2025-12-10

 MAÑANA SANTA LUCÍA LAS NOCHES MÁS LARGAS QUE LOS DÍAS

 

Luz del Adviento. Llueve. Amanece tarde y atardece pronto pero estos días breves del adviento resplandecen con una luz interior. La llama alumbra desde adentro. Es la dulce espera del nacimiento del Salvador. La tierra se mueve deprisa en su movimiento de rotación. Parece que el tiempo se acelera. Los romanos que sabían de esto más que nosotros y tenían muy observada la naturaleza creían en el misterio de las Doce Noches. Son dos semanas bajo la égida de Saturno, el dios oscuro, cuando parece que el timón de la nave se mueve sin gobernalle. Para eso inventaron las saturnales para aplacar al dios oscuro. Cristo quiso nacer en medio de las saturnales para devolver la luz al mundo sumido en las tinieblas pero en realidad la navidad tiene reminiscencias paganas. Algo que tiene que ver en la eterna confrontación entre la luz y las sombras que los vikingos denominaban Yul. Nabos en adviento y el amor y la verdad en todo tiempo. Desaparecidos los jolgorios de mi juventud, yo celebro de mayor la pascua de la navidad con gran recogimiento, recordando a los que se fueron. ¡Son ya tantos mis amigos muertos y todos esa larga lista de seres queridos que desaparecieron. La cena de navidad es para mí un banquete funeral, sin dejar de alabar a Dios por esta familia a mi lado. Estos niños y adolescentes. La juventud viene pegando fuerte. Estas navidades consumistas tienen poco que ver con las nochebuenas de mi niñez ─sobre la mesa castañas, algo de marisco, huevos duros y un poco de turrón de Xixona y algún villancico entrañable junto al belén: ─“Sobre tu cunita, Niño Dios, he visto arder una farolica como la del tren” 

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