2020-12-05

escribi al abad de silos y ni se dignó contestar pero contento el abad por el cañaveral. Dura es ka vida de un escritor como yo a redropelo

 

Abad de Silos

Abadía Benedictina

09610 SANTO DOMINGO DE SILOS

(Burgos)


Muy reverendo padre Abad:

Me tomo la licencia de dirigirme a Vuestra Paternidad para ofrecerle mi último libro Cela, el Café Gijón” que reputo interesante por ofrecer aspectos desconocidos de la vida española y de Camilo José Cela a quien traté de cercas. Sé lo mucho que hizo esa gloriosa abadía bajo su báculo en pro de la literatura española. Protegió A Alberti, a Gerardo Diego y otros escritores y poetas que fueron crisol de Castilla en su calidad de sede espiritual de nuestra catolicidad y de nuestra lengua milenaria. Cela pudo pasar en vida por agnóstico pero un creyente a la vieja usanza de nuestros cristianos viejos.

Estaba orgulloso de tener como pariente a un franciscano que fue martirizado en Palestina y de ser paisano de san Pedro Mezoncio que (corríjame si me equivoco) fue el autor de nuestra amada “Salve”.

Creo haber escrito un libro importante aunque no políticamente correcto y por eso se lo envío pues sé que el texto quedará en su archivo y no se perderá. Asimismo, desde que era seminarista –no alcancé el sacerdocio pues no fui digno pero los buenos operarios diocesanos inculcaron en mí la devoción a la Virgen, al latín y a los libros- he sido un apasionado lector de las obras de fray Justo Pérez de Urbel (el Año cristiano una verdadera maravilla, los Mártires de la Iglesia, un libro importante por el que fue muy calumniado – fray Justo fue para mí un mártir sin derramamiento de sangre, un perseguido como lo he sido yo en mi capacidad de periodista y corresponsal en Londres y Nueva York de la fenecida prensa del movimiento.

Sus libros me inspiraron el amor a la liturgia, a la epacta, a los ciclos estacionales, al canto gregoriano y a esa humildad benedictina del “Ora et labora”. Yo he sido y sigo siendo un obrero de la palabra y creo que Fray Justo y san Benito me dispensaron su protección desde el cielo sin merecerlo.

Este libro como otros “Seminario Vacío”, “Lloviendo Rosas”, “Quien encontrará a la mujer fuerte”, “Remember Brunete” y “Viva Claraval” lo he editado a mis expensas en una edición corta pero aun así, dadas las circunstancias en que nos encontramos en España, donde funciona una especie de censura ideológica bajo apariencia económica, las librerías se niegan a aceptar esto libros alegando que “no tengo distribuidora”.

Comprenda, mi reverendísimo padre abad, mi situación: he de promocionarlos yo mismo perdiendo la mayor parte del dinero de la edición.

Por esto le pido, si lo tiene a bien y da su anuencia, tenga la bondad de incluir en el sobre que le adjunto la cantidad de 15€ billete de diez y de cinco y que Dios se lo pague.

Al recibirlo yo le haría un recibo como gastos de contabilidad, pero, si le parece oneroso, o demasiado atrevimiento por mi parte (espero que no, es una limosna que le dan a este pobre escritor jubilado, haciendo honor a la tradicional hospitalidad benedictina), pues que el libro le sirva de lectura alborozada a algún piadoso monje que lo incluya en los fondos del archivo monacal.

Apelo a su benevolencia, le saludo, frater in Xto y le deseo mucha salud y presencia de ánimo a sabiendas de que a pesar de que lo estamos pasando mal muchos cristianos que nos dedicamos a pensar y a escribir, exilados en nuestro interior y sin posibilidad de acceso a los medios de comunicación que están en manos de quienes están, pasará la nube y se hará la claridad tras las tinieblas del pensamiento único materialista.

Beso su anillo pastoral y suplico su bendición abacial.





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