PERCUDIDOS Y BIEN JODIDOS
Es un
verbo importante que define al mundo actual. Según el diccionario de la RAE
quiere decir percudir penetrar la suciedad una cosa, impregnarse y maltratar a
golpes. Y estamos percudidos de suciedad, de desvalimiento, de congoja. Los
medios de comunicación nos tratan a palos. Los políticos inspiran miedo al
tiempo que dan tedio.
Porque la política en esta tierra fue una
forma de picaresca, llevada a efecto por histriones- un ejemplo: ZP y Rajoy-
chulos, charlatanes y mediocres.
Todos
estos jaques dominan la atmósfera de la Carrera de San Jerónimo, no les importa
que se vaya España a la mierda, mientras ellos trinquen sueldos. Nos empapan de
mohatras mientras buscan la distancia de PI.
Los
cargos públicos sirven para enriquecerse. Nos percuden con sus embelecos.
Las
antiguas mozas de partido encuentran sitio en un ministerio. Una cartera para
doña Cospe por favor que fue chica de alterne
Estamos percudidos de maquinismo, de nuevas
tecnologías y de feminismo.
El
avance de la igualdad de sexos es una obsesión que llega a situaciones
estratosféricas. Urde paradojas.
Hasta
hace poco las féminas podían ser reinas. Nunca diputadas y a medida que
abandonaron el fogón y el puchero y forman parte de los gabinetes de gobierno
la vida se ha complicado bastante dando paso a la batalla de sexos.
La lucha de clases ha sido reemplazada por la
lucha de géneros. Ellas se han despojado del mandil y abandonan el gineceo pero
hacen ostentación de un buen ropero en sus comparecencias públicas.
La Espe se cambia de traje cada cinco minutos,
rumbosa que es ella.
Ninguna de nuestras “menistras” ha
tomado ejemplo de Ángela Merkel que siendo la mujer más poderosa de Europa
viste con gran modestia o lo que antes se llamaba recato.
Aquí
los grandes modistos hacen caja para vestir y poner pingos a nuestras MPs (no
lean el acrónimo por las muy putas sino por miembras del parlamento) que van
siempre a la última moda de París.
Ellos se acurrucan en una desairada postura
eunucoide de zánganos de colmena.
Gritan
estamos copados. Estamos perdidos, percutidos y percudidos. No volverán a la
rueca ni al bastidor.
Lo de
las tres K famosas del aforismo germano (Kinder, Kirche y Kuche= prole,
iglesia y cocina) se acabó. Estamos percudidos, estamos intervenidos y bien
jodidos
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