2022-12-14

 

ADICTO AL SEXO A LA VEJEZ VIRUELAS


Voy a contarles amigos lectores un caso chocante: estaba yo anoche viendo el canal Erste de la tele alemana que transmitió un programa la víspera de Santa Lucía sobre una nueva adición la del sexo. Decía el reportero que el sexo se ha convertido en una droga tan funesta como el alcohol, la baraja o la cocaína. Gracias a Internet. Gran parte de los portales de la red se abren de piernas, aparecen salas que son berreaderos (así llamaban los españoles a las casas de tolerancia en el siglo de las luces) donde se practica la masturbación virtual el skirting el anal y la garganta profunda. Un vicio como otro cualquiera que arruina a los usuarios porque la cosa no sale gratis. Es preciso alistarse echar una moneda o dos o cien a la pupila que aparece en traje de Eva. Y este viene a ser el caso de uno que yo conozco. Es un pensionista setentón antiguo profesor de latín ex cura que colgó la sotana cuando se produjo la gran desbandada del Vaticano II. Tuvo una novia la Sotrondia que lo dejó a la puerta de la iglesia y luego matrimonió de mala manera con la Mencía la cual le dio mala vida lo maltrataba y hasta le zurraba la badana por ser la ínclita hembra de rompe y rasga. Nuestro personaje al que llaman Teigitur se metió en sí, dejó de ser hombre pues dos operaciones de próstata le sumieron en las tinieblas de la anafrodisia pero él se aficionó al sexo virtual.

Pecaba con la vista si a esto se le puede llamar pecar porque estaba el hombre más sco que la Fuente Colorada de su pueblo y dice el derecho canónico que para quebrantar es cuestión de dos; no se infringe el sexto mandamiento si no hay otro. No se puede pecar solo.

Se pasaba horas y horas al ordenador. me contaba cómo los mejores culos eran los de las rusas. las ucranianas tampoco se quedaban atrás.

Había una tal Educís que era capaz de eyectar diez orgasmos en veinte minutos pero lo que más le sorprendió a Teigitur fue el de una gallega de poderoso tetamen que parlaba con acento de Puentedeume pero había nacido en Timisoara (Rumania) cosa admirable.

Mucho se sorprendió el latinista ante este caso. Pasaba horas y horas el viejo delante de la pantalla. No comía, ni bebía, ni dormía ni tampoco fornicaba pues la próstata y los años le hicieron impotente. No sin cierta angustia me confesó que estaba pensando acudir al psicólogo para poner remedio a su adición. A la vejez viruelas. Pero la cosa no parece tener remedio pues ya decía mi abuelo que la jodienda carece de enmienda. El negocio más fabuloso de Internet se basa en tales cochinadas. Teigitur al cual ya le debe de quedar poco debe de estar sacando el pasaporte para el infierno donde los demonios le darán tormentos por do más pecado había aunque a lo mejor no. Dirá muy sardónico él que le quiten lo bailado.


martes, 13 de diciembre de 2022

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