EL IRENISMO DE ZP Y “1984”. ANTE
UNA SOCIEDAD GLOBAL.
◘ La falsa paz que significa
guerra y lucha interior, cuando nos lavan el cerebro, responsable de la
esquizofrenia del mundo actual
AntonioParraGalindo
Ando por estos días obsesionado
con el irenismo de ZP y toda esa filantropía de gaita y pandero que nos dice
que “tó er mundo e güeno”. A eso lo llaman unos buenismo y otros
panfilia, seguramente porque nos ha llenado la tierra de pánfilos que asoman la
gaita por las encuestas con una media sonrisa. Nuestro presidente es un buen
chico y entiendo aunque no comparta su proyecto maravilloso de alianza de
civilizaciones, a ver en qué para todo esto, que judíos moros y cristianos nos
demos el pico y convirtamos las lanzas guerreras en rejas de arado, como ya lo vio y profetizó Isaías. No sé, no
sé. Veremos a ver.
¡¡¡El presidente español se está elevando de
esta forma a un líder mundial al poner en marcha la utopía¡¡¡… Mientras sonríe
desde el parapeto de sus cejas circunflejas y se coloca los puños de la camisa
estirando las mangas de su chaqueta. Tiene ese tic. EL PAPA FRANCISCO
CREO QUE CAE EN ESA MISMA HEREJÍA
--- ¿No estarás hablando de
coña, Verumtamen?... Que se te van a echar encima los de la COPE, Libertad
Digital, El ABC, el País, todos son la voz de su amo. Periodistas al dictado de
su señorito y tú no eres más que un pobre bloguero guitarrero.
---Desde luego, Quosquetandem,
algo sí. Que se mueran los feos. Yo voy a mi aire, diacono la verdad, siempre
canto el evangelio.
--- ¿Y un responso por el mundo
feliz?
---Todo se andará, mi dilecto
Quosquetandem. Ya sabes, amado discípulo, que la sátira es uno de los fuertes
de los filosos peripatéticos. Yo creo ser uno de ellos. No se nos nota cuando
hablamos de veras o estamos de cachondeo,
AMANUENSES Y FONTANEROS
Es un mero fontanero y un amanuense al del
dictado de otros. Estamos tocando un mundo feliz con la punta de los dedos.
Pero de este mundo súper eficiente y al dictamen de las normas del Hermano
Grande y Gordo (el Bigfatcat, el gato cebón) los libertarios como yo lo
vamos a pasar muy mal.
Pido la venia e invoco la misericordia del
Altísimo porque este proyecto del gran diseño pone patas arriba mis
convicciones de cristiano. Estoy releyendo al maestro Orwell con el que trabé
contacto en Hull cuando pasaba hambre y me olvidaba de la gazuza comprando
libros de la Penguin.
Por un par de chelines sacrifiqué una comida y
me hice con dos de sus libros imperecederos: 1984 y Animal Farm[1]. El homenaje a
Cataluña siempre me pareció inferior pues cuenta sus desdichas en el Frente
del Ebro.
Pero su pluma sutil e inconsútil
de una sola pieza vuelve a frisar alto en sus historias del vagabundaje In
and out London and Paris donde refiere algo de su biografía como tramp[2].
Los mendigos son figuras
preocupantes que sin embargo rondan el cerebro de todo escritor sobre todo si
lo es de genio.
El escritor de raza intuye que su vida puede
acabar en la misma rue de pordiosero.
Dios nos libre.
Muchas veces indeliberadamente se coloca
detrás de un personaje de su invención y lo que está detrás no es ficción. Le
va a pasar a él.
LA
PALABRA ES MAGIA NEGRA
Por arte de birlibirloque por esa magia que
tiene la palabra para crear para intuir. El buen escritor adivina el futuro,
Aunque el oficio de novelista tenga poco que ver con el de profeta arúspice o
quiromante, pero como el profeta habla en nombre de la deidad, como arúspice,
indaga las entrañas negras de las aves cuando los ánsares se ponen a graznar en
el Capitolio; eso pasa ahora y ha pasado siempre, y, en cuanto quiromante,
tiene algo de brujo y de prestidigitador que va a la caza mediante la palabra
del aura espiritual dimanante de todos los seres.
En ellos el poeta encuentra el aura y surgen
chispas. En esas estamos. La soledad del literato, el abandono, la miseria y el
hambre que padecieron los genios.
A veces escribir es un acto profético y en
Orwell, el derrelicto del Embankment a orillas del Támesis, y el guerrero de
nuestra contienda civil, el cual se preocupaba más que de las balas franquistas
de su menguada petaca porque si le faltaban
cigarrillos era hombre al agua. Sin tabaco era incapaz de coordinar las
ideas ni de escribir un par de frases.
En “1984” proyecta el mundo de
hoy con sus ministerios de la verdad, el double talk (doble lenguaje) y
el new language (nuevo idioma) los ministerios de la Verdad y la
presencia de un poderoso gobierno omnisciente, como los novelistas malos y
omnipresente como el propio Dios.
UN MUNDO FELIZ, VIGILANTE EL GRAN HERMANO
El Gran Hermano de la tiranía tecnológica y
totalitaria. Los “demócratas” (entre paréntesis oiga que yo no tengo nada
contra la democracia bien entendida que como la caridad empieza siempre por uno
mismo) se cabrean mucho cuando se les dice que Orwell no estaba pensando en la
sociedad al otro lado del Telón de Acero, puesto que ya cayó el muro de Berlín,
puesto que al Big Brother lo
encontramos por doquier; es nuestro compañero de viaje en Occidente. Sólo le
falto a Eric Blair [3]
un adjetivo; el de americano y ya tendríamos la reseña más cabal.
Es el imperio el que tira del carro. El sueño
global, sueño mesiánico, por otra parte, como lo fue el sueño católico de los
españoles en el siglo XVI plasmado en el soneto de Juan de Herrera abogando bajo el cetro del Emperador Carlos V y la
tiara del Papa reinante por una sola grey bajo el cayado de un mismo pastor.
Lo que pasa el que el American Dream es laico aunque América sea toda ella una nueva
religión, una forma cultual amén de un credo político.
Quizás debajo de la chistera del Tío Sam o del pariente que escudriña lo
que escribimos por Internet, el vecino que nos espía (he is watching behind
the fence[4]) se oculta un
espía, un salta-parapetos o un asaltacunas.
La amante que no es nuestra amante sino una
agente del gobierno, el jefe que nos persigue, los compañeros de trabajo que
auscultan nuestra ficha y dan el parte si llegamos tarde ¡joder que lío!,
vivimos en el silencio y el terror sonámbulos por los pasillos del gran
edificio que describió Kafka, otro
que tal baila en la Metamorfosis y en The Trial[5].
NO HABRÁ DE PENSARSE EN EL PROJIMO. LA CARIDAD BIEN ENTENDIDA EMPIEZA
POR UNO MISMO
Nada que a este paso nos vamos a convertir en
cucarachas en un mundo feliz donde hay que pensar por delegación y adoptar los
modos y creencia que se nos impone desde arriba vía imagen y propaganda. Todos
somos Wilson, el personaje de esta
novela que sube a su buhardilla londinense con paso cansino y en cada
descansillo se encuentra con un cartel que le advierte:
-El
Hermano mayor te vigila.
Una sociedad plana y sin
conflictos eso es el irenismo, una
herejía de los siglos V y VI que se ha vuelto a poner de moda. Pero ojo que en
1984 se habla del control del lenguaje. De la doma de las palabras para que
obtengan otro sentido semántico diferente a aquel para lo que fueron inventadas
y eso es lo temible y peligroso.
La reducción de todo un idioma a
una jerga de no más de mil palabras como es el lenguaje coprológico
neoyorquino, los analfabetismos mentales, peores que el analfabetismo real, los
cerebros bañados en estupidez y en soap opera[6],
el tialismo cultural [la tele nos quiere convertir a todos en tontos de baba a
base de drama y de películas made in Hollywood], la policía del pensamiento. Y
todo lo demás.
Cuando escribió este tratado de
sociología política novelada no estaba adelantando Orwell lo que pasaría en
1984 sino lo que está ocurriendo en 2022 y lo que ocurrirá en 2030 o 2040. A
medida que se haga más fuerte la presencia de la tecnología será más aleatoria
la libertad de conciencia porque a lo que en realidad vamos es a un totalitarismo.
El gran demiurgo esconde la cara y utiliza
caras y cimbeles y testaferros. Lo mismo daría Zapatero que Rajoy o Gallardón o
Merkel o Bush o Zarcosy le petit juif.
IRENISMO TOTALITARIO LA FALSA PAZ Y EL GRAN ENGAÑO
El alto mando se ha hecho invisible y es el
que controla. Big Brother is watching you. En el país que describe 1984 hay ministerios
muy raros. Uno se llama ministerio de la Verdad y otro el ministerio del Amor
pero todos los años se celebra una fiesta: la del odio en la que aparece el
enemigo del pueblo un tal Stein, un
judío al que hay que golpear.
No sé si Orwell estaba pensando
en Big Laden o en Trump el rubio
presidente norteamericano que quiso acabar con los chinos y sus alquimistas
crearon la pandemia (Los experimentos con gaseosa dicen por mi pueblo) cuando
se puso a escribir en el Londres de la posguerra derruido por las bombas de la
Luftwaffe su novela 1984. También se
trata de un enemigo invisible. Quizás irreal, pero al que hay que machacar y
sacudir como reafirmación de nuestro ser. Orwell escribió su obra maestra
durante un terrible invierno de posguerra el del 45 en una isla escocesa,
apartado del mundanal ruido de Londres. Al año siguiente entraría en un
sanatorio de enfermos de pecho en Gales. Estaba tuberculoso perdido.
Dentro de unos días será san Pelayo de
Córdoba, el monaguillo del obispo de Tuy al que quiso dar por culo un califa
resistiéndose el pobre niño, y al grito de maricas y lesbianas de todo el mundo
uníos invertidos bolleras y pederastas tendrán su fiesta laica y sacarán a su
santo disfrazado de arco iris por las calles de Chueca. Así la Virgen de la
Paloma se nos convierte en transexual. ZP ha creado un ministerio que nadie
sabe para lo que es. El de la Igualdad.
Pujos feministas que ya adelanta Orwell en esa
mujer pálida y cara de arpía pelambrera color de arena que le hace la vida
imposible al protagonista Wilson.
Es la abanderada abadesa del
feminismo de batalla. Pervirtiendo el lenguaje se consigue un trasunto
semántico de la inversión de roles y de valores. La homosexualidad acaba con la
fecundación. Un mundo nuevo. Un nuevo concepto de familia unipariental.
TODOS ESTAMOS MANIPULADOS. VAMOS A ACABAR EN UN PSIQUIATRICO SI LES
HACEMOS CASO A LOS SACERDOTES DE LA PROPAGANDA
Hijos probeta. Manipulación genética y
manipulación mental, pero de todos estos peligros lo más peligroso es la
perversión del idioma. En las escuelas ya no se enseña castellano. Se enseña
lengua y por ahí por esos textos manipulados por ese prurito de enviar a la
hoguera las viejas y hermosas palabras que duermen en los diccionarios es por
donde puede acabar el mundo. In principio erat verbum.
Sin embargo, no hay que ser
pesimistas. Höldering otro dichter alemán visionario nos advertía
de que las revoluciones de este tipo dejan un sedimento positivo.
Y Yeats se alegraba con ese algo
nuevo nos ha caído. La hora más escura es la de la amanecida dicen los
sefarditas. En tal contexto, todos somos Wilson, todos somos Stein y nos tienta
la rubia fláccida con la cabellera terrosa. El diablo disfrazado de gobernanta
-señora de la limpieza- funcionaria del Big
Brother-agente secreta - chivata. No se puede decir miembro. Hay que decir
“miembra”. No juez sino jueza.
El Hermano Grande habita entre
nosotros. Tanto nos ama que nos ha puesto la argolla de esclavos en un mundo
feliz sin castas ni barreras sin permisos de residencias ni diferencias
interétnicas. Un mundo feliz se convierten una entelequia. No es un paraíso
sino una mazmorra adonde bajan a golpearnos todas las tardes cien demonillos
borrachos. También lo vio Quevedo como Orwell en sus Zahúrdas de Plutón.
Las utopías albergan un propósito bueno y
edificante. No son malas de por sí. Creo que este tiempo que nos ha tocado
vivir es bastante interesante.
Con independencia de que esos
ministerios de la Verdad y de la Igualdad me parezcan peligrosa, son el
resultado de la cretinización en que vive el país imbuido por e entonamiento
del feminismo de las “empoderadas”. Hay que sacar a las mujeres del burdel o de
la cocina y hacerlas ministras. Pero los lupanares siguen funcionando y los
consejos de ministros y las redacciones se han convertido en gineceos a gran
escala. You ought to take the Good and the Bad. No todo es malo ni se va
a acabar el mundo. Sonrían por favor.
martes, 17 de junio de 2008
07/08/2007
Después De Las Conmociones, Lucubraciones
Tras
las conmociones del Viernes de Dolores – las profecías empezaron a cumplirse en
los meses que aguardan a la gran traición- ojos claros pero turbios se despacha
a sus anchas en sus instintos e institutos de venganza (give me more). Calixta la novia que tuvo neozelandesa con su cara
de kivi y su voz atiplada de cupletista pelirroja le gritaba aquella frase
imponente, Moisés bajó del Sinaí con las tablas de la ley en mano, y yo sólo
soy un pobre mortal, mientras hacían el
amor en la scullery de su piso con derecho a cocina junto a la estación de
metro de Earls Court en Londres. Oh Emiliano dame más. Me he quedado sin tralla
“Me dejaste a buenas noches”. Calixta criticaba la forma inconsiderada que
tenía Emilio de hacer el amor y su engorde. Se había comprado unos pantalones
en Marks&Spencer que le daban un aspecto payasil muy holgados de cintura y
desde entonces le puso el mote de Emiliano Pantalones. Eran grises como la
luz de atardecer que iluminaba su
penthouse de soltero en la calle Jardin de las Flores entre Fuljana y Oca Brompton Load. Tenía yo
ganas de huir y me uní al gran corro de la desbandada. Me producía una cierta
tristeza. Ya venían, las vi yo venir, predicas incriminatorias, precitas
instancias. Iba a cambiar la tortilla y yo echándome aquellas novias tan
exóticas que a la hora de pedir no se cortaban un pelo. Dame más. El personal
no quiere saber nada de nadie ni de nada. No me cuente usted su vida y en ese
grado de insolidaridad estamos llegando a los tiempos del 36 cuando los
madrileños en aquel otoño sangriento se paseaban por la Avenida del Quince y
Medio (Gran Vía) donde la zona de una de las aceras la de Telefónica estaba
batida por los obuses nacionales con un cartel en la solapa que decía: no me cuente Vd su vida, ya me la sé. El
amor en tiempos de cólera que dijo un cursi pero yo voy a lo mío. Me siento al
volante y tira millas. Venga radiales, duro que te pego horizontales de
encintado vial de raya continúa. ¿Te motiva? Es el cansancio aquel que te afligía como cuando viajabas
desde Essex a Yorkshire. 180 millas en la A1 en tu mini de color rojo. Parabas
a tomar un café en un pimpi y a hacer pis. Cuando un pueblo es marrano, eso queda
muy consignado en los servicios de las fondas en el camino real. Y los ingleses
son unos cochinos, pero los franceses lo son aun más y los portugueses para de
contar. Todo el país es como si le olieran los pies. Huele a Fátima y a
milagro. A melancólicas cuerdas de fado.
En España `por lo menos una taberna de mala muerte goza de las premisas de un
excusado. Y eso es civilización amigo mío y lo demás son vainas. Tenemos un
pueblo campesino los de abajo que se comportaba. Los de arriba, los condes, los
marqueses, Goya, Picasso, se afrancesaron y todos a mamar de la teta de la loba
capitalina y entre sorbete y sorbete prorrumpen en un ay lo mal que está este
país. Muy bien no vamos… tú come y calla. Cuando hay movida a esta gran nación
que se llamaba España siempre le sacan las castañas del fuego los de abajo, los
curas trabuicaires, los chisperos, las putas. Y Agustina de Aragón puede ser un
caso. De ahí que el pistolero de Larra nunca me conmueve. Larra era un señorito
y escribía bastante mal. Y en afrancesado pero cayó en gracia sin ser gracioso
con sus cortes de traje a la medida y sus tallas de lindo pisaverde. Pues no te
digo, dándoselas de entendida, el regalo de pedida de doña Ficticia al príncipe
fue El Doncel de Enrique el Doliente un folletón por entregas con traza de
novela histórica. Malos gustos
literarios debe de tener esa doña Leti. Cierto la tristeza tiene un
color no puedo hablar no me entienden acaso sea muda. No me cuente su vida oiga
que es muy triste no venirme con milongas. Llevamos unos cuantos años con las
brigadas del amanecer haciendo de las suyas y no es el cartero que viene a
traernos un giro o una carta certificada sino el polizonte o el comisario que
llega a ponernos una denuncia y nos ruega vellis nolis acompáñame amos anda...
pero tú que te has creído... predicas infernales... ese doctor de las mañanas
de la tele que debe ser del hopos pues lleva años y años en antena no para de
hablar de cáncer... harte el encontradizo o el advenedizo que tú no te enteras
leñes que ellos piensen lo que les de la gana... tan tan.. ¿Quién? Abra. Un
registro. Es usted ulanito de tal.- yo soy domingo García Sabell el jefe. Tenga
la bondad de acompañarnos. Aguarde que me ataco los pantalones. ¿Puedo ir al
baño? Pues tendrá que hacérselo por el camino. Puro tramite. El del mosquetón
que te observa por la mirilla del mingitorio mientras que tú evacuas tu vejiga.
Una triste saca. Un maldito paseo al amanecer. Billete de ida al reino del iras
y no volverás. La vuelta no se tarifa. Ni se expende. No existe. De los
sencillos y de los torpes es el reino de los cielos. Esa facultativa de ojos
claros y el culo gordo que archiva su ira y se pasa el día entero zampándose
tarrinas de chocolate. Por eso el culo se le ha puesto como un balón. Facultad
de que decía vuesa merdé. Reñidas oposiciones y hoy tocan a fajina. El corazón
amante. Caballero a sus manos y señora a sus pies. Escucho en la distancia el
largo pitido del tren. Pican al timbre una madrugada de aquel verano en un
inmueble de la Red de San Luis y ya digo no es el lechero. Nos devoramos unos a
otros. Nos fagotizamos con tanta guerra civil.- fotos trágicas el máuser en
alto. El mono azul y la guerrera postinera recogen mal los abultamientos de los
senos de aquella bella miliciana y un falangista en la cárcel de san Antón se
le escapó un piropo a la vista de su verduga: niña, te quiero tanto que contigo
en el pelotón no me va importar acudir al paredón, será una muerte dulce.
Subían hacia Cibeles desde el palacio de buenavista y de gobernación las
camionetas del ejército de la verdad. Un comisario se llamaba Dapena y nos van
a liquidar igual que conejos. Fue el que dijo esta sobra pues sí sobra claro
que sí. Lo malo es que había mucho más jefes que indios y los que maulaban y
coloquiaban que ya no se les pone gorda. En los tiempos de la gran duquesa
leonesa yo me lo monto con la señora Maqueta ale. La Política no interesa y el
que escribió el estatuto prostituto se da aires de compinche y fuego fatuo. You
dont tell me fibs. Pero si eso es el placer de contra en eso precisamente
está el misterio y la maula. Mañana es domingo de ramos y arranco pa Segovia de
estampida. Mis huidos y mis circunvoluciones tienen bastante miga. El skyline
de la ciudad donde yo nací me tranquiliza pero es para ponerse muy
sentimentales sino para precaverse. ¿Vienes pa muchos días? Sólo a las
procesiones, Fuencisla. Las hermandades, los cristos rotos, el entierro de los
gascones la torre de san Justo proyectando su sombra en viernes santo contra la
luna el rumor lejano de las aguas del Rasemir, el bamboleo de los pasos y un cirio que arde y otro que se apaga al
penetrar en la zona de corrientes del azoguejo que nosotros denominábamos el
arzobejo. El diablo que aparece a lo lejos con su tridente. La banda del
regimiento marca el paso y los gastadores estallan sus botas contra el cemento
de la calle. La banda de la academia ataca la Marcha fúnebre. Los prestes
entonan el gorigori en fa bardón. Un muro en cuclillas se acurruca respetuoso
cerca de las tapias del cementerio y él tambien ve el tránsito de los pasos. El
pueblo devoto canta Amante Jesús Mío. Las manolas visten velo de luto riguroso
y adornan su peinado con una peineta de carey. Alguien con voz de borracho se
arranca por una saeta. Sin belleza no puede haber misterio. Tampoco
cristianismo se acerca la Venus victrix con su rozagante manto de dolorosa que
porta en la mano un arrastrapeplos. Todo esta bien drapeado por el que hizo el
planteamiento pero en esta noche hay alguien que nos estorba, las fichas parece
que se mueven y bailan los datos pero todo en esta atmósfera respira intensidad
y tiene lo que los alemanes denominan spanung.
La novela es un concepto musical y eso mismo lo tiene ahora mismo mi ciudad. Me
arrojo de cabeza, me sumo en el oleaje de los recuerdos a la busca de una
cierta congruencia y del hilo de la fábula. Las trenzas de Ariadna y su rubia
cabellera las llevamos recogidas en cintas multicolores. Me multiplico, he de
hacerme ubicuo y gozar del don de la bilocación con que el Señor favoreció a
algunos de sus determinados siervos. No he de tomar las cosas ab ovo, ni
tampoco perder la calma. Tengo que perderme en fárragos de burocracia mientras
las mucamas romanas esperan el autobús en la parada de mi barrio cuya
marquesina se ha convertido en objetivo de los gamberretes. Lo expliqué en un
artículo que este vicio moderno de las tribus se denomina clastomanía, un vicio
como otro cualquier, tan respetable, verbigracia, como la del millonario que
vive en los chaléts de abajo, los que vierten al río y que rebusca en los cubos
de la basura y los contenedores, aquejado del mal de Diógenes, acumular y
guardar en el nido igual que las cornejas, pues eso. Ayer le vi al viejo bajar
la cuesta de los álamos subido en una bicicleta de carreras que seguramente no
mercó en la tienda, sino que es una de los muchos testimonios de su pasión por
la rebusca. Extrajo el triciclo de un contenedor. Ser y tener. Tanto tendrás
tanto valdrás. Los romanos tenían una cierta pasión ordenancista. Suum cuique,
decía pero eran muy superticiosos y no se fiaban mucho del provenir cuando volaban
las aves en dirección contraria y escuchaban el dictamen de los arúspices
asegurando esto va mal. La crisis. Pues comamos y bebamos y bebamos que mañana
viviremos. Al triclinio y más tarde al vomitorio. El papado por ejemplo es una
constitución carolingia y la Iglesia
como la literatura y su pasión por los cilicios y las torturas mentales
un cajón de sastre. Luego vinieron a perfeccionar el sistema los visigodos con
sus corregidores, bailíes, paciarios
y el uso del sello y el balduque en los documentos oficiales. Desde entonces
todos los clérigos son funcionarios. En realidad es lo que debieran ser los
curas. Limitarse a su misión de funerales, bautizos y matrimonios y poner
nombres en los libros de registros. Cuando se salen de esa misión específica ya
empezamos todos a mear fuera del orinal. Clericus del griego “kleros” que no
quiere decir otra cosa que patrimonio. Los límites son pues mucho más modestos
que nuestras pretensiones y si nos ciñéramos a la línea, si fuésemos un poco
más modestos, las cosas empezarían tal vez a ir un poco mejor. Lo que pasa es
que hasta el siglo XVIII trono y altar fueron unidos y no andaríamos metidos en
equipolencias tomistas ni de discusiones a gritos en las salas de grados. A
flor del suelo yace mi realidad. El lecho o lectum era la siguiente pieza
consecutiva al triclinio porque de grandes cenas están las sepulturas llenas y
el lecho no era más que la tabla donde dejaban reposar el cadáver los romanos.
El descanso final. Pero desde la resurrección el sepulcro está vacío y eso -¿lo
es?- es una garantía de que nosotros también resucitaremos. Ardua cuestión.
Mejor no pensar. La muerte debe de ser como una gran novela sin capitulo, sin
espacios, sin dialogo sin puntos ni comas ni punto final. Temo a la hinchazón
post mortem la tumefacción y luego los gusanos. La lanzada de Longinos me hizo
sentir sed. Sitio y pedí a san Pedro
que me acercara un vaso. Pero tú eres uno de ellos. ¿Tú estás en nómina? Me
dieron posca mezclada con hiel. Lo
probé pero no lo bebí y he aquí que he muerto por asfixia como morían todos los
crucificados. Mi cabeza era un paquete de dolor. Me coronaron con las ramas de
una cambronera de púas aceradas y
erectiles. O vos omnes qui transitis per
viam videte si es dolor qualis dolor
meus. En la caja de un cuerpo humano no puede caber tanto dolor pero yo
resistí hasta el triunfo de la resurrección. Tú, señor, pudiste (eras el hijos
de dios) pero ¿y nosotros, frágiles pecadores? En la sabana santa quedan marcas
de la hematidrosis de Getsemani y del ziphus vulgaris que fue la zarza con se
tejió la corona de espinas. Un sacerdote tocaba el sistro en el altar de los
sacrificios citando a Jeremías y escupiendo para otro lado. Puaf... ese hombre.
Nos vino s aguar la fiesta. Tenemos que inventarnos otro holocausto- traedme a
Isaac y a un carnero. Se oscureció el sol, se hizo de noche, se desencadenó un
vendaval y el viento silbaba lúgubre entre las cruces, el velo del templo se oscureció dice el
evangelista. Velum templi scissum est et
omnis terra tremuit. Tremuit. Latro
de cruce clamabat dicens: memento mei domine memento mei dum veneris in
regnum tuum. Dimas esta misma tarde estarás conmigo en el paraíso le dijo el
buen Jesús al buen ladrón. No es extraño que después de este relato y de las
santas reliquias y marcas del santo síndone haya muchos hombres nos hayamos
enamorado del proyecto de Jesús en la historia. Porque fue dios lo asesinaron
porque era verdad cuanto decía lo contradicen. Y no hay vuelta de hoja.
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