EL PATRIOTISMO DE CAJAL
Vamos a trompa y talega camino del desastre. Un cursi hubiera usurpado el tópico a García Márquez con lo de crónica de una muerte anunciada etc., a qué tanto auto bombo después del boom y el bumbum machen cuando todos sabíamos que es un genio a cañonazos y un novelista a palos poliantea tropical y mucha verborrea como esos bellezones del culebrón que dicen mi amor garlan y garlan y cuento y no acabo sobre esos emplastos de las telenovelas. Pues por eso mismo los hay devotos de San Sandio que no dejan de menear el incensario y darle al botafumeiro troleros sin fortuna y se aprueba la moción. Ya digo que no es para tanto. ¡Viva Cai!
A mí nunca me gustó la prensa del colorín pero cuando nos penaron al silencio exules filiae Evae metecos en nuestra propia patria y condenados al ostracismo interior me agarraba la Pentax y me iba a Barajas. Logré captar algunas caras de la fama en tránsito. Las estaciones de RENFE y los aeropuertos siempre fueron lugares para ver quien sube y quien baja barzoneando por los andenes. A pasar el rato. Y ahora cuando subo a León me encuentro a los jubilatas en la sala de espera de la estación de autobuses de Villalpando una especie de Venta de Baños de la red viaria hacia Galicia y Portugal Asturias y Cantabria mano sobre mano. Todos somos almas en pena y esto no es más que un lugar de tránsito. Viendo quien sube y quien baja espantas la depresión. Y yo recuerdo a primeros de los ochenta ver a la llegar de Miami con la cara despeinada y acudiendo a recibirla su niña Rocíito y Pedro Carrasco. Un par de fotos y me largué. La chipionera empezaba a “vender” pero yo nunca pude ni siquiera sospechar de que el trío aquel iba a figurar en el candelero de la popularidad (el ex boxeador, la folklórica, y la nena que se iba a casar con un guardia civil etc.). Meterme en vidas ajenas siempre me sentó fatal. Profesionalmente me siento un poco en la cresta de la ola del estatuto prostituto. Nunca me incliné por ese periodismo de bulevar y “low brows”. Hay gente que no es merecedora de que le hagas una entrevista pero excitan el morbo nacional y yo pienso que esa curiosidad malsana es una de las causas de nuestra decadencia.
El famoseo inmundo nada tiene que ver con la celebridad. Don Ramón y Cajal hubiera sido uno de los españoles que me hubiera gustado llevarme a las teclas. He leído casi todos sus libros y de mi biografía me entusiasma aquella época en que fue médico militar en Cuba y que renunció un par de años después del desastre al título de doctor Honoria Causa que le brindara la universidad de Chicago llevado por el patriotismo. Nunca pudo perdonar a los yanquis la judiada del Maine y además decían que era algo germanófilo.
El histólogo fue para mí el verdadero héroe del 98, el prototipo de militar y hombre de ciencia y de letras que trata de alejarse del légamo y la política y todos esos cilancos sucios de la vida nacional para encerarse en su laboratorio y desde la soledad de la torre de marfil tentar a las musas sin profanar jamás el sueño del silencioso templo de Minerva. La adustez y gravedad del rostro de este aragonés contrasta con el histrionismo de máscara de nuestros famosos y nuestros políticos de plazoleta. Vociferantes contorsionistas y saltimbanquis en el ágora.
Lo que nos pasa y ese es el síndrome de la modernidad o debe de serlo que confundimos fama con celebridad. En mala hora se le ocurrió a don Emilio Romero hace ya bastantes años instituir aquellos premios de la F de Famoso. A mí no me dieron ninguno ni falta que hace pero fui con unos a Avilés con la cla viajando en coche cama invitado por Muro de Zaro el creador de ENSIDESA y madre mía qué recuerdos sólo de pensarlo se me alborotan las pajarillas. Nunca volvía a catar vino como aquél ni a comer aquellas fabes con almejas que nos deparó nuestro anfitrión. Después de relamerse unas habas con almejas de aquel calado ya puede uno morir tranquilo que dice un refrán de por las brañas.
Premios Naranja y Premios Limón. Efe de famosos y de famosillos. En todo ese mundo de premiados y agasajados se instalaba el pensamiento poltrón del peor de los franquismos. La ley del mínimo esfuerzo. Y ha salido tele radio oiga. Se hacían llamar rojos y eran más fachas que las águilas del lábaro romano. Los vi viajar de compras a Londres en vuelos charter donde empezó toda esta movida. Iban a Selfridge y a Harrods a comprarle las bragas a sus queridas. Veníamos del aeropuerto Heathrow camino de la city. Rosón fumaba como un carretero y una vez Cebrián y él que le venía acompañando me dejaron a la puerta de mi piso en roland Gardens y todavía le estoy agradeciendo aquel favor a mi colega pues había cogido con lo del miedo a volar y entonces no había tantas restricciones una media tajada.
Juan Luis sea lo que fuere es un caballero y una buena persona ni quita lo uno para lo otro. Igual que su padre Vicente al que debo muchas cosas. Ya digo viajaba mucho con Rosón a Londres. Iban de bomberos o no sé si calefactores del consenso. Se alzaba el telón. Era un constante ir y venir una ininterrumpida peregrinación a la Meca de la democracia. Yo ya desde entonces pues soy siempre díscolo y difidente también disidente hacía no con la cabeza cuando sobrevolábamos las Vascongadas. Esos de ahí abajo nos van a dar un susto cualquier día. Con el apoyo de los ingleses quieren la independencia. Rosón como buen gallego no dijo ni sí ni no. Sólo que qué se yo.
Y ahí tenemos ahora a Otegi que se da aires de primer ministro. Todos quieren mandar Ibarrere, Imaz, Egibar, Chavez, el Rovireche. Se abrió la veda y tanto cantonalismo nos va a deparar las oposiciones a virreinatos vailías taifas sillas curules y demás garambainas. Seguimos en las mismas. Aquí todo el mundo como con Franco quiere salir en la foto disfrazado de gobernador civil. De Polanco don Jesús del Gran Poder caudillo mediático por la gracia de Dios a Franco no hay más que un paso. Creo que si me vaga y si la venia me dan hasta yo podría contraerles la historia de la mayor metamorfosis que vieron los siglos. Cómo Pyresa bajo la égida mágica de una varita de virtudes misteriosa se transformó en Prisa. Salimos del no te jode y entramos en nos ha jodío. ¡Qué jodíos! Nihil novum sub sole. Todo es un poco como deja vu.
Le canté pues yo veía la que se nos echaba encima las cuarenta a don Manuel y me quiso echar de la corresponsalía. Pero por sus obras los conoceréis. Ahí está. Más tieso y carcamal que la puerta de Alcalá. Cuando le dicen algo, llora lágrimas de Baoabdil el chico. Así que no me vengan con historias. Esto es el apéndice de todo aquello. Polanco lo controla como lo controlaba Franco. Es una mimesis pero al revés pero la gente no se entera. Yo voy a lo mío.
De padres gatitos hijos michines y de aquellos polvos estos lodos. En la primera Gran Traición nos enseñamos todos los dientes tanteándonos el bulto y dejamos el agua correr pero no lució el brillo frío de los alfanjes ni picaron a la puerta sin ser el lechero el que venía al amanecer. En esta segunda la cosa parece que va más en serio y puede pasar de todo porque este pueblo es imprevisible aunque, quiá, aquí mientras el personal tenga la andorga ahíta seguirá haciendo el rácano y el camaleón. Échame pan y llámame perro. Nos van a sacar los mansos pero como el personal aquí es muy pastueño y acomodaticio oye no te pases le gusta que le pastoree. Con toda seguridad y es la definitiva. Creo que nos va la marcha cantidad. Así que menos quejarse. Vivir en la cultura de la queja y reventar como el lagarto de Jaén todo uno y aquí es lo que les va a pasar a muchos. Que se van a quedar con la ficha en la mano y sus credenciales de haber sentado plaza y estar en nómina. La raposa cuando entra en el gallinero no se anda con chiquitas ni miramientos. Le hinca el diente al gallo lo mismo que a la pollita. Pero mal acostumbrados a la norma del fuero, la prerrogativa y el privilegio, la exención etc. el personal piensa que tiene bula. Eso no me va a pasar a mí no me jodas. Pueblo más insolidario no lo habrá bajo la capa de la tierra. España me exaspera. Yo no como se os ocurre. Yo ficho y estoy en nómina. Ahí nos las den todas que nos las van a dar en un carrillo. Todo por mal avisado por tardones del postfranquismo del dejarse llevar y de hablar por boca de ganso. Hay que hablar de famosos, de toreros y de los dientes de Ronaldiño. Balones fuera. Aquí nadie quiere coger el toro por los cuernos ni quiere que le mienten la bicha. Los españoles tenemos la mala costumbre de crucificar a los profetas. Vale lo del Cid que Castilla hace los hombres y los esguardamilla. Los claros varones de Castilla como el Cid, El Gran Capitán, Colón, Cajal o la Cierva y otros mucho luz bajo el celemín lo pasaron mal. Pero se alzan estatuas a los dioses de barro, se canta la palinodia a las cuatro folklóricas y a las pedorras de siempre. Se hacen monumentos a Fray Gerundio y se promulgan sesudos artículo ensalzando la prosa y la verborrea de García Marquez y a todos los del boom y los del bluff que siempre tuvimos la manía miope de extasiarnos con lo de fuera no viendo adentro tres en un burro o regateando méritos al compañero de al lado. Al amigo el culo al enemigo por el culo y al indiferente pues le aplicamos la legislación vigente. Ja já que bien me lo paso contando estas historias garbanceras, Es el imperativo de lo light lo que marca pauta. Nuestra hoja de ruta.
Me aturden esas arpías de la corrala mediática cortándole trajes a los famosos pues con estos programas oceánicos donde birlan la honra se rompen los virgos y el colorín hace caja por lo demás obsesionados con Ambiciones y la boda de Rocito, ahora estamos con la convalecencia de la mamá a la que desde aquí anhelamos recuperación pronta que yo no deseo el mal ni la muerte a nadie pero estamos hasta los mismísimos de viajes a Houston, partes médicos y tragavirotes chupando cámara total para no decir nada. ¡Qué cara de merluzos y sansirolés ponen esos remiendavirgos y entrometidos que se hacen llamar jornal-listos! Y hasta hacen rueda de prensa o comparecen en reuniones tumultuarias erizadas de micrófonos y de paparachis recién salidos de madre y de caza. No nos dejan vivir ni tampoco nos dejarán morir en paz esos necrófagos y necrófilas.
Y es que aquí confundimos el culo con las témporas. Celebre por ejemplo era Ramón y Cajal – se cumple este otoño el centenario del primer Nóbel en medicina para un español- y su patriotismo calado, tenaz, bondoso y con un cierto sentido del humor del que está acostumbrado a pechar con la mierda de la condición humana porque al fin y al cabo no somos más que agua y un montón de células que se renuevan y se disparan luego envejecen. Ìa mater. Algunos y algunas parece que no tienen nada pero eso de la sesera bien encuadrada se lleva poco. Lo que hace falta lo que vende es una chequera hasta los topes. Desfilar por la catasta. Contoneos. Show the flag que dicen en la Royal Navy o lucir palmito. Cuerpos que se tragará la tierra. No somos más que humo. ¿Incluso la Noemía Campbell? Incluso. Dentro de cien años nadie dará un duro por sus bullarengues ahora tan deseados y bollantes. ¡Qué asco! Pero qué asco más rico. Ciertamente la única democracia que yo conozco es la de los cementerios. Allí todos somos iguales. En la vida no. Aquí todo es estridencia, desnivel. Paradoja y contradicción. Hagan juego. Repantíguese en el butacón y a ver basura por televisión. A los españoles ya digo nos va la marcha.
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