2025-08-01

  

 

CADA LOBO POR SU SENDA

Vamos y venimos. No somos nadie y, menos en tiempos de peste. La llaman la Pequinesa porque es un regalo envenenado de los chinitos o bien puede ser el virus de la pascua judaica, flagelo sin remedio, el morbo del exterminio, pero aquí va cada lobo por su senda, y nadie quiere saber nada de nadie. Hay que disfrutar y cada mochuelo a su olivo, cada oveja con su pareja. Yo voy a lo mío y tú te jodes. Como Herodes. Reclamaciones al padre Ángel y a la mafia de Bergoglio. El príncipe de los engaños reina entre nosotros. ¿No te lo dije? Tú no me haces caso.

 Yo soy Polendos, Medel Polendos Juarrillos, para servirles, y me acaban de dar de alta del hospital, me ingresaron victima de esta nueva dolencia del virus coronado aunque tengo que prevenirte lector que husmeas estas páginas que para el régimen asolador en que vivimos soy un apestado desde hace bastante tiempo. Curado del vitrón colérico una vitamina sintética diseñada para matar gente (lo llaman nueva táctica de ingeniería social maltusiana para honrar a los santos de la Eutanasia) no sé si la elaboraron los chinos o los norteamericanos o los israelitas en su ánimo de venganza por el tema del Holocausto, ese factótum reivindicativo que tenemos los europeos hasta en la sopa. Por vida de Xto no fui víctima del Sanedrín universal. La Virgen me curó.  Quiero liberarme de esa poliuria as todas horas meando lágrimas por el mismo caño y al niño de Bruselas no se le obtura el pitorrillo. Niño, ¿qué tal meas?... Gota a gota, mi señor. Escuchen los guays y lamentos de Jeremías. Hoy se cumplen tres cuartos de siglo del asalto a Poznam. Menuda carnicería que prepararon los rusos del mariscal Yukov en Berlín… pasan los noticieros imágenes apocalípticas de aquellos combates.  Sangriento fue el asalto y el cerco. Aquello fue entonces pero ahora es el virus siniestro tósigo y ponzoña ─no hay contra virus a la pandemia sin remedio aunque te bebas una cantara de litro y medio… están buscando una vacuna como locos─ que ha abrió de par en par los hornos de Auschwitz en el supuesto de que allí hubiese hornos crematorios que el diablo el gran entrometido se inventa cosas y es el gran fabulador el que fabrica embustes. Actualmente es el campeón de las redes sociales no te asustes, Federico.

Kissinger ese animal satánico inventor de la política del paso a paso cuando era secretario de Estado y que ordenó el bombardeo masivo de Dresde, insta a la vacunación intensiva. Sí. Sí. Los satanistas quieren tallarnos con un nuevo orden mundial para su égida del varapalo. Doña Rosa Mateo la musa de la tiranía democrática está al pairo que no de parto pues es machorra  pero la osa de la casa fieras dionos un esbegardo. Tratan de implantar la gran Compañía del anticristo en medio del caos y esos bichitos que lanzan por el ordenador no te pongas ante las pantallas, Baudilio, que vas a perecer, canta el miserere, tío, reza el confiteor. La consigna es acabar con todos los viejos así se ahorran en pensiones. Llaman al exterminador, están poniendo anuncios en los periódicos Ya ni el zotal ni la lejía ni el amoniaco descontamina.  A tapar la calle que no pase nadie. Hay que colocar al personal un bozal y a los mastines de la tele una carlanca Pues ya digo yo me contaminé de ese bacilo letal en un viaje que hice con los viejos a Salamanca. Regresé tosiendo, me dolía la cabeza, tuve fiebre y me arreó un apretón a la barriga, hube de ir al baño no sé cuantas veces a cagar agua. Mi mujer la pobre me llevó en el pequeño utilitario que tenemos al Gran Hospital. Allí me vio una doctora que era una chica joven metiome dos palillos por las fosas nasales di positivo y con las mismas se ordenó mi traslado a un sanatorio en El Escorial. Me instalaron en la crujía de los apestados y vi el rostro fatídico de la muerte aquella noche.  Vi la luz al otro lado del túnel y estuve a un paso de la eternidad pero una señora misericordiosa, mujer de luz, me acogió en su regazo, volví a sentir las caricias maternales, era Ella mi madre celeste, y regresé a la vida. El cuerpo transparente, vestida de sol, calzada de luna, se subía a una tarima bajo la cual reptaba enfurecida la serpiente. Yo flotaba sobre la cama del hospital en medio de aquel delirio causado por los 39 de fiebre me vi salir por la  ventana  de la habitación 666 del dispensario cerca de la Cruz que quieren derribar los satanistas. Yo cabalgaba en una nube y no hacía caso a la enfermera ecuatoriana que me atendió solicita durante la pandemia que angustiada me llamaba por mi nombre Medel ven acá, no te vayas y yo le dije ya soy viejo, querida enfermerita, he vivido bastante, cariño. Hay que dejar hueco a los jóvenes.

─Eso es precisamente lo que quiere el Maligno. Sacaron este virus de un matraz y engañando a todos lo saltaron como si fuese el ave de la muerte. Le encomendaron acabar con los viejos. Si no haces por tu vida, les vas a dar la razón a ellos. No te rindas, Medel.

No me rendí. Un legionario de Cristo nunca entregará la cuchara aunque lo maten ni entregará la plaza al enemigo.

 Yo no la escuchaba, (tenía que cumplir una misión aun me queda mucho por hacer tengo las manos vacías muerte no vengas) pero el virus se pegaba a mis carnes abriendo sus fauces como la hidra de seis cabezas abriendo las fauces dispuesto a devorarme. Yo trata de huir y de encaramarme a la azotea del empíreo pero cuanto yo más trataba de zafarme sus mandíbulas apretaban con mayor fuerza. ¿Es allí donde se encuentra el Paraíso? No importa si esta noche es la última. Vino un camillero y me ataron a la cama. Me suministraran una droga gruesa casi como una manzana color mazarrón que amargaba y casi me ahogaba, no pasaba el aire por el diafragma empecé a expulsar bilis negra me iba por arriba y por abajo, bajó la fiebre y a la mañana estaba sentado en la cama rezando el rosario. Es de lo que me acuerdo tras las imágenes de lo vivido aquella noche pasado en los dolores de la crucifixión son confusas. Tengo una sensación vesicante del rostro de aquella monjita que se me acercó vestida de un blanco manto y un sayal pardo su expresión era muy dulce. Las enfermeras que me cuidaban tres ecuatorianas y una almeriense que no le dio importancia a la cagalera que me entró de repente, una navaja me perforó las tripas salió sangre fecal toda negra:

─No tiene importancia con tal que te cures, hijo.

Me entró mucha desazón aquella noche. No sólo creía que terminaba mi existencia sino que también veía el final de los tiempos. Todo el mundo al valle de Josafat. Escuché el sonido de la trompeta del juicio final.

─No es posible que esto se acabe. La profecía dice que antes se tendrán que reconciliar los cristianos y con los judíos y que las tres religiones únicas hubiesen convivido un tiempo en hermandad.

─Esos son cuentos chinos que se inventan los popes─ dijo un diablo que estaba a la cabecera de la cama dispuesto a llevarme consigo a las calderas en cuanto exhalase el último suspiro

Había muerte y angustia y las radios y las teles noi cesaban de proferir calamidades. Los periodistas y las chicas de la tele también se habían hecho apocalípticos. Profetizaban un baño de sangre. El Trampas un hombre muy poderoso residente en la Gran Mampara (decían que él era el que había puesto en circulación el desastroso miasma que atacaba a los pulmones provocaba cagaleras y en última instancia apneas y faltas de respiración) se flotaba las manos. Convocó a sus asesores y les informó de que el remedio surtió efecto

 ─Había demasiada gente en el mundo más de siete mil millones. Buen procedimiento de diezmar excedentes demográficos sin recurrir a la bomba atómica.

Un fraile del barrio franciscano vino a verme a la mañana siguiente para darme la extremaunción y yo le dije que naranjas de la China hoy no me muero de ninguna de maneras, que pertenecía a un iglesia católica que no era la mía, le dije al cura que era una vergüenza que el nuevo Papa condonase el derribo de las estatuas de fray Junípero, que quemasen las imágenes de los santos que cristianizaron California o degollasen a los cristos, pues metete el oleo y el crisma bendito que no es bendito pues lo profanó Satanás que yo le veía al Maligno mear dentro de la crismera cuando tú subías en el ascensor, por donde te quepa, cura del diablo, yo moriré en mi fe en Jesucristo, sagrado Corazón de Jesús en vos confío:

─Yo, padre, no necesito viáticos administrado por gente tan chaquetera e hipócrita como ustedes los católicos, sois los aliados del Malandrín. Me hicisteis los curas mucho daño en mi vida y no os perdonaré ni en la hora de la muerte. Que os perdone Dios. Sois gente mala y artera.

─Mira, hijo─ exclamó amenazante el capellán hospitalario con su voz de borracho y su mirada salaz… se conoce que durante la semana se dedicaba a sofaldar mozas en la sacristía o debajo del púlpito─ vas a morir sin confesión. Irás al infierno de cabeza.

─Allí estaré calentito, fray Enebro.

Me sentí orgulloso de haberle dado calabazas a este confesor. Cuando marchó, apreté mi crucifijo que siempre llevo entre los dedos y vi a la monja benefactora sonreírme. Recé entonces el yo pecador.

La pandemia había llegado sin avisar como un ciclón. Todo el globo se vio infectado. Hispania peccatrix. Sí, nos lo merecemos. Castigo de dios El gran Perico llamó al Coletas y declaró el estado de excepción. Era una encerrona. Nadie podía salir de la habitación. A mí se me confinó en mi casa. Todo el personal del hospital se sentía fascinado por mi pronta recuperación y cuando abandoné la crujía salí a hombros como un torero en tarde triunfal. Afuera la brisa jugaba con las hojas de los castañoss que acababan de brotar. Del monte de las Machotas circulaban nubes preñadas de agua y la lluvia estaba cual   rebaño camino del redil yendo a por lana punto de descargar sobre los muros ciclópeos del Escorial inescrutables como siempre. No había tráfico en la carretera, Madrid parecía una ciudad fantasma. Las campanas de las iglesias convocaban a la sextaferia del perdón. Mientras viajaba por los espacios infinitos en vuelo hacia el infierno para no caer al vacío yo me así a las cernejas del caballo del Apocalipsis montado por el Quinto Jinete que tocaba la trompeta. Agárrate que vienen curvas, no sueltes la mano del timón. Miré hacia abajo a mis pies estaban los espacios siderales. Pensé si me caigo me escoño y ahora no vendrá tu primo el taxista el Maudillo el que te salvaras tantas veces de las hecatombes que has tenido en la vida. Son muchos tus fracasos. Demasiados fracasos. Pero, alma mía, expiada la culpa, bendecirás al Señor

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

CAMINOS DE SANTA CRISTINA DE LENA LA IGLESIA PROCER DEL CRISTIANISMO ESPAÑOL QUIZAS FUESE ARRIANA

 ADOSINDA QUERIDA REINA

Antonio Parra
Fue mi amor asturiano. Adosinda querida reina que duermes hoy en un cementerio reclinado en una cuesta de un pueblo guapo de la cuenca minera entre Pravia y Cangas de Onís y mira para el mogote mágico de Santa Cristina de Lena en al alfombra forestal de los altos montes. Está un poco más allá de bajar la cuesta. Me tiran estos montes. Son sagradas cresterías. Cordales del ensueño. Troníos del ensueño donde estaba el amor que nunca supimos entender al amor que pasó por nuestra vera, se fue y no vino y se transformaron en inmensas moles de piedra viva y nieves perpetuas.
Tú eras espíritu, bosque, arrimo y camino, mirada alta y dos ojos como dos toronjos o dos enramados avellanos.
Eras de la estirpe de las reinas. Podías llamarte Adosinda o Jimena o Gonterodo como aquellas mujeres de los reyes electivos de los astures. Que subían al trono no por sangre sino por meritos. La leude o la hueste visigótica los alzaba sobre el pavés. La monarquía hereditaria como el papado son dos conceptos del mundo merovingio que nada tiene que ver con lo español. Tú, toda reina. Te elegimos o el Amor nos votó a nosotros y en el trueque quedamos favorecidos.
Eras un ideal, la pasión utópica por las cimas canas de Pico Ubiña escoltando el verde encanto de las praderías. Compañeras del alma, amigas siempre.
Peregrino hasta tu tumba cerca ya del mes de los muertos; tú fuiste el ramal que me atrajo al principado. Del hilo al ovillo. Bien mirado tenías algo de xana y de nereida por eso te nos perdiste entre los bosques buscando compañía entre el Nuberu y el Culiebre y de esta manera te transformaste en nube de algodón y luna llena de las hermosas noches de octubre.
Las princesas no mueren nunca y tú eras la reencarnación perfecta de Adosinda. Ni puedo ver las películas de Garci exteriores rodados en todos estos parajes pues me recuerdan las excursiones que hacíamos por aquí primero en un seiscientos y luego en aquel mini en que te venía a ver desde Londres cruzando toda Francia en una noche. Alta y ebúrnea y de Oviedo, moza yo me arrepiento. Amor imposible ¿Cómo te llamabas Marina o Laura o Adosinda o Ximena o Gonterodo? ¿Aguardas la resurrección bajo una lauda de Santianes, o un poco más lejos, arropados al manto tus despojos de Nuestra Señora del Sotrondio?
He traído flores y rosas y sidra que beberé por el camino en el velicomen según las costumbres visigodas para curar las lagrimas del olvido y las largas ausencias de la atonía sentimental. La sidra es la ambrosía, el hidromiel de los dioses. Con ellos, María, tú moras. Ahí estás en el Olimpo.
El amor es más fuerte que la muerte y se transforma en arquitectura y luego en canto coral y de este concento, nacen las buenas disposiciones de las partes, la quietud y la querencia que hemos te tener siempre con nosotros mismos. Nunca pude renunciar a aquel desdichado platonismo. España nació a la vera del Sella por estos ribazos aledaños a la puente de Cangas de Onís debajo de cuyo arco, justo sobre el empino, colgaba la misma cruz que siempre llevabas junto al pecho, la Cruz de la Victoria y este amuleto o fetiche apotrocaico de nuestro cristianismo ancestral me hace suspirar por ti, María Martínez Zapico y gritar con San Pablo muerte donde está victoria, donde está tu aguijón.
Después miro en mi alrededor y tu ausencia se convierte en tristeza. Asturias ha dejado de ser para mí paraíso. Rodé por las tabernas sin ti. Buscaba tu alma entre las heces del amargo vino.
Traje conmigo en el coche un lacrimatorio que tiene forma de zapico. Allí las vierto todas en la hucha del olvido mientras me columpio en el vaivén de las horas que tienen un letrero que dice:
-Omnes caedunt, ultima necat
[1].
O ley inexorable del reloj que marca el tiempo que nos queda.
En esa zoqueta afilo la guadaña de mi espero y me rindo a la suerte que depare mi destino.
Tenías el cuerpo de nube y unos impresionantes ojos de cierva misteriosa sonreír que Laura ha heredado. La miro en las pasarelas y veo un calco exacto de ti. Has subido al cielo y te has transformado en templo de las vestales.
De Cangas de Onís donde está la cruz de ónice nos mudamos a Pravia. Así lo quiso el rey Silo nuestro señor. Eran muy piadosos aquellos monarcas nombrados por el pueblo. Se debían de pasar el día metidos en la iglesia con aquellas misas del Cid a la de los gallos cantar que duraban tres horas haciendo genuflexiones y santiguadas de adoración a la Trinidad.
Y tanto es así que uno de los coronados en la iglesia de Sancti Johannes (Santibáñez) lo llamaban Bermudo el diacono.

Vega del Ciego adelante golpeo con el bordón las piedras del camino que asciende a lo alto del mogote de Santa Cristina de Lena. Por estas alturas se eleva mi espíritu y encuentro mensajes callados del anima del amor que tú me envías desde otras constelaciones. ¡Ah que siempre fui un soñador!
Me prosterno ante el ikonostasis mientras mis labios trazan con los dedos el signáculo de la doxología trinitaria: vo imia Otsá i Sina i Sikatova Duxa
[2]” sobre el ara.
Suenan pasos lejanos en el aire de la basílica recoleta. Y puedes ser tú que enamoras a los mismos Ángeles con tus andares de garza y tus mirares de ternerita. Adosinda querida reina. Amores tuve yo en el Sotrondio marca trágica de toda mi vida.
Otra santiguada y consigo leer el epígrafe del ara fundacional “offeret Lainus Adpodindus abbas in honore apostolorum”. (Lo ofreció el abad Laino Adopindo en honra de los apóstoles) pone en la labra.
Son sitios mágicos todos estos que bordean Covadonga, Peña Ubiña, Peña Mea, el Naranjo de Bulnes desde Liébana hasta la cuenca del Eo e incluso tramontándola por Lugo hasta llegar a Compostela que fueron predios de la corte astur. La primera literatura, el primer documento que se conoce vaga por estos tesos como mi amor hacia ti, dulce Adosinda, que derrotará a los siglos. Esculpió a buril en la piedra aquella tarde de mayo en que cayeron cuatro goteres fue el día que me besaste y acaso me desearas de un deseo que nunca se consumó por eso fue todo después mucho más puro. Ya es poso de los siglos que se sienta hierático en majestad sobre los vanos ciegos de la basílica. Poco a poco, María, te transformaste en diosa.
Se apoya entre estos contrafuertes, juega a la luz y la sombra sobre el mainel del alfiz o la filigrana primorosa de esas ruedas de la fortuna y esas toscas rosas de los vientos que marcaron sobre el ara picapedreros del siglo IX.
¡Todo es tan lejano y tan actual, Adosinda querida reina! La hierba en San Julián de los Prados sigue muy verde. Se oye el mugir de un jato camino de la cabaña, guapu ternerín, al que conduce la esquila de la madre que va delante.
No hace falta preguntarse qué es la belleza cuando llegas a estos términos. Basta con abrir los ojos. La reina Adosinda me arrastraba hacia estos sotos hondos. Me dio a beber hidromiel y sidra en el pozo de su pecho. Libé hasta las heces todo el vino del zapico.- y fue en 1968 cuando en pos de ella subí Pajares. Y me liberé.
Me perdí en una romería que había en Brañilín. Había bancos de niebla en lo alto del puerto. Estaba escuchando por primera vez la magia del xiringüelo, la primera vez que bebía sidra y en un porrón, no de escandía. Pero me perdí yo y encontré a mi Asturias. Que desde entonces tira de mí y aquí quisiera venir a entregar a la tierra mis huesos.
No se puede explicar bien todo este sentimiento porque andamos de ronda por lo inefable. Pues de esta manera cómo llegué a la corte de los reyes mansos, vasallaticos del califa de Córdoba al que apodaban el emigrante [Aurelio, Silo, Mauregato, Bermudo el Diacono]. Un ángel una noche de fiesta me dio su acolada y desde aquella madrugada soy caballero andante de la reina mi señora Adosinda esposa que fue del rey Silo del que decían ser- bienaventurados los pacíficos y los limpios de corazón- de mansa condición, con la nariz un tanto arremangada y de ahí su nombre Silos que quiere decir chato en latín, y moro por parte materna. Morisco, remachado pero muy asturiano. Ella ingresó en el gran monasterio de Santianes cuando murió su esposo en Pravia, lo mejor del mundo Europa lo mejor de Europa Asturias y lo mejor de Asturias Pravia. A Silo le debemos los españoles y lean si no el magnifico trabajo al respecto de Luis G. Valdeavellano, especialista en el tema aunque no haya superado a don Claudio Sánchez Albornoz, la primera carta de privilegio rodado, el primer documento escrito y roborado.
Es una carta de donación por el alma fechada el 25 de noviembre del año 781 – la iglesia de Lena reformada por Ramiro I quizás sea anterior, tal vez del siglo VI pues tiene ikonostasis como las griegas y este lugar de la iglesia luego cede puesto al presbiterio- en virtud de la cual el monarca se compromete a ceder para siembre unos terrenos ribereños a la ría del Eo, en una glera, llera o ería que llamaban Lucis a unos santos varones (el presbítero Pedro, el diacono Abitus y su siervo Lublino) que habían decidido dedicarse a la vida contemplativa. Lucis se llamaba el sitio, buen lugar de anacoretas, escuchando el batir de las olas sobre el mar. Lucis un lugar de luz que desde aquel contrato ilumina las tinieblas de España. Luz que nos guía a nosotros los letraheridos
A cambio los donatarios se comprometían a decir misas de por vida por el eterno descanso del buen rey Silo y de su amada esposa doña Adosinda. Las donaciones post mortem o pro anima son el origen de la gran riqueza inmobiliaria de la iglesia española. A los curas el oficio de difuntos no cabe duda les ha dado mucho dinero y la verdad es que nada tiene de particular; mejor decírselo de mandas de misas que andar a pleitos entre herederos y de ahí viene la frase de ya os lo dirán de misas con la que gustaba amenazar a sus enemigos recordándoles que no somos nada más que polvo y arena. Y ahora que lo dices un maldito cura se interpuso en nuestro camino. Fue voluntad de Dios pero sin su tercería acaso tú no hubieras muerto ni yo te lloraría. Pero era el destino. Polvo soy enamorado de Adosinda que duerme a la sombra de un ciprés por esos montes de ahí en eso, que nos llevan al gran valle de hondo Ayuso. Queronte aguarda. Ya tengo en mis manos la moneda para dársela al barquero. Juntos cruzaremos la laguna Estigia. Ella fue mi Dulcinea del Sotrondio. Descanse en paz. Por ella entono estos cantos epinicios. Los dos fuimos buenos latinos.


los dioses y las diosas siguen en el Olimpo la vida es el tormento de las danaidas un cargar y descargar llenar y vaciar dilema de la vida y la muerte. La vida es pasar

 















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Gracias a Antonio Parra el lazarillo de Tormes ya no es anónimo. Tiene padre y madre

 

se desvela quien fue el autor del lazarillo

 ANDRÉS LAGUNA AUTOR DEL LAZARILLO DE TORMES

 

 

Me enorgullezco de haber resuelto uno de los grandes enigmas de la literatura castellana: la autoría del "Lazarillo de Tormes". Esta genial novela con que arranca el género picaresco, una de las grandes aportaciones de nuestras letras a la literatura universal tiene ya padre y madre. Aduzco cinco razones ineluctables para demostrarlo.

 Laguna era un clérigo converso ordenado in sacris en Alcalá que dejó la labor pastoral para dedicarse a la Medicina.

Cantó misa en su pueblo de Mozoncillo en la provincia de Segovia donde su padre tenía heredad.

Fue cirujano del emperador Carlos V y del Papa. Vivió en Roma en la casa de Diego Hurtado de Mendoza al cual también se le atribuyó en un tiempo la paternidad del texto anónimo pero yo demuestro que el estilo, el donaire y la befa con que se nos muestra Laguna oculto bajo el nombre de "Cristóbal de Villalón" en su Viaje a Turquía, una obra que pudiera ser la continuación y segunda parte del Lazarillo después de ser condenado a galeras para remar con la chusma hasta llegar a Constantinopla bajo el látigo vigilante del cómitre (hermosos lances del naufragio en que el protagonista fue apresado por los turcos) nada tiene que ver con Hurtado y el grave y adusto estilo que exhibe en la Crónica de las Guerras de Granada.

Tampoco Vives ni Alonso de Valdés tienen nada que ver, por más que a ambos autores erasmistas se le diera la autoría del Lazarillo y a pesar de utilizar la forma novelística dialogada muy frecuente en el siglo XVI.

Se editó en Amberes anónimo en 1527. Tendría Laguna alrededor de 27 años.

No estaba el verde para pitos ni el  manto de Magdalena para zampoñas para dar a la estampa una cosa así con tu nombre.

Es un libro de recreo y esparcimiento pero uno de los mayores y mejores que salieron de los tórculos. al adusto galeno segoviano le sirvieron de esparcimiento como contrapunto a obras científicas de mayor calado.

Escribió paralelamente el "Dioscorides", un texto clave en la farmacopea.

España ha sido un país de grandes boticarios. Laguna era un experto en hierbas.

Que firmaba con su propio nombre y también con el de Cristóbal de Villalón (seudónimo)

Aduzco a lo largo de los veintiséis capítulos de "Laguna escribió el Lazarillo" estudios comparativos de otros títulos de la novela picaresca; "La Lozana andaluza" de Delicado Baeza", que es una de las mejores del género "La niña de los embustes"Lazarillo de ManzanaresMateo Alemán, Vicente Espinel con su "Marcos de Obregón"  o Diablo Cojuelo" de Vélez de Guevara pero sobre todo me fijo en la influencia que tuvo Laguna en Quevedo.

Don Francisco de Quevedo quiso adrede que el Buscón don Pablos fuese de Segovia al escribirlo  casi veinte lustros más tardes que Villalón (Laguna).

Quizás intencionadamente porque de todas, todas, la literatura picaresca nació al pie del Acueducto en el habla y el trajín de los perailes, arrieros, clérigos giróvagos y hampones, mozas de partido y curtidores de la gallofa. Ellos cardaban la lana del simpar genio hispano a la sazón.

Por desgracia nuestra juventud no lee a nuestros clásicos porque desde que murió Azorín ya no existe acá crítica literaria.

Anda enfrascada en la novelística de Jane Austen, un pestiño infumable, digan lo que digan los domines de Alcalá que han regresado enarbolado la palmeta y escupiendo réspices para el personal y flatulencias desde su coramvobis mental, asomados al balcón de los contubernios.

Debajo de la hoja de parra, que esconde su ignorancia, con todos sus grados y sus masteres y brillantes "curricula", no hay nada Son cabezas huecas y nidos vacíos porque "Quod natura non dat Complutum non praestat utique"

No saben lo que se pierden.

Nuestro mayor "asset" es nuestra literatura pero aquí les da a estos "magistri" por la política y venga parlar de la literatura anglosajona.

De modo que así estamos como la mula de Wamba que no come ni bebe ni jode ni caga aunque siempre anda... a trancas y barrancas.

 

2025-07-31

 HOJA MARCESANTE


Soy una hoja marcesante

Que se marchita sin caer

Hoja del roble

No me rindo

Y me levanto

Después de las caídas

Mirando estoy hacia el futuro

Con mis ojos de papel

El alma me duele 

Algunas veces

Por los veranos

Me gusta sentarme

A la sombra de los arces asturianos

Escuchar el rumor


De un regato

O una cascada

Que fluye 

Hacia la mar

Tengo el olfato del murciélago

Y la piel de un elefante

Hago penitencia no obstante

Arrodillado

En la capilla

De mi oratorio biblioteca y fumadero

Hubo un tiempo

Yo pensaba

Que la redención de España

Podría venir por la política

Ahora todo me da igual

Pero no comulgo con ruedas de molino

Pienso que Dios es un designio particular

Con el que hablo 

Altas horas de la noche

Arrodillado

Penitente

Marcesante

Y cabal

 CIRUELAS CLAUDIAS

 

Bebíme un piezgo de sidra anteanoche y hoy me aflige el “clavo” de la resaca. Salí a la huerta, espléndida mañanita de mayo y encontré consuelo mirando para los tres ciruelos damascenos que dan escolta a las hortensias en un ángulo del jardín. Enveraron ya a punto de dar fruto. 

Bajé a la bodega y tomé un tarro de mermelada de las ciruelas claudias que ocupan otro lugar árbol salutífero. 

Tres cucharadas mojadas en vino y se me pasó como por ensalmo la resaca. Confío en los remedios que al pobre mortal ofrece la naturaleza. Según los naturistas la ciruela endrina en su jugosa drupa en tiras de mucilago y carnosidad vegetal lleva un analgésico que hace el oficio de detente bala a los hervores de la ebriedad del día después. 

Es un analéptico que restablece las fuerzas esquilmadas por los eufóricos vapores del alcohol. Por esto y por otras razones soy un amante de este árbol rosáceo de flores blancas que vino a Europa desde Siria (el ciruelo de Jerusalén da óptimos cascabelillos los mejores en el mercado pues dicen los Apócrifos que aplacaron la sed de Nuestro Señor cuando le dieron ganas de beber). 

Existen cerca de un centenar de especies, de muy diverso sabor y consistencia del parénquima o pepita: Ciruela patrón, ciruela roja y gualda (según la cara donde le dé el sol), ciruela claudia, ciruela sin almendra, delfina, temprana que madura en agosto, de pernigón, mirabel, damascena, de flor negra, de flor blanca, ciruela uterina muy pequeña de una pulgada que madura a fines de mayo, ciruela albaricoque. Y otras muchas. 

Sobre todo es de su fruto benéfico y salutífero su arrope.  Recomendable para hacer pis y para hacer pos. 

El mejor laxante y un remedio cabal contra la anuria óptimo excipiente diurético que recomiendan para la imposibilidad de la secreción urinaria. Que te conozco, ciruelo. Ya lo dice el refrán popular…


 COLMILLOS DE JABALÍ OJOS DEL AGUILA PACHORRA DEL PUERCO

Y LA UÑA DEL CABALLO


Decía mi tío que era de la Benemerita: paso corto, vista larga, y ojo al Cristo que es de plata. Paso de lobo, mirada de halcón y hacerse el bobo. Medito talas consideraciones al final del pluvioso mes de marzo marzueco que nos trajo lluvia y un recental para marueco. Desde mirador atisbo. Rezo mis plegarias y pego mandobles como don Quijote contra los molinos de viento.

Малая вечерня с акафистом прп. Серафиму, Всенощ. бдение 31.07.2025, Диве...

 

TARÁS BULBA PRIMER CAPITULO

 

Aquellos verano de mi adolescencia y juventud poco tiene que ver con los de mi senectud. Son la plenitud melancólica frente a un arma cargada de futuro y ganas de cambiar el mundo que yo llevaba en la cabeza pero hay un hilo conductor en ambas variables y es mi amor a la palabra. Quedé maravillado por los rusos.

 Soñaba yo con escribir como Gogol, Dostoyevski, Gorki, Chejov, Turguenev. 

Sigo en esa demanda, pero sobre todo fue el ucraniano Gogol con su sátira y su knyt (látigo) el que más me impresionó. 

Tarás Bulba me hacía llorar cuando el autor hace la presentación de sus hijos seminaristas a los que saca del seminario para convertirlos en cosaco. 

Son párrafos homéricos que cuadran el alma. El amor de una madre se despide de Ostap y Andrei que van a la guerra incorporados a la sentnia cosaca o regimiento de caballería que mandaba su padre. 

Tarás se proclama defensor de la fe.

 Ucrania el corazón de la ortodoxia ha de luchar contra los enemigos de Cristo que son los herejes uniatas polacos, los tártaros y los judíos. Muestra un desprecio triunfal a las vanidades del mundo. 

Dice que para un cosaco o antisemitas. Sin embargo, en este capitulo medular se demuestra que Ucrania es la línea medular de la patria rusa y Kiev la santa el corazón de la ortodoxia.

 Adelantándose a los tiempos el gran Gogol augura que la guerra actual entre Kiev y Moscú es un despropósito urdido por conjuras diabólicas. Nikolai Gogol pensaba en ucraniano su lengua materna pero escribía en ruso. 

Su gran novela lleva la sátira en literatura universal a la cúspide. 

Si lloro yo con Tarás Bulbá, con “Almas Muertas” me parto de risa. Ya digo, su estilo, la riqueza de imágenes y de vocabulario a cualquier lector un poco avisado le hacen pensar en la Iliada. 

Porque Gogol es el Homero de la literatura rusa. Que endulzó los veranos de mi niñez y ahora torna menos amarga mi vejez

 

jueves, 31 de julio de 2025

de Granma viva cuba país hermano

 

En sus calles, Santiago de Cuba levantó a Frank País. Foto: Luis Alberto Portuondo Ortega

Santiago de Cuba.–El pueblo santiaguero, en sendas peregrinaciones hasta la intersección del Callejón del Muro y San Germán, y el cementerio patrimonial Santa Ifigenia, homenajeó a su amado hijo Frank País García y a su compañero de lucha, Raúl Pujol Arencibia, quienes fueron asesinados por esbirros de la tiranía batistiana, el 30 de julio de 1957, fecha consagrada como el Día de los Mártires de la Revolución.

En el retablo de los mártires, en Santa Ifigenia, fueron colocadas ofrendas florales del líder de la Revolución Cubana, General de Ejército Raúl Castro Ruz; del Primer Secretario del Comité Central del Partido y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez; de Esteban Lazo Hernández, presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular y del Consejo de Estado, y del pueblo de Cuba.

Díaz-Canel expresó en x que en ambos patriotas «tenemos referentes de virtud, y también el orgullo de saber que venimos de cubanos como ellos».

Al compás de marchas patrióticas, interpretadas por la Banda Municipal de Conciertos, las máximas autoridades políticas y gubernamentales santiagueras y el pueblo llegaron a la Placita de los Mártires, en la que fue depositada una ofrenda floral a nombre del pueblo de Cuba, en la base del monumento que rememora el hecho del cual expresara Fidel: «¡Qué monstruos! No saben la inteligencia, el carácter, la integridad que han asesinado».

En la jornada de tributo se entregaron los carnés de militantes del Partido a destacados trabajadores, y en horas de la tarde fueron reeditadas las honras fúnebres que el pueblo de la Ciudad Héroe realizara aquel luctuoso día, en honor a Frank, de quien expresó el General de Ejército Raúl Castro Ruz: «era recto en los principios, organizado y exigente, de una modestia proverbial, valiente hasta la temeridad y de una intuición poco común; era el tipo de hombres que penetran hondo y definitivamente en el corazón del puebl

  BULGAKOV Y EL APOCALIPSIS. LA GRAN CONJURA PARA ACABAR CON LOS ROMANOV

 

¿Cómo será el fin de los tiempos? ¿Quién será el anticristo… una persona real o un sistema político? Ukrania la tierra feraz donde los arados se hundían en un suelo de labranza de las tierras negras hasta tres metros de profundidad, el granero de Europa, y todo ese légamo de civilización que arrastra sus dos grandes ríos el Don y el Dnieper hacia Kiev, la santa, la madre de las ciudades rusas con la gran cruz de san Vladimiro presidiendo la bocana va a acabar en la catástrofe de Chernobil que parece anunciar y presentir en su gran novela la guardia blanca Mixail Bulgakov casi un heraldo del fin de los tiempos. Y en su planteamiento coincide con lo que dice Bertrand Russel quien en 1918 visita la URSS y asegura que la revolución bolchevique fue obra de judíos rusos americanizados y los hechos de esta novela se desarrollan aquel invierno trágico de 1918 y en Kiev entre grandes celliscas de nieve.

 La tierra feraz se transforma en feroz erial. Se secan las fuentes, resucitan los gigantes, cunde el desamor, las costumbres se corrompen. Arden los bosques... toda Rusia era un incendio aquel verano de 1918 el año que se desarrolla esta novela.

 A lo largo de sus capítulos se escucha el tintineo de las espuelas de los cosacos que se cuadran ante su atamán y el repique-canto-metálico de los teléfonos móviles la irrupción de los bustos parlantes que se entregan a una vacarme o borrachera de letanías insufribles para contar la actualidad con una sonrisa  mefistofélica en sus rostros, perfectamente atildados la cara lavada pero el alma negra insensible al dolor ajeno grandes representantes del sistemas como anunciando a todos habéis de pasar por el aro besareis mi látigo y todo eso sin descomponer el gesto de hombres-anuncio y la mirada azul de las nuevas sibilas de la tele.

Las sibilas vuelven y es un mundo sibilino  de grandes avances tecnológicos y de una gran pobreza espiritual dominado por las técnicas de la propaganda el que intuyeron los rusos que vivieron o contaron aquellos días de octubre.

Han ganado los americanos subraya un capitán artillero que aguarda el ataque de los bolcheviques al edificio del Liceo donde los partidarios de la autocracia y la ortodoxia se han hecho fuertes. Sin embargo el coronel que manda la posición a la vista de la inferioridad numérica ordena izar bandera blanca.

 Suenan los gritos de traición… traición pero nadie se atreve a desobedecer los hechos consumados. No se puede hacer nada. Rompan filas.

 Se deshace la guardia blanca y los cadetes, el oficial de dragones, los húsares y los alanos se vuelven a casa con sus botas bruñidas las espuelas de plata, el sable reluciente y el colman impecable terciado sobre las charreteras. Todo eso ya no sirve para nada. Después de rendirse los coraceros piden vodka para mitigar los efectos del clima bajo cero y se entregan a una orgía pero no hay aguardiente en el mundo que pueda aplacar las heridas del alma congelada.

 Es la debacle. Es el fin de una era. Sin caballería las guerras ni son guerras ni son nada. Se acabó el honor, la nobleza, las maneras exquisitas y ese concepto de castas que permitió concebir la existencia desde un punto de vista estético. Se acabó la literatura. Lo que viene es la lucha de clases, la vulgaridad, el encefalograma plano.

Llegan los sindiós que traen sus propios profetas, sus escritores, sus panegiristas y publicistas. El materialismo dialéctico de Marx que permitió por lo menos la educación de las clases más desfavorecidas abocará al materialismo de los globalizadotes donde la persona humana no es más que un número, una unidad de consumo bajo el control de la red de redes.

 En definitiva Bulgakov nos vaticina un mundo feliz al igual que los grandes utopistas ingleses pero insufribles. Un judío que es pillado con las manos en el cajón durante un progrom le ruega a un húsar que ha desenvainado la espada todo el dinero te lo daré todo esto será tuyo y le señala la caja de caudales si me perdonas la vida. Gracia denegada. El ulano hunde su sable en el cuello del rabino y le corta la cabeza. El rabí muere mártir de la causa invocando a Yahvé.

 Chema Israel pero tenemos que ajustar cuentas mientras los caballos del Apocalipsis galopan por las riberas del Dnieper. Se terminó aquel mundo que creíamos mejor. Rompan filas, sálvese el que pueda. El santo y seña del final de los tiempos es que la caridad se enfría, las palabras ya no significan lo que significaban antes.

No hay canon ni medida. Se hunde la barca de Piotr mientras los bateleros del Volga reman y reman saludando con el sombrero cocidos de vodka al que ha de venir. Este es Petliura. Quien es Potliura? Según Bulkgakov el que ha de venir el interpuesto al que dicen que han visto alojarse en la habitación numero 666 en un hotel de la calle Lovitskaya pero esta presencia es fantasmal o by hearsay.

 Se narra mediante el oído no mediante la vista y por esto mismo la novela tiene un aire musical más que fotográfica. La trama no es lineal y el estilo participa de la velocidad y contundencia de la vida actual.

La “guardia blanca” es narración de muchas preguntas ninguna respuesta en esta novela de guerra antimilitarista donde se ridiculiza a los prusianos y a los estados mayores. No hay combates ni escenas de guerra. Sólo se escucha el estampido, lejano, de los cañones y se anuncia que el nuevo orden entrará con sangre y en medio de grandes estertores. Verdún significará una nueva catástrofe para Rusia la dejarán sola sus aliados a merced de la gran conjura de los impíos.

 El asesinato del zar será el epílogo a una historia trágica de furores. El hombre de las patillas largas- Trotzky- se atusa los bigotes tiene una gran cabeza y proclama la revolución permanente. Nuevos dolores y convulsiones para el pueblo ruso. Los cielos refulgen con la estrella roja de los comisarios y el ángel de la muerte escribe sobre las nubes negras el número de la bestia: 666.

En medio del caos se abren camino muchas traiciones ejecuciones sumarias deportaciones en masa. Los alemanes dejarán a los blancos de Ucrania a merced de los bolcheviques. Bulgakov les llama felones.

Cunde el desamor y el relato de las vencidas mujeres violadas campesinos arrojados de su tierra y por todos los dominios del zar se esparce la enfermedad rosa la sífilis como un flagelo bíblico. El autor era médico especialista en venéreas y el relato que hace de la enfermedad es puntual. Aparecen unas pústulas en las ingles (chancro) manchas de color rosa en la epidermis, después subseguirá la ceguera y la artrosis si no se ataja la epidemia con inyecciones de permanganato. Fue la enfermedad que sacude a Europa en los años 20.

Dios no escucha, está lejos muy a gusto lejos de la humanidad que sufre rodeado de una escolta de ángeles en el paraíso. En uno de los pasajes, sin embargo, aparece un pope que predica contra la desesperación. Es la desesperanza el mayor de los pecados a ojos del Altísimo puesto que viene impregnado de la soberbia satánica y sólo puede desesperarse los condenados del infierno. No conocéis sus misteriosos designios, se lamenta el padre Vladimiro puesto que el corazón de Dios es fuente de toda misericordia. El dolor y el sufrimiento colectivo tienen un carácter expiatorio y abrirán las puertas de la purificación. Este sermón que recuerda el discurso del padre Zosimo de Dostoyevsky pone una nota de claridad esperanzada en medio de la niebla de pesimismo de todo el relato. 1918 fue un tiempo de tinieblas y su mes de diciembre fue el más perverso en fríos y en crueldades humanas durante siglos.

Desde luego, se acabó la literatura, todo concepto de honor y de estética es pisoteado para dejar paso al lucro. Mucha gente irá a la cárcel o será marginado por pensar por su cuenta nos profetiza Bulgakov. Ya se escuchan las pisadas del ángel del Apocalipsis. La idea central del libro es que hubo una conspiración universal para acabar con la ortodoxia proyectada desde el odio a la cruz misericordiosa, una conjura que es tramada por los que son siempre los mismos los apóstoles del odio y la revancha pero al final vencerá el amor. El autor del Diablo y Margarita era uno de los autores preferidos de Stalín hasta que perdió el favor. Bulgakov muere en Moscú en un bombardeo de los alemanes a los que tanto despreciara en 1942.

 


2025-07-30

 OCTAVIO AUGUSTO

TIEMPOS difíciles mas llenos de esperanza

Tarde triunfal tras las lluvias

Me sumerjo en los Doce cantos de la Eneida

Pax Augusta para estos días 

Cuando suenan clarines y tambores de guerra

Paz augusta

Cuando nació Cristo

Y el emperador Octavio

Fue divinizado

Hombre Dios

Los censos imperiales

Y empadronamientos

Calzadas y acueductos

Termas saludables

Construyó el acueducto de Segovia

El mismo año que nació el Mesías en Belén

Mecenas el auriga de la gran cultura

Los espondeos de Horacio

Júpiter en el Capitolio

El Ara Pacis

Y la Lex Julia que prohibía el adulterio

Octavio  fue proclamado el divino Sebastos

Intercesor ante los dioses

Populus et Quirites

Panem et circenses

Et pax augusta

Rfabdología varita de virtudes

Cuando los sacerdotes de Zeus incensaban la Vía Apia

Para prevenir la entrada del diablo

Nunca fue el mundo más feliz y más grande

En esta coyuntura en un diversorio fue nacido el Señor de los Cielos

Del vientre de María

Sin romperlo ni mancharlo

sábado, 29 de marzo de 2025


 NOCHE DE SAN JUAN


Estruendo de danzas y canciones

En la aldea

El trébole, el mastranzo, la verbena

Risas entre la hierba

¿Cuándo el amor vendrá

Qué galán de amores

Mi cintura ceñirá?

Puse la clara de huevo en mi ventana

Y al día siguiente

aparecerá

Señor san Juan

Que viva la danza

Y los que en ellas están

Ecos perdurables 

De mi mocedad asturiana

A coger el trebole

El trébole

La noche de san Juan

Ancestrales tonadas

Música resonando triste

Sobre los campos en flor

Crepitan

En la parva

Los leños del bosque

Se escucha

El último ijuju

Luego canta

La alondra

Después

El ruiseñor

El árbol se vuelve ceniza

la flor erguida doblase por la calor

mustias esperanzas del sueño que pasó

Y mi Asturias 

Es toda ella

Perpetua brasa

De langores

Ya en la foguera

No hay que quemar

Señor San Juan

Amanece

viva la danza y cuanros en ella están

a cofer el trebole

la noche de san Xuan

La noche más corta del año

Que pasa deprisa

Como la vida misma

Dentro de seis meses, navidad

Prawosławna Liturgia po polsku (Orthodox Liturgy in Polish)

Candeal- Ahora que vamos despacio

DIMOS TIERRA A ISABEL DULCE ESPOSA DE MI HERMANO FERNANDO

 SLADKI DULZURA

Alta señora de los sublimes pensamientos

Dulzura de la carne de membrillo que se marchita

Esfuerzas evanescentes

Isabel dulce Isabel

A la que hoy dimos tierra

Entre lágrimas

Y temores del más allá

Amor que se acaba

Eras la mujer de mi hermano

Dulce compañera

Que te has ido

Tras cruel enfermedad

El dolor no quitó la miel de tus labios

Hoy todos oramos por ti

Descansa en paz

Pero comprender

El misterio de la muerte

Es algo que nadie

Nos pudo explicar

Ten piedad señor

Condúcela a tu regazo

2025-07-29

 

Hoy es el día del Bautismo de Rus.

El patriarca Kirill felicitó a Vladimir Putin por la Gran Fiesta

El Patriarca de Moscú y de toda Rusia, Kirill, envió felicitaciones al Presidente ruso, Vladimir Putin, con motivo del Día del Bautismo de la Rus.

A continuación el texto de la felicitación.


Su Excelencia Vladimir Vladimirovich Putin, Presidente de la Federación de Rusia

¡Excelencia, muy respetable Vladimir Vladimirovich!

Por favor acepte mis más sinceras felicitaciones con motivo del Día del Bautismo de la Rus', así como con motivo de su onomástico.

Hace más de mil años, el Santo Príncipe Vladimir, igual a los Apóstoles, hizo una elección que durante siglos determinó el camino del desarrollo espiritual y cultural de los pueblos eslavos, unidos a partir de entonces por la fe cristiana.

Al aceptar el bautismo, el príncipe no sólo cambió él mismo, sino que también contribuyó a la transformación espiritual y moral de sus contemporáneos, quienes se volvieron cercanos y queridos por los ideales evangélicos de amor y misericordia, bondad y justicia.

Les agradezco profundamente su constante atención al servicio de la Iglesia Ortodoxa Rusa, así como su firme postura en la defensa de los valores tradicionales. Estoy convencido de que, mediante esfuerzos conjuntos, con la ayuda de Dios, podremos superar todos los desafíos actuales y educar a las jóvenes generaciones en el amor a la Patria, garantizando así la verdadera soberanía de Rusia y su prosperidad en los años venideros.

En este día festivo y de significado espiritual para usted y nuestro pueblo, le deseo la intercesión de su patrono celestial, buena salud y larga vida, generosa ayuda de Dios y bendito éxito en su alto y responsable servicio, que desempeña con cuidado y celo para el beneficio del país y de sus conciudadanos.

Con profundo y sincero respeto

+KIRILL, PATRIARCA DE MOSCÚ Y DE TODA LA RUSIA