LA ASCENSIÓN PASÓ
Antonio Parra
Pido perdón al paciente lector. Por un lío de epactas y debido a que tanto la fiesta de la Ascensión como la del Corpus Christi de los jueves que relucían más que el sol han pasado al domingo me hice también un embrollo entre el calendario juliano y gregoriano que en el año 2007 ofrecen fiestas coincidentes y la Bozneschenie (Ascensión) cuadraba con nuestra fiesta pero los ortodoxos rusos lo festejan un miércoles. Gracias, Paloma Gómez Tablas y mi admirado Miguel Angel García Brera y el otro amable señor por recordarme el error.
Hoy fui a misa a la catedral de Oviedo y acabo de regresar a Madrid. Allí sigue siendo una gran fiesta, tambor y gaita y danza prima a la salida de misa. Danzantes a toda mecha y humor y jovialidad. Esa jovialidad ovetense no la ofrece ninguna otra ciudad española, o al menos así lo creo yo ¿No era el corpus? Le dije a mi santa cuando predicaba el cura su sermón muy de circunstancias. ¿Dónde tienes la cabeza de melón? Hoy celebramos la Ascensión. Pues ciertos son los toros.. Que a veces uno tiene que estar al santo y a la limosna y se nos va el santo al cielo con esto de las nuevas rúbricas del misal, bueno ya no hay misal en realidad.
Los que ya hemos sumado algunos años acusamos más que nadie estas inconsistencias en las fiestas móviles. En Oviedo cayeron toda la jornada chuzos de punta. La metereología, adusta, hasta parece que protestaba. Domingo de orballo y borrina pero el campo astur estaba hermoso en sus nueves matices de verde. Y las mocinas de Oviedo que guapes son, Dios. Y la copla seguía sonando al husmo del refrán meteorológico.” Por la ascensión roses en Ubieu y cereces en León”
Todos recordamos este día nuestra primera comunión, el alborozo de las campanas. En España se solía comulgar en esa fecha y creo que se sigue haciendo gracias a Dios aunque seamos más laicos qué se le va a hacer pero ¿no tendrán la culpa los curas por haber renunciado a una tradición milenaria con tanta alacridad?
En este día gozoso y triunfal no se puede por menos de recordar la elegía de Fray Luis de León en su oda ¿Y dejas, Pastor Santo? Cristo triunfa sobre la muerte y se va al cielo a prepararnos la morada del Tabor. Es el premio al dolor de la cruz. Y nos deja la potestad de curar, de hablar y escribir lenguas – a muchos no les afecta porque siguen siendo tontos en tres idiomas- y de arrojar demonios y de domar serpientes. Se consolida la Parusía y el Espíritu pentecostal que sopla cuando quiere y como quiere. Hoy cantando esta misa me he sentido con más fuerzas, más creyente. El bautismo nos vuelve inmunes contra la picadura del escorpión y del basilisco. ¿Y las serpientes? Que repten. Estamos curados de espanto. El Salvador nos legó la triaca que contra la picadura de la víbora y de las lenguas venenosas nos vuelve indemnes.
El evangelio de esta fiesta era uno de los más hermosos del año: “Estos signos serán de los que me sigan: en mi nombre lanzarán demonios, domarán serpientes, hablarán múltiples lenguas y si algún veneno bebieren no les hará daño. Sobre los enfermos e impedidos impondrán las manos y sanarán”.
En mi pueblo se denominaba el jueves de la ascensión el Día del Bien. Seguramente por aquel “et bene habebunt” que nos promete el Maestro de Justicia y de Misericordia en el evangelio de Marcos. Las abuelas castellanas hacían el tradicional hornazo a base de rosquillas de palo que se repartían por las casas. Se condimentaban con unas hierbas recién nacidas, hinojosas y gencianas- en las parameras por esta época que aliviaban el vientre y curaban la opilación. Así que Xto se va al cielo pero nos deja a buen recaudo. Todo atado y bien atado. No tengáis miedo. A tanto malvado y malvada pero no es que sean malos es que son gilipollas Él es más fuerte que la muerte y la enfermedad. La ascensión es su apoteosis. El colofón a la resurrección lo que vuelve a nuestra religión – practicada por nosotros hombres de poca fe y pecadores- invencible y superior al Judaísmo y al Islam. Por eso estas dos últimas la atacan con tanto saña y denuedo. Pero en un plan teológico por lo que toca a los novísimos no hay color ni comparanza con el catolicismo. Nuestra religión es perfecta.
Las fuerzas oscuras no dejan de colocar chinas en el zapato y una de ellas es esta confusión de fiestas y de epactas, ese miedo que ha demostrado la jerarquía a salir en defensa de su fe, esa contemporización con el mundo y con los ámbitos de acoso y derribo a la gran catedral. Me alegro haber cometido este gazapo para demostrar a quien corresponda que el traspaso de dos de los grandes jueves del año, Ascensión y Corpus, para muchos fieles católicos de nuestra querida España es piedra de escándalo. ¿Y dejas pastor santo tu grey en este valle profundo? Quizás hoy por eso en Oviedo y en León llovía a cantaros. Pero las cerezas y las rosas estaban ya en sus cestillos como todos los años. Colige, virgo rosas. Qué solos nos dejas, Señor, pero qué confortados. Pasó ya la Ascensión pero nos queda su octava. Gozoso tiempo de cerezas y rosas y de primeras comuniones.
domingo, 20 de mayo de 2007
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