PRISCILIANO Y LOS
DEMONIOS: TIENEN POR DIOS AL VIENTRE
Prisciliano sabemos su
nombre, que fue obispo de Ávila en la España hispanorromana, que sus doctrinas nigrománticas
y vida de ultratumba arraigaron entre los celtas gallegos pero fue acusado al
emperador de hereje y pasado bajo el hacha del verdugo en la ciudad alemana de
Treveris. Era muy joven.
No obstante le dio
tiempo a empaparse de la escritura profundizando en los arcanos de la
Revelación pero fue más allá.
Hoy diríamos que se
pasó tres pueblos.
Su tesis sobre la
trasmigración fue refutada. ¿Nos reencarnamos al morir en otros hombres o
mujeres hasta alcanzar la perfección y ser llamados a la diestra del Padre? La
iglesia católica no da respuesta.
Sin embargo declara anatema el panteísmo priscilianista junto con otras múltiples herejías que aparecieron como setas en la iglesia occidental mediado el siglo IV cuando la Fe, sin consolidarse, aparecía en un estado efervescente.
Fueron anatema las
deserciones negacionistas de los patripasianos, novacianos, biononitas,
nicolaitas, maniqueos, ofitas que adoraban serpientes, los arrianos, gnósticos
por un decretal del Papa san León Magno.
Gracias a un texto de Menéndez y Pelayo entro en la maraña de lucubraciones teológicas al rayar la aurora del siglo último del imperio romano partido en dos mitades Roma y Bizancio tras la irrupción de los barbaros.
Prisciliano comunicó a sus fieles diocesanos su fe profunda el conocimiento de las escrituras y también el de los diablos. Algunos de sus puntos de vista tienen relación con el mundo moderno que adora a Baco, Venus y Mercurio y Marte.
El materialismo nos dice que no hay otra vida y nos grita con
san Pablo:
─No adoremos al vientre.
Guardaros de la gula, la concupiscencia y la fornicación.
Estamos regidos por
hombres de entendimiento corrompido.
Fue el primer experto
en demonología. Conocía bien a los diablos a los cuales nombra por su nombre y
son: Sacla, Samael, Belial, Belcebú y Nasbodeo. ABABDIÓN EN HEBREO Y APOLYON EN GRIEGO
Para mí el gran obispo de Avila no solo fue el martir de una iglesia en construcción, aparte de un padre de la iglesia latina.
El único que lo defiende es san Agustín “Opportet esse haeresias”
esto es bueno es que existan discrepancias para acrisolar nuestra fe. De la discusión nace la luz
miércoles, 1 de
octubre de 2025
No hay comentarios:
Publicar un comentario