En la aldea IVAN BUNIN

 

Bunin es otro de los maestros rusos que me hicieron desde adolescente amar la escritura. Menos profundo que Dosltoyevski ni con tantos recursos narrativos como Tolstoi llega perfectamente al alma del lector. Alma rusa. Alma de niño.

Nostálgico cuando regresa a su aldea el cristo de la ermita del camino había sido derribado para construir una nava fabril. La dictadura del progreso pero ubi sunt, donde están mis amigos.

 La nostalgia se apodera del escritor que anda a tientas entre la niebla (tumán) se pregunta a golpes con la muerte para qué vivimos. Todo cambió.

Ya no somos los mismos. Sus compatriotas se afanan por el dinero y las riquezas. No hay principios morales. A la ética la han barrido la plutocracia, el afán de poder y la lucha por ser rico.

No se escucha el tañido vibrante de las campanas (kolokoli) los dias de fiesta. Las cornejas anidan en los huecos de las paredes de las casas deshabitadas.

¿Dónde están mis amigos? Es lo que me pregunto yo también en vísperas de cumplir 81.

Que deprisa pasó todo. Ya soy un anciano. Pero, Señor, Tú estás ahí. Dador de vida.

En mi aldea también crecen los acianos con sus flores azules besados por la brisa y la luz en estos días los más largos del año juega al corro con las sombras.

Junio incluso en mi dorada senectud es el más hermoso del año. I am in the pink. Me he curado de un cáncer de próstata.

No fumo ni bebo, ayuno que es lo mío y cada noche leo el Evangelio, canto algún salmo y rezo el rosario pero antes voy a los toros con Telemadrid.

España misteriosa. Es el mito del minotauro. Es una piel de toro con patas  cuadrúpedas que corren el trote cochinero y cuernos que amurcan.

 La majeza y la valentía de esos toreros andaluces, valencianos y castellanos que se juegan en el redondel la vida cada tarde. Tampoco faltan en el albero los mexicanos en las fiestas de San Isidro labrador patrón de Madrid

viernes, 06 de junio de 2025