2022-01-14

una recapitulación y un aviso

 iños ucranianos cantando villancicos

 

La Escena es conmovedora. Un grupo de niños y adolescentes cantando villancicos (koliadki) y pidiendo al Niño Jesús y a su Santa Madre que aleje el fantasma de la guerra. Digo yo que esta preciosa y enternecedora escena debiera conmover a los otanianos de Bruselas a ese Borrell que es un burro y un inepto como político globalista o a ese alemán el jefe de los guardias le recuerdo lo que aconteció en Stalingrado. ¿Quiere otra repetición de las matanzas? Para mi lo que está pasando en Ucrania es obra del contubernio del judío Zelinski y sus adláteres en Washington. No me gustaría que ningún soldado de mi patria, como español y descendiente de un divisionario de la Blau, se manchase las manos de sangre. Además creo que los milites de doña Maggy Oaks quiero decir Margarita Robles la de los papos caídos le den vela en ese entierro. Para mi Ucrania y sé algo de historia siempre fue parte de Rusia. De Kiev la Santa irradia el latir del corazón de la ortodoxia. A Ucrania en sus tierras negras la llamaban el granero de Europa. Estoy seguro de que Putin nunca atacaría. Ese seria el deseo del burro de Borrell y sus compadres. Que escuchen estos villancicos por favor. Los bellos koriadki que son precioso y que piensen en el futuro de estos niños si se desencadenara una  ofensiva. Yo tengo el corazón partido y esos tipos  de Bruselas lo tienen que es del pedernal más duro. No me queda otro remedio que gritar: “Viva Stalin porque metió en vereda a los judíos”. No era un calmuco kasajo como Lenin ni judio sino un georgiano ortodoxo ruso

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