Ahora resulta que esas bombas sobre la predela del altar de la Virgen del Pilar de Zaragoza eran bombas "fascistas" cuando en realidad fueron arrojadas por los rojos alubios judeo-separatistas. Estamos en elecciones y España huele mal, hiede a mentira, a insolencia y da un tufo a cadaverina moral que hace pensar en aquellos holocaustos judíos cuando en las sinagogas elsanedrín mataba a niños de coro para beber su sangre. Invoquemos a santo Dominguito del Val que nos libre de la diabólica plaga de estos carniceros mendaces llenos de odio profesionales de la mentira. Al hijo del carnicero de Lvov los rusos pronto le harán cuartos, el canalla Biden morirá atragantado y al bocho de Berlin ya veo que le llevan los demonios junto con esa enana alubia que tiene un nombre tan aristocrático. El burro Borrell tendrá un fin ignominioso parecido al de Solana el que mandó disparar bombas de fosforo sobre Belgrado. Es un viejo criminal de guerra y nadie se acuerda ya de él. La Virgen delPilar nos libre de esta plaga. Cesar Augusta es el riñòn de las España, los cañones de Agustina de Aragón empiezan ya a retumbas mientras yo me entrego a la lectura de uno de mis periodicos españoles preferidos el Heraldo de Aragón
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