MARIMANTAS CON FLORES A MARIA
Puestas a escribir libros que no paran en
continua "katalexis", las
marimantas regresaron. El albero de san Isidro se nos ha llenado de fantasmas y
ayer de oscurecida vi brillar entre los laureles los ojos fosforescentes,
nictalopes del raposo, apretó el trote cochinero, al verme, y desapareció por
las rendijas del gallinero de Manolo.
Las que no toman el olivo son estas fulanas de
la caja estúpida, un incordio, bustos parlantes participando en todos los chous
caldo de todas las salsas. Parece les dan cuerda,oye, diciendo las mismas
vaguedades sin sustancia. Ya nos cansa tanta política.
Están al santo y a la limosna mientras yo me
entrego a las auras de mi destino, lucubro, y paseo midiendo los pasos que hay
desde el postigo hasta el zarzo. ¡No se puede ser tan feliz!
La zorra de anoche con sus ojos admirados de
lince me escrutaba. Sonaba abajo en el valle un aire de flauta. Es mayo mes de
las flores y no hay sabatinas pero yo llevo a la Virgen casta del Soto las
flores recién recogidas: esa festuca gualda, las fragantes margaritas, humildes
camomilas, enhiestos narcisos y
camelias, o el nardo, que cierra a la noche. Todo, como antiguamente.
La iglesia del pueblo está cerrada pero la
bóveda celeste -voy pisando las estrellas- ofrece la inmensidad del horizonte
para elevar preces. Venid y vamos todos con flores a Maria.
Ella es Mater Magna que camina en una carroza
de piedra tirada por una yunta de leones, y que hollará el predominio en 625 líneas
de las furcias mediáticas.
Esa gumia, sin descomponer el gesto, ni
fruncir una arruga de su linda cara bonita y terrible, por fuera adobo y
hermosura, y por dentro la pez de las calderas de Pedro Botero y de los hechos
siniestros, es la vera efigie de la marimanta que hizo naufragar, con sus
cantos sibilinos, los barcos de los aqueos al cruzar las sirtes. Alguien tendrá
que conculcar la cabeza de la serpiente.
El mundo moderno es un perpetuo canto de sirena. Son muchos los que
sucumben a sus embaucos y encantamientos.
Los faunos andan de vendimia, pero ellas ni
caso. Las púberes canéforas marchan con el cesto a la cabeza a ofrecer incienso
a Plotia en su pedestal en este mayo florido. Las Euménides aprietan el
cerco y yo soy de los que busco refugio en el lauredal que por acá denominan loreiro.
Hurto el cuerpo a sus embestidas de las moiras, que anda el diablo por
Cantillana.
- Otro
toro que ese no vale.
Pigtail arenga a las masas. Es su hora. He aquí un descamisado, un pequeño
burgués de nada, que amedrenta a las derechas con ganas de pisar moqueta, hijo
de un ordenanza de Franco.
Don Tancredo hace la estatua y la Sexquipedal
sigue sonriendo. ¿De qué sonreirá el ave zonza? Posa simplemente y dice siempre
lo mismo. El poseo, no más, habitó entre nosotros. Aquí todo es publicidad. Traiga, Haptenos,
por favor, la máquina de retratar, una sonrisa para la prensa. Parlan por los
codos estos tíos y estas tías, estos vascos y vascas. Y sólo se escuchan a sí
mismos. Se conoce que el ego les dio un subidón.
-¿Entonces qué?
-Elecciones generales.
-Salimos del Notejode para adentrarnos en las viejas suertes de
Nosajodío.
Se me cansó la mano de echar papeletas en
comicios que huelen a pucherazos. Nadie puede sacarse cartas bajo la manga, todo
está pactado de antemano. Atado y bien atado. Han adquirido ciertos tics de
Franco, mal que les pese, en sus ansias de perpetuarse en el poder; que no les
quiten la poltrona. Hay que chupar cámara. La actualidad obedece a sus
designios. El Coletas les va a hacer picadillo, trae consigo el
salvoconducto de las Fuerzas Ocultas.
Ya digo: ronda el diablo por Cantillana.
Conque, demos rienda suelta a los buenos recuerdos del florido mayo. Volvamos a
la infancia, que el mundo está poblado de marimantas fantasmales, de novelistas
del duerno, con ínfulas notables, de palomos cojos y de discursos, y ellas no
nos vienen con papalinas, como las hermanas de san Vicente antiguamente, ni
traen cofias ni tocas, se descocan y pululan por la red con el culo al aire,
parecen yeguas salidas dispuestas a copular solamente con centauros.
Y, de paso, nos cuentan cosas atroces de
hambres y masacres, crímenes pasionales del la maté porque era mía, melena al
viento por la tele con cara imperturbable de no haber roto nunca un plato
- ¡Qué moninas!
Dejemos, sin embargo, que las flores abran sus
calices, todo se andará. Navegue Pigtail, perilla capruna por mascarón proa de
su ambiciosa mamola, estrecho de pecho, y andares agambados, se desahogue
clamando desde su escaño porque cuando canta el cuco una hora llueve y otra
hace enjuto, y así estamos. Igual que los canes de Zorita, pocos y mal
avenidos, pero, como gozamos de este tiempo florido mayo 2016 de cielos nubosos
y horizontes pardos, nuncios del aguacero y de una feraz cosecha, porque en el Rocío,
fiesta pagana, no se puede dar un paso entre romeros y romeras en traje de
faralaes, charcos y sombreros, tendremos año harto de bienes. Ya lo dicen los ingleses "a good wet month of May good for the
corn and hay". Está muy alta la hierba.
- Y
mira que decían como no llovió por febrero ni prado ni centeno. Lo que llueve
ahora son urnas funerarias y comicios.
-
¡Menudo lío!
-No se
apure, don Cunctanter, que más pasa un cornudo.
-Dígotelo yo.
-Pues
a mí me quedan muchas dudas, amigo Hactenus. Sacrifiquemos esta tarde
una oveja a los dioses y aplaquemos su ira. No hay que hacer caso de esa puta
monja sor Florentina que anda por ahí tocando los palillos de nuestras
desdichas. Las marimantas no hacen otra cosa que subir y bajar, asustan a los
niños. Hacen el buz en sus tertulias de ensabanados, encaramados toditos ellos
en sus televisivos púlpitos.
jueves, 12 de mayo de 2016
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