VIVES RECOPILACIÓN
No creo que Vives marchara al exilio por
temor represiones inquisitoriales sino por negocios. Enigmática figura que
canta a Valldaura en sus libros al tiempo que lanza andanadas contra el amor
cortés tan de moda en su tiempo. Acaso fuera un disciplinario, combate la
tiranía de la guerra, elogia la templanza en la mesa mientras describe sus
banquetes domésticos, comida opípara, manjares suculentos. Le gustaba la
cerveza y la gula contra la cual pugnaba y predicaba, fuera tal vez ocasión de la
gota que le acortara la vida a los
cuarenta y ocho años. Y despotrica contra los teólogos, gladiadores de lo
divino pero en sus colaciones y escrituras esboza fórmulas que hoy día son de
provecho pues aconseja escribir corto, triturado y bien dicho: “No tomes la
pluma cuando te sientas agitado por el odio, la ira, el miedo o la ambición”.
Ajusta las cuentas en sucesivas cartas al
papa Adriano VI, al rey de Inglaterra Enrique VIII y al mismísimo Felipe II.
Sus
instrucciones a la mujer cristiana en que manda la sumisión al esposo hoy no
tendrían cabida, aunque bien pudieran ser un antídoto contra la violencia
domestica que se desparrama por el mundo.
Yo creo que vivía en una nube. O era un tanto
arrogante o no practicaba lo que predicaba. Tal vez fuera un poco arrogante.
De su pasión por Jesucristo y su amor a la
iglesia romana no caben dudas, no embargante que disemina por todos sus
escritos proverbios adagios con reminiscencias talmúdicos y en ello delata
seguramente su origen converso.
A ratos, se muestra oscurantista, y fustiga
la concupiscencia del saber: “el escritor
ha de escribir, meditar y enmendar mucho y ha de publicar muy poco; piense que
su escritura permanece para siempre” .
Destilemos, por tanto, nuestras prosas y que
nuestros libros adquieran el título de quintaesencias. Otro vicio vitando del
intelectual es el orgullo del filosofo que da en pensar que los demás son
bestias o que “el infierno está en los otros” (Sartre)
“Los
jurisconsultos enredan a los pequeños con ambages leguleyos, les mandan al
patíbulo o les arrebatan su fortuna. Pleitos tengas y los ganes. Evita el
orgullo y la presunción pues la sabiduría del más docto entre los letrados es
nada en comparación con lo que ignora puesto que tan embotados tenemos el
ingenio que ni centramos el corte de las cosas”. A veces los labradores los
zapateros remendones y los hombres de las clases inferiores muestran
sentimientos más elevados que muchos intelectuales.
Humildad, amigos, humildad y decoro. Vives
entra a saco con la insipiencia de la erudición. Muchos politólogos y
tertulieros de hoy o toda esa canalla que pulula por las redes sociales de
seguro que no leyó a Luis Vives. Pues todo en la vida rebosa ignorancia y
error. Sólo sé que no sé nada.
▬¿Lo entendiste?
▬No
▬Seguro que eres un burro.
▬Y tú más.
Predica el valenciano el sentido común y
desautoriza a aquellos que piensan que las ideas elevadas no pueden exponerse
en lengua vulgar, un varapalo a los idiomas vernáculas. Precisamente es la lengua
en la que él se explica. He ahí otra de sus contradicciones. Es un error
acceder a los caprichos del niño acostumbrándole a la blandura y a la
glotonería. Serán esclavos de los vicios. Toda una regla de oro para esta
civilización consumista, que las niñas sean preparadas para el matrimonio
aprendiendo a coser, hilar y bordar para saber atender a los menesteres de la
casa con modestia pudor cortesía y honestidad persuadiéndoles en la guarda de
la castidad que es el tesoro de toda la mujer. Hoy le llamarían carca pues qué tío
más de derechas.
Esto
suena a chino en el ambiente orgiástico de depravación y promiscuidad de
nuestras juventudes. A los más aptos reténgaselos en la escuela. La escuela ha
de ser seminario para la formación de sacerdotes. Los demás que aprendan un
oficio de acuerdo con sus diversas inclinaciones.
Otra de sus obsesiones son los libros de
caballería y novelas pastoriles contra los que endosa dictámenes retrógrados
con apóstrofos rancios “las mujeres han de apartarse de semejantes libros como
la víbora y el escorpión”. Es aquí donde surge la furia del converso y el
talante inquisidor. Si hubiese sido cura hubiera echado de la iglesia a las
mujeres en manga corta y a las minifaldas las hubiera corrido a gorrazos.
Lamento tener que desdecirme de la dulzura con que presenté a este valenciano
en el capitulo que dediqué a los humanistas de la reforma en mi tratado sobre
la autoría. Vives anatematiza la depravación clerical pero de una manera menos
cómoda y sin la jocundidad que esgrime el doctor Laguna aunque el valenciano
filosofe con más ganas que el segoviano. “La verdadera fortaleza no consiste en
matar, abatir, destruir; eso es propiedad de las bestias. La verdadera
fortaleza esta en reprimir los vicios, sobreponerse a los azares de la fortuna
y en no temer sino a la quiebra de nuestra probidad. “Los placeres del alma y
los del cuerpo son incompatibles; si nos damos a los corporales, no sentimos
los espirituales y viceversa”.
Con respecto al amor, diferencia al amor
divino del concupiscente. Este genera envidias, recelos y afán de `posesión
carnal. No es verdadero amor sino reclamo de los instintos disfrazado de la
belleza terrenal que es efímera y cambiante. Con este axioma se carga toda la literatura
galante de su siglo. Mal llamado el siglo de Amor. Cree en la inmortalidad del
alma y sostiene que la religión le ayuda al hombre a encontrar la perfección,
algo que desconocen los gentiles. Lo explica en sus Comentarios a los Salmos
Penitenciales en los cuales desdeña las enseñanzas de los filósofos paganos ▬
Aristóteles Cicerón Séneca, Plutarco ▬ para proponer como modelos a los
profetas y santos del Viejo Testamento. Exhorta a abrazar la vida cristiana
como purgación del alma para amar y comprender a su Creador. “Sin Cristo todo
hombre es un cúmulo de vanidades”. Aspira a un cristianismo autentico bajo la
piedra de toque de la caridad pero sin anatemas, excomuniones y mutuas
acusaciones de herejía y reproches (barruntaba la que se venía encima las luchas teológicas de
su siglo que abrieron la puerta de grandes guerras y mortandades en el Viejo
Mundo)
Y
tanto sabes como lo que obres. Del castigo de Dios nadie podrá huir ni
escaparse en un caballo al galope. Resulta desconcertante y dilacerante en sus
c comentarios al Salmista, al anunciar que le está llegando el castigo al
guindo que se dice cristiano sólo de nombre. Idea talmúdica. Vives respira por
la herida y muestra al converso que llevaba en su interior. Huid de los vicios
que os persiguen. Es un heraldo de la reforma. ¿Te duele la injuria? Quizá te
traicione tu amor propio pero no te preocupes Dios será tu vengador. Él te
vengará mejor sin riesgo para ti y donde más le duele al enemigo pero no pidas
venganza contra nadie no sea que caiga contra ti.
Al
leer tal frase siento que todo el montaje del Holocausto como obra del demonio
se viene abajo. ¿Acaso tu crees que no hiciste nada malo para no merecer
castigo? Pongámonos pues en manos de Dios. ¿Aborrecido? Si por tu culpa
enmiéndate su no ponte en sus manos. Él no te abandonará. Es amigo fiel. Sábete
que sobre los poderosos está Cristo. (Del libro Preparación del alma para la oración) la gracia fluye al alma por
la tolva de la humildad y el acatamiento de la divina presencia. Vives se
muestra dentro de sus inefables contradicciones y paradojas un místico de primera
categoría. En política se decanta por la republica dirigida al bien común. El gobierno del pueblo
y para el pueblo pero advierte que es peligroso enfrentarse a la multitud,
bestia de cien cabezas aunque nunca haya de asentirse a sus opiniones, a mal rey
malos súbditos y entre los malos poco ha de durar la concordia. Las tiranías
pronto se desmoronan. Estos avisos los esparce en sus cartas al Papa al rey de
Inglaterra a Felipe II, aun príncipe, al archiduque de Sajonia y al obispo de
Lincoln. Se muestra preocupado ante Adriano VI por el desorden que reina en
Europa.
Brocárdicos responder al denuesto con
denuesto es como querer limpiar el lodo con barro, no seas tan delicado que una
palabreja te traspase. Ir con amenazas es cosa de mujerzuelas y no buenas.
Reírse de si lo bueno es maldad de lo malo crueldad de lo mediano necedad. La
ira que te amenaza aplácala con lágrimas y penitencia suplicas de perdón ante
Dios y los hombres. No es torpeza impetrar perdón torpeza es tener a dios y al
hombre por enemigo. Dios trajo el amor la concordia y la paz y el diablo
meritísimo artífice los bandos las facciones las querellas riñas contiendas y
guerras. Dios que quiere salvarnos inspira benevolencia el diablo que quiere
perdernos enemistades y animo de dilatar fronteras y someter a los rivales con
encarnizada saña. No haya paz para los impíos exclama el salmista oráculo
divino. “Misión vuestra es santísimo padre Adriano con arreglo a los preceptos
de nuestra fe como cuyo interprete gobiernas el orbe decirles a los príncipes
cristianos que esta guerra entre hermanos y lo que es mas grave entre
bautizados en el mismo bautismo es una guerra inicua criminal e impía que se
opone a las enseñanzas de san Pablo sobre el cuerpo místico de Xto.
Ni el de Sajonia ni Francisco I ni Enrique
VIII le hicieron al papa holandés y consejero de Carlos V mucho caso.
Este papa tenia un pasado. Era el responsable
de que hubieran estallado en castilla las guerras de las germanías y de las
comunidades. No podían faltar en un converso las alusiones a la pureza de
sangre un prejuicio que infatuaba a la sociedad castellana, la inglesa, la
francesa y por supuesto la alemana. “La verdadera y sólida nobleza nace de la
virtud. A decir verdad todos estamos formados de los mismos elementos y Dios es
padre de todos. Desmonta con su tesis los prejuicios de la teología de la
predestinación y un dios solo para los elegidos o que solo los nacidos de la
estirpe de David o los descendientes de Mahoma entrarán en el paraíso. Desde
las torres de Brujas el filosofo español se asomaba al antemural de las
fratricidas guerras religiosas algo que ha vuelto ahora y sentía vértigo, el
honor es consecuencia de la virtud y no de los genes de la misma forma que la
soberbia es madre de la envidia la maledicencia, la calumnia que muerde a escondidas y de la ira.
Discípulos de Cristo versus los de Plutón pero he aquí un rico mercader era una
de las familias más adineradas de su tiempo predicando a favor de los pobres la
mesa bien abastada y regalada defendiendo al desnudo, haz lo que yo digo no
hagas lo que yo hago. Son paradojas manifestaciones de la sabiduría que una
cosa es predicar y otra dar trigo. Y ello le da pie a Vives influido por las
enseñanzas de su amigo Erasmo a criticar a las ordenes mendicantes que viven de las limosnas del sufrido pueblo y fomentan
la vagancia la pobreza y la sopa boba de los conventos, aspira a una religión
desmantelada de sus adornos y ese
cristianismo de base que tanto tentó a los incautos y que fue pretexto de no
pocas venganzas y sacrilegios, parece desoír las palabras del Salvador siempre
tendréis pobres entre vosotros pero a mi no me tendréis, no os preocupéis que
comeréis y o que beberéis no llevar consigo alforjas ni saco. Este carisma
convirtió al cristianismo platónico en una religión mistérica que no busca la
utopía ni la revolución social sino la salivación y la paz de las conciencias.
Lo exotérico y lo esotérico en el cristianismo juegan a tres bandas es
necesario aceptar los tres rigores no se puede entender un catolicismo a palo seco.
Son las aberraciones bíblicas la trampa donde cayeron Lutero Calvino y Wosley.
Ideales tan sublimes luego cuesta tarea ponerlos en ejecución. Seamos humildes,
hablaba de una comunidad que este converso jamás permitió en su casa. En punto
a mujeres nada de afeites ni amoríos la pata quebrada y en casa ese es el
mensaje de su opúsculo instrucción de la mujer cristiana. Le honra, sin
embargo, haber salido en defensa de Catalina de Aragón arriscando su vida
contra la voluntad de su tutor en Oxford el rey Enrique VIII le escribe varias
cartas a las cuales no contesta afeándole discretamente su conducta para con su
mujer natural la hija de los reyes católicos a la cual había dado libelo de
repudio-. Su actitud fue mucho más tibia
que la de Moro al respecto. Porque temiendo las represalias del soberano que le
destituyó de su cátedra de Oxford y le manda arresto domiciliario en su
domicilio en Londres, temiendo ser conducido a la Torre, hue a Flandes. El 13
de enero de 1531 escribe al monarca británico exhortando a que se piense dos
veces la idea de otro matrimonio. Enrique VIII pone orejas de mercader a la
demanda y entierra a Catalina en el castillo de Peterborough. Enrique VIII pide
a Luis Vives que acuda a Londres para actuar como testigo en la defensa del juicio
contra Catalina y cuyo abogado defensor sería el legado del Papa el cardenal
Campeggio. La negativa de Vives a regresar a Inglaterra irrita a don Enrique y
enoja a doña Catalina que en una casa le acusa de cobarde y de traidor. La hija
de los reyes católicos se queda sin
amigos y muere pobre y triste. El humanista valenciano tambien da a la reina
cantonada. Es un personaje contradictoria. Unas cosas son las palabras y otras
los hechos. No tengo más remedios que reseñar los puntos oscuros de su biografía.