2024-11-28

 CATALUÑA, LOS JUDIOS, LA MARRANERÍA Y OTRAS HISTORIAS


 

Autor: antonio parra Galindo

 

Dedicado: a todos los periodistas perseguidos o asesinados por contar la verdad

 

 

 

 

HACIA OTRO 98 con LA DESTRUCCIÓN DE ESPAÑA.

 

PROLOGO

 

Castropol es una villa marinera del sector occidental de la marina asturiana casitas blancas sobre los recuestos muchas de ellas cerradas algunos palacetes y en lo alto al lado del casino a través de una carretera bordeada de tamarindos y arces se llega a una plazoleta. Allí se eleva el único monumento a los héroes de la batalla naval que tuvo lugar aguas adentro de la bahía de Santiago el 3 de julio de 1898 cuando la flota española fue cañoneada y destruida por la poderosa escuadra yanqui. La nave “Victoria” capitana echada a pique pudo sin embargo salvarse su capitán el almirante Cervera a bordo de un esquife. Los jóvenes nunca oyeron hablar de la gesta del puñado de españoles que tuvo el arrojo de enfrentarse a la escuadra de los Estados Unidos. Se borró la memoria. Nuestros chicos en las universidades de nueva planta sólo leen libros en inglés. Nuestra gloriosa historia fue puesta en manos anglosajonas. Hay un enemigo interior y otro exterior caballos de Troya que anuncian el “finis Hispaniae. This is the end. Yo escribo desde la perplejidad, el duelo, la consternación y la sátira. ¿Cómo hemos podido legar a este estado de cosas? A la fuerza estábamos abocado a este segundo 98 como conclusión de una política autodestructiva que ha desterrado de nuestras aulas el estudio del castellano y de las lenguas románicas que ha sido reemplazado por jergas y dialectos variopintos de lenguas vernáculas desaparecidas o extinción que los enemigos de la patria han tratado por todos los medios desde la constitución del 78 de resucitar. Ha sido un programa de aniquilación sistemática de una cultura y de los valores de un país y en este deletéreo juego la masonería, los judíos y la marranería conversa, tan obstinada e inflexible, ha tenido mucho que decir. Ha sido por interpuesto a través de enejes, campañas de grandes consignas y un control sin precedente de los medios de comunicación que se ha llevado a cabo la desespañolización y el aniquilamiento de una vieja cultura. La bestia sin embargo nunca da  presencia. Y si echas en cara a un miembro de la logia tales gatuperios seguro que se rasgará las vestiduras, te llamará nazi y conspiranoico. Al igual que en el evangelio a los que defienden la verdad española les ponen la túnica de locos como hizo Herodes cuando le fue enviado Jesús por Pilatos para que lo juzgara. Son muchos los partidarios del bando de Nicodemus el cual sólo seguía los pàsos de noche propter metum judeorum (por miedo a los judíos). En los años setenta al final se hablaba de una “democracia de papel”, en 2018 había que hablar de una democracia de las ondas hertzianas. Son los tertulieros bien pagados a precio de oro y los que aparecen en todas los medios de la radiodifusión los que marcan pauta, dan doctrina, sientan cátedra y los que parten el bacalao comentando lo que hacen y dicen los políticos hasta la saciedad. Es una serpiente de verano que se repite más que el ajo las mismas situaciones idénticos compromisos. Una saga de tautologías a gran escala. No obstante, los tertulianos del comité todas las horas andan buscándole los pies al gato. En esta entrega van artículos subidos a la Red o publicados en algún periódico de provincias a lo largo de varios lustros. Los he reunido en antología. He querido verlos en papel. Muy eclécticos en sus temas pero unidos por una idea que fluye como eje de marcha a lo largo de estas páginas: la defensa de nuestra cultura. Una entrevista que tuve ern Londres con Alcazar de Velasco cuando me dijo "oye chico, el futuro de españa es la marranería" me brindóo tirulo para este texto. Me he mirado en el espejo de los clásicos. ¿Es esto un pecado? De esta forma quiero rendir loores a mis héroes.

 A Fernando Villaamil que comandaba la fragata “El Furor” no le cupo la misma suerte, pereció en el ataque con toda su tripulación. Cervera los americanos le rindieron tributo de héroe y fue repatriado a España. El capitán Villaamil era asturiano de Serantes otro enclave marinero a escasos kilómetros de Castropol. Sabía de antemano dada la superioridad del enemigo que zarpaba hacia la muerte. Escribió antes de morir a la Reina María Cristina en el cual le declaraba su amor, su fe en la patria y el alto concepto que tenía de su misión. Para él la muerte era un acto de servicio. Decía: “Majestad, despliego el pabellón de combate del “Furor” pero mi fragata no se rinde”. Toda una vida en la mar. Estaba familiarizado con esa muerte que acecha al marino, esa soledad, ese espíritu e sacrificio y muchas veces había escuchado ese ruido sordo del serviola que trepa por la escala hasta la cofa y un golpe de viento lo hace caer inerte sobre cubierta. El capitán Villaamil no era muy alto de estatura de tez trigueña ojos azules y un espíritu del humar remarcado que le hizo ser muy querido por la tropa de los buques en los que sirvió. Todo un contraste con el gaditano Cervera más andaluz, más serio y distante. Los dos aun perdiendo aquella guerra que estuvo jalonada por la explosión del “Maine” (el primer auto golpe atentado terrorista, pretexto para declarar la guerra a España a la que acusaban de la trama) y las infamias y mentiras organizadas por los periódicos de Randolph Hearst) salvaron el honor de la patria quedando limpio e impoluto el pabellón de su honor. En Cuba y en Venezuela dos países en los cuales se sigue queriendo y admirando a España se los venera como héroes. Subo y bajo por las estrechas rúas de Castropol que me recuerdan algo a Cartagena y tienen algo de la melancolía habanera entre brisas y sonrisas cantabras. Pregunto a la funcionaria de correos si sabe donde queda el monolito a los héroes del 98 y no me sabe dar respuesta puesto que no es de aquí. A lo largo de los últimos cuarenta años se ha borrado la memoria, a nuestros héroes y nuestros hechos históricos se les ha dado de baja. Me estremezco al recordar las declaraciones de la alcaldesa de Barcelona Ada Colau que tampoco sabía quien era Cervera. Mandó quitarle la calle que llevaba su nombre en Barcelona cuyo puerto fue la base de operaciones de la larga guerra de Cuba. Muchos de los marinos y de la tropa que iba a pelear a la manigua llevaban en vez de gorra una barretina catalana. Los mambises pagados por los Estados Unidos lucían por bandera una “señera” franjas amarillas sobre franja azul y una estrella que es hoy también la bandera de Cuba. Por eso la ignorancia de la alcaldesa que tacha al gran marino español de “fascista” cuando aun ni Hitler ni Mussolini habían asomado la oreja me entristece y me repugna. Pero es algo muy de hoy. Hubo una cesura, se completó la interrupción más dolorosa de nuestros anales. La historia de España se ha interrumpido. Y yo acuso a las logias en este libro “Cataluña, los Judíos, la Marranería y otras historias” de haber orquestado una campaña siniestra, muy hábil por lo engañosa, fatídica y prolongada en el tiempo para dar al traste con la nación más antigua del continente europeo. Fuimos paladines de la cristiandad y por lo visto eso no se nos perdona.   

Estos textos evidencian mi preocupación por el alzamiento de Cataluña ▬ rebelión en la Granja pariando a Orwell ▬ que va a suponer un nuevo 98 y la destrucción de España a través de lo que llaman las Fuerzas Oscuras que no creen en la historia por serles adversa y adoptan los postulados de la misma que les conviene, “shafirot” esto es memoria o, si se quiere memoria antihistórica y contra la historia. Se trata de una larga serie de artículos escritos durante las ultimas dos décadas de un periodista perseguido a causa de sus ideas por la Nueva Inquisición. Cajón de sastre "et de omni re scibili". Esto es: tratan de todo, máxime, al albur del impase se la crisis catalana que, al suponer la fractura y liquidación de estos reinos, abocarían al colapso de esta vieja nación.  España atraviesa por la más grave crisis de su existencia como nación. De ahí el título de Quo vadis, Spain. George Orwell ya profetizó esta impase en sus novelas “1984 y La Granja de los Cerdos.  Los textos son recopilaciones de artículos firmados por mí en la Red durante casi tres décadas. Gracias a Google y a Facebook, puedo dar a la estampa estos textos pero no me fio demasiado. Las rerdes más que información son un instrumento de control. Huelgome de decir que Internet me ha hecho de mí un escritor vigilado por el Gran Hermano que trabaja gratis et amore por la causa de la verdad en el marco de un sistema totalitario con visos de demócrata. En medio de esta feria de vanidades y de progroms de la intelectualidad. Pretenden hacer una gran hoguera quemando las bibliotecas donde se guardan testimonios hostiles al sistema. Vivimos una verdadera noche de los cristales rotos y de persecución de todo aquello que signifique excelencia y no comporte grandes cantidades de mierda y vulgaridad. Gracias, con todo y eso a Guillermito Puertas, y gloria a ti, Zuckerberger. (Montañita de Azúcar).

La digitalización espolea a los escritores a ponerse sobre las cuartillas, conforme al mandato horaciano de “ningún día sin un par de líneas” y a ser partícipes de una inquietud que se ha hecho universal. Vivir sin vivir en mí lleno de curiosidad y deseos de conocer. Al propio tiempo cabe el peligro de caer en la marabunta de la información en torrente que nos desinforman paradójicamente e incomunica. Es el síndrome de la torre de Babel y del mito de Prometeo. Como todo el mundo escribe, nos estamos quedando sin líricos y, cambiando el oro por oropel, reemplazamos a los periodistas, por contertulios de la tele y politólogos por los poetas. Está en marcha una campaña contra la estética. La Red es, a la par que el gran guirigay, un arma de control y de espionaje. Aunque no sé si va a ser posible ponerle puertas al campo. El mundo va tan acelerado que corre el riesgo de un estallido. Todo pasa y se consume en medio de una avalancha de feroces actualidades que se olvidan a la mañana siguiente. El lector creo que en este baúl de crónicas, artículos, reportajes, cuentos y vivencias, en este revoltijo, podrá encontrar alguna perla. No se aburrirá; estoy seguro. Y, con el afán de ese hallazgo, publico y doy a la estampa estos textos.



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Publicado por Blogger para antonioparragalindo.blogspot.com e

 CIGUA


 

Cantó la curuxia anteanoche en la ramada del roble del camino por tres veces. La aldea estaba en silencio. Asturias del alma. Había subido a abrir la casona y al regresar escuché su llamada. La lechuza es el ave que llora. Colgados de la viga del techo estaban los calderos donde faenaba la abuela. "Cien años ha que nací y nunca tantas potas y cacharros vi". Alentaba aun la ceniza de los viejos pucheros. El almirez, las sartenes, las trébedes y los morillos alineados por la mano experta de la pobre güela que murió hace medio siglo. No había mejor cocedero en todo el concejo pero al volver el canto de la curuxia ahora en la sebe seguía sonando lúgubre y persistente.

Según la vieja creencia cuanto la lechuza gime sus tristezas sobre la rama que nunca verás pero sí que sentirás, es señal de que va a haber un difunto. Cerré puertas y ventanas, eché el alamud del portillo. No había luna. Un perro ladraba en la braña puede que fuera un lobo. La fuína, el raposo y el gochu salvaje eran los mi habituales vivitantes nocturnos pero esos no me asustaban. Entonces recordé las noches de filandón de mi infancia; los cuentos y consejas de las brujas de Puente Perín lunes y martes miercoles tres jueves y viernes sabado seis y domingo siete quitarle la chepa a ese. Me colocaron bien la joroba de la literatura. Llaman a la puerta madre. Hijo, déjalas que ellas solas se irán. ¿Ah sí?

El padre Astete señala en su catecismo como pecado menos grave creer en agüeros y cosas supersticiosas pero brujas haberlas haylas. Las brujas volando en el cielo nocturno me horrorizan pero en los bosques del Rellayo en la callela que rodea el manto de Santana me pareció haber visto hace unos años sentada a la vera de un rio junto a la peñona a una xana peinando sus cadeixos de oro. Era rubia y muy hermosa.

 Tal vez fuese mi imaginación pero percibo▬ es un don que el Todopoderoso da gratis a los artistas y poetas ultra sensibles y, cuando me encuentro a una persona, veo los contornos del aura que todos llevamos▬. ¡Cuidado cigua! Suenan las señales de alarmas y  me pongo en guardia.

Me fascinan las historias del nuberu y del culiebre. Los asturianos somos pueblo de brumas. Tememos a la guestia que anda por los ribazos, en procesión de calaveras con hachones encendidos, cantando tremendas. Es una herencia pagana de nuestros ancestros latinos que llamaban, dicen los que de esto entienden, a los gnomos del bosque nephelibata.

La estantigua pasa, canta la curuxia y las animas bajan la cuesta de Artedo por el Revellín cruzan hasta el Ribete y se sumergen en las olas de la playa con sus blandones incandescentes. Van cantando " Hijos, caminad de día que la noche es mía".

Conviene recogerse y no mirar para los trasgos porque si un difunto que marcha en la fila de la estantigua, vestido de fraile, ocultando su cara de calavera, en la capucha, te mira a los ojos,  a los tres días mueres.

Dicen los gallegos que las meigas van y vienen con la luna llena y cantan por las aldeas vacías como ésta en la que vivo el miserere o el oficio de difuntos. Se recomiendan a los que vayan de noche por los caminos que lleven consigo un relicario que les sirva de defensa. Una imagen de Cristo o de la Virgen para disuadir al diablo, el mejor detentebala. Hay que decir cuando se las siente este ensalmo: "fillo do demo, cata la cruz". Y se van pero hay algunas que son más contumaces y no hay sortilegio que valga para ellos. Son las almas de los endemoniados.

En abono de todo lo dicho, yo podría contar muchas anécdotas pero el material daría para un libro. Bástenos saber que la cigua es cosa cierta. La cigua es una palabra bable que los españoles importamos de Cuba. Es  la cigua prima hermana del vudú e hija de la magia negra. Única solución el agua bendita y rezar todas las noches el trisagio de San Miguel Arcángel. Ese las espanta.

La superstición es parte de la vida misma. Viví cinco años en Londres en el barrio de South Kensigton. En el edificio había el fantasma de un templario irlandés el conde Kelly que murió en las cruzadas. Este hecho paranormal los vecinos lo asumían como algo normal y un amigo mío me contó que una noche se lo encontró sentado tranquilamente  en el sofá de la salita hojeando las paginas ensabanadas del Times.

¿Cómo no creerlo? Cuando alguien mienta la palabra cigua yo toco madera pero Villeguillo se pone de los nervios cuando escucha en estas noches del invierno el canto de la curuxia. Le echó las cartas una saludadora y desde entonces dejó de asistir a las sesiones espiritistas donde se hace la guija.

No recomiendo las artes diabólicas pero brujas haberlas haylas. Tengo, por mi parte, yo más miedo a los vivos que a los muertos.  Y por estos pagos rondan ahora bandas de ladrones del Este.

A diferencia de Villeguillo me encanta el grito de la curuxia. Antes de asustarme, me arrulla y me duermo con el 38 que me compré en un viaje a Texas debajo de la almohada por si los bandidos que asaltan las casas de los viejos, se les ocurre pisar mi umbral, los dejo secos. Es una mala costumbre que copié de los norteamericanos. Allí el allanamiento de morada se paga con la muerte y hay todo un armero en cada casa por modesta que sea. Los temo, ya digo, a ellos más que a los fantasmas pero brujas haberlas haylas.

 КУПРИН СВИДЕТЕЛЬ РУССКОЙ РЕВОЛЮЦИИ И УЖАСОВ ХХ ВЕКА




АНТОНИО ПАРРА






Когда он жил на негостеприимном чердаке в Пигаль, то ходил на станцию ​​Аустерлиц в то время, когда Транссибирский поезд отправлялся в Москву, чтобы посмотреть, кто едет на вожделенную далекую родину, садился в один из вагонов и посидеть там некоторое время, прежде чем колонна тронется. Я как будто ступил на кусочек русской земли. Сын барина или мелкого помещика, родившийся в 1870 году, он был сторонником демократических меньшевиков, а затем и сил генерала Врангеля против Ленина. Ему пришлось бежать, но от ужасов той революции, от той тоски по ушедшему, от той типично русской тоски (taská), пульсирующей во всех его книгах и непобедимой, особенно в рассказах и рассказах импрессионистов.


 Его знаменитый рассказ «Деребиу» («Деревня») — один из шедевров мировой литературы. В 1918 году он бежал в Берлин. Потом он оказался в Париже, развелся с женой, голодал и борьба за жизнь заставила его жаловаться в письме другу Тургеневу, что его существование превратилось в постоянные переезды в поисках жилья подешевле. Пока он не выдерживает больше и не просит визу в советском посольстве. Вопреки предположениям, связанным с его биографией, ему не только предоставлена ​​охранная грамота, но и встречены со всеми почестями в гостинице «Метрополис» в Москве.


 Правительство регистрирует его в Консорциуме писателей и даже выделяет ему дачу вне семьи. Сталин тогда был «маленьким отцом», поскольку Суд над врачами еще не начался. Александр Иванович Куприн вернулся из ссылки старым и больным. Когда он приходил вдыхать дымы паровозов, направлявшихся в Сибирь, он знал, что то место в купе, которое он ласкал, как часть национальной земли, было землей, ожидавшей его смерти. Прошло двадцать пять лет с тех пор, как я слышал пение московских соловьев. «Цветы этой страны, — записал он в своем полевом блокноте, — пахнут иначе, чем цветы других мест».


Советское правительство не только поместило его в небольшой загородный дом на окраине, но и выделило ему врача и медсестру, в которых он влюбился. Ее звали Элизабета, и он женился на ней незадолго до своей смерти 25 августа 1938 года. Рак пищевода и болезнь Альцгеймера означали, что по возвращении из ссылки он практически ничего не писал, но в СССР с ним хорошо обращались, вопреки тому, чем он хвастался. и был устроен государственные похороны. Его красивой жене Элизабете, которая была на тридцать лет моложе его, не повезло. Он покончил жизнь самоубийством в начале голодного 1943 года, в разгар блокады Ленинграда.


 «Деревня», книга, которую я прочитал в подростковом возрасте, была одним из текстов, которые произвели на меня наибольшее впечатление. Я до сих пор помню маленький восьмой формат в желтом переплете из «Универсальной коллекции». Его девизом в кружке было настроение, и те русские авторы, которых я начал читать в дешевых изданиях или которых брал в библиотеке Куатро Каминос и на чьих страницах заворожился, отключаясь от мира на маршруте Гран Виа-Эстречо, были истинные Прометеи.

Моя встреча с русской литературой была прозрением, она наметила направления. И эта Атланта из Универсальной коллекции — это истинная судьба этой огромной страны: быть Христошаром, несущим на себе вес этой планеты. В этом смысле русские поэты, наследники классической Греции через призму христианской традиции, ощущают себя частью мессианской миссии.

Куприн (поэтому я его так хвалю) был моим боевым крещением. Гоголь продолжал со своим гротескным и функциональным чувством юмора, называя некоторых негодяев Госыдарами (Превосходительство), но с прекрасным критиком, описывающим обычаи евреев, антисемитов и очень католических поляков.

 С Гоголем в «Тарасе Бульбе», с которым я провел прекрасное Рождество, мне хотелось быть гетманом и лететь на Кавказ защищать царя, зачисленного в «сенту» (эскадрон). Представленный им казак настолько забавен, что он признается, что предпочитает кальян жене.

Потому что без этого можно обойтись, а для казака бросить курить невозможно. И это не история о хорошей трубке.


Чехов заставил меня отчаянно полюбить недосягаемую Дульсинею. Ольга олицетворяет химически чистый платонизм, который является неправильным способом любить, но я помню, что в самую трагическую ночь моего существования, когда я собирался покончить жизнь самоубийством, я оставил забытой на столе того «Историю угря». Ресторан в Овьедо однажды вечером на Сан-Матео, 1974 год.

Эта история станет предчувствием того направления, в котором мое существование будет развиваться позже.

Свидетельство о смерти и воскресении. Я плачу по глазам души того покрытого мехом «дяди Вани», которого я тоже потеряла в приемной того лондонского родильного зала, где в 1976 году должна была родиться моя дочь.

Дядя Ваня запотевает стекла очков, когда плачет. Его плач связан

 

KUPRIN TESTIGO DE LA REVOLUCIÓN RUSA Y DE LOS HORRORES DEL SIGLO XX


 

ANTONIO PARRA


 

 

Cuando vivía en una inhóspita buhardilla de Pigalle se acercaba a la estación de Austerlitz a la hora en que salía para Moscú el Transiberiano para ver a quién viajaba a la añorada patria lejana, subía a uno de los vagones y se quedaba allí sentado un rato antes de que el convoy arrancara. Era como si pisara un trozo de tierra rusa. Hijo de un barín o pequeño terrateniente, nacido en 1870, se había mostrado partidario de los mencheviques democráticos y posteriormente de las fuerzas del general Wrangel en contra de Lenin. Tuvo que huir pero los horrores de aquella revolución, aquella añoranza por lo que se fue, esa melancolía tan típicamente rusa (taská) palpita en todos sus libros y es imbatible sobre todo en los relatos impresionistas y en los cuentos.

 Su famosa novela corta “Derebiu” (La aldea) constituye una de las obras maestras de la literatura universal. En 1918 huye a Berlín. Luego recala en París, se divorcia de su mujer, pasa hambre y la lucha por la vida le hace quejarse en carta a su amigo Turguenev de que su existencia se había convertido en una mudanza continua de vivienda a la búsqueda de una chambra más barata. Hasta que no puede más y pide un visado en la Embajada soviética. Contra las suposiciones por sus antecedentes el salvoconducto no sólo se le concede sino que es recibido con todos los honores en el Hotel Metrópoli de Moscú.

 El gobierno le registra en el Consorcio de Escritores y hasta le asigna una dacha a las afueras de su familia. Stalin era por entonces el “padrecito” pues no había empezado aun el Juicio de los Doctores. Alexander Ivanovich Kuprin retornó del exilio viejo y enfermo. Cuando acudía aspirar los vapores de las locomotoras con destino a Siberia sabía aquel asiento del compartimiento que acariciaba como un parte del suelo patrio era la tierra que le aguardaba para morir. Hacía veinticinco años que no había escuchado cantar a los ruiseñores moscovitas. “Las flores de la patria-había escrito en su cuaderno de campo- huelen de una forma diferente a la de otros sitios”.

El gobierno soviético no sólo le alojó en una casita de campo a las afueras sino que también le asignó un médico y una enfermera de la cual se enamoró. Se llamaba Elisabetha y con ella contrae matrimonio poco antes de su muerte el 25 de agosto de 1938. el cáncer de esófago y el Alzheimer hacen que, vuelto del exilio, no escriba prácticamente nada, pero fue bien tratado, contra lo que presumía, en la URSS y se le rindió un funeral de Estado. Su bella esposa, Elisabetha, treinta años ,más joven que él no tuvo la misma suerte. Se suicidaría a principios de 1943, el año del hambre, en pleno cerco de Leningrado.

 La Aldea un libro que leí en mi adolescencia fue uno de los textos que más me marcaron. Aun recuerdo su pequeño formato en octavo de pastas amarillas de la Colección Universal. Su divisa dentro de un círculo era un talante y aquellos autores rusos que empezaba a leer en las ediciones baratas o que prestaba de la biblioteca de Cuatro Caminos y en cuyas páginas me extasiaba, desconectándome del mundo en el trayecto Gran Vía-Estrecho eran verdaderos prometeos. 
Mi encuentro con la literatura rusa fue una epifanía, trazó rumbos. Y ese Atlante de la Colección Universal es un verdadero destino para ese inmenso país: ser el cristobalón que cargue con el peso de este planeta. En ese sentido los poetas rusos, herederos de la Grecia clásica bajo un prisma de tradición cristiana, se sienten formando parte de una misión mesiánica. 
Kuprin (por eso lo pondero tanto) fue mi bautismo de fuego. Siguió Gogol con su sentido del humor esperpéntico y funcionaral llamando Gosydar ( Excelencia) a algunos canallas pero con un excelente critico para describir las costumbres de los hebreos y de los antisemitas y catoliquísimos polacos.
 Con Gogol en “Tarás Bulba” con el que pasé unas hermosas navidades quise ser atamán y volar al Caucaso a defender al zar enrolado en una “sentna” (escuadrón). El cosaco que presenta es tan divertido que confiesa preferir su cachimba a la mujer de uno. 
Porque de ésta se puede prescindir pero dejar de fumar para un cosaco es algo imposible. Y esto no es el cuento de la buena pipa.

Chejov me hizo amar con desesperanza a inalcanzables Dulcineas. Olga personifica el platonismo químicamente puro que es una forma incorrecta de amar pero recuerdo que la noche más trágica de mi existencia cuando estuve a punto de suicidarme dejé olvidado “La historia de una anguila” en la mesa de aquel restaurante ovetense una noche de San Mateo de 1974. 
Aquel relato sería una premonición de los rumbos que adquiriría mi existencia después. 
Testimonio de muerte y resurrección. Lloro por los ojos del alma de aquel “Uncle Vania” forrado en piel que también perdí en la sala de espera de aquel paritorio de Londres donde nacería mi hija en 1976. 
El tío Vania al llorar empaña el cristal de sus lentes su llanto tiene que ver con las inconstancias del amor, la fugacidad de la vida, lo poco importante que nos sucede, lo poco que somos. Nada se puede hacer.

Y algunas veces escucho atemorizado los demoledores golpes de que dan los leñadores que han venido a talar nuestro jardín de los cerezos. Vienen a expulsarnos  del Eden pero la vida es eso. 
Mientras a lo lejos se perfila como la columna de fuego que guió al pueblo de Israel a la tierra de la promesa. Es el Monje Negro que cabalga de nuevo y se acerca atravesando el campo de girasoles. Otro relato impresionante.

Los personajes de Gorki, el  dulce y amargo tísico de los ojos color ajenjo, me invitan a subir al andamio donde pintan las techumbres de las iglesias ortodoxas mientras que me aconsejan que no espere demasiado de las mujeres y que me gane el pan con mis propias manos. Con ellos me hice batelero y navegué con ellos aguas arriba aguas abajo del Volga.

Pushkin, el Homero ruso, es la palabra hecha carne y esperanza.
 Dostoyevsky me ayudó a hacer examen de conciencia. Y a bucear dentro de mí mismo. Sus libros son casi epilépticos de tan vertiginosos en su acción interior desencadenada. 
Hay que estar muy atentos para seguir el hilo sin perder el huelgo. Proyectan un mundo de estados de ánimo cambiante ambulando entre ángeles y demonios. Van desde los impulsos de Raskolnikov a asesinar a la viehj hasta los alegatos en defensa de la existencia de Dios que pone el autor de los Hermanos Karamazov en boca del P. Zossima. 
Desde las páginas de este gran libro misterioso el Cristo ortodoxo extiende sus brazos amor y de perdón y nos alienta a no desfallecer puesto que al final el bien superará a la maldad.
 Aunque antes tengamos que apurar el cáliz. Somos pecadores y a veces nuestra vida nada tiene que ver con nuestra obra. La gracia presupone a la naturaleza. Fedor Dostoyevsky, por ejemplo, como individuo debía de ser un tipo poco recomendable: algo borrachón pues el alcoholismo fue causante en él de la epilepsia, tahúr, algo maniático y anarquista que quiso matar una vez a su patrona y que estuvo condenado a muerte.

 TIEMPO DE NAVIDAD TREGUA SANTA

 

Empezó el adviento

Santo advenimiento del Mesías

Desaparezcan las guerras

Caen las hojas con el viento

Es la hora del adviento

Hay que aljofifar los suelos

Fregar nuestras pasiones

Somos hijos del pecado

Meter las discrepancias

En el tahalí del silencio

Orar y esperar

Eso es el adviento