2023-10-13

DE CÓMO LOS RUSOS DERROTARON A NAPOLEÓN

 

TOLSTOI

Leemos a Tolstoi espero no incurrir en un delictivo entregarse a la largura de Ana Karenina en los tiempos que corren. Irrefragable los rusos derrotaron a Napoleón a costa de muchas aflicciones, heroísmos, cobardías, delaciones y traiciones. 

Lev Tolstoi es la viva expresión del alma rusa intercadente, alternante, contradictoria e inefable, tierna y dura, angelical y demoniaca. En fin, un enigma.

 Su libro es la cumbre de la novela. En él plasma el escritor de Yasnaia Poliana sus crisis de misticismo inconformista que alternaba con visitas a las tabernas durante su juventud cuando servía al zar en el Cáucaso. 

Siempre pone una vela a dios y otra al diablo. A veces se entusiasma, a veces duda. Todo lo anota, todo lo rumia. Memoria portentosa con la que se flagela a sí mismo. Canta en los coros de la iglesia y luego visita las casas de tolerancia de Petersburgo yaciendo con las esposas de los muyik. 

De tales ambivalencias se nutre la sombra larga de sus héroes epónimos. Por su introspección de adelanta a Kafka. Brujulea entre el evangelio y Rousseau el buen salvaje, estudia la lengua griega para profundizar en las enseñanzas evangélicas. Se enemista con el Santo Sínodo por no estar  de acuerdo con los curas y es excomulgado de la iglesia ortodoxos, careciendo de la profundidad mesiánica se mofa del esteticismo de Turguenev y so misoginia. 

El día que Alejandro III decreta la manumisión de la esclavitud lo celebra como uno de los más gratos de su existencia, pero él sigue utilizando el látigo para poner a sus criados derechos como velas y se acuesta con las criadas. 

Era roñoso y ruin con su familia y también maltrataba a si mujer de la cual se divorció y huyó para encontrar la muerte en a sala de espera de una estación de ferrocarril.

Sigamos con las contradicciones de este genio de la escritura; en sus obras se manifiesta doblemente como zapadniev y vostoknieski (pro/occidental pero rusófilo). No tiene moldes. 

Defiende por un lado el valor eterno de la la literatura para decir más tarde que los libros son palabrería retórica sin valor alguno. Vivió en una comuna pero el “barín” era un hombre de costumbres y vicios burgueses. 

Maltrata a Turguenev como va dicho por considerarle algo marica. A Tolstoi le roía la pasión por los naipes. En el juego se jugó la hacienda y a su mujer sumisa que le ayudó en la redacción de su obra. 

Frecuentaba los ventorros de la estepa y al propio se mostraba como un príncipe en los bailes de sociedad. Proclama que el arte era una hermosa mentira. Sin embargo, siguió emborronando papel hasta el fin de sus días. 

Era un superdotado, un favorito de los dioses. Ruvo éxito con las mujeres, con los editores de sus libros que se tradujeron a todas las lenguas y su memoria es amada profundamente por los rusos pese a sus veleidades y demasías.

 Murió congelado en una estación del Transiberiano después de una discusión con su esposa. A los 82 años. La casa de campo donde vivía es hoy un centro de peregrinación

viernes, 13 de octubre de 2023

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