2025-11-20

 

BREXIT LOS INGLESES VUELVEN A JUGAR A SU VIEJA POLITICA DE BALANZA DE PODERES


EN España LOS COMENTARISTAS  Y TERTULIEROS, LOS QUE ESTAN ARREGLANDO A España A TODAS HORAS Y NO DAN SOLUCIÓN NINGUNA, MIENTEN POR TODA LA BNARBA, conozco A LOS INGLESES Y AMO A Inglaterra DONDE CONOCÍ EL AMIOR Y DONDE DOS LUSTROS DE MI VIDA PASÉ.
Ya digo: los plumíferos a la carta de nuestras redes sociales no dan una. Ese Johnson malos pelos que se parece al león de la Metro, un judío turco educado en Oxford, buen acento y buenas maneras pero un rufián de siete suelas, la está liando parda, va a acabar con la Europa de los mercaderes y aquí paz y después gloria. 

A los británicos indómitos no les gusta que les mangoneen los gnomos de Zúrich ni los burócratas de Bruselas. Recuerdo aquel primero de enero de 1973 cuando se adhirió Gran Bretaña al tratado de Roma yo mandé una crónica al Arriba en la cual trataba de reflejar el amanecer triste de aquella Noche Vieja.
Llovía y en Picadilly ALGUNAS PUTILLAS AL ALBERGUE DE LA NOCHE Y EN MINIFALDA, BANDERITAS DE LA UNION JACK  CORRÍAN POR EL REGATO.  Aquello parecía una película de "Bienvenido Mr. Marshall".
MI AMIGO Graham ME DIJO:
- HOY HEMOS PERIDO UNA GUERRA,TONI,PERO LA VOLVEREMOS A GANAR. 
FUCK EUROPE.
A DIA DE LA FECHA EFECTIVAMENTE EUROPA SE VA A TOMAR POR EL CULO













Rafael Sánchez Mazas en una delegacion franquista enviada a Roma en 1939.jpg




















RAFAEL SÁNCHEZ MAZAS LA VIDA NUEVA DE PEDRITO ANDÍA


 


Escribir es como rezar y mis plegarias se adentran en mundos olvidados preteridos denostados. Ahora lo marginal sólo interesa, lo demás es propaganda venal de los padres conscriptos digotelo yo, Jáuregui, y a ti Onega lameculos. Los generales de antaño fueron fusilados por los chusqueros y estamos en manos de esta mafia periodística, tengo el corazón en un puño y el alma puro grito.


Pocas generaciones literarias dieron tanto juego, hasta casi el espasmo, como aquel florilegio de escritores falangistas: Mourlen Michelarena, García Serrano, Tomás Salvador, Agustín de Foxá, Tomás borras. Rafael Sánchez Mazas pertenece al cupo de aquella primera floresta. Su primorosa novela la vida nueva de Pedrito Andía que retrata el primer amor de un educando en colegio de jesuitas.  La recomendaba aquel buen padre Penagos en los ejercicios de redacción del seminario Comillas curso 1959-60. Se me ha venido al releerla aquel mundo arriba cuando todo anda boca abajo.


 Era el año 1959 un otoño mágico. Eisenhower era recibido apoteósicamente por el general Franco y la España de posguerra daba paso a los tiempos esperanzados del desarrollo económico. Rafael Sánchez mazas un aristócrata vasco con palacio ducal en Extremadura fue el primer ministro de cultura en el primer gabinete después de la guerra civil. Fue uno de los grandes corresponsales que firmaban crónicas en el Arriba. Narró el ascenso de Mussolini, le sucedería Ismael Herraiz para contar la caída del régimen fascista, Italia fuera de combate. Sus crónicas eran magistrales al unísono con las de Eugenio Suarez el cual desde Budapest refirió para todo aquel que quisiera leer en libertad la destrucción de Hungría por los tanques rusos y los B52 norteamericanos. Como contó la verdad Eugenio Suarez hoy es un autor descatalogado, lo pusieron  fuera de combate los manigeros de la información en su avidez por ubicar a la Historia patas arriba, pero los hechos de la vividura de estos periodistas de la prensa del movimiento están ahí. Inalterables. Los hechos son sagrados las opiniones libres un lema olvidado por los contumaces de la fake news.


 A mí,  en mi modestia, me cupo de cerrar el ciclo y echar el cierre a las oficinas de Pyresa primero en Londres y de seguido en Nueva York uniendo mi nombre al de estos de eminentes escritores. Aspiraba a ser émulo de todos estos, hoy, ay, fenecieron aquellas plumas galanas. Fuimos los últimos de aquella insigne hornada —last of the breed—en la cúspide de una generación cifra y compendio y modelo para todo aquel que quiera ceñir su existencia al oficio de narrar. Se acabó lo que se daba.


Puede todavía siga habiendo alguien que lea a Julio Camba o Mariano de Cavia, a D´Ors, Alfonso Barra, Félix Ortega, a Ricardo León corresponsal en Berlín en 1914, o Eugenio Montes considerados como pioneros en el oficio de enviado especial.


Rafael Sánchez Mazas fue celebre por otro concepto: hecho prisionero en Madrid y refugiado en una embajada extranjera consiguió escaparse a Cataluña tras una larga peripecia pero, aprehendido  por los rojos, compareció ante el pelotón de fusilamiento  del ejercito republicano. Había poca luz en el paredón de aquel convento cerca de la frontera, sonó una descarga, se hizo el muerto evitando así ser rematado con el tiro de gracia. A boca de noche y arrastrándose entre las zarzas consiguió alcanzar una masía cerca de Gerona. Su escapada dio lugar a la gran novela de Javier Cercas (también éste fue periodista de la Prensa del Movimiento como redactor de “Los Sitios”.)


En una entrevista que me concedió cuando yo era reportero Rafael elidió referirse a este suceso. Por lo visto uno de los cabos del ejercito rojo dio la alerta: “aquí no hay nadie”. Estaba oscuro y todo el ejercito vencido se daba prisa por alcanzar la frontera francesa. La vida  de este periodista y escritor fue senda de abrojos. En el capítulo 49 (poder profético de la literatura) parece ya intuir este lance iba a ser condenado a muerte por fusilamiento cuando cae por la ventana de un pajar y se lastima con los pinchos de aliagas y  zarzas, “entonces suena una voz de alguien que viene hacia él con una escopeta… “¿Quién anda ahí? No dispares, tía… Soy Pedrito… Cuando te toque ir a la guerra serás valiente Pedrito, le dice la tía… sí; no más


 Clara en la novela revela su amor apasionado por don Carlos VII era... Pero si ya no hay guerras, Pedrito… Lo dicen en la sociedad de Naciones. …Pues habrá, Pedrito, y a ti puede que te quieran fusilar los liberales pero saldrás adelante porque eres muy listo…”


No me cabe duda de que existe algo premonitorio en este pasaje.


Sánchez Mazas era un tipo alto de aspecto semita acérrimo a los principios del movimiento, fumador empedernido e inasequible al desaliento, tuve la suerte de conocerlo. Venía de la tradición carlista por derecho de familia pero los Andía se sienten traicionados por los borbones. Luego los falangistas también lo traicionaron y lo relegaron al olvido.


Fue de los  pocos que se abstuvieron de comulgar con ruedas de molino, de los que no subieron al carro del oportunismo; Él no cambió de chaqueta. Al morir en 1966 sentenció su abandono con esta frase: “ni perdono ni olvido”.


Su hijo Rafael Sánchez Ferlosio autor del “Jarama” recogió el testigo y fue un innovador de la prosa española. Se hizo socialista.


La vida nueva de Perico Andía es un relato bien escrito lleno de candor y de ternura con referencias a su primer amor Isabelita y su amistad inquebrantable con un compañero de clase, Joshé Mari, y la admiración al padre Cornejo, traduciendo a Juvenal y aferrado al báculo del Raimundo de Miguel aquel diccionario en el que aprendimos latín en aquellos internados de jesuitas.


Se nota el aire vascuence de su autor en frases y giros que salen de debajo de una chapela… Perico muy cargado vas, pintor o así te has hecho.


El estilo es autobiográfico. Un texto de las entradas de un diario de un adolescente en la edad del pavo y el despertar de sus células en unas vacaciones de verano de 1953. El estilo correctísimo y algo dandy me ha hecho pensar en el Great Gatsby de Fitzgerald son los locos años 20 pero sobre todo me ha recordado la voz carraspeante del Padre Penagos que llegaba al aula con su jovialidad inquebrantable con artículos de periódicos copiados a ciclostil para los temas de redacción. Este libro ha sido para mi una evocación también de mi adolescencia difícil.


Agur jauniak (adios, señores), que decía mi amigo Aramburu cuando jugábamos a pala.  


 

Sánchez Mazas, el escritor al que quisieron fusilar


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Rafael Sánchez Mazas, "La vida nueva de Pedrito Andía"
Escribir es como rezar, y mis plegarias se adentran en mundos olvidados preteridos denostados. Ahora lo marginal sólo interesa, lo demás es propaganda venal de los padres conscriptos, dígotelo yo, Jáuregui, y a ti Onega lameculos. Los generales de antaño fueron fusilados por los chusqueros y estamos en manos de esta mafia periodística, tengo el corazón en un puño y el alma puro grito.
Pocas generaciones literarias dieron tanto juego, hasta casi el espasmo, como aquel florilegio de escritores falangistas: Mourlen Michelarena, García Serrano, Tomás Salvador, Agustín de Foxá, Tomás Borras. Rafael Sánchez Mazas pertenece al cupo de aquella primera floresta. Su primorosa novela “La vida nueva de Pedrito Andía”, que retrata el primer amor de un educando en colegio de jesuitas. La recomendaba aquel buen padre Penagos en los ejercicios de redacción del seminario de Comillas, curso 1959-60. Se me ha venido al releerla aquel mundo arriba cuando todo anda boca abajo.
Era el año 1959, un otoño mágico. Eissenhower era recibido apoteósicamente por el general Franco y la España de posguerra daba paso a los tiempos esperanzados del desarrollo económico. Rafael Sánchez Mazas, un aristócrata vasco con palacio ducal en Extremadura, fue el primer ministro de Cultura en el primer gabinete después de la Guerra Civil. Fue uno de los grandes corresponsales que firmaban crónicas en el “Arriba”. Narró el ascenso de Mussolini, le sucedería Ismael Herraiz para contar la caída del régimen fascista, Italia fuera de combate. Sus crónicas eran magistrales, al unísono con las de Eugenio Suárez, el cual, desde Budapest, refirió para todo aquel que quisiera leer en libertad la destrucción de Hungría por los tanques rusos y los B52 norteamericanos. Como contó la verdad Eugenio Suárez, hoy es un autor descatalogado, lo pusieron fuera de combate los manigeros de la información en su avidez por ubicar a la Historia patas arriba, pero los hechos de la vividura de estos periodistas de la Prensa del Movimiento están ahí. Inalterables. Los hechos son sagrados, las opiniones libres, un lema olvidado por los contumaces de las “fake news”.
A mí, en mi modestia, me cupo cerrar el ciclo y echar el cierre a las oficinas de Pyresa, primero en Londres y de seguido en Nueva York, uniendo mi nombre al de estos de eminentes escritores. Aspiraba a ser émulo de todos estos, hoy, ay, fenecieron aquellas plumas galanas. Fuimos los últimos de aquella insigne hornada -last of the breed- en la cúspide de una generación cifra y compendio y modelo para todo aquel que quiera ceñir su existencia al oficio de narrar. Se acabó lo que se daba.
Puede todavía que siga habiendo alguien que lea a Julio Camba o Mariano de Cavia, a D’Ors, Alfonso Barra, Félix Ortega, a Ricardo León, corresponsal en Berlín en 1914, o Eugenio Montes, considerados como pioneros en el oficio de enviado especial.
Rafael Sánchez Mazas fue célebre por otro concepto: hecho prisionero en Madrid y refugiado en una embajada extranjera, consiguió escaparse a Cataluña tras una larga peripecia, pero, aprehendido por los rojos, compareció ante el pelotón de fusilamiento del Ejército republicano. Había poca luz en el paredón de aquel convento cerca de la frontera, sonó una descarga, se hizo el muerto, evitando así ser rematado con el tiro de gracia. A boca de noche y arrastrándose entre las zarzas, consiguió alcanzar una masía cerca de Gerona. Su escapada dio lugar a la gran novela de Javier Cercas (también este fue periodista de la Prensa del Movimiento como redactor de “Los sitios”.)
En una entrevista que me concedió cuando yo era reportero, Rafael elidió referirse a este suceso. Por lo visto, uno de los cabos del Ejército rojo dio la alerta: “Aquí no hay nadie”. Estaba oscuro y todo el Ejército vencido se daba prisa por alcanzar la frontera francesa. La vida de este periodista y escritor fue senda de abrojos. En el capítulo 49 (poder profético de la literatura) parece ya intuir este lance, iba a ser condenado a muerte por fusilamiento, cuando cae por la ventana de un pajar y se lastima con los pinchos de aliagas y zarzas, “entonces suena una voz de alguien que viene hacia él con una escopeta... ¿Quién anda ahí? No dispares, tía... Soy Pedrito... Cuando te toque ir a la guerra serás valiente, Pedrito, le dice la tía... sí; no más.
Clara en la novela revela su amor apasionado por don Carlos VII era... Pero si ya no hay guerras, Pedrito... Lo dicen en la Sociedad de Naciones. … Pues habrá, Pedrito, y a ti puede que te quieran fusilar los liberales, pero saldrás adelante porque eres muy listo...”.
No me cabe duda de que existe algo premonitorio en este pasaje.
Sánchez Mazas era un tipo alto de aspecto semita acérrimo a los principios del Movimiento, fumador empedernido e inasequible al desaliento, tuve la suerte de conocerlo. Venía de la tradición carlista por derecho de familia, pero los Andía se sienten traicionados por los Borbones. Luego los falangistas también lo traicionaron y lo relegaron al olvido.
Fue de los pocos que se abstuvieron de comulgar con ruedas de molino, de los que no subieron al carro del oportunismo. Él no cambió de chaqueta. Al morir, en 1966, sentenció su abandono con esta frase: “Ni perdono ni olvido”.
Su hijo Rafael Sánchez Ferlosio, autor del “Jarama”, recogió el testigo y fue un innovador de la prosa española. Se hizo socialista.
La vida nueva de Perico Andía es un relato bien escrito lleno de candor y de ternura, con referencias a su primer amor, Isabelita, y su amistad inquebrantable con un compañero de clase, José Mari, y la admiración al padre Cornejo, traduciendo a Juvenal y aferrado al báculo del Raimundo de Miguel, aquel diccionario en el que aprendimos latín en aquellos internados de jesuitas.
Se nota el aire vascuence de su autor en frases y giros que salen de debajo de una chapela... Perico, muy cargado vas, pintor o así te has hecho.
El estilo es autobiográfico. Un texto de las entradas de un diario de un adolescente en la edad del pavo y el despertar de sus células en unas vacaciones de verano de 1953. El estilo correctísimo y algo dandy me ha hecho pensar en el Great Gatsby de Fitzgerald, son los locos años 20, pero, sobre todo, me ha recordado la voz carraspeante del padre Penagos, que llegaba al aula con su jovialidad inquebrantable con artículos de periódicos copiados a ciclostil para los temas de redacción. Este libro ha sido para mí una evocación también de mi adolescencia difícil.
Agur jauniak (adiós, señores), que decía mi amigo Aramburu cuando jugábamos a pala.

2025-11-19

NAVIDADES 1981

 

1981 vaya una nochebuena

pasaron tres decades, un soplo, y aquel tiempo me llega enredado entre los bigotes de lech walesa, los mineros arrodillados en los astilleros de Gdansk t los curas oyendo confesiones. En las noches escuchaba la onda corta en aquella radio enorme y lujosa que tenía un ojo mágico con pestaña azul, algo siniestro que recordaba a la guerra y el guial daba vueltas en corcunferencia… aquí polonia… radio Varsovia. Ya estçan ahí pero mentira. Los tanques rusos no acaban de llegar nunca. Las malas lenguas decían que Lech era hijo del propio papa pues es costumbre inv eterada- acabo de leer a Gogol que se refiere a los polacos como herejes- de que toda polonesa tiene a gala (una bendición del Altísimo) ser fecundada por un “papiesa”. El general Jaruselski gastaba gafas negras y se parecía un poco a don Bienvenido pero los tanques soviéticos no llegaron nunca. Aquel fue el año del cambio o si se quiere el de una era contra un sistema de valores en que creíamos y no vimos pero ese era el testimonia, el vaticano templando gaitas ofició de maestro de ceremonias. Ya se cuarteaba el muro y yo entretenía mis noches de dolor velando radiofonías y comiendo turrón. Me partí un diente. Empezó el ciclo de navidades dispomanas glotonas y no era el santo advenimiento lo que3 se venía encima sino el general aburrimiento de corrupciones y persecuciones. A ceaucescu lo darían mulé sobre la nueve de Timisoara ocho años después. Ahora el tema de todos los días es Putin pero nada es lo que parece. Volodia es uno de ellos. Había escrito un par de novelas el diablo en lo alto de la cornucopia de cobre y cónsul de España en nueva york y de allí trajeron el “Guernica” un mural que tan ta guerra dio con eso de las libertades y del que se han escrito hartas tonterías. Picasso lo pint´p o mas bien garabateó estando borracho. Mucho nos está durando aquella curda propagandistica a los españoles. Fue el año en que estalló la guerra de las galaxias y Tejero subió a la tarima del Congreso de los Diputados. Quieto todo el mundo. Una mascarada. Agentes de la Cia la pipa y la “uzzi” bajo la gabardina un bulto disimulado bajo el sobaco cubrían carrera hacia la puerta de alcalá. 23F la intoxicación etílica les duró hasta la madrugada. Ay jesús del gran poder. Fuese y no hubo nada pero lo de Polonia sí parece que iba en serio. Wojtyla que ahora creo que es santo estaba metido en aquel ajo. Las tusonas de siempre azotaban las aceras de Sol y calle la Cruz. Chicote sirvió un coctail a los recien llegados pero aun no habían aflorado las Mediawomen emperatrices de los telediarios contándonos cosas macabras y el audiovisual estaba en mantillas. Yo estaba aprendiendo alemán por unos cursos que daba la RDA emitiendo desde Berlin. Pronto cerraron el chiringuito y yo me quedÉ IGUAL QUE ESTABA











2025-11-18

 AUTO DE FE EN CUELGAMUROS. TORQUEMADA VUELVE POR DO SOLÍA EN DISFRAZ DE DEMÓCRATA


En el día de hoy hemos asistido los españoles a un auto de fe... demócrata.
Al Caudillo ▬ lo pasearon por la explanada de la gran basílica no en un burro y cara atrás delante de la cruz mayor de la cristiandad para escarnio de la gente proba y los ciudadanos de bien y en helicóptero, pero le pusieron el baldón y la coroza ▬ quemándolo en efigie por dictador. Han encendido de nuevo las hogueras inquisitoriales.
 De nuevo Torquemada asomó la oreja en la crónica negra en la patria del esperpento.
Envió a la Loli antigua chica de alterne ascendida a ministra de justicia (es un tigre en la cama) para que firmara acta como notaria mayor del Reino.
No permitieron los corchetes que llevaban a enterar a español excelso, eximio general, el salvador de judíos cuando nadie daba en Europa un duro por ellos, que luciera la bandera de España con el águila de Patmos, el yugo de la labor y las flechas del poderío. 
Sólo se permitió▬ pocos lo sabían vivimos en una país que desconoce su historia▬ la laureada de san Fernando que ganó en cien batallas rescatándonos de las garras del Komitern de Trotsky y sus judíos. Y así y todo muy a regañadientes.
El gran sanedrín del que es títere Perico Sánchez mandó quemar sus huesos y así se hizo pero los despojos de este cadáver bendito perviven en el corazón de muchos españoles. Este caballero de la Orden de Cristo ha sido ignorado por los que tanto le deben. El Papa Pancho Francisco se puso de perfil ordenando a los obispos que se lavasen las manos.
He aquí que la santa madre iglesia se ha convertido en madrastra para uno de los más grandes de sus hijos. Hoy 24 de octubre fue el día del odio y la venganza fecha alegre que contrasta con el último parte del primero de Abril de 1939 Cautivo y desarmado el ejército rojo la guerra ha terminado. Todavía les duele esa derrota. Por eso el Sánchez y sus acólitos tratan de reanudarla. Sucia maniobra de la marranería. Los socialistas malvados que descuartizaron y robaron a España los que perdieron aquella guerra el 10 de noviembre perderán las elecciones. Lancemos un bando: "españoles la patria está en peligro, acudamos a salvarla"

2025-11-17

 

LA ESTIRPE ROMANA DE LOS ESPAÑOLES

 

Una campaña del Mossad bien orquestada nos está haciendo creer a los españoles que somos todos de origen judío por mor de los apellidos. Yo nací cabe el Arco del Socorro al lado del Corral de los Huesos y me dijeron que mi apellido tan vulgar como Parra proviene de ancestros sefarditas. 

Puede que a a alguno de mis tatarabuelos le gustase el vino, como a mí, y puede ser que España sea un país mesiánico puesto que milagrosamente llevó el Evangelio y su lengua al subcontinente americano pero yo creo que nos están contando batallitas para someternos al yugo de Soros que nos está llevando al matadero como nación porque nos quieren robar el alma, nos arrebatan nuestra historia dándole la vuelta a los aconteceres o contándolos del revés.

 La cuchilla del matarife se alza sobre nuestros pescuezos después del duerno donde nos dan de comer mientras nos lavan el cerebro con historias urbanas sobre lo bien que vivimos y lo mal que estábamos antes con el franquismo, las guerras decimonónicas, la invasión napoleónica, el Peñón de Gibraltar y otros melindres. 

Acabo de venir de Mérida, la Emerita Augusta de Julio Cesar, anduve por el anfiteatro, contemplé el acueducto medio derrumbado, anduve por las tabernas “cauponae” y alguien me sopló al oído una maravillosa historia en torno a una palabra “emeritus” y emeriti. Eran los soldados viejos licenciados de las legiones. 

Recibían una paga con el licenciamiento y unos terrenos de cultivo. 

Así surgieron las dehesas belloteras de Extremadura, los trigales de la tierra de Campos, las encartaciones adyacentes  a Astorga Asturica Augusta cuando los celtiberos fueron sometidos: cántabros, astures, vascones, layetanos catalanes.

 Las mansio o mansiones se convirtieron en masías que eran las casas solariegas  usados como centros de avituallamiento donde pernoctaban las legiones. 

Los eméritos se afincaban en pueblos de alrededor; Sacramenia, Sepúlveda Septem Publica, Uxama, Titultia, Complutum, Ercavia, Segobriga (mitad romana mitad ibera) y Augustobriga o Italica en Andalucía. Toda la ruta de la Plata se halla sembrada de las antiguas “mansio”. 

Ocurre otro tanto en Inglaterra “mano”" y en Francia “maison”. Córdoba junto con Mérida y Astorga sean los enclaves romanos por excelencia. Conque la palabra emérito es un vocablo que da mucho juego. 

Es voquible mucho más profundo que para designar a un obispo cesante o para designar a un rey que perdió la corona en una casa de putas. 

Luego llegaron los árabes y estuvieron aquí ocho siglos. Su impronta es mucho mayor que la hebrea en nuestro carácter pero eso es otra historia

LOS SANTOS VAN AL INFIERNO TRES AÑOS SIN EL CURA ROJO

 


antonio parra galindo

 2 años hace

LOA A ENRIQUIN EL RETORICO COMILLENSE COMPAÑERO MIO

EL CURA ROJO ERA AMIGO Y COMPAÑERO MÍO
 

Enrique CASTRO BERMUDEZ RIP ERA EN MI AMIGO EN AQUELLOS TIEMPOS DE MI ADOLESCENCIA EN COMILLAS

Acaba de fallecer a los 80 de un cáncer por el tabaco el cura rojo de Entrevías, era aquel amigo y valedor en el seminario de Comillas cuando mis padres que eran pobres no podían pagar la mesada ni comprarme otra sotana pues había crecido y la que vestía me quedaba corta. Fui objeto de bullying por parte de mis compañeros casi todos vascos hijos de vascos adinerados.

Todos se reían de mí, yo era aquel adolescente muy bueno en latines pero un cero patatero en matemáticas y en física y química que nos daba el padre Rábago, aquel jesuita santanderino que ofició como traductor en el encuentro de Franco con Eisenhower.

 El prefecto de los retóricos un vasco con muy mala leche un tal Eguillor me cogió ojeriza desde el principio, me mandó al pelotón de los torpes, no despreciaba ocasión para humillarme en público. Me dijo una frase que aun me está hiriendo y contra la cual me he rebelado toda mi vida:

──Tú no vales para Comillas, Careces de nivel, nunca serás nada.

Se me cayeron los palos del sombrajo y yo que quería ser obispo…

Sin embargo, Enrique Castro que era de un curso superior vino a pedirme disculpas y consolarme al verme llorar por los pasillos.

Siempre le estaré agradecido al cura rojo, el amigo de los pobres y marginados, el contestario el que se las tuvo tiesas con el nefasto cardenal Rouco. y en su óbito me acuerdo del titulo de una novela de Cebron "los santos van al infierno".

 Seguramente que a estas horas el padre Enrique el que se quitó la sotana y daba rosquillas y vino en la eucaristía está ahora gozando de la gloria del Padre.

Formando parte del cupo de los elegidos del cupo de los justos de Israel.

El verano de 1959 fue traumático en mi vida. Yo despuntaba en el seminario de Segovia como latinista y era un adolescente piadoso.

El rector don Julián García Hernando de feliz memoria le dijo a mi padre que yo tenía madera de obispo que me mandaran a Comillas el seminario de elite. Eché la instancia y fui aceptado.

Le llevé la carta a mi padre que entonces estaba en el campamento de Robledo instruyendo a los de la IPS y a los quintos y me dijo: Comillas es más caro que el seminario de Segovia, no tenemos beca, pero haremos un sacrificio.

Vino mi tía Dominica del pueblo y ayudó a mi madre a preparar el ajuar. Todas mis prendas habían de llevar bordado un número, recuerdo ese número: 288 no se me olvidará nunca.

Lleno de ilusión la noche del uno de octubre tomamos el Correo de Santander tren nocturno que llegaría al amanecer a Torrelavega, yo con mi cofre, el rosario en la chaqueta, el pelo al cero y toda una vida por delante, quería ser obispo.

 En la estación de Medina del Campo subieron todos los aspirantes de Zamora, Ávila, Palencia y Valladolid. Entre los de Valladolid se encontraba Enrique.

Había venido a despedirle su padre un coronel de Aviación que mandaba la base de Villanubla y unas hermanas muy guapas.

Enrique amable dicharachero y hasta diríase que guapo con una gafas sin montura y hablando un poco pijo causaba impresión por su afabilidad y simpatía.

Ya se veía que era un líder y yo estaba un poco atemorizado porque mi padre no era más que un pobre sargento de artillería y entre los vascos que se agregaron en Venta de Baños se encontraban hijos de poderosos industriales y empresarios vizcaínos. Temí no estar altura.

Enrique Castro nos divertía contándonos las aventuras de aquel verano. Recuerdo los nombres de José Manuel Roque de Miguel y un tal Vaquerizo que debió de ser el padre de ese famoso que anda en lenguas por las redes sociales un si es no es de los que pierden aceite.

 Aquel largo viaje en el correo de Santander no lo olvidaré jamás.

Por primera vez vi el mar y olí el perfume de la hierba y de los pastizales cántabros tan diferentes de los barbechos castellanos.

En Torrelavega nos aguardaban dos maestrillos gallegos. Uno era el padre Cavada que nos ayudó a cargar nuestros baúles en una camioneta, yo aferrado a mi baúl y aferrado al rosario que llevaba en el bolso de mi chaqueta de pana. Tuve una expresión mayestática al subir la Cardosa la cuesta que bordea el seminario entre rosales y tamarindos. Fue una sensación mágica.

Allí me encontré a un vasco que se llamaba a Aramburo me enseñó todas las galerías y dependencias del enorme caserón.

Fuimos a saludar al padre Mayor que era el encargado de la clase de Griego para los Retóricos, me produjo una sensación de humildad aquel sabio helenista que conocía todos los intríngulis de la lengua de Homero y que el día de San Juan Crisóstomo escogía a uno de sus alumnos más destacados para pronunciar una de las filípicas de Desmóstenos desde el pupito a la hora del desayuno.  Aramburu creo que fue uno de los dos de mi curso que llegó a cantar misa, el otro fue Antonio Pelayo famoso periodista del YA y corresponsal de la Cope en el Vaticano.

 Sin embargo, he de confesar que fuimos los últimos de Filipinas. Con nosotros empezó la desbandada. Los seminarios vacíos que fue el tema de mi libro.

El Concilio vació los seminarios y todos colgaron la sotana. Aquel año en Comillas me marcó, acentuó mi rebeldía contra ciertas malas praxis del nacional catolicismo, la obsesión sexual que pudo convertirse en verdadera tortura, el “streaming” promocionar a los que valen y a los hijos de los ricos. Sobre todo a los vascos.

 Ahora entiendo la frase de por qué ETA nació en un seminario.

La condena de Eguillor sobre mis capacidades con aquella crueldad sin miramientos en los que son verdaderos artífices los jesuitas me hizo contestario. Comillas fue para mí la forja de un rebelde.

Lo cual no es óbice que sintiera admiración y recuerde con cariño a otros jesuitas como el padre Martino, el padre Heras, el maestrillo que me venia a avisar a las tres de la madrugada para que me levantara al baño. Yo padecía enuresis, y me meaba en la cama, se dispararon mis complejos de inferioridad.

En el pelotón de los torpes estaba Juan Bedoya que también llegó lejos en el periodismo.

Fue corresponsal religioso del país y por lo que a mí respecta que se chinche Eguillor alcancé el summum del periodismo: las corresponsalías de Washington y Londres.

 Nos juntábamos a leer la Colmena de Cela frente al mar sentados en un desmonte de Peña Castillo y por las tardes cantábamos la Salve en el Stella Maris.

A Enrique de Castro Bermúdez no volví a verlo hasta los años 90, estaba muy cambiado, no era aquel adolescente guaperas y dicharachero de Comillas sino un señor con la mirada doliente, sus ojos habían penetrado en la realidad española, yo le dije que recordaba con cariño aquellas misas en latín y aquellas salves en el Stella Maris, hizo un mohín, pero inmerso en su caridad no quiso reprobar mi actitud algo carca en dicho instante.

Torció el gesto y se despidió. Pienso que la iglesia es multifaria y el rostro de Cristo tiene muchos ángulos de visión innumerables facetas.

Los escolásticos los denominan “suum cuique” y yo estoy por una iglesia donde la liturgia y la tradición son el baluarte.

Por eso sigo entusiasmado a los rusos que conservan eso que nosotros hemos perdido la fe prístina sin aditamentos. Estoy en las antípodas de los postulados de Enrique pero los dos vamos a lo mismo.

Fuimos amigos, La secularización tiene sus peligros, pero soy amigo de los musulmanes repruebo la crueldad católica ya fustigada por Francisco de Quevedo y trato de hacerme ingenuo como un niño.

Aquel niño que fui en Comillas maltratado y lanzado a las tinieblas exteriores por los Eguillores de turno, los intolerantes, los montanos que quieren una iglesia a su medida solo para santitos, no la iglesia no puede convertirse en un problema de bragueta.

Esa es gasolina con la cual quieren incendiar a la iglesia sus enemigos. Es caridad, es quietud, es oposición a los poderes facticos.

Enrique de Castro Bermúdez hizo de su vida la regla de oro de San Agustín; ama et fac quod vis, ama y haz lo que te pete. Por eso fue un gran cura un cura de mi generación la del 68.

No es verdad, Cebron, los santos ya no van al infierno, Van al cielo de cabeza. Y en la gloria siempre habrá un hueco para los pecadores.

Descanse en paz, Dios lo tenga en su reino.

15 febrero 2023