SAN ISIDRO LABRADOR
San isidro labrador alza la pata y se me en toos… ¿que quiere decir esto? Pues que llueve en los madriles por su fiesta. Este año no hermoso amanecer ene. Tren y día de paz, un regalo del Señor. En el tren voy reflexionando misal en mano mientras levanta el sol por los campanarios de Vallecas, Vicalvaro, Torrejón, que hace honor a u nombre con una iglesia que es un torreón que se avista en la llanura a muchas leguas de distancia, Coslada, iglesias grandes y significadas. Madrid deja por aquí de ser tierra segoviana y se hace manchega. Pueblones pero que se vea egregio el campanario en la distancia. España con una reja, el yugo y un arado se hizo católica y triunfal. Me gusta san isidro porque es un santo muzárabe de ascendencia dudosa. Un santo de campo. De los nuestros y allá estaba el hombre en su repisa por encima del banco donde se sentaba mi abuelito alto y con barbas reja en mano apunto de salir para arrejacar con la yunta a los pies sus albarquillas y su mirada celestial. Comprendo ese éxtasis. Mientras él rezaba un ángel empuñaba el ramal y la tralla y los Ángeles, aurigas maravillosos, tiraban de la besana. La tierra se labraba sola con unos surcos tan limpios y rectos que parecían los del Tío Monago el que cruzaba apuestas con el abuelo Parra-digote una cosa, Severiano, a ver quien ara mejor… venga… y el abuelo Parra que eran rivales que no enemigos y la cosa se remontaba a muchos años atrás pues eran quintos y fueron a la guerra de Cuba y de ella juntos volvieron cantando y de rapaces echaban luchas en la parva a ver quien tenia mas fuerzas (era el aluche o lucha grecorromana en versión muzárabe)- por ver quien era mejor labrador.
San isidro o Isidoro era un santo de los nuestros. Debió de de vivir allá por el siglo once en Torrelaguna de donde era Cisneros y donde nació Maria Ascen Lillo ¿Qué seria de ti Mariascen? Y fue un santo casado con santa Maria de la Cabeza, y casado y todo entró en el reino de los cielos. Todo eso se comprendía muy bien en esta tierra de garbanzos como se entiende el evangelio que hoy nos habla del fruto tempranero y del serotino o tardío. La cizaña, el vallico, el trigo bueno, el vino nuevo, la parábola del sembrador. Mirad las avecillas del campo. La higuera. El grano de mostaza. Todo eso se comprendía perfectamente. El mensaje calaba.
¡Ah san isidro un glorioso bienaventurado ecológico¡
Tardó mas de seis siglos en subir a los altares lo que habla de las dificultades que tuvieron sus devotos en presentar los papeles en el vaticano para demostrar el grado de haber practicado la virtud de manera heroica antes de entronizar a uno en los altares y nuestro paisano lo logró con todos los honores entretallado entre medias de san Ignacio de Loyola, san Felipe Neri, santa Teresa de Jesús, san francisco Javier el año 1622.
Gran fiesta. Toros y cañas y cuentan las crónicas que el rey don Felipe IV nuestro señor que era ardido jinete y cabalgaba bien sobre todo a las yeguas… desjarretó dos erales y en el Buen Retiro soltaron a un león.
Cantaron el iste confesor por el paseo del Prado y por todo Madrid les sacaron en procesión. Fiesta del campo. Triunfo el amor.
San isidro que es la otra cara de la moneda de san Isidoro alza la pata y se mea en toos de ahí el refrán.
Un santo analfabeto y con callos en las manos en medio de los doctores de la iglesia: santa Teresa la mística, san Ignacio el fundador, san Felipe el exegeta que trituraba herejes con sus sermones, san Javier el evangelizador y al bueno de Isidro, gloria bendita, uno de los nuestros, un hombre de campo, subiendo a los altares.
Hay muchas moradas en la casa de mi padre. San Isidro labrador alza la pata y se mea en todos. Es un decir. Siempre aboga por nuestras obradas y en sequía tocaba rogativa y lo sacaban en procesión. Pero este año no llovió y yo chachachá el tren voy rumbo a mi retiro que bueno alcanzar el grado de pensionista de la mano del santo labrador.
Alzo la pata y me cago en toos. Dios exalta a los humildes y aborrece a los soberbios. Si no os hiciereis como niños no entrareis ene. Reino de los cielos. Debe de ser por eso.
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