LOCO AMOR Y BUEN AMOR DEL ARCIPRESTE DE HITA
Los grandes libros de nuestra literatura castellana fueron escritos en presidio (El Quijote, los sueños de Quevedo. El Criticón de Gracián, la obra erudita de Jovellanos) y el Libro del Buen Amor obra cumbre del pensamiento católico-muzárabe medieval no podía ser menos. Se describe al Arcipreste de Hita como un clérigo giróvago que va por esas serranías levantando mozas y seduciendo a solteras y casadas pero esto no es más que el ropaje de la fábula.
Dentro hay una intención moral y una diatriba contra el celibato. Cuando fueron proclamados los Decretales de Aguilafuente - corría el siglo XIV- en 1348 vino la preste negra y el clero de Talavera se alzaron en armas. Escribieron al papa de Aviñón, Benedicto XIII con una propuesta razonable: "Santidad nos quitáis las buenas para que nos vayamos con las malas".
La respuesta del primado de Toledo fue feroz cinco años de cárcel por solidarizarse con los talaveranos concubinarios. Juan Ruiz ¿quien era? Seguramente un muzárabe converso del judaísmo muy entendido en escrituras que ostetaba el mando de la iglesia mayor de Hita. Su libro empieza con una sorprendente imprecación y un ataque a Roma "yo vi allá en roma do es la santidad que todos al dinero hacían humildad" y pide árnica:
"Señor, Dios que a los judíos pueblo de perdición sacaste del poder del faraón y a Daniel sacaste del pozo de Babilón sacare a mi, cuitado, de esta prisión".
Estaba preso en la cárcel de Alcalá. El cardenal Gil de Albornoz no se conmovió.
Ni tampoco le valieron las bellas preces a la Virgen María que inserta en el proemio de su hermoso libro:
Oh Maria luz del dia
Tú me guías todavía
Dame tu gracia y bendición
No hay comentarios:
Publicar un comentario