CARIENTISMO
Antonio Parra
No
entenderán jamás mi carientismo que para escribir hay que dar más vueltas que
un trillo deshojando margaritas amargas con corolas envenenadas, pecíolos que
se van a la empinada o la verga del
Pastitas ese buda de los libros yo prefiero las uvas pasas y tomarme un garajillo
de vez en cuando vino a las comidas pero sin abusar café copa y puro y eso que
ya hemos dejado todos de fumar.
Aunque la
castidad y la ley de Nazario – el nazarinato de los esenios del desierto del
Bautista cuya fiesta se celebra esta semana y vamos subiendo la cuesta enero-
es un tesoro escondido antes de la ingesta del viagra cuando se lo monta con su
geisha. Que le den morcilla. A la dula se vaya y que lo despellejen. Hombre. Yo
le pongo sombrilla y cascarilla. Enemigo que huye puente de plata. Muy erecto
está el país ojos de Argos. No es la vigilancia aquella de cuando yo estaba en el
Fijo y nos íbamos los sorches al Revellín a ver pasar las mozas. El cabo daba
al sargento la novedad. Sosordenes. ¿Parte de incidencias? Nulo mi sargento.
Baje esa mano, muchacho. Aguarda. Ahí hay dos de regulares un poco bolingas.
Son moros, mi sargento. No están muy acostumbrados al soplen y marchen. Para mí
que llevan tres copitas de ojén de sobra y alguna más. Pues que los trinquen.
Llévenselos al cuartel. A mí la guardia. Íbamos y acogiéndolos del jaique, la
teresiana o por las polainas les conducíamos al cuerpo guardia antes del toque
de retreta pues aunque mahometanos también eran soldaditos de España a los que
habían que cuidar. No pasa nada. A la prevención y cuando se les pase la mona a
limpiar las cuadras o a embastar los mulos. A la mañana siguiente Alí y Mújame
se prosternaban pobre de mí como si fuese el Profeta pues les había recogido y
cumplido con mi deber de “arroparlos” como haría cualquier cabo guardia antes
de que dispersasen los regimientos rompan filas Arrrr y el ejército de España quedase para el
arrastre para ir a hacer bulto en esas guerritas solidarias de las columnas de
papá Dad´s army and uncle Pepes plattoons y nuestra escuadra sacando pecho al
pairo y sofaldas del portaviones gringo.
Ladies and gentleman brothers and sisters we show de flag pero al almirante
tunante apuesto a que no le meten un puro aunque se lo tenga más merecido que
Mena por bocazas. Claro que es de tierra y no todos podemos vivir en la plaza.
¿Qué sé yo? Los de marina y eso lo digo sin prejuicio de parte y con todos mis
respetos para Villamil, Concas, Eulate, Cervera “Los cuatro de la fama”, de
Gravina y de Churruca y el gran Escaño, que supieron defender la bandera al
aire de su pabellón de combate, y hacer eso que tan bien sabemos hacer tan bien
los españoles morir como dios manda que vivir es harina de otro costal, siempre
fueron en plan de niños bonitos, llevandose a las mejores tías, luciendo las
mejores galas, iban de niños bonitos. Pero las guerras, señor ministro, las
gana la infantería. Siempre. Yo soy de tierra, señor ministro. Fui cabo
cuartel, comí el rancho la perola y pelé algunas guardias. Alguna vez me
metieron en el cala. También. También.
Nunca
oculté mi punto de vista sobre esa maldita guerra de Irak pero torrente con sus
filtraciones ha dejado a este país y a su gobierno a la altura de los pobres en
los pajares esto es tendidos en la paja. Ha puesto el de marina en berlina y la
seguridad exterior de España en entredicho mientras el de tierra ha hecho un
llamamiento del todo razonable a la unidad de la patria invocando el artículo
ocho y esto al parecer para algunos es delito.
Rasgamientos de vestiduras, coces y voces de ha blasfemado ay de vosotros escribas y fariseos hipócritas y
hasta algunos no han parado de correr hasta The Wailing Wall para darse de
calabazadas contra la pared del muro pidiendo por el pronto restablecimiento de
su jefe. Está claro que son sólo españoles de nombre. Su corazón está en otra
parte y a tal grado de odio llega su hispanofobia que si pudieran metían el
nombre de España en la cámara de gas y con él a todos aquellos en cuyos pechos
aun alienta una miaja de patriotismo. Nos asparán, nos gasearán al grito de
cristianos a los leones. Por lo visto debe de sonar a afrenta el proclamarse
uno español.
Así están las cosas El arrestado general de
Sevilla dijo con la boca grande lo que el procomún de los hispanos peatonales
piensan para su camisa y no expresan en alto sus resquemores, sus prevenciones
y caveats acerca de una democracia
que es rehén de las minorías separatistas de la franca limusina y bizcaitarra y
ahora galaica por miedo al que dirán y al no te pases oye que es servofreno
autocrítrica y censura vital del exilio interior ¿Estamos? Que es cena de
catalanes y que puede acabar en merienda de negros o en un rosario de aurora.
Se expresó como un hombre de honor y en un
lenguaje que nada tiene que ver con los márgenes dinerarios de políticos,
ratings prime times y ondas mediáticas. ¿Será una ésta una democracia de
shylocks? Se masca el miedo. Ocurrió en
Rusia después del atentado de Sarajevo. Cuando las fuerzas oscuras empezaron a
tender sus hilos y sus añagazas, una tela de araña muy sutil pero que irradia
túrdigas de destrucción, lianas que atenazan, poderosos tentáculos del pulpo,
arillas de la serpiente que repta y se enrosca y a ver quien es el majo que
pueda con ella si el glorioso Miguel con su espada viene en nuestro socorro y
le pega un tajo. Estamos viendo en la moviola como unas secuencias que se
repiten. Todo esto es dejá vu.
Hemos perdido la alegría de vivir y de ser españoles y miramos hacia todas
las partes con desconfianza.
-Minister, dont overdo it
-¿Qué
dices, Verumtamen?
-Que ese
ministro se ha pasado tres pueblos con lo del arresto en Capitanía.
-Le
quedaban sólo tres meses a Mena para pasar a la reserva.
-Esa
afirmación demuestra precisamente el grado de inseguridad y de miedo que
agarrota a todo el país y cómo están los ánimos. El gran miedo es no los
ideales y el afán bien común sino los
intereses crematísticos. La pela por encima de la papela. Resquemores, recelos.
En esta ratonera los múridos muerden a las otras ratas por miedo a que se
lleven el trozo de queso. Hay pánico a perder la privanza, la nómina o la
pensión, el status, el bodigo, toda vez que el
Estado está en descomposición y así tratan de hacérnoslo ver los
catalanes. Luego está esa violencia subliminal, inherente, soterrada en las
casas en los lugares de trabajo y hasta en la misma calle que por un
tiquismiquis la gente saca la recortada. ¿Un loco? Ni mucho menos. Estas cosas
no pasan así como así. Hay una causa próxima y otra remota que no quieren ver
algunos. Y a algunos los voyeurs de este país de soplones y de mirandillos
parece que les engorda la carnaza. Se regodean en ella. Estos no son más que
estallidos del odio, la agresividad y la falta de un patrón de comportamiento
ético. La gente como ha perdido se va de compras oveja del rebaño que bala en las
grandes superficies. Hay dias que España se me parece un parque temático de
violencias. Un Puerto Urraco generalizado que diría Umbral. El Caso periodico amarillista al lado de
las páginas de sucesos de ahora se queda en una hoja parroquial. Pero no es la
sangre la que me asusta sino la palabra endiablada que se alza de mesa a mesa
sin alzar la voz, las miradas asesinas detrás de la valla, o esas risillas que
parecen inocentes y que son escopetas cargadas. Es lo que nos lleva al
estallido. A lo mejor es este trono de violencia el pedestal donde asienta su
cetro Nostramo. Quiere que no controlemos ni nuestros impulsos ni nuestro
destino.
-El miedo
guarda la viña.
Claro que debe de haber revuelo en los
cuarteles porque hay signos inequívocos de que este gobierno amenaza con dar el
finiquito a las guerreras y gorras de plato profundizando en la ley de Azaña y
terminando la labor que aquel fue incapaz de finalizar. Volveríamos de nuevo a
las andadas. El 36. Square one. Stunde null. Hora cero y mira que han pasado
setenta años. Seguimos en las mismas.
-Da
miedo.
Sólo
pregunto aun a sabiendas de que hoy pensar en alto puede constituir un delito
de lesa patria mientras al carnicero de Sabra y Chatila sobre el que pesaba una
condena de busca y captura por un tribunal de Londres- esa noticia se recató
aquí muy bien recatada y no se la potenció en ninguno de los períodicos
españoles por qué será- lugar al que nunca tuvo cojones para viajar so pena de
quedar detenido bajo pena de delitos contra la humanidad le ha dado un yuyo.
Recupérese, general. Pongase bueno y se incorpre al compás de la música de
Mozart de la fisma forma que a otro general, el mío, cuando se estaba muriendo
le ponían el himno La Legión y parecía que resucitaba. Animo, Ari. Usted es un
tío valiente, hombre de peso y sus buenos kilos y si entró con los tanques en
esas dos ciudades de Gaza sería porque algo habrían hecho caguen los cojones de
Mahoma.
Pero lo
uno no quita lo uno para lo otro. Ni soy partidario de las dobles medidas , la
ley del embudo, el celemín de dos niveles y las maletas de doble fondo.
Guindolas al agua y pique la balsa. Aquí mientras unos reman a pareles otros
buscamos el abrigo de la costa a nado náufragos del pudor, precitos de la
calumnia a la cena cardos y desayunándonos
sapos cada mañana y encima nos llaman gilipollas mira Navas macho si seguimos así este artículo
lo va a escribir Rita la Cantora, pues
nunca he trabajado por la gorra soy un profesional y el que quiera peces que se
moje el culo que yo no hurto mi cuerpo a las balas por el papo, luchando a brazo partido con entelequias y molinos de viento. Por lo
menos, tío, danos un plus de peligrosidad. Pues sales al ruedo y te llaman de
todo menos bonito y encima te dicen que eres un franquista. Yo fui soldadito de
franco al que admiré y tengo cierta ley pero los franquistas me dan cierto
repelús. ¿Cómo te diría yo y muchos de esos están en el PSOE o en el PP pero
entre Nancy Aguirre doña collares me quedo con la calvo o con Mari Tere al pan
pan y las cosas como son. Dios mío, ¿dónde estará la verdad?
-No te
sulfures, Verumtamen. You are the best. El número uno.
-Pues no
sé que me vale. Con eso no se come. Donde no hay harina todo es mohína.
El arresto- y vuelvo a lo mío- quedaba en agua
de borrajas. Si hubieran caído en manos de un oficial de su mehala la cosa
hubiese ido más en serio. De los cien
latigazos o saco terrero no les salvaba ni la caridad y hasta pena de mutilación pudieran tener por
borrachines. Nunca he podido entender ese aborrecimiento de Mahoma hacia lo que
nos legó Noé Todos nos sentíamos un poco
hermanos y éramos alegres. El morito no molestaba. Se comentaba la belleza de
las hebreas ceutíes pero nada más misterioso que una jarifa con velo cuyos ojos
te seguían al pasar por las tapias del aduar por el ajimez o emboscada en su
ajarafe de adelfas y de geranios. El turuta de mi regimiento Oh ventanal perdida de las tres culturas.
Había paridad y equidistancia antes de la vuelta del Gran Inquisidor. Los
inquisidores mayormente eran todos marranos de extracción conversa y el otro
día me pegué en el autobús por un tío que me llamó eso escupiendo sobre mí a
ver qué va a pasar aquí. Aquella era una vigilancia de amor que nada tiene que
ver con este espionaje de sapos.
-Júpiter
se ha puesto a jugar con las ranas. Malo.
Es un
tercer grado al que nos someten nuestras vidas observando al otro de refilón a
ver qué hace. Nos ventilan la parva, nos escupen en la sopa. Este es un mundo
sin amor por eso yo de me acuerdo de aquellas moritas que enamoraban en Xauen.
Aixa, Fátima y Mirien y fui tras ellas a coger olivas como en el romance. Una
mujer quedaba mucho deseable con aquellos ojos tras el velo, aquellos capisayos
y refajos. Y lo digo pues I speak my mind así como el Profeta se equivocó en
las mandas del c Alcorán en los asuntos del vino fue un paladín en eso de la
guarda de la mujer. En Marruecos nunca me encontré con violencia de género, ni
desprecio a los ancianos, ni marimachos feministas. Las recatadas musulmanas me
recuerdan en esa pureza del cuerpo que
predica el Islam y que nosotros lo hemos trasladado en la Virgen María.
Oye no te pases. El genio nacional castrado,
los pícaros inocentes y los que aman el que ama nunca se equivoca pero se
excede, la cárcel se nos están llenando de bellísimas personas, mientras campan
libres por nuestras sendas los forajidos.
Ya lo
hemos dicho en alguna otra parte. Regresamos al tiempo de antes del compromiso
de Caspe. A los nobles del pelotazo. A los condes levantiscos y a los abades
insolidarios a los que los Reyes Católicos hubieron de derribar las torres de
sus campanarios o desmochar sus postigos almenados. Hoy ya no quedan obispos
respondones pero si jornalistos con muchas ínfulas y cargados de tirantes
licenciados en Columbia y en Harvard oráculos de vanidad.
-Pero
bien que cobran y encima tienen abiertas y francas las puertas de las editoriales hoy
si no estás circuncidado no te bautizas. Es la hora de los judaizantes de
nuevo. Una vela a dios y otra al diablo
-No me
voy yo a retajar a mis años no te jode.
-Pues te
convendría si quieres medrar. Por ese camino no te van a nombrar director de la
Biblioteca Nacional que es uno de tus sueños vesperales.
-Ya que
más da. Por todo el oro del mundo nunca
renunciaré a mi fe. Oh dulces Jesús
exuadi me at intra tua vulnera absconde me. Librame del filo de la espada de
estos esbirros.
-Dad a
dios lo que es de dios y al cesar lo que es del cesar.
-¿Qué
cesar el de la Copa o el del Cac?
-Sé muy
bien por donde vas. Resulta que los separadores son los heraldos de unidad en
una nación en disgregación. Son unos verdaderos malabaristas del doble juego y
de los hechos consumados
No hay comentari