DE ROMANIS PONTIFICIBUS
A lo largo de siete años he seguido atento desde
mi tronera las evoluciones del mundo y de la iglesia, aplicándome a mi labor de
consignatario de la actualidad porque la escritura como la parábola evangélica
tiene aspectos curativos. Lejos de mí la milagrería y la superstición. He
seguido los pontificados de Wojtyla que presenta dos tramos: el uno triunfal y
el otro desastroso. El primero abarca desde su elección en 1978 hasta 1992, año
fatídico y de venganzas cuando yo vi rendirse y claudicar a aquel papa ante las
amenazas y presiones que trajo aparejada la guerra de Irak y las
manifestaciones de grupos sionistas en el Vaticano. Es una institución donde
dicen que manda mucho el Espíritu Santo, pero todavía más a mi juicio los
Dineros de San Pedro. Juan Pablo II entró en órbita de popularidad desoyendo el
aviso de Nuestro Señor “bienaventurados seréis cuando o s persigan y maldigan
en mi nombre” porque se plegó a los fuertes intereses del siglo. La resultante
fue un pontífice de una gran popularidad al mando de una iglesia destrozada. Su
sucesor Ratzinger empezó con buen signo tratando de poner remedio al caos
litúrgico, al caos teológico, al caos moral, a los tejemanejes bancarios y sin
enfrentarse a una media en manos del poder sionista que le marca el territorio
haciendo valer sus buenos deseos de reconciliación con el Islam acudiendo a
Constantinopla rezando en la madre de las catedrales-hoy mezquita- con gran
escándalo de las cristiandades, visitando sinagogas o celebrando encuentros con
el patriarca Bartolomé pero tales gestos no rindieron fruto. Tuvo un
pontificado decepcionante para unos y esperanzadores para otros, pero se ha
visto inerme porque los curas desobedecieron su mandato de celebrar misa en
latín y la curia se le puso en pie de guerra. En las últimas audiencias le
vimos muy cansado y como actuando deprisa saludando en las audiencias de forma perfunctoria
y sin arranques pues sus gestos parecen algo amanerado. Sin embargo, su
pontificado se cierra con un signo esperanzador. Ha dicho la verdad. Fue
obligado a canonizar santos que no eran de su devoción como su predecesor
subido a los altares de forma rápida o la Madre Teresa y a comulgar con ruedas
de molino. La misa que vimos oficiar el miércoles de ceniza decía a las claras
que estaba orgulloso de no haber sucumbido a las presiones internas que
pretenden promover el asunto del Holocausto a la categoría de dogma… y ahí os
quedáis. Si no hubo resurrección, vana es nuestra fe y hoy hay grandes sectores
en la iglesia que con los talmudistas piensan que el mundo es eterno y que
Cristo fue un loco rebelde que nunca existió. Ese viene a ser el drama de
nuestros días y las razones por las que abandona la silla apostólica EL Papa
bávaro al que algunos saludaron su llegada con el insulto de que era un pastor
alemán. La trayectoria de estos siete años ha demostrado que no era tan fiero
el león. Más bien, modesto, recogido, poco teatral el pastor alemán parecía un gatito,
pero ha demostrado en su despedida que los perrillos falderos y los gatos de
Ankara pueden morder y también arañar. Ha tenido un gesto ante el cual hay que
descubrirse. Chapó. En esta bitácora nos hemos ocupado mucho de la persona de
Benedicto XVI proclamando sus grandezas y las servidumbres de la purpura. En
este septenio en el que cambian las cosas he conseguido rompiendo el cerco del
silencio y del ostracismo interior al que nos condena la globalización manejada
por judeocratas publicar tres libros. Hemos asistido a esta caída en barrena de
la SRI, las confusiones, el miedo, los intereses creados y de la pampolítica
mejor no hablar porque si Aznar fue malo, Zapatero, peor y Rajoy pésimo. Esto
no es una democracia sino una tiranía de los dineros. El drama es que la
Iglesia que nunca se plegó a los tiranos ahora no consigue plantarle cara al mar
que nos rodea: la bestia capitalista bien manejada por sus corifeos y blindada
por una policía y unos servicios secretos que son el ojo del ciclope. Todo lo
ven. Todo lo detectan. La gente tiene miedo a perder lo poco que tiene. Ha
vuelto sus ojos a Roma en busca de apoyo, pero allí creen poco en Jesús y mucho
en sí mismos. Es lo que capté en el gesto y el mensaje del papa Ratzinger en la
misa del miércoles de ceniza. Memento homo quia pulvis es. Aparentemente han
ganado la partida los enemigos de la cruz y temeroso de que algún rabino le
echara una maldición o pulsa demura al papa alemán éste ha preferido hacer
mutis por el foro
ENTRONIZACIÓN DE BENEDICTO XVI, EL PAPA ECUMÉNICO QUE LA IGLESIA NECESITABA
Antonio Parra
Il Campanone repicó gordo y
el mundo en la misa de entronización del nuevo papa, Benedicto XVI, creo que ha
vivido momentos de gloria y de esperanza. La apelación a la unidad del Romano
Pontífice así como la presencia de legados del patriarcado de Moscú,
Alejandría. Antioquía, del obispo de Cantorbery y de muchas comunidades
protestantes amén del muftí de Jerusalén y de imanes de varias mezquitas, ha
abierto un pontificado que viene determinado por el signo ecuménico y una carga
de espiritualidad y de fundamento teológico que faltó a algunos predecesores,
un hecho que desde estas columnas internautas nos encargamos de apuntar con
gran escándalo de muchos que se rasgaron las vestiduras y nos tildaron de
blasfemos.
A la Iglesia de Cristo,
después de un gran tiempo de dispersión y de imágenes arrolladoras le importaba
concentrarse más sobre sí misma, reagrupar filas, acercar al hombre del siglo
XXI al depósito de la fe y al mensaje del evangelio que es un comunicado de
alegría, hermandad, renuncia. Y eso sólo lo podría conseguir un habitual del
coro de Montecasino. Nápoles donde está situada la abadía sobre el valle de
Nursia que emplaza sus muros sagrados estaba de fiesta al igual que toda
Germania que ve sublimar a la cátedra de san Pedro a un bávaro - ojo que no un
prusiano como lo fue Lutero- ocupando el puesto número 265 de la lista y con un
nombre tan hermosamente limpio y de una gran tradición entre los sucesores de
san Pedro como el de Benedicto XVI. Atención que puede ser el papa de todos
poniendo a contribución toda la carne en el asador de su peso intelectual para
implementar las disposiciones del Vaticano II, sin menoscabo de que proclame un
regreso a la ortodoxia liturgia, pero siempre desde el espíritu del amor y de
la caridad, nunca desde los apriorismos y las descalificaciones gratuitas,
según la regla que siguen algunos de sus detractores que ya los empieza a tener
este hombre bendito y se han despachado a su gusto con insultos y bajezas
hirientes. Alguna prensa sobre todo la inglesa y la española me hacía pensar en
las páginas más burdas de “Fray Candil” y de la inmensa pléyade de libelos
anticlericales del siglo XIX.
Pero que nadie espere la
canonización de la sodomía, para confusión de Mr. Cobblers. El pecado
nefando es una aberración contra natura. ¡Pobrecillos! Merecen nuestra pena y
nuestras oraciones, nunca un sitial de privilegio en la Iglesia, que ha
sido siempre cosa de hombres y de mujeres entregadas a la causa del evangelio
nunca a la condonación del vicio o a una impropiedad de natura.
En cualquier caso, todo esto
es adjetivo. Nada tiene que ver con la sustancia. A lo largo de estas tres o
cuatro semanas que han conmovido al mundo hemos podido constatar aquellos que
vivimos con la antena bien desplegada la mano del Espíritu Santo. La elección
de Ratzinger puede ser una de sus dádivas. El primer papa alemán que yo
recuerde fue Gregorio V, antecesor de Silvestre II, el inventor del reloj y por
el cual sienten al otro lado de los Alpes significada reverencia, ya que
celebran con más fervor que ningún otro pueblo la “Sylvester Abend”,
último día del año. También hubo otro papa tudesco, aunque en realidad
era flamenco, Adriano VI pero que en la cronología cuenta como de tal
nacionalidad. Los Estados Pontificios deben su origen y personalidad a
Carlomagno y sobre todo a su hijo Pipino el Breve que otorgó a los
obispos de Roma el poder temporal sobre territorios hasta que éstos le fueron
arrebatados por Napoleón.
La historia del pontificado
está íntimamente entreverada con el Sacro Imperio Romano Germánico. La defensa
de la religión fue el móvil que puso en pie de guerra a Carlos V en el cenit de
la gloria, aunque después hubo también momentos de desdoro como, por ejemplo,
la lucha por las investiduras, la huida a Canosa y la abducción a penitencia
del propio Enrique IV que se prosternó a los pies del papa Gregorio VII, otro
monje benedictino que acabó sus días en el destierro y despojado de su silla
apostólica por el emperador actuando en rigor de venganza. Cosas de los hombres,
pero con tales mimbres teje la pleita de su cesto misterioso el Divino
Paráclito.
Hemos consultado la relación
de nombres papales y el que se ha impuesto Ratzinger y el de Benedicto se
distingue por haberlo tomado sacerdotes de una gran espiritualidad, de un
fuerte sentido canónico. Son grandes pacificadores, aunque no han dado ningún
santo, sólo un beato Benedicto XI y sí un antipapa y que era español: Benedicto
XIII que por no querer renunciar a su sede en Aviñón se retiró a vivir a
Peñíscola permaneciendo en sus “trece” sin corregirla ni enmendalla
hasta su muerte en la localidad castellonense.
Este alemán seguro que hará
bien las cosas. Está dotado de un fuerte carisma y tiene una sonrisa humilde y
unos ojos claros, descripción muy distante del sambenito de inquisidor o del
remoquete de “rothweiler” que le han endosado los ingleses. Ellos la
verdad no se distinguen por la elegancia de maneras a la hora de referirse al
obispo de Roma al que designan por lo menos el “bloody pope”.
-No bloodys and no fucks,
Mr. Parra – me decía a mí el director de un colegio en una escuela del Norte de
Inglaterra en la que enseñé castellano.
Y luego de ahí para arriba
haciendo caso omiso de las proverbiales reglas de cortesía. Los ingleses
siempre tan relamidos y pulidos pueden resultar bastos y lenguaraces. Lo he
observado siguiendo los programas de la BBC y del Sky News acerca de la
preconización del nuevo pontífice que apenas han tenido cobertura de forma muy
desemejante a la que dieron a la muerte de Juan Pablo II, caso insólito y
tenido por un santo en las Islas. Pero en ello - y que nadie se ofenda- juegan
los réditos creados por la política. Para los ingleses no hay amigos ni
enemigos sólo intereses. Polonia ha sido siempre su aliado natural en la
balanza de poderes contra Alemania y contra Rusia y Alemania su natural
enemigo. Miserias y grandezas de la condición humana. El peso de la púrpura.
Papas ingleses, sin embargo,
sólo ha habido uno y los alemanes se cuentan con los dedos de la mano. Por lo
general el colegio cardenalicio siempre se ha inclinado por los franceses y por
los italianos. A pesar de todo, creo que Benedicto XVI parece que lo han
vaciado en molde y da justo la medida del papa que todos necesitábamos, el “slandering”
y el cachondeo de los británicos y de los españoles miméticos y con complejo de
inferioridad frente a los hugonotes de los grandes “trusts”, para los tiempos
difíciles de la primera década del siglo XXI. Puede dar la campanada en
cuestiones de régimen interior (ordenación de hombres casados y admisión de la
mujer al altar en órdenes ancilarias, pero nunca el presbiterado) y sobre todo
la reanudación del dialogo con los ortodoxos. Este puede ser el pontífice que
haga que Roma y Constantinopla vuelvan a ser una. Lo dice este plumilla que un
día soñó entrar en el Russicum donde los jesuitas romanos preparaban
sacerdotes para ir a Rusia. El hecho de que el metropolita Cirilo, segundo del
patriarca Alejo II, asistiera como plenipotenciario a la pontifical de
preconización, es un avance de muchos enteros con respecto a lo que aconteció
con el papa Wojtyla. Que tuvo unas relaciones desastrosas con los rusos a pesar
de ser un papa del Este.
Llamó a los judíos con frase
de san Agustín en sus “Confesiones” los “hermanos mayores de nuestra fe”. Y
esta cita la hizo nada más comenzar su apelación ecuménica en la misa de
entronización, lo que desbarata ciertos argumentos de antisemitismo que
empiezan a sonar por ahí. Sin embargo, se registró en la ceremonia una gran
ausencia: la del Rabino Mayor de Roma. Que no pudo asistir pues precisamente
hoy celebran los hebreos su Pascua. ¿Una excusa o razón válida?
El nuevo papa ha
recibido palio de cordero pascual inmaculado y el sello sigilar. En sus manos
uno de los oficios más duros y con mayor responsabilidad que pueda haber en
esta tierra. La gracia del Espíritu suplirá las mermas y limitaciones de la
condición humana. Él nos lo conserve en salud muchos años.
Esta tibia mañana de domingo
de abril ha sido hermosa. Fui feliz contemplando la pontifical por televisión.
Es algo cicatera la vida con nosotros en ocasiones como ésta de suerte que
estos momentos, tan escasos, de felicidad y de elación para los que aman
las cosas espirituales tenemos que aprovecharlos.
24 de abril de 2005
EN DEFENSA DE DON JULITO. PRO
DOMO SUA. EL GENERAL FRANCO Y EL PERIODISMO DEL SILENCIO.
Antonio Parra
Me afianzo en lo superlativo
huyendo de lo diminutivo de nuestra vida venial y gremial y comienzo deseándolo
a Julito, al que todos queremos y conocemos de antiguo, y perdonamos sus
pecados y sus pedos, sus pecadillos y pecadazos, quien no los tiene, y el que
esté limpio de culpa que tire su primera piedra, pero los que sabemos qué es
persecución y somos trigo limpio en medio de estos almiares putrefactos, y
seguimos, impasible el ademán, (quién no ha tenido alguna bronca con Merino
alguna vez, grescas de juzgado de guardia en las que sale a relucir de todo
hasta las siete señas del hijoputa, mas luego no era nadie, es incapaz de
guardar ningún rencor este egabrense un poco squarehead, un poco loco de
Guttemberg, que yo creo que ha leído demasiados libros de Unamuno, es difícil
que dé el brazo a torcer, y en él lo malo es ese puñetero pronto que tiene)
muchos éxitos le auguramos en la aventura editorial que acaba de emprender.
Julio es arisco y a la vez encantador como todos los cristianos viejos. No es
un tornadizo ni golpista, ni nada de eso.
El rigor a sus
principios merece todos los respetos. Salta, como todos nosotros, a las páginas
de la actualidad desde el Periodismo del Silencio. Ha demostrado que tiene
redaños puesto que a un periodista hecho y derecho como él lo metes en galeras,
en el limbo del no ser, y eso supone una medio condena a muerte. Él lo ha
aguantado con estoicismo. No en vano es paisano de Séneca.
“El otro Franco” es un buen
texto aunque después de leerlo echo en falta el período ovetense del militar
cuando fue destinado de comandante al Regimiento Milán. Fue en Asturias donde
empezó a estudiar y a entusiasmarse con la idea de España y donde tuvo sus más
y sus menos con las fuerzas vivas de la región, quienes le donaron con el apodo
del “Comandantín”. Su noviazgo con una Polo también ofreció sus lados
problemáticos. En dos ocasiones estuvo a punto de suspenderse el himeneo; una
por la oposición de la familia y la otra a causa de la guerra de África. Fue
convocado en vísperas de la boda. El lacónico Franquito dicen que dijo:
-Carmencita puede esperar.
España, no.
Y así, otra vez a torear.
Las balas como las cartas siempre llevan tu nombre y dirección. Cuando vienen
no queda más remedio que “abrirlas” en la esperanza de que no sean letales,
sólo tiros de suerte. Las relaciones con Mola también siguen un tanto
difusas e inéditas y uno de los grandes misterios de la biografía. Claro que a
lo mejor a Merino en vez de un libro de trescientas páginas le hubieran hecho
falta mil quinientas.
En Asturias tuvo para sí el
descanso del guerrero. Largos paseos por la finca de Llanera y ya de viejo lo
que más le prestaba del mundo era marchar a pescar al río Narcea y meter al
“Campano” en su retel.
Nos alegramos del
triunfo de su libro sobre el General y se lo pasaríamos por el morro a más de
uno, a ver si te enteras contreras, aunque me temo que estos libros que
postulan la verdad, son ponderados, ni hagiográficos, ni puras acrimonias como
la de aquel mal estudiante del colegio de san Antón, flecha de todos los
campamentos y becas facilitadas por la OJE, de padre rojo luego enchufado en
Sindicatos, al que en el SP llamábamos el Narices y que cuando entró en la redacción
con tantos granos y diviesos en la cara pensábamos que su acné era debido a su
manía masturbadora, y otros que escupen contra su pasado y las leyes de la
gravedad que no perdonan hacen posar el gapo sobre sus hombros, susciten las
iras y bilis del personal. En aquel tiempo en este país de carnés y de fichas
catalogadas a nadie se le hacía escrutinio de sus orígenes. Una pena que vuelva
a haber bandos y se excaven de nuevo trincheras con dos zanjas: ellos y
nosotros. Corderos bienaventurados a la derecha y condenados y precitos
cabrones y cabritos a la izquierda. Unos al cielo y otros al fuego eterno.
Ya verás, Julito, que
como volvamos a ganar, estos que ahora se desapuntan con tanto desparpajo
volverán a hacer oposiciones para ingresar en el cuerpo de profesores
supernumerarios con un aval del jefe de Centuria de Falange de su lejana
provincia. Por cierto, el flecha del campamento, pajillero y meón, por otro
nombre el Narizotas - cualquier día de estos le echan de Segovia que es mi
pueblo o los cadetes le pegan una paliza que es lo que traen estas historias de
remover el fango de la guerra civil que creíamos enterrada- el otro día desde
una columna de la Prensa del Meneo él que formó parte de la prensa del
movimiento, con pretensiones de furibundo Sansón quería derribar la cruz alzada
de Cuelgamuros con los cuatro evangelistas de Avalos dentro, sus cuatro flancos
y todo. Iskra de su furor. ¡Vaya un pión! Que le sirvan dinamita.
¿Volarán la montaña donde está la cripta catedral, sarcófago de tantos muertos?
¿Tendrán cojones?
El libro suscitará
reacciones de todos los colores. Los enemigos de la verdad están que trinan
pues es un nombre que aún levanta ampollas y a la culebra le gusta cambiarse de
camisa - a sabiendas de que en los disfraces estriba su poder de humo y
confusión- y procurarán por todos los medios impedir la difusión del escrito.
En otra cosa que son expertos estos manipuladores de nuestra memoria es en
colocar mordazas y en tachar nombres. No pueden vivir sin pisar cadáveres y son
responsables de la muerte civil de muchos escritores. Cada mañana veo toda una
peña de fusilados que hacen cola para tomar el autobús. Son los muertos
vivientes de don Dámaso. Pertenecen a una España de medio pelo, la que ficha y
está en nómina. Madrid, poblado por siete millones de cadáveres. Una gran mega
necrópolis nos espera al bajar la Cuesta de las Perdices.
Pastueños, sometidos
al régimen a éste y al que venga, con tal de conservar la sinecura. Si
les tocasen la cartera, si les echasen del ministerio a lo mejor se tiraban al
monte, pero sólo entonces. De momento, estos franquistas espectros de lo que se
fue sólo piensan en sobrevivir en la paz de sus adosados. Que no les molesten.
Que no les vengan con milongas. Lo único importante es su vida es la hipoteca y
poder hacerla frente a fin de mes o, divorciados de tres matrimonios, pasarle a
la ex los gastos de alimonia. Católicos, al único santo que ponen velas es a
Santa Nómina.
Y los amigos y
franquistas de toda la vida instalados en su comunidad y en sus raquíticas
mentes de chorlitos y en su inteligencia minúscula de torzal, a los que la
noción de un Franquito juerguista, algo librepensador y con instintos libreros,
ellos que se asustan de la letra muerta y que no han leído en su vida, ni falta
que les hace, se rasgarán las vestiduras. Dirán lo de te has pasado tres
pueblos, majete pues tienen del Caudillo una imagen hierática, descarnada, casi
inhumana de aquel gran español que se llamaba Francisco Franco Bahamonde. La
utilizan como elemento de acreditación, como hicieron con José Antonio, para
tener una ficha e ingresar en una plantilla. España tiene complejo de
funcionario cesante. Que vendió su alma al diablo, que se afilió al Psoe
en catarata.
El problema de Franco es que
es un coloso, un héroe epónimo demasiado grande para un pueblo tan
capidisminuido como el español, que vive huérfano de su antigua grandeza
y al que le están engañando como a un chino desde las instancias del poder
mediático e incluso desde algunos púlpitos. Como un Cid que cabalgará milenios
por la historia de España Franco ahora inspira miedo. Y a sus enemigos es que
les vuelve locos, vaya. Se ponen histéricos, con la sola mención de su
apellido, echan espumadas por la boca, se hacen cámaras, o se mean por la pata
abajo. Tiemblan ante la mención mera de su nombre más que al pedrisco. Por eso
despearon su estatua de noche pues descabalgarle de día no se atrevieran, no
fuera que el jinete de hierro picara espuela y el general de la estatua
desenvainara su espada. Y el caballo saliendo de la horma de metal en la que le
vació el artista se liase a pegar brincos delante de la guardia mora, como
solía.
La simple memoria les
encabrita a estos sepultureros de la historia - les recuerdo que mi gran
maestro Rodrigo Royo, un falangista que colocaba a rojos en su periódico,
al que tanto debemos los de nuestra generación escribió una novela bajo ese
título - a estos prácticos del exterminio de la “recordatio nostra” en
codicilos y libelos, tan en boga. Claro se forran. Parece que hasta que
salieron a la palestra el Pío Moa, los Cesar Vidal no hubiera
habido historiadores. Son coto cerrado, prestidigitadores del numerus clausus,
familia endogámica que no permitirán el acceso a una tertulia, donde mandan las
sociologías de don Híspido Estadístico. Con tal de subir y mantenerse en el
machito estos fulanos que juegan a la derecha mandarían a galeras al
mismo Larra. Ellos son el gobierno y la oposición. Son el santo y la limosna.
La tesis y la antítesis. Si tú te llegas a ellos diciendo que eres un poco la
síntesis, te tomarán por un fantasma que les bajó del cielo de sopetón, y que
no esperaban porque aquí hay que planificar todo. Hasta las ideas. Por
eso, si les hablas, se quedarán de piedra abriendo la boca tres palmos:
-¡Ah!
Nuestros anales
estuvieron en manos de los que perdieron la guerra civil o en manos de los
ingleses. A toda una generación de españoles, la que tiene menos de treinta
años, se les ha vedado el acceso a nuestro pasado. Franco- eso fue lo malo-
habiendo ganado la guerra real en el campo de batalla, resultó vencido en el campo
por la gran parafernalia que le fue adversa del mundo de la información, en
manos siempre de los sina/lobos a los que tanto admiraba. Candaron con siete
llaves el sepulcro del Cid y he aquí que llegan promociones que no saben nada o
que les preguntas quién era Isabel la Católica y te contestan que una guarra,
que estuvo siete meses sin cambiarse la camisa.
Otra cosa que les falla es
su falta absoluta de sentido del humor. Como he estudiado durante estos años
los usos, costumbres, atavismos y manías de la serpiente podría volverles
locos, si tiro de archivo, sé mucho de sus manías y renuncios. Pero no me da la
gana hacerles el caldo. Que se jodan. Un ángel habrá borrado sus nombres del
libro de la vida con el mismo afán maligno con que ellos han intentado
descabalgarme y suprimirme de la lista. Para mí no existen. Son entes de razón.
Entelequias literarias y políticas.
-Rubicundus erat Judas.
- Y yo creo que también
mallorquín, una mosca cojonera con pecas y con gafas.
-Habló el oráculo para decir
inconveniencias.
-Y ¿qué dijo?
-Chorradas. No sé si salió
el chueta que lleva dentro o el subnormal profundo que le habita en el desván
de su desvencijada casa.
Sólo nos salvará la
poesía y a mí es lo único que me interesa: el culto a la belleza a través de la
palabra. Eso y la Venus de Milo que no era blanca ni indoeuropea sino etiope
como la reina de Saba. La diosa la vi surgir entre la espuma, entre la marea
humana del Intercambiador. Hermosos muslos de ébano, talle de avispa. Egregia
entre todo el oleaje humano de Madrid, el malecón donde se estrellan las olas
de las muchedumbres del mundo, los ilotas apátridas. La bomba de Mao nos acaba
de estallar entre los dedos, pero no importa, les haremos sitio. Hablan acentos
extraños, el color de su piel no es la misma, pero bufan, compiten y corren ya
- Gallardón dixit- en nuestra manada. La carrera de ratas está servida. Birds of the same feather- dicen los ingleses- flock
together. Pero aquí vuelan plumas muy diferentes en bandas globalizadas. Esta ciudad
fue siempre hospitalaria, dura y castiza, muy milagrera, amante de verbenas y
botijos y más papista que el papa, aunque ya están celebrando los funerales por
España. Han labrado sobre la lápida la inscripción de “hic jacet”. No sirve
darle vueltas. Adiós muy buenas y ahí te quedas.
Ha sido una maniobra
perfecta y bien orquestada, de espaldas a la galería. Ya no controlamos las
riendas. Los políticos siguen mamando de la teta y a Juanespañol le engañan
contándole cuatro monsergas. ¿Y para qué queríamos tanta información que
desinforma? Yo quisiera ser analfabeto, no saber nada de estos tejes manejes de
trastienda. El conocimiento allega dolor. Por eso sufrimos tanto los que
sabemos. La revolución silenciosa toca ya a su fin aunque parece que la
gente está despertando, tarde y torpemente, y se da cuenta de que le han
vendido la burra mal capada. Momento amargo
Míster Cobblers que ha
recibido órdenes de arriba y es más acomodaticio de lo que algunos lo suponen
al mandato de Supraba yo creo que pertenece al mundo onírico de las
pesadillas. Pero no me voy a poner a escribir más sobre ese individuo que me da
repelús. Va a convertirse en el Pedro Go de nuestros informativos porque la
gente nada más verle aparecer agitando la zocata, mirando con ojos de basilisco
y haciendo sonar su voz encolada hace zapping o apaga el televisión y lo dejan
con la palabra en la boca. Este sí que tiene verdadera madera de dictador.
No. De nimis non curat
praetor. Que lo hagan otros plumillas. Y que le den un jamón con chorreras. Yo
no me mancho las teclas de mocos. Mañana más.
23 de abril de 2005
BENEDICTO XVI PEREGRINO A
TIERRA SANTA ¿EL RAMO DE OLIVO SEGÚN LAS PROECIAS DE SAN MALAQUÍAS?
El viaje de Su Santidad
Benedicto acontece en un medio convulso y lleno de interrogantes y los peligros
se pueden conjurar no sólo con la plegaria y con los testimonios de la verdad
caiga quien caiga. Bien sabe dios que amo a los judíos entre los cuales cuento
con mis mejores amigos, gente buena y tolerante, que sufre los avatares y
`perplejidades de la existencia igual que todos los demás gentiles cristianos e
islamitas.
Ahora bien el
organigrama es otra historia. Para mí judaísmo y revelación tienen una entidad
espiritual por encima de las cuestiones materiales del mundo real y no espero a
un Mesías que haga manar leche y miel sobre la boca de los elegidos. En el
punto del mesianismo iglesia y sinagoga chocan y han estado enfrentándose
veinte siglos por lo que no vamos a solucionar tan arduo conflicto con una
visita de buena voluntad del obispo de Roma. Cuando menos digamos que la hora
de dios no marca el mismo cuadrante que la de los hombres.
Monte Sinai y Nabó
nada tiene que ver con los considerandos e innuendos de la política
internacional y las muchas miras económicas en aquella explosiva región que es
un barril de pólvora y que no es porque esté en juego la gloria de dios y su
mensaje de vida y de paz a los hombres sino los intereses crematísticos de las
Siete Hermanas Petroleras, una manifestación del gobierno mundial en la sombra.
He leído por ahí que las
grandes potencias no tienen amigos sino intereses hasta el punto de que la
relación espacial que tiene el gobierno de Jerusalén y el caucus sionista
de Washington que es el más importante- el que manda en Obama es Cohen- puede
ser convertirse en un beso negro, en un abrazo de la muerte, en caso de que
pueda ocurrir y la confrontación nuclear, no lo permita dios, en la región
entre el estado hebreo e Irán.
Parece ser que Teherán no
estaría dispuesto a soportar una guerra de invasión colonial como la acontecida
con Irak- recuérdese que Sadam Hussein se crió a los pechos de la CIA y luego
acabó siendo ahorcado por el “amigo”yanqui, un aviso a navegantes, en la
política global no hay afectos sino cantidades montantes y miras estratégicas.
Y eso pudiera ser para el estado judío un beso negro. El Papa en su anhelo de
paz y de concordia entre las tres religiones y llevado de una buenísima
voluntad puede que peregrine a la tierra de Jesús para pedir perdón al pueblo
judío por los pecados cometidos por la Iglesia. Exacto.
Pero también el estado hebreo debe aceptar la realidad del
cristianismo como una manifestación autónoma de la rama del árbol de la fe de
Abrahán y reconocer la frase de san Juan deque vino a los suyos y ellos no le
recibieron y que Cristo nos redimió a todos los hombres con sus dolores pero
que fue victima de un sanedrín demasiado politizado y que veía en Jesús no al
hijo de dios y a la segunda persona de la Trinidad sino a un cabecilla
peligroso.
Estas sospechas
determinaron su condena al patíbulo de la cruz. Y que la Teología de la
crucifixión no ha de ser sustituida por la del Shoah. Son dos compartimentos
estancos, dos realidades diferentes. El perdón y el amor del Salvador – Padre,
perdónalos porque no saben lo que hacen- debe ser incentivo de reconciliación y
de paz y no de revanchismos pasados. Entre nosotros no existe la ley del
Talión.
Dicho esto, he vuelto a
releer escritos míos de hace ocho años observando que en la profecías de san
Malaquías oscuro obispo de Armagh, Irlanda del norte, un monje cisterciense
discípulo de Bernardo de Claraval, y los cómputos parecen coincidir con el
presente que vivimos. Según el obispo irlandés, el actual pontífice sería el
penúltimo, “ramo de oliva” desgajada del crecal – y el crecal es el árbol del
menorah, el candelabro de los siete brazos- y la verdad que le cuadra al Papa
alemán este epígrafe y con un ramo de olivo acude a Jerusalén.
Tiende puentes con los
jefes de las otras religiones, aunque me temo que no piensen lo mismo los
rabinos. A la muerte de Benedicto vendría Pedro Romano que será muy perseguido,
huirá de Roma y sería martirizado en Jerusalén. Tales pronósticos, por más que
puedan sonar entraos y apócrifos, cuando menos incitan a la meditación. Para mí
sin embargo las profecías de san Malaquías tienen más entidad que los traídos y
tan llevados secretos de Fátima sobre los que pesan las sombras de mis dudas a
partir de un hecho real y expuesto sin contemplaciones: Rusia se convertirá.
Rusia se ha convertido
pero ¿habrán seguido los mismos pasos los EE.UU? Eso es harina de otro costal.
La verdad es que, sea de
ello lo que fuere, no estuvo nuestra fe cristiana tan en entredicho, sobre todo
en el mundo occidental, ni nunca los corazones se enfriaron tanto y esta
tibieza de la caridad es un síntoma de que se aproxima el final, según todo el
NT. De todas formas, no seamos agoreros. No sabemos el día ni la hora de la
llegada del Esposo. Imitemos, en todo caso, a las vírgenes prudentes. Nunca a
las necias. Shalom.
Domingo, 10 de mayo de 2009
BENEDICTUS... BENEDICTUS
Antonio Parra
Mágica noche de San Andrés,
nos hicieron moler a tres. He vivido una noche pascual de gozo a través de la
televisión, una estación polaca retransmitía, en los pródromos del invierno y
doy gracias a Dios por la gracia concedida porque aquello en lo que soñaba por
lo que he laborado y he sufrido - la reconciliación de los mundos y la paz en
las Españas- se ha cumplido, de alguna forma, y todo en embrión, no conviene
cambiar victoria porque las fuerzas que opugnan son poderosas, en la misa según
el rito de San Basilio en la catedral ortodoxa de Constantinopla.
El encuentro marca un hito
suspirado de anhelos y de ocasiones perdidas poniendo en principio fin a una
disputa de diez siglos de excomuniones y de anatemas mutuas desde los tiempos
de Miguel Cerulario. Eso por un lado. Por otro hay que tener en cuenta el
aserto de “ex Oriente lux”. El cristianismo tiene un origen levantino y esa
zona se quiera o no se encuentra dominada por el Corán y bajo la hegemonía del
estado hebreo que es la gran potencia militar. Hechos inapelables. El viaje
pontificio a la cuna de la Media Luna y también sede principal del Judaísmo ha
sido un gesto de buena voluntad y esta huida a Canosa de Benedicto XVI podría
interpretarse no sólo como un argumento de que la paz sea posible en el
Monoteísmo sino un canto al diálogo de civilizaciones que incoa nuestro
presidente Rodríguez Zapatero con la aquiescencia y buenos oficios del
Departamento de Estado que es donde está verdaderamente el poder. La política y
este viaje aunque se describa por el Vaticano como una visita apostólica ha
sido un viaje muy político sin la “grandeur” de otros sucesores de Pedro es
el arte de lo posible. Allí iba Benedicto con su sotanilla blanca. Parecía un
obispo más entre aquella corte de arzobispos orientales tocados con el gorro
alto (cidaria) y los medallones de piedras preciosas y recamados de oro de sus panagias o medallones episcopales al
pecho. Toda una lección de humildad. Diciendo: “servus”. `Porque uno de los
títulos del papa romano es el de siervo de los siervos de Cristo. Una lección
de humildad y un acto de servicio
No sé si me entiende
pero el que tenga oídos para oír que oiga. Las cosas están cambiando y camaleón
que se duerme… Esta liturgia fue presidida por su Santidad el papa Benedicto
XVI. Oficiaba Su Beatitud el Patriarca Bartolomé I escoltado por una nutrida
clerecía de episcopos patriarcas y metropolitas (Antioquía, Jerusalén,
Bulgaria, Atenas etc.) Revestidos de sus casullas y dalmáticas de brocado.
Rozagantes capas magnas todo el boato y la pompa de Bizancio. Un coro de monjes
entonaba el benedictus que en la iglesia griega suena a algo así como Agios...
Agios. Y había un diacono jovencito que era la viva imagen del zar
Nicolás II que ya ha subido a los altares, canonizado por el patriarca
moscovita Alexis recientemente, vuelto hacia los fieles desde la cancela de la
Puerta de los Dones del iconostasio. Para entonar la colecta equivalente al
antiguo Dominus Vobiscum nuestro y que en rito oriental suena como Sofía. Todos
tengan paz y sabiduría. Agia Sofia es también para los griegos la Virgen
Santísima. Me asaltaron un tropel de emociones inefables que no sé si seré
capaz de expresar. Pero aquel diacono ¿se parecía al santo zar o al padre
Dimitri mi amigo y sacerdote de Cristo a cuyas celebraciones en la catedral
ortodoxa de la calle Nicaragua asisto algunos domingos? Otro diacono se subió a
un púlpito altísimo y cantó el Evangelio de la misa de San Andrés. Los griegos
nos dieron a los latinos un baño de liturgia y el papa desde su estrado humilde
y digno miraba como sobrecogido y perplejo. Era más que nunca el siervo de los
siervos de Cristo. Ese es en verdad uno de sus preferentes títulos. Labor omnia
vincit. El amor lo puede y la violencia y el odio no sirven para nada.
Esa fue la lección de esta visita a Estambul y su entrada descalzo en la
mezquita para orar al lado del muftí mirando a la Meca nada me escandaliza,
sencillamente emocionante. La película se rodó con esa nitidez y esa grandeza
que tienen las cosas sencillas. Allí sentado, tímido, sin alardes, y
sobrecogido por la magnificencia de los cantos maravillosos, las santiguadas
constantes y los plakoni (inclinaciones), del rito oriental mucho más
expresivo y solemne que el romano, el bullir del maestro de ceremonias poniendo
a todos los oficiantes al hilo para que ninguna rúbrica sea pasada por alto y
que cada palabra cada movimiento en grada y altar se adecue a lo que pone el
libro, dio una lección magistral. Ha sido seguramente su mejor encíclica. No
hicieron falta palabras. Bastaron los gestos en esta visita tan difícil pues
quedaban atrás mil años de discursos y de disputas entre teólogos y gente de
iglesia tan pagados de sí mismos. Griegos y latinos nos hemos estado pegando
bofetadas en el pasado por una conjunción copulativa que para más sorna es
enclítica. El Filioque del credo de Nicea que rezaron juntos y en
armonía. ¿Amanece un nuevo día en la historia de la Iglesia? No lo sabemos pero
Bartolomé y Benito han sentado las premisas de un dialogo ínter confesional con
las otras dos religiones monoteístas. A la hora de alzar o consagración que en
el rito bizantino se llama epiclesis el patriarca oficiante se quitó la tiara
de bordados riquísimos y apareció su frente algo dolorida y con la marca
encarnada de una rozadura pues le apretaba algo el bonete. Bartolomeos es
también humano. Está calvo pero su aspecto no podía ser más venerable rubio de
ojos azules de gestos hieráticos pero simpático, la barba nívea y rozagante. El
papa parecía cortado ante aquel derrumbe de gloria. El rito eslavónico de los
rusos es aun más fastuoso que el del Fanar y queda por supuesto Moscú. Mucho
rabo por desollar. El encuentro se proyectaba como problemático y difícil sobre
todo si sigue suelta esa ola de ruso fobia que impera en el ambiente y que
pinta a los rusos como demonios.
El Cristo ruso sigue
crucificado y en el Kremlin guardan cierto resquemor no hacia el papado sino
hacia la persona del predecesor. El calado de la gran política se mixtifica
aquí con cuestiones religiosas. Es por otra parte innegable que el derrumbe de
la Urss trajo incontables sufrimientos para el pueblo ruso. Allí la Iglesia
ortodoxa que sobrevivió a la revolución del 17 sigue cargando con la cruz. En
el Vaticano lo saben. Juan Pablo II asestó un duro golpe a la Ostpolitik ¿Por
presiones o mandados de interpuesto? No sé pero la génesis del problema lo
trato yo de explicar humildemente en el siguiente artículo que adjunto y que
escribí yo hace bastantes años y que no publiqué nunca. Queden todos con Dios.
La estancia del papa actual en Constantinopla ha sido un éxito rotundo por la
inspiración del Espíritu Santo seguramente. El dialogo de civilizaciones está
en marcha por mal que les pese a muchos.
LO QUE LE OCURRIÓ A SU
SANTIDAD JUAN PABLO EN COVADONGA
Antonio Parra
El día de San Bernardo de
1989 no lo olvidaré en lo que viva. Estaba yo trasteando con unos aligustres de
mi patinillo en la urbanización majariega en la que resido, recién llegado de
las Asturias. Un sol de justicia, agosto en la luz viva de un hermoso verano
que iba a ser prólogo de cambios traumáticos para el mundo, batía calor de
bochorno sobre las cañadas y yo sentía mono de los bosques detrás de mi aldea.
Vivir a la sombra del monte Pascual siempre lo consideré una gracia especial
del Señor. Y de la ensenada de Artedo y de la silueta de los dientes de sierra
o túmulos de alzada prestancia que se ven desde allí: el Teixigal, la Rondiella
y la Vallina, brañas arriba de san Martín y del Valle de las Luiñas. No hacía
ni una semana que había andado yo por las laderas de Cangas de Onís y había
girado visita a Corao un lugar esotérico que me interesó siempre. Después
peregriné a Covadonga donde uno se ioniza escuchando el rumor de la cascada y
el rumor de las plegarias a la Santina sobre aquellos clavijeros reclinados
sobre taludes increíbles de roca viva. Allí posa la bendición de las montañas
que tienen por trono la cuna de España. Ya terminaban las vacaciones pero como
entraba a trabajar en el turno de tarde pude seguir a través de la radio aquel
viaje “histórico” de Juan Pablo II a Asturias. Fue uno de esos momentos que
marcan camino y dejan en el alma una huella imborrable. Todos recordamos - los
que ya tenemos alguna edad- el momento en que mataron a Kennedy, la boda de
Lady Di y Carlos, o la llegada de Armstrong a la Luna, teniendo bien presente
en la memoria lo que hacíamos en aquel instante. Bueno pues yo estaba siguiendo
la misa de pontifical y todo se desarrollaba con normalidad cuando de repente
entre los aplausos y la homilía del sucesor de San Pedro sonaron unos gritos
estentóreos y discrepantes como de clac. Extemporáneos osados y sin venir a
cuento. Pude escuchar el tenor de aquel abucheo. Textualmente:
ka-ge-be. Ka-ge-be. Fueron tan sólo unos segundos porque el retransmisor cortó el micrófono de
ambiente pero a mí entonces se me heló casi la sombra y se me helaron los
pulsos. Algo malo presentía. Se acusaba al pontífice de comunista. Se le
amenazaba se le insultaba pero ¿quienes pudieron ser aquellos desalmados? Nunca
lo sabré. Lo que sí puedo decir que me di cuenta de que el Vaticano asumía su
andadura por la Vía Dolorosa y que iba a ser sometido a una serie de presiones
increíbles. Belial se hacía muy fuerte. La sotana blanca del pescador iba a ser
sometido a un incesante diktat. O te vienes con nosotros o atente a las
consecuencias. Tú verás, los asistentes a la ceremonia en la explanada de la
basílica debieron quedarse de un aire. O no entendían. Yo sí. En algún momento
temí por la integridad personal del papa polaco que ya había sufrido varios
atentados (el primero en Fátima a cargo de un sacerdote español integrista y el
segundo en la plaza de San Pedro el 13 de mayo de 1981 así como en Filipinas)
Ciertamente el año 89 fue un año marcado en el calendario esotérico con el
estigma del bicentenario de la Revolución Francesa y aquel año iba a caer el
Muro de Berlín. Casaroli y su política de acercamiento al Este -Ostpolitik-
perdería enteros. Sin embargo en algunos ambientes de los más retrógrados
crecía la sospecha en torno al papa que venía del frío. Sus presiones acaso
determinaron que Roma se pusiera al servicio de las fuerzas oscuras. Un telón
de acero no se quiebra tan fácilmente. ¿Quiénes eran aquellos energúmenos o
corifeos que en la atalaya de Covadonga gritaron los estribillos de KGB? KGB?
¿Los fachas de Blas Piñar? Lo dudo. ¿Algún enano infiltrado en los pliegues del
inalámbrico? ¿Los temibles américo cubanos que juraron odio eterno a Fidel
Castro? Puede. Conozco ese percal. Son círculos que se mueven en torno al
periódico La Prensa que dirige Horacio Aguirre. Diez años después sigo
en mis dudas y nadie ni en España ni el extranjero ha hablado explícitamente
del suceso. En las crónicas y artículos publicados tras la proterva efemérides
no hay alusiones ni de pasada al bochornoso incidente pero yo, humilde
esforzado y paciente oyente escuche aquellos gritos con estas orejas que se han
de comer los gusanos. Al cabo e dos lustros las sacrílegas imprecaciones
martillean mi subconsciente de cristiano amante dela libertad y del deseo de
estar bien informado porque entre otras cosas porque entre otras cosas nuestro
Salvador ostenta el tito de eleuterios (libertador). Con frecuencia se
ha querido manipular su mensaje. Él murió en el leño pero no han faltado
quienes hicieran todo lo posible por comprarlo y por manipularlo. Y el clamor
de KGB...KGB se parece patéticamente a aquellas voces del populacho excitado en
el Lithostros: Crucifige... Crucifige eum (crucificarle, crucificarle)
¡Pobre obispo de roma! Anás y Caifás proyectan la huella de su sombra contra el
heredero de las llaves. Las potestates
clavium. El poder de las llaves. Todo lo que atéis en la tierra será
atado en el cielo etc. fueron dos lustros (se llaman así porque los habitantes
de la Ciudad Eterna celebraban fiestas rituales cada cinco años para
purificarse recibiendo las aguas lustrales en la fuente de la diosa) movedizos
o de pana rayada que diría mi querido suegro Gabriel Tuya que paz tenga. En
estos diez años últimos casi se ha sentido el piafar desmelenado y echando
espumarajos de fuego por los ollares del caballo del Apocalipsis que arrastra
una estela de azufre: el hambre la guerra la peste la sequía y la congoja de
las gentes. ¿Será el tiempo del fin? No sé pero las manecillas del reloj de la
Historia han girado a velocidad vertiginosa. J Pablo II ha conseguido mantener
el equilibrio con perfiles de luz y de sombra como corresponde a todo nacido de
mujer. Este ha sido uno de los papas más carismáticos enigmáticos peripatéticos
y acaso misteriosos de la cronología episcopal. Ha sido execrado y enaltecido
por igual. Wojtyla es la hechura de tiempos convulsos y parece haber sido
vaciado en otros moldes. Carece de la altura intelectual de Pablo VI. Sus
libros son flojos pero es un buen autor y un excelente comunicador. No es un
aristócrata como lo fueron Pacelli y Sacci ni posee esa campechanía de Juan
XXIII porque siempre ha parecido un hombre distante. Pero su testa de romano
como tallada a cincel guarda cierta semejanza aunque sus rasgos son mucho más
duros de San Pío X. Puestos a encontrarle a analogías a este papa habría que
retrotraerse al medievo. Pertenece a la saga de papas de la lucha de las investiduras
y a la pléyade de políticos florentinos. Un Inocencio III un Bonifacio VIII
duchos en geopolítica y expertos estrategas en la manipulación el poder.
Gobernar es cabalgar a la jineta sin descabalgar y Karol lo supo hacer. Su hay
que creer a los prenuncios de Malaquías al polaco le corresponde la divisa “de
labore solis” y el apelativo le cuadra bien a su personalidad hélica. Ha venido
a ser una especie de Luis XIV del pontificado. Por eso la SRI está aquejada tal
vez de, macrocefalia esto es un cuerpo muy grande y una cabeza pequeña.
Personalidad desbordante lo suyo es la mayordomía. El mensaje es el medio y ese
es el signo de los tiempos que corren. Todas estas apostillas quedan paliadas
por su profunda confianza en María que da la pauta y medida de su mesianismo.
La Virgen ha hecho fructífero este pontificado de transición a pesar de haber
sido tan largo. Wojtyla ha colocado los cimientos de una nueva iglesia que está
por edificarse en el tiempo venidero con el soplo del Espíritu Santo y la intervención
medianera de la Theotocos. Está claro que los que le acusaban de comunista a
los pies de la Santina sabían bien lo que se decían. Hay toda una conspiración
en marcha. Pero Wojtyla nunca estuvo empadronado en la nómina del KGB. Yo creo
más bien que estuvo afiliado a la competencia porque antes de ingresar en el
Conclave se dijo que cantaba con el respaldo de los cardenales estadounidenses.
02/12/2006
RAMA DE OLIVO BENITO XVI
Antonio Parra
Benedictus Dominus Israel. Con este cántico del Salmista que inicia el
oficio de Maitines en los conventos de rito católico pudiéramos abrir este
comentario de urgencia a la designación de un bávaro para la Cátedra de San
Pedro. Esta vez las profecías malaquianas parecen ofrecer una consistencia y
fiabilidad sorprendente. El epígrafe rama
olivarum corresponde al penúltimo de la lista. Sólo queda otro Petrus
Romanus. Para más inri, el olivo, en la heráldica benedictina, es el envés de
la medalla. El haz, “ora et labora”.
Los hijos de san
Benito de Nursia, dotados de su singular paciencia y de su gran laboriosidad,
lejos de las guerras y las convulsiones que agitaron al Viejo Continente,
supieron conservar una espiritualidad que ha transmitido mucha ciencia. El espíritu
benedictino es una manera de ser y de estar. En la sonrisa del papa electo y su
primera alocución en latín, instando a la unidad entre cristianos y al perdón
ecuménico, y en su voz clara y débil, hemos detectado toda esa sabiduría
afable, esa juventud de una Iglesia peregrina en el mundo, que se renueva
constantemente.
El dedo evidente del
Espíritu Santo lo ha marcado sobre la frente. Que Él conserve a Benedicto XVI
muchos años. Estamos seguros de que su pontificado, en la continuidad del de
Juan Pablo II, va a ser tan arrasador como el precedente. Viene de Alemania, la
patria de Lutero y será seguramente un allanador de caminos, retranqueará los
baches y tornará lo curvo en derecho. Prava
in vias rectas.
SHALOM
Nos domina la impresión de que dentro del camino acometido por su
predecesor magno éste no va a ser un pontificado mediático sino reformador. Un
verdadero faro de fe con la altura de su carisma intelectual. Ha sido
preconizado un escritor, un teólogo gigantesco, casi un monje, que conoce bien
la curia y los problemas que tiene la Iglesia. Encontramos en su rostro y en
las maneras suaves de este alemán un parecido sorprendente, más que con
el hagiónimo precedente, Benedicto XV, con el papa Sarto, esto es San Pío
X...
Hasta la reforma
protestante, Alemania era el baluarte del dogma. Germania semper fidelis. Era la línea medular, dada la solidez del
carácter tudesco, de la Iglesia romana. Pero hay otro aspecto que no
quisiéramos obviar ya que estamos jugando a los símbolos y a ese lenguaje
críptico de saber leer entre lineas que siempre hay que tener en cuenta cuando
se estudia la vida y la historia del cristianismo. Y es que el olivo o el
crecal, el árbol sagrado del pueblo hebreo, figura en los emblemas de Israel
subrayando el mensaje de una de las palabras más hermosas en el lenguaje
humano: shalom.
En un artículo anterior
sopesábamos desde estas mismas páginas las grandes posibilidades del
cardenal Ratzinger, uno de los grandes impulsores del diálogo de la Iglesia con
la Sinagoga. Su nombre juntamente con el del arzobispo de París, cardenal
Luftinger, sonaba con fuerza para la sucesión de Juan Pablo II, pero el
cardenal francés, muy enfermo, y habiendo perdido casi la voz, fue apeado en la
carrera lo que permitió la designación de Ratzinger, casi por aclamación, en el
último conclave. Aguarda una inmensa y complicada labor por esas
lindes.
Las relaciones del recién
preconizado Papa Joseph Ratzinger con los Benitos (OSB), la más antigua orden
de la Iglesia, son muy estrechas. Cada verano pasaba una temporada en la abadía
de Montecasino. ¿El nombre de la rosa? Algo más. Tenemos un escritor y un
pensador que acaba de calzarse las sandalias del pescador. Ya han empezado a
recogerse los primero frutos.
El patriarca Alejo II
ha enviado un mensaje de felicitación al pontífice electo que el domingo será
preconizado en San Pedro en una de las ceremonias litúrgicas, y que guarda el
latente sello de Bizancio en todo el ceremonial, más impresionantes que darse
puedan. Hay que reconocer que el Vaticano sabe hacer bien estas cosas y que a
lo largo de estos días, sabiendo sacar fuerzas de flaqueza y poniendo a
contribución todo ese “know how” y esa potencia de imagen que tiene la
televisión - han sido unas jornadas que maravillaron al mundo haciéndonos soñar
y sacándonos de las miserias de la rutina mediática y de la zafiedad
polanquista- y que Roma ha vivido su hora magna.
ENCUENTRO
CON ALEJO II
Se da por seguro que la
primera visita que gire Benito XVI al extranjero será a Colonia, su patria,
para abrir el Congreso de la Juventud, pero la segunda puede ser a Moscú donde
abrazará al patriarca de todas las Rusias, cabeza visible del mundo ortodoxo,
habida cuenta de las dificultades por las que pasa el patriarcado de
Constantinopla, sometido a la férula del Islam. ¿El nombre de la rosa? El nuevo
papa es un regalo a la Iglesia que baja desde la cima, desde los altos adarves
de Montecasino. Llega con el espíritu de oración, de culto a la belleza, de paz
y tolerancia que fraguaron el ser de Europa. Pero sin desdeñar a la tecnología
y sabiendo sacar provecho, en la línea de su antecesor, de los nuevos inventos,
de cara a su labor misionera.
La imposibilidad de viajar a
Moscú fue la espina que se llevó clavada a la tumba Juan Pablo II quien no pudo
consumar su sueño de un acercamiento a las cristiandades del Este él que
precisamente más había laborado en favor de la caída del Muro de Berlín. Era el
resultado de las miserias y grandezas de la política, donde siempre se pisa un
terreno anegadizo de pasiones humanas y de prejuicios históricos: todas las
guerras de religión entre los uniatas, “raskolniki” y “provoslaski” entre la
sede de Estanislao y de Kiev la Santa.
Pese a lo cual y como
decía Sta. Teresa Dios escribe al derecho con letras torcidas. ¿Comunistas? Ya
no quedan comunistas. Les pasa igual que a los franquistas. Ni siquiera la
estanquera de mi barrio se proclama como tal. Si hoy hasta don Santiago
Carrillo se confiesa un demócrata de toda la vida. Pero la oposición a la
Iglesia sigue siendo tan fuerte como en los tiempos de Stalin y no en Rusia
precisamente, sino en la vieja y católica Europa que ha asumiendo los criterios
legos de Termidor está tratando de volver la espalda al patrimonio
milenario de la Cruz no citando siquiera de pasada al cristianismo en sus
constituciones.
En este sentido el
diálogo con el mundo judío de este papa que accede de un país como es Alemania
donde ha nacido la Teología del Holocausto - vino siguiendo los programas de la
DW desde hace tiempo y compruebo que casi un setenta y cinco por ciento de la
información se refiere a lo que ocurrió en los Läger o campos de concentración-
se promete fructífero. Su elección ha sido acogida con beneplácito en Tel Aviv
y en Jerusalén. La comunidad palestina y el gobierno Sharon hacen votos porque
se continúe el diálogo emprendido por el papa anterior que fue a rezar al Muro
de las Lamentaciones. El papa Ratzinger cabalga en las alas veloces del alazán
de la profecía. Puede haber sorpresas. En algunas cosas podría ser muchísimo
más renovador de lo que se supone, para decepción de sus furibundos
detractores.
UTILIZACIÓN
DEL PLURAL MAYESTÁTICO
Su apelación a la unidad y
al espíritu ecuménico que se ha desvirtuado o no ha conseguido ser implementado
según el mandato del Vaticano II. El espíritu y la letra del magisterio de
dicho concilio en parte - y ése es uno de los dramas de la hora presente- no ha
conseguido ser llevado a la práctica. La peroración en latín de Benedicto XVI,
que es el idioma de la SRI, a los pobres latinistas como yo que vemos con pasmo
cómo tan hermoso idioma está siendo descarrilado de los programas educativos,
no ha podido por menos de emocionarnos. Es todo un indicio. El nuevo papa va a
ser acérrimo en la defensa del dogma y de la tradición pero muy delegante e
incluso laxo en cuestiones de disciplina eclesiástica, habida cuenta de su
apelación al ecumenismo, y todas esas cosas que no constituyen materia de fe,
como puede ser la ordenación de hombres casados o el afianzamiento del papel de
las mujeres cerca del altar, la formación del clero, acabar con el síndrome de
los seminarios y de las iglesias vacías y esas pavorosas crisis que vivimos en
la católica España, la defensa de los que dan testimonio, el acercamiento de
razón y fe que no tienen porque ir separados sino caminar de la mano.
Pero ya lo ha dicho al
condenar el relativismo y la moral de circunstancias. No nos podemos pasar la
vida hablando de condones y de pobres varones que han tenido la desgracia de
nacer, o hacerse por vicio con inclinaciones sexuales desencaminadas o
antinaturales. Eso es casuística pura, poco atañedera, al contrario de lo que
pretenden las fuerzas oscuras, al corpus dogmático, a la economía de la
salvación, a las verdades duraderas del mensaje de la salvación. Cristo
no vino a condenar sino a perdonar a los pecadores. Al hacer mención de ese
relativismo que nos invade Benito XVI hacía una llamada a la conversión, al
famoso “metanoite” paulino. Convertíos. Mirad hacia la puerta de los dones
donde se oculta el rostro del Redentor con palabras de aliento para el caído
gracias a la sublime fuerza del amor. Con palabra humilde y gesto sencillo y volviendo
a utilizar el nos del plural mayestático- sublime opción- ha hecho un canto a
lo Absoluto precaviéndonos contra lo acomodaticio y lo inane de nuestras vidas
marcadas por el egoísmo y los avatares de la política. Dejémonos de
tonterías. Quememos al hombre viejo. Abandonemos lo que sobra, demos de lado a
una moral de circunstancias. Eso es el relativismo. Ratzinger ha recobrado la
vieja autoritas de una Iglesia mater et magistra que ha hablado por su
boca haciendo un canto de exaltación a la dignidad de la persona humana, del
hombre hecho a imagen y semejanza de
Dios.
Esta invocación
soteriológica, en el más puro estilo del lenguaje eclesial, y en latín, lengua
de la catolicidad universal poniéndonos en guardia contra la existencia de la
culpa y de nuestro barro pecador, nos afianza en los valores eternos de un
mundo que cree más en lo inmanente que en lo trascendente. Puede que nos
encontremos ante un pontificado menos político que el anterior pero que también
arrasará. Éste puede ser el papa de todos. Viene el Gran Pacificador. Los ojos
del mundo tornan a Roma. Ya hay un benedictino en el trono de Pedro. Roca de
Israel. Por mucho que arrecien las galernas de la persecución, y por
todas las trazas ésta seguirá desencadenándose aunque por el momento sin un
carácter cruento, las potencias infernales no harán zozobrar la Nave del
Pescador. Para celebrarlo nada mejor que el cántico del Benedictus Dominus Deus. Congratulémonos. No tengamos miedo. Nolite timere. Un gran pontificado tenemos
por delante aunque, en principio, por las reglas de la Naturaleza puede que
éste sea más breve que los anteriores, y que a las cristiandades sepa a muy
poco. El hermano cura del cardenal Ratzinger que regenta una parroquia cerca de
Munich ya expresaba su inquietud por la salud frágil del nuevo obispo de Roma,
parecía muy apesadumbrado y temía por Joseph. ¿Será el último Papa que
conoceremos en nuestros días? Poco importa. El barco de Pedro seguirá navegando
cuando nosotros nos hayamos ido. Ramo de olivo. Casi empiezo a desdecirme de lo
dicho sobre las Profecías de san Malaquías, un asunto que he seguido con pasión
a lo largo de casi dos lustros en esta vez se consumaron los augurios de san
Malaquías cisterciense y se confirmaron los pronósticos de las quinielas
papables. El germano entró Papa en el conclave y no salió cardenal...
21 de abril de 2005
¿Qué hace el Papa en Chipre?
Chipre, la isla de Afrodita, donde el apóstol Pablo, arremetió contra los
santuarios de la Pitonisa, ha sido un baluarte del cristianismo. Pero de signo
ortodoxo. Recuerdo aquel gran obispo de Nicosia, Makarios, eminente figura de
la guerra fría, y partidario de la no-alineación, al que por lo visto
envenenaron los ingleses y el bueno del Papa Benedicto, abrumado por lo de la crisis
de la pederastia, acude allí, confío en que no sea para impartir doctrina ni
enseñar a los griegos cristianismo. Los papas gozaban de mayor predicamento
cuando eran los prisioneros del Vaticano porque de esta forma demostraban que
su compromiso era más con lo espiritual que con lo temporal, que no se puede
servir a dos señores y este pontífice como su predecesor está alineado en el
bando de los poderosos. El bueno de Benito XVI con su frenillo y sus aires de
clérigo amanerado no llega a la gente, diga lo que diga el bueno del padre
Fortea, ese exorcista que parece la caricatura del diablo. Es un fracaso de
relaciones públicas. Ha metido muchas veces la pata en sus declaraciones contra
el Islam, en su mano tendida a los anglicanos que han terminado en un choque
con el primado de Cantorbery y en todo este lío de los curas maricones, muy
abundantes por cierto en la Iglesia de la cual es el capuz y hasta se cubrió de
sospechas de homofilia en los escándalos en la diócesis alemana de la cual él
era obispo. Y volviendo con el tema de la gran cabeza esta iglesia no puede ser
la de Cristo porque padece de megalocéfala, esto es una cabeza muy grande y
unos pies y unos brazos muy pequeñitos y con exorcistas como el padre Fortea el
alcalaino que en vez de expulsar diablos los mete en el cuerpo de sus poseídos
cabalgamos cara atrás. Metanoite, hay que decir con el apóstol Pablo:
convertios, apeaos de vuestros pedestales, abandonad los ceñidores de soberbia
y vestios de la loriga de la justicia, cubrid vuestros rostros de ceniza.
Arrepentios. En Chipre fracasó la iglesia latina hasta que fueron suprimidos
los templarios a causa de la arbitrariedad romana.
sábado, 05 de junio de 2010
HACIA UNA IGLESIA MÁS DIACONAL, ESPACIO DE LIBERTAD
Antonio Parra
Anoche a las 9.37 de un
tranquilo y lluvioso sábado de abril volví a escuchar por quinta vez
consecutiva en mi vida el tañido de campanones. Estaba leyendo un
precioso himno a la Virgen del Oficio Parvo, tenía abierta la radio en una
emisora francesa cuando la voz del bronce desde la torre que vigila la gran
cúpula de Bernini en la Plaza de san Pedro ha sonado doblando a clamor. En mi
libro se leía un versículo significativo: AAttolite portas príncipes capita
vestra@ (Puertas salid de vuestros goznes, dejad pasar al rey de la gloria).
Fuera llovía con fuerza aguas mil, beneficiosa lluvia de alma que necesitamos
en la travesía del desierto. El instante, adornado como por un aura mesiánica,
era emocionante. Pasó un ángel por el mundo rozando las puertas con sus
alas. Nos ha rozado la caricia de un carisma.
Me pareció que el
repique no era a muerto sino a gloria. Seguramente, Wojtyla, cubierto por el
manto de la Virgen, ha subido al cielo y goza de la visión del Resplandor del
Rostro, según han anunciado todos los periódicos y todas las radios y
televisiones del mundo, incluso los no creyentes, pues ya lo dice el refrán
qualis vita mors ita según la vida así la muerte, se ha ido como vivió, en olor
de multitudes, y armando el taco. He sabido que sus últimos momentos fueron de
un patetismo y un dolor terrible. Fue un luchador contra la bestia. En su
pugilato contra las fuerzas del infierno obtuvo rotundos éxitos. Alguna vez
fracasó pero la victoria final, estamos seguros, estará de parte de las
banderas de la Iglesia. Aciagos días esperan. El enemigo es muy fuerte.
Quizás su muerte tenga que acogerse con la alegría del tránsito del justo que
pudo decir con san Pablo Abonum certamen certavi, cursum consumavi, fidem
servabi@[1][1], pero con las naturales prevenciones del que
conoce la fuerza tremenda del enemigo a batir. Hasta hace poco, los medios que
hoy lo inciensan proclamaban con furor el fin de la era cristiana. Basta darse
un paseo por las hemerotecas para curarse un poco de la efervescencia
triunfalista del instante.
También los papas
sienten horror ante el suplicio pero, tozudo hasta el final y pase de mi este
cáliz, empuñó el timón de la barca del pescador hasta el final. El atleta de
Cristo no quería morirse ni entregar la antorcha. ¿Muerte, dónde está tu
victoria? Muy pronto será beatificado.
La cobertura de su
fallecimiento ha sido todo un fenómeno sociológico impresionante sin parangón
en la historia del mundo. Hemos vivido instantes de dolor y de apoteosis, de
gozos y de sombras. En particular me ha llamado la atención la acepción y
seguimiento que ha tenido la narración de su muerte y agonía entre los
británicos. Los ingleses siempre tan reservones hacia Roma, y tan cicateros con
los dineros de san Pedro, desde que se desvincularon con la comunión católica
en tiempos de Julio II han destapado el tarro de las esencias en sus loores.
AThe pope of popes@(el papa de los papas) titulaba ATimes@. AEl superpapa
superstar@, AEstá golpeando con los nudillos las puertas del cielo@, titulaba
otro, y un tercero nimbaba su cabeza con una aureola de santidad bajo las
alas de una paloma blanca. No podía ser de otra forma entre uno de los grandes
defensores del culto de hiperdulía. Casi parece un sueño. Demasiado. Too much. Esta papafilia de los
británicos casi suena a milagro. (Si levantara la cabeza el cardenal Newman!
Hasta hace un cuarto de siglo semejantes elogios en Londres hubieran sonado a
inocentada, a una broma pesada de un primero de abril, April´s the Fools[2][2]. Con la muerte de Karol el mundo se ha
parado.
La cadena televisiva
ASky News@ ha desplegado todo un regimiento de reporteros y cámaras no
escamoteando elogios y pleitesías hacia el último sucesor de los apóstoles.
Cabe recordar y aquí subyacen causas de orden político que Polonia y Portugal
fueron los dos países católicos que la anglicana Inglaterra conservó como
aliados más firmes en el exterior para proseguir la tradicional política de
Foreign Office de balanza de poderes. La figura de Juan Pablo II fue decisiva en
la destrucción del comunismo. Han caído todas las barreras. Las fronteras han
cambiado de sitio. Todo parecía que íbamos a vivir un nuevo Pentecostés pero
los recelos antiguos subsisten. Francia y Alemania donde las poblaciones son de
mayoría católica o protestante pero cuyos gobiernos se caracterizan por la
aconfesionalidad, se han sumado a esta ola de enfervorizados panegíricos. La
RAI parecía vivir su hora más grande. Dedicó una entrevista de dos horas al
director del Opus Dei.
Moscú callaba. A la hora
de escribir no había trascendido ninguna nota oficial de su muerte del
patriarca Alexis II, cabeza visible de las iglesias autocefalas eslavas.
Constantinopla tampoco ha dicho esta boca es mía. Y Atenas se ha despachado con
un comunicado de circunstancias lo mismo que los otros dos patriarcados el de
Antioquía y Alejandría. De esta paralización del movimiento ecuménico tiene la
culpa la situación en Oriente Medio. Esa fue una de las maclas de su
pontificado: el flanco oriental. Fallos de la condición humana. Se ha roto el
hilo conductor del ecumenismo, uno de los triunfos de Juan XXIII que se ha
convertido en fracaso con el papa polaco, a causa de viejas rencillas
históricas entre Varsovia y los zares. Juan Pablo II ha muerto sin poder
cumplir su sueño de rezar en la Kremlin Sabor. Los hermanos separados quedan
más distantes cada vez. Los ortodoxos son los celadores de la tradición y no
hay que olvidar un detalle: el cristianismo fue griego antes que latino y
Cristo hablaba indistintamente arameo y koiné. Tampoco hay que dar de lado otro
hecho fundamental: la intervención del patriarca Sergio, rehabilitado por
Stalin en 1940, y que bendijo a las tropas del Ejército Rojo que iban a
combatir a los alemanes en el frente del Este, fue determinante para repeler a
la agresión nazi. Pero estas son precariedades de la humana fragilidad que
suelen suceder cuando las cosas de Dios se mezclan con las de la política. Todo
se desbarata y se saca de quicio cuándo entra en juego la Aloca de la casa@. De
aquélla murieron 26 millones de seres humanos y hubo otros tantos desplazados,
corrimiento de pueblos, hambres, injusticias sufrimientos. Este ha sido el papa
del holocausto, el campeón del anticomunismo pero cualquiera que haya estudiado
un poco la historia del marxismo llega a conclusiones obvias sobre su origen,
los grupos - no todos de origen ruso aunque muchos de los nihilistas eran hijos
de pope- que implantaron y quienes eran y de dónde habían salido los fautores
de la cheka y el agit prop, propagadores del ateísmo y el odio a la Cruz.
Temible es la hidra de las siete cabezas por su contumacia y correosidad. La
serpiente maligna repta y cambia de piel. Juan Pablo seguramente estuvo
asistido por el brazo del Espíritu Santo pero no pudo abarcar todos los campos
este hércules de Dios que al final de sus días ha llegado a comprobar con
amargura cómo el materialismo occidental con sus secuelas de desintegración del
individuo y de la familia, el hedonismo, el egoísmo y la insolidaridad sexista
representaban una amenaza tan formidable como la que se conjuró con la caída el
Muro de Berlín. Esa opción creo que queda abierta a los sucesores de Wojtyla en
la cátedra apostólica.
Las profecías malaquianas
entran ahora en juego para el que las quiera leer y son al parecer ominosas con
respecto al penúltimo papa, el que hace el número 111 que adoptará divisa el
lema Ade gloria olivae@ y trasladará, cuando se desencadenen las persecuciones
en la Ciudad de las Siete Colinas, la curia a Jerusalén. Precisamente al
cardenal Rouco le pilló la noticia de la muerte de su querido papa recién
fallecido en la Ciudad Santa de viaje de peregrinación. El último subirá a la
Catedra de san Pedro, el 112 de la lista de san Malaquías obispo de Armagh y el
266 del cómputo total será Petrus Romanus. Con su mandato se cerrará el
círculo.
Al finado le correspondió el
puesto número 110 bajo el epígrafe de Alabore solis@ (los trabajos del sol)
cita misteriosa pero que parece haber ido con el carácter esplendente y
arrollador de Wojtyla cuyo brillo hizo desaparecer la noche del comunismo,
aunque otras sombras tan densas y mortíferas le amenazaron por detrás a este
esforzado caballero de Santa María y que había adoptado el lema cisterciense
del totus tuus@ por emblema pontifical: el agnosticismo, el culto a los
instintos inferiores, la depravación de las costumbres, el hambre en el tercer
mundo, legados de la injusticia y el colonialismo, los problemas de orden
social y laboral determinados por la supresión de barreras y la política de
puertas abiertas que junto con el descenso de la demografía en la vieja y
caduca Europa está contribuyendo no solamente a la rectificación de líneas en
los mapas geopolíticos sino a un avance imparable del mahometismo. Su tiempo ha
coincido con el de la gran revolución tecnológica mayor de la historia. Y desde
el punto de vista de la utilización de la imagen y de los medios de
comunicación al servicio del evangelio ha sido un verdadero superman. Pero le
quedaron flancos por cubrir: las iglesias vacías, la deserción de las masas, la
gran apostasía. Se ha querido atraer a los jóvenes, loable política que ha dado
algunos resultados en los movimientos neocatecumenales, pero, por otra parte,
con algún menoscabo de las personas de más edad que son los únicos que van a
misa y cubren las necesidades del cepillo. Peinas canas, tienes barriga y el
cura parece que no quiere saber nada de ti. La práctica de la religión
cristiana es ardua, incómoda y reclama no pocas renuncias. Los chicos no lo
tiene fácil. Mirando hacia atrás, cotejo las contradicciones de su pontificado
y encuentro que era demasiada tarea para un hombre solo. Y Wojtyla estaba muy
solo. Arrasaba en sus viajes evangelizadores. Ha pasado por la tierra como un
verdadero huracán. Pero las masas tan emotivas a veces se muestran olvidadizas.
Él iba contra corriente. No se puede servir a dos señores. La tristeza
del joven rico del Evangelio.
Como dicen los británicos
AYou can´t win them all@. Un guerrero solo no puede ganar todas las guerras.
Adolecía del principal defecto de los polacos, según reconoce su biógrafo el
periodista del NYT Tad Sluz: confundir la política con la religión. E imbuyó su
pontificado de ese nacionalismo a ultranza. Su arrojo rayaba con la
imprudencia.
WOJTYLA, DIOS LE PERDONE
Antonio
Parra
Yo creo en el Cristo que
anduvo sobre las aguas, el que resucitó a Lázaro, le dijo a Zaqueo baja de ese
árbol y perdonó a la pecadora. Me uno a la comunión de los santos, al perdón de
los pecados y a la resurrección de la carne, demasiado tarde para cambiar de
religión a estas alturas. Ahora bien, y que Dios me perdone, si lo que voy a
decir, les parece una burrada. En lo del ciclón Wojtyla me cuesta más
creer. Que Dios le perdone a él y a los que están detrás de su figura diseñada
a imagen y semejanza en buena parte de los enemigos de la Fe. Las sandalias de
este pescador, muy gastadas y cubiertas del polvo de la travesía del desierto,
se resisten a abandonar convertidas en cáligas episcopales, símbolo de poder y
de gloria, la silla gestatoria. Pater Sancte,
sit transit gloria mundi. El que se encumbra será abatido y el que se humilla ensalzado. Hay piezas
que no casan en esta historia. Soy refractario a comulgar con ruedas de molino.
Juan Pablo II se sale del módulo tradicional de lo que ha venido siendo la
lista de sucesores de San Pedro. Hay un intento desaforado por salvar los
muebles y vendernos la idea de las regalías del cesaropapismo en forma
mediática. Deseo la pronta recuperación en su enfermedad a este anciano polaco.
Pero de ahí a ese culto de idolatría
que le rinden los medios de comunicación de ámbito universal y aceptarlo como
valedero creo que media un largo camino. La propaganda le ha ensalzado hasta
los cielos y acaso no sea más que un obispo como los demás, con sus grandezas y
sus miserias y las exageraciones del cesarismo, y del culto a la
personalidad. En torno a él las vaharadas del incienso rayan lo inaudito.
Yo no puedo unirme al coro de la adulación general y de las comparsas
mediáticas, precisamente por eso. Por el respeto que tengo al papado y por el
amor que he profesado a la Iglesia. Sus visitas al Gemelli vienen acompañadas
de un clamor sospechoso de apoteosis.
Polvo eres nos dicen todos
los Miércoles de Ceniza y después del Cónclave en la capilla sixtina avanza una
procesión en la cual un turiferario la encabeza portando una naveta llena de
humo al tiempo que grita: “Pater Sancte, sic transit gloria mundi” (Padre
Santo, de esta forma pasa la gloria del mundo. Los papas se acreditaban el
título de siervos de los siervos. Esta traza de humildad y de aceptación de las
miserias de la condición humana no aparece por ninguna parte y sí rasgos de
culto a la personalidad combinados con megalomanía. Toda esta paranoya oficial
nos hace sentir a todos los creyentes un poco ridículos.
Si todos los obispos
se jubilan a los 75 años, el de Roma debería dar ejemplo. Papa significa primus
pater, un acrónimo. Él es uno de tantos aunque haya sido designado por el dedo
del Espíritu. Y su poder le viene dado de lo alto. Es la potestad de las llaves
que tanto escandaliza a las demás iglesias cristianas quienes no entienden esa
arrogancia romana que viene no precisamente de las prédicas de los apóstoles
sino de mucho antes. De los flámines romanos. Corramos sobre las viejas
disputas históricas un tupido velo.
Hay muchos síntomas que
hacen sospechar que una férrea lucha por el poder se está entablando
dentro de la curia y que el primus pater reinante al descartar cualquier
posibilidad de abdicación en realidad se aferra a la silla gestatoria. Porque
ama demasiado el poder. Es un hombre de poder y de enigmas. El más significado
fue su designación tras la súbita muerte de su predecesor el Papa de la
Sonrisa. Su personalidad parece haber diseñado por los amantes de lo
políticamente correcto: un hombre del pelo blanco, solemne en el gesto, maneras
integristas y servidor del Imperio. Un polaco venía de perlas a ese
propósito. Luego fue encargado de acabar con el comunismo. Un simón soplando no
en el desierto sino en las planicies heladas de Cracovia derribó el muro de
Berlín. De un hisopazo este obispo de Roma, el más político y acaso el menos
espiritual de cuantos alcanzaran la sede apostólica, terminó con la guerra fría
y nos metió en el cuerpo la guerra caliente, la inseguridad ante el porvenir,
la política de bloques. Pues cayeron las fronteras, se han perdido las
identidades nacionales y hay corrimientos de pueblos, migraciones catastróficas
que pueden ser deletéreas para el sentido mismo de la cristiandad.
El británico Bruce
Marshall, escritor de novelas de intriga y antiguo miembro del servicio secreto
inglés, en una de sus obras allá por el año 68, diez antes del conclave que lo
eligió, traza los perfiles de su semblanza. So pretexto de Dios en el cielo,
los poderes de la tierra. En el conclave puede que revuele por los techos la
paloma del Espíritu Santo pero también las presiones norteamericanas a favor de
Wojtyla fueron culminantes. Querían un papa a su medida y ahí lo tienen. Ello
explica todo lo demás.
Si bien Jesucristo fue
discutido y atacado por enfrentarse a los poderes fácticos hasta el punto de
morir en una cruz con dos malvados como un malvado siendo en realidad el Santo
de los santos, el actual papa se resiste a morir en un lecho hospitalario de
muerte natural, todo este loor de enemigo porque resulta que los que más
abominan de los misterios de nuestra Fe son los que más lo encomian. Dicen tal
vez exageradamente que es el mejor pontífice de la historia después de Pedro y
una de las mayores personalidades políticas de este siglo.
Será verdad no lo discuto
pero nunca se vieron los templos tan vacíos, tanta desorientación que alcanza
síntomas de desbandada en la grey, tanto compromiso católico en entredicho.
Europa se está descristianizando a marchas aceleradas y el caos eclesial se
manifiesta por una desorientación en la catequética, la patrística, la moral,
las relaciones interpersonales, interconfesionales, y en otros muchos ámbitos.
Recapitulando, considero que
uno de los males mayores de la Iglesia en el momento es la megalocefalia.
Tenemos una gran cabeza en el Vaticano y unos miembros muy exiguos, enclenques
y desfallecidos. Karol se nos muestra como una especie de Rey Sol del papado
que pregona a los cuatro vientos: L´Eglisse c´est moi. Muchas giras por
el mundo, mucho happening pero poca teología. Mucha solidaridad internacional
pero mengua la caridad. El cuarto Creciente medra por todas las partes y mengua
la Cruz mientras aumenta el desaliento, la confusión y la falta de directrices
entre los viejos creyentes. La defección de las juventudes que tornan la
espalda al evangelio es pavorosa. Nadie quiere entrar por la puerta estrecha.
Por supuesto, hay que hacerse violencia a uno mismo. Creer en tres personas
distintas y un Dios verdadero, base del dogma trinitario, no es cosa sencilla.
Amar al prójimo como a ti mismo no va con nuestros postulados egoístas.
Defender unos valores hasta la efusión de la propia sangre no es algo que
entusiasme a las multitudes.
Jesus dijo he venido no a traer paz sino la guerra, expulsó con un látigo a
los mercaderes del templo pero éste ha pactado con los poderes del siglo. Éste
bendijo a los cruzados yanquis que fueron a pelear a Irak al menos la primera,
dato que recuerdo, pues yo estaba escuchando la Radio Vaticana y en medio de la
Plaza de san Pedro surgieron voces discrepantes. Una manifestación acusaba al
pontífice de antisemita. A partir de entonces fue el año 92 hubo un gran vuelco
de la política internacional.
Los ortodoxos no lo pueden ver. Se le acusa de ser el responsable directo
de la guerra y destrucción de Yugoslavia. Belgrado es bombardeado por los
fortalezas volantes que doña Margarita Allbright enviara la misma noche de
Pascua. Y en Roma ni media palabra. Por eso, el patriarca ecuménico Alexis de
Moscú se ha resistido a un tete-a-tete con él. Este trato de desconsideración
hacia los hermanos separados de Oriente (en Roma no se oficia ya prácticamente,
en contra de lo que se solía en otros pontificados, por el rito
greco-eslavónico) se ha visto recompensada por una acercamiento al Islam
permitiendo la plegaria conjunto en iglesias y mezquitas y la venta o cesión de
templos cristianos para los cultos muslímicos. ¿Es con sus gestos triunfales el
vencedor o un enterrador de los valores católicos en el mundo?
Por lo que se refiere al
atentado que sufriera en la Plaza de San Pedro el año 81 algo suena muy
extraño. Por ejemplo, no se comprende que un “killer” fallase a tan
corta distancia y a quemarropa. El arma utilizada del 635 no era de las
más contundentes. ¿Fue un verdadero atentado o un aviso? Queda otro gran
misterio, el de Fátima, los trece de mayo. Este ha sido el papa del número del anosmié
nefasto. Mi generación ha crecido un poco atemorizada por cierto en torno a
esos supuesto sigilos de Fátima. Es una palabra con connotaciones apocalípticas
pero resulta que la Virgen habló de un país que no existía en 1917: la URSS y
emplea una serie de condicionales que no cuadran al concepto de la divinidad.
Si sois buenos chicos no os dejaré sin merienda o algo así. Ese, según la
teología más respetable, no es el lenguaje de Dios Padre. En todo este fenómeno
de las apariciones que también llevo estudiando bastantes años algo huele a
podrido y a impostura. Madre, ¿por qué callas? Este silencio es parte del
enigma Wojtyla. Dios le perdone y dios nos perdone a todos. Estoy pensando
ahora mismo en un bonito cuento que escribió Clarín hace más de un siglo. Se
llamaba La rosa de oro en que
estudiaba el extraño comportamiento de León XIII, un Papa italiano con mucho
brío, mucho predicamento y mucha pose pero que también tenía sus cosas porque
errar es hombres.
Dios le haya perdonado. Dios
nos perdone a todos. Amen.
27/02/05