CUIDADO QUE LLEGA EL AÑO 2009
Antonio Parra
Me
estoy temiendo la fecha de 1609 por algo que diré ayuso con motivo de la
llegada masiva de las pateras y el libro de las grandes reivindicaciones
históricas que algunos dedos malignos abren hacia atrás y con tal de causar el
mayor daño, con ánimo de injuria y grave daño moral, y de escupirnos en la
sopa. Reivindicarán estos la memoria de Miramamolín y los intelectuales del
pesebre se entregarán a la disipación y lucubración inteligente sobre el
regreso de la algara. Esto de la alianza de civilizaciones no es más que un
pretexto para execrar nuestro pasado y volvernos las mangas del revés. Los
moros tuvieron que partir porque, vencidos en el campo de batalla, no quisieron
aceptar nuestras reglas. Sencillamente no se adaptaron y picados de su orgullo
se mofaron de los usos y costumbres. Han pasado cuatro siglos y seguimos en las
mismas.
Fray
Hernando de Talavera a raíz de la toma de Granadas fue encargado por los Reyes
Católicos de predicarles el Evangelio, tratarles benigno y con tolerancia pero
los imanes reían en las propias barbas del arzobispo y confesor de la reina
santa o se limpiaban el culo con las páginas de Marcos y Lucas. Total que
siguieron aferrados a sus costumbres y practicando el bandolerismo. Tuvo que
venir Cisneros, más drástico y puño de hierro en guante de seda pero menos
contemporizador,, y devolver el ten con ten haciendo con el Alcorán en la plaza
pública una almenara. Lo que ha ocurrido el 7J testimonia de que por desgracia
el islam aunque predique la paz con la boca pequeña en el fondo es una
preceptiva de guerra. Alá es grande. Este grito que entona el almuédano todos los
días cinco veces desde lo alto del minarete es una convocatoria en verdad a la
yihad.
¿Tendrá
que volver a meterlos en vereda don Juan de Austria?
Triste
realidad que a los españoles ocho siglos de continuo batallar lo refrenda pero
aquí no se quiere ver la realidad, nos venden humo y lo compramos a toneladas
(ay si el humo gravara) con eso de la alianza de las civilizaciones, todo un
invento que les sirve a los hijos del Imperio Dañado de antídoto o de pretexto
para reconquistar la promisión mientras que para el Occidente será todo una
triaca que acusará sus efectos mortíferos no tardando mucho. Nos dan belladona
y la ingerimos por esa boquita como si fuese tila o hierba maría luisa. Hemos
metido el enemigo en casa y estamos incubando los virus deletéreos que acabarán
con nuestro organismo. Lo de esos chicos paquistaníes del Yorkshire y tan
británicos que uno vendía fishandchips corrobora tal presunción. Y aquí cuando
las morerías tan populosas como las de Barcelona, Valencia, Madrid o el Viejo
Reino de Aragón y nada digamos de Murcia porque esta gente no ha venido a
ciegas sino guiados por sus consuetas que les han apuntado el papel de
vengadores de Boabdil, la emprendan a hostias con ese furor ciego, ese
fanatismo que los caracteriza, veremos grandes motines y convulsiones
interétnicas. La secuencia de bombas y atentados terroristas no ha hecho sino
comenzar.
-No
hay que olvidar tampoco lo que pasa en Yugoslavia.
-Ni
en el Bronx.
Esto
del melting pot va a causar a nuestros nietos más de un dolor de cabeza. El
mestizaje que practicaron los españoles en América, nunca los ingleses ni los
alemanes protestantes, fue uno de los regalos del catolicismo a la cristiandad
pero está visto y comprobado que sin la cohesión de los lazos religiosos esto
de la mezcla de razas es un wishful thinking.. la religión y de ahí religare es
lo que más ata y vincula al persona pero los españoles nunca estuvimos tan
desvinculados.
Me
temo que el 1609 se convierta en una gran vendetta contra el rumbo y el perfil
de uno de los aspectos más señeros de la historia: el triunfo de la fe
evangélica. Vendrán los comisarios y farautes de los poderes oscuros e
intentarán transformarla en el watershed de 1492. al fin y al cabo todos
sabemos que moros y judíos en España siempre se en tendieron bajo cuerda y de
hecho Rabat es un gran bastión sefardí. Y ambas creencias participan del mismo
odio a la Cruz. Por eso dentro de cuatro años nos invadirán los estudios,
monografías, simposia y seminarios acerca de la morisma. A Isabel la Católica
que es para los castellanos como nuestra reina madre la volverán a poner a
caldo y decir que era una guarra. Ya nos conocemos. ¿Quién erigirá y pondrá de
nuevo en su sitio el pendón de nuestros mayores? ¿Quién se prosternará ante la
cruz alzada? ¿Cuándo resucitará España? La están repoblando de etnias diversas
metiendo en la piel de toro gente a mogollón y haciendo un barrido de memoria
de cara a 1609. es la hora de las tinieblas. Aleve y a la agachadiza pues aquí
el pueblo no nos enteramos de nada a través de los surcos oscuros menea sus
infames albarcas el sembrador de cizaña.
En
ese cantoral se conmemora la expulsión de los moriscos por Felipe III. Ayer una
alaroza en el autobús, sayas y mantillas, el velo de los pudores sobre la
cabeza, yihlah, y móvil último modelo, me miró con odio, un odio viejo
africano. Los ojos de esta muchacha no transmitían curiosidad o coquetería
femenil sino revancha. A su manera iba pidiendo guerra. Pedía la mano que le
quitara tanto refajos. De la misma manera que muchas esas madrileñas del todo
destocadas que nos vienen haciendo un calvo desde sus levis que por detrás allá
donde la espalda pierde su casto nombre, descubren el canalillo de la rabadilla
y por delante los dulces y amenos recovecos que descienden al monte de Venus.
¿Qué metemos al pájaro en el infierno, niña? Oiga se está pasando usted tres
pueblos.
Debía
de haberse dado cuenta de mi vista pesquisidora anterior porque dicen que la
cara es espejo del alma y yo soy incapaz de engañar y mi rostro debió de
expresar involuntariamente la sorpresa del contraste. Mientras las españolas
van medio desnudas con esos vaqueros ajustados que abrochan muy por bajo la
cintura y dejan al aire el glúteo, nos fotografían el canal de la rabadilla
allá por donde la espalda pierde su honesto nombre, insinuando por delante las
montuosidades pilosas de la zona púbica., Las tapadas erre que erre en su
numantinismo talar. Son muy suyas estas jarifas.
- -Parece que las viste una modista enemiga.
- -Quiá. Estas no van a la moda y gastan poco en ropa.
La
insolencia y el gesto de desafío de la morita a mí me dio que pensar y es para
que muchos políticos se llamaran a andana contrasta con la indiferencia y
suavidad de nuestras cristianas que salen a la calle prácticamente en
taparrabos. Con sus abuelas eso no pasaba. En la Castilla profunda y hasta en
Baleares que es más morisca todavía se tapaba a la hembra de los pies a la
cabeza.
Mahoma
que era un lascivo sabía sin embargo lo que se hacía pues en el juego amoroso
loo que se guarda resulta más provocativo que lo que se ofrece al amante. El
cristianismo que viene de Roma y de su pasión por el desnudo adora a un Dios
crucificado que deja patente bien su humanidad viril velada por un paño de
pudores. Toda una lección. Pero nuestros abuelos renunciando a los usos y
costumbres quisieron también encerrar a sus mujeres y recatarla y aprendieron
la costumbre de los musulmanes de celar la hembra. Y tanto la celamos y
guardamos con siete llaves que de ahí nos vino el renombre de celosos Yo he
visto ir en mi pueblo ir a misa a las tapadas. Si se encontraban camino de la
iglesia con un hombre que no fuese su marido tenían que hacer la vista gorda.
-Ni
tanto ni tan calvo.
-Pues
sí.
-¿Me
permite que le cante una copla de Segovia?
-¡Mientras
no estorbe!
-Allá
va:
Arriba
abajo /que a mi novia le he visto el refajo/ abajo arriba que a mi novia le he
visto la liga
Es
una vieja canción mozárabe como lo era el “Me casó mi madre” donde se capta esa
doble moral, ese sentido ambiguo de la gente fronteriza.