RUINAS ROMÁNICAS DE SACRAMENIA y
RANDOLPH HEARST II
Antonio Parra
Mi prima Ana Tuya de la que me dijo
mi tío Pepe que iba a ser una mujer muy inteligente- y Pepe conocía bien al
mundo y a las gentes- confirma el pronóstico de su llorado progenitor gijonés
aunque él era un ovetense de pro pues ha dado muestras en este foro de sus
conocimientos sobre el arte románico pues por lo que veo se ha pateado en
compañía de Paco su prometido todos los caminos de Castilla la Vieja y en su
última intervención en este foro dice una verdad como un templo y es que el
responsable de la venta piedra a piedra del
monasterio cisterciense de Santa María de Cardaba al plutócrata Randolph
Hearst fue su dueño un coronel de caballería que se apellidaba Rojo y al que
llamaban el Colorao. Lo debió de heredar cuando la desamortización de
Mendizábal aquel judío de la rama de los Rotschild que confiscó a la Iglesia
católica gran parte de sus bienes inmuebles
o Manos Muertas y se lo repartió entre los amiguetes. Las llamadas Cien
Familias. La racha sigue y esta gente tiene much mando via banqueros y tema
Opus y sus obispos libeláticos. Como aquel monseñor que vi yo en el YA hace
unos años con la cruz pectoral clergyman y pantalones vaqueros. En el pantalón
de atrás llevaba estampada la bandera de las Estrellas y Barras. Por poco no se
la coloca en los fondillos para mejor parecer y estar más cerca de los cojones.
Nació en España una nueva clase de terratenientes bajo el halda de Isabel II la
borbona isabelona (los males siguen) y a la que llamaban la Isabelona. Bien. La
historia me la conozco bien y la expuse en mi libro “Viva Claraval o elogio de
la vida contemplativa” que el lector puede bajar de manuscritos.com al precio de siete euros. En
este libro me sale un poco la veta del cisterciense que llevo dentro y la
indignación por ver las piedras templarias de mi región expuestas en plan
parque temático en los Claustros al norte de Manhattan. Publiqué sobre el
asunto no pocos artículos monográficos y gracias a Dios y Sancta María algo conseguimos. Por
ejemplo, la iglesia románica de Fuentesoto que es todo un misterio
arquitectónico del siglo XII ha sido reconstruida
y cubierta de aguas en los últimos años –estba hundido el tejado pero no la
cúpula- fue revocada y reconstruida con bastante decencia. Incuria de los
siglos y crisis de los valores cristianos que podrá tirar algún siglo más. Pero
la historia de la exportación de los sillares y capiteles dek coto de Cardaba
es toda una novela de caballerías digna de un escritor de lance. El comprador
era nada menos que el magnate Hearst un ciudadano Kane digno del capitalismo.
Fue el propagandista a través de su cadena de periódicos en los estados Unidos
del infundo y la contumelia del desastre del Maine. Los norteamericanos se
dieron un autogolpe y acusaron de la voladura de este barco surto en la bahía
de La Habana de ser autores del sabotaje – una mano negra colocó una bomba de
muchos kilos en la sentina del buque al lado de la santabárbara- y el Maine
saltó por los aires. Los yanquis declararon la guerra al Reino de España. Un
asturiano el almirante Villamil salvó nuestro honor inmolándose con todos sus
hombres a bordo del destructor “Furor” que salió al encuentro de la escuadra
yanqui sabiendo que iba a una muerte segura. Cervera se salvó y los propios
norteamericanos le rindieron honores de héroes en la Quinta avenida. Manda
huevos. Un testigo de este gatuperio fue el gran novelista cubano Alberto Insua
y yo lo pongo en solfa en otro libro que tampoco encontró editor; “De Sagasta a Ansagastegui España entre un
tupé y de un recorrido Pero para los españoles la guerra siempre fue
cuestión de cojones. Los del Maine fue un ataque masivo con mucho terror
psicológico muy del estilo de las normas estratégicas de West Point y de
Anápolis: sólo se ataca y con contundencia masiva cuando se está seguro de la
operación. Guerra a lo bestia sin consideración de mujeres niños ancianos
niños. Todos van para allá. La táctica volvió a repetirse en el holocausto de
Dresde. Bueno pues Hearst era un warmonger
típico que quiso llevarse las reliquias sagradas de media Europa a los USA.
Embaló monumentos no sólo en España en España y en Italia. También compró
ruinas en Inglaterra. Sin embargo por lo que pudiera tener su actitud de
profanación pues ya lo decía el Señor si vosotros callais hablarán las piedras
parece que estas adquisiciones no le dieron buena suerte al responsable de
nuestra guerra del 98 en que se derramó tanta sangre joven española –“he added injury to the wound”- le
dieron mala suerte en los negocios y en
el crack de 1929 toda su fortuna se vino abajo. Las piedras estuvieron
empaquetadas en un puerto norteamericano hasta que fueron adquiridas en una
subasta y compradas por un marchante que las revendió al ayuntamiento de Miami
y al de Nueva York respectivamente donde se abrieron parques temáticos. La
verdad sea dicha que esto las salvo de la ruina pero el hecho es un acicate a
la reflexión a quien corresponda: lo mal que cuidamos los españoles habitantes
de la cultura de la queja de nuestro patrimonio. La archivística y la historia
del arte o los tesoros de la literatura castellana debían de enseñarse como
asignatura regladas en las escuelas de primaria. Pero ese tema mejor non
meneallo. También por ese cabo de la cultura andamos muy en la ruina y España
sigue un poco en manos de los herederos de Ciudadano Kane que controlan la
canilla de la información. Gracias, Ana, por tu brillante aportación a este
blog.
sábado, 26 de abril de 2008
DÍA DE SAN BERNARDO EN FUENTESOTO
Un año más y siguiendo una tradición
secular perdida pocos años antes de la guerra civil y resucitada en tiempos de
la democracia, Fuentesoto honró al glorioso san Bernardo con la procesión a la
ermita de san Vicente de las Povedas,
camino de Pecharromán.
Dedicada a Vicente aquel diacono
aragonés mártir de la fe, cuyo culto estuvo extendido en la Hispania
visigótica, es uno de las joyas románicas mejor conservadas —sólo un ábside
semicircular cubierta de bóveda de cañón tres lucernas o saeteras y
guardapolvos con adornos de taqueado
jaqués, figuras geométricas y adornos florares en los capiteles, en la parte
interior se representan animales y obispos, que corroboran la suposición de una
mano mudéjar, respetemos al Islam— edificado c.1135 en piedra caliza.
Seguramente, formó parte de una “anillo
de oro” o círculo de monasterios de monjes blancos que sustituyeron el
anacoretismo (aquella zona del Duratón es comarca de cuevas como la de los
Siete Altares de Sepúlveda) por el monaquismo. Los solitarios de esta Tebaida
segoviana en zona apartada y abrupta optaron por la vida en común.
Los monasterios del Cister eran lo
más parecido en los siglos medios a los “kibutz”
israelíes de hoy. Eran centros de producción y feudos de defensa. Allí se abrazaba
un género de vida austera de trabajo y plegaria, también de estudio porque el
“armorium” o cuarto de los libros era tan importante como el refectorio y el
dormitorio corrido, vida en común.
Pero no sólo rezaron. También
trabajaron, plantaron viñas, cavaron huertos y araron tierras. En los majuelos
de Sacramenia, Pecharromán, el Vivar y Valtiendas se pisaba una uva que,
transformada en mosto, daba el mejor clarete del mundo.
El Vega Sicilia y los excelentes caldos de la ribera del Duero zona
Peñafiel fueron el descubrimiento de estos frailes blancos que todas las tardes
cantaban himnos en honor de la Virgen María y tomaban un jarrillo a las
comidas. Ellos trajeron el vino y el canto gregoriano. Eran monjes soldados.
Tengo entendido que Ben Gurion copió
algunos capítulos de las Constituciones para el Estado Hebreo de Bernardo de
Claraval, aunque sustituyendo la palabra Dios por la Roca de Israel.
El monje ideal, apartándose del
mundo, goza de las buenas cosas de la existencia: el trabajo, el reposo, la
quietud, la amistad sin los líos del amor y la familia, la caridad con el
prójimo, abraza la virtud en menoscabo del vicio, aun sin perder de vista la
fragilidad de la condición humana que con frecuencia sucumbe a la tentación.
Ora y labora. Huye, calla, llora y reza
es la receta del Talmud en la lucha
contra las fuerzas diabólicas y el espíritu maligno que nos rodea
Hay rasgos misteriosos o que no se
comprenden en la personalidad de este bienaventurado abad borgoñón, el cual a lo largo de sesenta años de vida pobló Europa
de casi dos centenares de monasterios desde el Humber inglés en la frontera con
Escocia hasta el Duero y desde el Loira hasta el Danubio y el Vistula. Eran
vergeles, jardines de María, remedando el “hortus
conclussus” de la Biblia, ¡qué descansada vida la del que se aparta del
mundanal ruido! situados en valles apartados a orilla de los ríos y en Castilla
los muros sagrados de estos monasterios como los de Sacramenia se convierten en
alcázares fortificados. Visión del locus amenus pero sin bajar la guardia, que
el enemigo acecha.
Por fuero de Brañaseca otorgado por
el rey Alfonso VII el Emperador
surgieron los aportillados o caballeros prevenidos en frontera. Los esclavos
podían manumitirse al socaire de esta norma y los musulmanes gozar de libertad
dentro del territorio castellano. Así como los judíos. Parece que hubo dos
aljamas importantes una en Sacramenia y otra en Sepúlveda.
Claro que esto no se cumplía siempre
porque los monjes soldados al llegar la primavera llamaban al arma y tenían que
pelear contra los invasores del sur. A juzgar por las adarajas o ladrillos sin
terminar de ser colocados se aprecia que las iglesias de san Vicente y las de
san Gregorio no pudieron ser terminadas porque se acabó el peculio, por las
prisas de la llegada de una aceifa o porque el enemigo las derribó.
Son misterios que suscitan la
meditación del que contempla estas sagradas piedras. Otras plumas más
cualificadas como las de Quadrado o las de mi paisano el doctor José María
Costa Arribas— en las páginas del Adelantado— disertaron, con más autoridad que
la mía, sobre las peculiaridades de esta comarca en la franja ulterior de la
provincia en todos sus aspectos (lexicográficos, aperos, refranes, trajes,
modos de labrar y construir, usos y costumbres incluso el sentido del humor que
es muy peculiar según nos ha descubierto el gran escritor, musicólogo y
etnógrafo Joaquín Díaz.)
Sin embargo al que suscribe le
cumple el orgullo de que mis paisanos no hayan hecho caso omiso hacia mis
prevenciones sobre el valor histórico de estas joyas ocultas en sus predios.
Ya en 1968 publiqué (ya ha llovido)
un reportaje en Diario SP “Ermitas
abandonadas en el camino de Sepúlveda a Peñafiel, era el título, con unas
excelentes fotos de Santiso. Hoy san Vicente que por aquellas fechas era un
muladar está abierta al culto y los “corines”
mote con que se designaba en la comarca de Villa y Tierra a los de Fuentesoto con gran esfuerzo
adecentaron la iglesia de san Gregorio. Que san Bernardo confesor y san Vicente
mártir los bendigan. Loores y vida larga.
FUENTESOTO MIS RAICES TEMPLARIAS
La iglesia de san Gregorio (la
torre) es un enigma histórico que desde mozo me intrigó. Alzada sobre un teso
en un promontorio con vistas a los valles del Duratón y donde nace una fuente
termal que, después de regar la vega de Fuentesoto y Pecharromán, pasando por
en medio de cuevas prehistóricas donde en la alta edad media vivían en
reclusión eremítica monjes mozárabes que huyendo de las persecuciones
sarracenas encontraron refugio por estas soledades lindantes con la Pedriza
sepulvedana, constituye otero descubierto y señero. Este parece ser el caso de
san Frutos y sus discípulos san Valentín y santa Engracia. La invasión
muslímica trajo consigo el chaqueterismo
y el donjulianismo.
Hubo sin, embargo, prófugos que no
se adaptaron a los principios del Alcorán y de la Media Luna. Querían
encontrarse con Jesucristo en el apartamiento y el menoscabo del lujo, la
perversión y relajadas costumbres del reinado de Witiza. Algunos incluso puede
que fueran arrianos. El concepto de unidad católica no se había alcanzado
todavía entre los visigodos que consideraban al papa como un obispo de tantos
siguiendo la tradición oriental. La palabra catolicidad no se consolida hasta
Carlomagno lo que no fue óbice para que el cristianismo de forma misteriosa se
extienda por el continente europeo. Y en España tras la conversión de
Hermenegildo. El paso del arrianismo al catolicismo le costaría al rey la
cabeza.
Estas comunidades ascéticas siembran
de fervor y anhelo de perfección la alta edad media. Se colige a juzgar por la
estructura cuadrangular y cimborrio (debió de haber un campanario exento) el de
que se aprecia hoy y resiste a la intemperie de los siglos fue de época
románica. Estaprimitiva iglesia de arte asturiano sería arrasada en una de las
primeras razzias del fundamentalismo
islámico. También desaparecieron las comunidades de solitarios.
Durante el reinado de Alfonso VI que
casado con la reina Constanza intenta repoblar las tierras al otro lado del
Duero con colonos y monjes franceses son desalojados los musulmanes en virtud
del Fuero de Brañosera.
La epigrafía que aun lucen las
paredes de la pequeña sacristía del templo está en latín con caligrafía gótica
francesa y, pese a las dificultadesy borraduras, he conseguido describir e
interpretar lo que dice. Fue seguramenteel protocolo
de consagraciónde esta iglesia de san Gregario a cargo del propio monarca
Alfonso VII el hijo de doña Constanza que pide protección a Jesucristo y
encomienda su alma con la dedicación delara y esta torre pidiéndole valimiento.
Es un mensaje escrito hace 900 años
que gracias a la salubridad del clima castellano y a pesar de haber estado casi
a la intemperie porque el aire y la luz entran sólo por una aspillera se
conservan intactas. Hace unos años enjalbegaron pero la tinta volvió a aparecer
debajo de
las manchas.
He aquí un misterio un verdadero enigma
Las palabras borrosas en un elegante
gótico picudo que he podido transcribirson las siguientes: gratiam, valeam(pueda) praemiavi (recompensé) turres (torres) trude (echar fuera)quatenus (hasta que) aeternamgratiamhabeam
(hasta conseguir la vida eterna) meis
torres addero (añado a mis
fortalezas) xtus (cristo)trude (conduce) enim (pues) praesta (permite, garantiza)
Traducción libre o interpretativa a
mi cargo: “Dedicamos este altar con la torre añadida para la salvación de mi
alma y que Cristo me valga hasta la hora de la muerte y me de vida eterna.
Señor, sé nuestro fiador, muéstrame tus caminos, aleja a nuestros enemigos,
conduce a mis ovejas y permite que ojala sea capaz de perseverar en tus
servicios hasta la hora de mi muerte amen”.
En conclusión se trata de una
fortaleza cristiana reconstruida por los templarios como demuestran las cruces que jalonaban los adarves erigida
sobre una roca. En una de las invasiones o aceifas fue destruida la torre de
san Gregorio. Quedaron derrumbados los contrafuertes que sustentaban la ojiva.
Sin embargo la bóveda de cañón románica no se vino abajo y comoseñal del ataque
se comprueba que las adarajas o sillares del muro muestran huecos. Y lo mismo
pasó con la ermita de san Vicente otra joya medieval aguas abajo del rio Peces.
Yo he nacido bañado en esta luz y
por estos aires tan sanos que soplan desde un encinar cercano. Toda esta margen
derecha del Duero estaba defendida por los monjes templariosque tenían aquí
cerca el convento cisterciense de Cardaba y el de san Bernardo. Mitad monjes
mitad soldados. La cruz y la espada. Las campanas fueron robadas por los
franceses. Un destacamento de dragones polaco vivaqueó en el Hoyo Castrillo.
Las campanas que debieron ser poderosísimas y de gran tamaño fueron fundidas
para fabricar balas de cañón como represalia a los hostigamientos de las
guerrillas del Empecinado al que escondieron de los cistercienses los propios
frailes durante la guerra de la independencia.
En conjunto este singular monumento
que hace las veces de camposanto está bien conservado gracias a los esfuerzos
de los vecinos del pueblo que sufragaron a sus expensas los gastos de reforma
del campanario afianzándola con una plancha de hierro y limpiando el husillo de
la escalera una verdadera obra de arte es esta escalera de caracol de palomizo
y gallinácea y dejaron las piedras del presbiterio como nuevas. Creo que su
visita debiera de ser unas de las atracciones turísticas de la zona buen
cordero buen vino y buen pan como el que cuecen en Sacramenia. Es la ruta de
los monasterios del cister uno de cuyos claustros puede embelesarse en Nueva
York el del coto de san Bernardo. Es un románico rural con algunas atalayas
defensivas dispersas como esta y la de
san Miguel de Sacramenia junto con la ermita de San Vicente el diacono a la
salida de Fuentesoto que ofrece unos capiteles que merecen verse por lo
admirables y bien conservados.
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