hicieron de menos a un máximo poeta del Renacimiento: Cristóbal de Castillejo. “Si Garcilaso volviera yo sería su escudero ¡qué buen caballero era”, proclama Dámaso Alonso, chorizandole un verso a este gran vate que nos ocupa. Por desgracia el valeroso toledano que perdió la vida escalando el muro de la ciudadela de Frejus defendiendo el estandarte del emperador de romanos hoy no se entiende. Su poesía es demasiado italianizante y sus ninfas y sus valles nemorosos dicen poco al hombre moderno poco paciente para asimilar la acendrada alegoría de este capitán de los Tercios de Flandes. Por el contrario los versos de Cristóbal de Castillejo (1490-1550) conservan una textura informativa que llega a la mentalidad moderna. Nacido en Ciudad Rodrigo y al parecer cisterciense abandonó el monasterio donde profesó sus votos para unirse a la hueste imperial. Participó en la defensa de Viena contra los turcos y fue un enaltecido entusiasta de los metros castellanos contra los petrarquistas. En esta pugna literaria se impusieron los imitadores del Dante en la misma medida en que la agitación religiosa promovida por Lutero iba a llenar de amargura a los leales de Carlos V. El de Ciudad Rodrigo es uno de los primeros en dar la voz de alarma como demuestran estas octavas:
¿Quien te engañó, Castillejo
Estando bien en España
A venirte en Alemaña
Para dejar tu pellejo
En tierra ajena y extraña?
…
No me engañara esperanza
Del interese traidor
Ni apetito de favor
Ni deseo de privanza
Mas engañome el amor
Y este dio causa al yerro
Porque amó a su rey demasiado
Con lo cual se han engañado
Otros muchos como yo”
Poco antes describe algunos “landmarks” de la ciudad de Viena: Enzefelt, el Rodán “donde cuecen los panaderos rosquillas frescas y artalejos, hojaldres y pastelejos, el Of y el Ochoc Mark que se asoma al Danubio y a la feraz campiña. Hay docta universidad y devota clerecía etc. es un poeta descriptivo que da cuenta de las realidades de aquella Europa del siglo XVI, el siglo del amor. Su condición de fraile no le vedó el conocimiento de las mujeres. Su lira canta a una tal Ana Shaumberg que, ingrata, lo abandonó por un lansquenete y él se volvió al convento a pasar sus últimos días. Alguien podría creerle sospechoso de misógino. ¡Que va! Cristóbal de Castillejo era realista y así declara que la alcahuetería es parte de la vida misma. En la tercera década del siglo XVI aun no había asomado la gaita la prensa del colorín pero en Viena la chismorrería tenía su aquel:
…los cuentos
de las mujeres caseras
son según sus pensamientos
desposorios, casamientos,
vientres, partos y parteras
cuantos hijos tiene María
y cómo empreña Rodrigo
cuando su tiempo se aparta
Del contorno del ombligo.
Hay licencia de mirar
Si hay algo digno de vello
De reír y de burlar
Y a veces de retozar
Quien tenga práctica dello
Mas al fin habéis de ser
Como Tántalo que toca
Las manzanas con la boca
Y no las puede comer
Teniendo hambre no poca…
Porque yo siendo extranjero
Me huelgo tanto en Viena
Y por morada la quiero
La sífilis y las bubas formaban parte del lote de aquellos tercios que, inseguros del tiempo presente, antes de la batalla, se entregaban a los placeres de Venus y Baco. A los enfermos del mal francés les daban una dieta de pan y pasas y les fajaban en una sábana mojada en agua hirviendo… “Mira que estoy encerrado en una estufa metido de amores arrepentido”. También del palo santo o leño de Indias se extraía un ungüento con el que se trataba la carne dañada por el trepanoma sifilítico. Paralelamente canta las excelencias del vino del Rin que no puede compararse al de San Martín de Trebejo cerca de su pueblo. Añora aquellos besos al jarro que iba de mano en mano cuando la soldadesca estaba de guardia para entrar en calor. “Quiero vino de Eljas hasta que me ardan las orejas”. Un vino de dos orejas, en consecuencia, es un calificativo supremo para un buen caldo. Este cisterciense a lo que parece era un “pinta” y no le hacía ascos a tales menudencias pero muchos frailes de aquel entonces eran así. Acérrimos en su fe, leales a su rey, disolutos en sus costumbres. Y a su vez profundamente humanos. Nada de camándulas. Por la poesía del mirobrigense corre un venero de optimismo cristianismo que retoza en sus versos cabales. Sus libros son como un gran reportaje, un cuadro de costumbres de la época. No se le escapa el hermafrodito ni las cantineras de la compañía que se desplazaban con el regimiento formando parte de la impedimenta siendo tan importante del ajuar de combate como los carros, las culebrinas, los arcabuces, la pólvora. Escribe versos a su mulo, a las monjas de un convento que dan recados falsos a un trovador, a cierto escribano converso, baratón y apañador pero buen compañero, a un vizcaíno que pedía aguinaldos, o escribe sobre los razonamientos de un capitán a su gente. A una dama a quien un caballero dejó por heredera de su fe y testamento. Gracias a Castillejo sabemos que el año de 1540 toda Europa fue invadida por un frío polar conjugado con inundaciones y sequías así como cataclismos políticos: el cisma de Enrique VIII, la rebelión del landgrave Felipe de Hesse. Los adivinos decían que empezaba una nueva era entre estertores de cataclismos, hambres, guerras. Los turcos se entienden con los venecianos. Mientras esto escribía Castillejo en el sur de Francia Nostradamus se disponía a redactar sus famosas cuartetas. Tiempos recios a los que refería tambien santa Teresa de Jesús. Pero sobre todo hombre de su tiempo el cálamo del mirobrigense tiembla de sentimiento erótico:
Ribaldo grande eres amor
El turco no se te iguala
… mas justo fuera amargura,
Amor por nombre ponerte.
Mordaza. Morbo. Locura
Furia. Rabia. Mordedura.
Mordaza. Tártago. Muerte.
Porque el Amor verdadero
Sólo a Dios pertenece
El desistimiento de la idea imperial a causa del batallar inútil con anabaptistas, luteranos, petrarquistas y turcos se torna melancólica misoginia. El clérigo despierta en su sinrazón de tanto ir a la caza y procura del amor mundano y es muy severo con las mujeres. Trae a colación unos versos que repetían los estudiantes en las aulas de la edad media glosando tal vez a Ovidio: “ Quid levius vento? Fulmen. Quid fulmine? Flamma. Quid flamma? Mulier. Quid muliere? Nihil. Esto es la mujer, el ser y la nada. Tierra y polvo. Del polvo nacemos y a él volvemos. Bebe esta misoginia en fuentes escolásticas llegando Castillejo a decir: “Oh buen Dios cuan gran mal fue poner nuestros placeres en un tan descomunal y peligroso animal como son las mujeres tras las que andamos y así el remedio que buscamos para nuestra enfermedad basado en su liviandad tarde o nunca lo hallamos”. El tema es un eco de Villón, del arcipreste de Hita, de Chaucer, del propio Bocaccio. Francisco de Quevedo lo vuelve a retomar hasta convertirse en el polvo enamorado que finaliza uno de los sonetos máximos de la lengua española. El haber arrumbado en un anaquel cubierto de polvo a estos próceres que conocieron el amor y sus desencantos que lo padecieron y cantado nos ha llevado a estos estragos feministas. A esta revolución de las bragas que nos sobrecoge a los desterrados hijos de Eva. Cabe advertir que Castillejo un paladín del renacimiento; vivió en el siglo del amor, el decimosexto, era de Piscis, de soles radiantes, sol de Cristo y ahora en la centuria vigésimo primera hemos entrado en una conjunción peligrosa bajo el signo de Acuario. Quizás por eso Cristóbal de Castillejo sea un vate olvidado. Interesa poco su sabiduría. El sol de Cristo se oculta vergonzoso tras jirones de nube pero al final resplandecerá triunfal sobre la luna y los lunáticos que la adoran en forma de mujer
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