Ni
obispas ni diaconisas ni presbiteras
San
pablo mandó callar a las mujeres en la sinagoga. Era la tradición patriarcal de
los profetas tampoco en el judaísmo ortodoxo hay rabinas. Es la norma, la ley
divina. Hallajá. Sin embargo, ahora las féminas andan muy revueltas en torno al
asunto de la ordenación de mujeres y metiendo bulla. Un comentarista insta al
pontífice de Roma a que ordene rápidamente diaconisas y amenaza con un sofismo
si la iglesia perdió a los obreros en el XIX a los jóvenes en el XX ahora está
a pique de perder a las señoras. A nuestro juicio se trata de un silogismo
cornudo de falsas premisas y de conclusiones equivocas. El mencionado plumilla
que fue conmigo seminarista en Comillas y luego se salió proclama la consigna
de mujeres al poder. Ciertamente la iglesia católica está en crisis y puede
desaparecer pero es a consecuencia de sus errores históricos porque ha utilizado
al Evangelio como bastión de poder. no porque lleguen "clerigas"
a decirnos misa.
No
hay más que leer a los autores clásicos castellanos para reparar en esta aberración
del cura prepotente mandón y con frecuencia fornicario y explotador, los
estragos que causaron los escándalos que dieron aquellos camándulas. Francisco
en vez de inclinarse por la opción de las mujeres sacerdotisas debiera reparar
en los daños que ha causado la SRI con esto del celibato, sus excesos, su
hipocresía. La ley natural nos dice que la primera función de la mujer es ser
madres y parir educar, pero estas fems que bendicen el aborto luego
quieren decirnos misa, después de pertenecer a movimientos ad lib. Tengo para mí
que el humo de Satanás se ha instalado en la iglesia como reconocía Pablo VI y
estas proclamas son un atisbo del en tredicho. Mujeres al poder y como sea. Sin
embargo, nadie habla de la opción de los sacerdotes casados e incluso de los
curas abuelos, en la cual he venido insistiendo a lo largo de mis blogs y de
mis libros. Eso por lo visto es políticamente incorrecto, pero no lo es la
interrupción de la vida humana para estas sacerdotisas muchas de las cuales son
abuelas jubilatas. En sus manos la liturgia se ha convertido en una pantomima.
Yo escucho ya las carcajadas del Pateta. El diablo se pedorrea y huele a huevos
podridos que lo llevan los demonios nunca mejor dicho. Bombas fétidas nos han
lanzado dentro frascos de colonia. Otra yerro del buenismo. Et qui potest
capere capìat
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