666 GOBIERNO MUNDIAL ENTRE LAS GARRAS DE
Prólogo
El Monte Arés en Atenas era una
eminencia sagrada que dominaba la ciudad griega. Allí reinaban las nueve musas
y plantaron su tienda las amazonas mitológicas. El Monte Arés al que me refiero
tiene poco que ver con el círculo olímpico o el aeropaguita aunque para mí
conserve una naturaleza sagrada. Está en el norte en una región que los romanos
denominaban Betulia por ser lugar donde crecen los abedules, un árbol al que
adoraban los celtas por su piel blanca y sus propiedades curativas. Este es mi
refugio de mi vivir encalmado despertado por el chillido de las gaviotas cuando
baja la marea o escuchando en la noche el silbido lastimero del búho. Las
quimas del lauredal cobran mayor altura de año en año a medida que yo envejezco
y crecen mis nietos. La escritura para mí es una fórmula de combate contra la
bestia, la que acecha fuera, y la que nos hostiga dentro de nosotros mismos
traspasándonos de incógnitas y desde mi helicón particular en la falda del
monte Arés enhebro estas crónicas, canto estos solos, prorrumpo en mis paliques
que vienen a ser un responso por la buena literatura. Se trata de hogueras
fugaces y pertinaces, angarios encendidos en la costa contra la invasión que se
acerca. Canto a un mundo que se está viniendo abajo con la judaización de
Jerusalén, la fiscalización de nuestras vidas y nuestras conciencias a través
de la red que han dejado de ser un itinerario virtual de comunicación para
convertirse en una aduana de control y un servicio de vigilancia. Cada mañana
un abedul adolescente me da los buenos días y me felicita por haber alcanzado
el objetivo haber sido escritor y seguir siendo español sin renunciar a mis
profundas convicciones de libertad en reacción contra los convencionalismo, los
tópicos, las ideas mascadas. Soy un demócrata pero no se me hace la boca agua
como a otros que se dicen tales y sólo piensan en la alfalfa. A finales del
siglo XX se ha producido en España un regreso a los peores tiempos del siglo
XIX y por la carrera de san Jerónimo se
pasea el espectro de Prim, Espartero, Riego que va camino del patíbulo le
dieron mulé en
Hoy día de san Fermín de 2014 lanzo de
nuevo este libro a los tórculos. Entre las garras de la bestia es el compendio
de la labor de muchos años. Es miscelánea de crónicas, artículos y reflexiones
en las que estampo mis temores sobre el porvenir de España como nación.
Ciertamente estamos bajo las garras de unas fuerzas ocultas que nos manipulan,
nos engañan, nos irritan, nos confunden y nos humillan al albur de un sistema
político con nombre tan gaseoso como democracia y que en realidad es un régimen
de tiranía a escala global inexorable e impenetrable. Un escriturista por todos
los signos que se aprecian alrededor nuestro a este sistema que descabala todos
los principios, leyes, seguridades y estamentos con el que el mundo ha venido
funcionando los llamaría el reinado del anticristo. Hasta en las fechas de
caducidad de algunos productos que compramos y en el código de barras de los artículos
viene estampillado el 666. Al Apocalipsis sucederá
(I)
A
los veinte mil españoles que murieron en Rusia.
Posición 375 sección de Antiaéreos. Frente
del Este 24 de diciembre de 1942
Querida
Aderita:
Recibí tu carta ayer. La trajeron los del hipomóvil de
Y tan recia, ¡pachas! divino Niño lo puede
todo Aguantar la helada y la nieve que tapa los ojos, hacer callar por ser Nochebuena los organillos de Stalin.
Hasta parece que lo conocen, oye. De vez en cuando nos lanzan octavillas en
castellano muy bien escritas por cierto y nos dicen mejor estabais, puñeteros,
al brasero con vuestras abuelas o junto a la estufa de un baile y no aquí.
Habéis
venido a defender a un tirano, el señor Hitler, pero un cabo primera de
Si
me atizan en un fregao estoy seguro de que tú pensarás en mí. Ah aquel
chaval de Soria que se fue a estudiar a Madrid Filosofía y Letras, luchó con
los rojos pues quería cambiar el mundo. Lo cogieron los nacionales y para redimir
la culpa se apuntó a
No me dio a tiempo a dejar un poco para luego
pues cuando iba a la escuela y me daba mi madre un pan y una onza de chocolate
lo mordisqueaba mucho tiempo y decía
esto para después. Aquí no tenemos el sentido del ahorro como comprenderás. Te
pueden atizar un tiro al momento siguiente.
El cabo Seidenbaum escotó unas salchichas y
varias botellas de aguardiente del que por aquí llaman schnaps junto con
una botella de vodka que tomó de un ruso que hicieron prisionero y alguien sacó
una guitarra y una pandereta. Y fuera
penas. Dirás que somos unos borrachos
pero no. Sin algo de calor en él
estomago aquí te arrices pues como te digo aquí hace mucho más frío que en
León. Dirás que por que té cuentos estas cosas.
Pues es que no te tengo nada que contar.
Aquí sólo hay nieve y nieve.
Hasta los árboles se sumen debajo del talud
blanco y se redondean las casas de los enanitos del bosque como en los cuentos
de hadas. ¿Es Rusia el país de los cuentos de hada con leñador, trineos y
mujiks y coros que cantan como los ángeles? El otro día una panienka de la
retaguardia nos trajo dos panes de mijo y una icono del niño Jesús pero aquí el
Jesusito no está desnudo sino bien fajado y con los faldones de cristianar como
dice el Evangelio de san Mateo.
El nuestro en taparrabos es más carnal y
preciso. Pero ellos que guardan su religión un poco por lo antiguo son más imprecisos
así que su cristianismo menos concretizado parece que llama más a la puerta del
corazón. Perdona que haga estas reflexiones tan profundas y teológicas pero uno
de loes efectos que he sentido del contacto con el Frente del Este ha sido por
tener mucho tiempo libre, todo el del mundo, mientras estas de plantón,
esperando a que llegue la muerte, en esas cosas sagradas de la religión. Claro
que me acuerdo mucho de Dios. Sin embargo el teniente Weinmüller no es de la
misma opinión. Piensa que no hay nada después de esto…
Villancicos.
Cantamos
-Por qué no tenéis ropa de abrigo? Cuando llegue el invierno al Volga
os moriréis de frío.
- Razón llevaba la babuska. Estos campesinos saben mucho.
Las abuelas bondadosas nos persignaban en la
frente pues así son cristianas Aderita y eso no me lo suponía yo que nos había
dicho que eran los rusos comunistas y rojos perdidos. Pues no es cierto. En las chozas aun en las más miserables había
imágenes de Nuestro Señor y de
Esta buena gente me impresionó y me pregunté
que hemos venido a hacer aquí a esta tierra a sembrar la muerte y
destrucción. Muchas dudas me asaltan
Aderita. Aquí hay un comandante Schmidt
que dice que la invasión de Rusia ha sido un error de Hitler. Que todos creíamos que lo que había que
cambiar eran la desigualdad de pobres y ricos.
Schmidt dice que el diablo se metió en la cabeza loca del Führer. Y que esto es una chifladura suya que bien
caro pagaremos todos, sobre todo el pueblo alemán.
A mí la verdad nada me hicieron los rusos pues
aquí los comunistas que había en España no los vemos por ninguna parte, son
gente humilde y llana y muy sufrida como los castellanos, claro que el
comandante Schmidt sólo profiere esas dudas cuando ya llevan en el cuerpo cinco
o seis copas. Y como para su camisa
porque puede ser arrestado.
Yo soy el cabo pieza de un cañón que llamamos
Ocho- Ocho. Me harté a disparar contra
los aviones rusos y alguno he conseguido abatir. Luego sentía remordimiento. Me
daban pena de los pobres que iban en la carlinga. Eran soldados y jóvenes y con
toda una vida por delante como yo. Pero buena gana cada vez vienen más, son un
enjambre. El otro día sacaron a diez o
doce de
Es el infierno de Stalingrado, Ayer estuvieron pasando convoyes de
batallones destrozados de retirada. Eran
infantes rumanos. Mal se presentan las
cosas, querida Aderita. Y yo mañana que
es Nochebuena cumplo 22 años. ¿A que he venid yo a Rusia, Dios? Una voz interior me dice que para cambiar el
mundo para hacerle mejor para defender a España del Comunismo pero la verdad es
que no lo tengo muy claro. Todas esas son palabras huecas de un vanílocuo
idealista como el que te escribe.
Me alisté voluntario en
Ya te lo he contado maja. Aunque no te conozco me pareces una chavala
estupenda y hasta pienso que si regreso con vida de esta ratonera me gustaría
pedirte relaciones. Estás muy guapa en
la foto, tienes una cara de buena persona. Mándame más. En fin tu estampa piadosa me ha recordado otras navidades más felices y
el niño me mira con cara de ternura y hasta parece que me habla a mí solo
a mí y me dije Celerizo, yo te voy a ayudar.
Y me quedo ensimismado contemplándole. Mis camaradas dicen que es un Jesús muy
bonito, los alemanes no tienen imágenes pero creo que son también cristianos,
no creen en el papa. Los domingos suele
venir un páter que creo que es luterano se pone un gorro muy raro y una estola
negra como la de don Saturnino el cura de mi pueblo y cantan himnos y ya está
pero no dicen misa como los católicos, sólo cantar y los soldados los cantan
con mucha devoción pues parecen sentir muy adentro su religión más que
nosotros. Para que te vaya a contar si
no son calamidades aunque así me desahogo.
Soy el único que queda de los españoles porque
han ido cayendo todos. El jueves le
atizaron a un asturiano que se llamaba Teófilo Muñiz Salió a hacer del cuerpo el hombre y por lo
visto se puso en un sitio algo lejos de la tienda que no tenía desenfilada y le
arrearon. A Rodrigo que era mi mejor amigo un obús lo dejó sin pierna y lo
evacuaron a Riga. Pero esta muerte de
Muñiz impresionó. Murió en mis brazos. Llamaba a grandes voces a su madre y a mi se
parte el corazón. Madre…madre…madre. Y
el eco clamaba cual voz en el desierto por
la inmensa estepa, retronaba su voz moribunda. Madre, madre ¿dónde estás? Dios le tenga en
su seno. Pero ¿por qué no baja? ¿Por qué no hace algo ese Dios que dice que
está con nosotros? Lo pone un letrero que llevan aquí todos los quintos en la hebilla de su uniforme: Gott mit uns.
Aderita, me dices en la tuya que no haces más
que rezar por pues esas preces me vienen bien.
Tus velas a
Se llamaba Agustín Fito. Si esta carta llegase a tus manos, yo
quisiera que se las remitiese por favor a su familia que vive en ese pueblo
dándole mis condolencias. De mi vida
aquí poco puedo contarte. Es muy monótona.
Los días se parecen unos a otras como dos gotas de agua. El único aliciente es la llegada de la
estafeta con la carta de casa momento feliz, que se mueran los feos, abajo las
penas. Lo demás comer y dormir. Uno se
embrutece y no piensa en nada. Sólo en sobrevivir pero las balas cuando vienen
de a hecho, como las cartas traen en el membrete tu nombre y dirección y hay
que recibirlas. Pero la que te ha de matar, dicen los veteranos, no la sentirás
venir.
¿Quién inventaría las guerras Aderita? Todas
son guarras las guerras. Llenas de obscenidades. Parece que las prepara una
gentuza. Son los mismos de siempre. Los discípulos de Satanás los que no pueden
vivir sin verter sangre en el altar de Moloch.
La verdad es que cuando recibí felicitaciones de
No. No
me siento un héroe ni odio a los rusos.
¿Por que tener que disparar contra gente que no conozco y nunca se han metido
conmigo? Velay mis contradicciones,
Aderita bueno madrina, Felices Pascuas y ojalá el año que viene de 1943 sea
prospero y mejor que este puñetero 42.
Estoy seguro de que nos vamos a ver pronto tú
y yo que guay vamos a hacer buenas
migas. ¿Te gustan los bambinos? Claro
que te gustarán a no ser que tengas vocación de monja. Reza mucho por mí y con el Santo Niño Jesús de Praga, aprieta,
maja en tus oraciones, que a ti debe de hacerte caso pues eres muy buena, una
santa. Lo necesito. Y sin otro particular y desando la pasas bien
Fermín Celerizo, sargento primero de
Artillería
Frente
del Este.
Hasta aquí la misiva. Llegó a mis manos porque lo
primero que hizo el sargento Celerizo cuando fue repatriado de Rusia fue
ponerse en contacto con la novia del muchacho asturiano que fue su compañero de
armas. Aderita, la madrina de guerra, se había casado con otro y envió la carta
a Fifi, creyendo que su ahijado había perecido en el Este. Desde 1942 no había
vuelto a saber más de él. Pero lo cierto es que Celerizo, habiendo sido hecho
prisionero, e internado de un campo de concentración, consiguió volver el año
1954 con los expedicionarios del capitán. Eran los últimos de Rusia. Los
últimos de Filipinas también. Unos locos pero gentes como Celerizo tenían buena
madera y que buen vasallo si hubiera buen señor. Esta epístola desde el Frente
Oriental encierra las claves de una bonita historia de amor. Que desbarató una
guerra. Malditas guerras. ¿Quién las inventaría, leche?
La carta del sargento
Celerizo la encontré yo el otro día hurgando entre los baúles traperos que hay
en el hórreo de nuestra casona. Era una carta amarilla de color desvaído por el
tiempo que estaba junto a otras e iban dirigidas mi tía Fifi que antes de
estallar la guerra hablaba según decía entonces con ese pixueto[1] que
cayó en la estepa. Sentí una emoción intensa y miedo a profanar el relicario de
una triste novela. La tía Fifí se quedó soltera. La conocí que venía a nuestra
casa y muy cumplida y ceremoniosa pues había sido educada para ser una señorita
nos traía el bollo de Pascua. De moza debió de ser airosa pero cuando yo la
conocí estaba vieja y algo encorvada. Pensé en Doña Berta la protagonista de uno de los
cuentos de Clarín que quedando para vestir santos le guardó ausencias al único
amor de su vida. ¡Demasiado romántica! Quizás el amor no tenga nada que ver con
el sexo. Pero Tía Fifí se volvió algo gruñona muy murmuradora y muy beata.
Había celado bien el secreto de sus amores. Nunca la vi llevar otra ropa que no
fuese de luto. Con respecto al sargento Celerizo investigando sobre estas
cuestiones llegue a saber que regresó de las trincheras aunque con un brazo de
menos. Le dieron los del Ayuntamiento un
puesto en Segovia y vendía caramelos, periódicos y chuches. Debajo del mandil
de menestral siempre asomaba el forro de su camisa azul. Era una buena persona.
Sin embargo en el frente contrajo el vicio de la bebida. Los chaveas del barrio
de Santa Eulalia se reían de él y le ponían motes. Le tiraban piedras a su
chiringuito y decían:
-Borracho… borracho, tío
Braguetita.
-Si voy-respondía-condenados
niños os meto un brazo por una manga.
Lo del sobrehúsa Braguetita
le debía de venir porque ya de mayor estaba algo de la próstata y tenía que
salir detrás del quiosco a hacer aguas menores. Fue un idealista. Un soñador y
un perdedor. Contaba historias extraordinarias de Rusia y cantaba con hermosa
voz de bajo. Una vez cuando yo era seminarista fuimos a entregarle un aguinaldo
como se solía hacer con los pobres de la ciudad por Nochebuena. Nos miró a
todos muy emocionado;
-Que majos
estáis curillas con esa sotana esa beca
y ese bonete. Si yo volviera a nacer me haría pope. Para entonar las letanías
y cantar en ruso el paternóster. Pope
ruso. Nada de cura católico.
-¿Y eso por
qué, tío Braguetita?
-Anda demonio.
Cosas de la vida.
Era un bendito de dios.
Murió de una borrachera. Pero no lo hizo por vicio sino para aliviar los
terribles dolores que le ocasionó un cáncer de próstata. El vino al fin y al
cabo es sangre de Cristo y él creía en la resurrección. Algunas tardes se le
veía asistir a las Vísperas en la iglesia del Salvador o en la de Santa
Eulalia y prosternarse ante una imagen
del Perpetuo Socorro que había traído del frente. Este icono luego desapareció
o lo robaron. Era un cuadro muy valioso y también milagroso.
Si alguien le preguntaba que
por que tenía tanta fe en aquella imagen que era tan abstracta y tan poco
significativa y no como la dolorosa de Santa Eulalia que parece tan guapa y a
la que le hacen todavía más guapa las lágrimas que ruedan por sus mejillas de
escayola el sargento de artillería
respondía invariablemente:
-Precisamente por eso porque
esta Virgen es más misteriosa.
-¿Y a que viene usted?
-A pedirle una buena muerte
para que resucite con su Hijo al tercer día. Yo creo en la resurrección.
Entonces se calaba su
gorra y se volvía por donde había
venido.
De ambas parroquias era
feligrés. El sargento Celerizo después el tío Braguetita era un bendito de
Dios. Y murió como un santo. El vino le ayudó a soportar el tormento de su
agonía.
Viernes, 21 de diciembre de
2007
2
ALDOUS
HUXLEY
Anunció un tiempo terrible sin demasiadas ternezas y
pasó a los neoinquisidores la mano por el lomo. Aldous Huxley habló para toda
una época anunciando la posibilidad de un mundo irredento de listas negras y de
nuevos propaladores de consignas y palabras al oído con planchas masónicas sin
tolerar el sarcasmo y convirtiendo en un delito la alegría de vivir. Un tiempo
en el cual la ironía estaría penalizada por multas por los grandes sacerdotes y
los encomenderos de la persecución y la tortura utilizando fórmulas escritores
de confianza, sus rapsodas, sus pregoneros, sus políticos. ¿No estará pasando
eso en lo que antes era la vieja Yugoslavia – esto se publicó en el Diario de Burgos el 5 de noviembre de
1994-. Aldous Huxley cien años cumple un apocalíptico.
Puede ser que su efemérides harto incomoda y picajosa
para los que andan pregonando el fin de la utopía resulte irreverente y piensen
suprimirla porque asistimos a una
especie de misa negra en la cual se quiere ofrendar en holocausto a la
inteligencia- esta ceremonia no es sino un vestigio de las viejas ordalías
medievales y de la quema de libros en la plaza pública. Se trata de borrar la
memoria de rescribir la historia. Inane ejercicio porque de los palimpsestos
vuelve a surgir la letra erradicada el nombre incomodo. El nombre de Aldous
Huxley Londres 1894 – California 1963 es tan incomodo como el de Orwell del que
1984 provocó muchas vestiduras desgarradas entre los panegiristas de Reagan y
de
Huxley
pertenecía a una escuela de grandes
novelistas ingleses quienes capitaneado por Wells encararon el futuro y
ensalzaron la utopía en sus servidumbres y grandezas con un poco de sorna. La
literatura inglesa aportó a la universal el periodismo, los libelos, la utopía
relacionada en lo protestante con el concepto católico de los Novísimos. Tomás
Moro y Robinsón en su isla. Swift y los viajes de Gulliver. Belloc. Chesterton.
Orwell. El robinsón en su isla del tesoro. Todos estos nombres reflejan
esa preocupación británica por el advenimiento de un tiempo nuevo y de un mundo
diferente. Fuentes que manan leche y miel. Ínsulas baratarias. El dorado jauja
todos a bordo del transbordador de Staten Island. Aldous Huxley de formación
científica plasma en sus escritos el gran pesimismo de su generación esquilmada
en las trincheras de la primera guerra mundial: On the Margin, Themes
&Variations, Point Conterpoint, Those barren Leaves son producciones de
su primera época. Sobre todo instaura la novela política que se ha de trastocar
en sátira de la vida contemporánea. Novelas que constituían el aviso de un
turbulento avenir según el crítico G. Sampson. Aparte de Counterpoint fue
relevante la de A Brave New World porque este título de novela es ya una
frase hecha. Tampoco hay que olvidar
“
La falsa paz que significa
guerra y lucha interior, cuando nos lavan el cerebro, responsable de la
esquizofrenia del mundo actual
Ando por estos días
obsesionado con el irenismo de ZP y toda esa filantropía de gaita y pandero que
nos dice que “tó er mundo e güeno”. A eso lo llaman unos buenismo
y otros panfilia, seguramente porque nos ha llenado la tierra de pánfilos que
asoman la gaita por las encuestas con una media sonrisa. Nuestro presidente es
un buen chico y entiendo aunque no comparta su proyecto maravilloso de alianza
de civilizaciones, a ver en qué para todo esto, que judíos moros y cristianos
nos demos el pico y convirtamos las lanzas guerreras en rejas de arado, como ya lo vio y profetizó Isaías. No sé… no
sé. Veremos a ver.
El presidente español se está elevando de esta
forma a un líder mundial al poner en marcha la utopía. Mientras sonrie desde el
parapeto de sus cejas circunflejas y se coloca los puños de la camisa estirando
las mangas de su chaqueta. Tiene ese tic.
- ¿No estarás hablando de
coña, Verumtamen?... Que se te van a echar encima los de
-Desde luego, Quosquetandem,
algo sí. Que se mueran los feos. Yo voy a mi aire, diacono de la verdad siempre
canto el evangelio.
- ¿Y un responso por el
mundo feliz?
-Todo se andará, mi dilecto
Quosquetandem. Ya sabes, amado discípulo, que la sátira es uno de los fuertes
de los filosos peripatéticos. Yo creo ser uno de ellos. No se nos nota cuando
hablamos de veras o estamos de cachondeo,
AMANUENSES Y FONTANEROS
Es un mero fontanero y un amanuense al del dictado de otros.
Estamos tocando un mundo feliz con la punta de los dedos. Pero de este mundo
súper eficiente y al dictamen de las normas del Hermano Grande y Gordo (el big fat cat, el gato cebón) los
libertarios como yo lo vamos a pasar muy mal.
Pido la venia e invoco la misericordia del Altísimo porque este proyecto del gran
diseño pone patas arriba mis convicciones de cristiano. Estoy releyendo a mi
maestro Orwell con el que trabé contacto en Hull cuando pasaba hambre y me
olvidaba de la gazuza comprando libros de
Por un
par de chelines sacrifiqué una comida y me hice con dos de sus libros
imperecederos: 1984 y Animal Farm[2].
El homenaje a Cataluña siempre me pareció inferior pues cuenta sus
desdichas en el Frente del Ebro.
Pero su pluma sutil e
inconsútil de una sola pieza vuelve a frisar alto en sus historias del vagabundaje
In and out London and Paris donde refiere algo de su biografía como tramp[3].
Los mendigos son figuras
preocupantes que sin embargo rondan el cerebro de todo escritor sobre todo si
lo es de genio.
El escritor de raza intuye que su vida puede
acabar en la misma rue, de
pordiosero. Dios nos libre.
Muchas
veces indeliberadamente se coloca detrás de un personaje de su invención y lo
que está detrás no es ficción. Le va a pasar a él.
Por arte de
birlibirloque por esa magia que tiene la palabra para crear para intuir. El
buen escritor adivina el futuro Aunque el oficio de novelista tenga poco que
ver con el de profeta arúspice o quiromante, pero como el profeta habla en
nombre de la deidad, como arúspice introspección las entrañas negras de las
aves cuando los ánsares se ponen a graznar en el Capitolio como pasa ahora y ha
pasado siempre, y en cuanto quiromante tiene algo de brujo y de prestidigitador
que va a la caza mediante la palabra del aura espiritual que dimanan todos los
seres.
En ellos el
poeta encuentra el aura y surgen chispas. En esas estamos. La soledad del
literato, el abandono, la miseria y el hambre que padecieron los genios.
A veces escribir es un acto profético y en
Orwell el derrelicto del Embankment a orillas del Tamesis y el guerrero de
nuestra contienda civil que se preocupaba más que de las balas franquistas de
su petaca porque si le faltaban
cigarrillos era incapaz de coordinar las ideas ni de escribir un par de
frases.
En “
UN
MUNDO FELIZ, VIGILANTE EL GRAN HERMANO
El Gran Hermano de la tiranía tecnológica y
totalitaria. Los “demócratas” (entre paréntesis oiga que yo no tengo nada
contra la democracia bien entendida que como la caridad empieza siempre por uno
mismo) se cabrean mucho cuando se les dice que Orwell no estaba pensando en la
sociedad al otro lado del telón de acero, puesto que ya cayó el muro de
Berlín y al Big Brother lo encontramos
por doquier. Sólo le falto a Eric Blair [4] un
adjetivo; el de americano y ya tendríamos la reseña más cabal.
Es el imperio el que tira del carro. El sueño
global, sueño mesiánico por otra parte, como
lo fue el sueño católico de los españoles en el siglo XVI plasmado en el
soneto de Juan de Herrera de una sola grey bajo el cayado de un mismo pastor. Lo
que pasa el que el American Dream es laico aunque América sea toda ella una
nueva religión, una forma cultual amén de un credo político.
Quizás debajo de la chistera del Tío Sam o del
pariente que escudriña lo que escribimos por Internet, el vecino que nos espía
(he is watching behind the fence[5]).
La amante que no es nuestra amante sino una
agente del gobierno, el jefe que nos persigue, los compañeros de trabajo que
auscultan nuestra ficha y dan el parte si llegamos tarde jó que lío pero
vivimos en el silencio y el terror sonámbulos por los pasillos del gran
edificio que describió Kafka, otro que tal baila en
NO HABRÁ DE PENSARSE EN EL PROJIMO.
Nada; que a
este paso nos vamos a convertir en cucarachas en un mundo feliz donde hay que
pensar por poderes y adoptar los modos y creencia que se nos impone desde
arriba vía imagen y propaganda. Todos somos Wilson el personaje de esta novela
que sube a su buhardilla londinense con paso cansino y en cada descansillo se
encuentra con un cartel que le advierte:
-El Hermano mayor te vigila.
Una sociedad plana y sin
conflictos eso es el irenismo, una herejía de los siglos V y VI que se ha
vuelto a poner de moda. Pero ojo que en 1984 se habla del control del lenguaje.
De la doma de las palabras para que obtengan otro sentido y semántica diferente
a aquel para lo que fueron inventadas y eso es lo temible y peligroso.
La reducción de todo un
idioma a una jerga de no más de mil palabras como es el lenguaje coprológico
neoyorquino, los analfabetismos mentales, peores que el analfabetismo real, los
cerebros bañados en estupidez y en soap opera[7], el
tialismo cultural [la tele nos quiere convertir a todos en tontos de baba a
base de sitcoms y de películas made
in Hollywood], la policía del pensamiento. Y todo lo demás.
Cuando escribió este tratado
de sociología política novelada nos estaba adelantando Orwell lo que pasaría en
1984 sino lo que está ocurriendo en 2008 y lo que ocurrirá en 2010 o
Pero eso no tiene la culpa ZP que es un gran
intuitivo y un gran amante de la libertad. Él se limita a poner música a lo que
pone el libreto. El gran demiurgo esconde la cara y utiliza caras y cimbeles y
testaferros. Lo mismo daría Zapatero que Rajoy o Galardón o Merkel o Bush o
Zarcosy, le petit juif. Que luego pusieron a Holland que es hijo de un
rabino.
IRENISMO
TOTALITARIO
El alto mando se ha hecho invisible y es el
que controla. Big Brother is watching you. En el pais que describe 1984 hay ministerios
muy raros. Uno se llama ministerio de
No sé si Orwell estaba
pensando en Big Laden cuando se puso a escribir en el Londres de la posguerra
derruido por las bombas de
Dentro de unos días será san Pelayo de
Córdoba, el monaguillo del obispo de Tuy al que quiso dar pol culo un califa
resistiéndose el pobre niño, y al grito de maricas y lesbianas de todo el mundo
unios invertidos bolleras y pederastas tendrán su fiesta laica y sacarán a su
santo disfrazado de arco iris por las calles de Chueca. Asi
Pujos feministas que ya adelanta Orwell en esa
mujer pálida y cara de arpía pelambrera color de arena que le hace la vida
imposible al protagonista Wilson.
Es la abanderada o alfereza
del feminismo de batalla. Pervirtiendo el lenguaje se consigue un trasunto
semántica de la inversión de roles y de valores. La homosexualidad acaba con la
fecundación. Un mundo nuevo. Un nuevo concepto de familia uniparental.
Clonación de la humanidad a gran escala.
TODOS
ESTAMOS MANIPULADOS. VAMOS A ACABAR EN UN PSIQUIATRICO SI LES HACEMOS CASO A
LOS SACERDOTES DE
Hijos probeta. Manipulación genética y
manipulación mental pero de todos estos peligros lo más peligroso es la
perversión del idioma. En las escuelas ya no se enseña castellano. Se enseña
lengua y por ahí por esos textos manipulados por ese prurito de enviar a la
hoguera las viejas y hermosas palabras que duermen en los diccionarios es por
donde puede acabar el mundo. In principio erat verbum.
Sin embargo no hay que ser
pesimistas. Höldering otro dichter
alemán visionario nos advertía de que las revoluciones de este tipo dejan un
sedimento positivo.
Y Yeats se alegraba con ese
algo nuevo nos ha caído. La hora más escura es la de la amanecida dicen
los sefarditas. En tal contexto, todos somos Wilson, todos somos Stein y nos
tienta la rubia fláccida con la cabellera terrosa. El diablo disfrazado de
gobernanta-señora de la limpieza- funcionaria del Big Brother-agente secreta -
chivata. No se puede decir miembro. Hay que decir miembra. No juez sino jueza.
El Hermano Grande habita
entre nosotros. Tanto nos ama que nos ha puesto la argolla de esclavos en un
mundo feliz sin castas ni barreras sin permisos de residencia ni diferencias
interétnicas. Un mundo feliz revestido de entelequia. No es un paraíso sino una
mazmorra adonde bajan a golpearnos todas las tardes cien demoñillos borrachos.
También lo vio Quevedo como Orwell en sus Zahúrdas de Plutón.
Las utopías albergan un propósito bueno y
edificante. No son malas de por sí. Creo que este tiempo que nos ha tocado
vivir es bastante interesante.
A muchos españoles se les vuelven los dedos huéspedes; no les
gusta Zapatero. Lo han hecho en burro de todos sus palos. Pero él no tiene la culpa. Él sólo le juega
con las cartas que le echan. A mí sí.
Con independencia de que esos ministerios de
Después De
Las Conmociones, Lucubraciones
Tras
las conmociones del Viernes de Dolores – las profecías empezaron a cumplirse en
los meses que aguardan a la gran traición- ojos claros pero turbios se despacha
a sus anchas en sus instintos e institutos de venganza (give me more). Calixta la novia que tuvo neozelandesa con su cara
de kivi y su voz atiplada de cupletista pelirroja le gritaba aquella frase
imponente, Moisés bajó del Sinaí con las tablas de la ley en mano, y yo sólo
soy un pobre mortal, mientras hacían el
amor en la scullery de su piso con derecho a cocina junto a la estación de
metro de Earls Court en Londres. Oh Emiliano dame más. Me he quedado sin tralla
“Me dejaste a buenas noches”. Calixta criticaba la forma inconsiderada que
tenía Emilio de hacer el amor y su engorde. Se había comprado unos pantalones
en Marks&Spencer que le daban un aspecto payasil muy holgados de cintura y desde
entonces le puso el mote de Emiliano Pantalones. Eran grises como la
luz de atardecer que iluminaba su
penthouse de soltero en la calle Jardin de las Flores entre Fuljana y Oca Brompton Load. Tenía yo
ganas de huir y me uní al gran corro de la desbandada. Me producía una cierta
tristeza. Ya venían, las vi yo venir, predicas incriminatorias, precitas
instancias. Iba a cambiar la tortilla y yo echándome aquellas novias tan
exóticas que a la hora de pedir no se cortaban un pelo. Dame más. El personal
no quiere saber nada de nadie ni de nada. No me cuente usted su vida y en ese
grado de insolidaridad estamos llegando a los tiempos del 36 cuando los
madrileños en aquel otoño sangriento se paseaban por
He vuelto a las páginas de Orwell estos calurosos y
esperanzados días de
ORWELL QUISO HACER UN ARTE DEL PERIODISMO POLÍTICO
Todos aquellos
que piensen que la novela ha de ser un espejo que se tiende a lo largo del
camino como reflejo inerte e impávido de lo que se ve y lo que se halla, lo que
se trama, lo que acontece, cuando entren en la apasionada prosa de Orwell se
han de dar con un canto en los dientes pues él es un anti Balzac que cuando se
pone a escribir es porque una rabia le conmueve o le abruma una rabia de
denunciar una injusticia o descubrir una mentira. Un libro para él ha de
contener un mensaje, una tesis, una quemazón interior que hace arder en el alma
solitaria y a lo mejor vanidosa de todo escritor un fuego misterioso. Así que
ni espejos a lo largo del camino ni hojas de ruta ni omnisciencia ni otras
paridas, que son artilugios para los poco agraciados en este oficio donde
abundan los romos y los novelistas malos.
Esos carriles
decimonónicos con estar ya muy gastados y ser harto aburridos siguen no
obstante una herramienta de trabajo para los escritores malos y acomodaticios
Vg.: Vargas Llosa y tantos y tantos escritores ingleses o
norteamericanos del momento que llenan páginas y más páginas de los suplementos
dominicales. Sin embargo, del advenimiento de estas ranas literarias que croan
al borde de la charca George Orwell ya nos previno.
Son los eternos
compañeros de viaje, los comparsas de la orquesta y su llegada ha ido en
detrimento y desdoro del arte de las buenas letras. keep the Aspidrista
flying… Put a spool ib Baodicea´s chariot son frases que se me quedaron
grabados de alguno de sus libros.
Consciente de la era que le había tocado donde
la política ancilaria de los mercados, de los bancos y el gran capitalismo,
Orwell se revela como un animal político y también se rebela. Por eso lo pasó
muy mal y fue un incomprendido.
Murió
tuberculoso a los 47 años, fue un vagabundo por las calles de Londres y de
Paris y de tan fatal experiencia va a nacer su mejor libro Down and out
London and Paris.
Fue
funcionario del Servicio Imperial de Su Majestad, soldado mercenario en la
guerra de España, periodista de
Fue quizás para él un drama remar contra
corriente y tratar de mantener su independencia en una era de auges del
totalitarismo en que había que definirse; o se está con unos o con otros, o
eres blimp o antiblimp[9].
Al menos no había sonado la hora del “pensamiento único” y consigue publicar a
pesar de ser odiado por la “inteligencia” británica que le llamaban el
“vagabundo”.
Eric Blair
había nacido en
Empedernido lector de largas horas, consiguió
un trabajo como dependiente en una librería londinense y en esta pasión por la
lectura cuajó un estilo, límpido, directo sin los floreos y arrequives usuales
entre los literatos de su generación.
Cinco años estuvo enrolado con la policía
montada de Burma y esta experiencia le puso en contacto con la brutalidad y la
corrupción de sus camaradas con los nativos. De regreso a la metrópoli la
depresión del 29 le hace perder el trabajo, cayó en la pobreza y se convierte
en un “tramp” en un “homeless” de esos que hemos visto dormir en
las calles de Londres entre cartones.
Conoció el sufrimiento cara a cara y vio la
muerte de cerca en el frente del Ebro donde le pegaron un tiro una mañana
cuando contaba en la trinchera un chiste a sus camaradas acerca de los consejos
que daba la policía imperial cuando una súbdita de su majestad graciosa iba a
ser violada por un local: aceptar lo irremediable:
-Just close your
eyes, keep your mouth shut and think of
Fue evacuado al
primer hospital de sangre en Barcelona y egresó a Londres. Su enrolamiento en
las Brigadas Internacionales obedeció no sólo a motivos de ideas sino a razones
económicas como a tantos y tantos mozos ingleses de su reemplazo en la cola del
paro.
Ir a la guerra de España, aparte de toda una
aventura, supondría algún dinero aunque muchos no volvieron para contarlo. De
esta experiencia nace uno de los mejores libros que haya escrito un inglés
sobre la guerra civil española: Homage to Cataluña.
Narra lo que
vio: el gran desbarajuste, las luchas internecinas del bando republicano y
plasma su odio como miembro del POUM comunista hacia los comunistas. Eric Blair
es un autor genial pero lleno de contradicciones. Sus simpatías hacia los
catalanes a los que siempre consideró españoles, habida cuenta del surgimiento
de personajes como Arturo Mas, Pujol, Rovira y toda la
patulea de grandes separatistas chocarían con lo expuesto en sus libros.
Ve en los nacionalismos una expresión de los
demonios del siglo XX. Caracteriza tales movimientos como inestables,
irracionales, xenófobos, pretenden que su lengua y que su raza son las mejores.
Son inestables y se hallan llenos de complejos racistas. Se declara pro-judío y
ridiculiza a los graciosos que en el music hall devanaban chistes antisemitas.
Sin embargo, advierte de los peligros del Sionismo que podría tomar el
testigo del catolicismo como movimiento nacionalista universal de cariz
religioso.
Uno de los escritores que más le desplace de
su tiempo es Chesterton, ese escritor cockney que cree que la religión
romana frisa por encima del protestantismo y el paganismo aunque no niega que
el autor del “Candor del Padre Brown” sea un novelista original con
garra y con genio. Como muchos británicos Orwell veía a
Dijo en su
tiempo verdades de a puño y la verdad con frecuencia duele. Sin embargo, gozó
de la oportunidad de denunciar el estalinismo cuando corrían los más crudos
vientos siberianos de la guerra fría.
Él no lo sabía
pero contra lo que en realidad estaba arremetiendo este lobo solitario era
contra lo que vendría al final de la guerra fría y tras la caída del muro de
Berlín: el doble lenguaje y la dualidad de pensamiento y el control del
individuo merced a la introducción de la electrónica en el mundo de la
comunicación. Su gran libro 1984 no ha sido reeditado con la frecuencia
que debiera porque es un manual de usuario para saber lo que está pasando en un
planeta globalizado y unipolar.
No convendría
mantener a este gran novelista inglés en el ostracismo. Es un maestro del arte
moderno de la literatura aunque muy poco convencional. Cada vez que algo le
ponía de los nervios escribía una novela yendo así contra toda la preceptiva
del arte narrativo. Fue un elegante periodista y escritor de escritores denso
de ideas que dio a la estampa esas grandes utopías que fueron 1984 y Animals
Farm
ARBÁS LUGAR MÁGICO
Se
viene bien desde Busdongo corazón arriba entre gollizos gargantas y
desfiladeros que hablan de la sierra madre, torres románicas, pueblos viejos
del antiguo reino leonés que guarda perfumes mágicos del arca sagrada de las
españas. La tierra empieza a ascender a levantarse, dueña de su empinación
mítica pasadas las revueltas pinariegas del Rabizo. Yo siempre paraba en
ARCEDIANATO DE POLA GORDÓN (carta la Nueva España
Sra. directora LNE
Gracias por el artículo de
la edición 14-V-2014 del ilustre archivero de la catedral de Oviedo Agustín Hevia Ballina glosando un libro
de Carlos Luque Cabal acerca de un
tema poco conocido como es la adscripción a la diócesis ovetense de buena parte
de las parroquias del norte de la provincia legionense: algo más de medio
centenar.
El hecho
ciertamente se percibe por el acento del bable allí hablado, así como
por la estructura del románico rural de
las iglesias de aquellas aldeas reestructuradas durante el barroco siendo rey
Carlos III, o, antes, tal vez, ofreciendo singular parecido con los templos y monasterios a la umbría de
Pajares (campanarios de dos ojos en lugar de torres como en Andalucía y ambas
Castillas, exiguos trazados, con antojana en vez de atrios en lugares apartados
y recoletos).
Hasta la
reforma cluniacense de Alfonso VII la archidiócesis ovetense, según creo, era
sede primada y su jurisdicción alcanzaba hasta el Miño adentrándose en tierras
lusitanas.
Toda esta zona ofrece
parajes bellísimos desde el Bierzo hasta Liébana con importantes núcleos
monásticos (Babia, maestros templarios,
los conventos del valle del Órbigo y Baños de Luna así como Astorga, núcleo de
la dominación romana) y toponimias excelsas que hacen pensar en su pasado
romano: Ponferrada, Riello, Villablino, Bobia, Villarejo, Amio, Murias y otros
enclaves situados a la estribación de la cordillera cantábrica al pie de los
Montes Universales. En tales atravieses a la sombra de impresionantes cárcavas,
gollizos, y esas sillas de montar tamizadas de canchales y cantos rodados,
verdaderas autopistas por donde bajó el hielo del cuaternario que dejaron los
glaciares, se constituye el núcleo de la
“fabla” (bable) astur leonesa que se escuchó durante
Era el idioma del antiguo
reino de León con sus usos y costumbres, sus fueros y sus instituciones
jurídicas, su forma de aparejar y de construir,
además de una vestimenta con influjos moriscos.
A los notarios se los
denominaba “fiel de fechos” y las casas eran construidas con galerías de madera
por delante; adentro, el estragal o tinelo pero con poca portada y sin corral;
mas bien, la quintana al lado de la casería. El almiar asturleonés y la
corraliza sustituyen al pajar que tanto les gustaba a los vascos cuando
irradiaron su hegemonía hacia Castilla.
Extremadura, Zamora y
Salamanca fueron la frontera prevenida
en baluarte contra la morisma por leoneses y asturianos.
A diferencia de vascos y gascones, los astures no jugaban
a la pelota. En Asturias se ven pocos nidos de cigüeña y escasean los frontones. Preferían los bolos
y el aluche (lucha leonesa) y con la
unificación a Castilla se implanta el Fuero Juzgo o Derecho Romano del común,
una de cuyas notas más salientes sería el decreto de las Cartas Pueblas para la
repoblación de yermos y baldíos otorgada por Alfonso X el Sabio.
De la premática alfonsina surgen las cinco Polas (
Somiedo, Laviana, Allande, Siero, Lena) que debieran ser seis porque al cupo ha
de unirse Pola de Gordón.
Remontada la cordillera, encontramos
El bable que se hablaba en la región nororiental de
Zamora, poco estudiado, fue el gran cuaderno de campo de dialectólogos tan
avisados como el profesor Alarcos de
feliz memoria.
Una de sus tesis se refería
a la fractura del latín; sus diptongos y la conversión de aspiradas y
fricativas o viceversa darían lugar a las variantes regionales. Vg.: multus evoluciona a moito en portugués, molt en catalán mu en bable y muy castellano; fecit/ fizo, factus/ feito; cordis/ cordial/ curaçao.
La aspiración de la f como famis, farina, fons, es total en
castellano (hambre, harina, hontanar) pero no desarrolla en el asturleonés;
fame, fonte, farina.
Es un idioma, en cuanto al habla, riquísimo que
desconoce la j y las guturales fuertes traídas por los árabes pero muy pobre en
cuanto idioma escrito, carente de literatura (y sin textos que atestigüen no se
va a ninguna parte), sin hacer mención además de la peculiaridad de sus
variantes dialectales (un bable en cada
valle y en un tiempo en que las comunicaciones no eran buenas) y ello se debe a
que los documentos estaban escritos en el idioma de
Pretenderlo resucitar sin un
cabal conocimiento del latín que da estructura y cimiento a las lenguas
románicas es pegar palos de ciego. Por esto pienso que el bable moderno suena
un tanto artificial y de pie forzado aunque no haya perdido su lozanía.
Lo mejor sigue siendo la
entonación de un idioma tan melodioso y cantarín y con peculiaridades
sintácticas como es la posposición del pretérito indefinido y el articulo
reforzando al pronombre posesivo (el mío
pa… dixomelo anoche un paxarín, etc) que se conservarán siempre.
Con el gallego y con el
vasco unificado ocurre otro tanto al igual que con el catalán en liza con el
valenciano y el mallorquín.
El castellano no aparece hasta finales del s. XIII
cuando ya campeaba la fusión de los tres reinos. Es por lo que muchas de las
voces en las que se comunicaba el vulgo desparecieron pero la labor de la
iglesia en la aculturación y parcelación administrativa de esta región es
verdaderamente gigantesca.
Sin los cartularios, los censos, libros de apeos, las tazmías, los diplomas
los documentos notariales de las donaciones pro anima, los registros bautismales,
nupciales y funerarios que anotaban minuciosamente los sacerdotes de la iglesia
latina, sería una entelequia o vano ejercicio la labor de los
historiadores.
La iglesia trabaja de largo con esa parsimonia
imperturbable ante el paso del tiempo y ese “festina lente” de los pendolistas
monacales pulsando sus péñolas sobre los cuadernos de becerro en letras
capitulares y caligrafía visigótica, cantando el salterio y rezando las Horas. Merced
a su apartamiento y su distanciamiento de las cosas del mundo quedó estampado
en tales documentos el afán y el trajín de un tiempo tan belicoso como solemne
y entusiasmado con la utopía europea. ¡Sublime paradoja! De ahí que se dijera
que España fue la cultura perfecta.
España y algunos obispados
concretamente el de Oviedo archivísticamente son el país mejor dotado del mundo
y la labor organizadora del clero, ingente.
Gran parte de nuestra
grandeza cultural y ese poder
civilizador se la debemos a esos clérigos y frailes que vivieron y murieron en
el anonimato.
Es por lo que el artículo del canónigo Hevia Ballina merece todo encomio como
contribución a la verdad histórica.
La división política en
provincias que trajeron las constituciones del siglo XIX es arbitraria y
responde al talante ordenancista y centralista del ideario napoleónico y de
A mí me parece que no fueron como se debe colocados los hitos y
mojones de los limites. La división política no se compadece con la
diferenciación real de las comarcas. Las lindes eclesiásticas, por ende, se
adecuan mejor, tanto al paisaje como al paisanaje ,a la estructura mental de
una país o de una región.
Eso se
percibe cuando se viene a través de
Merece, por tanto, la pena hablar de estas cosas
en la salvaguardia de nuestro acervo común, cuestiones políticas aparte.
Enhorabuena por su artículo, don Agustín.
sábado, 18 de enero de 2025
RECOMENDACIÓN DEL ALMA
Estuve a la cabecera de un
enfermo, una persona muy entrañable para mí con el que compartí juegos de
infancia y afanes. El Señor ha querido
llevárselo antes que a mí pero las lianas de la sangre y del espíritu se
estrechan más allá de la muerte. Son más fuertes. Le leí la recomendación del alma. El escenario un inmenso hospital de
Madrid. Frío, aséptico, impersonal. Escondemos la cabeza los humanos en gesto de
avestruz y vivimos una época en que nuestra suprema realidad, la muerte para la
que nacimos, es ocultada y ninguneada. Se presenta de improviso, inoportuna, y
cuando menos la esperamos, descabalando nuestros planes y descabalgándonos de
la querida vida. Pero está allí
presente. Ningún cura aparecía por allí.
Es donde debiera estar
Ponte en
camino, alma cristiana, sal de este mundo en el nombre del Padre Omnipotente
que te dio el ser y de Jesucristo Hijo
de dios vivo. Que padeció por ti muerte
de cruz. Y del Espíritu santo que te
derramó su gracia. Y de la gloriosa
Genitriz nuestra Madre Santa María. Y de
San José. Y de todos los Ángeles y
Arcángeles, Tronos y Dominaciones, Virtudes, Potestades, el Querubín y el
Serafín. En el nombre de los Patriarcas,
Profetas y Evangelistas, Mártires, Confesores, Eremitas, Vírgenes y de todos
los Bienaventurados del Señor. Marcha en paz a encontrar el habitáculo que te
tiene preparado en
Después le hice repetir
conmigo Sagrado Corazón de Jesús en vos confío.
Canté “Alma mía glorifica al Señor” del misal eslavónico. Agustín besó con gesto torpe pero con energía
el crucifijo. Nos abrazamos la despedida
con un “hasta pronto”. Pues nunca han de temer a la muerte, que es un paso, un
acto biológico, nada, los que mueren en Cristo.
La harpía seguía pegando voces por toda la crujía. Hombre por Dios. ¿Dónde se ha visto? Pero vino una enfermera de maneras muy dulce
y muy guapa guapísima, rostro tan bello jamás yo he visto y la tranquilizó
¿Quien era aquella enfermera? Sólo
alguien con un poder sobrenatural podría haber sido capaz de amansar aquella
hija de Eva en las garras del dragón pero la hermosa señora aplastaba la cabeza
del dragón. Traía un niño en brazos pues salía del paritorio y detrás suya
avanzaba un hombre de mediana edad, bello varón, el cabello ensortijado
empezando a encanecer y de rasgos judíos.
Salí del hospital con el corazón en un puño y muy abatido porque Agustín
era para mí como un hermano pero lleno de esperanza. En la vida y en la muerte a veces ocurren
cosas extrañas. En agradecimiento y al entrar por la boca del metro recé la
oración del Arcángel San Miguel. con el oído de la imaginación creía escuchar
el repique a gloriosa de las campanas de nuestro pueblo que hoy ya no se tocan
y que mi primo y yo, el hijo y el sobrino del sacristán, boleábamos a la hora
de alzar cuando niños y mi tío Pedro por sustituirle nos daba una peseta. Somos gente sencilla de la tierra de pan
llevar, cristianos viejos. Me conforta
que pensar que los cambios terroríficos y los vuelcos que hemos padecido no han
supuesto merma al acervo de nuestra fe secular.
A veces pensé es bueno hacer de diacono de vez en vez aunque no ejerza uno. Mi primo gracias a Dios aunque padece un
cáncer perniciosísimo aun no ha fallecido.
El viático no solo se impartía - esa era su función- para preparar al
enfermo a morir a bien con Dios sino para restaurar su salud. Y aun tengo mis esperanzas. Confío mucho en aquella bella enfermera que
se presentó de repente con el Niño y con un hombre manso y humilde que la
seguía y el cual para ser san José sólo le faltaba la vara florecida. Conviene esperar en un milagro todavía.
EL CURA DE VERICUETO DE CLARIN
Refleja
la candidez y humildad de aquellos presbíteros aldeanos en
Las sombras de los campanarios se proyectan
sobre los campos. Una torre en mi lugar ¿Por qué no leer a Chesterton? La
religión cristiana es evangélica pero también estructura, canon y arquitectura.
Modulo y modulación porque
La
modernidad ha dejado vacías y sin apenas contenido estas magnificas fábricas de
los catedrales, los oratorios, los retablos, los coros vacíos, no se escucha a los puericantores, los
maestros de capillas que denominaban precentores se sumieron en largo mutismo,
al igual que los púlpitos; se muestran solitarios los claustros, los tímpanos y
toda esa grandeza que se explaya en la cúpula de Bernini, en el arte gótico y
románico y en el pórtico.
Dicen
los hermeneutas que
Hay
un Christus músico porque el alma humana es musical y cantando se reza dos
veces y por supuesto que la fe entra por el oído, ya que hay cosas que percibe
el corazón y que la razón no ve. La búsqueda de la armonía, la paz del alma, el
concento de las voces y el contento de las almas ha sido una de las beatitudes
de nuestra iglesia católica, formaban parte de su código de valores, reflejada
tal vez en la majestad del Pantocrátor.
Ahora
por lo visto en las galerías infernales suena la música rock y se escucha la
algarabía de la confusión de Babel. ¿Qué fue de los himnos de Pascua, de
Adviento y de Pentecostés, de los responsos? ¡Ay, acompaña a tu dios alma mía
pues en el infierno no hay armonía y todo es estridencia global! Y a mí no me
queda otro remedio que cantar con el salmista: “invaderunt tuam gregem lupi rapaces, ¿cur nos deseris?” (lobos
hambrientos invadieron tu rebaño, Señor, ¿dónde estás?). O sumirme en el ademán
que recomendaban los místicos alemanes del abandono en las manos divinas ante
lo que repugna a nuestra mente: gelassenheit
(quietismo). En España y en
Hay
un Christus arquitecto, un Cristo taumaturgo y un Cristo pedagogo pero ahí está
el pobre cura de Vericueto en su curato de las brañas dándole a la brisca o al
señor cura de Arbín viniendo de la feria del Boñar con un potro del ramal que
luego resultó caballo viejo, los gitanos le habían teñido la melena. O al
magistral de Vetusta don Fermín de Pas el hombre con sus dudas y con su pasión
sexual.
Y
nada se diga de los jesuitas y sus aberraciones de Gijón que pinta Pérez de
Ayala en su AMGD o los sacerdotes de
su Educación sentimental. Estamos
fraguados en barro y debajo de una sotana siempre alienta un hombre sujeto a
sus pasiones y mermas de la naturaleza humana.
En
un acto de humildad el Papa Francisco se ha confesado pecador. Arrieros somos y
eso le honra. Quizá el futuro esté en ese desprendimiento de todo lo
accidental, la renuncia a las riquezas y a lo honores. Quizás el futuro lo
determine el cura de Cudillero con su carrito de la compra por las aleas del
supermercado pero ¿qué se hará de los inmuebles, de los seminarios y de los
conventos, de los noviciados sin alumnos, o de los tirocinios jesuíticos
atestados otrora? ¿Una nueva desamortización en perspectiva con sus bienes
mostrencos que suscitarán la codicia de las clases pudientes de manera que
aquellas posesiones gananciales engrosaron el peculio de los que teñían bien
cubierto el riñón como sucedió con la ley de Mendizábal?
Da
pena ver iglesias normandas en Inglaterra habilitadas como pubs o discotecas.
¿No será esto una rendición o, cuando menos, una confesión de parte del fracaso
de la iglesia, o el corolario a las reformas conciliares? Esto no ocurre en
Oriente. La iglesia ortodoxa está viva y pujante para bien o para mal.
Efectivamente la idea de convertir los
templos abandonados en lazaretos, asilos y casas de acogida en refugio de los
sin techo y de las oleadas de inmigrantes que están llegando sin parar, como
sugiere el Papa Paco, no es sugerencia desdeñable pero ¿por qué no meterlos en
la iglesia de san Pedro y que el altar del confesión sirviese de hogar a los
advenedizos en su mayor parte musulmanes? Menuda papeleta. No nos hundimos en
tremedales. Para mí la respuesta la da el arcipreste de Cudillero con su bolsa
de la compra, pidiendo la vez y sacando
número en la cola del Alimerka. La regla de oro nos la da san Agustín: “ama y
haz lo que quieras” pero también san Ignacio (y eso lo sabe bien Bergoglio que
es jesuita) en tiempos de tribulación no hacer mudanza. Señor que vea
TOMÁS SALVADOR SUPERA A CERVANTES
Cuerda de
Presos, fechada entre los meses de marzo a junio de 1953, es una de las grandes
obras de imaginación que se editan en la postguerra. Un verdadero poema en
prosa, análisis psicológico que revela grandes conocimientos del alma humana
por parte del autor, y un homenaje a los abnegados hombres, escogidos entre los
más selecto del pueblo llano que integran
El argumento se
basa en la conducción o cuerda de un preso que realizan pocos años después de
ser fundado el Instituto desde la localidad de Villablino en la raya del Bierzo
hasta Vitoria, donde es reclamado el interfecto por una serie de asesinatos
ocurridos en la región alavesa entre 1872 y el 76.
Los dos números
del comando son Serapio Pedroso Buján, ya veterano y con muchos años de
servicio, que corresponden a bastantes leguas de andadura, y muchos soles y
muchos hielos en la hoja de servicio, peinando los caminos y Silvestre Abuín
Corvino, bisoño y recién ingresado en el cuerpo.
Ambos adscritos
al puesto de línea de Murias, en la primera compañía de la comandancia de
Villablino, han de realizar esta misión de conducir al preso Garayo a manos del
juez. Se trataba nada menos que del Sacamantecas, famoso asesino en serie.
Para los dos
guardias civiles es un servicio más en medio de las dificultades y aperreo de
la andadura. Para el penado un paseo hasta la horca. Su captura en tierras
gallegas había significado para el pobre Garayo, una mente morbosa y enferma,
niño maltratado por su madre y que tenía dificultades en su relación con las
mujeres, un paseo hasta la horca.
Durante el
viaje duradero once días justos el lector convive con las particularidades y
manías de unos guardias civiles retratados al natural y acaba por entender el por qué custodios y custodiados
llegan a comprenderse y hasta tenerse simpatía, aunque el conducido sea un
criminal que tuvo atemorizado en su día a todo el Condado de Treviño, sin
menoscabo de las obligaciones del servicio y de los planes que urde el convicto
para escapar.
Una noche en
Cistierna aprovechando el pervigilio y la fatiga de sus vigilantes lo intenta
pero su conato de fuga es abortado a culatazos. A partir de ahí, ya es un
hombre vencido que marcha con la cabeza hundida entre los hombros, los codos
trabados y el gesto sumiso. Ha de caminar siempre delante:
-No vayas tan
deprisa, Garayo que no vas a ningún baile.
-Sí, señor
guardia.
Esta corriente
de simpatía es algo más que el síndrome de Estocolmo. Tomás Salvador que ha
realizado un buen trabajo de campo y que con pluma maravillosa describe las
vicisitudes de estas andanzas por el antiguo Reino de León bucea en la psique
profunda del criminal donde hay un alma dulce y desdoblada por la violencia de
unos instintos asesinos que el Sacamantecas no puede controlar. Es como el
dispositivo de un resorte. Cuando ve una
mujer, en desquite de algún agravio inferido allá en la infancia o váyase a
saber, se acerca a ella con las peores intenciones.
Fue un caso
parecido al del famoso Destripador de Londres y de muchos otros violadores a
los que su personalidad depara la corbata de hierro. Aquí se demuestra que son
víctimas ellos mismos de una mala inclinación que no es otro cosa que una
enfermedad mental.
Las ideas
fijas, las fobias, las obsesiones que asedian su imaginación definen a Garayo
como un psicópata. El libro es un tratado de metodología carcelaria y, amen de
eso, bueno para saber geografía u ensanchar conocimientos.
Serapio Pedroso
se nos muestra como un arquetípico civilón del XIX: duro de pelar, que no ha de
bajar nunca la guardia. Con la disciplina, el uniforme, el libro de firmas, y
los registros y partes de novedad. Cuando se brinda la ocasión, trata de leerle
la cartilla a su compañero Silvestre al que aquel servicio arranca de los
brazos de su novia gallega. A la par se sirve darle algunos consejos:
-Las mujeres
son como Dios quiere que fuera. No hay por qué estrujarse los sesos.
La tercerola
pesa lo suyo y el uniforme te hace ser austero y concebir la vida de otra
manera. No es tampoco granjería el destino de la cónyuge de cualquier miembro
de
El servicio es
el servicio. Y la pareja lo realiza en jornadas de treinta kilómetros, a veces
un poco más, siempre y cuando no protesten demasiado los tobillos. Una
conducción era de los de más responsabilidad y compromiso campo a través.
Arriesgado porque el agro español era avispero de bandidos. La comitiva tenía
que bordear los pueblos y evitar las ciudades. La vista de los reclusos
inspiraba en los lugareños piedad mientras para los guardias que los llevaban
esposados con las manos a la espalda eran objeto de mofas e invectivas, cuando
no eran recibidos a tiros.
No se trataba
de un cometido fácil. Los números habían de caminar con la tercerola al hombro.
Hay un cuadro de Fortuna y otro de José de Alisal que por cierto era paisano
del escritor, natural de Villada, Palencia, que revela lo dramático de la
escena de estas conducciones cuando los presidiarios habían de ser arrancados
materialmente de las manos de sus mujeres e hijos.
Los haberes y
gratificaciones por este concepto eran de unos céntimos por lo que los celosos
y beneméritos funcionarios tenían que
compartir el pan duro, la cebolla y algún tarugo de queso con los conducidos.
El mismo agua, el mismo sol. Era igual
el cansancio. Al término de cada marcha que debía ser efectuada bajo luz
cenital, nunca de noche, los tricornios de capas negras y correajes amarillos
deberían hacer entrega del prisionero a la autoridad competente, que lo
encaminaba al calabozo. Ellos pernoctaban en la casa cuartel, si lo había. Si
no, en la posada.
Hay sociología,
geografía y lírica en estas páginas. En
las que se deslía una verdadera poesía a la sierra del Bierzo y al río Duero de
aguas claras y molineras que en la provincia de hace guerrero y prevenido en
frontera. Pero sobre todo, Tomás Salvador exhibe una caudal de conocimientos
sobre la historia de aquellas tierras a las que ama.
Era hijo de un
hijo del Cuerpo. Había nacido en Villada (Palencia) y a la legua se nota que
llevaba a
Sin embargo
resulta difícil no dejarse llevar por la emoción cuando la pluma de Tomás se
mete en el alma de sus tres andariegos personajes: don Quijote y Sancho detrás
de la sombra de un hombre arrepentido y vencido, pero con el mosquetón al
hombre. Por si acaso, a sabiendas de que a la pareja en el descampado siempre
puede aparecérsele un delincuente. ¡Cuántos de sus abnegados números
impunemente perdieron la vida en emboscada al ser sorprendidos por salteadores
que acechaban con su naranjero o los retacos metidos entre la faja, detrás de
una peña o a la salida de una cárcava!
Por eso mismo,
conviene cabalgar con tiento. Paso corto y vista larga. Y ojo al cristo que es
de plata. Es añadido de algunos para cuadrar la máxima. En Andalucía dado lo
quebrado de su geografía y para hacer frente al bandolerismo de Sierra Morena
iba montada. Se les llamaba “los de a caballo”. Nutrían sus escuadrones
contingentes jinetes bien apercibidos en la monta de caballos árabes.
Años adelante,
“Es bueno
andar.-escribe- el alma parece que se libera y deja de sentir las pesadumbres
del infortunio”. Soldados de patrulla, peatones del bien común, fuerza armada
que vela por la paz, y que ha servido a muchos amos por poca paga y dedicación
constante. Guardias que conocen la sed,
el polvo y las incomodidades de la inclemencia meteorológica, pero siempre en
su puesto. Sin despear. Sin derecho a la protesta. Su perfil se hace familiar
apareciendo por la cintura del horizonte allá a lo lejos o de sorpresa al
revolver de una garganta, surgiendo de una loma o alzando sus siluetas
inconfundibles por el fondo de un barranco.
Son la sombra
misma de Juan Español.
Carretera y
manta. Paso corto y vista larga. Los civiles
han por nombra no murmurar unos de otros ni hablar mal del compañero. El
Duque de Ahumada pensaba que la política era un mal necesario, menester al cual
se dedicaban los más serviles. Aunque era consciente de que tenía que rendirles
vasallaje en aras de la lealtad a la patria y su vocación de servicio.
Serapio y
Silvestre hacían las rutas de las viejas legiones romanas, dejando a un lado
Por el camino
el uno al otro hablan de sus cosas o se cuentan historias como los viejos
peregrinos. El libro en cuestión tiene algo de novela de caballerías y de
“morality”. Para entretener la caminata el guardia Pedroso draga sus recuerdos.
En estos apólogos quien más sale a relucir es su abuelo, “un arriero muy listo
cuando estaba sereno, pero muy poco cuando había bebido más de la cuenta”. Anotan
toda la vida que les sale al encuentro. Por ejemplo, es memorable la entrada de
un convoy de ferrocarril que entra en el andén de
Al llegar a
Villadiego Tomás salvador nos ilustra sobre una cuestión de filosofía histórica
y nos refiere cómo a los judíos nadie les quería por la usura y los continuos
desmanes que su presencia ocasionaba en las ciudades. Los bandos de Pedro I
fueron los síntomas de un primer
alzamiento sionista contra los
cristianos. El pueblo pronto les escogió como culpables de sus males. La corona
de Castilla hubo de intervenir poniendo
a las aljamas bajo jurisdicción real.
Fernando III
otorga una premática en virtud de la cual todos los judíos podrían acogerse a
sagrado en la iglesia de san Lorenzo de aquella villa. De ahí viene la famosa
frase de “tomar las de Villadiego”.
Uno corre el
peligro de perderse en soliloquios extasiado ante la insólita maestría de esta
obra al seguir los pasos de estos tres seres humanos. Un criminal camino del
patíbulo y sus vigilantes. Tres hombres que dan pasos por el sendero. Con ellos
aprende a resguardarse del frío y del calor, a aguantar la fatiga y el hambre.
Fijándose en la estrella Polar emprende el derrotero del norte. En Villalón se
inicia en los secretos de la fabricación quesera. Que por cierto el cuajo que
se derrama por las cinchas le vale al guardia Pedroso para alivio de su
conjuntivitis. “Cerca de Poza de
En lo alto de
la torre de la iglesia de Mora dos cigüeñas parecen estar jurándose amor eterno
mientras que con las dos tarreñas de su prolongado pico machacan el ajo. Es
otoño pero por las noches en el campo se escucha machacona la estridulación de
los grillos. Unos arrieros, ahítos de vino, discuten a la vera de un camino.
Han desenganchado y sus monturas descansan y rumian al pie de los brancales de
un carro. Pero al ver venir los guardias cesan al punto la riña y se quitan las
boinas con respeto.
-Buenas tardes
y menos voces. ¿Adónde se camina?
-A tierra
Gordaliza del Pino para lo que quieran ustedes mandar.
-Con Dios.
-Vayan en su
compañía, señores civiles.
Poco más
adelante, unas lavanderas restriegan su colada a la sombra de un alisal ribera
del Órbigo y lanzan miradas subrepticias para Silvestre el guardia joven, pero
su compañero profiere un comentario jocoso y aguas que no has de beber déjala
correr pero el guardia Silvestre Abuin no puede por menos de sentir saudade de
la novia que dejó allá cerca de Ponferrada. El deseo siempre tira. Unos
lavancos festejan posar entre los carrizos de un cilanco y luego espantados
emprenden un viaje raudo y multitudinario como si fuesen de boda. El preso les
mira con envidia y sus acompañantes se hacen a un lado para dejar a las aves
pasar.
Erasmo Soria,
natural de Salamanca, hablaba en verso y cuidaba de los encuartes o corrales de
relevo de la antigua diligencia en la mansión o descanso de la ruta que
conectaba en poco menos de 24 horas a Burgos con Bilbao. El trío hace un
trayecto corto en este medio de locomoción y se sienten volar. A Pedroso lo
encajonan en la rotonda o compartimento vigilando al conducido mientras su
camarada trepa a lo alto del pescante con el delantero y el postillón. Se escucha
el golpear de la tralla y el bramido de las ruedas, una revolución de flejes y
muelles que se disparan hacia adelante y hacia atrás. La diligencia era el
último grito de la velocidad. Tomas Salvador hace un nostálgico canto a este
carruaje al que por aquellas fechas le quedaba algo más de medio siglo de vida.
Las
descripciones que realiza lo mismo que las observación son las de un genio. Lo
mismo hay que decir de la acción y el interés que reclama la atención del
lector. Todas estas virtudes le confieren el título de novelista mayor de su
generación. Dio a la estampa tres obras maestras, tres clásicos, de una tacada:
“División 250", una de las mejores historias de la segunda guerra mundial,
“Cabo de Vara”, y “Hotel Tánger”. Sus producciones no se parecen ninguna entre
sí. Cultivó no sólo el tema psicológico
y la literatura carcelaria sino también obras de ficción y hasta literatura
para niños. A Tomás Salvador, al que recuerdo embutido en su camisa azul poco
antes de morir, en un reportaje que le hizo Lalo Azcona, con su cara de
comisario pachón, no le perdonaron ciertos desvíos de lo que hoy se considera
la corrección política aunque no fuese de ningún bando. Él no devolvió la
pedrada. Era un guardia civil con un concepto de servicio de Estado. Decepcionado
de la política y por los vencedores, colgó la chapa y se dedicó íntegramente a
la literatura. No tuvo dificultades para publicar pero nunca ganó dinero. Se
ganaba la vida con un quiosco en las Ramblas. Tenía un concepto humilde de su
oficio y en “Cuerda de Presos” llega a aparecer él como uno de los múltiples
personajes del retablo según una tradición de colarse de rondón en sus propios
libros. Ya lo hicieron Cervantes, Petrarca, Bocaccio y el Dante. Él se
convierte en zapatero. Escribir una novela lo comparaba a hacer un par de
zapatos. Un novelista no viene a ser
sino un maestro de obra prima, pero, ojo, que él lo bordaba. Abordó,
insistimos, todos los géneros desde el infantil hasta el de evasión pasando por
el histórico. Con mucho “Cuerda de presos” nos parece su entrega mejor. Labra
en él un monumento a la sufrida Benemérita. Escrito con el corazón grande de un
buen hijo del cuerpo, el final es enternecedor. Cuando entrega Pedroso a los
miñones a su pupilo siente como un cosquilleo en los adentros al tiempo que le
entrega todo el tabaco y todas las vituallas que porta en el morral. Siente una
pena infinita y demuestra que el Sacamantecas no es más que un pobre diablo. Su
obsesión con las mujeres le venía de los malos tratos e inseguridad incoada en las
palizas recibidas de mano de su madre, pero el mundo es así. Está mal hecho y
hay cosas que no tienen solución. Hay gente que nace para ser carne de presidio
y de horca. Garayo, verbigracia. ¿No habrá un Dios que se apiade? Y si El no se
apiada, porque está lejos o demasiado alto, ¿no nos tendremos que apiadar
nosotros que también somos victimas y viruleros de grado o a contramano porque
la humanidad no cambia? Esa parece ser la tesis de esta pequeña gran obra de
arte escrita desde la resignación y majestad cervantina.
En el camino de
vuelta y ya de correría, no de conducción penal, Tomas Salvador sentado en la
tajuela de su chiscón de zapatero, los vio pasar. Les dijo adiós con la mano y
volvió a su lezna y a su bramante. Un
buen libro se confecciona igual que un par de zapatos a la medida. Con
paciencia. Con tesón. Metiendo el tirafondo con maestría. Que ensamblen todas
las piezas y que el conjunto ofrezca la impresión de un totum continúum a
prueba de tropezones y caladuras.
En estos días
críticos de sobresaltos, amenazas y revanchas, cuando suenan clangores de
guerra en lontananza, la obra del Sordo de Villada (consecuencia de los
estampidos artilleros de cuando estuvo en Rusia en el Voljov) es un referente
de perdón y de misericordia cristiana. Pocos han entendido igual que él lo que
es un guardia civil ni nos han demostrado a lo largo de toda una saga de
historias que nos elevan el animo y nos hacen sentir mejores la grandeza de ser
español. Hoy es un autor olvidado y
preterido. Algunos hasta lo llamaron loco. Ni sus propios camaradas lo
entendieron. Por impolítico. Sin adscripciones determinadas ni bandos y eso
aquí parece que no lo perdonan.
11 de abril de
2002
GUARDIA CIVIL AL SERVICIO DE UN ESTADO
REPRESOR
Murió
Un
lustro transcurrido de mi jubilación y ha prendido en mi el afán de escribir y
de publicar que es para lo que he nacido y me doy con un canto en los dientes y
por más que postergado les hago un corte de mafia a los serviles del
Establecimiento. Voy a mi aire con tanta fuerza que el otro día pedaleé hasta
Avilés tres horas de día y cuatro de
vueltas y al tomar el empalme de mi aldea donde me pusieron la multa los civiles
y me quitaron el carné desde mi bicicleta vi un sol enorme que caía como una
hostia dorada sobre el horizonte y se hundía en la mar hermoso espectáculo una
fiesta al solis invictus era la víspera
de san Juan, la onomástica de los Juanes, ivanes, Hans. Me metí en la cama
despeado pero feliz dando cabo al último capítulo de la enorme novela de Tomás
Salvador cuerda de presos. Es un
libro lleno de sabia ternura de ponderación imponente estructura estilística
dentro de su sencillez y el robusto acerbo lexicografito que resucita palabras
del buen decir castellano. Homenajea al sufrido pueblo español representado por
esa religión de hombres honrados que es la guardia civil pero no esta guardia
civil que manda a recaudar a los agentes de trafico y freír a multas al
ciudadano la ministra de la cosa esa judía catalana que se llama María Seguí
bajo cuya férula la sufrida benemérita como en Casas Viejas vuelve a ser un
instituto represor. Por ahora sólo son multas de tráfico. Pronto se ordenará la
consigna de tiros a la barriga al estilo de Manuel Azaña. La serpiente sigue
arrastrándose en su propia baba. Sin embargo, la relectura de esta novela ha
constituido para mí un homenaje y el mejor regalo onomástico de san Antonio en
los setenta años que acabo de cumplir. Atracón de palabras y de belleza un
verdadero tour de force narrativo libro de andar y ver. Camino de la horca
desde Murias en León hasta Vitoria en el señorío de Álava llevan preso a JUAN
Díaz de Garayo y Argandona alias el Zurrumbón
y el Sacamantecas asesino en serie que se llevó por delante a ocho
mujeres año 1870 escoltado por los números Serapio Pedroso Buján y Silvestre Abuin
Corvino del puesto de Murias de Paredes primera compañía de la línea de Villablino
comandancia de león. Circulan por brañas y barrancos, cruzan ríos como el Orbigo
el Esla, el Ebro o el Recachichi la manta terciada el tricornio con visera y la
teresiana sobre el cogote. El presidiario las manos atadas no lleva nada, va
por delante semidescalzo pero comparte el magro yantar del zurrón de los
guardias. Se entabla una relación humana en la cual prende cierta ternura o por
lo menos compasión hacia el asesino un alavés que fue monaguillo iba para cura
se sabía el confiteor y tuvo siempre dificultades en su relación con las
hembras. De las ocho que mató todas eran viejas y del oficio. La primera vez
fue por el pago de un servicio, la saludadora le pidió un real de más y esta
deuda fue la causa de que acabara la pobre mujer estrangulada al borde de una
cacera. Vaya un tío por dos reales que se decía en
Tales frases harían en sí
mismas memorable a este libro pero por el mismo se cruzan personajes que no han
sido nunca tan bien trazados en la literatura española ni por el mismo
Cervantes como el maestro del Boñar que sabía todo sobre las calzadas romanas o
la cantinera que con sus sesenta años a cuestas servía el café a los soldaditos
de campaña en un cuartel de infantería, las lavanderas, los cantemisas, las
ferias o el fotógrafo Dupont un francés itinerante que retrataba a los paisanos
o el pintor Valdivieso al que dieron una paliza por haber hecho un cuadro muy
sugerente del cuerpo serrano de la mujer de un alcalde. Tomás Salvador capta la
vida de
28/06/2014
CANTAMAÑANAS Y BUTANEROS.
NUESTRO NUEVO PERIODISMO
Ya cantan los pájaros al
albor. La primavera se adelanta. Llueve. Menos mal. Grande eres en tus obras,
Señor. Rezo el salmo 62 de Laudes del Oficio Parvo a Nuestra Señora. “Ad te
de luce vigilo”. Hay que estar en guardia contra tanta cabeza de chorlito.
Esa plaga que nos invade. Ya están aquí los butaneros y cantamañeros. Entre col
y col una lechuga. Entre cuña y cuña comercial un mitin. Tararí... tí.. Ti.
Alzamos al redoble de tambor y toque de cornetas, prietas las filas, montañas
nevadas.
Por favor no me pongan ese
pasodoble tan nostálgico de
Me gustaría ser paloma que sabe convivir con
la bandada. Es un ave cándida y social. Más que halcón egoísta y rapaz volando
a su aire. Pero aquí los halcones con harta frecuencia se convierten en pavos
reales muy finchados y despampanantes desplegando su bonita cola pero que son
incapaces de volar. Volemos pues. Y volar es convivir de la misma forma que
gobernar es transigir. Perdonar. Se nos va la fuerza por la boca. Dos pasos
delante y uno detrás.
Me desenchufo o le doy al
guial -amigo de las ondas cortas y del DX, distancias desconocidas que llegan
por el cañón de los sueños, esa gamellón de la imaginación, tubos
catódicos, brahones y retahílas. Y abandono las estacionales nacionales.
MÚSICA MAESTRO
La radio enchufo, un poco más de música
maestros y no tanta información/desinformación. Menos palabrería. Es la radio
el mejor instrumento de transmisión de ideas, afectos, sugerencias (deberían
sacar más los micrófonos a la calle a ver lo que el pueblo opina, vox populi,
vox Dei) puede convertirse en un instrumento de incomunicación. ¿Serán galgos o
serán podencos? De todo hay en la viña del señor pero esos gigantescos
programas mañaneros cuando canta el ruiseñor y suenan las arengas y los mítines
- parece ser que hay montada toda una estrategia del horror y del encono, pero
a fin de cuentas esta es la democracia o la de unos pocos con derecho de
pernada y de opinión- ponen al oyente en pie de guerra, no son ideas. Cesen las
crispaduras. Ese que tiene la voz un
tanto aflautada y la cara de máscara. Es un clown. Más feo que Picio y
listísimo más listo que el hambre y la verdad es que no lo hace mal. Imposta la
voz, maneja bien el castellano pero no es más que un mimo, un momo y ambos
vocablos dan en memo. Su voz sale de las cavernas de la derecha antisocial. No
creo que le importe demasiado Miguel Ángel Blanco y tampoco condenando a la
horca a De Juana le vamos a devolver la vida ni a él ni a los guardias civiles
pobrecitos que alevosamente tronzó en la flor de su edad. Ya los pagará. Si no
es en esta vida en la otra. Tiene mucho purgatorio si es que no va a las
calderas de Pedro Botero -que será lo más probable- de morros y de cabeza. Y
mientras le llega su hora, carne de frenólogo y de manicomio. Dios proveerá y
dios lo juzgará. Además, fue excarcelado por una disposición incomprensible de
los del fraque y la toga.
Un juez en tiempos de Aznar le redujo cadena y
los dos mil años de condena se quedaron reducidos a dieciocho. En agua de
borrajas. Total. Son ladridos las que se
ponen en circulación: chantaje, manos blancas, presidente al paredón. Ultraje y
las palabras se vuelven espadas y consignas y el personal las repite como
loritos en las tertulias en los chats y en los foros. Clama la voz, la mía, en
el desierto. Calma, señores. Un poco de recapacitación.
Aquí lo que importa es el muerto. El cadáver
sobre la mesa. Un muerto mil votos. Cincuenta mil. Un millón. ¡Qué triste
realidad! Así que el personal marcha camino del trabajo y se apretuja en el
metro o en el autobús repleto de hordas haloetnicas, que seguramente el siglo
XXI va a ser el de las grandes masas, del descorrimiento de pueblos, de la
perdida de ese centro de equilibrio que era Europa y el cristianismo en su
mejor versión la católica, con el cabreo de haberse desayunado el sapo
mañanero. A las masas se las maneja mejor con el horror pero este axioma
determina no pocos retos a la libertad de expresión.
DEMOCRACIA
Y CORTE INGLÉS
Ruede la bola de la
información-desinformación. El control de las prensas y de la palabra o la
imagen que baja por el éter puede llevarnos a una nueva era de hombres robots
con el cerebro bien lavado mas no así el corazón. Los trusts y los grupos de
comunicación se imponen y hacen la guerra entre ellas. Recuerdo a principios de
los noventas las luchas internecinas entre servios y caníbales. El grupo Z y el
grupo Prisa y el de
Las espadas están en alto siempre en esta
maravillosa profesión donde han resucitado querellas antiguas sin la crudeza
del siglo XIX desde luego(recordemos que Azorín, el impávido Azorín, fue a por
Maeztu que era algo vehemente y que había puesto la novelística del autor de
Monóvar del Campo cual hoja de perejil) con una navaja cabritera y al ceceante
Valle Inclán el de las barba de chivo lo dejó manco otro colega Manuel Bueno
con un verduguillo, la herida se le infectó, los duelos de la literatura fueron
famosos en aquel tiempo y yo he visto a un colega en Londres atizarle un
botellazo al corresponsal de un diario de la competencia) estas determinaciones
ab irato de poco sirven pues la
violencia es algo inane pero son el pan nuestro de cada día en esta profesión.
Uno tiene que llevar rodela y hasta un coselete antibalas creo que eso ocurre
aún en Hispanoamérica cuando se va a la redacción. Uno escribe y uno habla
desde la dilección y con un afán ético o moralizador, o al menos así debiera de
ser, desde la sátira y desde el perdón, pero no hay manera para no hacer -dulce
razón de amor- de mi querida patria una España encabronada y acojonada
. Pero la crispación, esa
palabreja que tanto se usa ahora, llega por el aire y el Evangelio me dice “no
luchareis contra los hombres y la carne sino contra los malos espíritus que
viajan por el aire” (palabras de la ordenación de diáconos en
. Su existencia se
desarrolla hacia afuera. A mí que me dejen en paz. Fútbol. Quiero
Fútbol. Panem et circenses. En algo hay que entretener a las masas y
mantenerles distraídos. Dales pan y circo ¿Y a los periodistas? Que pasen y
coman. Hay que ver que contrajodido y puñetero era ese conde. Y los medios de
comunicación dejaron de ser un servicio público para convertirse en la bandería
de los intereses comerciales. No me quejo. Esta es una democracia vigilada y
hay que ir de compras al Corte Inglés.
Es la vida moderna. O lo
coges o lo dejas. Y la cosa empezó con Franco que trajo aquí a las grandes
multinacionales.
Volvemos al sectarismo y a las divisiones de
derecha, a la banalización de lo importante, a la cursilería de la escopeta
nacional y acaso al caciquismo que hizo fracasar a los dos regímenes
constitucionales que tuvo España. Ahora estamos en la tercera y a la tercera va
la vencida. A ver si puede ser. Joaquín Costa expuso el proyecto de Ledesma en
otros términos pero casi en la misma
idea: el problema es de la despensa y la escuela. Ahora gracias a Dios no hay
hambre, las barrigas parecen ahítas, pero puede volver a haberla. Sin embargo
la gran ignorancia nacional sigue vigente. Es una escopeta cargada que nos
lleva al guerracivilismo. Convendría pues una mejor educación de las masas
irredentas. Nada tengo con el admirable luarqués José María García al que ya
empezamos a llamar en la escuela de Periodismo de
Siempre con prisas. Mirada de águila. Un tapón
de tío pero listo como el hambre y con una voz de Esténtor, maravilla en un
cuerpo tan pequeño, que impostaba y que dio lugar a un estilo inconfundible y
una voz propia ante los micrófonos. Es la gran cuestión en literatura y en
periodismo: encontrar tu propia voz. El estilo es el hombre. Con poco bagaje
cultural sin embargo supo sintonizar con las apetencias de la gente. Y los
españoles de la primera transición encontraban en el deporte no practicado sino
de la grada una válvula de escape a su adrenalina.
Por eso en los ochenta se
dormían escuchando las diatribas del pequeño y rubiales Butanito contra Porta,
Soporta y don Jesús Gil que más de una vez le envió los padrinos. En fin,
Furbo... Furbo el nuevo dios de los españoles. Reyertas. Es la cólera del
español sentado. Yo quiero creer que el personal no desea que se le informe
sino que se le arponee. Los españoles dicen somos masoquistas. Le tenía al
pobre Porta aquel presidente de
Que se han hinchado a ganar perras en una
profesión que proporciona algunas satisfacciones y bastantes sinsabores poco
dinero y bastante caspa. Que es más que nunca el Cuarto Poder. El parlamento de
papel. Aunque no es buen síntoma para una democracia el que la política se haga
en las redacciones y que algunos prebostes y mandamás del sector tengan más
peso específico que muchos ministros. Malo. Ahora hemos pasado de la pajarita
de papel a la pajarita de las tertulias con un equipo de opinadotes
pluriempleados mientras la gran masa periodística. Haría falta una buena
limpia. A ver si el nuevo rey Felipe VI acaba con todos estos tertulianos que
chupan cámara y micrófono a piñón fijo. Figuran como la clá de la clase
política, ocupan bastante cacho arrogándose las funciones del parlamento.
Volvemos pues a tener una democracia de papel.
Pero la información es poder y hoy es el Poder
con mayúsculas. En su modestia uno que no es de derechas ni de izquierdas no
entiende estas querellas de patio de vecindad porque a Butanito le hayan
degollado una entrevista con el Loco de
- “Proa” Ha salido “Proa”:
El Papa se casa con
Horror ¡qué titular en pleno
Nacional catolicismo! El vendedor debía de estar borracho o debía de ser
Genarín. Cerraron aquel periódico que era de la cadena del Movimiento tres
meses y a su director por poco lo amarran en blanca a la sombra del “hotel” San
Marcos. Como a Quevedo por un soneto. Un titular mal trabado podía valerte no
una misa sino que te lo dijeran de misas en aquellos tiempos Y de la misma casa
salió don Luis del Olmo que creo que era locutor de
-Esto es el colmo don Luis del
Olmo.
Me lo encontré una vez que
fui al Arrabal de Arévalo a vender libros cuando por culpa de una miliciana del
feminismo me suspendieron de empleo. Estaba comiendo en
- Mira, Verumtamen, - me
dije a mí mismo - Tú vives mejor que él. Te acabas de zampar un cocido a lo
pobre que no se la salta un gitano y te has echado al coleto dos medias
botellas de tintorro de la tierra que te hace ver la vida de otra manera.
Arriba los corazones. Súrsum corda. Eres mucho más feliz. No llevas
guardaespaldas pero eres más feliz. No cambiaste de chaqueta y duermes con la
conciencia más tranquila.
Ahí está la maula. Que no
cambiamos de chaqueta. Seguimos aferrados a ciertos ideales de
Uno se pregunta cómo puede
ser esto. Sólo ocurre en la radio de las repúblicas bananeras pero la verdad es
que el talante de este pueblo es inclinado al caudillismo también en lo
informativo. Eso revuelto con un poco de masoquismo porque al español de abajo
le suele ir la marcha y nos da la fórmula. Los que postulamos un periodismo serio,
una literatura como Dios manda y un saber estar y saber ser en demócrata
tuvimos que callarnos. Hacer un mutis por el foro o ponernos a leer los
Intereses Creados de don Jacinto. Que en estas guerras mediáticas que nos
desinforman con su noticierismo y su culto a la personalidad fantasmagórica
laten miras utilitarias. Detrás de estos grupos se ocultan muchas perras. ¡Ah,
amigo! La ambición humana carece de límites. Sosiéguense, señores.
-Así que no es usted de
derechas don Verumtamen. -Ni de izquierdas. Lo mío es el la revolución social
sindicalista. El comedio no el del pobre Adolfo Suárez al que tan mal hemos
pagado por sus incalculables servicios prestados. Tampoco. Pero busco el
equilibrio. Cuando todos hemos perdido el centro y un poco los papeles. Virtus
in medio est. Buena consigna para un país de desequilibrados. ¡Señores de la
tele radio no nos azupen los perros!
POR EL CAMINO DE SANTIAGO. A PERRO
VIEJO NO HAY TUSTUS
Con
el Calixtino por libro de cabecera, guía y vademécum de peregrinaciones, un
legajo del siglo XII escrito por un tal Américo Picaud, un gabacho que ya nos
pone de vuelta y media a los españoles esgrimiendo los antecedentes que esboza
la picaresca sobre buen pueblo pero mala gente que dijo el otro cuando se topó
con los muros de Benavente (escopeta nacional y España sin españoles sería el
paraíso terrenal), mi amigo don Xanti y yo nos hemos echado a los caminos,
bordón en la diestra, nuestras recias botas, nuestros buenos peales, buenos
propósitos y mejores resoluciones en el alma que pecadores fuimos y pecadores
somos. El vino que no falte. Y el breviario de antes de la guerra también iba
en la mochila. Para espantar el diablo que no deja de enredar incluso en las
soledades cantábamos en latín los maitines y laúdes a la aurora con el precioso
himno monacal de “Iam lucis”, la tercia antes de la siesta, vísperas con el
primer rayo del crepúsculo y completas al entrelubricán somnoliento. Nos lo
pasamos bomba. Damos grandes rodeos al
pisar las ciudades pero los viejos lugares de
En
una localidad del camino cantamos
-Eso
no tiene enmienda. A otra cosa mariposa.
Y
dijo el Marquillos de Obregón y es a lo que iba pues no puedo desenredar ese
enredijo de misterio que me hace tirarme al monte, claro, o buscar el refugio
de las tabernas, pues la frase forma parte del laberinto en el que estamos
inmersos:
Si eres por ventura español donde quiera que
llegues has de ser mal recibido aunque te pongan buena cara. Que aquesa ventaja
hacemos a los nacionales del mundo ser aborrecidos de todos; cuya sea la culpa
yo no lo sé.
Ni
yo tampoco pero vengo empapado del rocío de las veredas, con la música de algún
malvís entre las orejas, el rumor del agua cerca de las cárcavas, la visión edénica de los gollizos, gargantas
y cuchillares, restos de antiguos glaciares que alfombran la manta de los
montes de
¿Habremos conseguido la gran perdonanza? No lo
sé ni tampoco me importa mucho. Se hace camino al andar, y lo más importante: Hemos ido por las ranuras de la puerta
estrecha pero aquí hemos vuelto con nuevos bríos y con fuerzas de refresco. No
hay, no puede haberlo, país más bello en la tierra. En mi zurrón, yo hubiera
querido meter en mi zurrón de peregrino tanta hermosura. No me cabía tanto amor en las alforjas. Al volver de
Compostela regresaba ligerito y casi repartiendo besos.
-Oye
a ver qué hacemos.
-Vamos
de correría.
-¿De
correría sin la guardia civil?
-De
romeros camino de Compostela. A misa no voy porque estoy cojo pero a la taberna
poquito a poco.
-Alguna
vez habrá que compaginar la religión y la diversión y con esa idea fija en la
mente hicimos la salva de los andantes. Una hogaza de pan tierno, algunos
torreznos y tajadillas de la olla que saben a gloria en pleno campo y
algún que otro laustibideo con un par de
besos al jarro. Y de hoy en un año que el Dios nos conserve en paz y buenos
-Qui multo peregrinanntur paulo minus
santificantur (mucho peregrinar y santificarse poco pero a pesar de las
reconvenciones del Kempis lo pasamos bomba).
-Eso
es el del Imitación de Cristo. Pero
aquel monje flamenco dicen que luego se suicidó o que murió mal y por eso no lo
canonizaron aunque gracias a su libro- admirable poder de la literatura que una
cosa es predicar y otra dar trigo- canonizaron a muchos. Ya ve usted lo que son
las cosas. Ese librillo es una fábrica de santos aunque con un poco de
oscurantismo, un si es no es misoneísta y una miaja quietista. Hoy si viviera
el anónimo autor lo escribiría de otra forma. En la actualidad los émulos del
Evangelista actúan de otro modo pero se sigue el modelo copiando. Cristo alfa y
omega hoy ayer y siempre. Y lo demuestra el hecho de que siga habiendo tantos
crucificados y tantos crucifijos incluso en el canalillo del tetamen de
Prosperina. Las nuevas chulas se colocan el símbolo al pecho que no saben lo
que es pero que en el fondo las debe de proteger en medio de la hoguera de sus
vanidades. Que les sienta como un tiro a tanta paganía. Y los futbolistas
cuando saltan a la cancha o marcan un gol se santiguan.
-Cruz
al revés.
-No
creo que llegue a tanto. Es la puñetera coquetería. Ya sabe usted que si tres
son los peligros del alma mundo, demonio y carne, las mujeres agregan otro que
las pierde: el buen parecer. Pero yo quería volver a
-No
me vaya usía a salir con toda una teología de la peregrinación que ya sabemos
por donde va y los sabuesos de la información o de la inquisición andan
peinando las Webs en pesquisas de sospecha y si con barbas san Antón y si no
Pues
eso mismo. Salimos don Xanti y yo- su nombre de pila es Xantipa- un hermoso día
de
-Antoñito
mucho te pesan las arrobas.
-Más
me pesan mis pesares por mis pecados.
-Pero
estás aun hecho un recental. Tira palante.
El bordón, la capa de límiste o paño de Segovia de
color amusto (pardo), el sombrero capón en son de penitencia, la calabaza que
yo sustituí por una cantimplora militar que me legara mi pobre padre recuerdo
de los campamentos y las maniobras y todos los arreos del peregrinaje debían de
ser un curioso espectáculo para los que pasaban por aquellas soledades. Estampa
curiosa que no pertenecía al tiempo del ordenata y del móvil.
Los
pueblos están casi desiertos, las casas deshabitadas. Ya no quedan niños y probinos los viellos no pueden ni
tenerse pero alguna abuela salió a la puerta para saludarnos deseándonos buen
viaje.
-Vayan
con Dios
-Y
que Él a usted la acompañe, hermana.
Hace
treinta años hubiésemos sido un espectáculo y hubiéramos arrastrado tras nos a
una recua de rapaces saliéndonos al camino a pedirnos una estampa o una perra
chica para caramelos.
El
peligro de los romeros jacobeos eran los canes. Ahora es la velocidad y hay que
hacerse a la cuneta no te lleve por delante un treinta ruedas. Algunos
camioneros saludaban con deferencia y otros con compasión al vernos vestidos de
aquellos capisayos pasados de moda. Una tipa malos pelos y la cara pintada de
daifa que por lo que dijo nada amistoso llamándonos cabrones y del pepe por la
ventanilla:
-Relicarios,
tenéis más moral que el Alcoyano.
Era
una rubia de bote y a mí quedaron ganas de retrucar lo del bueno de Jimmy que
ya se sabe rubia de bote el chocho morenote por no caer en su misma falta de
decoro y devolverla el corte de manga.
-Andididiai.
Otro
motorista nos hizo el signo cabruno. Por lo visto le irritaba nuestra cruz de
palo al pecho, la calabaza, la ristra de veneras y la esclavina penitente.
Nosotros respondiendo bien por mal contestábamos con el signo apotrocaico o
señal de la cruz que es aval de paz, de reconciliación y de volver la otra
mejilla. En fin que parecíamos unas antiguallas en este siglo de vórtices y de
telediarios para perder el resuello. Les da corte nuestra presencia. Nos
persignamos. El paisaje era de auténtico cuento de hadas. Los pueblos de la
derecha reclinados sobre el vértigo de la montaña parecían figurillas de un
belén. Tanta hermosura quitaba la respiración. Abandonamos morriñosos Asturias
pero respirando a pleno pulmón el aire limpio de las cumbres. Don Xanti que
anda un poco frayau con lo del azúcar
perdía huelgo en algunos recuestos y hubo que parar varias veces hasta coronar
el alto.
Arbás,
arriba de las revueltas de Pajares, vino a darnos las tardes. Es también un emplazamiento
producto de algún exordio nuncupativo a Júpiter pues los romanos sabían donde
alzar sus piedras y prueba de ello es que en todos los lugares elegidos por
ellos uno se siente siempre a gusto. Eran los arva o campos. En este emplazamiento mágico y magnífico se
establecieron los cistercienses. Era el primer monasterio de las Monas o Nonas,
nueve en total que abrían el paso a los límites astures como un cordón de
oración y de trabajo. Fue una de las fundaciones más antiguas de los bernardos.
El sitio le encantaba a Menéndez y Pidal, oriundo de Pajares, y todos los
veranos se perdía por aquí.
Pero
de estos extremos, así como de otros, sobre qué hacíamos tres sexagenarios
locos embarcados en la aventura del Jacobeo así como de quien eran mis
misteriosos acompañantes, un cura corito al que le habían quitado las letras
dimisorias por darle al cristal y un diacono ruso que no sabemos de donde había
salido se lo contaré en la próxima entrega, si Dios me guarda una semaneja más
de vida, sobre mis andanzas por el camino de Santiago, y si vuesas mercedes me
dan gracia y un poquito de su paciencia. Por el momento, vale. De regreso
saludo a mis lectores que a buen seguro no me habrán echado de menos pero de
algo hay que morir y algo habrá que escribir y más se perdió en Cuba y
regresaron cantando. Vueltos a la faena,
la verdad es que te añoraba, Madrid, que ya no te quedas sin gente sino más
llena a rebosar. Pues antes que te olvide, Virgen de Atocha, se secará la
fuente de la alcachofa, que decía Luis
Candelas que tampoco vivir muy lejos de
-Viene
usted hoy de una euforia que lo tira.
-
Pues sí la verdad es que no me puedo quejar de la vida. Parezco un buque de guerra desplegando el
pabellón de combate.
-
Hombre, no creo que esto sea la guerra
EL DEAN DE
COMPOSTELA Y EL ROBO DEL CALIXTINO
Don José María Díez Fernández,
cuando yo lo conocí de prefecto en el seminario diocesano de segoviano era un
rubiales hermosa cabellera lisa y pelo casi de mazorca misacantano prefecto del
Mayor que usaba sotanas caras de cachemir las que cosía Zurita sastre
eclesiástico de Valladolid y se paseaba por los Tránsitos luciendo un breviario
de piel con cantos dorados. Le llamábamos el Gallego y nos hacía mucha gracia
su acento sobre todo cuando en las pláticas de fin de mes nos ponía en
antecedentes de los riesgos que se corrían con las amistades particulares una
plaga en aquellos internados endogámicos y con todas nuestras hormonas en
ebullición cierto que queríamos ser santos y dignos ministros de la iglesia
pero, si el alma intentaba planear hacia las alturas, al cuerpo le tiraba el
fango: hay que distinguir entre amigos amigotes amiguetes y amiguiños.
Tenía un sentido del humor galaico y una mirada que calaba detrás de las gafas
de montura de oro. Una eminencia en teología, en cánones. Pero sobre todo se
sabía bien la historia de
-¿Y por qué non lo fizo, don
Verumtamen?
-Prestabanme las mozas por
aquel entonces.
-Acabáramos.
-A la vejez viruelas
-Hay en todo este negocio
del robo del Calixtino algo muy raro.
-Desde luego. Parece más que
una trama policíaca, algo gnóstico. Ya sabe usted, don Quosquetamdem, que
Santiago es el hito de los caminos de la cristiandad cuando se cerró Jerusalén
y Aladino expulsó a los cruzados. Ahora los de
-En verdad le digo que nunca
vi pasar por estos caminos del Reguerín donde usted y yo hablamos tanto romero.
Llegan de todas las partes sobre todo de Alemania y de Centro Europa buscan la
estrella, la luz del Oeste.
-Pero el diablo en todo mete
el rabo, y en todo se entromete y es por eso por lo que han robado el
Calixtino, un acto terrorista más en este caso contra la cultura de la
masonería.
-Pero al final Cristo
vencerá. Non vos preocupad.
-Eso es lo que le decía a
usted el gallego cuando le veía triste por el seminario cuando se meaba en la
cama.
-A José Maria Díez yo te
mando un abrazo. Que luzca siempre esa insignia de la cruz roja sobre el pecho.
-Una cruz que es como una
daga.
-Desde luego la letra con la
sangre entra. No hay que confundir el culo con las témporas y nada de ñoñerías.
Cae la tarde sobre el
Reguerín. Al otro lado del valle suenan estampidos de los primeros voladores de
la fiesta. Las olas espuman agua mansa sobre los cantiles y un ruiseñor oculto
en la sebe despide al día con un sol melancólico que acaricia los ojos y dora
de rayos oblicuos los campos. El pájaro melifluo se entrega a su tonada en
latín en honor del patrono de España:
Defensor
almae Hispaniae
Jacobe,
hostium
Tonitrui
quem Filius Dei
Vocavit
filium.(oh Santiago apóstol, defensor de la patria hispana contra sus
enemigos, al que el hijo de dios llamó el hijo del trueno)
Aquí en Asturias se siente
más que en ningún otro lado la presencia y el “iuvamen” del Hijo del Trueno.
Posdata: luego se
descubrió que el ladrón de la joya bibliográfica era uno de los electricistas
al servicio de la catedral, vecino del mismo Compostela el cual abusando de la
confianza del cabildo, se llevaba el dinero de las colectas, esquilmaba los
cepillos con las limosnas de los peregrinos y dijo barbaridades y calumnias de
su mentor y protector, nuestro querido don José María nuestro prefecto de
estudios en el seminario de Segovia Miércoles, 07 de marzo de 2012
Muy ilustre Sr. Deán,
Catedral de Santiago de Compostela,
D. JOSÉ MARÍA Díez Fernández.
Plaza del Obradoiro
16705
COMPOSTELA,
(Coruña)
Mi querido don José María:
Me tomo la licencia de remitirle mis dos
libros Seminario vacío y Franco y Sefarad un amor secreto. Fui
alumno suyo en Segovia y me consta lo mucho que Vd. amó a aquella tierra como
nosotros le queremos a usted. Para mí fue uno de los maestros que más
influyeron sobre todo en aquellas clases de historia. Sé lo mucho que habrá
padecido con ese asunto del robo del libro (tribulaciones que manda el Señor
para probarnos) por el bien, la verdad y la justicia, pues he sido archivero y
reconozco lo mucho que se sufre cuando algún ladrón mete la mano en un tesoro
tan grande como el Calixtino.
También he sido periodista de
Las logias- estamos en lo de siempre- con
sus maestres y contramaestres, sus consignas y planchas hacen trizas de su
memoria. Sé que usted conoce bien el tema porque publicó, años ha, un texto
inédito de Quevedo contra Iudeos. En
este libro mío sobre el Caudillo me pregunto si
Y otro punto que toco es que nosotros
fuimos hechura de
De sus pláticas interesantísimas guardo un
grato recuerdo, aunque fuese un prefecto estricto; nos tenía que desasnar,
veníamos con el pelo de la dehesa) porque es usted don Josémari un gran orador
y profundo escritor saqueé la conclusión de que ser cristiano no es un problema
de bragueta y con cierta sátira dejo caer la idea a lo largo de mi Seminario
Vacío que he tenido que publicar a mis expensas, pero ya conoce usted el
panorama porque ha conocido sobre sus carnes la calumnia y la protervia de los
nuevos amos del mundo que manejan los círculos de la información.
Soy un proscrito como periodista y escritor
y preterido. Nunca fue la libertad de conciencia tan manipulada y controlada
como ahora. Me aflige y es una idea que expongo en mi novela el silencio de
aquellos que debieran dar un paso al frente y decir adsum. Usted no pertenece al cupo ni de los liberticidas
ni de los apostatas.
Sé
lo que es un poco el silencio de Dios y por eso redacté estas humildes
cuartillas que espero que no sean materia de escándalo para usted sacerdote de
Cristo y deán nada menos que de Compostela. Nadie ha llegado tan alto entre
nosotros. Estoy seguro de que el apóstol hará un milagro y el preciosísimo
texto. Usted no se atormente, señor deán, mi querido maestro, eran unos
profesionales y ninguna culpa tenía el archivero sino ciertas gentes aleves que
anda por el mundo.
Le abraza en Xto. y le da las gracias con
todo mi afecto y respeto en recuerdo de aquellos viejos tiempos. Le rogaría que
si me hace la merced de leer ambos libros me diga su opinión, aunque sea
adversa y aunque me excomulgue. Yo soy un hombre casado con dos matrimonios y
cinco hijos todos arriba pero me gustaría morir en un convento o monasterio y
ser ordenado al menos de diácono para cantar
Suyo s. s. s.
APARECE
EL CODICE CALIXTINO INTACTO. ASI LO HABIAMOS ANUNCIADO. UN MILAGRO DEL APOSTOL
Albricias
y loado sea Jesucristo. Al fin apareció sin magulladura alguna el precioso
códice Calixtino. Ya lo adelantábamos en este blog. Ha habido mucha gente en el
mundo que rezaba por su recuperación. Un hecho milagroso a mi juicio y entre
ellos me encontraba yo que soy amigo y discípulo del señor deán don José M Diez
Fernández. Recé con ganas y se lo pedí con ansias a
Me
consta que el señor deán de Santiago ha pasado un calvario pero los que
conocemos a este asturiano de Coaña radicado en Galicia donde lo llevaron sus
padres cuando era niño es varón recio y con presencia de ánimo. Bendito sea
Dios. Los ladrones del códice del medievo han sido la incultura en que vivimos
y el desconocimiento de nuestra historia patria que ha sido suprimida por
decreto de nuestros manuales. Y en ese cupo entran muchos periodistas y campaneros
del sistema, pero se ha visto que hay una España que sigue incólume que trabaja
como los policías, los médicos, los enfermeros y algunos escritores y
periodistas a los que se nos veda el acceso a los rotativos y a las editoriales
de tronío. Ellos son la cáscara y nosotros el meollo
Estaba en manos del electricista del templo,
un mangante desaprensivo y medio loco al que la cabeza no le rige y que fue
beneficiario de la caridad del señor deán al que pagó sus favores con una
terrible e inexplicable venganza. Contumelia y calumnia contra su benefactor
fueron la moneda con que pagó los beneficios y exceso de confianza con que le
trató el canónigo e insigne escriturista.
La reaparición ha ocurrido vísperas de la
fiesta del Apóstol Santiago, un hecho milagroso, insisto que nos anima a los
que padecemos persecución por la justicia y tribulación a perseverar en la
demanda. Las puertas del infierno no prevalecerán, oh roca sagrada de Israel,
España, ten fuerte.
Dos
advertencias a la prensa laica que no para de decir tonterías- leo el Mundo que
hace una entrevista a Eric el Belga- el mayor ladrón de nuestro patrimonio que
expolió nuestras iglesias desde décadas, no se debiera dar cancha a los
delincuentes y a los ex terroristas y un terrorista de nuestro acervo patrimonial
es este tío que vive tan ricamente en Málaga- acusando a la iglesia
compostelana de no haber tomado medidas de seguridad. Eso es falso. Ruge la
marabunta. Los enemigos de la fe no pierden ripio a la hora de atacar a
El
electricista furtivo pagó de esa manera sus favores de una forma desaprensiva y
criminal que a punto estuvo de ocasionarle la muerte al buen canónigo, piadoso
y caritativo sacerdote, un sabio – como explicamos aquí- al que puede su bondad
y su campechanía. Nació en Galicia pero es un asturiano cabal por su generosa
forma de ser y así lo corroboran los que le conocemos de antaño. Mis
felicitaciones a todos.
Santiago cierra a España. Que gran noticia en
estos tiempos de crisis. No perdamos la esperanza. Enhorabuena, don José Mari,
y que el señor deán descanse. Pido a dios que haya acabado la campaña de
desprestigio y persecución contra su persona. La cosa viene de lejos como
apuntábamos arriba. Estas tempestades no surgen por generación espontánea,
tienen un origen, una causa en la perfidia diabólica de “los de siempre”.
06/07/2012
15:44
CAE
Tal
haya el que tal hizo. Publico mi tercer libro en www.manuscritos.com. Pueden encontrarlo
en
Desengañarte he, engreído,
que no eres más que mierda. Vienes al mundo entre sudores y flujos vaginales y
te vas por la misma puerta. Te pasas la vida metiendo ruido y haces pedorretas
a través de los ocho orificios que tiene
nuestro cuerpo. Viento anal y bomba fétida. Después, ceniza eres y la nada te
corteja. Eres polvo y del polvo vienes y al polvo regresas.
Es justo lo que dijo Shakespeare y Faulkner en El
Viento y
Huélgame de mujer chica,
breve sermón, cama pequeña y corta ración
Poco sabemos de los humildes orígenes de uno de los
grandes de
BULGAKOV Y EL APOCALIPSIS.
¿Cómo
será el fin de los tiempos? ¿Quién será el anticristo… una persona real o un
sistema político?
Ucrania
la tierra feraz donde los arados se hundían en un suelo de labranza de las
tierras negras hasta tres metros de profundidad, el granero de Europa, y todo
ese légamo de civilización que arrastra sus dos grandes ríos el Don y el
Dnieper hacia Kiev, la santa, la madre de las ciudades rusas, con la gran cruz
de san Vladimiro presidiendo la bocana, va a acabar en la catástrofe de
Chernobil que parece anunciar y presentir en su gran novela la guardia blanca Mixail Bulgakov casi
un heraldo del fin de los tiempos. Era la guardia blanca un cuerpo de elite,
del regimiento Preobrayenski encargada de la custodia personal del zar. Este
libro en su planteamiento coincide con lo que dice Bertrand Russel cuando en
1918 visita
La tierra feraz se transforma en feroz erial.
Se secan las fuentes, resucitan los gigantes, cunde el desamor, las costumbres
se corrompen. Arden los bosques... toda Rusia era un incendio aquel verano de
1918 el año que se desarrolla esta novela.
A lo largo de sus capítulos se escucha el
tintineo de las espuelas de los cosacos que se cuadran ante su atamán y el
repique-canto-metálico de los teléfonos móviles (un presentimiento atisbando el
futuro) la irrupción de los bustos parlantes que se entregan a una vacarme o
borrachera de letanías insufribles para contar la actualidad con una
sonrisa mefistofélica en sus rostros,
perfectamente atildados, la cara lavada, y de una gélida belleza, pero el alma
negra, insensible al dolor ajeno. Son las musas de la democracia, que fungen y
fingen cual grandes representantes del sistema, anunciando a todos:
-
Habéis de pasar por el aro, besareis mi látigo.
Y
todo eso sin descomponer el gesto de hombres-anuncio y la mirada azul de las
nuevas sibilas de la tele.
Las
sibilas vuelven y es un mundo sibilino
de grandes avances tecnológicos y de una gran pobreza espiritual,
dominado por las técnicas de la propaganda el que intuyeron los rusos que
vivieron o contaron aquellos días de octubre. Estamos ante una novela profética
que anuncia una nueva era con tres cuartos de siglo de anticipación.
Han
ganado los americanos, subraya un capitán artillero que aguarda el ataque de
los bolcheviques al edificio del Liceo donde los partidarios de la autocracia y
la ortodoxia se han hecho fuertes. Sin embargo el coronel que manda la posición
a la vista de la inferioridad numérica ordena izar bandera blanca.
Suenan los gritos de traición… traición pero
nadie se atreve a desobedecer los hechos consumados. No se puede hacer nada.
Rompan filas.
Se deshace la guardia blanca y los cadetes, el
oficial de dragones, los húsares y los alanos se vuelven a casa con sus botas
bruñidas las espuelas de plata, el sable reluciente y el dolman impecable
terciado sobre las charreteras. Todo eso ya no sirve para nada. Después de
rendirse los coraceros piden vodka para mitigar los efectos del clima bajo cero
y se entregan a una orgía pero no hay aguardiente en el mundo que pueda aplacar
las heridas del alma congelada. Alcohol y sexo, polizontes de una organización
secreta vigilando al ciudadano, que dejó de ser persona para convertirse en
tornillo del gran engranaje y una patulea de jueces para la democracia al servicio
del poder establecido. Los corazones sangran pero la gente acobardada se vuelve
insensible.
Es la debacle. Es el fin de una era. Sin
caballería las guerras ni son guerras ni son nada. No se escucha el grito de
alarma de los botasillas del escuadrón. Se acabó el honor, la nobleza, las
maneras exquisitas y ese concepto de castas que permitió concebir la existencia
desde un punto de vista estético. Se acabó la literatura. Lo que viene es la
lucha de clases, la vulgaridad, el encefalograma plano.
Llegan
los sindiós que traen sus propios profetas, sus escritores, sus panegiristas y
publicistas. El materialismo dialéctico de Marx que permitió por lo menos la
educación de las clases más desfavorecidas abocará al materialismo de los
globalizadotes donde el ser humano no es más que un número, una unidad de
consumo bajo el control de la red de redes.
En definitiva Bulgakov nos vaticina un mundo
feliz, al igual que los grandes utopistas ingleses, pero insufrible. Un judío
que es pillado con las manos en el cajón durante un progrom le ruega a un húsar
que ha desenvainado la espada todo el dinero… te lo daré todo, le dice el reo,
esto será tuyo, y le señala la caja de caudales, si me perdonas la vida. Gracia
denegada. El ulano hunde su sable en el cuello del rabino y le corta la cabeza.
El rabí muere mártir de la causa invocando a Yahvé. Una acción de guerra se
transforma en una teología, la del holocausto, que sustituye a la redención
cristiana.
Chema Israel pero tenemos que ajustar cuentas
mientras los caballos del Apocalipsis galopan por las riberas del Dnieper. Se
terminó aquel mundo que creíamos mejor. Rompan filas, sálvese el que pueda. El
santo y seña del final de los tiempos es que la caridad se enfría, las palabras
ya no significan lo que significaban antes. Flotamos en el vacío y la
inseguridad nos descarría, nos transforma en verdugos siendo en realidad
víctimas.
No
hay canon ni medida. Se hunde la barca de Piotr mientras los bateleros del
Volga reman, saludando con el sombrero cocidos de vodka al que ha de venir que
les observa desde la orilla. Este es Petliura. ¿Quien es Potliura? Es Bandera
el cabecilla nazi que se ha puesto de actualidad ahora en
Se narra mediante el oído no mediante la vista y por
esto mismo la novela tiene un aire musical más que fotográfico. La trama no es
lineal y el estilo participa de la velocidad y contundencia de la vida actual.
La
“guardia blanca” es narración de muchas preguntas sin respuesta en esta novela
de guerra antimilitarista donde se ridiculiza a los prusianos y a los estados
mayores. No hay combates ni escenas de guerra. Sólo se escucha el estampido, lejano,
de los cañones y se anuncia que el nuevo orden entrará con sangre y en medio de
grandes estertores. Verdún significará una nueva catástrofe para Rusia la
dejarán sola sus aliados a merced de la gran conjura de los impíos.
El asesinato del zar será el epílogo a una
historia trágica de furores. El hombre de las patillas largas- Trotsky- se
atusa los bigotes tiene una gran cabeza y proclama la revolución permanente.
Nuevos dolores y convulsiones para el pueblo ruso. Los cielos refulgen con la
estrella roja de los comisarios y el ángel de la muerte escribe sobre las nubes
negras el número de la bestia: 666, el anosmié
lo innombrable.
En
medio del caos se abren camino muchas traiciones, ejecuciones sumarias,
deportaciones en masa. Los alemanes dejarán a los blancos de Ucrania a merced
de los bolcheviques. Bulgakov les llama felones.
Cunde
el desamor y el relato de las vencidas mujeres violadas, campesinos arrojados
de su tierra y por todos los dominios del zar se esparce la enfermedad rosa: la
sífilis, como un flagelo bíblico. El autor era médico especialista en venéreas
y el relato que hace de la enfermedad es puntual. Aparecen unas pústulas en las
ingles (chancro) manchas de color rosa en la epidermis, después subseguirá la
ceguera y la artrosis si no se ataja la epidemia con inyecciones de
permanganato. Fue la enfermedad que sacude a Europa en los años 20.
Dios
no escucha, se encuentra remoto muy a gusto
lejos de la humanidad que sufre rodeado de una escolta de ángeles en el
paraíso. En uno de los pasajes, sin embargo, aparece un pope que predica contra
la desesperación. Es la desesperanza el mayor de los pecados a ojos del
Altísimo puesto que viene impregnado de la soberbia satánica y sólo pueden
desesperarse los condenados del infierno. No conocéis sus misteriosos
designios, se lamenta el padre Vladimiro puesto que el corazón de Dios es
fuente de toda misericordia. El dolor y el sufrimiento colectivo tienen un
carácter expiatorio y abrirán las puertas de la purificación. Este sermón, que
recuerda el discurso del padre Zosimo de Dostoievski, pone una nota de claridad
esperanzada en medio de la niebla de pesimismo de todo el relato; 1918 fue un
tiempo de tinieblas y su mes de diciembre fue el más perverso en fríos y en
crueldades humanas durante siglos.
Desde
luego, se acabó la literatura, todo concepto de honor y de estética es
pisoteado para dejar paso al lucro, la especulación, los bancos, el gnomo de
Zurich corredor de bolsa acude a la llamada y en todos los garitos se mira para
las evoluciones del índice Dow Jones. A los periodistas les han convertidos en
sus lacayos y hablan con un bozal o por boca de ganso. Mucha gente irá a la
cárcel o será marginad por pensar por su cuenta, nos profetiza Bulgakov. Ya se
escuchan las pisadas del ángel del Apocalipsis. La idea central del libro es
que hubo una conspiración universal para acabar con la ortodoxia proyectada
desde el odio a la cruz misericordiosa, una conjura que es tramada por los que
son siempre los mismos, los apóstoles del odio y la revancha pero al final
vencerá el amor. El autor del Diablo y
Margarita era uno de los autores preferidos de Stalin hasta que perdió el
favor. Bulgakov muere en Moscú en un bombardeo de los alemanes a los que tanto
despreciara en 1942. ¿Fue ello una corazonada?
SEGOVIA MISTERIOSA
Habiendo
transcurrido mucho tiempo de aquel
suceso, cuando veo caer las hojas de los arces y de la sófora plantada por mí
mano, me acuerdo de todo lo acontecido aquella noche como si fuera hoy mismo.
Sálvame oh Dios y ten piedad. Los árboles de mi barriada se desnudan de su
polisón bajo el sol del veranito de san Miguel y las mañanas son claras en este
dulce septiembre cuando las plantas dieron su fruto y granzón del año nueve. En
Asturias fue una cosecha buena de manzana y
Las
hojas del jardín-acabo de cortarles las ramas supernumerarias de las
madreselvas con una cizalla eléctrica, ¡ah si mi abuelo Benjamín levantase la
cabeza y viera estos inventos, él que fue un labrador segoviano de hoz y de
zoqueta e iba a binar las viñas cojeando por su pata reumática!- y ya es otoño
tiempo de plenitud. Se acerca octubre. El día uno se cumplirá 54 años en que yo
iba detrás de un maletero con gorra de plato de maletero jurado
y con chapa por las calles de Segovia. Ingresaba en el seminario.
Querían hacerme cura.
Subimos por la canaleja. En un nicho en plena
muralla nos dio los buenos días una virgen románica y yo iba detrás del de la
carretilla. Manolo que portaba mi baúl recién comprado y cuyos herrajes
relucían como el oro y la ropa dentro olía a nuevo toda recién comprada por mi
madre y repasada por mi tía Dominica. Todos me decían que tenía que ser bueno y
comerme los libros y que esperaban la hora de mi cante misa, que abandonaba el
siglo, pero no llegué a los extremos de Calixto
Priscos uno de mi pueblo al que después de una misión que dieron los
pasionistas decidió irse a los frailes. Fue a despedirse del personal. A por la
gala. Quien le regalaba unos huevos. Quien un choricillo. Quien le daba dos
pesetas. Fue a despedirse muy compungido
en la creencia de que no regresaría al pueblo jamás pues tenía intenciones de
irse al Congo de misionero.
-Bueno,
tía Polonia. Ya hasta el Valle de Josafat que nos volvamos a ver.
-Pues
¿cómo hijo? Eso es el día del juicio final. ¿Es que no piensas volver al
pueblo?
Calixto
Priscos dijo sentencioso.
-No.
-Abandono
el mundo, sus pompas y sus vanidades, señora Polonia.
-Muy
fuerte te dio, muchacho.
-Sí
para ganar la gloria y sacrificarse. Hacer penitencias y todas esas cosas que
nos decía el cura y que no cumplíamos pues somos pecadores.
-¡Ay
pecadora de mí! ¿Y qué te doy de gala?
-Lo
que le parezca bien. El camino es largo hasta el convento y vamos en mulo.
-Bueno
pues aquí tienes una chicharronada que acabo de cocer. Para que te la comas
cuando pases por cercas del río Botijas que allí siempre que voy al Lenar a
visitar a la Virgen me da hambre.
-Como
usted guste. Y lo dicho hasta que nos veamos en el cielo. Allí a gozar y cantar
salmos por toda la eternidad. Ya sabe que el que quiere algo le cuesta.
-Muy
bien hijo me pareces que tienes vocación. Espero que en la otra vida no nos
aburramos de tanto cantar salmos.
-No,
señora, seremos espíritus puros
Pero
el bueno de Calixto a los quince días estaba de vuelta en Valdebriga. La tía Piquilaya que le había regalado una gallina se
mostró muy sorprendida.
-Hombre,
Calixto, ¿tú por acá? Tan pronto. Pues nos decías que hasta el Valle de
Josafat. ¿Qué pasó?
-No
me probaba, tía Piquilaya.
-Anda
demonio. Y no me vuelvas a llamar tía Piquilaya que yo me llamo tía María.
-Pues
vale, tía María.
Yo
no sabría a puntualizar a ciencia cierta qué hecho desencadenante motivó mi
llamada al sacerdocio. Tal vez fueran aquellas confesiones torturantes con el
fraile jerónimo después de haberle visto las bragas a May mi vecina o si sería
por ferias cuando un arcipreste que andaba por ahí desterrado por los pueblos
de la iglesia porque había tenido un lío con una moza a la que sacó palante por
dos veces y me dijo hazte cura que se vive muy bien. Mira yo. Digo mi misa y
todos los días a cazar y a pescar, no paro. Mis feligreses son muy buenos las
feligresas sobre todo. Hemos formado un coro y tenemos un club parroquial y
echamos cine los domingos. Además los curas somos siempre un seguro de vida
para los padres cuando se hacen mayores a la vejez. Yo los tengo conmigo a una
hermana y una sobrina. Casi somos familia numerosa. El cura aquel se llamaba
don –Evaristo y era amigo de mi padre con el que había estado en guerra. Era un
tipo muy sano que se fumaba sus buenos puros y no se andaba con remilgos. Pero
lo que creo que me empujó al seminario fue una película que echaron en los
claretianos que creo que se llamaba Siguiendo Mi Camino y trabajaba Bin
Crossby. O puede ser que también influyera mi carácter introvertido, mi amor a
mis libros y sobre todo a las ceremonias litúrgicas de cuando era monago en la
catedral. Más adelante lo explicaré.
Están
cayendo las hojas de este otoño y qué lejos están aquesas primaveras del 55 y
no me rindo sigo siendo un idealista. Caen las hojas de la acacia de mi jardín.
Una a una dos a dos y musitan una canción al caer:
-Púdrete
grano que mañana serás espiga.
El
mundo sigue su rumbo imparable y en la historia como vengo diciendo no cabe
marcha atrás. Los acontecimientos nos desbordan. Carecen de lógica o no hay un
diseño establecido. Pero debemos ser optimistas y confiar en Dios. Ese pipo de
melocotón o de durazno que ahora arrojamos al desgaire sobre la cerca dentro de
un tiempo será un frutal frondoso. Es la estela que dejan detrás los hombres:
un árbol, un libro, a lo mejor un hijo.
Hoy
devano recuerdos, drago mi memoria y en el flahback del tercer ojo de la
imaginación regreso a aquel paraninfo en aquella noche del velatorio del pobre
Pénjamo que paz descanse. Miro para los altos techos de la ataujía del
artesonado mudéjar (Segovia puede que fuese una ciudad judía, también morisa y
gótica hasta las cachas. En el siglo XIII todos se convirtieron con su rabino
durante las luchas dinásticas de los últimos reinados de los Trastámara cuando
en Castilla eran preponderantes pero también fue significativa la aportación árabe
con sus alarifes y huertanos; bajo el reinado de Enrique IV había en el alcázar
una guardia mora y el propio rey se sentaba a la morisca y sabía leer en letra
cúfica, escuchando con gusto la música de adufes, laúdes y chirimías; cierto
que tuvo algunos detractores que le llamaban impotente pero en esta ciudad al
hermano de Isabela lo queremos mucho) y parece que contemplo aquella decoración
de roleos en los bordes con carreras de ninfas que saludaban a Afrodita
saliendo del baño (Anadiodema) como si el artista hubiera querido realizar un
recorrido por toda la mitología.
Trato
de leer aquellas grafías latinas bajo las escenas cinegéticas de Diana
Cazadora, de Nabia para los vacceos, de la Venus desnuda surgiendo del amor de
una ola, como si fuera de la costilla de Adán, según la Biblia. Desde entonces
soy del convencimiento de que el cristianismo no se produce por generación
espontáneo sino que es el resultado de unos hechos y creencias antiguas. Los
héroes del Olimpo se convertirían en nombres del santoral cristiano. Hércules
es san Jorge. Hermes Trismegisto ampara y explica en cierto modo el dogma
trinitario. Atlas se convierte en san Cristóbal, Esculapio en san Nicolás y así
sucesivamente. Venimos del griego- Cristo era un judío helenizante de origen esenio-
del latín, esa lengua maravillosa, y del hebreo. Estas tres raíces conforman el
mundo occidental mírese por donde se mire. Con todo la memoria de Israel
pervive en mi Segovia. No me llamen antisemita porque digo la verdad como el
profeta Jeremías.
En
estas representaciones la ninfas de vestes etéreas que el dios Neptuno las puso
en el mundo soplándolas por la boca sostenían en sus manos vagorosas cuatro
camafeos sitos en la mitad de cada ángulo del paralelepípedo. El modillón del
norte efigiaza a Luís Vives. Al sur había un retrato de los Reyes Católicos, al
este el de Francisco de Vergara helenista de Alcalá y que fue maestro de
latinidad en aquel centro. Era amigo del doctor Laguna otro segoviano ilustre y
que fue perseguido por la Inquisición a causa de sus ideas erasmistas.
Completaba la lista el rostro de Laínez el gesto adusto irónico y como
sorprendido. Debajo y entre hojas de laureles se leía el epígrafe de la
compañía: AMDG. En el de Vives con una gran gorra de visera cubriendo su cabeza
se leía “Vives semper vivas”.
El
camafeo de los Reyes Católicos era el que tenía más arrequives más hojas de
roble y de laurel alrededor. Bajo el águila explayada ponía “ex pluribus unum”
y el “tanto monta” que eligieron los norteamericanos como divisa de su republica
federal, sólo que en su lema imperial hay una particularidad, la del águila
calva de las Rocosas, la española es sólo águila caudal o de San Juan
desplegando un pico enorme y fuertes garras como para levantar a estos reinos
hacia las estrellas. Plus ultra. Luego estaban también el yugo y las flechas
que nada tienen que ver con el fascismo como consideran algunos lerdos. Son
simplemente las flechas del poderío y el yugo de la labor.
En
esta pared estaba escrito la historia y esbozado los sueños de nuestros
ideales. “Sic vos non vobis” ponía en el lema del doctor Vergara. De este modo
el cuadrado se incorporaba al círculo; es más: lo probaba en demostración empírica.
Lo cóncavo y lo convexo se juntaba. Era toda una parenética de la perfección o
sermón pronunciado no con la voz sino pintado al pastel. “Sic ad astra”. El
lema apuntaba hacia lo alto, buscad la perfección, caminar pisando los luceros
de la excelencia. Por ese camino se va a las estrellas. Y es a lo que
aspirábamos al citius fortius altius. Algunos se estrellaron o nos estrellamos
no cabe duda pero no hay que achacarlo a nuestros maestros que nos dieron lo
mejor que tenían sino que nosotros éramos imperfectos y no dábamos más de sí. Y
aquí hay que traer a colación la tan manida frase orteguiana de que el hombre
es el hombre y su circunstancia.
La
búsqueda de la excelencia, la aspiración a todo lo noble, la ruta de la
perfección mediante la renuncia y la abnegación cristiana, la doma de la
voluntad, el control de las pasiones: la lengua, el vientre, la ira y la
lujuria. El rector que no daba puntada sin hilo nos decía que aquellas ninfas
descocadas representaban a los siete pecados capitales. Éramos de barro y
querrían hacer de nosotros superhombres. Pero el padre Cabezas le contradecía.
-Esas
señoritas, señor rector, son las nueve musas: Melpómene, Terpsícore, la teatral
Talía, Polimnia, Urato, Erato, Euterpe, Clío y Caliope que es la más bella de
todas.
El
profesor Cabezas aunque era de ciencias sabía también lo suyo y daba gusto
escucharle sobre todo cuando no estaba cabreado porque no nos entraban los
logaritmos ni eso de los números primos. Sin embargo apuntaba un detalle que
toda esta mitología de Venus Anadiodema, Diana, Neptuno, las Nueve Musas
parecen estar corriendo por la pared y parece que van al encuentro del cristo
de los ojos bajos que constituía el epicentro de toda la representación
pictórica. La precisión del matemático me pareció sumamente importante y no he
dejado de cavilar a lo largo de los años. El Verbo humanado es el epicentro de
todo lo que acontece y que la cruz seguirá presidiendo el horizonte de todos
los siglos y nadie la podrá arrancar ni derribar. Pero venimos de los griegos
los latinos y de la Biblia y estos tres polígonos basan el Nuevo Testamento. Mi
carga es ligera y mi yugo es suave. Desde aquel crucifijo que pendía sobre el
baldaquín de damasco que amparaba el sitial donde se sentaba el obispo nos
ligaba al pasado clásico y nos invitaba al futuro y a la modernidad pero sin
renunciar a la tradición porque sería destruir el molde en el que nos vaciaron
a los europeos.
Nuestro
profesor de literatura, otro gran hombre y otro sabio, don Tirso al que
llamaban Coramvobis no se cansaba de insistir en este punto y parecía entrar en
éxtasis cuando explicaba a Cicerón, escaneaba los espondeos de Virgilio y nos
familiarizaba con Eneas, con el gallo a Esculapio y hacia que aprendiéramos las
cinco declinaciones, las conjugaciones, los ablativos absolutos, los verbos
irregulares y nos ponía tareas, un párrafo o pensum que teníamos que memorizar
y soltarlo en clase. Ahora mismo todavía me acuerdo porque lo que pronto se
aprende tarde se olvida y decía así:
“Flumen est Arar, quod per fines Aeduorum et
Sequanorum in Rhodaum influit incredibili lenitate ita ut oculis, in utram
partem fluat, judicari non possit” (el río es el Saona que en las fronteras de
lose eduos y los secuanos con lentitud increíble desemboca en el Rodano de
manera que no se puede decir a simple vista qué río es el principal y cual el
afluente)
Por
aquella traducción algo libre Coramvobis me puso un diez. Nunca se lo
agradecerá bastante aquel canónigo gordo y ágil que venía al estrado siempre
deprisa y llegaba cinco minutos más tardes a veces oliendo un poco a anís, pues
incentivó un amor al Latín que sigue vigente en mí hasta el día de hoy. Dios
tenga en su morada a aquel buen sacerdote.
CORRESPONDENCIA
ENTRE MENÉNDEZ Y PELAYO Y JUAN VALERA
Desde 1877 hasta 1905 Juan Valera y Marcelino Menéndez y Pelayo sostienen una nutrida e
intensa correspondencia que es paradigma del género epistolar, casi único en su
género, precisamente en un país donde no abunda la categoría memorialista. El
español es grafómano por excelencia pero no muy dado a las expansiones de esta
índole aunque aquí los mozos escriben copiosas cartas de amor de las que
alcanzada edad provecta se arrepienten y cuando regresan a estas cartas
olvidadas que duermen en un cajón piensen para su capote: “caray las chorradas
que escribía yo entonces pero no era yo; guiaba mi pluma mi corazón enamorado u
otro afán”.
Estos escritos, rara avis en las letras castellanas, intercambio intelectual entre dos
autores próceres, son un testimonio inapreciable para conocer una época
singular en la historia del parlamentarismo
y de la democracia española como fue el tiempo de
Interesante en todo este intercambio epistolar es
la parte corográfica. Valera hace confidencias a su comunicante acerca de todos
los lugares a los que visita. Presidió las legaciones diplomáticas de Su
Majestad en Lisboa, Washington, Bruselas y Viena. Incomprensiblemente faltan en
estas relaciones todo lo concerniente a San Petersburgo donde él también fue
embajador. Sus impresiones sobre dichas ciudades y sus moradores no tienen
desperdicio.
Por ejemplo los portugueses son para él españoles
descastados que renunciaron a su iberismo en aras de un secular vasallaje a los
ingleses. La altanería lusitana le parece insoportable y nota cómo en
Washington las gentes salen a la puerta de las casas “para tomar el fresco
igual que en cualquier lugar de Andalucía o de
Mientras en Europa son importantes las elites
entre los gringos se escribe para las masas. Esta apreciación de don Juan
Valera me parece que tiene un gran interés y conserva plena actualidad.
En Bruselas el personal se aburre como una ostra y
se dedica a comer y a beber cerveza de alta graduación mientras connota cómo
Viena se convierte en una ciudad de suicidas cuando sopla el “Föhn”(viento terral de los Alpes).
Desde Madrid Menéndez y Pelayo, gran bibliófilo,
devorador de letra impresa, le encarga libros. Al propio tiempo le da cuenta de
sus progresos en la redacción de sus proyectos literarios que son por esa época bastante ambiciosos. También le
solicita cartas de recomendación para algún amigo que quiere opositar a
cátedras o aspira a algún sillón en
De singular interés son los juicios de valor de
don Marcelino sobre algunos aspectos de la vida literaria complutense dando
cuenta y razón de lo que se publica. Por esta correspondencia desfilan los
nombres de Palacio Valdés, escritor con gancho en aquel momento y que le parece
“demasiado realista”. Los dos temen a Clarín como crítico.
El egrabense no oculta su desaliento y la astenia
productiva. Ha dejado de escribir novelas y sólo redacta algunos cuentos. Se
queja al cumplir los 59 años de ser un
viejo. Le cansa leer y teme quedarse ciego. La temática de este carteo lleno de
enjundia tanto filosófica como informativa, puesto que ambos realizan un
estudio de época, es estrictamente estética. Uno y otro son hombres de ideas.
Pero rara vez mientan la política. Cabe notar que en la correspondencia datada
en 1898 no existe la menor referencia a la crisis de Cuba. La muerte de Canovas
es sólo objeto de unas breves líneas. El eminente estadística cayó asesinado
victima de un atentado terrorista en el balneario de Santa Águeda, Guipúzcoa,
el 7 de agosto de 1897. La bala del anarquista Angiolillo – por ese cabo
nuestra hoja de servicios no puede ser más dramática: la mayor parte de
nuestros primeros ministros no suele morir en la cama- fue el prólogo de
nuestra decadencia iniciada con la pérdida del último florón de las Antillas.
Sagasta, empecinado en la cuadratura del círculo,
hasta el último hombre y hasta la última peseta, se vio inerme y con las manos
atadas para lidiar con el gigante yanqui y sus maulas. La voladura del “Maine”
fue una impresionante maniobra política de auto golpe. De entonces hasta ahora
son expertos en la materia. El jingoísmo, los hechos consumados, las campanas
de Randolph Hearst que siguen sonando a media noche en las manos yertas y
universales de Ciudadano Kane. Estamos ante el caso de la trama de la novela de
Chesterton “El hombre que fue Jueves”. El ladrón he aquí que es el jefe de los
guardias. Y el inventor del terrorismo como arma política es el súper agente
secreto encargado de acabar con los maleantes con la dinamita a cuestas,
transformado en una especie de gendarme universal. Historias de involución. ¡Si
yo les pudiera contar!
En la época de las cesantías en este coloquio epistolar
a muchas leguas de distancia los abajofirmantes y derechohabientes del parnaso
español, dos auténticas plumas galanas, dos fueras de serie, se intercambian
letras de recomendación para cada uno de sus comilitones políticos. La
izquierda de don Juan y la “derecha” de don Marcelino se entienden bajo cuerda
y dialogan, un maravilloso ejemplo para los españolitos de 2004 que viven
tiempos tan crispados. Son dos elegantes que poco tienen que ver con la
canallesca. Cada uno posee un concepto de España y la ama a su manera.
Pese a la diferencia de edad y de inclinaciones un
tanto bohemias los dos debieron de compartir alguna que otra francachela. Ya
despunta por entonces las inclinaciones etílicas del santanderino que le habían
de conducir a la tumba. Todos sabemos que Menéndez y Pelayo fue un sabio de
vida bastante desarreglada. Libros, vino y mujeres fueron la norma de su
juventud. El cordobés, de bastante más edad, era de condiciones más áticas y
serenas pero en sus buenos tiempos debió de gustar de echarle alguna canita al
aire.
Frecuentaron un garito en la calle Barquillo por
nombre “
Todo indica que debió de ser un andaluz diserto y
culto, hombre de mundo, muy hábil y con muchas tablas que solía escaparse por
la tangente. En los vaivenes de los partidos turnantes supo nadar y guardar la
ropa hurtando el cuerpo a las diferentes crisis de gobierno que siempre le
encontraron a muchos kilómetros de distancia o con el charco de por medio. Eso
en España donde las relaciones personales se encabronan con tanta
facilidad es una ventaja de la cual sabe
sacar partido.
Tenía don de gentes. Era buen psicólogo pero en
Lisboa se siente abatidísimo. Percibe el fracaso de unidad de los pueblos
ibéricos detrás de los cuales se encuentra Inglaterra como muñidora de
conflictos. Como siempre. Por eso sus dictámenes antilusitanos son auténticos
veredictos: “Esta gente está archiperdida por haber renegado de su casta y por
ser ridículo arrendajo de los ingleses... Yo no quiero a Portugal sino
despoblada... el portugués es finchado, carrancudo y tieso”. ¿Qué le ocurrió al
autor de “Pepita Jiménez” en Portugal?
De todas formas estas cartas son un baremo para
estudiar su estado de ánimo. Parece ser que tenía un carácter depresivo. “Hoy
no estoy para nada-escribe- Soy el rigor de las desdichas”. Por el contrario,
su corresponsal en
Las averiguaciones del eminente polígrafo surten
resultados y las cajas aparecen y don Juan se los fumó a la salud de su
corresponsal desde el exilio dorado. En agradecimiento desde Lisboa remite a
don Marcelino una serie de tomos sobre la poesía de los hispano hebreos (el
tema judío le apasiona al autor de los “Heterodoxos”) que habrían de hacer las
delicias lectoras de un hombre como él
bibliópola empedernido y siempre a la caza de raros y de curiosos y que
llegaría a acumular una de las bibliotecas más surtidas del país.
Hay un cierto holismo, una interdependencia que
llega casi a la telepatía entre estas dos mentes privilegiadas, protagonistas
intelectuales de una de las épocas más interesantes de la historia de España.
Literariamente fue nuestro segundo siglo de Oro. Un faro de luz que alumbra un
mundo sumido en las tinieblas de las covachuelas y de los manguitos. Estas
cartas son el vivo reflejo de una amistad entrañable. Podemos conocer algunas
intimidades de uno y otro. Verbigracia, la esposa del diplomático era gastiza y
dada a los dispendios copiosos. Echa de menos las tertulias de Madrid y se
queja de su astenia productiva. Refiere la impresión que le causara la ciudad
de Washington con su moderna traza, las grandes avenidas. “Esto es como
Allí le sorprenden algunas desgracias familiares
como la muerte de su hijo Luisito a los 16 años. Menéndez y Pelayo le manda el
pésame al tiempo que le refiere que acaba de pronunciar una conferencia sobre
Raimundo Lulio. Asimismo, le envía un ejemplar de “
He aquí el juicio que emite don Marcelino sobre la
novela de Clarín que siempre le parece que vale más que Pereda: “ En él se
anuncia un grandioso novelista en medio de ciertas inexperiencias y rasgos de
mal gusto”. Ambos comunicantes hacen gala de su espíritu sodalicio pues
entonces los amigos lo eran para toda la vida pese a las divergencias
políticas.
En 1885 muere Alfonso XII y Menéndez y Pelayo dice que Verdaguer es el mayor poeta
de España aunque adolezca de un cierto victorhuguismo. Valera por su parte
manifiesta la ilusión que le hace el que “Pepita Jiménez” está ya en los
tórculos de un editor neoyorquino. Él será junto a Palacio Valdés uno de los
pocos autores españoles traducidos a ese idioma. Tanto a ingleses como
norteamericanos les merecemos poco crédito. Jamás nos hicieron caso y en todo
autor que es vertido – loor de enemigo – hay latente casi siempre una
intencionalidad política. A pesar de que aquí se ha escrito mucho y bien y
nuestra literatura sea quizá más interesante que la anglosajona y sólo
comparable a la rusa, escribe el gran escritor cordobés.
En 1886 don Juan es trasladado a Bruselas. Por
aquellos días es comidilla en los círculos literarios complutenses la decisión
del político español don Manuel Silvela
de publicar la obra completa de Sor María de Ágreda, amiga también por carta
del rey Felipe IV y autora de la “Mística Ciudad de Dios”, un bizantino y
prolijo tratado acerca de la vida de
Los dos quieren ser castizos sin sonar a arcaicos
y refutan el “absurdo regionalismo catalán” y están determinados a demostrar
que España después de Grecia, Inglaterra e Italia ha sido uno de los grandes países civilizadores del mundo. ¡Qué
gran verdad!
DE TAL PALO TAL ASTILLA. CENTENARIO DE JOSÉ MARÍA DE
PEREDA
Oiréis que se
dijo: “pueblo chico, infierno grande”. En parte toda la novelística de José
María de Pereda se centra sobre tal ocurrencia sin encontrar otra solución que
una huida hacia la naturaleza como remedio a las pequeñeces de la mente y el
humano sentir. Hay una colisión
irreparable entre el pensar grande y el párvulo vivir de nuestras existencias
cotidianas destinadas al fuego del fracaso o la pira del olvido. Y es que en
medio de un paisaje arcádico, donde se percibe a cada hora de sol o en las
mismas vigilias nocturnas con un pueblo acurrucado entre montañas bajo la luz
de la luna, y vigilado por cimas ciclópeas que se alzan como dioses
encaramados, hitos telúricos, deidades oscuras emanadas de lo más profundo de
la tierra, se desarrolla la acción de “De tal palo tal astilla”, un estudio
cabal de la hipocresía y una de las novelas de ambiente rural cargadas de
mensajería, invitando a la reflexión no sólo sobre el latido de las pasiones
del hombre decimonónico sino también de la condición humana de todas las
épocas, de suyo ruin. Pereda, en esta entrega, y de una tacada, realiza una
radiografía exhaustiva de la avaricia (don Sotero el usurero), el amor mojigato
y con intereses de Águeda, bella muchacha pero cargada de prejuicios, fruto de
la mala educación religiosa de la época. En la configuración de esta mentalidad
torcida tienen que ver mucho los curas, monjas y frailes. En cambio, uno de los
personajes más limpios y generosos que cruzan las páginas es Fernando, el hijo
de un médico volteriano al que apodan “Pateta” (referencia al pata de cabra o
sátiro con que la imaginación popular antigua representaba al diablo) y que se
enamora de la rica heredera, Águeda. Sin embargo, su pasión, en un ambiente de comidillas,
murmuraciones y habladurías de Valdecines, “habitado por gentes cristianas pero
maliciosas y suspicaces” de que el mozo
aspira a la mano de la rica legitimaria no tanto por amor como los
dineros de la hacienda. ¿Por qué me quieres, Andrés? Por el interés. El autor
nos mete de a hecho en medio de un ambiente cargado de maledicencia, de
segundas intenciones, que llega a resultar opresivo. Lo que son los pueblos.
Bastián, hijo fornecino de don Sotero, y que el hipócrita pretende casar con Águeda,
para quedarse él con la hijuela, vendría a representar, la fuerza bruta. La
escena del intento de violación por parte de Bastián abortada in medias res por
Macabeo que entra en la habitación donde la protagonista intenta zafarse de la
lascivia del bestia de Bastián implorando la ayuda de
9 de abril de
2002
RODRIGO ROYO ESCRIBIÓ
Destituyeron
a Pedrojota el director del Mundo you are fired baby vuelven los de
siempre con la misma frase y no es que me cayera bien el personaje al que he
puesto en berlina en estos papeles por su afán de protagonismo porque quería
ser una especie de Ciudadano Kane en estos cotarros editoriales y aquí el
ambiente es muy discretito y son habas contadas, luego esa pasión por el “scoop” y convertirse en émulo de
Woodward y Glinstein queriendo ofertar a sus lecturas un nuevo Watergate (tú y
tus puñeteros masteres, Perico, la eterna obsesión del pisotón) y España no son los EE.UU. mas bien, la corte
de los milagros que advirtió Valle Inclán, una corrupción coronada, patio de
monipodio, cárcel de amores desdichados,
albero de rufianes con el pelo engominado, ladrones de guante blanco,
proxenetas mediáticos, desolación intelectual en la calle pasotas, ilotas ya
que muchos nos sentimos desterrados en nuestro propio país ciudadanos de
segunda mano, e idiotas esta es la corte del Rey Juan Carlos un monarca que se
aferra a la herencia que le dejó Franco pactando con el contubernio, y con
quien haya que estrechar lazos con tal de conservar un trono que para él ha
sido más bien una poltrona diciendo en vez de que dejad que los niños se
acerquen a mi real persona dejad que los banqueros se enriquezcan, Botín tan campanudo,
cuello de toro y estirado que parece que no le cabe un piñón por el culo, quedó
con todo porque la política en este país como la economía es un perenne quítate
tú para ponerme yo, tú déjame a mi, arriba las banca me quedo con todo (todo el
lío que se ha preparado con los Eres, el acoso a Bankia, pasa por este pasiego sin escrúpulos y poca alma erigido en
el rey del mambo) contando sus usuras en estrados de rojo magenta ha ganado no
sé cuantos miles de millones este año menos que el anterior y mucho menos que
el que viene, hoy te quiero más que ayer y menos que mañana.
Pedrojota se la cogía con papel de fumar ante los descalabros y
desafueros del exterior y se liaba a estacazos con lo doméstico. Aplicaba dos
raseros y dos varas de medir. Era un perrito faldero a los pies de los poderes
ocultos, ahí lo tenéis prosternado ante el pasiego y los comparsas en política internacional (en las
guerras de Iráq, Siria y Libia no fue nada crítico como puede ser por ejemplo
el Guardián enviando reporteros empotrados
que terminaros rehenes de la guerrilla
en esas conflagraciones internacionales que preparan los señores de las
contiendas o wormongering que basan
el desarrollo económico en la producción de armamento) y en lo nacional se
convertía en un león rapante cuyos zarpaos impactaron sobre todo a
Otros,
como J.L Cebrián y Enrique de Ybarra todo poderosos
consejeros delegados de la prensa de la competencia (ellos se repartieron la
túnica sagrada y se cobraron los despojos de la prensa del Movimiento y
Perico,
macho, quemaste la pólvora en salvas; has cometido un error, eres un jabato
pero te ha perdido tu valentía y tu arrojo quizás sólo producto de tu ambición,
de la gente de la ribera dominado por ese defecto tan español de creerte el
ombligo del mundo y de defensor de verdades de a puño. Tu pundonor y tu ética
profesional son dignos de alabar pero practicaste un quijotismo con una prosa
en pelo malo y si de puertas adentros concebiste la política como el albero de
un anfiteatro romano o un circo donde los gladiadores celtibéricos andan a
cuchilladas de puertas afuera no caben altruismos ni amistades grandes
conceptos (derechos del hombre, panfilias
tó er mundo e güeno, quieto
todo el mundo, con qué se come eso, feminismo reduccionista, sexo sin barreras,
violencia de género, y mucha constitución, esa constitución pero ¿para qué
país?) y nosotros los demócratas somos los buenos y ay que ver qué malo es
Putin y qué pérfidos los rusos y cuan maravillosos los ingleses y los que no
estén de acuerdo se les declara nazis y en paz. No, las cosas no son así.
El
cosmos no se divide en buenos y malos aunque los anglosajones conciban la
historia de la humanidad como un western
sino por círculos de intereses económicos y estratégicos. Es la merma
que encontré en la gestión editorial de este Mundo tan poco facundo porque los otros diarios de la competencia
eran la voz de su amo y voceros de los clanes internacionales o esa mano que
mece la cuna de la globalidad pero quien puede poner el cascabel al gato claro
está. La defenestración de este joven periodista (ya no tanto) para mí como
para muchos otros que bregaron en este durísimo aunque maravilloso menester de
la comunicación ha traído recuerdos dolorosos y alguna que otra reflexión
dramática.
Verbigracia,
cuando Rodrigo Royo nos reunió a los redactores de SP para anunciar que el diario cerraba sus prensas. A Rodrigo Royo
lo acogotaron los banqueros del Opus
y los ministros de esa secta en el gobierno Franco el año 69 (López Rodó, Carrero Blanco, López Bravo)
y la publicación, retiradas las remesas de la publicidad, murió de inanición.
El caso Metesa, a la sazón homologable con Filesa, Gurkel y el caso Noos actuales, que habíamos denunciado
desde el Servicio de Publicaciones irritaba a los ministros tecnócratas pero
tampoco sus amigos falangistas fueron con RR generosos y solidarios porque el SP haciendo
honor a sus capitulares se iniciaba con un concepto de servicio[13]
a España y no al régimen, adelantándose a su tiempo, le estaba haciendo sombra
al Arriba.
PJ se va con una indemnización supermillonaria lo que ha hecho sospechar
a muchos que hubo tongo en esta movida y RR acabó arruinado, sus bienes
personales confiscados y padeció una verdadera persecución hasta su Dodgedart le fue embargado al pobre y
hubo de emigrar a México. Ahí se acaban los paralelismos. Pedro carece del
acumen literario, inteligencia, bondad y mejor pluma, que le sobró a Rodrigo y
de su visión periodística garantizada por años de corresponsal en America y su
experiencia en el frente del Este. Tampoco es un gran novelista como Rodrigo
Royo que escribió la mejor novela de la guerra civil Todavía y algunas de las mejores
del franquismo: El Sepulturero
y el Establishment. Él y otro falangista
Tomás Salvador fueron los mejores escritores de los años cuarenta a los setenta
aunque ahora sus nombres y plumas sean olvidados por los demócratas de “toda la
vida”.
Sin
embargo, su alocución de despedida el otro día a sus redactores me trajo las
memorias el trancazo de Santiago Cordero. A Pedro Jota que se va pero se queda
sus redactores le miraban con cara de admiración y una sumisión de doctrinos en
la pupila. La chusma de SP era bien distinta. Había redactores (joder que ganao, cuando miro atrás sin ira me echo
a temblar) de cuño maoista, otros que se decían directamente comunistas,
anarquistas, tipos que iban a la redacción con navaja y una tea incendiaria en
los fondillos del pantalón por si había que prender mecha as aquel garaje que
hacía las veces de redacción, y otros que sufrimos lo nuestro por nuestras
inclinaciones jonsistas ¿Cuándo tendrá fin la persecución y el sufrir y
padecer?
Aquellas
tristes asambleas acabaron como el rosario de la aurora y minaron la salud de
un valenciano de calidad lleno de proyectos hermosos pero que murió
incomprendido. El director del Mundo
se ha ido de rositas entre aplausos, ditirambos, piropos y rendibú, mientras
que nosotros casi acabamos a trompazos. Por eso me causa al mismo tiempo que
pena por las estrecheces de una profesión que no cambia también risa al irse
Pedro Jota al paro con una bolsa de dinero que le garantizan un futuro feliz.
A
Rodrigo lo dejaron con una mano delante y otra detrás. Su linchamiento de hará
cosa de 45 años nada tiene que ver con éste porque a Pedro. J. Ramírez lo han
defenestrado de figurón y suaviter in
modo pero las cosas siguen igual y volvemos a las mismas. Los vencedores de
la guerra civil trajeron en el macuto un proyecto de revolución social y
económica pero las fuerzas de la reacción aquí siguen siendo muy poderosas y
todo se queda igual que estaba y de esta manera los vencedores se convirtieron
en vencidos. “Gracias a Dios que hemos vuelto a la normalidad… recostada sobre
los muros leprosos de la tapia de su historia España volvía otra vez a
bostezar”; con dicha frase acaba la novela Todavía
de Rodrigo Royo. Más que una sentencia o el parlamento de un personaje de
ficción resulta una profecía.
TODAVIA
Por
ser el otro día las Candelas no corrimos el gallo la antevíspera pero fuimos en
procesión con las paridas con un pichón y dos tórtolas y a la mañana siguiente
una vela a san Blas que nos librará de la tos ferina. Con hogueras honramos a
santa Brígida y hoy santa Águeda bendita nos muestra, pudorosa, los pechos
cercenados por el pretor Quinciano a
cuyo apetito carnal no quiso condescender aquella doncella romana ¿Por qué,
cobarde, cercenas las tetas de una mujer? La gloriosa virgen siciliana nos
amamantará con el maná de
¿Será
que en las auras de la noche hay un remecer de primavera? La novela de mi
maestro y director el que me abrió las puertas carreteras de esta profesión y
parece que me habla desde las páginas del libro primorosamente editado y que
fue premio Ateneo de Sevilla 1974 es un grito frente a las crueldades del
destino y un susurro de resignación pues tendrá que ser así aunque no sea justo
tanto olvido. Escuché la voz de Rodrigo, su carcajada, su estilo inimitable.
Escribir es encontrar una voz propia que llega entre las alas de los ángeles y
me acuerdo de la frase de Quevedo Escucho
con mis ojos con los muertos vivo en conversación con los difuntos. Es la
magia de la literatura y hay que dar gracias a Dios porque los españoles
podemos hallar verdaderos tesoros escondidos en los libros de autores a los que
dieron de lado, de apellidos malditos, ristra de nombres descatalogados.
Ningún
texto de los que pregona el Mundo Facundo
en sus páginas culturales ensalzando mediocridades en inglés logra la talla de
un manuscrito como este (Rodrigo Royo siempre escribía a mano y con pluma,
nunca a máquina.) Claro esto es la ley del embudo. España vive un proceso de
desespañolización tendente a privar a las nuevas generaciones de la verdad y
del goce estético. España despanzurrada y exangüe, España sin medula. Es un
ente de razón, una mariposa disecada entre las páginas de un misal.
Este olvido es para mí mucho más nocivo que
todos eso escándalos financieros que siendo graves en sí tienen por objeto
comerle el coco al españolito de pie, lavarle el cerebro. Friegas de papel de
estraza de crispación, insultos al pasado. El mensaje de esta gran novela dice
que los vencedores habiendo ganado la guerra luego la perdieron en la paz
dentro de un marco largo de la legalidad y la reconversión tecnológica, del
fracaso de las ideologías. De ahí nos viene el letargo.
Los
luchadores por la libertad de uno y otro consorcio devinieron esclavos. Hemos
vuelto a la normalidad, se escuchaba el
aullido cenagoso de la mentira. Las espadas lucían en el aire luciendo su
desquite. Los goznes de la historia chirriaban estridentes con su oxidada
marcha atrás. Estamos otra vez en el punto de partida pero qué hermoso era el
verano en Alea. Queremos mujeres y a vosotros ¿os gustan las profesionales o
las aficionadas? Igual me da, yo lo que quiero es joder… pero en la inmensa
oscuridad del cielo las estrellas se desvanecían asustadas...
Miguel
Chorreta el anarquista y Rafael el
falangista el hijo del terrateniente se parecen y se complementan en su bondad
en su lucha por el bien común, apéndice psicológicos de las contradicciones del
novelista, y son dos aspectos de la vasta personalidad del autor que en Alea
(Alcira) en
Viene
la revolución y Chorreta manda
fusilar al dictado de lo que le impone su mente pero contraviniendo los
consejos de su corazón al cura a don Práxedes y a otros diez más. Les dan el
paseo de madrugada a la luz de los faros de un Hispano Suiza con el motor al
relentí iluminando la ardiente oscuridad del barbecho una noche de agosto.
Escena impresionante. Cuando entran los nacionales y cambian las banderas,
Chorreta y sus compinches serán pasados por las armas, cabe las tapias del
cementerio. Escena no menos impresionante porque entre le pelotón de soldados
hay algún militar que se desmaya y rehúsa la orden de fuego. Rafael el
falangista quiso creer que la labor
había sido dejada a medias por el anarquista pero a Rafael también fue
engullido por las pirañas de la normalidad.
Ni
Galdós ni Baroja hubieran sido capaces de describir una cosa así, con tanta
solercia, con tanta acuidad, con tanto salero. Eran demasiado garbanceros,
demasiado famosos y en este país unos ensillan y otros cabalgan. Rodrigo Royo
realiza un tour de force en tales
episodios con capacidades sinfónicas porque era aparte de un gran escritor y
periodista un excelente violinista. Cruda trama pero tan árido escenario se le
hubiera ido de las manos a cualquier narrador menos capaz. Entre medias se dan
cita la ternura, el amor, las dudas porque ni unos ni otros son enteramente
buenos ni enteramente perversos. La guerra se escucha lejana en este pueblo de
la retaguardia. El enfrentamiento de dos ideologías urde los hilos del pathos que dejaría un reguero de sangre
y más de un millón de muertos. Después, cada mochuelo a su olivo.
Miguel
Chorreta (maravillosamente descrito y una prolongación del alma del novelista)
aparte de guerrillero se muestra como un organizador capaz que piensa en el
futuro e idea un sistema de pozos artesianos para extraer de los montes
cercanos un raudal que llevase el agua al pueblo. Luego está la gracia, la
chispa, el donaire y el interés que hacen interesante y maravillosa a una obra
de arte, el lenguaje, la sintaxis de un estilo sencillo pero por eso mismo
inimitable.
He
escuchado la voz de Rodrigo a lo largo de estas páginas, sus carcajadas, su
inconformismo, su intolerancia, su bonhomía y su perdón porque era generoso y
magnánimo con sus semejantes (Padre, perdónalos) y la alacridad frente a las
cuestiones sexuales.
El
capítulo del burdel de Valencia donde conocen el amor los jóvenes de Alea
constituye una obra maestra de psicología así como la descripción del amor
platónico que siente Rafael hacia su novia Carmenchu
a la cual no llega a conocer en sentido bíblico
Los hombres y las mujeres cuando
les ha salido callos en el corazón se arrepienten de no haber consumado el amor de su
adolescencia. El hombre a veces lo perdona y se lo perdona a sí mismo. La mujer
no se lo perdona jamás ni se lo perdona al hombre. .
Ello
revela un gran conocimiento por parte del autor de la psicología amorosa. Estas
rendijas del pasado quedarán en el recuerdo como burletes que nadie conseguirá
tapar. Miguel el jefe del comité es el buen salvaje pero el destino le va a
jugar una mala pasada a este anarquista cuyo ideal consistía en hacer el bien y
si no lograba hacer el bien realizar el menor daño posible a sus semejantes.
Hay
la escena de la castración de un miliciano e incluso la violación de una mujer
que a no ser por la pericia para relatar que exhibe el autor hubieran resultado
chabacanas pero se convierten en elegantes páginas de humor y de
distanciamiento cervantino.
“Todavía” es un clásico, sin duda una de
las grandes novelas de nuestra guerra civil escrita de forma sencilla, ágil
pero manejando infinidad de recursos de fabulación que sólo poseen aquellos
hombres del Movimiento (Tomás Salvador,
Luis Romero, Emilio Romero, José Luis Castillo Puche, Rafael Sánchez Mazas,
Rodrigo Royo, Cela, Vicente Soto) toda una pléyade surgida en aquel illic et nunc que nunca volverá a
repetirse en España. “Todavía” me ha
traído esta noche auras del azahar de los naranjales levantinos en este día
frío de Santa Águeda cuando en Madrid empieza a sentirse la primavera. La
última vez que lo vi ante una mesa enorme de caoba de director de periódico –
parecía un evacuado de la guerra civil- de la calle San Roque, cerraba
hostigado por unos y por otros el diario Informaciones
daba sopas a un gatito que le habían regalado las monjas y me dijo:
-Hora
es ya de irse a escribir una novela
Nunca
la llegó a escribir pero se puso a tocar el violín para amansar a las fieras.
Sus acreedores le zarandeaban por la pechera. Murió a los pocos meses.
“Todavía” fue su testamento literario
pero esta noche de febrero oí su voz que me gritaba. Rodrigo era un ángel
encaramado en lo más alto de un lucero. Lo fusilaron unos y otros y su voz o su
lamento que escucho desde mi celda es el llanto de España. Todavía no nos
podrán arrebatar el entusiasmo, el goce estético que nos produce una obra de
arte, aunque lo hayamos perdido todo, hasta la camisa a manos de los
arrebatacapas de siempre. Estamos rodeados y hoy el cine, la tele, los
periódicos, los “books” son una
herramienta propagandística. Fuera quedan pocos todavías. Mejor encontrarlos adentro.
CÁRCEL DE AMOR
El
vagabundo que tiene algo de andarríos, correcaminos, corta vaguadas y de serpa
de la historia de España entra en la noble y heroica villa de Arévalo resonándole
música de Joaquín Díaz en el cerebro. Escucha los ecos de los pasos perdidos y
resonancias de un pasado de esplendor. Adentro. Plectros del rabel, sonoridades
de clavecín, cuerdas de tripa de vihuela cantan alegres pavanas en las cámaras
del recuerdo, y de paso va dragando su memoria,. Se pierde por el arrabal, se
toma un café con leche en la barra del Chafa y va a ver a su amigo Elías que
era el jefe de los guardias del Ayuntamiento pero no está, se ha jubilado.
Morral al hombro y arreando su bicicleta que canda en un poste cerca del
templete desde donde tocaba la bandas de música, derrota sus pasos perdidos
bajo el arco de Alcocer. Nada tiene que ver este arco que da entrada a la alhóndiga
arevalense con el Alcocer moro de Guadalajara donde según cuenta Camilo “no he
visto en la tierra gente más burra que la de Alcocer que tiraron al cristo al
pilón porque no quiso llover”. No, los de Arévalo siempre fueron más refinados
y tolerantes. El pueblo atrae a primera vista con la disposición de sus calles
y de sus plazas, los escudos nobiliarios en las puertas derrumbadas donde aun flamea
la oriflama del lambrequín triunfal de
los que ganaron la guerra de Granada. Llama la atención por el número de sus
iglesias, siete, majestuosas, las más viejas serán seguramente la de Santa
María y la de San Martín. Arévalo todo muralla y torreón evoca el romanticismo
de la corte de Isabel
ES Arévalo un navío rompeolas entre Arevalillo
y Adaja, puentes y peñas y obradas de labranza. Ya se decía que
El
texto hoy infumable pero muy del gusto de la época, porque alcanza veintidós
ediciones tanto en Castilla como en Alemania, Francia, Inglaterra y Flandes inspira,
por ejemplo a santa Teresa “Las Moradas”. Amor divino y amor profano se dan la
mano. Esta cárcel de amor es una alegoría con mucha retórica mitológica y toda la simbología habida y por haber.
El poeta viniendo de Andalucía de la guerra
contra el moro se topa, en Despeñaperros, con una torre alta de castillos donde
hay un negro que guarda la entrada. Este cerbero tiene a su alcance una serie
de alguaciles que se llaman Ansia, Pasión, Deseo, Dolor y Grave Cuidado. Llama
al caminante y le invita a entrar para explorar cada una de las dependencias de
esta cárcel donde los amantes penan y desfallecen de dolor. Al tiempo que le va
contando la historia de los amores desdichados acaecidos en Suria ciudad de
Macedonia.
San Pedro alegoriza y alegoriza bien,
siguiendo los patrones de los gustos estético- juglarescos de su época, pero
con una particularidad el amor platónico no es sino una proyección
fantasmagórica del amor de carne y hueso. Este judío tiene los pies bien
asentados en la tierra. En tal sentido, formula un alegato contra la misoginia dominante y toda esa secuela de prevenciones
y reservas que siempre tuvo hacia la condición femenina
Los
curias tampoco se andaban por las ramas y ridiculizan a los caballeros andantes
que desconocen equivocados que las dulcineas no son más que una versión poética
de maritornes. “Mulier aula diaboli, aquilonis percussio”, clamaban los
escolásticos, citando al Eclesiastés.. Son el aguijón de la tarántula y el
anillo de la boa. San Pedro, por su parte, enumera hasta catorce razones por las
cuales es preciso querer bien a las mujeres. Por ventura la violencia de género
no es un invento de ahora. Existía ya a fines del siglo XV. “Muchos maridos, repentidos de haberse
casado, danles mala vida a sus mujeres, vanse dellas, o las matan”, alega,
aduciendo a la par los ejemplos de
algunas egregias damas de la antigüedad insignes por su virtud: Lucrecia, que
violada por Tarquino, se dio muerte ante la presencia de su marido natural y se
clavó un cuchillo:
“Sabrás,
marido, que pisadas de hombre ajeno horadaron tu lecho donde aunque el cuerpo
fue forzado quedó el corazón inocente porque soy libre de culpa, mas no me
absuelvo de la pena” Porcina la mujer de Bruto acabó sus días comiéndose las
brasas antes de caer en la tentación. Penélope la esposa de Ulises urdió una
artimaña en su ausencia. Requerida de amores por varios galanes, les contestaba
que accedería a sus deseos cuando terminase de hilar la tela que estaba
tejiendo. Penélope tejía la pleita por el día y desenvainaba la rueca por la noche
por lo cual la labor nunca estuvo acabada hasta cuando regresara su esposa del
largo viaje. El catalogo se alarga con otras egregias féminas bíblicas, como
Sara, Rebeca, Débora, Judith, Ester y alguna más, asin que faltaran damas tan
rotundas en el pelear de Castilla como doña María de Molina, doña Gonterodo la asturiana
o doña María Coronel. Esta ilustre segoviana, también de raíz conversa, se
hallaba en Sevilla, cuando su esposo se encontraba en Tarifa defendiendo la
plaza contra la morisma. Requerida de amores pues era moza de buenas partes y
de singular belleza y a punto de caer en la tentación optó introducirse un
hierro candente por su natura –cruel suplicio- a consecuencia de cuya quemazón
falleció. Prefirió la muerte antes que perder la honra. Sin embargo en el
Corbacho del arcipreste de Talavera se nos previene contra la naturaleza y las
artes seductoras de las señoras para los cuales la lealtad no existe. Griñones y tocas. Contra lo que ha venido creyéndose
la corte de los Reyes Católicos no fue tan puritana como algunos piensan. Más
bien licenciosa. Iñigo de Loyola que pasó su adolescencia en Arévalo, siendo paje
en aquella corte donde la música y el baile eran tan importantes, muestra su
decepción ante el desabrimiento y fugacidad de tales amores. El autor de Cárcel de Amor va a pasar poco más
o menos por el mismo avatar. Su libro es prohibido por la inquisición. La
azafata doña Marina Emmanuel de Fonseca le da calabazas. Por toda Castilla
retumba la retahíla de “judíos a enforcar”. Se acusa a los hebreos de haber
financiado las guerras con Portugal. Los judíos catalanes se hayan sumidos en
pleitos con Diego de Santangel el contador mayor de Aragón y depositario de las
arcas reales castellanas Velasco de Cuellar, que estaba casado con María de
Guevara, la tía de san Ignacio, cae en la sospecha de delitos de peculado por
apropiación indebida de arcas públicas.
En
fin, la historia es un perfecto subir y bajar. Resuena el eco melancólico de
las zampoñas que estallan su música
contra los escudos nobiliarios de las casas derrumbadas y acarician los
cristales de los antiguos miradores adonde no se asoma nadie y que otrora
espejaron la sonrisa de una dama enamorada. Arévalo y alma. Esta villa donde se
escribió el Amadís y las Sergas de Gutierre de Montalvo, que es la prez
castellana, pues el que Castilla ha de tener en Arévalo, Olmedo y Medina ha de
vencer” atrae como un imán a todos los caballeros andantes, a todos los
soñadores que piensan que alcanzar un mundo mejor es algo hacedero y al alcance
de cualquiera. Luego vine el fracaso. Se les derrumba
Asimismo,
El judío Diego de San Pedro, lo que son las cosas, es uno de los grandes
panegiristas de
“La
más alta maravilla después de la sin mancilla/ es
Es
un misterio, uno de los grandes enigmas históricos, saber la causa por la cual
tanto odian a esta figura precisamente a aquellos que tanto favoreció ya que su
corte estaba rodeado de ellos. A Franco, que para más INRI, era de origen
judío, le ocurriría lo mismo Eran conversos del judaísmo. Que se habían pasado
al cristianismo en masa un siglo atrás. El edicto de Expulsión parece ser que
fue muy limitado porque no llegaron ni a tres mil los hijos del pueblo elegido
que abandonaron estos reinos con motivo del decreto. Eso está poco estudiado al
igual la interacción entre modos y costumbres formularios hebraicos y
usos y costumbres de castellanos viejos. Bajo la luz triunfal de Arévalo
sestean mejor los horizontes de nuestra historia tan enrevesados y enmarañados.
Y es que Sefarad fue para muchos la verdadera Tierra Prometida.
La paz empieza nunca es el título profético de una de las grandes novelas
de la postguerra escrita por Emilio Romero poco después de haber sido
rehabilitado en su cargo de director del diario Pueblo del que fue destituido en 1952 por sus desavenencias con la
facción más encastillada y menos aperturista del Partido.
Se
trata de una novela que tuvo casi veinte ediciones y fue un suceso literario en
aquellos años. En ella el autor narra sus experiencias autobiográficas de
combatiente en el bando nacional que se tuvo que pasar en un rocambolesco lance
campo a través de San Rafael.
El
protagonista al final de su aventura se ve incurso en la campaña contra el
maquis, o guerra sucia, “un tipo de guerra que no le agrada”.
El
libro es un tour de force narrativo
manejando con gran alarde los recursos estilísticos. Emilio Romero quiso ser
Galdós y se parece algo a Galdós, tanto físicamente, en su senectud, como en la
forma de redactar con prosa clara, objetiva, muy rica en matices y sobre todo con desenfado. Ésta del
desenfado fue una de sus cualidades más señaladas.
En
las páginas de la obra nos da cuenta el autor de algunas de sus inclinaciones y
rasgos de carácter. Por ejemplo, su astenia y su elegancia. Conocí en
Arévalo a su sastre quien me comunicó
que a don Emilio le gustaba ir siempre de punta en blanco y que era muy
aficionado a las corbatas, algunas de ellas aparatosas y chillonas, una rémora
que debe de haber heredado Carrascal al que designó a cierra ojos y con sólo
mandarle el interesado un par de artículos corresponsal en Alemania. Y es que
entonces Madrid y no Nueva York era para los periodistas la tierra de las
oportunidades.
Emilio Romero puso en vanguardia a este
menester que siempre fue un humilde oficio con sueldos de hambre y que él
dignificó.
Creo
que España está en deuda con él por ese cabo. Y ahora comprendo también el
veredicto de José Luis Navas acerca del libro del querido Jesús María Amilibia,
el cual me parece que por un exceso de recursos y por haber sido un
especialista y casi un creador en este país de la prensa rosa, lo que decíamos
antes los famosos, corre el riesgo de cierta deformación encauzando la historia
por la trocha que menos conviene y más
se atisba.
Y
son las hablillas de con quién me acuesto y con quien me levanto, a usted que
le importa. Se ve que el bueno de Chusmari se ha trabado mucho a Jesús, el
portero del número 24 de la calle O´Donell, donde precisamente tiene ahora el
despacho el mejor abogado de Madrid que es mi hermano Luis Fernando. A mí me
encanta darme una vuelta por allí a echar un vistazo. La finca sigue teniendo
el mismo aire de dignidad que entonces y eso que los porteros ya no van de
galones como antaño.
El puertas u ostiario (los había en todas las
mancebías y los llamaban cohénes, que es palabra judía y que tiene que ver con
esa parte de la humana fisiología que son el arma de guerra de tales
establecimientos, aunque la casa de don Emilio era del todo respetable y vedada
a las visitadoras) le debe de haber
contado alguna historia para no dormir pues ya se sabe que en esto del sexo
como en dineros, como en santidad, la mitad de la mitad.
Las
hipérboles están a la orden del día pero sus enemigos bien que procuraron
atacarle por esa flaqueza y fueron yendo y viniendo con chismes al Pardo pero
el General, cocinero antes de fraile, que pudiera ser todo lo que fuera pero de
gazmoño nada y que antes de general había sido legionario y sabía lo que era
llevar el lastre de cantineras en retaguardia, no hacía ni caso. Camilo Alonso
Vega, director de Gobernación, pertenecía al mismo bando de hacer la vista
gorda. Si no puedes ser casto chiquito, por lo menos. Que seas cauto.
-Nos
ha jodío, mi general- le contestó un cabo.
En
ese campo España siempre fue más tolerante. Mucho más que Inglaterra y los
países de
-De nimis non curat praetor.
-¿Qué
dices?
-Que
pelillos a la mar.
Lo
que no cuenta esta biografía aparte de sus aficiones sartoriales y a los trajes
de chaqueta cruzada, a las corbatas de colorines. Iba siempre como un pincel y
parece ser que sus gustos los imitaría Adolfo Suárez, aunque no se podían ver.
También le privaban a los aftershave caros.
Eran sus manías por acudir al Rastro los domingos por la mañana porque le
encantaban las antiguallas y los libreros de lance. Gran lector, en eso
compartía los gustos con Franco. “Si no hubiera sido periodista, me hubiera
gustado ser chamarilero”
A misa iba poco don Emilio que siempre se
blasonó de sus ancestros judíos pero nadie más compasivo y tolerante aunque de
anticlerical le quedaban viejos atavismos. Respetaba a los curas pero en su
sitio sin demasiadas prosopopeyas como eran los falangistas de antaño.
Católicos
sí pero tibios y en materia de fe nada más que lo preciso. Odiaba la
superstición y en la novela “La paz empieza nunca” se mofa de esa afición de
los hispanos por los fetiches. Una cruz de Caravaca que le colgó su madre al
cuello antes de partir al frente le tuvo a cobro de los fregaos del Ebro.
“Mamá. Puede ser- dice el protagonista- pero yo no estoy de eso tan seguro”.
A
pocos periodistas les he visto escribir con tanta soltura y desparpajos sobre
los curas ye-ye a los que ponía a caer de un burro. Pablo VI estuvo siempre en
el punto de mira de sus acerados dardos.
Después
de haber leído aquellos magistrales artículos de Emilio Romero, como por ejemplo,
en el que contesta a la carta de protesta del papa Montini contra el general
Franco. Le recomienda al Santo Padre que
cuide su propio corral y no interfiera en cuestiones de tejas abajo, me di
cuenta de que los romanos pontífices reciben una categoría y trato exagerado
como representantes de la divinidad en la tierra, una aserción sobre la cual
conviene entablar reservas.
Romero,
que siempre estaba al verlas venir, intuiría la debacle que estaba a punto de
desatarse en el seno de
La
novela que más me gusta es El vagabundo
pasa de largo donde plasma las tiernas memorias de su infancia en Arévalo.
Fue
un niño feliz. Hay secuencias de esta gran novela que se me han quedado fijadas
en la memoria. Tal la descripción de las costumbres arevalenses, el dramático
descarrilamiento de aquel tren correo, las correrías por las tabernas del
barrio húmedo, la magistral traza de algunos tipos de acusado carácter humano
que llegó a conocer. La topografía
simpar e iluminada de las Morañas donde el trigo crece sin agraña como dijo el
clásico. Las fiestas y romerías, el impresionante castillo o aquella tartana
propiedad de uno de los hombres más ricos del pueblo y de los más calaveras,
derecho de pernada con todas las criadas que entraban a su servicio, a la que
veía aparcada en una ensenada que hay pasado el puente sobre el Arevalillo.
Nadie a la vista y el carruaje se movía que adelante y atrás con amoroso vaivén.
Los
bastidores se balanceaban, la mula paciente enarcaba las orejas pues había oído
algo. Aquello pegaba brincos de santibamqui. El toldo del carruaje se movía
hacia arriba o hacia abajo. De adentro del pescante llegaban resoplidos, ayes y
gemidos.
-Ese
carro como siga así va a acabar haciendo molino. Parece cosa impropia de
duendes y aparecidos.
-Ni
mucho menos. Es don Sisenando que
estrena nueva maritornes.
-¡Jo
qué tío!
Por
esa zona que tan bien describe el autor
han puesto ahora un puticlub. Media Castilla es casi un lupanar rodante. Pero
no nos escandalicemos. Eso es más viejo que el “andao pa lante” y nuestros
abuelos también sabían cómo divertirse.
Emilio
Romero se define aquí como un andarríos, un vagabundo de la noticia, un escritor de muy sólidos
principios al que le gustaba hacer la rabona de niño. No terminó ninguna
carrera. Lo convirtió en periodista
estampillado Juan Aparicio que lo mandó
con el carné en el bolsillo a dirigir
Su
sombra protectora, el que le libra de todos los líos fue Dionisio Ridruejo. En
1952 es llamado a dirigir el Diario
Pueblo. La tirada sube de veinte mil a doscientos mil ejemplares. Pero es
destituido por uno de esos líos de
familia entre falangistas. Emilio había sacado la cara por un compañero.
Juan
Pujol le oferta un sitio en el Diario
Madrid. Aquel niño al que sacaron de
Emilio Romero en sus prosas y en sus artículos
plasma esa alegría de vivir que contagia y entusiasma, el recochineo algo
lipendi y desenfadado de años felices. Suelo
ir a las fiestas de Arévalo donde se rifa todos los años por las Angustias el 9
de febrero un gallo en su honor. Arévalo es el pueblo de
KOSOVO INDEPENDIENTE ¡PELIGRA EUROPA!
Hoy segundo domingo de Cuaresma según el calendario
gregoriano es un día triste para los que profesamos la fe en Xto y creemos en
De esta forma se consuma un plan estratégico de gran diseño y alta gama urdido por los
americanos que tuvo sus fases y sus escaladas en la guerra de Yugoslavia, en el
bombardeo de Belgrado la noche de Pascua ordenado por el Pentágono en el que
mandaba una checoslovaca- es un decir- Margarita Albright y con las anuencias y
bendiciones de un neutro, un manso, el socialista Javier Solana Madariaga.
El Vaticano,
un polaco pontificante, fue culpable de semejante tropelía pues hizo la
agachadiza y murmuró un vasallo de don Pedro I el Cruel, rey castellano, cuando
un judío y un cristiano llegaron a la manos y con un puñal luchaban por su
vida:
--- Ni quito ni pongo rey pero ayudo a mi señor.
Y el señor del papa era un tal mister Bush que no
fue a besar el anillo ni el pie al papa y a recibir la rosa de oro, sino al
revés.
Wojtyla-aquella inacción e inacción queden
para la historia aunque al de Cracovia lo quieren elevar a los altares, pues
menudo santo bajado del cielo a garrotazos- no movió un dedo para ayudar a sus
hermanos orientales que profesan la fe cristiana. En el recuerdo los grandes
sufrimientos de los servios que contuvieron al Turco en
Todas las cristiandades del este saben de las
crueldades e imposiciones, tributos de las cien doncellas, el velo en la cabeza
de las mujeres y las niñas rusas y ucranianas búlgaras y rumanas que eran
arrebatadas a sus padres y llevadas a
Dios los perdone por su sacrilegio. Aquello fue una
judiada, un golpe bajo al talón de Aquiles de Europa, esa faja que se extiende
desde los Balcanes al Guadiana cuyos ojos lloran de miedo. Hoy es un día triste
para los que amamos la fe ortodoxa. ¿Es este el dialogo de civilizaciones, la
armonía de civilizaciones de la que nos hablan? ¿O es la ley del embudo?
Creo que Zapatero ha cometido un craso error que lo
pagará caro en su segundo mandato, si gana los comicios de marzo, por apoyar el
ingreso en
La islamización de Kosovo y de Metopia la patria de
san Jerónimo y de san –Ambrosio donde por primera vez se cantó el Tedeum va a
suponer que hierba por los bordes del puchero europeo, el español sobre todo.
Las
Vascongadas,
De esta forma
se consumará otro proyecto inicuo cuyo primer peldaño ha sido la independencia
o chantaje a Europa incoado con la independencia de la vieja Metopia cristiana
(para los turcos Kosovo y también Albania) los banqueros de Londres de Franco y
de Wall Street puede estar contentos porque en el mundo muslímico se abren
nuevos mercados y todos aquellos que sueñan en un Europa de las patrias y de
los parias porque habrán consumado una venganza. Nos la tenían guardada.
Este humilde periodista desde estas humildes páginas
se siente en la obligación ética de denunciar semejante afrenta a nuestros
valores. Hoy me siento más mozárabe. Más cristiano de las catacumbas porque en
público no me dejarán profesar mi fe. Es la ley de Mahoma.
La ley del embudo que cohonestan y aúpan los
consorcios banqueros pero si la burbuja económica estalla y nos meten a todos
en el corralito de las crisis pecuniarias a ZP no le arriendo la ganancia. Se
puede venir abajo como una melaza todo este sistema basado en el engaño, la
coacción, las orzas, las urnas y los arúspices embusteros.
Me parece que
en Kosovo han empezado a graznar los ánsares capitolinos. ¡Ojo al cristo que es
de plata!
ARGAVIESO
AGOSTERO
Estábamos
en el puente de Segovia empezó a llover.
-No es nada sólo una nube-dijo El padre Ubaldo
-¿Una nube? Sí, sí, una nube. Se abrieron las
compuertas del lacrimatorio celeste-repliqué
-Tú no te preocupes, que siempre que llueve abocanás
El
padre Ubaldo el eremita era asturiano. Yo, siendo de Ronda y habiendo
pertenecido a la misma compañía de soldados en la cual él estuvo bajo las banderas del rey en Nápoles, Sevilla
y Flandes, de vez en tarde caminaba a visitarle en la cueva donde vivía al otro
lado del río y, traspuesta la Puerta del Ángel, socorría en la medida de mis
posibles al camarada pero a él nunca le faltaban bastimentos porque el pueblo
de Madrid es de condición devota y generosa.
Nos
metimos en el cobertizo cerca del Humilladero. La lluvia solemne hisopaba las
copas de los cipreses de la sacramental. Pronto, la creciente del río ocluía
los ojos de la puente de la Segoviana y saltaba casi amenazante hasta los
guardalados y pretiles arrastrando la corriente muchos objetos. El Manzanares
aprendiz de río estaba irreconocible. Rugía como un torrente y la corriente se
llevaba algunos corderos de un rebaño que pacía en las riberas, varios
cochinillos y hasta las piedras de lavar de las fregonas que aquella tarde no
bajaron y, pies para qué os quiero, haldeaban anhelantes calle de Toledo arriba
buscando donde guarecerse, cuando vieron zigzaguear por el horizonte de la Casa
de Campo los primeros avisos del cordonazo de san Francisco.
-Centellas tenemos.
El
padre Ubaldo encendió el fuego y puso a hervir un cuartillo de leche de su
cabra en un puchero. Por la campana del llar penetraba una luz color ceniza, el
de aquella tarde macilenta, travesada de relámpagos y truenos.
-¡Bueno va! Pease san Pedro y se estremezcan los
cielos
Una
vieja devota que servía al anacoreta empezó a cantar el responso del Justo Juez y luego vino el
trisagio… santo dios santo fuerte santo inmortal líbranos de todo mal amen.
Como colofón de las plegarias de la mujer que las musitaba, nerviosa y mirando
para el ventanillo por donde se colaba toda la fuerza del argavieso, vino el
santa Bárbara bendita en el cielo estás escrita con papel y agua bendita en el
nombre de la cruz paternóster amen Jesús… San Bartolomé se levantó cuando el
gallo cantó con Jesucristo se encontró y le dijo, etc.…
Al
agrego de la lumbre nos calentábamos y secamos nuestros mantos empapados del
agua. Al ermitaño le manaban ríos por la cogolla y mientras se secaba el jubón
enunciaba oraciones por lo bajo pasando las cuentas del enorme rosario que
colgaba del cinto. Un cuenco de leche nos entonó el cuerpo mientras afuera la
furia del argavieso azotaba las murallas de la villa y corte. La vieja puso una
vela a santa Bárbara y tapó con su sayal un gran espejo (la luz refleja atrae
al rayo, parece ser) que había a la puerta de la cueva… santo dios santo
fuerte… santa bárbara bendita en el cielo estas escrita con papel y agua
bendita en el nombre de la cruz pater noster amen Jesús. Era la oración de los
relámpagos que todos los castellanos aprendimos desde niños
El
anacoreta sacó un crucifijo que guardaba debajo de la esclavina y lo besé con
la misma unción con que treinta años atrás besé la bandera de nuestro
regimiento prometiendo lealtad al rey Felipe III nuestro señor.
Escampó.
El argavieso iba de vencida. Salió el sol. Los caracoles procesionaban a
orillas del Manzanares portando en el arca de su caparazón las memorias de un
soldado de los tercios que, licenciado de sus banderas, se metió a monje
tratando de ganar su santa vida en religión.
-¿Habremos doblado ya el cabo de las tormentas?
-Ahora soy alférez de Cristo y milito en otras
banderas.
-¿No será la misma? Piénselo bien su paternidad. No
marremos el golpe pues importa mucho.
-De nada vale ganar todo el mundo si pierdes tu alma y
te condenas- dijo el freire.
Yo
apenas reconocía en aquel bondadoso donado, en aquel fray Ubaldo al bravo
capitán de mi compañía. Antes de regresar, metió en la escarcela vacía que yo
llevaba, harto de correr caminos y de mendigar
puertas, un bodigo. Me bendijo y yo de rodillas besé sus manos:
-Gracias, mi capitán
-Soy ahora Ubaldo, el anacoreta de allende el río.
Nada queda de aquel pecador cruel que mató a cien herejes y violó a treinta
mozas en el Saco de Namur.
Subí
Costanilla de los Desamparados arriba, confundido entre los rebaños de la mesta
que regresaban de la Extremadura. Era por el mes de abril. Delante caminaba
cuernos ensortijados el morueco que sobresalía eminente entre un mar de lana,
balidos y polvo. Detrás, la manada. Cuando entraba por el portal de mi casa
tocaban a vísperas. Mañana sería la fiesta de la Santa Cruz. El padre Ubaldo mi
capitán de los tercios meditaría al amor de la lumbre sobre los novísimos,
lloraría los pecados de acción y de omisión de la vida pasada. Unas cuantas
viejecitas con una vela en la mano se encaminaban al adoratorio del Santo Niño
del Remedio. Y en san Ginés henchían el pecho de las bóvedas las notas del
órgano hábilmente tecleadas por el precentor de aquella colegiata, un tal padre
Espinel, también asturiano pero nacido en Ronda. La magistral melodía del
buen clérigo alegraba el rostro de Dios.
Mi vida se llenaba de música y de literatura. Notas para aplacar la cólera de
los cielos. Palabras para ahuyentar las centellas del argavieso.
AL
CATÁBULO (filigrana en forma de
alegoría)
-Eh,
vosotros, los del último banco, fuera de clase.
Estábamos
en una lección de Teología Moral que daba don Benigno y con las mismas sacamos
el banco a los pasillos y nosotros y nuestras sotanas nos metimos para adentro
y aquí no pasa nada pero luego vino el Rector que era el arcediano Linderos y
nos envió a toda la cuadrilla al Catábulo, las viejas caballerizas, convertidas
en cochiqueras de donde partía olores mefíticos a causa de los cerdos
estabulados. Por nochebuena matábamos el cerdo para el gasto del internado.
Eran tiempos de carestía y de posguerra y con la beca nos moríamos de hambre.
Tuve por premonición aquella advertencia
porque me pareció la que se venía encima la idea de que nunca tendría amigos y
los que así se nombraren serían o de la acera de enfrente o del bando
contrario. Con esa clase de amistades no se necesitarían enemistades y para de
contar porque a lo largo de mi vida se ha cumplido el castigo. En el Catábulo
debieran de estar las cuadras de Alfeo; así que todo ello era una condena a
trabajos forzados de por vida. Tú nunca llegarás a nada. Con las labores de
Hércules vaciaríamos la laguna Estigia e Ícaro alzaría en su vuelo la piedra
hasta más allá de donde planean los buitres y cuando ya estaba a punto de
alcanzar la cumbre la piedra se le caía del pico porque así estaba escrito pero
a otros de mis condiscípulos les fue mucho peor porque a unos los matarían en
la guerra y otros que llegasen a cantar misa serían tratados a patadas por el
obispo y otros ya con el pan de la proposición en las manos se volverían para
atrás y dirían que nones eso de ir a misiones o enterrar sus vidas en la aldea
perdida. Mauro mi compañero de terna se volvió loco y lo llevaron a
Quitapesares le daban congojas, veía cosas raras hablaba sólo y de noche le
daban sudores, se le erizaban los pelos al pobre porque decía que se le
aparecía el diablo. Fulgencio mi primo se casó con una monja y Florentín fue un
santo varón. La cuerda tendría que romperse por alguna parte y todo por aquella
mala broma que le gastamos a nuestro profesor de Teología. Estábamos metidos en
una tesis del doctor Angélico sobre la predestinación y nos aburríamos y
empezamos a enredar a tirarnos bolas de papel unos a otros y claro don Benigno
se puso como una fiera y nos echó pero aquello fue más que una reprensión. Fue
un castigo divino a vivir entre boñigas y bostas de vacas y vaquerizos durante
toda la existencia y más que una existencia toda la eternidad… para siempre…
para siempre. ¿Y Saulo y Mauro y Licinio, Generoso, Clodoaldo? ¿Dónde andarán?
Nunca
darás remate a su tarea. Fuimos propuestos para jefes de escuadrón y acabamos
de forzados a las órdenes de Tántalo, el cuatralbo de la gran galera del
destino. En el Catábulo no olía bien pero por el invierno se estaba calentito,
se sentía bostezar a los caballos, a las patitas de las potras golpear el suelo
de piedra y a las vacas ronzar mientras mugían sus terneros. Lo peor de todo
fue estar expuestos a la envidia y la calumnia y a la enemistad y traición de
los falsos amigos… para siempre… para siempre… para toda la eternidad y que
cada uno se las apañe se coma las uñas o se fume el pijo. O vos omnes qui transitis per viam videte et sentite si es dolor Sicut
dolor meus. De ese modo y a nuestra manera íbamos a ser crucificados con
Cristo, portando la cruz a cuestas, sacerdotes unos, rebotados o apostatas
otros pero que bebieron su infancia en el mismo jarro y fueron destinados al
palo, iban subiendo al monte de
-
-¿Quién
era
-Una
hebrea. En realidad se llamaba Beronice
y era una de las santas mujeres que acompañaron al redentor desde Cesárea de
Filipo. Beronice la victoriosa que estaba casada con Zaqueo el enano el que se
subió a la higuera y pasó su vida en ella haciendo penitencia sentando ejemplo
de los primeros monjes. Beronice
llevó su pañuelo a Roma y su reliquia milagrosa curó al emperador Vespasiano de un cáncer de nariz tan
malo y putrefacto que los gusanos entraban y salían por las aletas y ollares de
su apéndice nasal enfermo. Fue martirizada y enterrada en las catacumbas de
Santa Priscila. ¡Qué cosas! ¿No te parece una bonita historia.
-Claro
que sí. Mucho sabes, Ostiario.
-De
chico me leí los Apócrifos y algunos pasajes me los supe de memoria y es que me
gustó leer. Es una segunda vida, Eustacio
-Claro,
por eso tienes pocos amigos.
-Mis
mejores amigos están en los libros y ellos forman parte de mi condena.
-Son
buenos consejeros y menos peligrosos.
-Naturalmente.
-¿Te
hicieron feliz?
-Hombre
no del todo pero leer es como vivir una segunda vida.
-Eso
es tan cierto como que
Eustacio
era el ángel de la guarda de Ostiario
Puertas el de la broma del banco en
aquella clase de Teología cuando quisieron gastarle una broma al catedrático
don Benigno que les costaría cara pero que impregnó su vida de querencia de lo
alto y de sabiduría. Vivieron todos lejos de los devaneos, ambiciones y
prodigalidades de los que se dedicaban a los dineros y a la usura. Ellos
pensaban que la televisión era un aula de violencia, se aburrían en los
telediarios y conjeturaban que una de las “dictoras” o locutoras de tronío que
tenía los ojos verdes era el diablo que se aparecía a los españoles a las tres
en punto disfrazado de mujer hermosa. Después los tertulieros bieldo en ristre
aventaban la parva de los espíritus malignos narrando un evangelio al revés de
infamias, corrupciones, atentados, revoluciones, conspiraciones, amenazas,
vejámenes a mujeres malos tratos a los hombres entonando desde su ambón
electrónico de forma muy redicha en tono de sibilas la mala nueva. El aperreo
informativo era como quitarle las ganas de vivir al más majo.
Ostiario
y el ángel se retiraron a su humilde celda porque ya tampoco se podía ir a misa
y se entregaban a sus preces y penitencias. De allí a un rato exhalaba la
habitación un aroma celestial y se escuchaba el murmullo de un río de letanías.
Veían la cara de Dios y ahora resulta que aquel pobre predicho, un “pregonado”,
condenado por todos los hombres, víctima de las maledicencia de los fachas, los
ex fachas, de los que fueron azules y se volvieron del color de la grana no por
ideas sino por interés acomodaticio y al que expulsaron del paraíso quitándole
la estola pero se arrepintió tuvo un 20 enero cuando los rusos celebran al
Bautista una teofanía, escucharon el himno de los coros y el Catábulo se
convirtió en una amplia sala con las techumbres adornadas de alfajías
policromas y columnas de jaspe con capiteles de oro macizo donde sonaba el
violín y el ritmo y el concento de la armonía. Eustacio por mandato de dios
expulsó a la bestia. La habitación no era una cuadra sino un palacio una gran
sala donde se iban a celebrar los desposorios de un príncipe. El Esposo era el
Hijo de Dios que contraía nupcias con la iglesia. Llegó Pomonio que le robó la frase a Judas “a qué tanto lujo, maestro, por qué ese dispendio, toda esa inversión se
lo podríamos dar a los pobres” y el Arcángel Divino entonces desenvainó la
espada, derribó al calepino pues su rostro parecía un diccionario de chistes o
un tratado de gramática parda de la silla gestatoria donde se había apoltronado
al grito de “Quis Sicut Deus” y
blandiendo su espada flamígera amenazante miraba hacia su gran trasero:
-Fuera
de aquí, usurpador.
Y
fue así como fue destronado el antecristo y arrojado a las tinieblas exteriores
con pinta de jesuita. Un serafín leyó luego el sermón del monte y Eudocio le
dijo a su protegido Ostiario a la oreja muy quedo:
-Tú
no te preocupes porque los últimos seréis los primeros. Aborrecidos de los
hombres os nombra por vuestro nombre como amigos el propio Dios. Persevera.
Todos
los que allí estaban lloraban de alegría y se limpiaban las lágrimas con el
paño de Beronice
-Entonces
¿lo de la expulsión del aula magna de aquel seminario vacío y la condena a los
trabajos de Argos era mentira?
-No
era mentira sino una parábola porque el idioma divino nunca podrá ser entendido
por los hombres sino a través de imágenes y signos.
Ostiario
se quedó con la boca abierta:
-Ah
Y
a partir de entonces para el pobre ex seminarista no hubo más catábulos. Se
acabaron las cuadras de Alfeo y las casas de fieras. Sin embargo, no habría que
perder de vista a la gran patulea de espíritus dañinos que se habían apoderado
del alma de las mujeres y de los hombres. Uno de los ayudantes del Signífero después de aquella infernal
derogación pontifical se acercó a Ostiario muy misterioso y le recomendó lo que
solían decir los mandos a sus guardias civiles cuando salían de patrulla paso
corto vista larga y ojo al cristo que es de plata; esto es:
-No
seas ingenuo ni cacatua, Ostiarín, no te fíes ni de tu sombra, desconfía de los
que te llaman por teléfono y se dicen tus amigos. Te están vigilando los
malditos esbirros de Hitler, los topos de
-Así
es. Gracias por advertírmelo, ángel bendito que yo no me daba cuenta. Son muy
suaves tus palabras a mi oído.
De
aquel día después de pasar por las horcas caudinas vigilaba a Pomomio que ese también era una buena
pieza. Dejemos que el bausán de Arévalo siga haciendo momos y los
espantapájaros sigan marcando paquete obsesión de putos y de peleles que esos
no asustan ni a los grajos. Hoy como vuelan bajo pues eso: hace un frío del
carajo
jueves,
23 de noviembre de 2006
A GARROTAZOS
“Tenemos tal afición los hispanos a rompernos unos a
otros la crisma que todos los sucesos ocurridos en nuestro país de que pueden
aprovecharles los aficionados a composiciones históricas resultan coetáneos o
dependientes de una guerra civil. Diríase que los nacidos en esta tierra de
garbanzos somos capaces de todas las virtudes cívicas y de todos los afectos
privados, de todas las grandezas y heroísmos, excepto el del amor fraterno”. La
cita es del novelista granadino Pedro Antonio de Alarcón y creo que viene al
pelo de la situación en la que estamos viviendo precisamente ahora que se
acerca Nochebuena cuando conspirará contra nosotros la melancolía, el
consumismo como escapismo y una alegría postiza. Nos siguen escupiendo desde
arriba, nos mean en la cabeza y hemos de decir que llueve . Nos continúan
calumniando y nosotros perdonamos. Es muy duro esto. Lo que dice el escritor
accitano, Guadix y la alpujarra en el pensamiento, somos más moros que
cristianos y la verdad es que nos queremos muy poco. Uno maneja buena
información gracias a Dios y por eso pienso que este gobierno dadas las
circunstancias mundiales no está haciendo una claudicación – la opinión
contraria la respeto pero para entenderme hay que volver a los tipos del Circus
y a las tabernas del canal londinense donde Ian Fleming y Philby beben cerveza
y maestros del disimulo tratan de encubrir traidores, vuelve la guerra fría que
pronto se va a tornar caliente, no será una guerra de bloque sino de actitudes
vitales y mores y la verdad que tal y conforme está el patio y lo propensos que
somos los españoles a las estocadas la alianza de civilizaciones puede ser un deterrent. Yo no alcé bandera blanca
pero la verdad tengo más miedo que al moro o al infiel a ese fulano de mi
barrio que me espía, sigue mis pasos, me calumnia y me metiera un navajazo por
la espalda a la ocasión propicia que se dice que es mi amigo y mi paisano. Y a
lo mejor va a misa de doce. Ya no tengo edad para alistarme pero prefería una
trinchera y cañones y más cañones y aquí estaba yo que tener que ir al frente
de la insolidaridad incomunicada de la malquerencia de las personas normales
listas para denunciarte. La soplonería en auge puede que pronto empiecen los
paseos. ZP quiere pasar eso me consta pues insisto uno maneja sus buenos datos
y ha sido periodista destacado y ocupado garitas de observación importante.
Vivo rodeado de chacales pésimamente educados porque no creen que se ha muerto
Franco y muy mal informados. No hay salida. He ahí toda la cera que es la que
arde. Somos el país inventor de dos palabras que en inglés implican
complicaciones testarudamente celtiberias: “guerrilla” y “vigilante”. Lleva
razón el autor del “Escándalo”, “
EL CANTO DE
Se acerca la pascua hoy es Miércoles Corvillo y ayer
fue Martes Lardero con Lunes de Carnaval el día antes, son viejos rastros de una fiesta medieval
superviviente que ya carece de sentido
pues aquí ya no hace penitencia ni el tato y la única penitencia que tenemos es
desayunarse cada mañana el sapo de los informativos y vivir como corresponde
nuestro tiempo de silencio. Todos los
años tenemos por costumbre algunos de mi
curso reunirnos en Arévalo previa visita a
PACTO ARMENIO TURCO CONTRA RUSIA
Arturo
Koestler escribió una novela sobre los Kazares
-Nosotros haciendo honor a nuestro ascendiente errante, sabemos muy bien lo que
es la diáspora. Pero somos los cristianos más antiguos del orbe. Hay una cruz
en nuestra bandera que tiene el color del albérchigo, el árbol y el fruto que
lo identifican. Los armenios son muy industriosos, buenos comerciantes, amantes
del clan. En Londres compraron una iglesia anglicana en los Jardines de Evelyn
cerca de donde yo vivía y allí celebraban sus misas. Les oía cantar los domingos.
También me confesó que Rusia fue el mejor aliado que tuvieron contra ele
enemigo común el que les echó de sus tierras y les despojó del Ararat su monte
sagrado. Los hitlerianos no consiguieron izar la esvástica en el monte Ebrús.
Se lo impidió un general armenio héroe soviético de la batalla de Stalingrado.
En 1991 una de las naciones de mayor
abolengo del planeta – abrazó el cristianismo en el 301 tres lustros antes del
edicto de Constantino-recuperó la independencia pero hubo un terremoto terrible
el año 88 y la terrible guerra de Ngorno Karabak. El pasado miércoles el
presidente de esa republica, Sacrisjan, firmó un tratado con el presidente de
Turquía después de un partido de fútbol entre las selecciones nacionales de
ambos países. Se abrirán las fronteras y habrá intercambio de embajadores entre
Erivan y Ankara pero el Cáucaso es un avispero. Alemania apoya con gran
escándalo de su opinión pública el ingreso de los otomanos en
ARRIBA
ÁNIMAS
- Arriba animas.
- Tan. Tan.
-¿Quién es?
-Soy yo.
-Déjalas hijo, rézalas un padre nuestro que ellas
solas se irán.
Estaba
yo pensando en aquellos cuentos de noviembre cuando había filandón por las
casas y nos contábamos cuentos de ánimas.
Eran la historias de terror, eso que ahora los bobalicones imitando a
los ingleses llaman novela gótica. Mi anima vagaba por el paraíso de los
recuerdos mientras mis labios musitaban avemarías y padrenuestros de réquiem
por el seminarista fallecido. Y sucedió- caso curioso- que estando los tres
acurrucados en nuestro reclinatorio con el apoyabrazos de terciopelo rojo, casi
cagados de miedo con Peralta y Fenogreco que le habíamos ido a rezar al hijo de
María
-Ha
resucitado. Ha resucitado. Gudiel vive.
Fueron
a dar aviso a la comunidad. A los pocos minutos estaba allí el padre rector
blanco como una pared pero sereno. Con el jaleo se despertó todo el seminario y
pronto un tropel de filósofos y de teólogos con la sotana desabrochada o bien
en pijama o en calzoncillos unos cantando el Tedeum, otros gritando:
-Milagro…milagro
Se
preparó una bulla histérica. Los seminaristas se agolpaban a las puertas del
salón de grado formándose un tapón como en el callejón de la plaza de los
encierros de San Fermín. Querían ver al resucitado. Don Chespi se había
revestido de capa pluvial y acudió al lugar con la cruz alzada. Se organizó una
procesión con dos velas encendidas, salmos. El coro entonó las primeras
estrofas del Iste Confessor. El
inglés nos quería llevar a todos a la iglesia del mayor para celebrar una misa
de acción de gracias. El padre Rector tuvo que mandarlos parar. Porque no había
tal. En realidad la muerte es el triste sino de los nacidos del vientre de una
mujer y pocos resucitan. Sólo Xto resucitó y Penjamo, quiero decir Gudiel, no
era Lázaro. Todo se debía a algunos actos reflejos que se operan cuando el
corazón deja de latir. Mientras, las demás vísceras siguen funcionando. El
profesor de Matemáticas el padre Cabezas que era un jesuita muy competente nos
explicaba de la mano de la biología que la muerte física es un proceso lento
que tarda varias horas a veces hasta dos días en consumarse una vez incoado el rigor mortis. De ahí que la iglesia oriental sea remisa al
levantamiento del cadáver hasta el día siguiente del óbito. Durante el
interregno y antes de la putrefacción que acontece cuando el corazón deja de
bombear sangre se producen infinidad de movimientos reflejos. Hay partes del
cuerpo que continúan funcionando. El pelo y las uñas crecen, pueden moverse las
pestañas e incluso el globo ocular al tacto, se entonan los esfínteres, la
vejiga exonera orines y la próstata flujo seminal. De ahí que cuando se va a
proceder al levantamiento del cadáver de los ahorcados el juez de paz se
encuentre en un aprieto al comprobar que el interfecto tuvo una erección al
expirar. Es lo que decía el P. Ros
jefe de estudios de
-Salvado,
me he salvado. Soy salvo, Berengario por la misericordia divina.
Ni
creo ni dejo de creer pero conociendo lo cabezota que era Jesús Peralta no me
extraña que movilizase a toda la corte celestial para ir a cumplir su promesa.
El fraile me dijo que cesaron en este punto las misas gregorianas y se le tiene
como un santo, uno de los muchos santos anónimos que ha espigado como un
florilegio de beatitud la orden de San Bruno, a mi viejo compañero de terna. Misterios
de la gracia. Por lo que a mí respecta, y volviendo a cuestiones más pedestres
y menos encaramadas, y aun desconociendo cual será mi suerte, si estaré en el
numero de los cordero o en el de los cabritos, entre los bienaventurados o
entre los preditos. Me es indiferente. Sólo acertaré a decir que en aquel viejo
caserón me enseñaron a amar a Cristo y he tratado pecador de mí seguir su
senda. Lo importante es haber vivido esa fe y esa esperanza. Ir al infierno, a
la gloria o al purgatorio me da lo mismo. Me trae al pairo como suele decirse.
Me pregunto si no habré tenido ya suficiente infierno y purgatorio con los
dolores que me han deparado mis días: las enfermedades, las humillaciones, los
fracasos, los desdoros. ¿No ha sido suficiente mi lote? Tiene usted mucho
purgatorio, me dijo una vez un confesor.
-Padre-repuse-
¿no le parece que no he sufrido lo suficiente para tener que ir a padecer allá?
¿No bastó mi lote?
-Hijo,
hijo, no digas eso. No cometa el mayor pecado de los condenados al averno que
es la desesperación.
-Creo
que el papa acaba de suprimir el purgatorio y el limbo.
-Entonces
¿qué hacemos con el cepillo de las ánimas?
Mi
reverendo se quedó de un aire:
-Eso
digo yo
La
muerte no me asusta y no tengo miedo a nada, únicamente al pecado y a Dios, por
más que en nuestra primera entrevista Aldeorrillo me espetase a bocajarro que
era un miedica y en aquella ocasión me quedé clavado en mi reclinatorio viendo
cual sería el desarrollo de los acontecimientos. Mis dedos se aferraban
maquinalmente al rosario y me dio por reír en lugar de salir de estampida como
hicieron Peralta y Berengario. Había algo cómico en aquella situación. No tuve
un acojone. Tuve un descojone. El muerto había alzado una de sus extremidades
como si estuviera en clase de gimnasia. Ciertos eran los toros: la pierna
izquierda de Gudiel se elevó. Arriba España. Se echaba de ver por dentro de la
sotanilla los fondillos de sus pantalones bombachos de pana muy corcusidos. En
la pernera aparecía una mancha sospechosa color marrón que corroboraba la
diagnosis del P. Ros sobre el rigor mortis. Al morir unos se mean de gusto
otros se van por la pata abajo y otros eyaculan. Avante toda. No somos nadie.
Diré en conclusión que me dan menos miedo los muertos que los vivos aunque las
cosas del más allá y los fenómenos preternaturales incentivaron mi morbosa curiosidad
y de ahí mis idas y venidas durante cinco años al prado de las apariciones o de
las suposiciones. Huelgo con libros esotéricos que nos hablan de los enigmas y
hasta creo en duendes y aparecidos y leo con fruición las vidas de los
santos-algunas me parecen infumables- pero en fin quien no conoce a los hombres
no conoce sus aberraciones y sus vicios. En el Escorial no he visto a
ARTURO MAS Y SUS COFRADES EN USA SERÍAN
PASADOS POR LAS ARMAS POR DELITO DE ALTA TRAICIÓN
Odio
la violencia, me repugna la guerra pero amo a mi patria y estos días ese
catalán con cara de dolerle el estomago- tipo antipático y engreído mas feo que
un caganet- se encarga de insultarnos y decir las mayores burradas los que
amamos a nuestra patria y hemos jurado bandera. Corren malos días para la gente
decente, los españoles de bien, y si Cataluña se independiza, porque aquí Rajoy
no ha dicho ni mu, esta democracia se va a convertir en una opera bufa en la
que todos han ido a robar. Dineros catalanes en Suiza, mutismo gallego y
escucho por ABC radio al bueno de Teofanías Sahagn el meritorio de Cirilo
Rodríguez el que me acusaba a mi y a toda la gente de la prensa del movimiento
de ser corruptos por que porque el era un becario de una Fulbright de mil
dólares y de lo que se trataba era de subir, el PSOE pedía degüellos, ahora
este ínclito milita en las huestes de la derecha informativa porque el ABC no
es lo que se dice un periódico rojo, casi me dan ganas de llevarme la mano a la
pistola.¡qué país, vaya tropa! Tropa indigna de corruptos, villanos y
traidores. Esta democracia puede acabar como el rosario de la aurora pero con
su pan se lo coman, yo ni quito ni pongo rey, allá ellos que lo arreglen y se
repartan el bacalao. Creo que va a hacer violencia. Mas tiene la suerte de
pertenecer a una nación como la española a la que zahiere y detesta. En los
Estados Unidos ya le habrían dado mulé los servicios secretos o los jueces lo
habrían sentado en la silla eléctrica. Aquí somos más tolerantes pero a mí me
parece que el lemosino don Arturo sería
un buen candidato a la corbata de hierro. Sus vilezas le harían merecedor del
garrote vil
QUIRÓGRAFO
DE
Esperanza entre mis
teclas. San Apolinar frisa alto y dejo
de fumar en este bello día de julio. Sed aliud est coelum aeternum. Ojos que
miran al cielo como en la oda de fray Luis, y dejas pastor santo tu grey en
este valle. Uno es el cielo inmaterial y
otro el cielo aéreo. El matiz es
importante porque en ambos cielos moraban los espíritus; en uno los ángeles, angelica turba coelorum exultet y abajo
los demonios. Una era una cucaracha
alemana con el pelo de estropajo y las mandíbulas como garras de la hormiga
atómica. Sed exultet turba coelorum que todos esos nada podrán
contra mí. El cielo aéreo es lo próximo
a la tierra pero el empíreo es otra historia muy diferente. Al cielo aéreo fue
sublevado o subllevado Elías el profeta.
Y transportado hasta una remota región que se trova en paradero secreto
hasta el fin de los tiempos. Coelum quippe terrae proximum est. Cuando bajó al limbo Jesús resucitado al
tercer día, palabras máximas, soniquetes y comodines, son sus palabras, rescató a los justos. Esto es pura mitología. Señor que duro es creer pero aquí se guardan
los sellos de la vida humana en el quirógrafo de la ascensión. Et
mortuos debitum persolvit. Pagó con su muerte la deuda de los muertos, no
obstante el redentor no padeció a la muerte propiamente dicha, la
superaría. La ascensión por su propio
pie y no en manos de ángeles fue el finiquito de la resurrección. Elías fue transportado al cielo igual que san
Pablo en un ataque de gota coral seguramente y la virgen fue asunta. Diferencias por tanto de contorno entre
sublevación, asunción y ascensión. Esa
fue una de las primeras cosas que nos enseñaron con el catecismo. A Elías lo tomaron los ángeles de la mano lo
mismo que a Enoj para superar el lastre de la gravedad pero Cristo se elevó de
su propio pie y con la fuerza de su mano.
Se eleva por tanto sobre las miserias de este siglo y los pálidos
reverberos de la gran belleza del padre se
reflejan en las obras que
hizo. La ascensión es la fiesta más
platónica del calendario cristiano. Y
dicen los comentaristas que el Señor coelorum
fastigia penetravit. El fastigio era
un techo de doble vertiente. Derribó las potestades diabólicas ¿Qué me
pasa? Mientras especulo de tan altas
razones mi existencia subyace en la abyección y la miseria. Sede a dextris meis dijo el salmo y Esteban
el día de su lapidación vio los cielos abiertos et filium hominis stantem a dextris. Hay una diferencia entre sedere et stare. El stare es
algo más transitivo. Al sedereo sentarse
realiza un papel más activo en favor de
aquellos que en la tierra invocan su nombre.
Íbamos diciendo que se acercaba un tiempo de mártires. Y va induido de la estola (cpitraxil) de gloria. Todos los santos
bizantinos portan la estola cruzada sobre los hombres con la cruz a manera de
estandarte. Me queda un año para jubilarme y esto va a ser otra via
dolorsa. Ascensión significa exaltación
de la humanidad. Al subir con Cristo a
la gloria el cristiano se convierte en algo sublime y así lo afirma el quirógrafo
o compromiso de nuestra salvación.
Pero el ave ignoró la
senda. Semitam ignoravit avis.
Sea. Elevata est magnificentia tua super coelos. En él con él y por él y en él triunfamos de
nuestra corrupción de nuestra podredumbre.
Sin embargo Él nos dice que el camino hacia la excelsitud es la
humildad, la mansedumbre, la claridad.
De esta forma un día podremos gozar de su plenitud. Hay que circunvenir las tentaciones y adversidades
y suprimirlas plantándola combate mediante la huida. El cuerpo que se eleva a efectos de la
potencia divina. El amor viene saltando
los montes. Ecce hic veniet saliens in montibus. de coelo venit in uterum, de utero
in praesepio, et de praesepio venit in
crucem, de cruce in sepulchro et de sepulcro redit in vitam et de vita in
coelum. ¡Jolín too much! Muy brillante. Mucha hiperdulía.
TEATRO E IGLESIA
La noción del teatro como
una liturgia y de la iglesia con un escenario con sus decorados pertenece al
ámbito del pensamiento y la literatura rusa.
Sin estética y sin arte y sin misterio no hay religión. Creo que fue
Iván Bunin que cuenta una misa entre los expatriados rusos de Berlín y llega a
la conclusión de que el acto parece la
representación de una drama solemne con sus decorados con sus caracterizaciones
y puesta en escena. Los rubriquistas
saben mucho de esta intima conexión de lo sagrado con las artes escénicas
porque la pintura y la música y la escultura son sagradas, tienen ese hálito o
palpitación de la divinidad incombustibles. Es como un proceso en el que la
inspiración se somete a la férula de las corcheas y las fusas y las semifusas.
Una buena partitura, una sinfonía, es contar una historia inefable que avanza
entre tinieblas. Por eso cuando entramos
en una iglesia nos sentimos diferentes, acaso seamos diferentes. Nos embarga el roce de lo trascendente, la
vivencia de lo ultrasensible. Esa misma
sensación nos acomete al pisar la alfombra de un patio de butacas. Para los
rusos esto es el equivalente a una confesión de parte, y la música cantada
resulta en ese sentido una confesión de lo inefable. Ante el altar ante la grada del proscenio o
calzando el coturno los diálogos a veces se vuelven monólogos.
Así que en un decorado
teatralmente tan perfecto como Petersburgo la arquitectura se vuelve música de
gusto neoclásico y ese amor a las tres unidades de Catalina
Avancemos un poco más; no
seamos retrecheros, no nos quedemos meramente con el paisaje. Volvamos a la historia. En 1582 hubo una victoria cosaca sobre los
tártaros y el zar hizo una donación a las iglesias y monasterios (Soende). En cada uno apostó un carillón o garita [karyl] semejante veleidad le da a la
capital un carácter de fortín, de plaza fuerte amurallada contra las ventiscas
que vienen por el Báltico. Otra nota a
destacar es el aspecto religioso. La
iglesia más grande de toda la cristiandad mayor incluso que san Pablo de
Londres y la basílica del vaticano está en san Isaac. Esta visto que cristo estorba con sus planes
de redención a otros demiurgos. Por eso
le llaman cínico y tonelero agresivo [ausfallend]
un profesor de ciencia itinerante o wanderlehrer que se expresaba en
parábolas. Su palabra quedó prendida
como mechón de humo sobre las cornisas.
Cristo es nuestra antorcha.
Aspiramos a su visión, vamos a su encuentro pero nos entorpecen los
grilletes trabas del pecado (compedibus)
de nuestras ligaduras carnales. Sin embargo, en Petersburgo se siente la
resurrección de la carne. El alma se eleva y las cimborrios y orondos
chapiteles de la catedral de Kazan inician una ascensión ante nuestros ojos,
suben y suben, ascienden. Son una metáfora de la metamorfosis espiritual que ha
de transformar y reformar al hombre. Christus glorioficatio nostra. ¿La
caridad y el amor cierran la culpa? Charitas operit multitudinem peccatorum.
El Redentor nos condona la deuda. Es lo que en aquella ciudad se siente o a mí
me pareció sentir.
24 de julio de 2008
LUNA
DE AGOSTO
Baila mi esperanza como la
flor de edelweiss
Entre las teclas
Sueños que no aprehende el
volumen de mi pipa
Entre volutas caprichosas
Que se elevan lentamente
Y salen al prado a besar la
luna del jardín
Siento en mi alma el ser/no
ser
Entre tinieblas
La luz queda tenue
trazando oscuro camino
Eólicos molinos alzaronse
gigantes
Reyes de la breña y la braña
En la sierra de los vientos
Y esta visto que xto.
estorba a los globales
Que su idea no es mi idea
Ellos no me entienden
Sólo la luna nos entiende
Y yo me desentiendo por la
fe la escritura
Moro en el refugio de la
cuartilla virgen
Y en el aprisco de las redondas blancas
pulsión de mi sentir donde
estampo la furia del grito ahogado
Con cien mordazas
Vuelvo por el camino de
Hacia la casa.
Ya
Y la luna refleja en lo alto
el rebrillar de mi pena.
Las cabrillas fugitivas y
solemnes
Se unieron a la orquesta.
If
you cant win them all, join the mob. Es el pregón ese fue el
lema de los acomodaticios al rumbo de
los años
Fue la flor de mis
desengaños
Filosofía de perra gorda
Amor de juventud.
Quimeras.
CONJURO
Así
que dios con nosotros. Tengas tranquilidad de conciencia y paz en el espíritu.
Largos sean tus días y tu trabajo de provecho pero la respuesta que obtienes es
inequívoca. Apártese usted de mí señor pateta y se retuerce la serpiente en sus
arillas. Marivientos pega un portazo. El mensaje franciscano paz y bien no es
de este mundo. Así que me repliego en mí mismo y con la humildad del Maestro
que quisiera para mí mismo replico: Si en algo falté dime en qué. Si no por qué
me golpeas. Y voy a un rincón a llorar, a lamerme las heridas y a cantar
EL DÍA DE NUESRTRA SEÑORA
Tras
la lluvia de estrellas que llamaban “Lágrimas de san Lorenzo” apogea el verano,
el grano ya en el silo o en troje, los marranillos gruñendo en la cohorte,
traje de fiesta camisa blanca – venga esa muda, chiquitos y a lavarse esas
roñas de por el enverano y yo pecosillo que era de niño y que creía que las
pecas de mi rostro eran culpas duro restregarme la cara con papel de lija pues
yo era muy crédulo por aquel entonces y seguí las recomendaciones del Pedrete
que era el jefe de la cuadrilla y un guasón por poco me desgracia- los
agosteros ajustados por san Antonio recibían la soldada, las noches eran algo
más cortas, el relente de las sonochadas anticipaba los rigores de los primeros
fríos del otoño pero toda Castilla era un ascua de fulgores. De cohetes,
rechiflas, arreboladas cantores y rondadores. Los ecos de la gaita el tamboril
retumbaban lontananzas. El cielo de la noche, con más estrellas que nunca,
aparecía iluminado de voladores. Se escuchaban
a lo lejos los cantos de ronda, el bramido de los toros que iban a ser
lidiados en el encierro, toros enmaromados que lidiaban a hurtadillas en las
capeas a la luz de la luna. La vida para mí por aquellos días era una bonita
película. Como hacían en Peñafiel, buen pueblo pero mala gente, decía mi abuelo
Benjamín que era muy ocurrente y tenía una sentencia para todo y él siempre
prefirió los encierros de Cuellar que eran mas limpios, no se enmaromaba a las
vaquillas y el vino era menos traidor. Además a los de Peñafiel como a los de
Fuentepiñel (muchos barros y poca miel) les decían pueblos beatones mucho golpe
de pecho, mucho cura, mucha misa y mucho rosario y mucho pésame señor y por detrás la coz de
la mula Muina. Zas. Siguiendo los consejos sabios de mi querido abuelo que
gloria esté huí siempre de los hipócritas y camándulas como del pedrisco y me
dan cien patadas esos mulos zainos con
cara de no haber roto un plato, das media vuelta y tienes la navaja en la
espalda o la patada en el culo. No. Mi fe y mi esperanza en Cristo es algo
total y coral nada de particular. Aquí del rey abajo ninguno o vamos todos al
cielo o no se salva ninguno. No hay preferencias ni distingos en el amor divino
sino llaneza total. Por mucho que
hagamos el mundo nunca cambiará. Somos pecadores. Sólo el buen Jesús
salva, sólo Él perdona. Lo malo viene cuando uno quiere ser más que el otro y
quiere entrar en el cielo por la puerta
de atrás. La santidad, la virtud el heroísmo, no están reñidos con la
humanidad, esa humanidad que el Hijo de Dios aceptara y en la que se reencarnó
accediendo al dolor, a la risa y al
llanto e incluso compadeciendo a las mujeres pues en su paso por la tierra
siempre anduvo rodeado de putas, recaudadores del fisco y de borrachos. Los
farisaicos predicaban una religión que era todo lo contrario: muchos ringorrangos
más de remate raza de víboras, sepulcros blanqueados. En Cuellar y en Aranda
caguen la orca otro lugar hacia el que Benjamín sentía cierta querencia
pudieran ser más brutos, aunque no tanto como los de Espirdo que querían meter
en la iglesia el pendón de través como toda la gente de la ribera pero no
estaban tocando a la novena a todas las horas y mucho pésame señor y luego
hacer daño al prójimo. En Cuellar hubo una vez obispo y en Aranda casa de la
prostitución. Ahora sí que estamos buenos. Pero estas rivalidades de campanario
hinchen y reaplanan toda la geografía y la historia española. La historia de
los de Fuentepiñel muchos barros y poca miel y los de Fuentesoto culo roto
siete varas y otro poco se repite en esta tierra de coritos la mina y el mar.
No vamos a cantar el prefacio como hacía mi abuelo para entretener las horas de
trillo.
lunes,
17 de agosto de 2009
AZOGUEJO SEGOVIANO AULA MATER DE
Segovia buenos aires alta
ciudad cuajada de elevados empeños. Cuando se asoma el visitante por ese balcón bien ventilado que es
HURRA POR
HAROLD PINTER
Siempre me ha intrigado el misterio de Azorín como me ha impresionado
el misterio que late en todo tránsfuga, su metamorfosis o las alas que le
crecen al gusano en el claustro materno de la crisálida hasta llegar a ser
mariposa. Y digo esto porque hace justamente un siglo en el otoño de 1905
después de regresar de
Cuando escribía con su nombre
de Martínez Ruiz era el enfant terrible del 98 tanto es así que en muchos de
los periódicos en los que aparecía su firma se daban de baja escandalizado por
sus ideas disolventes los lectores de la suscripción. Antes del año cinco
cuando se produce el camino hacia Damasco Antonio Azorín era una especie de
Harold Pinter al que no le crecían los pelos en la lengua. Ni contra los
militares, ni contra
No es la vida la fuente de la
imaginación sino los libros. Cuando llegó a Argamasilla de Alba para escribir
sobre el pueblo oriundo del Quijote no preguntó por donde estaba la posada, dónde
los arrieros, dónde la ventera dónde el cura de misa y olla. Pidió que le llevasen a la biblioteca
municipal. De ahí que los que entendamos un poco literatura [no me glorío sino
en la fe de N.S.J] pues llevamos medio siglo en la brecha y puede que nos pase
como al herrero de Mamblas que de tanto trabajar en la fragua se le olvidó el
oficio. Escribir puede comportar, amén de una ascensión a los cielos, una
bajada a los infiernos. Por ende, a mí me cae Azorín un poco gordo porque
aparte de cleptómano en las librerías de viejo, y eso me da cien patadas, nunca
se emborrachó con el vino espeso y peleón de las tabernas donde recala el
obrero. Era un anarquista de salón como todos esos “rogelios” que he citado
previamente. Oportunistas. A Unamuno al que mi profesor de Preceptiva Literaria
el P. Penagos gustaba de llamar “unamona”, una alacridad que sólo puede
permitirse un tipo que había pasado muchos años en Bilbao aunque fuese
santanderino le pasa tres cuartos de lo mismo. No atraen demasiado porque
tienen truco, mucho adobo y artificio, para luego acodar sus escritos con
fórmulas de otros y aparte de que suelen tender al chaqueterismo como toda esa
pléyade a la que antes he aludido. Una de las mayores calidades artísticas de
ese hombre era su patrimonio de la contradicción. Es la condena de los que
impostan la voz y hablan por boca de ganso. No son naturales. Evolucionan sí
pero siempre serán consecuentes consigo mismos y lo que dijeron.
Un ejemplo de congruencia sería Harold Pinter. Su Nobel merecido. El otro día crucificado en el lecho
del dolor y desde la silla de ruedas que le tiene postrado con cáncer habló por
todos nosotros. Entonó un “eli, eli, lamma sabactani” (Dios mío, Diosa mío por
qué nos has abandonado). Esta postura crítica es la misma que hacía cuando en
los sesenta íbamos a una boite a ver
la representación de su Tea Party porque nunca se le permitió
representar sus obras en los teatros nacionales sino en las buhardillas y
sotabancos de Londres. La misma voz recia y bronca de profeta de Israel que
desvela la desolación del pueblo y al propio tiempo alza los puños. En ese puño
crispado de Harold Pinter he visto reflejada parte de mi biografía. Después de
todo y contra lo que creen muchos turiferarios y perfumeros del sistema siempre
con el incensario a cuestas entonando cantos de alabanza a los Estados Unidos,
el nombre de
Los libros de Azorín el mundo
nada perdería si desaparecen en un
incendio lo mismo que todos esos impostadores de voz o impostores del autobombo
como el Dragó. Lo del chisquete, la viagra y lo demás seguramente que es un
farol. ¿Hasta cuando tendremos que aguantar su atril, sus lentes de media luna
y concha, su cara de ciervo, sus cataliniarias y jactancias de lo bien que
funciona con esa japonesa que podía se su nieta (otro miles gloriossus) de
pontífice máximo de fiscal de la literatura y de inquisidor de libros en los
programas a los que solo lleva a sus amigos? Es el franquismo instalado en esta
democracia, mudada la camisa. Ya digo
que aquí fusilan siempre los mismos. Por eso claro aquí carecemos de
escritores como Harold Pinter. Resulta
lacerante ver tanto duerno que abreva a tanto pastueño de un rebaño
acomodaticio que bala en manada. Va de rabadán en este cordel delante de los
carneros el bueno de Sánchez Dragó. Verlos pasar delante de las cámaras
constituye todo un espectáculo. Es un tiro, tú. Todos son iguales. Novelas que
van a la papelera o libros de ensayo que tiraba Umbral a la piscina.. Como Azorín
ciento y la madre con todos los hijos de San Luis y de Julián Marías que en paz
descanse que parecen haber descubierto Londres oye. Os los regalo. Jesús ¡qué
tropa nos atropa!
BABLE: LAS PALABRAS MÁS HERMOSAS
No
hay carretera sin barro ni prao que non tenga yerba ni niña sin amores etc. La
tonada crece hacia adentro como el rumor de los raudales cantarines que de
pronto uno encuentra por el monte, tramontada una sebe o zarzo - la sebe o saepes
es latín puro y de entonación suave no como la de los del Lacio o los de
Y
es que Asturias es el alma y la cuna de la nación española, temple recio e
independiente como la voz de nuestro juglar el Presi, hijo de guardia civil y
socialista hispano y astur temple como sus tonadas de inimitables filados.
Gracias a los satures y los leoneses el latín que hablaban los legionarios
romanos no se arabizó o se perdió de remate como ocurrió en Tagaste y en
Mauritania. Covadonga es más que un símbolo y un estandarte como Kosovo para
los yugoslavos (aquí comenzó a latir el corazón pequeñito de una nación) fue un
antemural que conservó las leyes los usos y las costumbres y sobre todo la
fabla. La j que dicen trajeron los moros pero yo creo que es fonema vascongado
no pasó el Puerto Pajares ni el Somiedo ni Puerto Ventana.
Hay
una serie de características fónicas que identifican al bable como un dialecto
o una lengua y es la inalterabilidad de la f labiodental plosiva que enmudece en el
castellano y se torna en h, el
mantenimiento de la g gutural frente al acoso de la mentada consonante y
la inmutabilidad de x renuente a hacerse j aunque se mantenga en
el Ijuju que es el grito básico de la danza prima.
Así
que un asturiano de Somiedo siempre dirá fembra, güeyos (ojos) y güevus
huevos y puxar empujar aunque es más aldeano todavía el non emburries.
Otro signo de identificación es la utilización de los enclíticos pronominales y
la proliferación del articulo con el apostrofe así como la tendencia a suprimir
la preposición de y a la predilección del pretérito indefinido en
sustitución del pretérito perfecto o el anterior. Pero existen voces bables
intraducibles y que se desconocen en el castellano habitual:
Pesllar
o cerrar con llave.
Abocanar cesar la lluvia
Afrellose
y esguardamillase se deslomó de un golpe.
Arrebalgar
o cabalgar a horcajadas.
Acompangar
o comer pan con compango o mondongo algo de sustancia que siempre se echará en
la fabada
Argallo
y argallu argallar un derrumbe o alud a causa de la lluvia
Trebeyar
que no es traballar sino todo lo contrario es el retozar con una moza una tarde
de romería por ejemplo.
Xintar
comer a mediodía
Mancarse
cortarse
Desmangarse
descomponerse una herramienta
Fesoria
por azada
Enxereyar
o enjaretar.
Por
ultimo otra constante en la eufonía entonación del acento que suena mucho más meloso y musical
que el bronco castellano de Valladolid es la inclinación por los diminutivos
que son cantidades. Así rapaz o chaval
tiene rapacín, rapazón y rapazuco. Jovellanos y Carlos Parada nos advierten que
la evolución genérica está menos evolucionada que detrás de los montes. Así el
calificativo bonum- bona- bonus que en castellano da bueno en bable es bonu
para el masculino bona para el femenino y bono para el neutro.
El amigo Bono, ese que dice ser socialista.
entonces debe de tener raíces de alta
montaña. Mejor casi que no, no oiga. En
alguna de las Polas yo he oído decir vino bono que conserva la estirpe latina de
vinum bonum laeticat cor hominum. El vino bueno alegra el corazón de los
hombros pero Berceo ya nos habla de un vaso de buen vino. En
BARTOLOMÉ LEONARDO DE ARGENSOLA. RIMAS.
CRISTIANISMO Y MITOLOGÍA
Pegaso
era un caballo alado que pacía en los montes del parnaso. Los dioses iban a
darle agua a las fuentes de helicón. Pegó una coz un día y por toda la tierra
brotaron los manantiales de los ríos que van a dar a la mar. En el espejo de
los hontanares de helicón se reflejan las estrellas. Júpiter ordenó entonces a
Ganímedes que bajara del empíreo y le nombró su copero. Este Júpiter romano o
padre Zeus de los griegos era un dios caprichoso de reacciones imprevisibles,
tenía virtudes pero también defectos. Las parcas tejían el paño del destino y
en sus inescrutables designios. Júpiter
hacía lo que le daba la gana con el destino o fatum de los hombres, de los pueblos, de los animales y de la
cosas. Tenía derecho de pernada tanto con las mujeres o con las diosas y de
estos ayuntamientos nacían monstruos y criaturas perfectas. El bien y el mal
juegan al escondite a través de la mitología pagana la cual observa no pocos
puntos de contacto con el Génesis y toda
Es
frecuente que mancebías y prostíbulos en ciudades castellanas hallen cobijo al
pie de las catedrales a tenor de la vida perezosa de estos claustros relajados.
Y es que el diablo cuando no tiene nada que hacer mata moscas con el rabo. Con
frecuencia las ninfas devienen harpías y eso es verdad muy de ahora del siglo
XXI pero en el XVII donde las costumbres estaban tan depravadas como hoy se
hacía la vista gorda. Son pecados particulares de los eclesiásticos que a nadie
importan con una diferencia y es que a la sazón la fe tenía prelación sobre las
conductas individuales y a la cruz de la fecha es al revés. Las sibilas asoman
su faz de bustos parlantes desde los casalicios de las pantallas abrasadoras de
la tele cantando las alabanzas del dios único que es la fuerza del dinero, del
sexo, el look y el buen parecer.
Brindan sus trofeos a los vencedores del mundo y condenan al infierno a los
perdedores, los desheredados de la fortuna. El arte dejó de rendir tributo a la
estética. La armonía deviene cacofonía y parlamento monocorde de unos cuantos
encaramados cuyo discurso es tan cansino como repetitivo. Los grutescos cuadros
de Picasso supervalorados no dejan de ser grotescos. El arte de Talía ha
muerto. Euterpe hace gemir su arpa por las esquinas. Tersipomene dejó de
existir. Los coribantes con sus estolas recamadas de oro bendicen a las
bayaderas de gestos frenéticos. Mi niña quiso ser cantatriz, luego actriz y se
convirtió en saltatriz. Escuchamos las causídicas protestas de los rábulas
porque aquí todo son pleitos y litigios. Se habla de sociedades filantrópicas y
enejes que han expulsado de los corros a las almas caritativas pues la caridad
es vicio cristiano y prevalece la filantía o el egoísmo hedónico. La mitología
tiene que ver con la alegoría y a las explicaciones teologales sobre el origen
de la vida y el propósito existencial, si es que alguno cabe. Pululan entre
nosotros narcisos y narcisas preguntando al espejito mágico eres tú la más
bella de las mujeres. Nuestra moderna clase política poblada de aristarcos
caciquiles tiene que ver con el rancio establecimiento romano del quirinal.
Salgan los tertulianos, entren los
quirites. Una bacante no es lo mismo que una vacante porque aquí lo que sobran
son putas y lo que falta es trabajo y como donde no hay harina todo es mohína
los abogados tienen trabajo, nos chupan la sangre los usureros.
Leer
a Argensola promueve sorpresas incontestables como por ejemplo que la
mentalidad del español ha cambiado poco desde 1613 salvo que estemos maleando y
aun teniendo más seamos más infelices que en las décadas de los Habsburgo. Las
campanas de Velilla tañen solas a clamor cuando barruntan un difunto. ¿Estarán
anunciando la muerte de Europa? Sigamos en el ostracismo de nuestra concha o en
el petalismo de nuestra hoja. Lo menos llevadero es el exilio interior que
padeció este cura/poeta aragonés y
sufrimos ahora nosotros. Leonardo prefirió ser villano en su rincón gozando del
apartamiento de una rectoral luego una canonjía en Zaragoza[19]
que un cortesano al uso. Nacido en Barbastro en 1561, estudió en el seminario
de Huesca y nos cuenta cómo era la vida hispánica durante el reinado de Felipe
II, estuvo a punto de embarcarse como capellán de
EL AÑO DEL
SAPO. (Contemplando un capitel románico)
Letraherido y aterrado por la sonrisa del batracio (un
sapo que me persigue que tiene la voz gorda y los pies planos cara de chino y
tez de gitano) he acudido a la didascalia del arte románico para ponerme a
cobro del enemigo y extasiarme en los pórticos de la gloria y en los capiteles
historiados, ménsulas y girolas de las iglesias de mi país, vidas de Cristo,
sus milagros, y también gárgolas con las fauces abiertas donde el dragón que
acecha estos días está muy significado. Me he sentado sobre el respaldo de las
misericordias donde el mundo animal y vegetal está explicitado, para alivio de
mis cansadas posaderas, como un viejo chantre derrengado, harto estoy de
especular. Las virtudes y los vicios, el ángel y la bestia, se dan la mano en
esos poderosos frisos estatuarios que son sermones en piedra. Parenética
triunfal del arte mudo del siglo XII.
El maestro Mateo era un teólogo itinerante que
explicaba con el buril y la gubia los evangeliarios a un pueblo que no sabía
leer. Penetremos por ejemplo en el jardín litúrgico de San Vicente el diacono
una ermita de mi pueblo solitaria donde le doy al mando del casete y empiezan a
sonar la himnodia de una grabación de una misa ortodoxa y es como si las flores
de piedra volvieran a echar hojas vegetales. El rito mozárabe se parecía mucho
más gracias a su exhuberancia y maravillosa himnodia al griego que al romano.
Pocos templos muzárabes quedan más debajo de la sierra la única rara avis la de
Melque en Toledo. Fueron destruidas por la morisma almohade que no se comportó
en su afán iconoclasta de una forma tolerante al revés que los cristianos que
transformamos en aras católicas y consagramos las viejas mezquitas – ahora
quieren recuperar la de Córdoba en gesto aparentemente amistoso pero yo veo en
esa reclamación un deseo de revancha poco acorde con el diálogo de
civilizaciones y sus predicados- y ésta de Segovia fue erigida por bautizados
que vinieron desde Jaén en los términos de una antigua tebaida huyendo de la
persecución de los califas. Me esparzo por estas soledades y campos del pueblo
que pisé de niño. Ahí está el Tetramofros por ejemplo efigies de león águila
hombre buey los cuatro elementos o los cuatro puntos cardinales o si se quiere
las cuatro vías de la ascesis mítica (purificativa, ilativa, amativa, unitiva)
y los cuatro brazos de la virtud para la unión con Dios: tribulación,
abnegación, humildad y presencia de xto. en la historia. Me anego en el
coloquio fantasmal de estas tallas tan elocuentes dentro de su mutismo. Es año
nuevo y habrá que cambiar de vida, volver a la virtud, ahorcar los vicios. Aquí
se encuentran las esencias las presencias y potencias del karma iluminativo.
Conviene tener muy presente estas consideraciones porque el mundo anda hoy un
poco a la decrépita. Las estatuas del pórtico de la gloria de mi pueblo me
hablan en paremias. Todo son símbolos y aforismos bajo el arco abovedado
irguiéndose en pico de mitra. Veo los arcángeles turiferarios con las alas
papeloneadas. Los escribas redactan sus anales. Hay una mártir seguramente Sta.
Catalina, ¿o es Sta. Bárbara?, la cual aparece con los senos expuestos y otro
bienaventurado que camina portando la cabeza en las manos. Estas semblanzas son
como analectas o fragmentos literarios que los monjes estudiaron antes de Completas
o antes del gran silencio cuando en los monasterios cistercienses –el edificio
es lo que queda de un viejo monasterio de bernardos se prohibía articular
palabra cerrado el ocaso, quede callado el hombre y hable Dios al alma- se
establecía la fórmula del taceant omnes que no se levantaba hasta el Benedicamuns
Dominum de Maitines al quebrar albores del día siguiente, para aprender la
ciencia de las artes liberales y de la botánica con sus propiedades
terapéuticas. Así por ejemplo Atermidoro recomendaba precaverse contra la
lenteja granulada y oscura y raíz de todos los males. El serpol o tomillo se
utilizaba contra las mordeduras de serpiente y el ajo era escudo contra los
maleficios. El hinojo estimula la sangre. La lechuga es recomendada por los padres
de
San Isidoro nos habla de un ave fabulosa por nombre
portación que tiene las patas de perdiz la cabeza de conejo y el cuerpo de
león. Su funcionalidad ayudar a los maridos engañados. Avisa con su propia
muerte cuando sabe que su amo ha sido engañado por la esposa. Y por esto mismo
y dada la habitualidad de los cuernos nos dice el santo que nada de particular
tiene que se haya extinguido. El hipocampo o caballo de mar tiene que ver con
las gemonías o cloacas del alma. Su mirada es inteligente y llora con voz
humana al igual que el pavo real bello de aspecto pero que emite unos sonidos
desagradables.
Al cangrejo lo convierten en símbolo de la herejía
pues camina hacia atrás al igual que sus parientes el escorpión y el alacrán.
El castor es la vera efigie de la circunspección. El lobo de la avaricia. El
zorro de la trapacería. El jabalí del furor y el leopardo de la cólera. La
hiena cambia de sexo – esa era la creencia- practica la antropofagia y la
bisexualidad, el tribadismo, lo suyo es la sodomía y lleva plasmada la lujuria
en su inmundo hocico pero puede llegar a hablar como el hombre a decir de santa
Hildegarda de Bingen. A ver quien da más.
Y para finalizar un consejo o resolución de cabo de
año. Por lo que más quieran huyan del sapo. Es muy dañino y peligroso y nos lo
quieren entronizar como señor del mundo poniendo la verdad en cuarentena y los
libros y las noticias quizás haya que
leerlas por el exergo quiero decir del revés. La víbora y la sierpe nos miran
con sus ojos pasmados. Todos sabemos al pueblo que representa. El adepto
ocultista guardase bien de posar el pie en los llamazares y escondrijos donde
vive este ofidio con boca de pez y ojos casi de ser humano. Cuando se cruza con
la mujer engendra un híbrido terrible: la arpía. Sin embargo hay están los
catorce santos auxiliadores para nuestra defensa. San Jorge el primero es el de
los de a caballo pisotea al diablo y es abogado contra el herpes.
San Blas
siempre a dos velas nos libra del cáncer laríngeo. San Erasmo lleva una cabra
con las vísceras enrolladas contra los males de estómago. San Pantaleón con las
manos clavadas abogado de tísicos. San Vítores la cruz en la mano nos libra de
los tics y espasmos. San Cristóbal gigante del Niño Jesús nos lleva por el buen
camino y lo invocan taxistas y camioneros. San Dionisio que porta en sus manos
la cabeza nos defiende de la posesión diabólica. San Ciriaco contra el mal de
los ojos. San Acacio coronado de espinas contra el dolor de cabeza. La cierva
de San Eustaquio nos libra del fuego. San Gil tiene por símbolo a un rebeco que
ahuyenta el pánico y las pesadillas nocturnas. Santa Margarita que amarra a un
dragón protege a las preñadas y les hace parir en hora corta. Santa Bárbara con
su torre y su copón rematado en una Hostia es remedio contra la muerte
repentina. Santa Catalina con su rueda nos ayuda a salir airosos de los
exámenes.
BESULLO EL PUEBLO DE CASONA (viaje a los Ancares II)
Demetria
es un personaje que surgió de la pluma del gran novelista avilesino Armando
Palacio Valdés. En la protagonista de La “Aldea Perdida” se trazan los rasgos
del carácter de la mujer astur y el cronista, el amanuense, el reportero que
viaja y huye, tal vez de sí mismo, y que va camino de la encartación geográfica
de los Ancares (volverás a región) y que había leído mucho de este tema cuando
era muchacho se va a encontrar a la heroína de sus sueños en un baile de rueda
la noche de san Juan. El baile de rueda que se baila al de por junto y con los
dedos entrelazados no tiene nada que ver con estas danzas modernas que han
traído los americanos donde cada uno se menea o contonea por su lado como dios
le da a entender. Está sujeto a unas reglas de pasos, movimiento y ritmo. Se
baila de puntillas la danza prima que es la jota del norte. En sus punteados se
encierra el misterio de algo telúrico, ibérico, el brío y el salero
carpetovetónico al compás de las notas de la dulzaina, el chistu o la gaita. En
sus orígenes era un zapateo guerrero. Tiene sus componentes eróticos de parada
nupcial y al mismo tiempo un sentido quasi místico religioso en honor a los
dioses tutelares de la fecundidad. Marte y Venus se menean juntos por el corro
y nos sacan a bailar. Al escuchar los arpegios del redoble muchos españoles nos
ponemos en trance para adorar
Besullo
es pueblo abandonado, aldea fantasma, la casa del poeta del amigo, del admirado
dramaturgo – regresó a España de su exilio argentino fumando tabaco negro, ¡ah
Castilla que face los homes y los desface!, un hombre bueno- que nos hizo soñar
en inquietantes señoras que llegaban a la aurora y que desaparecían luego en un
recodo de nuestra adolescencia para no volver más- María del Sotrondio fue una
de aquellas damas del alba, el eterno femenino, pasó la ronda de la noche
sanjuanera, un rostro en el paraíso, una sombra nada más- y peregrinas que
pasaban camino de Compostela y a su paso por el borde del lago desde el fondo
de las aguas subía la vibración de las campanas de la iglesia de un pueblo
sumido cuando construyeron la presa. Creo que por entonces estábamos en estado
de gracia por eso venían visitarnos dulces peregrinas y escuchábamos el tañer
de campanadas en las profundidades de la mar galana. ¿Dónde se fue aquella
mujer que vino en la noche vestida de una capa blanca y se marchó a la aurora
signándome en la frente y dejándome una marca?
Poeta igual a profeta y Casona anticipa en sus versos el desmadre
de la presa que ocurriría veinte años más tardes en Ribadelago. ¡Aquellas
noches de san Juan cuando íbamos a coger la flor del agua, danzas en torno a la
hoguera, fuego mágico! ¿Quién no se enamoró de nuestra Natacha? ¿Quién no zarpó
hacia lejanos mares en la barca sin pescador, o contó las consejas al lado del
llar como el cuento de la pájara pinta? Gañía el viento por la pumarada
con las cuerdas de arpa de las ramas de
un manzano y alzaba notas de sinfonía mientras asábamos castañas y bebíamos el
vino nuevo que trajeron hasta estos riscos pumariegos los arrieros castellanos.
Éramos ingenuos y románticos, con la cabeza a pájaros, los sesos se nos
volvieron agua. El teatro lírico casoniano refleja aquel mundo evanescente. La
vieja casa rural que se nos ha derrumbado. Crece la maleza en la pomarada, las
puertas del gallinero desportilladas reciben el sol a raudales por entre los
cañizos del tejado, cayó el hórreo en un airón, se asilvestraron los perales de
-No
tengas prisa Pepin de Xuana pero la hora ya está cumplida.
-¿Hay
pera compota?
Fue
su último deseo y fueron sus últimas palabras, lo único que dijo antes de que
se lo llevaran las parcas.
Los
criados le velaban en el zaguán bebiendo vino, contando viejas historias y
cascando nueces en aquel velorio rural de hace cincuenta años. No somos nadie
-De
hoy en un año.
-Y
usted que lo vea, señor amo.
CANTARES DE GESTA
Escuchábamos con ojos encendidos el romance de
don Bueso o el de doña Alda que cantaban los juglares llegados de tierra de
moros o el de la loba parda y que bien sonaban aquellos versos en boca de los
gañanes cuando conducían al aprisco a la majada. Un rabadán tenía un rabel y un
mastín con carlanca de defensa contra el lobo. Antes de lo lírico fue lo épico
y los héroes de España entonces cuidaban rebaños por estas veredas encaramadas.
¿Resucitarán algún día los gigantes? Alejandro Casona un asturiano cabal
incorpora a su teatro la fuerza del romancero, toda esa lírica oral, historias
sin argumentos, sólo hay que seguir el hilo de la canción y cantársela al que
conmigo va. Lo grande de la vida es inefable e inexplicable. Los límites de la
poesía rozan el misterio y no la toquéis más que así es la rosa. Del corazón
brota una jarcha. Creo que el Romancero es la mejor onza de oro que ha
entregado la literatura castellana al tesoro de las letras universales. Es
genuino. Es anónimo. Es español. Y además se cantaba. Nosotros inventamos los
cantares de gesta y la cosa no tiene vuelta de hoja. De la misma manera he
tratado de incorporar esta mística del romancero al periodismo. Mis
articulitos, humildes, carecen de un tema, pero son algo recitativos que se
cascan como huevos al pasar, girando en torno a una idea o más en alrededor de
una palabra, para de esta forma ir
contando cosas al desgaire. Brochazos y
zarpazos en frases convulsas. Yo, no canto mi canción sino a aquel que conmigo
va y el que tenga orejas para escuchar que atienda.
LARES VENIDOS A MENOS
La
casona donde nació Alejandro se ha caído pero todavía muestra, erguidas,
solemnes, mirando hacia el valle los siete balcones. Bajo por
El amanuense huye a toda crin del sofá donde
se crían mollas, aburrimiento, sitcoms,
convertidos en los perendengues de la aldea global, y tira contra la pared el
mando para hacer zapping y vaga por estos riscos en libertad, feliz y contento
de haber llegado a viejo y poder decir lo que le pete.
-
Ande yo caliente y ríase la gente pero que me dejen hacer lo que me dé la gana.
Dijo el escarabajo a sus hijos vení acá mis flores
-Me
las piro.
-Hace
Vd. muy bien don Nicomedes.
-¿Me
vendes tu escafandra, Vitines? Lo que me cumple a mí a estas alturas es vivir
dentro de una campana neumática.
-No
soy buzo. Me pasé mi vida al aire libre. Me acongojan los ascensores y los
espacios cerrados. Creo que lo mejor que podría mercarse su señoría son una de
esas viseras orejeras que llevaban las caballerías para no espantarse. Para
mirar adelante. Y Vd. se espanta mucho
El personal aquí está quemando las naves de su
propia historia, desprecia a sus valores y a sus hombres más valiosos. Nos
hemos americanizado y amariconado y a la larga pasará cuentas… libertad…
libertad. Pero aquí lo importante es agachar la cabeza bajo el ala y poner el
cazo.
El
cronista aplaude los apotegmas del presidente Chávez el venezolano que dijo que
los yanquis constituyen el gobierno más sanguinario de la tierra. Son warmongers
a los que les engorda la sangre. Y ahí
están contándonos la actualidad mundial sus hombres y mujeres/ancora, sus
relamidos bustos parlantes, admen y conmen heraldos anunciantes de guerras y
follones asesinatos. Sus parlamentos y sus oráculos son para deprimir al más
majo pero es de lo que se trata, de dominar al ser humano por el miedo, tenerlo
agarrado por los cojones, una forma de dominación como otra cualquiera.
EL
INQUISIDOR VALDÉS
Viven
en la mentira y les engorda su propia mierda. Creen que son libres porque
tienen la sensación o el espejismo de poder elegir a sus propios lideres, un
presidente tonto mejor que un listo cada cuatro años, porque así puede ser
mejor manejado manijado o "manayeado... o yea" por las
multinacionales.
Y el cronista recuerda con ironía cómo
estuvieron a punto de expulsarlo del
país de los usa porque contó a sus lectores en una crónica que un sputnik ruso
había sido derribado por los guardacostas americanos. Los del SAC (Strategic
Air Command) llamaron a capítulo desde Washington y amenazaron con expulsarlo
del país. ¿Es esto libertad, es esto civilización? Pues yo me vuelvo a Astorga
y camino de ella va subiendo por las sendas que arrodean los rastros y las
pinas vargas de Leitariegos. Trae pan y vino en el zurrón con algo de
queso y unas morcillas que compró en
Salas el pueblo del inquisidor. Allí un cura amigo lo trató a cuerpo de rey y
se prosternó- tuvo ese suerte aunque nunca coleccionó momias ni es muy
partidario del morboso compilar corambres, dejemos a los muertos en paz en sus
sepulturas, no comamos su asadura- ante la tumba de don Fernando Valdés que no
hubo obispo más galán que aquel martillo de herejes. Cierto que empapeló a
Carranza el metropolita toledano pero algo haría fray Bartolo para que el
arzobispo de Sevilla le llamase a capitulo y le acusase de herejía por no sé
qué majaderías había escrito en una catecismo sobre la oración mental y la
vocal. El arzobispo de Sevilla que no pudo alcanzar la mitra toledana y acaso
esa fuera la razón de la gran trifulca con el prelado toledano al que procesó
por hereje- duerme el sueño eterno y espera a que suene la trompeta del Juicio
Final entre humedades que no parecen afectar al mármol y al jaspe de su
monumento cinerario. Un perrito de aguas duerme su sueño de piedra a los pies
del arzobispo.
PÍPÓN
Los
asturianos son recios y muy rehechos y no se casan con nadie. Son un pueblo
básico y fundamental de cristianos viejos cuya fe se afianza y guarece en la
roca desde donde les protege
“esta
noche ha llovido mañana hay barro pobre del carretero se atranca el carro,
asómate niña a ese balcón que si no te asomas ramo de flores… llamaré a la
justicia que te aprisione con las cadenas de mis amores…”
Y
otra más
-Dicen
que tienes tres gochos según pregona el tu pa. Y yo digo que son cuatro y yo
digo que son cuatro. Con la gocha de to ma. Permita dios de los cielos que san
Juan caiga en domingo, el cura ya lo han matado y yo corteje contigo.
Andale.
Ijujú.
Al
fedatario o amanuense que sube por las cuestas y rampas que acometen los viales
de los puertos con su bota de vino y su borona y una hogaza de pan bregado o
candeal algo de cecina y una par de morcillas (morcielles) que le echó al
talego su mujer como viático del camino, una navajilla para cortar el corrusco,
pues ya le faltan bastantes dientes, su indefectible cuaderno de campo y una
cámara fotográfica que le regaló su hija mayor por su santo y con la que
retrata todo lo que se mueve y lo que nos se mueve (robles, alisos que llaman
humeros por esta zona, algún ailanto, muchos sauces y pinos que se convierten
en abetos a medida que se sube, algún raitán parlero tan diminuto que es casi
invisible pero que bien canta sobre la
quima del castañar, un rebeco, una fuina[20]
asustadiza y dos vacas marelas que por aquí llaman ratinas que pacen en un
prado armentío la mansa y cencida
hierba) y al cantar estos aires de la tierrina se le ponen los pelos de punta
debajo de la montera picona que las lluvias y los soles del camino han
transformado en sombrero de peregrino. Recuerda la primera vez que oyó aquellas
canciones en un festival de Coros y Danzas por RN. Cuando escuchó no hay
carretera sin barro nin prau que no tenga hierba ni mocina de a quince que non
sea guapa o fea… pasa la ronda que alegre es… de noche non puede ser que me
prende la ronda que me riñe el alcalde, decidió hacerse foramontano y la vida
le hizo rodar por una de esas casualidades del destino o por
Hace
un par de horas que salió de un pueblo que dicen Teverga donde vio la momia de
un obispo incorrupto revestido de pontifical con su mitra anillo pastoral
guantes morados de seda cáligas bordadas
con hilo de oro y capa pluvial en el escaparate de la sacristía de un
monasterio-el prelado sonríe con la sonrisa macabra de la calavera acurrucado
en su vitrina esperando la resurrección de la carne- y que debió de ser un
santo. Al poco enfila los cotarros de
Tineo y allí le recibe una traca
triunfal de cohetes. Hay folixia[21].
Está de fiesta la localidad. Los tinenses celebran la fiesta de san Roque con
fuegos artificiales. Así es la vida. El hilo que separa la tristeza de la risa
es muy tenue. Los esmorgantes – un término gallego que se utiliza en esta zona-
o cuadrilla de festeros están de muy buen humor y le invitan a varios culines
de sidra que el caminante bebe con delectación y muy a sabiendas por la sed y
cansancio de la ruta. Cuando canta la sidra en el vaso bien tirada y con buen
pulso por los escanciadores se dice que los ángeles mixian[22]
y el zumo de la sidra fermentada ríe y salta en el borde del vaso que tu no
veas soltando una espuma que debió de ser aquella ambrosía que bebieron los
dioses griegos en el olimpo y les volvió inmortales. No es una espicha. El
andarríos se queda a la verbena. Han montado un palenque en medio de la plaza y
un grupo de mozos y mozas ataviados en traje regional baila el zapateado de la
danza prima, la giraldilla y la chacona, bailes ancestrales. No hay nada más
erótico por la virilidad, el brío y el salero de estos saltos y medias vueltas
de sayas y de basquiñas. El caminante se queda a mirar emocionado, saca su
máquina de retratar digital y tira algunas placas. De pronto ocurre algo
misterioso; en alguna de las fotos aparece un cuerpo de luz como un hipocampo o
caballito de mar.
-Este
debe de ser el culebre.
-Andá.
-Pues
mira ésta de aquí. Esa mujer con los ojos de fuego, esa moza bien hecha, rubia
de ojos azules, jacarandosa y bien plantada. ¿Sabes quien es?
-Sí.
Esa es Demetria, la heroína asturiana de
-Esa
moza no es real pero se te ha aparecido en carne mortal en esta hermosa noche
de agosto. ¡Viva san Roque! Y también el
Nuberu y el Culebre.
El
cronista piensa que a causa de esos misterios de la tecnología óptica los
duendes del camino le han jugado una mala pasada pero prefiere seguir soñando
en los signos y presagio de la literatura que luego vienen a concretarse en
medio de la existencia real pues Asturias es mágica, la provincia que encierra
las claves que contiene el arcano de los misterios de España.Por eso es tan
hermoso el oficio de la literatura porque nos libera, nos acerca al criador
para más tarde experimentar en nuestra carne las vivencias aprendidas en los
libros.
-No
tienes que dejar de escribir, Nicomedes. Ni tampoco de retratar. A veces te
entra galbana y tedio vital.
-Claro
que no. Es para lo que nací. Lo único que sé hacer. Dios sea bendito.
-
Para que veas. Dios se esconde en los libros y el ángel de la inspiración y del
hallazgo aguarda en algún recodo del camino. Tengamos esperanza.
-Duro
y a la cabeza.
-Pero
con tiento, Nicomedes, con tiento. Un periodista tiene algo de espía y ha de ir
por el mundo con mentalidad de guardia civil: paso corto, vista larga y ojo al
cristo que es de plata.
-Con
prudencia y con paciencia que es una virtud cardinal. Ninguna de las dos me
incumben.
-Es
que no estas homologado
VIVA SAN ROQUE Y EL PERRO
Atronaban
las gaitas tristes y alegres. El roncón y el silingüelo no pararon en toda la
noche. Nicomedes tuvo que tomarse para calmar la emoción un par de culines más
en una caseta donde se expendían licores
y había paisanos que tiraban al pato rodante, como en las ferias de
antiguamente, con una escopeta de perdigones con poca puntería la verdad pues
algunos iban ya algo enfilaos y luego se
retiró a dormir casi de madrugada, cuando estalló el último petardo, en un
almiar de por allí cercas embutido en su saco de dormir. El cielo era limpio y
la noche clara, hermosa noche de agosto, noche de san Roque. Arrullado por sus
sueños por la bella Demetria. El Nuberu y el Culiebre montaban guardia en
aquella era de Tineo que el peregrino pasó en un suspiro a la belle etoile. Hay ocasiones en las que
la divinidad se nos manifiesta.
-¡Viva
san Roque!
-Y el
perro
San
Roque pensó el cronista fue además peregrino. Curaba la peste. Es un santo que hoy hace mucha falta aunque su
nombre ya no figure en los misales ni las epactas. Fue suprimido por anacrónico
en el último concilio. Da igual. En su honor se sigue bailando en corro la
danza prima que es un baile mágico, de mucha hermandad y muy erótico. Que evoca los tiempos en que
éramos un pueblo total en que nos amarrábamos de la mano unos a otros. Todos
nos sentíamos participes, miembros de un solo afán, adscritos a un grupo y
pertenecientes a una comunidad. Hoy nos sentimos muy demócratas y miramos a
nuestro prójimo con agresividad. Habla nuestra lengua sí pero acaso sea un extraterrestre. A veces nos preguntamos si
esto es vida, si este aire que respiramos es real. Se lo pregunto a mi ángel de
la guarda que esta noche se llama Vitines. Lo he conocido en el chigre después
del baile de candil. El ángel de la guarda
y de la literatura esta noche se llamaba Vitines. Extendía su espada
hacia una lejana estrella donde Alejandro Casona el admirable montaba guardia
en la más alta estrella escondida y lejana. Velando estaba el poeta de Besullo
a los luceros.
BIENVENIDO MR. MARSHALL. WELLCOME GONDOLEZA
Cuerpo de gacela y una cierta sonrisa entre las
cortinas de unos buenos piños la cara amable y humana del adusto ceño que
frunce Bush y sus señores de la guerra Condoleezza esa...esa digo Rice viene a
Madrid. La verdad es que se trae un aire a Loretta King la viuda del mártir de
la segregación racial. Mis bondadosos lectores no saben lo que era aquello. Me estoy refiriendo a
Alabama años 60. El ghetto. Escuelas autobuses y hospitales y por supuesto
iglesias (allí nacieron los espirituales y los blues del sur, cada oveja con su
pareja, y cada gallo en su caponera. Y, si lo supieran, se iban a enterar de lo
que vale un peine. El mundo sigue adelante a marchas forzadas paso adelante dos
atrás. A los nostálgicos del aznarismo que están impregnando la vida española
de una filosofía de cloaca y de un lenguaje duro de sofismas, entelequias,
tautologías y argumentos ad hominem aunque no digan palabrotas pero su corazón
es una sentina del revanchismo y el odio convendría recordarles la teoría de
Demócrito. Nadie se baña dos veces en el mismo río, la guerra fría del pasado
se desvaneció en las brumas del futuro, el general don Vernon Walters que en
paz descanse ya no escribe en el NYT pero aquí vuelve no sé porqué la caza de
brujas y el deseo de barrer rojos debajo de la alfombra. ¿Dónde están los rojos
oiga? Ha caído el muro de Berlín. Otros muros se han levantado, sobre todo,
muros y barreras de incomprensión y de estulticia, el peor enemigo el peor de
todos, en los corazones
Una vez me hice un costa a costa y por equivocación
o porque era mayor mi ingesta de cerveza de lo habitual me equivoqué de puerta
en los infames WC de una gasolinera perdida en Dixie Land y fui a exonerar mi
afligida vejiga a un “gents” sólo para
negros y por poco me pegan un tiro. O yes
I had a dream. Era la frase y el gesto de Martín Lutero King por todo el
país en las marchas de los derechos civiles. A él lo asestaron un tiro como se
lo dieron a John y a Bob y a Lincoln. Pero dicen que las sangres de los
mártires son semilla de cristianos y la de aquellos hombres, americanos de pro,
germinaron la amapola de una cierta tolerancia. Wellcome Condoleezza (vaya
nombre, que suena a góndola y a tarantela de galfonieri enamorado, que fueron a
ponerte hija pero es cierto en los suburbios de Chicago los padrinos no se
andan con remilgos a la hora de cristianar en la capilla bautista a una
cristiana nacida de nuevo, born again).
Esta señora es un emblema de los pasos
gigantes que ha dado aquella América del profundo sur.
En las noches de la iguana de calor y desazón un
vaso de güisqui al lado de la mecedora y sobre el regazo el Colt para espantar
murciélagos o cazar brujas o cazar negros, don William radiografió aquel país,
aquella pesadilla desde su prosa
entablillada sobre las cuartillas empapadas de alcohol y desde el bamboleo de
la mecedora. Mucho cambiaron las cosas desde entonces hasta este complejo mundo
que vivimos recién amanecida la aurora del siglo XXI. Yes, I had a dream.
Y toda esa
desazón racista de violencia que dinamizan las novelas de Faulkner vuelve a
hacer acto de aparición: las rampas de misiles en Chequia y en Polonia o la
amenaza de un ataque contra Teherán o los cadáveres que a todas horas nos ponen
sobre la mesa; con tanto muerto de por medio y con tanto cadáver ambulante no
se puede seguir adelante pero habrá siempre que buscar una salida, no echarse
al surco.
Lenguaje de frontera pero es así como se fraguó
aquel país. La ley de la supervivencia y en Nueva York sobrevive sólo el más
fuerte o el que consigue adaptarse a los nuevos imperativos del medio. Nadie se
baña dos veces en las mismas aguas. No. Después de todo se sienta en el
Departamento de Estado una negra. Una tataranieta del Tío Tom, fruto de la
manumisión esclavista, preside uno de los mayores centros de poder de la
tierra. Verdaderamente, en este caso se hizo carne de profecía el aforismo de
que USA is the land of opportunity.
La inteligencia y el valer- y dicen que su mente trabaja con tanta rapidez y
acuidad como el disco duro de un microprocesador- no hacen distingos de edad,
sexo o color de la piel.
Algún día
podrá alcanzar
Kissinger, el
más conspicuo de todos, hablaba y pisaba con pies de plomo, paso a paso, step
by step, de secretario volante. En sus circunloquios se refería al efecto
dominó porque encriptaba la idea de que iba a caer el muro de Berlín y el que
avisa no es traidor; y se cabreaba muchísimo cuando le decían que hablaba con
cerrado acento alemán, asustado tal vez de su pasado, y la verdad es que
pensaba en alemán aunque se expresara en el midwest English con acento bávaro.
Esta merma
le hizo odioso a muchos periodistas pues se decía que el bueno de Henry era
algo gafe. Recuerden el abrazo de la muerte a Carrero, de Makarios, de George
Pompidou, y el finiquito que supuso su gestión durante el Watergate para Nixon.
Hasta tal punto que a veces cuando iba a un país el personal se abstenía de
darle la mano por sí las moscas. Sus conferencias de prensa ofrecían claros en
filas y bancos pues muchos periodistas nos absteníamos de asistir a ellas por
si acaso.
Ese no parece
ser el caso de Gondolezza Rice quien también es el rostro humano con faldas
pero no a lo loco de
Es una
máquina fría e impersonal. Nada de gafancias aunque yo que el presidente
Zapatero estaría en guardia habida cuenta de lo alborotado que anda este
cotarro contra esta jauría de perros rabiosos buscando las partes blandas del
presidente, que es un tío valiente, y de León, y todo un líder, precisamente lo
que a esa derechona mostrenca le falta y pueden darle una dentellada; al fin y
al cabo este es un país cainita, no tiene un sentido ni una moral de Estado, ni
una leal oposición porque les falla el olfato de la democracia. Mire, mire, ése es el que no se levantó en el
desfile al paso de estrellas y barras, duro con él. Todos estos están llamando
a su primo el de Zumosol. Se desgañitan, piden árnica. Profesan un pro americanismo feroz de palomitas de maíz,
del pavo del Día de Acción de Gracias y siguen cortándose el pelo a cepillo por
la moda de los sesentas, parece se han caído de un guindo, cornflakes al
desayuno y comida rápida.
Los corifeos
de las ondas se desgañitan en una histérica campaña de insultos contra su
señoría que hay orquestada toda una campaña de acoso y derribo. A veces me
pregunto si no habrá resucitado Goebbels o si anda por ahí Lord How- How
haciendo radio desde una emisora clandestina de Londres. Veladas amenazas,
bélicas proposiciones. Hay una derecha ersatz - son tapados y sucedáneos que
esgrime la razón española en justificación de sus desazones pero está visto que
España les importa un ardite- que ha escogido a ZP como cimbel de sus
desfogues. Para ellos la política es un duelo entre gladiadores. Por eso tantas
cosas en este país andan tan a cara de perro. Echan mano del agravio
comparativo, le mientan a uno la madre si no piensa igual que ellos. Vea,
compre y compare: Sarkozy. Otro emigrante que ha alcanzado las alturas del
Elíseo. Muy bien cuanto me alegro; encantado de haberle conocido pero Francia y
España nada tienen que ver. Son la curva y la línea recta en un mismo ensamble.
La trigonometría de Descartes y los senos y cosenos de Montaigne poco casan con
Aquí fueron siempre las tres unidades de Racine odiosa cosa. Nos repatea la grandeur y cada
uno va a su bola hablando mal del prójimo y despellejando su propio país, algo impensable para un
gabacho. Sarkozy. Bien. ¡Pues vaya un modelo que me propone! Tiene un cierto
aire de falso Napoleón. Será por la napia, y todo en él es un sucedáneo y
Francia es un polvorín, cosa que siembra inquietud entre los politólogos
norteamericanos. Y la política, eso lo saben Gondolezza Rice y José Luis
Rodríguez Zapatero no es más que el arte de lo posible. Una está haciendo de
bombera de las extralimitaciones internacionales de Bush y el otro tratando de
encontrar compostura para los desmanes de toda una generación esforzada en el
desmembramiento del estado español- mala herencia recoge- evitando corra más
sangre en el Norte y de reconciliar a los españoles.
Zapatero es
un soñador. I had a dream pero los sueños pueden venir bien en política. He
aquí el tenor de algunas de sus propuestas. Que Miaja aquel jovial general
carbayón al que llamaban “Pepín el decidido” porque era un ovetense al que no
le faltaran redaños encuentre un lugar al sol en la historia militar española y
una vitrina en el museo del Ejercito porque era tan africanista y tan español y
tan patriota como el que más o como los
pudo ser Franco, que se repare a todos aquellos españoles que lucharon por una causa, justa o no, y que perdieron y
tuvieron que emprender el camino del exilio, recoger sus bártulos, hacer de
tripas corazón y como dice el Clásico
tomaron sus huesos todos los que hubieron y con ellos fueron por Castilla
y así la defendieron. Es el lenguaje del Cid. Otro trastejado.
Don Claudio Sánchez Albornoz nos dijo una vez en
casa de Mariano González Aboín, su sobrino al que los rojos le fusilaron a su
padre militar, y a al historiador y profesor eminente le mandó el Dictador para
Buenos Aires Franco, que nunca perdonaría a los azules el que profanaran y
destruyeran su biblioteca. Es el santuario de un escritor, sus queridos libros
y papeles verlos dispersos le causa un dolor de muerte porque en ellos está
enterrado todo su alma y afán.
Pues bien yo entiendo las vacilantes tentativas de
la memoria histórica de ZP como un acto de reparación hacia todo aquel dolor,
todo aquel exilio, toda aquella sinrazón. Es un lenguaje asimismo que entienden
perfectamente en el Departamento de Estado. Verbigracia, allí se tributa
honores de héroe de la patria al general Lee habiendo sido un rebelde y un
perdedor en su guerra civil. Por otra parte, nuestro presidente no le ha dado
quebraderos de cabeza a
Su política con Marruecos donde los americanos no
quieren interferencias -con el reino alauita tiene firmado Washington el más
antiguo tratado de amistad estampado por el primer presidente de los Estados
Unidos- ha sido equidistante lo que es muy de agradecer porque el país
norteafricano donde se ha derramado tanta sangre española es un terreno acotado
de la política USA. Los americanos organizan su política en Europa a través de
esta lealtad alauita por un cabo y por otro y por otro apoyándose en su bulldog
o guardián fiel de sus intereses que son los brits. Inglaterra se ha convertido
en su aliado de primer rango.
Por otra
parte la secretaria de Estado llega a Madrid después de un encuentro delicado
con Putin en Moscú. La política del actual mandatario de
¿Leche en
polvo? Ni hablar. ¿Queso de bola? Tampoco; todas las tardes de mi infancia
adolescencia los tuve para merendar. Y de antiamericano menos. Todavía recuerdo
con emoción a aquel vecino que te llevaba una tarta cuando eras nuevo en una
barriada. La buena gente ordinaria que sufre y trabaja y que ignora lo que no
le interesa. Que sabe poca geografía. Muchos no sabían ni donde está España.
¿En algún lugar de Europa? ¿Sí? Pero tengo algunas reservas sobre los tan
cacareados tratados de amistad. América no tiene amigos vengo a repetir. Sólo
intereses. A los dictadores (Somoza, El Cara de Piña-con Fidel no han podido-
Strossner, Pinochet, el Sha, Jomeini y el propio Sadam que acaba de columpiarse
en la horca y fue su aliado en la guerra contra Irán) luego les dan la patada.
Ser amigo de los Estados Unidos a veces no quiere decir nada. Es como tener un
tío en Alcalá
En mis
tiempos, mucha leche en polvo y queso amarillo y armamento viejo de los
desechos de la guerra de Corea nos daban.
Estuvimos largas horas esperando a Mr. Marshall pero luego va el tío y
cruza el pueblo en aquella limusina de color negro a toda marcha como en la película de Berlanga. Pasó
de largo. Nos dejó con la palabra en la boca... Americanos, os recibimos con
alegría.... y Manolo Morán y Pepe Isbert lanzando una arenga desde el balcón consistorial.
España siempre tuvo la sangre municipal y espesa.
Que por
cierto algunos panolis quisieron que la censura metiera mano a la secuencia lo
mejor de la película: cuando la dichosa banderita de marras se la llevan las
aguas de un arroyo boñigas. Algunos se sintieron ofendidos como si se hubiese
pisoteado el templo de lesa patria. Fueron con el cuento al General y éste, que
era hijo de un héroe de Cavite donde los gringos nos dieron caña, y que había
leído a Insua otro gallego como él y mucha cachaza testigo de cargo del
Remember the Maine, y que a estas cosas de las banderas no les daba demasiada
importancia les mandó con cajas destempladas. Archívese. Tampoco es para
ponerse así.
-Aquí somos españoles ¿No? ¿Y con sentido del humor?
Pues archívese.
Ya ha florido mayo, título
para una gran novela de un novelista de la escuela andaluza, ahora olvidado
siendo valioso, Alfonso Grosso. Unos
van con flores a María [es un símil porque los mayos de ahora traen bombas bajo
la chilaba, la gente anda aterrada y cuerpo a tierra, y entre flores y rosas Su
Majestad es coja, y espían las merdellonas, bajan con los cubos de la calumnia
oliendo a sudor y no se cambian la camisa, tusonas y fregatrices, da consignas
don Bigbroder el de la voz gorda,
corren por
“Que por mayo
era por mayo/ cuando hace la calor/cuando los enamorados van a servir al amor/
y yo triste y cuitado yago en aquesta prisión...la la la larala/ que no sé
cuando es de día/ni cuando las noches son/ sino es por aquella avecilla que me
cantaba al albor/ Matómela un ballestero/. Déle Dios mal galardón... La la
laralalá”
Oigo el crujir de las
cadenas. El estallido de los cerrojos. Los manojos de llaves del Cerbero que
vigila. Siempre en capilla. Estamos en capilla. Al nacer se nos condena a todos
a muerte y eso muchos no lo saben. Pertenecen al cupo de inmorales ilusos que
piensan que se van a quedar aquí para simiente. Los vigilantes de la parva nos
escrutan con mil ojos de Argos. El personal no hace nada, está desorientado y
tales desasosiegos determinan que ande la red cargada de electricidad. Son
duros de oreja y el corazón hanlo de pedernal. Les cantas las cuarenta y se
cabrean. Se rasgan la vestimenta y exclaman: ¿Quién? ¿yo? Sí, tú, mosquita
muerta. Hay mal ambiente y no debía de haberlo. Echan las culpas a un zapatero
pero este hombre en política hace su trabajo. Obra prima. Buen trabajo mientras
los otros andan sumidos en la cultura de la queja, quejicas, ¿qué hay de lo
mío?, yo me mato por mis garbanzos ¿No serán ellos los remolones? ¿Los
sepulcros blanqueados? ¿Los insolidarios? ¡Oh qué tiempos más interesantes!
- Mientras dure, Ejusmodi....
- Sé por donde
vas, Verumtamen, pero qué bonita canción esa del romance del prisionero. Un
poco triste la verdad y melancólica aunque de menos nos hizo Dios. Una pena que
los jovencitos de hoy ahora desconozcan el romancero.. Andan los tiempos muy
alterados con esto de la política. Pero tras de tiempos vienen tiempos y eso es
también del romancero
Serán carne de
cañón o usuarios del verdugo que anda por ahí en la ronda de las celdas.
Centinela alerta. Literatura carcelaria siempre excita mi compasión y existe
una gran novela río de Eduardo Zamacois que cuenta las desventuras de los
penados en San Miguel de los Reyes. Eso era un convento del cister y la
desamortización del 1833 lo convirtió en uno de los penales más temibles en
¿Entonces
escribes para hacer tururú? A veces. Nada más razonable que un corte de manga a
tiempo. Los romanos en estas ocasiones se colocaban un humeral sobre la chepa
al que llamaban la indutia. Los
padres conscriptos confiaban a esta prenda talar el cuidado de sus personas
contra los gargajos que les escupía la plebe disconforme en el foro. Eso, los
senadores que los militares portaban el gladium
y a ellos no les escupían, por si las
moscas, pues menudos eran los decuriones, desenvainaban a la primera de cambio
y el paludamentum o capote de guerra
para arrebujarse contra el relente de las madrugadas, los juegos duraban dos
días y hasta una semana. Y con ellas se presentaban en el circo a ver pelear a
los hoplomachi o gladiadores
reciarios (peleaban con red) y andabatas (con casco). Roma y la vida política
eran un espectáculo y lo que la chusma quiere. Panem et circenses. Y
lameculismo. Mucho lameculismo. Halagos. Lisonja y jabón
Así no murmuraban ni
entraban en contubernios contra el emperador.. Cuando yo llegué de Nueva York
después de haberme partido el pecho por mi país con razón y sin ella fui
recibido con un gracias por los servicios prestados y ale usted es uno de
tantos, la gente va a su rollo, es insensible para vibrar ante las issues (temas) del patriotismo como pasa
en Inglaterra, Estados Unidos o Francia. Yo me sentí un poco como aquellos
soldaditos de Mola que regresaron a Larache después de resistir diez meses en
un blocaos de Dar-Akoba, diezmada la compañía y después de pasar gurruminas, se
preparó un desfile militar y no asistió nadie. Los pobres sorches se sintieron
desolados ante esta incomprensión de la retaguardia ellos que se estuvieron
batiendo el cobre en la vanguardia. Paso y por partes. Escarbe. Haga memoria.
Navegamos ya en aguas válidas. Ya no son caballeras ni pujan en torrente. El tiempo, sin embargo,
anda un poco revuelto. Para esta época vienen
fenomenales los cocimientos de genciana. Pueden ayudar a algunos a
combatir la depresión. Otros pacientes de estreñimiento crónico se hinchan a Evacul la aspirina contra el
estreñimiento pero van al baño y se sorprenden de obrar cagalutas y pedos de
conejo, el vaso de su dentadura postiza montando guardia toda la noche en la
taza del retrete esbozando una sonrisa macabra que anticipa la calavera. Cagan
poquito porque su amo no les quiere mucho que mucho te quiero perrito mas de
pan poquito o excretan ladrillos. A esos hay que decirles que si quieren pan
vayan al batán que allí un perrito que caga poquito le alcen
el rabo y le den un besito. La envidia es causa de su estreñimiento
mental y a causa de ella les llevan los
demonios. Pero, no hay que preocuparse: ya se les pasará. Pues vale pero no
cante usted muy alto ese bello romance no vaya a despertar usted a los
carceleros que son legión aunque no lo parezca en esta época de derechos
humanos hay manga ancha para algunas cosas pero para otras cosas que uno
considera leves o un simple ejercicio de la libertad de expresión son
implacables y si las dices puedes acabar en la trena. De hecho no somos muy
libres. El andamiaje está montado sobre las varas de medir y las vigas del
miedo. Llama a seguridad. Que vengan los lictores. Y es con el látigo del
terror con el que se tiene dominados a los pueblos. Es por esto por lo que se
les ha declarado la guerra a las ideas y pensar por tu cuenta puede ser un
delito. No. No quiero cantar las tristes estrofas del romance del prisionero
que yo recuerdo haber oído interpretar a algún rabelista que se acercaba al
baile en las fiestas de mi pueblo.
-A buen entendedor..
-¿Cuál es entonces la
solución?
-Fray Jarro
EL DUQUE DE BORBÓN HONRA SU ESTIRPE
Luis
Alfonso de Borbón, el hijo del Duque de Cádiz, honra a su estirpe y mantiene la
serenidad en estos tiempos difíciles. Contra viento y marea y pese a las
tragedias familiares que han rondado su vida (la muerte de su padre y su
hermano, que aparecen en esta foto tomada por mí en 1981 en el Valle los
Caídos, en circunstancias misteriosas, aun no aclaradas del todo, ni la una ni
la otra porque a medida que pasa el tiempo crece la sospecha de conspiración, y
el hostigamiento contumaz que realiza contra su madre la prensa de la
entrepierna aunque ella demuestra pese a sus líos de alcoba ser una Franco, una
señora, que se ríe de tanta estupidez programada, saliendo a campaña de
infundios contra su abuelo, (Maricarmen no es
Dios bendiga al hijo de tan alta señora y por
cuyas venas corren sangres de los Franco empapadas de amor a España.
Toda una soez orquesta de voces desentonadas hizo acto de presencia
contra la familia del Duque de Cádiz .
EL GRECO. EL DIVINO
SEPELIO DEL CONDE ORGAZ (apuntaciones para su centenario).
Dado lo
cargado y la crispación del ambiente y como dicen que es llegada la hora de la
bestia y el funeral para nuestra patria, marché la otra tarde a Toledo y me
planté ante el insigne lienzo en el cual está encerrada buena parte del genio
singular de lo español y al regreso me senté a escribir con calma, mucha calma,
mi alma sedienta de belleza y tratando de evitar las contiendas que nos afligen
pues ya los pasos de la aurora andan pisando la incierta luz del día y a
batallas de amor campos de pluma que decía Góngora que equivale en poesía a lo
que era el Greco en la pintura, quiero decir: un genio. El genio de los genios.
No estaba ante un cuadro sino ante el molde de un enigma. Allí pasé dos horas
de la tarde dándole a la cometa de mis sueños.
“Tal galardón recibe quien a Dios y a sus
santos sirve”. Esta frase murmurada entre dientes por los prestes que ofician
las exequias, san Agustín revestido de capa pluvial y mitra de obispo y san
Esteban con la dalmática diaconal, sirve para poner música de fondo a la escena
que da marco al entierro del conde Orgaz, lienzo donde se estampa con auténtica
veracidad una de las páginas más realistas de la historia de España y un cuadro
de costumbres. El Greco junto a Velázquez es pintor poco decorativo. Ambos
buscan el alma de las cosas y su arte es el arte de la síntesis. Con tales
mimbres que servirán de materia prima de lo sublime [una leyenda local
consistente en las mandas que dejara a una iglesia de la ciudad, la de santo
Tomé: unas cántaras de vino, unas cargas de leña, unas hogazas de pan a los
pobres, y algunas monedas para misas gregorianas] se enhebra el enternecedor
milagro. Existe de más de eso una gran familiaridad con la muerte, de acuerdo
con la mentalidad de la propia época, y la necrofilia de una monarquía como la
de Carlos V quien en los últimos años de su vida en Yuste gustaba de asistir a
la celebración de sus propias exequias, sin que el gesto tuviera nada de
macabro; antes bien se veía como lo más natural del mundo. Allí estuvo, nada
más y nada menos que fr. Bartolomé Carranza, dominico, que luego sería primado
de Toledo durante un año hasta que le echasen mano en Torrelaguna los corchetes
del santo oficio que lo incriminaron de herejía por un cierto catecismo que
había dado a la estampa en Flandes y por sus conexiones con Carlos de Seso, el fautor del luteranismo
en España, un italiano que fungía como corregidor en Toro, y los conventículos
reformistas de Sevilla y Valladolid.
Así se las
gastaban entonces. Eran los tiempos recios a los que alude santa Teresa en sus
escritos elípticos, y los difficilia habemus témpora de Luis Vives. Toda
esa reciedumbre, esa tortura de una época cuando temas como la existencia del
purgatorio y la teología de la justificación por la fe eran de tanto monto,
pues hasta las verduleras en Covent Garden y en Zocodover, duchas en teología,
debatían con tanto ahínco esos temas como ahora lo hacen nuestros contertulios
de la radio sobre la guerra en el Golfo Pérsico, el sexo con garantías o la
violencia de género, sujeto muy del agrado de los articulistas en sus coloquios
tribunicios. Al socaire de estas cuestiones sobre la vida futura, el fin del
hombre, sus relaciones con la divinidad, plasmadas en las fimbrias de esas
casullas que con tanto gusto pinta el Greco con su arte minucioso aprendida en el
trabajo de los artistas de iconos orientales, los cuerpos pierden peso en sus
magníficas producciones para dejar que se alcen hacia arriba, la mirada
transfigurada, los espíritus. Son en él recios los trazos, espectaculares las
caras iluminadas por una luz que emana de adentro.
Parece extraño que en este tiempo tan iconoclasta
como el nuestro pueda ser entendida y admirada la iconodulía del Cretense, que,
a contrapelo de sus delicadezas y exquisiteces formales del pudibundo recato en
que va a caer la sociedad de su tiempo, sabe interpretar en sus briosos
desnudos las donosuras del cuerpo. El chipriota vive este tiempo 1541-
Al fin y al
cabo era pintor de corte, una aspiración que Domenico no alcanzara nunca porque
sus desgarradas visiones no encontraron plácida acogida en la retina del
monarca, y mira que Felipe II era un experto en el Arte de Apeles. Pero el rey
no llegó a entender al griego que se adelantó a su tiempo. Y no es reivindicado hasta los románticos del
siglo XIX. Es sólo a principios de 1900 cuando empieza a ser conocido y hablar
los críticos de su peculiar macropía que le hacen ver caras alargadas y el
mundo irreal. Que dos bienaventurados ausentándose por unos instantes del
paraíso bajasen a Toledo, la capital del imperio, hasta que Felipe II en 1561
decide trasladar la capitalidad a Madrid, para dar sepultura al noble y
cristiano caballero entra dentro de esa cotidianidad ante la presencia de la
muerte. Y casi se concibe como un hecho
corriente y moliente esta intervención del más allá.
En el arte de
Greco hay algo de órfico; la pintura se
hace música y es imposible entenderla sin el acompañamiento de esa gran
polifonía, como reverberando en el fondo, que engozna sus composiciones. No hay
que perder de vista este carácter que tienen sus cuadros de “troparios” o
melodía bizantina. El Greco en este cuadro que supone el triunfo de la
misericordia y del amor, esenciales al cristianismo, pinta dos cuadros; el
superior y el inferior. Los cielos y la tierra se dan cita en el
acontecimiento. Ambos planos son estancos y para bien o para mal no llegarán
nunca a juntarse. Paradójicamente el plano terrenal gana la batalla al
celestial. El Greco pinta las cosas como son o debían ser según los cánones del
ideal platónico pero se cohíbe ante los tremendismos y las ficciones del más
allá. En eso se parece un poco a Velázquez quien tampoco supo pintar a los
dioses. Y hasta supo reírse dellos como demuestran su fragua de Vulcano y el
Baco figurativo. Uno y otro, empero, saben dislocar el dibujo para transmitir
el movimiento de las cosas, “dando espíritu al leño y vida al lino” que diría
Góngora.
En este divino sepelio lo que está arriba es
inferior en calidad a lo que está abajo. Es mucho más desdibujado e imperfecto.
Pues para él lo que acontece de tejas abajo es mucho más importante que lo que
pudiera dilucidar el más allá. Sin
embargo, la moderna crítica - me refiero a un artículo de John Updike- dice que
es al revés. Todas una galería de rostros comparece haciendo corro ante los dos
insignes fosores quienes sujetan por los sobacos y las piernas al difunto
amortajado con toda la regalía. ¡Cómo brillan los aceros de su armadura! A la
vista está que por una vez el espacio tridimensional gana la batalla al tiempo
continuo. Los ojos posan ante todos y cada uno de los asistentes al duelo.
Afloran una serie de personajes que, tristes y enlutados, hacen rueda de
respeto. Muy engolados, pero serenos. El blanco de sus gorgueras rizadas
contrasta con el negro de sus tiesos jubones. En la capa llevan algunos
bordados la cruz de
¿Podrá haber en el mundo algo más melancólico que un
entierro? Los dos frailes explican a la
posterioridad el augusto suceso sin parar mientes en lo que acontece sobre sus
cabezas puesto que ya va dicho que el Greco, pese a ser un pintor virgíneo, lo
es más de la tierra que de los cielos. Toda su vida fue una ascensión
incandescente hacia ese plano superior, un regusto por la quimera. Plasma el
maestro con mayor acierto el cielo en la tierra que al revés, pues su realismo
no le permite transubstanciar lo que sus ojos, poros del alma, no visualizan.
De esta manera el ángel de la guarda llevando al cielo el alma del conde Orgaz,
representada en la forma de un niño, es mucho menos creíble que las caras de
los caballeros que asisten impertérritos al desarrollo del milagro. No cabe
cosa tan extraordinaria en medio de un hecho paranormal. Tanta familiaridad ante
lo que es poco consuetudinario resulta francamente portentosa como si los
circunstantes estuvieran habituados a vivir con el prodigio. Ninguno de ellos
muestra ninguna sorpresa ante la presencia de los dos santos bajados del cielo
para hacer las veces de enterradores. Estos son dos aparecidos y sin embargo su
aspecto no puede ser más real. Acaban de irrumpir en escena un anciano obispo y
un joven misacantano. Sosegaos. Sabe trasladar al lienzo
Entre los figurantes estaban don Juan de Austria,
Góngora, los hermanos Covarruvias, el hijo del artista y el propio Greco que
deja su firma estampada en griego en los vuelos del pañuelo de uno de los
personajes, cabe la hopalanda.
No es un cuadro lo que pinta, sino una idea, un
estado de ánimo. Estos caballeros, que se apiñan circunspectos con sus rostros
ligeramente buidos por la tristeza colmada de serenidad ante la paleta del
artista asisten ensimismados al portento. Héticos, silentes, con una punta de
desequilibrio en el mirar - ¿para dónde miran esos ojos que parece que están
viendo lo que acontece más allá?- los personajes que retrata el Greco bien
pudieran ser alguno de aquellos hidalgos que vagaban por
No hay según eso una identidad plena entre retratista
y retratados. Su forma de pintar es una manera diferente de entender el mundo,
a través de esos semblantes con traza de llama, dotados de un singular
dramatismo escénico.
El estrabismo estético del autor les confirma una
alargadera que algunos atribuyen a determinado defecto óptico del propio
Theotocopoulos quien, según referencias, en los últimos años de su vida cayó en
la locura. Pero tal extremo no ha podido ser
probado y contiende con la envergadura de este griego transterrado y
transtornado a Castilla que pintó Toledo como un verdadero sueño lunar bajo una
luz lívida de ocres. Parece ser que la tesis sobre la enajenación mental del
Greco se sustenta el haber pasado por la casa de locos del hospital del Nuncio
de donde extrae los modelos para perfilar sus doce cuadros sobre el apostolado,
cuadros conservados todos ello en el monasterio de las Pelayas de Oviedo. El
Greco es un pintor de las almas y en toda alma hay un eco del infinito que se
plasma en un cierto grado de enajenación.Tuvo infinidad de detractores. El más
insigne fue el propio Felipe II, buen conocedor
del arte de Apeles y en lides pictóricas
peritísimo pero que nunca llegó a entender su manejo de los colores. Tuvo un
pleito con el cabildo de Toledo porque en el Expolio, inicio de la pintura de
la edad moderna, se resiste a pintar a las tres marías a longe, como nos relata
el Evangelio. De hecho, el propio
monarca, que entendía de pintura, pero de gustos absolutamente convencionales,
que no le permitía entender ni su estrabismo ni su tendencia a descoyuntar las
figuras, como tampoco el áspero colorido
con que formula las escenas de sus personajes atormentados - el Greco es una
sabia combinación de lo ponderado y de lo desmedido-, mandó que fuese colgado
en la sacristía del Escorial el famoso
martirio de san Mauricio y
Pero él, pintor de eternidades, nunca podría ser un
pintor de cámara al uso. No han comprendido sus detractores que era un pintor
de eternidades. Su obra permaneció minusvalorada sin un reconocimiento categórico
hasta bien entrado el siglo XX.
Domínicos Theotocopoulos (lit. El muy hijo de la
madre de Dios) nacido en Candía en 1541 hace honor al título de su apellido.
Rompe con los moldes clásicos y ya en Castilla abjura de su romanismo y de su
helenismo para erguirse en portavoz del tétrico y a la vez sereno misticismo
hispano. En su obra se presenta una antinomia entre lo real y lo ideal. Y pinta
a base de crueles borrones impresionistas, muy poco convencionales pero que son
de un gran efecto sobre todo en los paisajes de Toledo bajo la luna, cuando la
luz circunfleja y espectral se derrama hasta derrumbarse sobre lo gollizos y
cuchillares del Tajo. El Greco es poesía marial, el triunfo del bien sobre las
fuerzas oscuras. Manuel B. Cossío, su indiscutible biógrafo, señala que en el
Expolio nace la pintura moderna. Hay en él un exacerbamiento de la silueta, por
lo que resulta uno de los tres grandes retratistas de todos los tiempos junto a
Leonardo y Velázquez.
Exégeta de los paraísos perdidos viene de la filocalía
de los bizantinos. Es su obra de un platonismo excéntrico y de un cristianismo
melancólico. El Greco en España se
desentiende de sus maestros venecianos y queda transfijo ante los iconos
fanariotas que lo vieron nacer. El resultado de esta mezcla de sangres es algo
profundamente español: sus cuadros se entienden mejor mientras se escucha en
lontananza a los coros del monte Athos. Carece por ejemplo de la desesperación
y pathos del arte protestante. De Rembrandt pongamos por caso. Desconoce, asimismo,
las estridencias de los bufones. Es un arte enteramente aristócrata, pero de un
exotismo criollo, por lo de mezcla de credos, cuasi abrazador. Hasta en los
locos del Apostolado se deja translucir un poso de cordura. Supo pintar a los
locos de Cristo. El Caballero de
CISNEROS
EL ALFAQUÍ DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO
Hay
tres aspectos poco subrayados en la figura y en la obra de este titán de la
historia española (y pocos tan calumniados e incomprendidos pues el propio
Cesar figuró en el cupo de sus detractores los que no comprendieron su
gigantesca labor de pacificación y de creación de un estado). Uno fue los seis
años que pasó en Roma a la mira de un cargo. Sólo consigue buenas palabras y
unas letras dimisorias para la tenencia de un curato en un pueblo de
La cuarta década de Alonso de Palencia detractor y cronista de Enrique
IV
Digna de una novela
policíaca es la peripecia del manuscrito de la cuarta década de
En ella hace unos años me encontré yo una vez
con mi profesor de Arte, Azcarate y le convidé a una copa de ginebra en una
cutre taberna que debió de alarmar al viejo profesor y salió pitando. Si
hubiese sido don Marcelino Menéndez y Pelayo entre cuyas pasiones figuraban
después de los libros el orujo montañés y el anís tal vez no se me hubiera
hecho tal desprecio pero es que uno es un poco vagabundo de las estrellas y mis
singladuras por el mar de la verdad y de la ciencia me llevan a océanos
etílicos.
Los libros son compañía y soledad pero gracias
a estos navegantes de la literatura, las bibliotecas, los archivos y los
tenderetes de los libreros de lance- el más singular el de Riudavets en Moyano
en la época que me ha tocado vivir- entre los cuales me cuento el vulgo puede
tener noticias ciertas de problemas de la historia de España aun no resueltos.
Para mí es mucho más novela de intriga este manuscrito que el propio código
D´Avinci.
Durante la guerra de
Independencia los anales de Alonso de Palencia fueron a parar al monasterio de
Montserrat y allí lo conservaron los benedictinos hasta la desamortización de
Mendizábal en que llegaron los infolios a Madrid.
La aldaba de la suerte estaba llamando a la
puerta. Durante la segunda parte del XIX los escritos de Alonso de Palencia
estuvieron sujetos a una profunda controversia sobre su autenticidad y si sobre
era conveniente verterlos al castellano del latín, habida cuenta de las
barbaridades contra un augusto monarca español que en sus páginas se injertan.
A la primera pregunta los eruditos dijeron que
en vista de la antigüedad del papel y de la letra gótico humanista dijeron que
sí, pero el amanuense que lo compuso al dictado del propio autor era anónimo y
a la segunda unos dijeron que no y otros que sí.
El mamotreto a día de hoy sigue sin traducir.
Fue uno de los pocos que se salvó de la quema. Otras obras de este mismo autor
que era un escritor compulsivo como algunos trozos de su Guerra de Granada
quedaron perdidos. Las Décadas fueron un poco la joya de la corona de la docta
institución junto con
Don Enrique IV vivió sólo medio siglo pero los
cincuenta años de su existencia desde 1425 hasta 1474 en que fallece en Madrid
fue una época muy interesante en los anales españoles porque representan un
tiempo de cambio que marca el fin de la edad media y el comienzo de la moderna.
Pocas figuras de la monarquía castellana por otra parte han hecho correr tanta
tinta de plumas agitadas siendo tan vilipendiadas al propio tiempo.
Ya
apuntamos arriba cual pudiera ser la razón de tanto menoscabo y una de ellas el
haberse ganado la enemiga del pueblo elegido como consecuencia de los desmanes
acaecidos en Burgos reinando su abuelo y los de Segovia de 1410 con el robo
sacrílego de las hostias catorcenas. Parece ser que no hubo en Segovia a
diferencia de Burgos tumultos ni asaltos a la aljama. Todo quedó en desagravios
eucarísticos y la institución de las procesiones devotas a las que tan
inclinados mis paisanos. Que acudían embelesados a escuchar los sermones
apocalípticos y antisemitas que pronunciara san Vicente Ferrer en la iglesia
del Cristo del Mercado. Hablaba en valenciano y sus oyentes le entendían en
castellano. En estas diatribas contra judeos Dios debía de hacer un milagro.
Los incidentes más notables
fueron por este orden:
-
Toma de la plaza de Gibraltar (1462) que costaría
arduo trabajo y muchos muertos. El recuerdo del asalto a Gibraltar y al fuerte
de Archidona determinarían en su personalidad de bon vivant una inclinación a
los pactos y a los consensos. Enrique IV si hubiera vivido en el posfranquismo
a lo mejor se hubiera hecho de UCD. Le repugnaba derramar sangre, no le
gustaban los extremos y ante la infamia y el ataque frontal se observa en él
una constante: la escapada.
-
Se registra la primera sublevación de Cataluña
instigada por los franceses pero ahí el que iba a ser su hermano político
Fernando de Aragón hila fino y compra las voluntades de los barceloneses para
que no se separen de la corona de Aragón y en 1463 se decretan las paces con
Luis.
-
Conflictividad con Portugal y con Navarra. El
monarca castellano conjura el recelo de los navarros y de los lusitanos
mediante sendos matrimonios los cuales fueron muy desgraciados.
-
Revueltas de los nobles y de la iglesia, en una
crisis social que aboca a una guerra dinástica y va a ser el germen de la
sublevación de las comunidades.
-
Su reinado no puede desligarse del de su padre Juan
II el cual tuvo un reinado turbulento a la sombra del gran valido Álvaro de
Luna pero no por ello menos interesantes pues la corte fue mecenas de artistas,
poetas, juglares, pero de él heredó la
medrosidad y el carácter irresoluto y la pasión por las artes y las cosas
buenas de la vida, incluso algún que otro gatillazo.
Por último hay que estudiar
dos aspectos biológicos interesantes. Enrique IV era hermano de un costado de
Isabel
EL TESTAMENTO DE DOÑA URRACA Y LA
VIOLENCIA CONYUGAL.
CONFESIONES UN CURA DE ALDEA
Anduvimos al Burguillo este fin de semana luna de
lobos encinas chaparros un almez munificente en la ribera del río que no
sabemos lo que pintaba por allá y algún espantapájaros. Se van los veraneantes
y pronto empezarán las vendimias, afila sus ojos y sus garras el garduño, los
buitres se dejan ver solemnes y silenciosos circunvalando despectivos la
vertical del aire.
El oso
busca querencia madriguera para la invernada
Tierra misteriosa: tomillares, cardos borriqueros, la genciana y el
cantueso y otras hierbas que desconozco esparcidos por la plataforma de aquella
meseta de soledades.
Por allí
pasaba una calzada romana que atravesaba desde Asturica Augusta hasta Tarraco
los costillares del macizo ibérico. Quedan algunas lajas del viejo empedrado y
los restos de una gran necrópolis visigoda.
Aún no han
llegado las palas debeladoras del paisaje que meterán la vertedera de sus
dientes gigantes y en vez de surcos colocarán cimientos para domar el paisaje
de urbanizaciones a marchas forzadas de ladrillo y de cemento. Segunda
vivienda, casa en el campo, yo siempre albergué un sueño y en el fondo de las
aguas enigmáticas del pantano yace con sus artes, sus aperos, sus arcas, sus
llaves y sus huertos todo un pueblo llamado Linares de donde era mi amigo
Barbolla.
La verdad
es que Madrid queda un poco lejos. Por estas lindes pasó un día el Cid camino
del destierro. Valles de Almazán, vegas de Osma, la vieja Uxama. Soria fría,
Soria, pura, cabeza de Extremadura, que cantaba el poeta Bandadas de
jilguerillos tiene querencia a la zarza.
Por san
Frutos ya se sabe. No en vano lo bautizaron al buen godo eremita con la
sobrehúsa del pajarero. Uno se siente a gusto por estos riscos buen tiempo de
septiembre de alboradas frías pero a más de mediodía estorba la chaqueta.
Mi amigo Elpidio que es cura por estos contornos
no diré cual pueblo y el nombre también es fingido nos tumbamos a la bartola a
tomar pan apoyados de un codo como hacían los romanos que se derrumbaban para
comer-costumbre que aún se conserva en Castilla sobre todo en el campo- en su
triclinio y en un ahí nos las den todas
le echamos mano a unas tajadillas, un torrezno, un par de cascos de cebolla
comida humilde y sana regada con unos cuantos tiempos a la bota y de hoy en un
año.
Es la hora de tomar el pan y aquí se está bien.
El reloj marca las cinco y nosotros llevamos desde
la salida del sol zamarreando por estos tesos entregados a la noble ocupación
de ver pájaros, no matarlos, sólo diquelarles con nuestro catalejo y tirar
alguna placa, cámara digital en ristre.
Barzoneábamos por los terreros y nos saludaban
desde lejos las retamas y la flor de la camamila. Tierra de pan llevar a
trechos. El jabalí y el lobo al acecho. Yo llevo un eremita en mis adentros y
así se lo confieso a don Elpidio que comprende mi asqueo de la civilización,
del tráfago, el pago de la hipoteca, los atascos y el metro y alza la mano y
señala unos gollizos que parecen la marca de un glaciar en los bordes del
inmenso lago. Allí estaban las cuevas de los Siete Altares.
-Lo ibas a pasar mal. Te ibas a aburrir de lo
lindo. La vida cenobítica que tú ansias no es nada fácil.
Acaba de pasar el vilano y se dirige por la
hondonada hacia Fresno de Cantespino que es el pueblo con el nombre más bonito más sonoro de Castilla después de
Madrigal de las Altas Torres. Allí, hacia el año 1111 vivía con su amante el
Conde de Cantespín cuando su marido legítimo vino a por ella, mató al conde y
se llevó a doña Urraca la pobre a un convento de Teruel.
Ella, cabra que tira al monte, y cerrera de
condición, se escapó del aragonés con la ayuda de sus mesnaderos castellanos.
Hablamos de mujeres pero Elpidio, mi compañero de
terna en el seminario hace ya muchos años, pone oídos de mercader, no suelta
prenda. Ya a estas edades... Si los curas se jubilaran a mi compañero le
tocaría dar carpetazo el año que viene pero los curas no se jubilan. Sirve a
cuatro parroquias y dos anejos. Está hecho un roble pero misar todos los
domingos y fiestas de guardar supone un recorrido de sus buenos ochenta
kilómetros entre pitos y flautas. Tiene que binar consagraciones y ponerle
mucha agua al cáliz de su sacerdocio. Una vez, cuando iba a decir la eucaristía
de un pueblo a otro, le paró
-Y a mi no me gusta aguar el sanguis. La sangre de
xto. es la sangre de Xto. y hay que apurar el cáliz hasta las heces, mi
sargento.
-Pues va usted aviado, padre. Pero siga su camino.
El sargento
de
-La cuestión es insoluble pero el matrimonio es
indisoluble nos decían. Algo para toda la vida.
-También existe en esta tierra nuestra mucho moro
posesivo. Dios nos libre de los celos de Othelo y del maté porque era mía.
-No, no las matan por cuestión de sexo, Elpidio. Ni siquiera por la honra a lo mejor.
Las asesinan porque se ven perdidos y en la calle. Es cuestión de pasta y de
dineros. Los jueces fan toda la razón a ellas que se quedan con todo y ellos se
desesperan. El origen de los litigios conyugales como todo tiene un matiz
económico. Sin embargo, discuten y andan a palos.
A don Elpidio le da mucha pena que antiguos
feligreses suyos buenos padres de familia acaben en la rúa de vagamundos. Y
todo porque se llevan mal con la parienta. Tratan de meterlas en vereda pero
por el testamento y la maldición de doña Urraca que vaga por estas tierras
cuando una mujer sale traviesa no hay dios que las meta en vereda. ¿Solución?
Agua y ajo.
-No sabes el favor que me hizo Dios cuando abracé
el celibato, Antoñito.
-Pues sí y lo que decía don Camilo a sus guardias
si no podéis ser castos por lo menos sed cautos.
-Yo estoy casado y me ha ido bien aunque con todo
y eso tocó pasar mis malos trances, pero en general bien no me arrepiento
Las desavenencias conyugales son incluso en el
campo no ya meramente en la ciudad una pandemia. Ha caído una estructura. Se
acabó una forma de vivir y abre sus batientes el portón de una nueva era. Está
claro que la mujer tiene derecho a su libertad, no vale aquel prejuicio de la
pata quebrada atada a la mesa y en casa
como pretendió hacer Alfonso el Batallador con doña Urraca. Hoy las mujeres
salen. Son más independientes. Eso es de cajón y en ese cajón puede que también
esté metida
-¿Sabes
quien era doña Urraca, Elpì?
-Pues
que ha de hacer. A los moros por dinero y a los cristianos de gracia.
-
Hay que ver. Los curas estáis en todas. Eso es con lo que amenazaba a su padre
Fernando I de Castilla cuando hizo las particiones del territorio. Meterse a
puta si no le daban una hijuela con más garantías.
-Le
tocó Zamora la bien cercada. Por uno la cerca el Duero y por otro Peñatajada.
Mi
amigo Elpidio que ya nos sorprendía en el seminario cuando era capaz de soltar
una tesis de Aristóteles en latín sin perder el huelgo. Tenía buena memoria y
era un apasionado de la historia. Un cura tiene que saber de todo. Pero a la
pobre doña Urraca, que era algo pendón, su marido el Batallador y hay un
documento en Simancas que así lo avala, la sacudía el polvo. A ella a lo mejor
le gustaba la marcha: “Faciem meam suis manibus sordidis multoties turbatam
esse; pede suo ne percuisse omni dolendum est nobilitatem” (tengo la cara
desfigurada por sus puñetazos y me pega
patadas en el trasero; lo que me duele no son los golpes sino que se
haya olvidado de mi dignidad de reina.) Que ande a puntapiés un rey con su
reina no es cosa que se vea todos los días pero la violencia de género no hace
distingos de condición. Escala los talamos y los altos estrados. Este
testimonio del siglo XII ya demuestra que el zurrar a la parienta es más viejo
que el andao para adelante y no se detiene ni ante las propias testas
coronadas. Luego mi amigo Elpidio
socarrón me dice que si la zurraba algo haría. Y aquello de si te pega tu Paco
pues agua y ajo. Es mejor no meterse en estos enredos. Aunque no hace ascos a
la idea de los curas casados dice que el celibato demuestra la sabiduría de la
iglesia.
-Y
su hipocresía-le replico.
-Yo
creo que estamos muy bien así.
-Pero
sois lo último de una estirpe. Esto es un fin de fiesta.
-Que
te lo crees tú.
-La
vida de casado es más dura que la de soltero-, salto yo como un resorte.
-Partim
eumdam partim diversa, Antonio. Que no eres lógico y te has olvidado de la
asignatura que nos enseñaba don Fausto López.
-La
verdad amigo mío que sois un poco misóginos.
-Qué
va. Somos más cómodos. En la vida hay
que evitarse complicaciones. Ya sabes lo que dice el Eclesiastés de ellas: aula
diaboli, aquilonis percussio.
-El
aula diablo y el picotazo del escorpión. Pero creo que la mujer es también lo
mejor de la vida.
-Puede
que sí y puede que no. Dubitatio metódica
cartesiana que decíamos de seminaristas.
Elpidio
el cura se me queda pensativo y añorante y murmura:
-Yo
no sé. No tengo experiencia. Nunca lo caté. Tampoco lo echo de menos.
-¿Nunca?
Ni un vulgar casquete
-Moriré
entero como mi madre me echó al mundo.
Le
creo. Mi condiscípulo era incapaz de mentir desde cuando éramos pipiolos y
juntos ingresamos en el seminario a< los once años.
-Qué
cosas. De buena te libraste pero yo también conocí a párracos que andaban con
el ama a puntapiés como Alfonso el Batallador.
-De
todo tendrá que haber en la viña del Señor. Puede que existiera ese tipo de
violencia en las sacristías. Al fin y al cabo los curas también somos hombres.
Está
diciendo la verdad, don Elpidio no es el típico cura mocero o el que se va de
marcha a los puticlubs de carretera. El un buey suelto que bien se lame. Toda
su vida muy independiente. Para él el celibato no ha supuesto problema. La
soledad sí lo es. Las bodas de plata de su sacerdocio las celebró en el 92, año
mágico. Ni feliz ni infeliz. Todo a ratos. Tuvo que pasar malos trances porque
ha vivido una de las épocas más traumáticas de la iglesia. Ha sido un buen cura
de aldea. Lo que le costó más duró fueron las innovaciones litúrgicas,
pastorales e incluso teológicas que vinieron con el Concilio y que para muchos
curas fueron una especie de cambio climático. Un terremoto. Un tsunami en
rectorías y curias.
-¿Sería
el cambio para bien?
-En
algunas cosas-responde don Elpidio- sí en otras no tanto.
Ahora
le preocupa la violencia de genero y me lo cuenta. Muchos de sus feligreses se
están separando. No se aguantan. Las casas y las familias se vienen abajo. Y yo
le digo que más valiera que esos maridos acaparadores echasen un poco más la
vista gorda, tuvieran más mano izquierda y sepan lo que contaban nuestros
abuelos de que los españoles solemos tocar a siete y una tuerta, viejo resabio
del harén moro que corre por nuestras venas.
-Eres
un machista.
-Lo
que soy es realista.
Elpidio
me mira con aire de superioridad incrédula y abandonamos el lugar ameno. Se
desploman sombras desde la montaña, corre una brisilla y hay que ponerse la
chaqueta. Ni contigo ni sin ti tienen mis males remedio. Y la cuestión de la
jodienda no tiene enmienda. ¡Si tuviéramos la mano un poco más quieta! Me
acuerdo del testamento de doña Urraca, una reina de Castilla, nacida en Oviedo,
que fue algo ligera de cascos y a mí siempre me cayó simpática pues llegó a contar
entre la larga lista de sus amantes con un arzobispo. A los cristianos de balde
¿Y a los moros? Por dinero, pero de ellos no hay registros en las crónicas. Callades, hija callades, le dijo el
rey Fernando su padre al testar. Esa palabra no pronuncies. Y ella gritó puta con más fuerza. A los moros
por dinero y a los cristianos de gracia, lo que tradujo en verso libre Quevedo
con aquello de gallinas y mujeres todas ponen. Unas huevos y otras cuernos.
Pobre doña Urraca. Fue la reina de los tristes destinos como doña María de
Molina.
-No
murió por las tabernas, ni tampoco tablas jugando que él murió sobre Zamora,
vuestra honra resguardando- cantaba el romance.
Deslices de la humana naturaleza. Pobre doña
Urraca.
-Me
alegro, sin embargo, de verte, Elpidio. Estás hecho un toro.
Se ríe y dice:
-No
creas, las apariencias engañan, también caen los cedros del Líbano.
Luego
al despedirnos echamos el ultimo traguillo de la bota y él me bendice unos
rosarios que he traído para regárselos a mis hijas. A ver si con la bendición
de Elpidio encuentran un hombre que no las maltrate cuando se casen.
ENRIQUE IV “HABEBA UNA GRANDE VERGA”
“E EL Rey dom Enrique
Nuestro Señor aveva una grande verga nos daba deleite como cualquier ome
pagando su débito viril en la coyunda”. Este testimonio aportado
por las meretrices de Segovia y que
recoge el gran Dr. Marañón a humo de pajas en su magistral estudio biológico
sobre el tan denostado rey castellano tira por tierra, al parecer, todas las
acusaciones de impotencia que contra su real persona descargó la historia.
La historia
no la escriben los vencedores sino los traidores y este puede un caso
manifiesto de interpretaciones de tercería interesada y capciosa. Los parciales de su hermana doña Isabel le
sentaron las costuras. ¡Pobre hombre, un pelele difamado en los anales! Las
cosas sin embargo no fueron tan negras como las pintan ciertos autores- Con don
Enrique Castilla acusa los estertores de una nueva época, la moderna y eso
trajo convulsiones sociales: carestía de monedas de vellón, bandidaje que venía
de Francia e Inglaterra, un cúmulo de malas cosechas pero los cronistas obvian
la gran arquitectura de aquellos años de los últimos castillos mudéjares, la
invención de la imprenta que tuvo por escenario un pueblo de la provincia donde
se dieron a la estampa los primeros documentos en letras de molde. El rey y el
obispo contrataron los servicios de un ambulante bohemio del que apenas se sabe
más que el nombre: Juan Parix, que viviría en
el alcázar. Los sinodales de Aguilafuente se publicaron de la mano de
este maestro en 1492.
A Su Majestad se le quiso mucho en Segovia donde
tenía su corte gran parte del tiempo cuando se iba a cazar a los montes de
Tanto el historiador Alonso Palencia como
Hernández del Pulgar eran amanuenses a favor de su hermana Isabel a la que se
denominó
Él fue el promotor de la gran afrenta
denominada el pelele de Arévalo. Este acto infausto no ocurrió en la villa
arevalense sino en Ávila. En comandita con el obispo de Calahorra el cual sería
más tarde el cardenal Mendoza – tuvo 33 hijos naturales reconocidos-, el marqués
de Villena don Juan de Pacheco y después de destronarle arrebatando de su
cabeza la diadema de la corona, el cetro de su mano y el manto de armiño de sus
espaldas nombraron soberana y heredera a doña Juan
El urdidor verdadero, el que
manejaba los hilos de la conjura en la
sombra, muñidor de todos los enredos, fue uno de esos personajes siniestros que
de vez en cuando cruzan por la historia de España: el marqués de Villena “ni
palabra mala ni obra buena”, De don Juan de Pacheco quiromante y conocedor
de sortilegios y artes diabólicas se hablaba que tenía dominada la voluntad
regia, que le había dado un bebedizo. Marañón presume muy bien que don Enrique
sufriera de melancolía en parte porque la reina portuguesa debía de ser un caso
parecido a doña Urraca, una ninfomaníaca que a los moros por dinero y a los
cristianos de balde. El rey empezó a sentir la depresión psicológica a raíz del
repudio de su primera esposa doña Blanca de Navarra de la que no hubo
descendencia al parecer por esterilidad de la soberana, y esto consta por el testimonio del
privilegio de “fiel de fechos”(una especie de báscula moral que
levantaba acta de los actos humanos incluso los más insospechables), bárbara e
inaudita costumbre de los tiempos medievales porque en las bodas regias y para
conjurar los achaques de bastardía y de cuestiones de legitimidad que dieron
pábulo a no pocas guerras se colocaban en la cámara regia tres pajes, un
notario y dos pincernas y todos ellos testificaron que doña Blanca era virgen y
que fue desvirgada en la noche de bodas, como corresponde, y que el lienzo que
pusieron sobre el lecho fue manchado con sangre y esperma. El paño de pudores dijo, máquina de
la verdad, que su Majestad no tuvo contratiempos en su noche nupcial. No
sucedió pues lo que cuenta Góngora en su inmortal soneto:
Con Marfisa en la estacada
Entrose tan desguarnido
Que su escudo aunque hendido
No pudo rajar la espada
No se vio en trance tan
crudo
Ni vuestra vergüenza pudo
Cuatro lágrimas llorar
Siquiera por dejar
De orín tomado el escudo
Estos mirones pudieron dar
cuenta de que el rey no era impotente y que tenía todos el aparato genésico en
condiciones. Era un varón de aventajada oscura, de aspecto taciturno y
reservado, tardo en sus reacciones, de enfermizo semblante, y dicen los
cronistas que “allá donde ponía los ojos mucho le duraba el mirar”
Los juicios que vierte Marañón sobre la
impotencia de don Enrique acaso fueran juicios de parte o meras conjeturas
sectarias: el pie valgo, el aspecto fofo y algo feminoide de su persona (no
vamos a entrar en detalles), aunque es posible que esa perdida de la virilidad
ocurriera debido a una enfermedad de carácter urinario como el mal de piedra y
a lo mejor un cáncer de colon o de próstata, agravados con la edad. Se le
acusaba al propio tiempo de verse rodeado de una guardia morisca – nada de
particular tenía esto porque el rey cristiano se fiaba, lo mismo que Franco,
más de los musulmanes que de los cristianos- y de haber adoptado algunas de sus
costumbres como sentarse a la morisca y deleitarse con música de adufes, gaitas
y chirimías. Hablaba la algarabía.
Tales cargos señalaban que
era “una ofensa a la religión cristiana el traer consigo a moros infieles y de
holgar y salir a cazar en su compañía y que esta gente eran expulsos o prófugos
de Granada donde no habían querido seguir la facción del rey Chiquito (Boabdil)
y que forzaban a las cristianas que encontraban de camino”.
Para mí al igual que para
muchos historiadores todas estas hablillas son el resultado de la falsedad, del
mal ejemplo, el ansia de poder y la hipocresía de aquellos príncipes de la
iglesia: el ya mentado Carrillo, el cardenal Mendoza, el obispo de Coria, Iñigo
Manrique, el almirante don Fadrique Enríquez que era el suegro del rey de
Aragón don Juan padre de Fernando el católico, y era judío converso. Todos
ellos más que en el bienestar de sus súbditos y el ejemplo y la edificación de
sus fieles tenían su mira puesta en las riquezas, en los devengos, martiniegas,
diezmos y primicia. El pueblo esquilmado gemía bajo la bota de todos estos
tiranos, algunos eclesiásticos como los maestres de Santiago que por acá dieron
bastante guerra y los de Calatrava, y otros de la más encopetada nobleza que se
jactaban de traer sangre de los godos y de venir de la pata del Cid.
La historia demuestra que esta divinización de
los templarios se corresponde con una verdadera demonización, con los poderes
ocultos Aquellos monjes soldados asimilados a monasterios fronterizos en punto
a cristianismo dejaban bastante que desear por crueles y malsines y opresores
del pueblo como fue el caso de la trama de la famosa comedia de Lope,
Fuenteovejuna: un reitre calatraveño abusa de una moza y el pueblo pide cuentas
al rey que entonces estaba por encima de
Le hicieron abjurar a don
Enrique en la reunión habida en la villa de Cigales (buen vino debieron de
beberse aquellos cabrones) pero luego el rey como era irresoluto y de carácter
inhibido se volvió atrás y se fue a cazar puercos a los montes de
Hay en Segovia o había dos
olmas principales. Una era la de San Miguel donde fue jurada reina la princesa
de Asturias un 12 de diciembre de 1474 y otra la olma del convento de San
Antonio el Real aledaño al palacio del monarca.
La leyenda dice que fue el
rey nuestro señor don Enrique de Trastámara el que la mandó plantar y yo la he
visto oronda y solemne echar ramas muchas primaveras a este prodigio forestal
pues estaba cerca del Campillo, donde comienzan los arcos del acueducto y donde
yo jugaba de niño al fútbol en los terraplenes del campillo. Esta olma fue
talada en los años
Cuando iba a mi pueblo ante
esta olma me cuadraba y me echaba a temblar, guay de mi España. Don Enrique al
que tanto quisimos en Segovia porque fue un poco el alma de la ciudad, que
recibió como señorío propio a la edad de catorce años de su padre el rey don
Juan II y a la que gustaba de llamar mi Segovia no fue ni tan impotente ni tan
malo como argumentan sus detractores. Es un consuelo saber que “tenía una
grande verga”, una buena polla castellana, vaya. Con lo que querrá decirse que
era un hombre como los demás, ni mejor ni peor, muy campechano y convivial como
eran en otra época los que nacieron a los pies del acueducto, que gustaban de
comunicarse, darse los buenos días, acudir a las ferias y a las bodegas,
echarse de vez en cuando una cana al aire, devotos hasta cierto punto y don
Enrique profesaba un fervor muy significado a san Antonio de Padua y pertenecía
a la cofradía de las cinco llagas, (lo enterraron en Guadalupe de hábito
franciscano) pero sin pasarse, amante del traguillo en la bodega y una charla
con los amigos ante una ración de escabeche bonito de cubillo en que se contaban
historias de cuanto entonces y se adobaba la conversación entre besos al jarro
y de hoy en un año, salud es lo que hace falta, que en el cielo le veamos, si
se brindaba por un difunto, con retraheres y chascarrillos, en una palabra, un
castellano de pura cepa, nada engreído y al que la corona le venía un poco
grande y acaso el cetro le pesara más de la cuenta, prefería la cachava.
¿Entonces por qué le difaman? Por crueldades de la política y por veleidades
del destino. Trataremos de esclarecerlo en este libro. La historia -vuelvo a insistir- en este país
no la escriben los vencedores sino los traidores.
ENRIQUE
IV Y
La iglesia española había
adquirido un gran poder e independencia frente a Roma gracias al llamado Cisma
de Occidente. Una gran parte de los prelados de Castilla y Aragón se inclinaban
por el pontífice de Aviñon en cuya sede se instaló uno de sus nombres de mayor
relumbre: el Papa Luna Benedicto XIII. Hubo obispos tan significados como el
primado de Toledo Gil de Albornoz que estuvieron con la “legalidad” y la
legalidad entonces no era el Vaticano.
Se produce entonces una literatura y una
tradición irreverente hacia la primacía papal habida cuenta que el poder en
este lado de la cristiandad residía en el episcopado. Roma estaba lejos y no
tardó en condecorarse con una aureola negra de corruptela, perversidades,
puterío, practicas simoniacas y esta corriente de opinión se detecta en autores
castellanos como Juan de Mena, el Marqués de Santillana, el Arcipreste de Hita
y el de Talavera. Estas invectivas se disfrazan de alegoría como en el
“Laberinto de Fortuna” (en la corte de Roma se excomulga a los vencidos y a
los vencedores se corona”) y otras son más directas como en el “Libro del
Buen Amor” (yo vi en Roma do es la santidad que todos al dinero facían
humildad).
Enrique IV quiere ver anulado su matrimonio
con Blanca de Navarra y ello ocasiona una de las muchas contiendas civiles
entre el príncipe de Bearne y la corte castellana. Pío II reclama dineros y fa
largas. Esto de las nulidades matrimoniales va a ser uno de los grandes
negocios del palacio de San Juan de Letrán. Entre los reinos cristianos veían
en el Papa la última ratio o suprema corte de apelación cuando querían dar
marcha atrás en sus bodas, y éste con estos dimes y diretes y sus monseñores
hacían caja. El sexo ha sido una fuente de divisas para la curia romana porque
así son los humanos y porque el catolicismo se ha entendido como un problema de
bragueta desgraciadamente en desdoro de las enseñanzas evangélicas. En sus
predicaciones Jesucristo pasa de largo y como de puntillas en lo que se refiere
a las relaciones entre hombre mujer. Sólo anatematiza contra aquellos que
promueven el escándalo pero aquí tenemos a toda una ingente masa de confesores,
curadores de almas y directores de conciencia que con mentes enrevesadas
sembraron el bullicio, los escrúpulos y el dolor en muchas almas tiernas,
haciendo caso omiso de los traumas que han causado en sus dirigidos cuando se
han producido abusos sexuales.
Gozaban de inmunidad penal y
en parte su poder se acercaba al de los mismos reyes. Sin embargo, dentro de
esta jerarquía corrupta y dominante de los siglos XI al XV, cuando los
arzobispos eran próceres y señores de horca y cuchillo, nunca estuvo el
cristianismo tan arraigado y seguro de sí mismo pese a las limitaciones de sus
pastores que a veces eran lobos disfrazados de piel de oveja, ni fue tan firme
la fe. Existía el convencimiento de que el cristianismo era la religión
verdadera y mi país con razón y sin ella. Se moría por esa fe. ¿Por qué? Porque
había un propósito común de avance frente al Islam y una liturgia que se
extendía por toda Europa desde Portugal hasta Suecia y desde Inglaterra al
Principado de Moscú. ¿Y el Papa? Bueno, bueno, dejémoslo estar. El pontificado
no era un fin sino un medio como timonel de
Entonces
La otra culpa de la rebelión la tuvieron las
epístolas de San Pablo que desencadenaron una tormenta de fundamentalismo y de
Biblia a palo seco. Castilla se va a quedar sola en la quijotesca defensa de la
utopía papal aunque los castellanos fuesen poco fervorosos en sus practicas
religiosas pero siempre respetaron la tradición. Enrique IV, aunque tibio con
moderación, favoreció a los franciscanos y hace donaciones y mandas para que
las Clarisas abriesen dos conventos en la ciudad. En uno de ellos estaba
instalado su palacio y esta generosidad hacia los frailes menores se repite en
Madrid y en Toledo donde dice la tradición que tuvo amores con una monja que
era priora de aquella congregación.
La consecuencia a extraer de
esta interpretación es que con frecuencia hacen más por Jesucristo los que se
consideran a sí mismos pecadores que santurrones. Porque tan importante como la
fe es la tradición y es por ende que al convertirnos en martillo de herejes en
Trento los españoles nos enfrascamos en la defensa de una causa perdida.
¿Ocurrirá otro tanto con el mundialismo, el entendimiento entre civilizaciones
de ZP? Otra vez don Quijote y Sancho. Los españoles no solemos ser gente
pragmática aunque en este país haya muchos listillos
En las Gesta Hispaniorum
sale a relucir esta desconfianza hacia la primacía romana que se compadece con
la alegría de vivir aunque fuese en pecado mortal. Los obispos no solían decir
misa a diario, tarea que delegaban en sus capellanes. Únicamente oficiaban en
las solemnidades. Y éstas tenían un poco de convención social y un mucho de
espectáculo porque
La misa no viene a ser más que la
representación alegórica y teatral del drama de la redención. Después de eso,
que cada uno haga de su capa un sayo y allá con su conciencia. La norma
evangélica es el ideal al que aspira todo bautizado a sabiendas de que
contempla una meta inalcanzable. Los hombres hemos sido fraguados en barro.
La fe del carbonero tan denostada tiene
entonces lados inefables. Y un poco es la fe del carbonero la que practica
Enrique IV quien no acaba de entender al primado Carrillo, su enemigo jurado.
Se muestra humilde y pese a todo mantiene en su corte a un cabildo de
capellanes. Uno de ellos será Diego Enríquez del Castillo quien escribió la
crónica de la batalla de Olmedo pero un día que se fue de putas le robaron el
ms. Seguramente los parciales de Alonso de Palencia.
Quinque cognitiones in eadem
nocte. Que barbaridad. Entonces los había que eran superman. Sin embargo a estos
clérigos disolutos, a estos obispos que iban a la guerra y tenían sus mancebas,
creo que nadie se atrevería a profanarles una capilla o entrar una noche en un
templo a robar hostias consagradas. Los culpables se expondrían a un buen
ladrillazo de Roma. La iglesia de entonces era plaza fuerte. En la actualidad
se bate en retirada y eleva a los altares a jerarcas tan dudosos como Wojtyla.
Yo me quedaría con don Alfonso Carrillo que sigue ostentando su báculo y su
mitra en esa estatua de bronce de Alcalá mirando para Cisneros que tampoco era
manco por eso cabo y se fue a pelear con el sarraceno a Oran. Pero este
concepto de la fe se defiende con la espada y de que la letra con la sangre
entra la habían asimilado los cristianos de la tradición muslímica y de los
largos años de brega durante
EL CRONISTA HERNANDO DEL PULGAR Y
ENRIQUE IV
Y
vi a don Hernando aplicado a su pupitre cálamo en ristre yugo y atril
escribiendo en las largas noches de invierno en su aposento del castillo de
Coca. Cartas fueron venidas y consejos anotaciones bíblicas para el que
quisiera llevar. Al obispo de Tuy Diego de muros arrojado a una prisión de Coimbra
por haber echado en cara al rey de Portugal don Juan segundo sus insidias
contra Castilla, corría el año 1478 y el poder regio primaba sobre el
episcopal. Los mastines de la grey ladraban desde el púlpito excomuniones con
brios apocalípticos. Los profetas y los que decían verdad eran arrojados al
foso de los leones. Iban y venían con sus sacos al hombro cargados de profecía.
Ese
año de 1478 nació el príncipe don Juan y todos creyeron que era el precursor o
Mesías de las españas que por entonces no era sino Hesperillas, nombre que
debía al de una estrella speros que
seguían los marineros griegos cuando viajaban al oeste en busca de las columnas
de Hércules pero hete aquí que las famosas pilastras se estaban derrumbando
pero este clérigo escritor proponía servir a dios con devoción, al rey con
lealtad y a la patria con amor. Escribe a la reina doña Isabel cómo con el
latín que le enseñaba Beatriz Galindo y dice que es lengua zahareña que no se
deja aprender de los que tienen muchos negocios y preocupaciones en la cabeza
pero la soberna era lista. Al paso advierte a un canónigo de Sevilla tiempos
revueltos y algaradas por lo de los cristianos nuevos que trajeron divisiones
discrepancias, descalificaciones sobre la mala condición inquieta de natura de
los españoles. El tal canónigo llegaría a ser cardenal de España y era converso
pese a su apellido Pedro Hurtado de
Mendoza. Los hispanos, señala, en la guerra son perezosos y en la paz
escandalosos. Tenía buen ojo clínico don Hernando y hace una evaluación periodística
del mundo que circumvolaba en torno a su mirada aunque no deja de reconocer que
se siente parcial del bando isabelino y detractor de don Enrique. Admite empero
que el monarca lo era todo menos cruel porque a diferencia de otros
ostentadores de cetro y corona de su tiempo – Juan de Portugal mató a su
privado y a su propio hijo; en Navarra los envenenamientos estaban a la orden
del día y el rey de Aragón respondía a las venganzas catalanas con la
contundencia sangrienta y homicida del badajo de la campana de Huesca- no colgó
a nadie y los desmanes en Castillas corrían a placer porque en los patíbulos
crecía la hierba. ¿Por pusilanimidad del rey absoluto o por bondad? Vaya usted
a saber. Lo cierto es que cualquier historiador avisado ha de notar una carga
de animosidad contra sus personas. Es destacable en este terreno el rijoso
Palencia clérigo de origen converso. También lo era Pulgar aunque no llegase a
los extremos de animadversión de aquel rey cazador y abúlico que se convergería
en el risum teneatis de los nobles de las intrigas lusitanas de los obispos en
especial de del primado Carrillo y de Navarra. Le habían hecho casar a la
fuerza con una princesa que llevaba las tres efes fatídicas de ser fea floja y
fría y colorada[23].
No hay que preocuparse. Eros y Tanatos se unen en el mismo lazo y la muerte es
el último de los dolores terribles pero dura poco lo mismo que el coito sexual.
Quemaron
Escalona por entonces y otras muchas ciudades de Castilla a causa de las
rivalidades y bandos entre las casas ducales, las episcopalías y los
maestrazgos el de Calatrava con el de Santiago, el de Avis con el de Montesa.
En el cerco de Montanchez por ejemplo perecieron mil jinetes y doscientos
ballesteros. Toledo estaba revuelto y a favor del rey portugués. En Sevilla
serían provocados desmanes por los conversos y hubo un asalto a la aljama. El
pueblo se alza en armas contra la usura de ciertos prestamistas y el lujo y la
lujuria de la iglesia dominada por antiguos rabinos. El biógrafo jurado de los
reyes católicos escribe una carta muy sentida a la reina y ésta otorga el
perdón general. Lo acontecido en Sevilla se relaciona con los desmanes habidos
en Burgos cien años atrás y en Segovia casi paralelamente, en Toledo y en
Zaragoza.
Pulgar
entona un misereatur y aduce razonamientos del antiguo testamento que conocía
bien y de los que están trucados sus cartas y sus comentarios a las coplas de
Mingo Revulgo. El arzobispo hispalense es preconizado cardenal de Toledo. Se
inicia la primacía de los Mendoza de gran importancia en la iglesia castellana.
Entona
don Hernando el misereatur y le dice a la reina que mire en su magnanimidad
cómo los hombres son todos inclinados al mal y le hace advertencias de la mala
índole de los españoles quejándose de los tiempos disidentes y banderizos que
corrían, suplica clemencia y doña Isabel se la concede.
El
conde de Cifuentes cae prisionero de los moros en la batalla de Atarija. Muy
afligido debió de estar el buen conde en su mazmorra cargado de cadenas. Como
en el famoso romance no sabe cuando es de día ni cuando las noches son si no es
por una avecilla que le cantaba al albor, matosela un ballestero, déle dios mal
galardón. Vía epistolar le consuela el buen cronista diciéndole que aprenda
árabe pero maldita la gracia que le debía de hacer a Cifuentes iniciarse en la
algarabía. Pagaron su rescato en una fuerte suma de ducados y regresa a sus
posesiones alcarreñas harto enojado el prócer.
Muchos
buscan el tenue consuelo de la filosofía. Estas décadas turbulentas en que el
feudalismo da sus últimos suspiros están llenos de senequismo. Las gentes de
bien emigran al exilio interior el alma contrita. Los pueblos tienen los
gobiernos que se merecen. En la corrupción de las costumbres están la
destrucción y la muerte mientras los predicadores, esos mastines de los que
hablan
Lejos
del inmanentismo actual aquellos castellanos creían que esto era un valle de
lágrimas o una mala noche en una infame posada. Lo importante, de lo que se
trataba el existir, era la salvación del alma.
Hay
en estas letras o cartas observaciones metereologicas. Los siglos medievales
terminan con décimo quinto en que se enfría la tierra. Acontecen grandes
rigores climáticos. Las montañas y los mares desatan sus furias y Pulgar ve
también en esto una señal del dedo de dios.
Al
obispo de Coria a cuya silla accede desde el decanato del cabildo toledano le
dice que siente acidia y que le repugna el escribir porque estoy cansado de
tanta muerte, tantos robos, asonadas, fuerzas y desafíos cada día más
abundantes en las diversas partes de estos reinos. Don Francisco entra en su
diócesis a lomos de una pollina blanca el año 1473. Descendía de conversos lo
mismo que Lope Barrientos que ocupaba la silla de Cuenca y autor de Tizón de
Y
es la religión el eje de marcha de la reconquista. El infiel tiene que ser
dominado o convertido y que la cruz ha de triunfar sobre la media luna y el
candelabro del tartaja. Ningún otro país del mundo fue victima de ese ideal a
excepción de los Estados Unidos que trata de imponer el yanquísimo democrático
como un dogma de fe. Como resultado de esta aspiración y de tratar de imponer
tu religión, tu forma de pensar a viva fuerza se desencadena la guerra y como
bien demuestran las calendas de la actualidad que hoy son los telediarios. La
mercadotecnia norteamericana vive por y para la guerra porque la guerra reditúa
muchos más beneficios que la paz. Ya los romanos adoraban a la diosa Belona
como compañera de cama de Mercurio. Las armas que arruinan y destruyen no pocas
vidas y ciudades a una pequeña minoría les hacen ricos. Recordemos las arcas
llenas de arena con que el Cid Campeador engañó a Raquel y Vidas haciéndoles
creer que guardaban oro. Un detalle significativo que demuestra que en
En
Hernando del Pulgar se echa de ver esa típica melancolía española del escritor
que se siente inerme de tanto batallar y solo, profundamente solo, recordando
las ansias de su juventud, las izas y rabizas, el baile de la chacona con sus
recuerdos de la vida bona, los amoríos ardientes que siembran la melancolía en
el corazón apagado ya y sin fuerza de un viejo prostático e impotente. Amar
después de los sesenta es hacer el ridículo. Cruzada esa raya liminar, los
hombres se ven obligados a un voto de castidad forzosa
ENRIQUE IV Y LOS JUDÍOS
Se
ha intentado comparar a Enrique cuarto mal llamado el impotente con Carlos II
el Hechizado pero todos los historiadores son contestes de que no puede haber
parangón tal. El Trastámara era valiente- fue el primer monarca que devolvió a
España el peñón de Gibraltar y resultó herido en la toma de Archidona al poco-
vicioso amante del vino y de las mujeres aunque es posible que también de los
mozos y la sospecha de su bisexualidad no probada habrá de ser investigada por
los investigadores, muy poco rezador y su amistad con los moros le hace ser
sospechoso a algunos de sus contemporáneos de sectario de Mahoma. Le gustaba la
caza, correr toros y cañas y más de alguna vez se le vio en algún torneo sobre
el palenque pese a su horror a la sangre por las heridas inferidas en el asalto
a las almenas de Archidona. Mientras el Austria era un imbecil y un caso
clínico de los desastres a los que puede llevar la naturaleza: enano, casi
deforme y supersticioso, puesto que creía en fantasmas y en aparecidos. No Enrique IV no fue el
baldón de la monarquía absoluta ya que en su época de convulsiones, revueltas y
aventuras se crearía el germen de la unidad de la patria. Su hermanastra Isabel
va a recoger el testigo. Los más calamitosos reinados que convirtieron a España
en una caricatura de sí misma fueron dos: uno absolutista con trazas de
constitucional el de Fernando VII y otro constitucional con trazas de
absolutista el de Juan Carlos I al que puso Franco. Éste no solamente no ha
recuperado Gibraltar sino que entregará Ceuta y Melilla a su primo el alauita y
puso el país a los pies de los caballos norteamericanos que estampan sus cascos
apocalípticos contra el empedrado internacional; la eventual secesión de
Cataluña, el pavoroso desempleo juvenil, la llegada en masa de inmigrantes de
todos los rincones del planeta y seres tan despóticos y repelentes como
Esperanza Aguirre, Aznar don José Mari, ZP, Federico Trillo, Bono don José, el
Chávez, Rajoy don Mariano soplando gaitas y doña Trino la culona la
cancilleresa que pasa la mano por el lomo a
El solo hecho de haber ganado la plaza de
Gibraltar al año siguiente de ser coronado debiera de hacer del Trastamara uno
de los monarcas más honorables del elenco, pero aquí hay una conspiración
sepulcral para los hechos medulares y los hombres que los claros varones de
Hernando del Pulgar hoy son botarates se publica la gallofa, se persigue a los
buenos escritores y los libros escritos en el reinado del Rey Felón duermen el
sueño de los justos dentro de un cajón, olvidados en un altillo o una gaveta.
En cuanto a lo de impotente vayamos por partes Porque ahí queda el testimonio
de las putas de Segovia que don Enrique estaba mejor armado que un carabinero,
como aseguraban las pilunguis de Segovia. Es un hecho ineluctable que se
enamoró de una azafata portuguesa de su segunda mujer doña Juana de Portugal
que se llamaba doña Guiomar de Castro. La reina la echó fuera de Segovia pero
doña Guiomar siguió siendo visitada en Arévalo donde la puso casa y renta; y
otro de sus romances lo tuvo nada menos y nada más que con la abadesa de un
monasterio de Toledo que se llamaba sor Benilde. ¿No haría Enrique IV a pelo y
a pluma? Que va o por lo menos no era tan impotente como dicen los que le
calumnian, entre ellos el doctor Marañón que fue un buen judiazo.
Entonces,
¿de donde le viene tanta infamia? Muy fácil. Sus relaciones con los judíos
adquirieron un sesgo poco favorable porque ya en tiempos de su padre últimos
años del reinado de Juan II se produjo el ultraje sacrílego de las sagradas
formas en la iglesia de San Facundo que conmovió a la ciudad. La hostia que
hervía en un caldero de la sinagoga empezó a subir por el aire y se produjo el
llamado milagro de
-¿Jura,
Majestad, que Juana es hija del rey su marido?
-Sí,
lo juro- dijo la portuguesa con un acento que tenía cadencias de fado. Su voz
se perdió por los montes y valles de Somosierra
Se
pasa por alto el que plantara por vez primera vez el pabellón castellano en
ENRIQUE
IV AGRIDULCE REINAR
Aquella navidad de mi niñez tocamos la zambomba,
hicimos música rascando la botella de anís con el almirez y cantamos
villancicos ante el belén que había colocado mi hermano Nano adornando con
musgo el portal traído de las peñas de la cantera donde se afanaba en su
pobreza el Tío Enrique y su cuervo al que había enseñado a hablar y a decir
palabrotas a los chicos. Con papel albar se hizo una especie de arrollo y a la
orilla estaban las figuritas de las lavanderas. Un pastorcito iba camino del
portal con un cordero al hombro. La cena pobre consistió en castañas y algo de
asado. El villancico que cantamos aun resuena en mis orejas. “Sobre tu cunita
niño he visto arder una farolica como la del tren… que alumbra con gas a la
medianoche y a la madrugá” era un cantar ferroviario y era apropiado para aquel
momento pues vivíamos al lado de la estación cerca de
-¿Vas a misa de gallo?
-Sí, señor.
-Pues felices pascuas,
zagal.
Cerca de la base mixta y
frente al dispensario antituberculoso me asomé a la verja donde yacía
desportillado un carro de combate de la primera guerra mundial, ruedas enormes,
¿Qué haría en Segovia aquella reliquia de la batalla del Somme? Rápidamente al
rebufo de los muros leprosos de la huerta de las monjas, altos muros
misteriosos de adobe me planté en el convento escondido entre un bosque casi de
olmas. Como don Valeriano se había puerto malo le sustituyó como oficiante el
capellán del hospicio don Ramón. Que era un cura alto con un gran corpachón que
remataba en una cabeza de garbanzo y una voz profunda. Conocía todos los
misterios de la historia de España aquel buen capellán. Entré en la sacristía y
sor Fuencisla la demandadera ya tenía preparadas las vinajeras, sentí su voz
detrás de las cortinas de la clausura del coro bajo:
-Buenas noches, sor
Fuencisla.
-Buenas noches, hijo y
alegría.
-Sí, señora, alegría y
placer que esta noche nace el niño en el portal de Belén.
-Me gusta ¡qué bien te los
sabes! Debes de ser un chico listo.
-No se crea, sor, el latín no
se me da mal pero no me entran las matemáticas
Sor Fuencisla estaba más
contenta que unas pascuas y me dijo que en el convento hubo fiesta y también
entonaron villancicos al Niño Jesús como en todos los hogares españoles por tan
señalada fecha. Al poco llegaba don Ramón que venía tosiendo- pues era un
empedernido fumador y moriría el hombre al poco tiempo de la caja cambios-
desde el zaguán un tanto azacaneado y moviendo para los lados la cabeza y con
las botas cubiertas de nieve manteos y capisayos al desgaire accionando los
brazos largos. Pendulaba en todas direcciones
el buen capellán su cabeza insignificante y pequeñita, de garbanzo. Sí;
tenía un melón ridículo sobre los hombres pero en aquella testa cabía toda la
historia de España de la cual nos daba clases magistrales y se cabreaba
muchísimo cuando aquellos libros de texto ponían cosas muy desagradables sobre
el monarca de la granada y del reinado agridulce. Por eso en el seminario los latinos le
pusimos de mote Don Cicerón que es lo que significa el apodo en la lengua del
Lacio. Creo que por ese cabo me convencí de que el rey segoviano había sido
difamado y que sería preciso rehabilitar su figura de tanto escarnio.
Se vistió el presbítero a toda prisa los
ornamentos blancos y yo mismo con otro monaguillo que se llamaba Otero salimos
con paso solemne de la sacristía, uno portaba el cirial y el otro un
incensario. El coro empezó a entonar la antífona:
Asperges me, Domine, hisopo et mundabor. Lavabis me et
super nivem dealbabor.
Miserere
mei Deus secundum magnam misericordiam tuam. Vidi aquam egredientem de templo
et omnes ad quos pervenit aqua ista salvi facti sunt et dicent: aleluya
Las notas gregorianas del
asperges en tono andante ma non tropo
resonaban hermosas cantadas por las voces blancas de las clarisas y habían
sonado en aquel templo desde su fundación por el rey don Enrique nuestro Señor
durante medio milenio. Era el catolicismo “at work” en su gloriosa tradición de
“business as usual”. Pasan las generaciones, nacen y mueren los hombres, las
primeras que lo cantaron yacían en humildes sepulturas, amortajadas con el
cordón franciscano de tierra en
Exaudi nos domine sancte páter aeterne Deus et mittere
digneris sanctum angelum tuum de coelis qui custodiat, foveat, protegat,
visitet atque defendat omnes habitantes in hoc habitáculo
El preste sabía que su negocio tenía que ver con
la eternidad y rogaba para que alejase el espiritu del mal a todos los
moradores de aquella casa. Amen. Estaban todas las lámparas encendidas. El
retablo de la crucifixión con sus maravillosas figuras de arte flamenco en
relieve, tan vividas y tan copiadas al natural que hacían pensar en cómo era el
rostro de los hombres en la edad media, no sólo los reyes sino los menestrales,
los rabadanes y los tejedores que iban y venían a Flandes con la lana de las
merinas de Segovia, refulgía como los chorros del oro. San Antonio de Padua,
talla neogótica, con un misal en la mano, y su cerquillo de fraile menor
iluminándole el rostro En las paredes de damasco colgaban algunos cuadros
religiosos con reporteros en los cuales se representaba el escudo de armas de
los Reyes Católicos, (que dotaron al convento, si bien fue su predecesor el que
lo fundara habilitando para la ocasión una finca a la afueras que tenía para
sus recreos cinegéticos) y escenas de
-He aquí mi agridulce
reinar.
Estaban vacíos los bancos
porque debido a la gran nevada había acudido poco personal a aquella misa del
gallo. Únicamente cuatro viejas así como el carpintero Geroteo el mejor
feligrés de aquella comunidad, una buena persona pero que tenía fama de empinar
el codo un poquito y aquella nochebuena había pimplado de más porque olía a
anís que le llevaban los demonios cuando fui a darle a besar el portapaz. Con
esa generosidad de los beodos el bueno de Geroteo y sonriéndome cordial sacó de
la pelliza una moneda y me dio un duro de plata:
-Toma, monago, tu aguinaldo.
Pocas veces a lo largo de mi
carrera como monaguillo y seminarista he visto brillar tanta alegría y tanta
munificencia como en los ojos de aquel borrachín. Tampoco tanto oro. El
cristianismo suele ser generoso. Un duro cinco, pesetas de las de entonces
constituían un dineral para los niños de mi edad. Guarde Dios tu alma
cristiana, Geroteo y este gesto me persuade en mis convicciones de que nada es
lo que parece en este mundo que hay que ir con pies de plomo a la hora de
enunciar juicios de valor. Cuando fue a besar al Niño y yo sostenía a don Ramón
el humeral, Geroteo con paso vacilante y la cara roja me guiñó un ojo. La misa
terminó en la efervescencia y candor con que la liturgia católica guarda para
esta santa noche. En la iglesia hacía un frío que pelaba porque no había
calefacción ni estufas por aquel entonces. Sin embargo puede ser y así ahora lo
pienso que la luz que fulgía de la estrella del portal de Belén calentase
nuestros cuerpos y nuestras almas. Ya en la sacristía las buenas monjitas nos
agasajaron con vino de misa soplillos y pastas. Sor Fuencisla que me tenía buen
concepto me encareció que fuese bueno y que estudiase y que siguiera devoto de
San Antonio. Así lo soy y lo he sido toda mi vida. El órgano remató glorioso
una fuga de Bach interpretada por una de las hijas de Santa Clara de Asís que
en el siglo había estudiado siete años de conservatorio, Sor Jesusa, y las
notas golpeaban caricias sobre los empinos de las bóvedas de crucería y los
arcos escarzanos y conopiales. Dirigiendo mensajes de amor divino hacia la luna
llena que asomaba yerta y pasmada por entre los vitrales de la nave del crucero
Una nochebuena más. A la salida y entre
la euforia de los vapores del licorcillo de consagrar más de tres copas
generosas me tomé con la aquiescencia del capellán y de la propia priora que un
día es un día, bajó un arco que lleva al salón del trono, tuve una visión. Yo
vi acercarse a un caballero, llevaba sobre los hombros un ropón de cordero que
le cubría la pelliza, un turbante como los de los moros. Era rubio, trabado de
hombros, una barba rojiza, los pies grandes, las manos como manoplas de segador
y un aspecto campechano pero había una indecisión que recobraba su persona,
timidez y amabilidad, transmitía llaneza y familiaridad. Bien pudiera pasar por
un tratante de los que acudían al azoguejo
los jueves de mercado y que después de comer cordero asado regado con clarete de Peñafiel se ponían un
palillo entre los dientes y se sentían felices en su pobreza, pero había una
distinción en su rostro y unos ojos claros y misteriosos de rey godo, cuya
sangre corría por sus venas mezcladas con las de todas las dinastías de Europa:
los Valois, los Plantagenet, los Lancaster y la de la casa de Anjou y de
Viana y un cierto reposo pleno de
dignidad, porque, “donde ponía- escriben los cronistas- la vista mucho le
duraba el mirar. Este lento mirar le convertían en un ser distinto a los
demás. A todas luces se trataba de un
personaje majestuoso. No debía de ser muy friolero aunque bien pudiera ser que
los cuerpos gloriosos no acusan el acoso de los incidentes climatológicos ni
padecen enfermedades. Era don Enrique igual que yo me lo imaginara. Me
recordaba a mi abuelo con su nariz y con sus fuertes corvas, la cuadratura algo
petiza de los labrantines que por aquellos días se pasaban la vida inclinados
sobre el surco, segando, bieldando, dando haces en ese ir y venir castellano
que llaman acarrear. Todo es movimiento y variación.
Se fue a sentar junto a una
mesa de pino junto a un altar y se reclinó sobre el respaldo del sillón
frailuno. Había mandado traer un brasero y de vez en cuando revolvía la ceniza
con una badila.
-Hace frío en Segovia y
mucho más la noche de Navidad. Ven, chiquito.
Comprendí quien era el
fantasma. Mis sueños o mis delirios me habían trasladado hacia el propio Rey el
cuarto de los Enriques de Castilla.
-
Aquí estoy, Majestad.
-
Somos paisanos. A ti te bautizaron en San Millán y
yo recibía las aguas santificantes en la de San Martín.
-
¿Y eso cómo lo sabe, Majestad?
-
Las almas de los difuntos somos espíritus puros y
podemos penetrar en todos los misterios de la condición humana. Conocemos el
pasado el presente y el futuro. He venido a darme una vuelta por mi heredad.
Este era mi palacio de verano. En vida a mí me gustaba mucho cazar. Cuando
abatía un jabalí lo asábamos a la estaca en esa cocina enorme del monasterio
que tú habrás visto y luego nos lo comíamos en amistad aunque por su ley la carne de cerdo estaba
prohibida. Menudas cuchipandas.
-
Ya pero cuando el hambre aprieta vacan las normas y
prescripciones del Alcorán. Dios es uno. Y mis súbditos bebían vino a
escondidas. Eran mis mejores soldados. Como albañiles insuperables. Xadel
Alcalde un morisco de Burgos con su cuadrilla de alarifes construyó estos muros
donde tú estás. Eran los que trabajaban por estos reinos. De mi huerto se
cuidaba un tal Abderramán y cultivaba un pejugal que era digno de ver por sus
lechugas y sus rábanos. Ese Abderramán edificio el monasterio del Paular. Eran
todos ellos moros de Aragón.
-
Ya pero cuando el hambre aprieta vacan las normas y
prescripciones del Alcorán. Dios es uno. Y mis súbditos bebían vino a
escondidas. Eran mis mejores soldados. Como albañiles insuperables. Xadel
Alcalde un morisco de Burgos con su cuadrilla de alarifes construyó estos muros
donde tú estás. Eran los que trabajaban por estos reinos. De mi huerto se cuidaba
un tal Abderramán y cultivaba un pejugal que era digno de ver por sus lechugas
y sus rábanos. Ese Abderramán edificio el monasterio del Paular. Era todos
ellos moros de Aragón.
No me sorprendió aquella
respuesta de aquel bien rey cristiano de ojos cansados que parecía harto de
pelear. En aquella fatiga se reflejaba quizás la eternidad del mundo. Dentro
del movimiento y variación todo es igual y también la sabiduría del
conocimiento de los hombres. La condición humana sigue aferrada a los
principios de la casuística. Me dijo que uno nacía ladrón, otro forzador de
doncellas, aquel homicida y esotro para la gramática o la especulación. Unos se
entregan al vino y a los placeres de la panza y otros sólo prueban el agua.
Unos blancos y otros negros, unos grandes y otros chicos. Unos valetudinarios y
enfermizos y otros que no toparon jamás con un galeno. Y entretanto realizaba
estas reflexiones jugaba con la granada de su blasón como si fuese una pelota.
Ama y haz lo que quieras, comentaba san Agustín pero eso es sólo retórica.
Nunca se podrá acomodar a esa perspectiva de amar al prójimo como a ti mismo.
Tales expresiones no resultaban sino hablar bonito. Tu pusilanimidad alteza
nace de tu sabio conocimiento del ser humano. Prefiero cazar por esos montes.
Las alimañas del campo son menos dañinas que algunos palaciegos de mi corte.
Eligió buen símbolo como lema para su reinado agridulce. La granada es el fruto
que más se parece al almíbar y al acíbar. Más que un blasón era una profecía.
Entraremos en Granada mas eso quedará para mis sucesores. ¿Y de qué nos servirá
vencer a los moros si no somos dueños de nosotros mismos?, dijo en un tono más
reflexivo. La iglesia se había transformado en palacio. Sonó un rabel y unos
puericantores cruzaron la habitación y saludaron al Rey:
-Buena pascua y buenos años,
Alteza.
Don Enrique se les quedó
largo rato mirando pero no pronunció palabra. Subía y bajaba la música del
rabel alternando la clave de los arpegios. Uno de los juglares de palacio con
motivo de
Al rey cristiano de ojos
cansados que parecía harto de pelear le hastiaba la vehemencia con que cada
feudo enarbolaba su estandarte porque -sepan cuantos- era un príncipe que
detestaba la violencia y se desmayaba a la vista de la sangre. Me preguntó qué
que era lo que quería ser de mayor y torció el gesto.
-Tú no vales
para clérigo ni para político. Tienes
alma de guerrero pero como eso no puede ser, abrazarás la vida áspero e ingrata
de las letras; escritor, mi cronista.
Aun desconociendo a punto
fijo cual era el significado de aquel augurio que enunciaba (ciertamente, a mí
me gustaba emborronar y mandaba mis articulitos y mis cuentos al “Sígueme” y a
la “Hoja parroquial y alguna vez mi nombre en letras de molde) la idea me
atraía. Escribir por tu propia cuenta y riesgo, tener ideas personales, no
vivir a lo borrego, no comulgar con ruedas de molino y pensar por boca de
ganso, lo que diga la masa, peligroso oficio y arriscado afán. Me iba a uncir
al yugo compartiendo el infortunio y la soledad del hombre de letras. Largas
vigilias, trabajo perdido, mayúsculas decepciones, mensajes del naufrago dentro
de una botella. Vivir hablando y pensando con los difuntos apartándose de los
vivos. A sabiendas de querer robar el fuego sagrado a los dioses y de entrar en
el laberinto de Creta burlando al cancerbero universal, ese que no habla, no
sabe no contesta y cuando lo interrogas hace un movimiento de sí o no con la
cabeza. Recorrer el dédalo de la literatura si no llevas contigo el ovillo de
Ariadna es exponerte a las cornadas del Minotauro que es un Mihura que no falla
ninguna de sus embestidas. Los pensadores son humillados y ofendidos. Al vulgo
no se le puede llevar la contraria que sólo cree en el poder y en la riqueza en
los placeres del lecho y de la mesa.
-Pese a todo,
niño segoviano, conocerás el Bien,
-Entraremos en
Granada, señor.
-Eso se hará.
Pero yo no lo veré. Boabdil chiquito entregará las llaves de
-Actualmente
sólo hay ingleses y moros.
-Hasta que
Gibraltar no sea tierra española cundirá la desazón y volverán los bandos y las
armas de los españoles unos contra otros-dijo el Monarca Misterioso. Y
prosiguió:
-Soy amigo de
moros porque quiero atraerlos hacia nuestra causa. Son buena gente pero
acérrima. Muy cabezotas, hijo, muy cabezotas. Lo malo es que detrás del moro
está el judío y ambas religiones confabuladas contra nosotros constituyen un
enemigo casi invencible. Ello forma parte sin embargo de la maldición de don
Rodrigo.
Casi me dieron ganas de
abrazarle pero como sabía que era un ángel o un trasgo que bullía en mi cabeza
no me atreví. Me quedé mirando para el artesonado de siete faldones que se
alzaba sobre nuestras cabezas, una maravilla del arte morisco, con las
estrellas de David labradas en pan de oro y toda esa esgrafía morisca de
talante tan segoviano que huye de estampar en las paredes la figura humana y se
entrega a los arabescos y ajarafes, en labor de ataujía, para no desairar al
Profeta. Las tres culturas bajo la preeminencia de la cruz eran impronta
enriqueña y se perdió mi mirada entre los baquetones y boceles de la capilla de
Santa Úrsula. Más arriba coronaba el palacio la espadaña de ladrillo rojo con
su tejadoz liso de pizarra, su tortea y su veleta. La campana estaba sonando a
maitines y en el halda podría leerse la inscripción latina Henricus me fecit.
-Muchas misas
me habrán dicho las queridas monjas
el aire se remansaba y
cruzaba los ámbitos del monasterio una inusual quietud. Estábamos en el salón
del trono el rey y yo arropados por la imagen del querido san Antonio que él
donara y un cristo atado a la columna que debió de salir del buril del Divino
Morales. Defenderemos la verdadera fe y Dios nos ayude. De lo que ocurra
después mejor no preocuparse. Alguien llorará sobre nuestras cenizas. En la
sala capitular la tumba que él construyó para su enterramiento. Lo inhumaron en
Guadalupe al lado de su madre la portuguesa doña Juana. Recordé un cantar que
me enseñó mi madre al Antonio divino y santo:
si busca milagros, mira: muerte y error desterrados
miseria y demonio huidos
leprosos y enfermos sanos
el mar sosiega su ira,
redímanse encarcelados, miembros y bienes perdidos recobran mozos y ancianos
el peligro se retira los
pobres van remediados cuéntenlo los socorridos díganlo los paduanos
En aquel instante el espectro despareció y yo me
perdí por los pasillos del gran laberinto de la existencia.
LOS MORISCOS
Me estoy temiendo la fecha de 1609 por algo que diré
ayuso con motivo de la llegada masiva de
las pateras y el libro de las grandes reivindicaciones históricas que algunos
dedos malignos abren hacia atrás y con tal de causar el mayor daño, con ánimo
de injuria y grave daño moral, y de escupirnos en la sopa. Reivindicarán estos
la memoria de Miramamolín y los intelectuales del pesebre se entregarán a la
disipación y lucubración inteligente sobre el regreso de la algara. Esto de la
alianza de civilizaciones no es más que un pretexto para execrar nuestro pasado
y volvernos las mangas del revés. Los
moros tuvieron que partir porque, vencidos en el campo de batalla, no
quisieron aceptar nuestras reglas. Sencillamente no se adaptaron y picados de
su orgullo se mofaron de los usos y costumbres. Han pasado cuatro siglos y
seguimos en las mismas.
Fray Hernando
de Talavera a raíz de la toma de Granada fue encargado por los Reyes Católicos
de predicarles el Evangelio, tratarles benigno y con tolerancia pero los imanes
reían en las propias barbas del arzobispo y confesor de la reina santa o se
limpiaban el culo con las páginas de Marcos y Lucas. Total que siguieron aferrados
a sus costumbres y practicando el bandolerismo. Tuvo que venir Cisneros, más
drástico y puño de hierro en guante de seda pero menos contemporizador, y
devolver el ten con ten haciendo con el Alcorán en la plaza pública una
almenara. Lo que ha ocurrido el 11M testimonia
que, por desgracia, el Islam aunque predique la paz con la boca pequeña
en el fondo es una preceptiva de guerra. Alá es grande. Este grito que entona
el almuédano todos los días cinco veces desde lo alto del minarete es una
convocatoria en verdad a la yihad.
¿Tendrá que volver a meterlos en vereda don Juan de
Austria?
Triste realidad que a los españoles ocho siglos de
continuo batallar lo refrenda pero aquí no se quiere ver la realidad, nos venden humo y lo compramos a toneladas (ay si
el humo gravara) con eso de la alianza de las civilizaciones, todo un invento
que les sirve a los hijos del Imperio Dañado de antídoto o de pretexto para
reconquistar la promisión mientras que para el Occidente será todo una triaca
que acusará sus efectos mortíferos no tardando mucho. Nos dan belladona y la
ingerimos por esa boquita como si fuese tila o hierba maría luisa. Hemos metido
el enemigo en casa y estamos incubando los virus deletéreos que acabarán con
nuestro organismo. Lo de esos chicos paquistaníes del Yorkshire y tan
británicos que uno vendía fish and chips
corrobora tal presunción. Y aquí cuando las morerías tan populosas como las de
Barcelona, Valencia, Madrid o el Viejo Reino de Aragón y nada digamos de Murcia
porque esta gente no ha venido a ciegas
sino guiados por sus consuetas que les han apuntado el papel de vengadores de
Boabdil, la emprendan a tiros con ese furor ciego, ese fanatismo que los
caracteriza, veremos grandes motines y convulsiones interétnicas. La secuencia
de bombas y atentados terroristas no ha hecho sino comenzar.
-No hay que olvidar tampoco lo que pasa en Yugoslavia.
-Ni en el Bronx.
Esto del melting
pot va a causar a nuestros nietos más de un dolor de cabeza. El mestizaje
que practicaron los españoles en América, nunca los ingleses ni los alemanes
protestantes, fue uno de los regalos del catolicismo a la cristiandad pero está
visto y comprobado que sin la cohesión de los lazos religiosos esto de la mezcla de razas es un wishful thinking. Religión
vine del verbo atar en latín y de ahí religare es lo que más ata y vincula al persona pero los españoles
nunca estuvimos tan desvinculados.
Me temo que el 1609 se convierta en una gran vendetta
contra el rumbo y el perfil de uno de los aspectos más señeros de la historia:
el triunfo de la fe evangélica. Vendrán los comisarios y farautes de los
poderes oscuros e intentarán transformarla en el watershed de 1492. Al
fin y al cabo todos sabemos que moros y judíos en España siempre se entendieron
bajo cuerda y de hecho Rabat es un gran bastión sefardí. Y ambas creencias
participan del mismo odio a
En ese cantoral se conmemora la expulsión de los
moriscos por Felipe III. Ayer una alaroza en el autobús, sayas y mantillas, el
velo de los pudores sobre la cabeza, yihlah, y móvil último modelo, me
miró con odio, un odio viejo africano, mirando para la cruz que yo llevaba al
cuello. Los ojos de esta muchacha no transmitían curiosidad o coquetería
femenil sino revancha. A su manera iba pidiendo guerra. Pedía la mano que le
quitara tanto refajos. De la misma manera que muchas esas madrileñas del todo
destocadas que nos vienen haciendo un calvo desde sus Levis que por detrás allá
donde la espalda pierde su casto nombre, descubren el canalillo de la rabadilla
y por delante los dulces y amenos recovecos que descienden al monte de Venus.
¿Qué metemos al pájaro en el infierno, niña? Oiga se está pasando usted tres
pueblos. Las moras van cubiertas de los pies a cabeza y algunas con gurka.
Debía de haberse dado cuenta de mi vista pesquisidora
anterior porque dicen que la cara es espejo del alma y yo soy incapaz de
engañar y mi rostro debió de expresar involuntariamente la sorpresa del
contraste. Mientras las españolas van medio desnudas con esos vaqueros
ajustados que abrochan muy por bajo la cintura y dejan al aire el glúteo, nos
fotografían el canal de la rabadilla allá por donde la espalda pierde su
honesto nombre, insinuando por delante las montuosidades pilosas del pubis. Las
tapadas erre que erre en su numantinismo
talar. Son muy suyas estas jarifas mientras nuestras chicas van tan descocadas.
-Parece que las viste una modista enemiga.
-Quiá. Estas no van a la moda y gastan poco en ropa.
La insolencia y el gesto de desafío de la morita a mí
me dio que pensar y es para que muchos políticos se llamaran a andana contrasta con la indiferencia y suavidad de
nuestras cristianas que salen a la calle prácticamente en taparrabos. Con sus
abuelas eso no pasaba. En
Mahoma que era un lascivo sabía sin embargo lo que se
hacía pues en el juego amoroso loo que se guarda resulta más provocativo que lo
que se ofrece al amante. El cristianismo que viene de Roma y de su pasión por
el desnudo adora a un Dios crucificado que deja patente bien su humanidad viril
velada por un paño de pudores. Toda una lección. Pero nuestros abuelos
renunciando a los usos y costumbres quisieron también encerrar a sus mujeres y
recatarlas y aprendieron la costumbre de los musulmanes de celar la
hembra. Y tanto la celamos y guardamos
con siete llaves que de ahí nos vino el renombre de celosos Yo he visto ir en
mi pueblo ir a misa a las tapadas. Si se encontraban camino de la iglesia con
un hombre que no fuese su marido tenían que hacer la vista gorda.
-Ni tanto ni tan calvo.
-Pues sí.
-¿Me permite
que le cante una copla de Segovia?
-¡Mientras
no estorbe!
-Allá va:
Arriba
abajo /que a mi novia le he visto el refajo/ abajo arriba que a mi novia le he
visto la liga
Es una vieja
canción mozárabe como lo era el “Me casó mi madre” donde se capta esa doble
moral, ese sentido ambiguo de la gente fronteriza.
Estoy por cantársela a la alaroza en el autobús de
Brunete, que de tanto resayo como lleva en el cuerpo va provocativa y a lo
mejor me entendería. Además hoy me voy
de v vacaciones y me importa todo un cojón de Mahoma. Donde las dan las toman.
Sí señor.
OLIGOANTROPÍA ESPAÑOLA
“Las indias son lujuriosísimas, paren
presto, mucho y bien” dice López de Gomara historiador de Carlos V en su
Relación de Indias. Tal perspectiva “animó”, precisamente llaman al siglo XVI
el siglo del amor, a no pocos españoles a cruzar el charco y luego corrió el
rumor de que los hombres por allá eran algo sodomíticos y holgazanes- mejor nos
lo ponen- en el cumplimiento de sus obligaciones de todo tipo y que para colmo
practicaban el canibalismo en aquellas caponas que vio una vez Pizarro en un
pueblo inca; dicen que la carne de cerdo es parecida a la de hombre.
Y ahora en ese viaje de ida y vuelta que es la
historia ocurre al revés. Cuando estoy en la cola del Intercambiador me doy
cuenta que el aserto profético es casi un dogma de fe. Y Bernal Díaz del
Castillo, otro historiador del emperador, con su lenguaje cuartelero, afirma:
“las indias nos decían cuando llegábamos a los poblados si dios nos lo dio es
para que lo usemos” refiriéndose al sexo.
La manipulación genética
y esas noticias alarmantes que llegan de México sobre la normalización del aborto
y la venta a cachos de trozos de feto (¿en qué mundo vivimos?) Precisamente
donde los españoles vieron las primeras vacas corcovadas, el árbol del mtl,
los cacuyos y el pájaro uncicilín, el más pequeño del mundo, puede suponer el
holocausto de una civilización. Desde luego que España es un pueblo viejo que
padece oligoantropía, al no nacer niños, este país sucumbirá como nación.
El problema es mucho más
pavoroso que el del separatismo o el terrorismo. Mao lo dijo: “la bomba
demográfica os estallará en vuestras manos”. O el pez grande se come al chico
¿Será un castigo de Dios? ¿Una de las siete plagas bíblicas?
Pues parece que se
cumple. La doctrina de
¿Podría haber lugar para
todos? O dicho de otra forma: la mesa de san Francisco donde comen cuatro comen
cinco. Ardua solución que se enfrenta con los principios económicos del reparto
del papel y de los bienes escasos. Pronto no habrá vituallas. Se desabastecerán
las reservas de agua y los pantanos no podrán proporcionar suministro a las inmensas
megapolis que crecen sin pausa.
Ciudad de México alcanza ya los 22 millones. Las indias son
fecundísimas como observó el capellán de Carlos V aquel clérigo soriano cuyos escritos releo estos días
ojeando el manuscrito del cronista de
Indias y lo sigue siendo. Todas, con bombo.
JL Gutiérrez me dijo en
una ocasión que la mejor forma de combatir al infiel es teniendo muchos hijos.
Yo he pagado el bautizo de cinco. Ya he contribuido con mi granito de arena a
que no se derrumbe esta civilización
27/04/2007
OVIEDO MARTES DE CAMPO.
Sastres
vienen al infierno vamos. Quevedo no podía ver a los del gremio de los
alfayates. Tampoco a los genoveses ni a los francos- todos judíos que se
dedicaban a rapar bolsas mediante la usura y a cortar telas- como tampoco
soportaba a las suegras. Leo al Caballero
de las Espuelas de Oro. Tarde larga y lluviosa de primavera. Pasado mañana
es martes de Campo o dicho de otra forma
“Padre Adán no lloréis duelos
Dejad de llorar
Pues fuiste en la tierra
El más dichoso mortal
De la variedad del mundo
Entrasteis vos a gozar
Sin sastres ni mercaderes
O las que tuvo otra edad
Para daros compañía
Quiso dios aguardar
Hasta que llegó la hora
Que sentisteis soledad
Costóos la mujer que os dieron
Una costilla y acá
Todos los huesos nos cuestan
Aunque ellas de cuernos nos ponen más
dormisteis y una mujer
Hallasteis al despertar
Y hoy en durmiendo un marido
A su lado encuentra otro Adán
Tuvisteis mujer sin madre
Grande suerte de envidiar
Gozasteis del mundo sin viejas
Ni suegrecita inmortal”
La
misoginia y la misantropía hacen del gran autor un descatalogado pero genial.
En sus atisbos que mueven a piadosas carcajadas. Es el consuelo de la
literatura. Si hubiera vivido en Vetusta el bueno de don Francisco hubiera
escandalizado a toda la peña como le ocurrió a Cela con sus retahílas al respecto
de
En
vísperas del Día de Campo juego al escondite con la nada y me como mi bollo preñao, pan con chorizo que sabe a
glorias. Las jácaras de don Francisco infunden cierta longanimidad ante una
situación en la que parece no haber salida… “no hay necio que no me hable ni
vieja que no me quiera. Ni pobre que no me pida ni rico que no me ofenda. No
hay camino que no yerre. Ni juego donde no pierda. Ni amigo que no me engañe.
Ni enemigo que no tenga. Agua me falta en el mar y la hallo en la taberna. Que
mis contentos y el vino son aguados doquiera… siempre fue mi vecindad mal
casados que vocean, herradores que madrugan, herreros que me desvelan. Si hablo
a alguna mujer y le digo mil ternezas o me pide o me despide que en mí es una
cosa mesma”.
A
día de hoy si hubiese sido vecino de Oviedo Quevedo hubiera tenido tela que
cortar. Pero ¿qué dice este coxo, oh? Lo hubieran tirado a rodar desde lo alto
del monte Naranjo que vigila desde las alturas a este villorrio levítico,
señorial y sartorial. Pero el martes 22 de mayo es día de campo, sidrita,
tambor y gaita y un bollo preñau para alegrar la andorga todo en honor de
Lo
dice el gran historiador Tirso de Avilés en una de sus reseñas. En la edad
media se llamaba francos a los judíos de Oviedo. Por Segovia les llamábamos
gascones; caminaban por toda España vendiendo hilo. Iban y venían a
EL ARZOBISPO CARRANZA Y BARTOLOMÉ DE LAS
CASAS PADRES DE
Una
madrugada del 22 de agosto de 1559 en una casa eclesial de Torrelaguna – fue
residencia de verano del cardenal Cisneros, su antecesor en la mitra primada-
sonaron tres golpes secos.
-Abran
en nombre de
Abrió
un lego dominico. Un grupo de corchetes armados entraron en el patio porticado
en cuyo centro había un pozo con brocal de granito y subieron al aposento del
arzobispo. Éste rezaba Maitines y no dio muestras de cólera, sólo la sorpresa
se pintó en su rostro al ver que uno de sus fámulos, Diego Ramírez, y hombre de
su confianza, era el que había dirigido la operación del prendimiento y
encabezaba aquel grupo de gente armada,
algunos de los cuales venían borrachos pues habían hecho parada y fonda en un mesón de Valdepielagos. La detención
significa la pérdida de la libertad, la confiscación de los bienes. Las mulas
con sus arreos, las propiedades muebles, las capas pluviales, los libros y
otros enseres del arzobispo fueron puestos en almoneda “por lo que quisieran
dar”.
-Entréguese
Su Ilustrísima a los oficiales del Santo Oficio.
-¿Vos
tenéis mandamiento suficiente para eso?
-Yo
no soy más que un mandado- contestó Fr. Diego.
Fue
la única respuesta del prelado que saltó del lecho, se aderezó y vistió en su
presencia y salió con ellos. La escena recuerda la acontecida en Getsemaní y en
los oídos repica la frase del evangelista: et
per invidiam tradiderunt eum. Por envidia lo entregaron a Carranza sus
hermanos de hábito y de palio de la misma forma que hicieron con Jesús los
fariseos. Un arzobispo el de Sevilla, Fernando de Valdés, asturiano de Salas,
que había aspirado a la silla de Toledo y además parece que se sintió
despechado por ciertas criticas vertidas por Fray Bartolomé al absentismo de
algunos prelados entre los que se encontraba el interesado Valdés que no
visitaba su diócesis hispalense desde hacía más de un lustro, y un dominico que
había sido compañero de aula y de celda el dominico Melchor Cano fueron los
denunciantes. La causa próxima fue un catecismo que había publicado Carranza en
Flandes con algún resabio luterano que nunca pudo ser demostrado a lo largo del
dilatado proceso que subsiguió, muy dilatado y farragoso. Duraría más de quince
años. La causa remota hay que ir a buscarla en
los enconos, la rencillas rivalidades y el energumenismo de gentes de
vida consagrada y el ambiente de delación y de sospecha existente.
Es
posible que en su fuero interior y después de sus giras por Alemania y sobre
todo por Inglaterra adonde acompañó como capellán a Felipe II a sus bodas con
María Tudor (Carranza en su deposición forense alega en su descargo haber sido
baluarte de la fe cristiana y haber mandado quemar en Londres algunos
herejes) “se contaminase” de algunos
planteamientos de la reforma y albergase dudas sobre el purgatorio, un lugar
que no empieza a existir – Jesucristo nunca habla jamás del mismo y sólo se
refiere al estercolero o gehenna adonde se almacenan las almas de los
condenados y el propio papa Benedicto 16 duda de su realidad- en el siglo XIII por una visión de la plumada Catalana de
Siena, o el culto a las reliquias tan problemático, o la justificación por la
fe, una genialidad de Lutero que se entiende a través de las diferencias
filosóficas entre potencia y acto y el abismo que separa entre la criatura y su
creador, el infinito y la mortalidad de la carne. Lutero había estudiado con
fervor y acuidad las encíclicas de san Pablo. Se siente confundido cuando el
Apóstol de los gentiles se queja de su sarcinidad que le arrastra hacia abajo
mientras su alma tiende hacia arriba.
Y
llega a la conclusión de que el hombre no es nada. Sólo le salvan los méritos
de la pasión de Cristo y su sangre derramada. En el ser humano por mucho que se
esfuerce la materia, las células lo arrastran. Esta suposición es confirmada
por la moderna psicología y por la biología. No somos más que un poco de barro
y un poco de agua. Credo quiere decir cruz, carisma, caridad y palabra. Las
obras importan poco. Es la concepción
del fatalismo germánico frente a la idea judía de que Dios ayuda sólo a
aquellos que quieren ayudarse a sí mismos. Pero la encarcelación y el proceso
del arzobispo toledano que llena más de un salón de legajos y que han sido
estudiados por el sacerdote donostiarra Tellechea, Julio Caro Baroja y otros,
pero sobre todo por Marcelino Menéndez y Pelayo, la fuente en la que beben
todos los bibliógrafos y estudia el tema con bastante objetividad sin dejar en
sus juicios la huella de católico a machamartillo que le caracteriza. Gracias a
Dios en la actualidad vivimos en una cultura laica y no podemos entender por
qué aquellas pelamesas por un quítame allá esas pajas. Por el purgatorio una
idea abstracta, la comunión en la mano y los enfrentamientos a navaja entre
calvinistas y luteranos por cuestiones como la transubstanciación, la cena del Señor,
el culto a los santos y a las reliquias que en el fondo no dejan de ser algo
insustancial. La maciza personalidad de Lutero con sus luces y sus sombras y su
altivez de fraile levantisco se alza como destructor del viejo orden. Hizo la
crítica y en algunos puntos de sus noventa y nueve tesis clavadas a las puertas
de la catedral de Wittemberg no le faltaba su punto de razón pero no construyó
nada siendo el culpable de tanta sangre derramada en los campos europeos por su
alzamiento luciferino. El agustino alemán creo que actuó por soberbia y por
despecho.
Ahí
subyace la gran cuestión. El pensamiento teutónico es mucho más romántico e
idealista que el hebreo que sólo creen en las obras. Por sus obras los
conoceréis. Lutero encuentra cierta contradicción entre las palabras de
Jesucristo cuando habla como un rabino y cuando habla como el salvador y el
rescatador de la culpa. Hay una diferencia entre credo y religión. Y en el
paroxismo de sus contradicciones el agustino
se apoya en la frase de Agustín que es una glosa de la caridad paulina
del ama et fac quid vis.
Para los judíos la religión no es credo sino
una forma de vida, un conjunto de reglas y de ritos externos (abluciones,
bromatología, lo que contamina y lo que no contamina: el cadáver, la carne de
liebre, los pájaros estrangulados, el congrio la anguila y todo animal que
carezca de pezuña, las estrictas reglas sobre el matrimonio para garantizar la
pureza de la raza de los hijos de Israel, etc.) que han de ser seguidas al pie
de la letra minuciosamente. Dato curioso al formular su teoría de la
justificación encienta una olla explosiva y emprende un camino sin retorno.
Al
fin y al cabo heresiarca genial vivió bajo el espíritu de la contradicción de
manera que le protestantismo por él fundado va a recoger la antorcha de la
actitud judía de la justificación por las obras aboliendo el culto divino y
dejando de lado a la liturgia proponiendo una relación con el dios personal de
los elegidos tal y conforme lo confiesan los judíos. A esto había que agregar
los abusos y escándalos de la corrupción eclesiástica por la simonía, el culto
a las reliquias, el absentismo episcopal, la depravación de los monasterios.
Fray Bartolomé había viajado por Alemania y sobre todo por Inglaterra donde
capta aquel ambiente de relajo. Vivió un tiempos duros e incluso él mismo aduce
en su testificación que estando en Londres había mandado quemar herejes. No era
un ángel sino un hombre de su tiempo cuando los braseros y hogueras se
encendían al albur de diferentes concepciones teológicas.
Seguramente
regresó a España lleno de dudas. Había nacido en Miranda de Ebro en 1503 de
origen converso. En su infancia vio a su madre cocinar la adafina y lavar todas
las carnes para que no quedase rastro de sangre la sartén siempre con aceite de
oliva nunca manteca. Los siete días siguientes a la muerte de uno de la familia
se abstenían de probar carne en luto por el difunto. Otras costumbres eran la
muda del sábado y ese afán de limpieza que caracteriza al judío y que han
heredado los españoles. El rezo del Bendita sea tu pureza es una ancestral
reminiscencia conversa. En ella la virgen cristiana sustituye probablemente a
Los
Carranza iban a misa pero no la oían y seguían guardando en secreto los ritos
heredados de sus padres y colgando en el portal de la casa ristras de longaniza
para aventar sospechas. Los jamones y los mondongos eran tan sólo de
exposición. ¿Era un mal cristiano como le acusan sus enemigos irreconciliables
Fernando Valdés y Melchor Cano? Seguramente que no. Los conversos al abrazar la
nueva fe se mostraban más papistas que el papa. Un hecho constante es que la
mayor parte de los bautizados que solían tener muchos hijos destinaban a uno o
varios a
Al
igual que él, Las Casas, homónimo suyo, compañero de hábito y vecino de celda
cuando estaban en el noviciado dominico de San Gregorio en Salamanca y que
depuso a su favor en el largo proceso que le incoaron, obtuvo ese mismo
sambenito. Poco cuenta la genealogía. Son los hechos los que avalan la
condición de un personaje y el obispo de Chiapas con su postura antisistema
hizo mucho más daño a
HOGUERAS INQUISTORIALES DE IZQUIERDAS
Y DERECHAS
Un día de verano de 1558 por los recuestos que llevan
a Torrelaguna aparecieron las hopalandas y las capas negras de buriel, con sus
bonetes y becas verdes de los cuadrilleros del Santo Oficio y sin más
preámbulos allanaron el palacio episcopal en la casa que levantara Cisneros y
llevaron preso a un arzobispo. Sus acémilas y hacaneas fueron puestas en venta por lo que quisieran dar, sus pajes y
fámulos hechos prisioneros. A él lo condujeron atado al penal de Cuenca. Aquel
sería el principio de un largo proceso de diecisiete años, incoado en Toledo y
que acabaría en Roma con la muerte, de viejo, del prelado. La mitra en cuestión
era, nada menos, que la de primado de España, fray Bartolomé Carranza.
Tuvo
un juicio largo y me parece que justo, si hay que fiarse de las actas que con
sumo cuidado analizó y publicó su
biógrafo, el padre Tellechea Idígoras, pero que al mismo tiempo dio pábulo a
esa leyenda negra que pesa sobre España y que ha servido de combustible y de
leña a la hoguera en perpetua combustión del auto de fe contra
No
sabemos cómo en el Vaticano se defenderán. Con una Iglesia sometida y
convertida en una ONG, y en medio del pavor de los miedos y ese actitud
ancilaria de estamentos eclesiales que
impide gritar a los servidores de
Fray
Bartolomé, un navarro oriundo de Tudela, de origen converso, tenía toda esa
impaciencia e iluminismo de los cristianos nuevos. Sus grandes conocimientos de
las escrituras, su piedad y su elocuencia le condujeron a
Poco
después de su intervención por los corchetes inquisitoriales, en un auto de fe
que se celebra en Valladolid el 8 de octubre de 1559 fue entregado al brazo
secular un discípulo suyo y hermano de hábito, Domingo de Rojas. Al lado de él
fue llevado en un asno, cubierto con un capuz cabalgando cara atrás el famoso
Licenciado Cazalla, un cura de Toledo que decía que los crucifijos no eran más
que dos palos cruzados, su compinche en el presbiterado Domingo Sánchez, quien
afirmaba que no había purgatorio, así como varias monjas del convento de Belén
como doña Catalina de Reinoso y Marina de Guevara, hermana carnal de uno de los
grandes escritores de aquel tiempo y obispo de Mondoñedo, fr. Antonio de
Guevara (Elogio de Aldea y Menosprecio de
Corte),amigo personal del emperador.
En
la plaza mayor de Valladolid se juntaron doscientos mil almas. “Fr. Domingo iba
pertinaz, a decir de uno de los testigos, a lomos de un cuartaguillo”. Los
jesuitas asistieron a los ajusticiados en los últimos momentos y tuvieron
trabajo para persuadir a los relapsos, refractarios a cambiar de opinión, aún
en la hora de la muerte. Perecieron dando voces y profiriendo insultos en
italiano el duque de Seso y su mujer. Al clérigo Asteguieta, por cantar el
Credo de Nicea en los últimos instantes, no lo quemaron vivo. Fue una
excepcional jornada la de aquel 8 de octubre presidida por Felipe II que juró
defender la religión católica y al Santo Oficio. Pero el ambiente, el morbo y
la parafernalia de toda esta casuística vienen mejor descritos con todo lujo de
detalles en la novela de Delibes El
Hereje para baldón y sonrojo nuestro. Claro que ese era el talante de la época.
En
Otro
de los elementos del proceso al Arzobispo Carranza son las relaciones que tuvo
con el obispo de Chiapas, hermano de hábito y tocayo, fr. Bartolomé de las
Casas, el cual va a deponer como testigo en uno de los autos. Habían sido
vecinos de celda cuando estaban en el convento de san Gregorio de Valladolid,
poco antes de la partida de uno y otro hacia Inglaterra y hacia Nueva España,
respectivamente el año 54. Las Casas, también de origen converso, pensaba en la
cristianización del nuevo mundo y Carranza en la nueva evangelización del
viejo. Ambos eran reformistas. Dos iluminados. El primero se mete con los
encomenderos y aboga a favor del indio, poniendo en jaque una doctrina de
derechos humanos que ya discutían los
claustrales de Salamanca y que dice mucho a favor de un pueblo donde, para
todo, se tiraba de papel y pluma. Con los conquistadores viajaba aparte de un
sacerdote el escribano para levantar acta. Pocos países del mundo han mostrado
esa capacidad de autocrítica y ese respeto a la letra muerta que tuvieron los
españoles. En Inglaterra, en Alemania,
en Francia e incluso en Italia no se permite a los escritores este talante de
libertad en el ejercicio de la crítica al sistema. El que en Sevilla en 1552
apareciese un libro que llevaba por título Brevísima
relación de la destrucción de las Indias , lanzando denuestos contra la
rapacidad de los peruleros y denunciando las luchas a muerte entre almagristas
y pizarristas, da idea de esta capacidad de aguante y de tolerancia.
Seguramente, si hubiera vivido en Estados Unidos el “padre de
CARTUJA
DE MIRAFLORES
Les diste, Señor, un vida
penitente y suplicante.
Hábito blanco y rosario.
Y el manto de tu Madre
virginal
Que a estos frailes acoge y
protege
En las lauras de san Bruno
donde campea el silencio
Y la plegaria interior
Eremitas de
En cada celda un cenáculo
Cada aliento una avemaría
Que se eleva rotunda
Por las arquerías
Pénsil y claustro
Gran cogulla
De la fratría
Quietud impresionante
intramuros
A la puerta el bosque
Piedra gris
y una lápida que recuerda a
Enrique II
Aquí vivieron generaciones
de frailes
Muertos al mundo
Per
solitudinem, visitationem et silentium
Escala viva de Jacob
para subir al cielo
Renuncia a las pompas locas
A los ciegos trajines
del mundo
todo lo encierra (menoscabo
de la vanidad)
el cerquillo y la tonsura
de los monjes silenciosos
y por eso y mucho más
Cartussia non reformata
quia numquam defomata
teniendo por norma un
precepto
sile et sale
El silencio es una canción
callen las lenguas
para escuchar los oídos la
voz de Dios
asilo de pacíficos
y refugio de antiguos
pecadores
Decepcionados de las glorias
terrenales.
Nunca hubo reformas
Porque nunca relajó
Me apresto a recibir la
pescozada
de la gracia
una noche de dolor en Burgos
que el vientre me dolía
y vine a ver los campeonatos
Puede mucho el cucho de la
oración.
Ofréndate, Señor mi cruz y
el martirio de mis dudas.
A media mañana salió un
fraile calvo.
Le dije hermano morir hemos
Y él me contestó; hermano,
ya los sabemos.
pasando a mi vera
Como la sombra blanca de la
resurrección.
Era un ángel tal vez
Hago mi norma de vida el lema
suyo:
siembra,
transplanta, riega, aliña, cava
y
en cada florecilla a Dios alaba.
Pasó el día de junio.
Pentecostés se acercaba
por esas fechas andan muy
inquietos los diaños
luego las vísperas
y el oficio De Beata
un gregoriano medular el
suyo
Lo culminó un diacono
Que prosternándose el suelo
besaba
Los brazos en cruz
virginidad total
terminó la antífona y la coral
rotunda voce
cruzó la bóveda un pájaro
y fue a posar en un facistol
No interrumpidnos el rezo,
avecillas del Señor
Per
intercessionem tuam Virgo Beata
da mihi virtutem contra
hostes tuos.
Luego el prior dijo la misa
manteniendo durante el canon
los brazos en alto
apagó las velas del altar un
donado
y acabó el rezo a media voz
cantan bien los frailes
Miraflores
se nota que no comen carne y
eso afina las cuerdas vocales
y abrazaron la ley perfecta
del silencio
Anima mea taceat.
Vida suplicante y vida
penitente
Vive y muere por Dios.
Regalo de la escritura
anónima
y entre ellos florecieron
Dionisio el Cartujano
el Padre Molina y Arias
Montano y Surio el doctor extático
autor del Año Cristiano
Los cartujos esperan poco de
los recursos humanos
y todo lo fían de Dios
viviendo para la eternidad.
Espíritu de san Bruno
Eco de letanías maravillosos
y amenes rotundos.
Per
intercessionem, silentium et visitationem
Cartussia permanet in vigore
Sedebit solitarius et
tacebit.
Cella continuata dulcescit
La vida comprendí es ocio
atareado
y aquella noche cabe sus
muros
recibí los dones del Espíritu
Santo
La verdadera vida empieza
después de la muerte
Por eso ellos murieron al mundo
El eco de sus salmodias
penitenciales
Conmigo los llevo siempre.
2 de agosto de 2008
BASIANO
DIARREAS VIOLADOR EN SERIE
Cuando yo era niño había en
Segovia un personaje muy curioso al que llamaban Fernandito un retrasado mental
aspecto hipocondríaco los ojos algo grandes tristes y saltones la cabeza en forma de pepino o
batiscafocéfala que ya no me acuerdo tonto de baba el pobrín. Pues bien a este
Fernandito alguien le sugirió la idea o malas artes de bajarse a la alameda de
Todo hay que decirlo no se
trataba más que de un inocuo exhibicionista el cual dio ideas a otros, de mayor
peligro, que usurpando su camuflaje hacían marranadas dedicándose a perseguir
mozas y folgar con ellos tras de los setos, sátiros en pos de las sabinas. Pero un día el novio de un de las, asaltadas,
un cadete de
A mí siempre los exhibicionistas los
violadores y los burladores de mujeres me han parecido gente deleznable tanto
como los galanes de monjas lo que no es óbice que literariamente me haya
interesado el sub mundo de los tarados mentales. El morbo sexual me parece una
aberración de la humana naturaleza como otras muchas. Jamás sería capaz de
forzar a una mujer o de faltarla al respeto - a las pibas no se las levanta la
mano aunque sean más malas que la que picó al tren o se lo merezcan- y el
adulterio repugna a mis genes empapados de honor calderoniano o de las
estrictas normas talmúdicas sobre la propagación de la especie. El acceso
carnal a magdalenas o el amor mercenario también me horripilan pero algunas
veces reconozco que he frecuentado estos lugares de alterne que a veces es como
bajar a los infiernos. Las barras de estos garitos del distrito rojo me
sirvieron de cuaderno de campo donde realicé apuntaciones bastante curiosas
sobre comportamientos atávicos y rarezas de la humana condición. Estaba en
estos mis descensos al Germinal zoliano, arrimando material para una novela sobre la explotación sexual,
las mafias que vinieron del este explotadas por sus macarras y cóhenes y los
pavorosos niveles que alcanzó el oficio más viejo en la sociedad moderna cuando
un día me dijeron que habían matado a mi amigo Manolo el del Kiss.
El libro que tenía a medio gas lo tengo
aparcado porque en el ínterin ocurrieron cosas diabólicas que me disuaden de
seguir porque he llegado a la conclusión de que la prostitución anda por todas
las partes. La más peligrosa la de guante blanco y la que carece de visos de
prostitución. ¡Pobres mujeres! Este comercio de la carne con todo me parece más
sano y menos pecaminoso que el de esos monstruos émulos del vampiro de Dusseldorf que profanan
la inocencia de las niñas los violadores en serie los pornógrafos de Internet.
Pienso que para este tipo de delitos debiera establecerse la pena de muerte.
Así de claro. Una tarde de octubre cuando yo vivía en Carabanchel, era domingo,
escuchamos, entremezcladas con el inalámbrico de las retransmisiones futboleras
de José maría García, voces y gritos. Salí al pasillo. Los chillidos partían de
los trasteros o antiguas leñeras.
Otro vecino y yo Gonzalo
bajamos a ver lo que pasaba y nos encontramos con que una niña hija de un señor
de Obras Públicas, Adolfo, del tercero estaba siendo asaltada por un individuo
con el pelo rizado no muy alto de estatura lo que sí recuerdo era su pelo crespo y la cazadora de ante. Presa de pavor
la niña cuya cara de pánico tampoco se me olvidará mientras ella tenía la falda
subida y las bragas bajadas. Llegamos cuando la cosa estaba en medias res. El
otro y yo nos abalanzamos sobre el personaje mi compañero se encargó de
rescatar la pequeña Almu y yo nunca he atizado con tantas ganas. De un bofetón
lo tumbé por tierra porque no es que me gloríe de ser muy fuerte pero el coraje
me hubiera permitido a estamparlo contra la pared. Me acordé de una llave que
me enseñaron en la mili cuando estábamos de maniobras que decía tú siempre a
los huevos Parra. Sí, mi capitán. Era un instructor de asalto para la lucha
cuerpo a cuerpo. Se los retorcí con furia y no sé si con la habilidad con que
manipularan los capadores de Valtiendas cerca de mi lugar a los cerdos pero
creo que aquel fulano no salió ileso y se acoraría toda su vida de aquella
tarde dominical de octubre no sé si capón para los restos - es lo que
recomiendan los norteamericanos hacer con esta clase de delincuentes la
castración- y cuando llegó la policía nos preguntó que por qué no le habíamos
dado más caña porque a ellos no les estaba permitido ni tocarles un pelo de la
ropa democrática policía. El fulano resultó ser natural de Zarzaquemada. No sé
lo que habrá sido de aquella niña que había ido a comprar chuches y se encontró
con aquel infame a la puerta del caramelero pero su padre siempre que me veía
me convidaba a una caña y yo era para él alguien importante en el bloque aunque
en nuestras conversaciones no hemos vuelto a hablar de aquel suceso. Este
invierno se me ha ocurrido hacer una novela sobre el escabroso tema que ya
llevo unas cuantas páginas.
Basándome no sobre aquel incidente real sino
sobre un personaje por mí inventado al que he bautizado con el nombre de
Casiano Campaspero Álvarez conocido por el alias de Chinito Diarreas natural de
Cieza aunque su partida de nacimiento dice ser de Cartagena nacido en 1957. Más
alto que bajo no juró bandera a causa de los pies planos aunque fue un niño
gordo y menos preciado de pequeño y esta merma fuera acaso una de las causas de
las que dimana su apostasía de la buena senda y sus malas inclinaciones. La voz
gorda cejijunto y cetrino los andares cansinos y la cabeza anómalamente
pequeña. El Diarreas como le llegó a conocer la policía daba el pego pues su
apariencia de chico empollón le daban un aspecto de total normalidad. Pero era
un monstruo por dentro incapaz de recapacitar sobre el daño que podía causar a
terceras personas. Egoísta y egocéntrico, su ficha de delincuente por abusos
sexuales empezó en un colegio donde enseñaba Historia. Allí se lo montaba con
las alumnas y de hecho llegó a contraer matrimonio con una de sus discípulas a
la cual maltrataba de obra y de palabra y absorbía sus energías con su
asquerosa bocaza de vampiro. La verdad es que su aspecto era un humano parecido
a la lechuza insensible para el dolor ajeno y siempre pensando en sí mismo en
la satisfacción de sus gustos y de sus apetitos. Nictálope, atacaba siempre por
la espalda y con nocturnidad. Bellaco y traidor como todos los felones
agazapados en el anonimato. Daba el pego. Inspiraba lástima porque parecía una
mosquita muerta y la gente hasta que lo calaba se fiaba de él. Cruel con los
que tenía debajo a los que trataba sin ningún miramiento y confidente con las
mujeres a las que poco a poco atrapaba a su red. Éstas veían en él a un
confidente pero debía de ser poco hombre o su masculinidad precaria determinaba
que sus amigas siempre se fueran con otro. Otra de las razones que esgrimió
ante el psiquiatra o el juez para abordarlas en los solares o en los portales.
Este asaltacunas monstruoso hijo de mi
imaginación pero basado seguramente en algún personaje real al que he llegado a
conocer me ha hecho pasar un puente lleno de desazón. Estuve enfrascado en el
pergeño de la trama y solución de un asunto tan escabroso y de un protagonista
tan desagradable para el cual no puedo tener ningún miramiento ni compasión. ¿Le
pego un tiro? ¿Lo meto en presidio lugar que ya ha visitado varias veces? En
una ocasión- en la cárcel no hay compasión con las violadores y la ley es muy
dura con ellos- le abrieran en el culo un butrón y lo violaron al de por
conjunto los compañeros de celda. Pero el Diarreas siempre se va de rositas.
Tiene siete vidas como los gatos. ¿Que por que le he puesto el alias de
Diarreas? Muy sencillo porque en una ocasión en que fue pillado con una
adolescente a la que metía mano y a la que estaba ordenando hacer mamadas y mil
perrerías se lo hizo en los pantalones. También se los mueve el vientre cuando
llegan los agentes del orden de la misma manera a los valentones de
Profesionalmente era un trepa que subió
mediante la difamación y la calumnia de sus compañeros y la adulación constante
al jefe. Uno de sus compañeros al que echaron de la institución donde se ganaba
la vida y una de las victimas de su lengua fue un pobre maestrillo con cierta
afición a la literatura y que los tiempos libres que le dejaba la cátedra
emborronaba papel. Casiano fue al director a enseñarle los cuadernos y mandó
examinar su ordenador personal. Como era interino o no tenía las oposiciones o
la plaza en propiedad a este pobre hombre por nombre Miruello un buen israelita
lo dejaron en la miseria y le quitaron el pan de sus hijos. Mas ya digo una de
las características de la psique de estos individuos es su incapacidad para recapacitar
del mal que causan a terceros llevados de sus pasiones inclinadas al deleite o
el afán de vengarse de una sociedad que menosprecian pues creen que ha sido
injusta con ellos.
Para los abolicionistas y
regeneracionistas estos monstruos de crímenes sexuales en serie son enfermos
mentales y dignos de un tratamiento y de ciertos programas de reintegración.
Para mí no hay redención posible hasta tal punto de que voy a ver como me las
ingenio para pasaportarlo a los Estados Unidos en compañía de
¡Qué pena que en Europa ya hayan desaparecido
los cadalsos para librarse de los violadores en serie y de las harpías que
llamaban lamias en la antigüedad y no eran sino matahombres. Estas Euménides
adoraron siempre a la serpiente que repta y lo mismo que los sacamantecas de
niñas indefensas y violadores rinden tributo a Moloch. ¡Que los cuelguen! Y en
este instante me gustaría tener en mis manos a aquel pobre mozo de Zarzaquemada
que una infausta tarde aburrida de domingo del año 81 quería forzar a la hija
de mi amigo Adolfo en la leñera. Como nos dijo el poli que le detuvo fuimos
demasiado lenibles con aquel mozo. Hoy no andaríamos con tantos miramientos. A
los violadores hay que caparlos. Y a los soplones pegarles una buena paliza o
cortarles la lengua.
CASTA DE HIDALGOS. RICARDO LEÓN
Me
recuerda mi adolescencia. Comillas. Los bellos paisajes montañeses. Liébana y
Santillana del mar. El destino marca rutas y hay un misterioso pronóstico de tu
vivir en los lugares que visitas. Hay dos Asturias. La que termina en san
Vicente de Asturias y la de Oviedo que se extiende su dichosa topografía hasta
la ría del Eo. Aquellas marchas por el monte y los paseos por la solitaria y
desolada playa de Oyambre. Hoy vivo cerco de la mar océana a la vista de un
tómbolo o isleta que se cubre de agua con la pleamar y es accesible por un
camino por tierra cuando se retiran las olas con bajamar
Ricardo
León es un estilista que supo encontrar en nuestra sangre la raíz de los godos
y narra este encuentro con el pasado castellano en un estilo trabajado y una
lexicografía añeja pero que trae a las mientes el sabor de los vocablos cuando
las palabras significaban el todo por el todo. A la cruz de la fecha hoy cuando
la pobreza verbal nos cerca y nos oprime a este adalid del estilo no se le
admira motejándosele de rancio.
Casta
de Hidalgos es un libro que no fue
tallado con pluma sino esculpido a buril. Describe las casas de dinteles
blasonados, memoria eterna de una raza los amplios estragales y las balconadas.
Santillana del Mar se reclina de espaldas al mar en el manto de unas montañas
que muestran sus crestas erguidas por las que asoman los picos de Cantabria.
Villa
guerrera e hidalga. Las rosas florecen en el balcón galerías del mar… aquella
morena que está en la ventana con la mirada me dice que me da su corazón…
cantaban los mozos rondadores. De mi época. Aquella morena pudiera ser una
reina. Se llamaba tal vez doña Labra o doña Violante, vaya usted a saber.
Embrujos y miradas de
Hay un gesto de fatiga en el rostro de los que vuelven de
pelear. Se quitan el almete, el peto y la armadura, dejan las grievas en el
portal y se calzan las abarcas campesinas o se visten de la cogolla y del tosco
sayal. Monjes y soldados. Todos tienen un algo de campurriana nobleza en el
mirar. Pueden soltar en cualquier instante una parrafada de poema épico… yo soy
Ruy Díaz el campeador de Vivar, ferid los caballeros por amor y caridad. Un
borní vuela cetrero por la pomarada y su grito de guerra se mezcla con el
lamento poético de un ruiseñor asturiano. Subamos hasta la colegiata por el
camino empedrado. Por estos bordillos hizo ya su desfile la historia. Los
hombres son altos, de cuerpos atléticos, y como diseñados con tiralíneas. Las
mujeres hermosas y recatadas. Se cubren el rostro con el griñón moruno. Sólo
salen ce casa para ir a misa y su vida transcurre oculta y callada entre el
escriño, la rueca y la labor del hogar.
Santillana
es alto lugar de poesía y de silencios. Es la edad media hecha poema épico y
muda crónica de hazañas labradas en la piedra de sus casas blasonadas que
guardan las genealogías y las estirpes en sus arcas carcomidas: los Verdugo,
Tagles, Ceballos, Quirós, Barredos. Allí vivió Velarde el que la sierpe mató y
con la infanta casó. Hay lambrequines en las fachadas y escudos con roeles y
barras siniestras. Siempre que la visito busco el apartadero del Campo de
Revulgo entre los árboles y las fuentes sombreadas por alisedas. Allí en el
sosiego; me parece escuchar el rumor de gente que vive y que habla dentro de
las casonas cerradas pasto de las hierbas y acometidas por el comején de la
humedad que amenaza. Son los fantasmas de mi España
RICARDO LEÓN JAUJA
Esto
es Jauja el tinglado de la antigua farsa. Escribía en su chalecito de
Torrelodones novelas clásicas en un estilo pomposo y arcaizante al cual nadie
podrá negar la elegancia y su numen de vate malacitano. Siempre se asoma
Andalucía a sus páginas lo mismo que Cantabria (Casta de Hidalgos). Escribía pro aris et locis. El grillo del hogar.
En
sus novelas se siente España, la tristeza del soldado que vuelve a la patria
victorioso cubierto de medallas al cual le alzan una estatua sí pero le niegan
un trabajo y el héroe se muere de hambre. Esta es la trama de uno de sus
mejores libros, Jauja, el más
autobiográfico. Ricardo León fue al igual que Pedro Antonio de Alarcón soldado
en la guerra de África peleó contra Abdelkrim
y se distinguió por su heroicidad en un blocao de Dar Akoba como único
superviviente de una compañía que resiste loas embestidas de una cabila. Lo que
no lograron los moros lo van a conseguir los cristianos. El sargento Ciruelo
por un lío de faldas es asesinado por la espalda a lo largo de una cacería por
el marido de su amante. Castiella face
los omes. Esta es la trama de esta narración que empieza con visos de
comedia, salpimentada por el gracejo y el garbo andaluz y rota, al albur de las
pasiones desatadas en un pueblo jienense, hacia los despeñaderos de la
tragedia.
Juan
García se alista en la legión para salir de la pobreza (a la guerra me lleva mi necesidad/si tuviera dineros/ no fuera en
verdad/, canta una copla) en que vive su familia que pertenece a una de las
de más abolengo del pueblo y del Rif regresa con los galones de sargento y con
un brazo de menos. Sus paisanos le dispensan una recepción apoteósica, el
alcalde requiere los oficios de un escultor para que le levanten un monumento.
A los pocos meses ya nadie se acuerda de la gesta, se echó al olvido la gesta
aquel ilustre hijo de Jauja.
Tiene
que vivir pegando sablazos y para su fatalidad traba amistad con la hija del
alcalde malcasada con Pavón, Candelaria, durante las fiestas del antruejo. Mal
acabará aquel carnaval. El marido no lo sabe pero pronto lo sabrá (todo el
mundo lo sabía/todo el mundo menos él) de modo que tal extremo va a dar a la
novela un carácter lorquiano, aunque mucho menos sangriento que “Bodas de Sangre” o la “Casa de Bernarda Alba” y más bufo porque León
taja su pluma en los acentos de la jaranera Andalucía, y dentro de unos
patrones absolutamente clásicos. Anguis
latet in herba, nos advierte
Don
Ricardo, el que volvió de la guerra de Melilla y quedó útil para los servicios
auxiliares (tuvo una paga de mutilado de guerra que le ayudó a sobrevivir
compaginando estos haberes con un puesto administrativo en un banco de
Santander, lo que le permitió comprarse una casita en Galapagar y editarse sus
libros en
Este
parlamento del alcalde Mirambles marca el paso de la trama donde se entreveran
personajes tan bien descritos como el
arcipreste don Rafael un cura de manga ancha, el general Cienfuegos héroe de
las lomas de Carey y que ahora tiene en su casa una pajarera y se dedica a dar
alpiste a los canarios, gordo y panzudo y con un coramvobis que no le cabe en
el sillón, el archivero gallego el teniente de la armada Pavón marido engañado
el que porta la cornamenta y arrima los podencos de la rehala de la alcalde en
las montería como quitador de husmeo y
cobrando sus presas, descuidando su propia parcela, la magdalena arrepentida
Candelaria; Tula Cienfuegos el ángel del hogar que se enamora del protagonista
(no hay ser más peligroso que una hembra despechada) o el inglés mister Plot
accionista de las minas que se abrieron en Jauja. Es todo un cuadro de actores
que se enfrentan a una trama contada como si fuera una cacería. Se escucha a lo
lejos el latir de las rehalas, los gritos de los ojeadores y el sonido lúgubre
de las caracolas.
La
muta de lobos discurre por los desgalgaderos y pendientes de Sierra Morena
entre jarales y retamas, lentiscos y florecidos cantuesos. Bella estampa
cinegética dentro de un paisaje grandioso el de Despeñaperros donde, pasada la
famosa venta de Cárdenas Europa se
asoma a África y en los días claros se divisan los turbantes nevados de los
montes de Tingitania.
Torpe y maléfica ciudad patria
envidiosa, pueblo, ingrato y ruin que haces a los hombres y los desgastas, que
haces los héroes y los matas y en cada homenaje pones un sarcasmo y en cada
estatua una picota.
León
se queja de lo mismo que se quejaba el juglar del Mío Cid y de algo que
entristeces a todos nuestros escritores del barroco: España dulce albergue de
extranjeros y madrastra de sus propios hijos. La ingratitud además de la
hipocresía o del adulterio constituyen la carpintería de esta obra que brotó de
la pluma de un novelista a los que los runflantes que van instalados en la
carroza tachaban de carca pero que
conocía bien su oficio porque aquí, desde siempre, unos crían la fama y otros
cardan la lana.
Cotejando
sus páginas con la de los supervalorizados, Galdós o Baroja, estos dos
monstruos sagrados salen perdiendo por
más que los críticos remendones y hermeneutas del refrito digan lo contrario. España
es un gran país. Por ende su literatura es una caja de sorpresas.
Otro
personaje soberbiamente trazado es el del vicario hombre tolerante y magnánimo
que trata por todos los medios de salvar a Juan García Olavide de las fauces de
la jauría primero cazándolo con su ama de llaves y después otorgándole un
salvoconducto. Los planes del clérigo naufragan de la misma manera que
fracasaron los de fray Lorenzo el de Romeo
y Julieta de Shakespeare en su
intento por salvar a los dos amantes.
A
Juanillo García Olavide alias Ciruelo, el sargento legionario, le da
muerte el marido de Candelaria emboscado entre los tollos de
Una
noche se enfrenta a su propia estatua elevada en el cruce a la entrada de la
población y habla con su sombra intentando en medio de su borrachera
arrebatarle todas las medallas y laureadas que el ídolo de barro cuelga en las
hombreras porque ya no sirven de nada. La escena resulta de un dramatismo tan
pintoresco como el del comendador Juan
de Mañara que lleno de españolísima osadía convida a cenar a un difunto en
nuestro teatro clásico. Es el mito de don Juan tan repetido encajado entre los
joyeles y engastes de una gran prosa donde lo pomposo no anda a la greña con lo
jocoso y satírico. Jauja es una diatriba contra la sociedad española en los
años de la dictadura de Primo de Ribera, denunciando bellaquería e imposturas,
cuando, ay, mucha más libertad que en
ROMANCE DE AMOR DIVINO DE LÓPEZ DE UCEDA
Sólo
cuando un pueblo se ensimisma se muestra capaz de alta poesía y esto sucede,
verbigracia, en la lírica que surge en Salamanca a partir del siglo XVI que
preside un místico poco conocido y natural de Oropesa (Toledo) y que explicó
Teología en Salamanca. Al autor de “romance
de un alma que desea perdón”, Juan López de Uceda fallecido en 1595 se le
considera discípulo eximio del agustino Orozco que fuera capellán y confesor de
Carlos V y cuyo lema era escribir y predicar a mayor honra y gloria de dios y
de la virgen maría. Se cumplen cuatro siglos de la muerte del poeta, un gran
desconocido para los españoles de hoy quienes, como venimos diciendo, viven
infatuados por el gran espejismo de la cultura anglosajona, se dan de lado
tales disquisiciones. Es como una plaga bíblica para los que escribirlos y nos
sentimos castellanos. En la escuela mística salmantina se inscriben estrellas
mayores como Juan de
López
de Uceda se inspira en una seguidilla profana para transformarla en canto de
amor divinos:
Yo me iba ay dios mío a ciudad reale
Errara el camino
En fuerte lugare
Salí zagaleja de en ca mi madre
En la edad pequeña
En la dicha grande
Diome ropa limpia
Quedé como un ángel
Y tal gracia tuve
Que logré agradarle
Lo
que ocurre es que el amador en este poema no es un hombre de carne y hueso sino
el propio dios. Precluye la entrega. Es el abandono total en manos del Criador.
El alma que busca perdón sigue una ruta ascética que consta de los siguientes
jalones:
-vía
purgativa
-iluminativa
-unitiva
El
poema es totalmente alegórico. Nos desborda su simbolismo. Ciudad Reale no es
Hizo
que me sirvan sus propios manjares
Su
plato
Su
copa
Su
vino y su pane
Todo
es precioso simbolismo interactivo. El verde color de esperanza es la prenda que
han de vestir los bienaventurados y hay un ángel que nos cuida y hay una
sortija de oro y otra de azabache símbolos del Amor y del Temor. Se trata pues
de un prodigio estético y una de esas maravillas del alma e idioma castellanos
en su precisión, concisión, calado, hondura teológica que no perdieron frescura
al correr de los siglos. Este romance es como una rosa fragante. Es la perla
escondida con la que el lector estudioso se encuentra a través de sus copiosos
escrutinios. La literatura española es uno de los grandes exponentes del arte
universal y en buena parte es un continente sin descubrir. Es el vino nuevo del
evangelio guardado en odres viejos que sólo degustarán unos pocos paladares
afortunados, los predilectos de los dioses..
De
Juan López de Uceda poco se sabe. Que era hermano de Francisco López de Uceda
el que diera a las prensas la “Pícara
Justina” y que fue amigo y discípulo del agustino Orozco. Su composición a
lo divino es la versión de una letrilla de zarzuela que se cantaba en España
allá por el siglo XVI y que termina con una escena escabrosa: el ayuntamiento
carnal de un viajero que va de paso con una serrana de un puerto de
Extremadura. El tema fue tratado por la gran novela pastoril del siglo XV. La
serrana debía de ser muy hospitalaria…
Comeréis la leche en lo que el queso se
hace
Y haremos la cama junto al retamal
Y haremos un hijo que se llamará Pascual
López
de Uceda, fraile agustino, da la vuelta a la historia y transforma la trova
picaresca en entelequia mística por la vía unitiva. La serrana es el alma y el
viajero que pasa es Jesús. A día de hoy la comparanza se presenta con resabios
obscenos pero bien pudiera ser un vademécum de entrada al laberinto de la
poseía mística española de Juan de
Dicho lo cual, es obvio que el enunciado de la
unión mística con el Esposo, expuesta tan crudamente en esa Ciudad Reale, iba a
traer de cabeza a los sabuesos de
Jueves,
21 de abril de 2011, jueves santo, trascrito.
11
de noviembre 1995
COLGAR
EL RATON
Los futbolistas cuelgan las botas. Algunos curas la sotana y yo voy a
colgar el ratón de Internauta pues tengo la sensación de predicar en un
desierto. Ni me escuchan ni me entienden. La gente anda muy encastillada en su
ego. Hoy cumplo 64 años que es casi el doble de la canción de Julio Iglesias.
Treinta y tres años. Quien lo diría. Me despertó por la mañana y un beso de una
de mis hijas, me alegró pero treinta y
tres años multiplicados por dos así que haticuenta ya uno no es uno un
recental. Madre mía que pronto pasa el tiempo. Colgar el ratón ciertamente pues
es vano ejercicio esto de escribir. La gente no atiende. Parece vivir en
cámaras insonorizadas. La palabra ha muerto,
viva la imagen. Tengo en frente a
una sociedad hedonista y egoísta que no escucha, vive entre el tópico y la
banalidad. Así que colguemos el ratón démosle mulé metafóricamente se entiende
a Guillermo Puertas y dejémosle tan pichi entre sus bitácoras sus blogs lo que
la gente escribe para que nadie le escuche. Ay esta noche de mi
aniversario cuanto dolor por el camino.
Ahorco los hábitos pero yo nunca quiebro la pluma. Yo sigo. En realidad cuando
creí que los libros valían algo fui librero de lance lo que yo quise ser después
de venirse abajo otro sueño el de montar la guardia junto a los luceros. Oigo
voces y las pongo todas sobre el papel. A veces se escucha una algarabía de
frecuencias diferentes y de rostros macabros de mujer. Señor habla que tu
siervo escucha. Sí Señor pero ¿a quien? Esta impotencia de no llegar nunca a
ser lo que pudo ser de no atañer el ideal cuando casi estaba tocándolo con la
punta de los dedos y me quedé con las mieles en los labios. Yo funcionario
suspendido de empleo y sueldo. Yo librero. Amarrado al duro banco de la galera
de la literatura escuchando el estallido del rebenque sobre mi cabeza. Cía,
cia. Marinero. Una palabra siga a la otra. ¿Qué pone ahí? Leñe pues yo mismo ni
lo sé. Escucho las voces y las consigno en el papel. A veces es la gritería tal
que no entiendo lo que dicen. Son cosas muy contradictorias pero in contraditione peperuit me mater mea.
Yo quise ser literato y periodista de relumbrón pero di con mis huesos en la
calle- top manta de los libros viejos esparcidos en rátigo, la profesión más
despreciable. Venta de por junto y al por mayor. Eso se llama pignorar el alma.
Letra muerta que no sirve para nada y pesa mucho. El papel se ha convertido en
muro de lamentaciones pero es un ejercicio inane y variopinto. No quedaba otra opción. Tirar la boina y
tender los libros viejos sobre el suelo esos que yo adquirí con mis ahorros y
que me costaron tanto esfuerzo sobre el bulevar en espera de que llegasen
clientes. ¿Cuánto es? Un euro. Se lleva usted un buen libro de buena lectura.
Las confesiones de San Agustín. ¿Y para que me sirve Agustín? Para ahorcarme.
Ese era un obispo africano que le gustaban mucho las mujeres. Tuvo una madre
posesiva y una novia nubia que debió de ser muy guapa y la añoró pero tiran más
dos tetas que dos carretas sobre todo son las tetas de un obispo de esas
mujeres de rompe y rasga y de aquí estoy yo, pues menuda debía de ser doña
Mónica. Lágrimas sobre la arena de la playa de Ostia. Recuerdos las mareas de
san Agustín cuando el verano está en su cenit y empieza el declive del
solsticio como el de todas las cosas. La melancolía y la retórica agustiniana
marcan el principio del fin de una civilización. Para que quiero yo a ese
santo. Es viejo y murió hace muchos siglos por el siglo tercero o cuarto y dice
cosas maravillosas utópicas que no me sirven para nada, yo soy camionero soy
transportista oiga. ¿No tiene revistas de gachís para hacerme una paja cuando
esté en el punto mirando al tendido? No vendo pornografía ya se lo dije sólo
buena literatura. Quede usted con dios. Bah paparruchas retóricas filosofías y
se alejó murmurando insultos contra mí entre dientes. Al pobre librero de viejo
nadie lo comprende. Pero se estaba bien en aquel paseo una soleada mañana de
invierno. Se veían los lomos de la sierra y el cacumen granítico de la
cordillera guadarrameña. Entre cigarrillo y cigarrilo entoné un aire de la
sierra:
“Marranillo de febrero vete
con tu padre al humero”
Los compañeros de los otros
tenderetes me miraban con melancolía y se llevaban la mano a la sien como diciendo
este sí que está como las maracas de Machín. Yo solo estaba matando a la
liendre del alma que me carcomía por fuera y por dentro. No sé cómo resistí,
aun no me explico cómo pude salir de aquélla.
Germana de Foix y la unidad de España
Se cumple el quinto centenario de la famosa Concordia de Salamanca, un
hecho que a pesar de su trascendental magnitud en medio de los azorados meses
que corren y lo corto de vista que nos hemos vuelto los españoles, obliterando
nuestro pasado y, amnésicos, en ese intento contumaz por consumar el legrado de memoria de una
vida en común, suicida actitud (vayamos paso pues a muchos los árboles no les
dejan ver el bosque) permanece en el olvido.
Sin embargo, en virtud de esta entente cordiale y el convenio
matrimonial de Fernando el Católico con la sobrina de Luis XII se sella un
armisticio con Francia que va a informar toda la política exterior de los
Austrias: los matrimonios de conveniencia y por razón de Estado que serían
múltiples desde el día de san Matías de 1500 en que nace el emperador Carlos
hasta el de Difuntos de 1700 cuando expira en Madrid Carlos II el Hechizado.
Princesas de
Francia siempre Francia. Detrás de los Pirineos se alza el gran
antagonista de los castellanos. Rivalidades sin cuartel. Fernando de Aragón fundamenta esta alianza nupcial con el francés
la mira puesta contra Inglaterra, cuya enemiga hacia nosotros también fue
proverbial y que empezaba ya a mostrar
-es el otro gran refractario de los intereses hispanos- y donde el rey Arturo
había engatusado a su yerno, Felipe el Hermoso, en una alianza antiespañola.
Había prevenido una escuadra para conquistar Fuenterrabía. Fernando se adelanta
a la jugada y afianza el respaldo del Palacio de Blois. Luego no cumpliría la
mayor parte de sus promesas pues era un gran político pero debió de pensar que
París bien valdría una misa. Así aventaría las desconfianzas del Palacio de San
Juan de Letrán. El papado, un hecho paradójico, siempre cargaba el carro
delantero del lado de Francia. En menoscabo de España, que para eso era Francia
la hija preferida de
Doña Germana de Foix no fue una mujer feliz. Su marido la tuvo un
tanto arrinconada. El infante que nació de la unión nació muerto y pasó la vida
como una reclusa en Arévalo donde la llamaban pinguis et bona pota por
su afición a la buena mesa. Que le gustaba empinar el codo, vaya y para colmo
era coxa según dicen las
crónicas. Consultando minutas del
Archivo Municipal de Arévalo hay algunos documentos que constatan el malestar
de la corporación del concejo por la oneroso de la fiscalidad que sobre los
hombros de los vecinos recaía a causa de la inclinación de la francesa por el
dispendio y los banquetes. ¡Viva el lujo y quien lo trujo!
En aquella corte fue paje o menino nada menos que Iñigo de Loyola
antes de su conversión y debió de pasárselo muy bien de mozo gozando de la vida galante arevalense
y cometiendo pecados según él escribe en sus Ejercicios que lloraría
toda la vida. Le salieron al santo surcos por la mejilla a causa de las
lágrimas de arrepentimiento por las calaveradas de su disipada mocedad.
El rey ya digo, viudo y algo botarate, no le guardó lutos largos a su
primera esposa Isabel de Castilla. Era 36 años mayor que Germana. Sin embargo,
la política en este maquiavélico personaje uno de los mejores políticos que en
este mundo han sido conservaba prelación sobre el amor. En 1505 se suscribe el
Pacto de Blois con la corona de Aragón y los protocolos vuelven a sellarse en
La boda no se celebraría hasta el año siguiente. Germana es proclamada
reina de Aragón y de Nápoles. Los primeros once años fueron felices pero a la
muerte de su esposo que testó a favor de su hija doña Juana al quedar Germana
sin sucesión quedó relegada la pinguis et bona pota en su palacio de Arévalo
que yo he ido a visitar varias veces y está en ruinas acusando los estragos del
tiempo pero aún le quedan las dovelas del arco de su puerta principal. ¿Qué fue
de aquellos saraos? ¿Qué se hizo de tanto señorío? Una melancolía manriqueña me
dominaba cuando pasaba por debajo del famoso postigo de Alcocer en la villa
arevalense, uno de esos lugares cuyos manes siempre me fueron propicios a mí
que he sido un impenitente defensor de la unión y la concordia entre españoles.
Además, en su castillo pasó su infancia la gran reina de Castilla y el poso de
aquel temblor, de aquel gran sueño creo que aún vibra en el aire.
Cisneros, aquel fraile correoso un perro fiel a quien sus enemigos
denominaban la “galga en pieles” fue cicatero con la reina viuda y le cortó el
grifo de los dineros dejándole una escueta pensión que le impidieron llevar el
tren de vida que había llevado hasta la muerte de su esposo. El fraile
franciscano temiendo bandos y una insurrección de los partidarios de Germana de
Foix la tuvo bajo vigilancia. La reina en realidad era una reclusa en su jaula
de oro del palacio de Arévalo. A la muerte de Cisneros en 1519 vuelve a casar
con el Duque de Brandenburgo. Enviuda y matrimonia con el Duque de Calabria que
recopiló una de las bibliotecas más famosas de la cristiandad. Germana de Foix
acaba sus días en Valencia el 18 de octubre de 1538. Siempre se relegó un tanto
su memoria porque algunos cronistas pensaron que la sombra de Isabel pesó sobre
la francesa como un maleficio. Ello no obstante, su vida romántica y novelesca,
está ahí y constituye un desafío para
los novelistas. Tampoco los cultivadores de la novela histórica han sido
demasiado generosos con su figura. Sin embargo, el reto queda en pie para el
que quiera contar la vida de esta francesa que fue protagonista de uno de los
capítulos más interesantes de la
historia de España. Por supuesto, tuvo que aguantar las infidelidades de
Fernando el Católico que siempre fue algo putañero pero ella tampoco perdió el
tiempo como aducen los testimonios de la vida galante, una verdadera reina del
Renacimiento, en Arévalo.
HABEANT SU FATA LIBELLA
Dallo
mi hierba trillo mi parva muelo mi trigo como mi pan pero no me dejan. Duro es
vivir y por eso mismo atuso mi longanimidad con una frase de resignación “habeant
su fata libella”. Cada libro como cada hombre es portador de su propio
hado. Duros predicados en un país donde siempre hay que temer la cólera del
español sentado donde el que más el que menos ha escrito una comedia y ahora
todos quieren ser funcionarios, tertulianos o políticos. Muchos ratones a la
caza de un pedazo de teso y cada día es más pequeña la porción a repartir. No
importa desde arriba todos dicen vengan
ollas y caigan días y engordan las nóminas. Una angustia y un dolor que me
traumatiza al tener que ir a la oficina donde escasea el tajo o se adjudique de
una forma arbitraria y a barrisco. El jefe siempre lleva razón y es el rey
midas o el buda de la enigmática configuración. No sabes para quién trabajas,
desconoces el propósito de lo mandado, y un tal Dairreas dice oye que te
presentes que hagas esto o lo otro en tono de conminación. ¿Donde estas las
reglas de la urbanidad? Las debe de haber olvidado el cara de sapo. Tanta presión
tanto agobio me acaba de costar un infarto pero habeant su fata libelli…
pelillos a la mar y átame esa mosca por el rabo. Los libros callan silentes
ocultando su melancólica sabiduría prendida en las estanterías. Llegan los
apaniguados en busca y procura de un destino en la administración puesto seguro
la sopa boba un lugar fijo y que no nos falte
EL
CADETE DE LEONIDAS ZUROV.
Rusia
vive por estos días tiempos de exaltación honrando al último zar asesinado por
las fuerzas siniestras y a la familia Romanov; algunos incluso dicen que
Nicolas II resucitado en la persona del primer ministro Mevdevev tan parecido a
él que es como dirían los ingleses “his
spitting image”. Lecciones que nos da
la historia. El crimen no paga. Los asesinos serán apartados a la gehenna y los
santos suben al cielo. El último zar con su bella familia, la emperatriz, el
zarevich, y las cuatro princesas, que fueron fusiladas un 18 de julio en la
tahona de Ipatiev el rico mercader de Yekateringrad (mandaba el pelotón un judío
húngaro por nombre Imre Nagi y los soldados eran todos letones y estaban
borrachos porque ningún soldado del ejercito rojo tuvo el valor de accionar el
gatillo contra el zar que siempre fue tenido en Rusia por un dios) fue
canonizado.
La
tragedia de la primera guerra mundial, la revolución de octubre, la toma del
palacio de invierno y la guerra civil espantosa que subsiguió marca uno de esos
momentos culminantes de la historia universal que tuvo correlativamente su
parte alicuota de una enorme literatura. Pocas lenguas en el mundo con
excepción tal vez de la griega, podrían plasmar el “pathos” de lo acontecido:
los combates, las destrucciones de ciudades, las violaciones, las ejecuciones
sumarias, los incendios, la miseria, el hambre en el marco de esa arquitectura
de belleza melancólica en comunión con la naturaleza que brota de la pluma de
los maestros rusos.
“El cadete” de Leonidas Zurov es un
novela lírica que canta al ejército ruso, a los cadetes de
“dentro de la
catedral percibió a Kuny Miej. En las vetustas arcadas rebotaba la dulce
melodía del oficio, los íconos centelleaban y al centro bajo la cúpula
recogíase un expectante silencio que devolvía el sonido de los pasos”
Mitia
es enviado a la academia de oficiales de Petrogrado. Quería ser militar igual
que su padre el general Kornilov y va a sentar plaza en la escuela de Junkers.
Tenía 14 años y aquel otoño de 1917 días después de las fiestas de
La
pluma de Zurov al describir el encuentro y la despedida del estudiante con su
madre adquiere rotundidades homéricas. Esta le imparte su bendición según la
costumbre ortodoxa. “En un recodo del camino, sosteniendo con la mano izquierda
la fusta y el capote, Mitia se volvió haciendo el saludo militar y, perfilada
sobre las gradas de la escalinata, vio a su madre que le bendecía, trazando
sobre el aire pequeñas cruces”
Los
diálogos son contundentes, las
descripciones, maravillosas. El alma rusa se hincha como el bulbo de la cúpula
de un “sobor” (catedral) y protege
como el manto de
Los
héroes de estas historias aceptan su destino (“sudba”) con resignación y sin odio
a sabiendas de que
En
ese sentido soteriológico el pueblo ruso, el verdadero Israel, cumple el papel
de protagonista frente a la masonería, las fuerzas oscuras, o encarándose con
el estado judío exportador de armas y de conflictos, reclamo de las mafias y de
los señores de la guerra que se valen de la argucia, el chantaje y la mentira
como medios de coacción pues para ellos el asesinato y el terror se encuentra a
la orden del día, se encargan de fungir
como antagonistas del drama o la novela de la historia.
Nadie
hubiera podido sospechar que el pueblo ruso después de Stalin, de
Claro,
que, por eso lo difaman, le hacen la guerra, lo retratan en picardías de
maricón y otras infamias. Son los herederos de los que fusilaron al zar en la
casa del judío Ipatiev que vuelven a la carga.
Mitia
va a ser un soldado sin suerte pero un verdadero oficial de la guardia que
defiende el palacio de invierno y participa luego en la reconquista de Ribinsk.
Es victima de esos cambios, de esos aggiornamientos,
transiciones, consensos, trampas saduceas y politicastros ucedeos que son el escudo
detrás del cual se abroquelan los judíos para proyectar sus revoluciones.
Manejan como nadie las treinta monedas de la sangre, llenaron la tierra de
campos de Haceldama. Es el caldo de cultivo del agit prop.
Dimitri
Kornilov ve cómo a los cadetes de la guardia por orden del soviet lo despojan
de la “gimnarskerska” de la nobleza y le colocan una rubaska de “poilu”. Es
detenido e introducido en un convoy de castigo del que se apea en marcha
librándose de la muerte. Antes un comisario judío ostentando en la “papaja”
(gorro de astracán) la estrella de cinco puntas e había dicho:
-Te
perdono, mamoncillo, eres valiente.
Y
el cadete se cuadra y entona el himno del zar:
-Boshe, zaria, jrani[25]
-Largo
de aquí, yo conozco bien tu madre, hijo de puta.
En
medio de las lágrimas el valiente cadete escupe al comisario y prosigue la
estrofa imperial con mayor fuerza
-Tsarvu, slava nam[26]
El
alma rusa descrita con magistral pluma por Zurov se compadece y se entiende
perfectamente con la española. La lengua castellana se adentra en los
penetrales de este ruso deslumbrante donde existen maravillosas descripciones
como estas dignas de
“detrás
del pueblecillo en un soleado prado, se instruían los noveles soldados. Al
diario ejercicio sucedía la faena de bañar al ganado. Mitia habíase prendado de
cierta yegua rosilla que aun amantaba a un gracioso potrillo bayo, mientra
Lagin concedía todo su afecto a un caballo moro… nuncios de primavera, los días
eran apacibles, radiantes de luz, benditos, impregnados de la alegría del
cielo, de la fragancia de las tiernas hojas gomosas, del gorjeo de los pájaros.
En las afueras de la ciudad sobre las tumbas de los soldados una ruda hierba
acaba de verdear”
Es
el magnifico contraste entre la vida y la muerte y la indiferencia de la
naturaleza ante las penalidades y sufrimientos del hombre. Sin que falte el
lado cómico. Por ejemplo, cuando describe a aquel sargento mayor que se alista
con los blancos para pelear contra los “krasnoarmeitzi”[27]
“al
toque de revista los voluntarios advirtieron, cuadrado, delante del coronel, a
un desconocido de híspido bigote bermejo y rapada cabeza, que vestía un usado
uniforme lleno de remiendos en el que brillaban dos condecoraciones sujetas por
un alfiler. Era el sargento Arjip Simenovich. En aquel suboficial Mitia y Lagin
reconocieron al mujik que sentado a la orilla del río fumaba tranquilamente su
pipa”
La
lectura de esta enternecedora novela me ha reconfortado en estos tiempos de
tribulación y de persecución. Una voz en ruso me ha dicho con suave y amistoso
acento:
-No
te aflijas. Ten fuerte. Soy yo. Estaré con vosotros hasta el final de los
siglos
Cristo
vive en la historia y en estos momentos el Príncipe de
Joaquín Díaz juglar de la nochebuena
Hay
figuras que marcan sendas trazan caminos abren pautas porque la vida es un
supuesto iniciático. Para mi lo fueron autores asturianos como Palacio Valdés,
Clarín Cela, el vallisoletano Narciso Alonso Cortés cuya historia de la literatura castellana teníamos como libro de texto en el seminario.
Impartía las clases don Tirso Rodao y don Ramón Alonso, un hombre de cabeza pequeña pero de corazón grande y
voz profunda, se encargaba de las de Historia de España. Fueron libros y horas
que moldearon mi carácter marcándolo para siempre.
En aquellos centros nunca se dejó a un lado la
educación musical de los educandos. Un clérigo tenía que saber cantar y en
estas habilidades polifónicas nos iniciaba el beneficiado de la catedral José del Moral siguiendo las pautas del
Canto Coral del P. Peris.
Escuchar
la gran obra de Joaquín Díaz vino a ser como releer de una sola vez a todos
estos maestros que impregnaron de idealismo y de sed de verdad y de belleza y
de humanismo de mi adolescencia. Joaquín se parece a aquellos seminaristas del
mayor que se preparaban para misacantanos: serios, responsables, estudiosos y
también simpáticos a los que todo el mundo quería bien con su barba rojiza sus
modos suaves y una bondad natural que le ha venido de casta. Pero resulta que
nunca paseó en una terna de aquellos curillas que solían salir a pasear por el
Campo Grande. Estudió en el Lourdes y luego se fue a Pamplona. Grabó discos en
cantidad.. A mi me parece que es un católico total un descendiente de aquellos
monjes medievales un templario de los que fraguaron Castilla pero reitre tan
sólo de su soledad y de su campo. Fue muy amigo de Delibes y con él iba a
cazar. Insisto aunque las comparaciones son odiosas y aunque me duele el
desconocimiento que de su obra tienen muchos españoles que con sus casi
cincuenta libros a las espaldas, un hombre relativamente joven, su obra
filológica me parece mayor y no me duelen prendas que la del literato. El Duero
puede que lleve la fama pero es a veces el Pisuerga el que carga con el agua.
.
A
Lozana no la conocí. Es un personaje como el quijote, una especie de caballero
andante del amor que ha cabalgado por Europa, una especie de doña Urraca que “a los moros por dinero y a
los cristianos gratis, o de santa Nefixa que lo hacía por caridad y de balde,
ejecutora del amor dulce y venusto, repartiendo sus gracias al prójimo desde la
benevolencia del deleite, retratado con donaire y haciendo gala de un idioma
que revela las interioridades del tesoro de la lengua castellana, venero irrestañable
del ir y venir por los colmados, las casas llanas, mancebías, burdeles,
bochinches del tócame roque, casa con dos puertas difícil de guardar, por su
autor un cura cordobés de origen converso, del que se sabe poco pero que es la
cumbre de la literatura picaresca. Él se confiesa nativo de Martos. A Lozana no
la conocí pero la imaginé y es parte de mis sueños y de mis sonrisas. Los mis
pecados perdónelos Dios que a nadie amarga un dulce. Sin meretrices- comenta
san Agustín en uno de sus opúsculos- grandes daños sobrevendrán a la republica.
Ellas son la vida misma formando parte del oficio más viejo del mundo.
Escuadras de soldaderas, cantineras, monjas profesas de la diosa Venus. Los
lupanares de Europa siempre estuvieron manejados por judíos. Delicado Baeza que
antes de recibir ordenes mayores debió de dedicarse al viejo oficio furibundo y
no me digan que todas esas bellaquerías que sabe y que plasma a lo largo de los
66 mamotretos o capítulos de su novela que se leen de un tirón por su
modernidad, por el donaire y por el gran aparato paremiológico e histórico que
esgrime, lo aprendió confesando a sus penitentas al igual que otro fraile que
exhibe en sus dramas gran conocimiento de la psicología femenina. Hace un
retrato de las orgías y desacatos de
Su
valedor es otro converso extremeño que se llamaba Trujillo. Cerraba los sábados
el burdel, preparaba la adafina los viernes. Era un varón temeroso de Dios que
explotaba esas debilidades cristianas por el vino, las mujeres y las fiestas
religiosas. Su mancebía se ubicaba en
En
pocas literaturas se ha descrito con tanta viveza y donaire el encuentro carnal
humano. Luego se va Lozana muy feliz a la plaza Nagoya. Era día de mercado y va
a ver a Trigo el jodío cacereño que la puso casa. Lenguaraz y vivaracha derrama
refranes y sentencias. Ve do vas y como vieres así haz y como el pandero sonare
así bailarás. La visita un fraile que todo lo toma a tarja pero que tiene vara
alta en su orden y llena la despensa de la atajía o colmenar de las magdalenas
que no van a la iglesia a rezar sino a captar clientes. Pero a santa Nefixa la
que lo hacía de balde –un ejemplo que siguió la princesa doña Urraca con los
cristianos, pero, patriota al fin y al cabo a los moros por dineros- se le
ponen velas en los prostíbulos y a María Magdalena no más. Cristo andaba con
publicanos y pecadores y se dejaba besar los pies por mujeres públicas. Dijo el
que esté limpio de pecado que tire la primera piedra, lo que evidencia la
sabiduría del Espíritu Santo pero no fue demasiado prolijo en esta materia a
diferencia de muchos moralistas católicos que se referían a la fornicación mal
de siempre con lengua hipócrita.
Contra
las enfermedades Lozana manda untos de friz o flor de haya. El pipo del elaboro
y la mandrágora son buenas para la liendre. Las bubas no tenían cura sino el
hospital de la sabana blanca que llamaban al de san Juan de Dios en Antón
Martin. A los enfermos se les trataba con paños calientes de vapor y
cataplasmas. Las aguas ferruginosas y la ruda era recomendada por galenos y
curanderas para las damas que quedando preñadas querían abortar. Es más viejo
que la ruda, se sigue diciendo en Castilla cuando se recurre a un procedimiento
aparentemente novedoso. Sahumerios por abajo y barbas de cabrón para la
impotencia. Ella vino huyendo de la quema y de los corchetes de la inquisición.
Pretende conservar su dignidad humana en todo tiempo como laborante del amor.
Mirad la puta como es criada y la camisa como es hilada. Las crónicas no dicen
si fue encorozada por el Santo Tribunal muy activo en la ciudad de Córdoba por
tales fechas. Lo más seguro es que sí porque a Roma llegó emplumada y con el
pelo rapado. Siguiendo la suerte de millares de españolas que iban a Roma en romeraje a alcanzar la gran perdonanza
y regresaban en carruaje como matronas respetables. Roma doma, según dicen.
Ellas son como el caracol y las lagartijas que por donde pasan mojan. Las
meretrices que tenían mucha fama por entonces eran las valencianas y las
zamoranas. Para putas, Toro. Allí hacía la carrera muy discretamente cerca de
la colegiata una que llamaban
TRAE
La
novela de delicado Baeza es vademécum para conocer el habla y el pensamiento
del tiempo imperial. La lengua castellana se forja en Italia por boca de
frailes, soldados y romeros que iban a visitar la tumba del primer apóstol y
ganar la perdonanza en un ir y venir del convento al cuartel, del burdel a la
taberna, de la cárcel a galeras y, ganada la libertad, a los caminos y a las
plazas de las villas. Roma es ciudad abierta o de acarreo como se decía
entonces. Aun no había surgido el concepto de nación. De reinos y estados y
señoríos se hablaba pero nunca de naciones tal como hoy se conoce. Carlos V
adalid del afán del gobierno común, trono y altar unidos; la cruz al lado de la
espada y el idioma compañero del imperio, pretendió restaurar el sacro imperio
germánico y restituir el cetro de los cesares en el capitolio. Fue el sueño de
Carlomagno el fundador del papado. Fracasó por las desavenencias y traiciones
entre los príncipes cristianos de Francia, Inglaterra y los mismos papas.
Imbuido de la noción de reconquista que convierte a castilla y Aragón en
bastiones contra el Islam Carlos V quería echar a los sarracenos de Europa pero
el turco estaba a las puertas de Viena. Cansado de aquel sueño europeo que no
da fruto Cesar regresa a España y se hace medio monje en Yuste. Con el
desistimiento de la utopía, entre sus vasallos se produce en una huida hace
adelante que redunda por un lado en el misticismo de una España quijotesca,
ensimismada y algo mística que contrasta con la sanchopancesca del bien vivir,
la buena mesa y el goce de los sentidos. Sobreviene en una relajación de las
costumbres sobre todo en el clero que tanto critican los reformadores que no
reformistas como Carranza, Cisneros o fray Hernando de Talavera. Todos ellos en
su mayor parte eran conversos y de estos españoles venidos de la grey mosaica
el exponente de sus críticas a este tipo de cristianismo es el Lazarillo de Tormes. Delicado Baeza
abunda en lo mismo pero su crítica es aun más feroz porque viene a decir que
Roma era predio de las rameras españolas y de los banqueros hebreos que
administraban los dineros de san Pedro. No obstante tales supuestos, en la
península ibérica caen en saco roto tales prédicas de los moralistas de nuevo
cuño. El vulgo sigue manteniendo sus fiestas a los santos y mártires muchos
ellos dudosos y de origen del culto sincretista y pagano más de las tres
cuartas partes del año. Toros y cañas. Folixia. Desde san Antón hasta las
Candelas y desde san Marcos hasta san Miguel y san Lucas.
Fue
un tiempo de guerras, pestes, hambrunas y otros flagelos. Cristóbal de
Castillejo un cisterciense que cuelga los hábitos para sentar plaza en el
ejército, toma parte en la defensa de Viena contra los turcos encuadrado en los
tercios viejos se hace esta pregunta:
-¿Qué
viniste a hacer tú, Castillejo, en Alemania, estando tan bien en España?
El
poeta se contesta a sí mismo:
-Vine
para defender a mi rey y por el amor de una dama.
Esa
misma cuestión la encontramos, aunque no expresa sino tácita, cuando leemos las
Moradas de santa Teresa o la mística ciudad de dios de sor María
Agreda. España contra todos, nos refiere Quevedo.
Se enfrenta a los poderes infernales de mundo, demonio y carne alzando el
perdón de la cruz. Ah pero la carne es débil y los españoles frágiles. Se busca
un punto de fuga, una evasión que nos libere de la ingrata realidad. Peguemos
de calabazadas contra los molinos de viento. Busquémonos en nuestro interior.
Es el sentimiento trágico de la vida del que habla Unamuno y que vemos alzarse
en el siglo XVI en plena apoteosis de la idea imperial. La carne es débil. El
convento es la prolongación de la taberna, el cuartel o del prostíbulo. En
todos estos sitios se juega a las cartas. Al tute, a la brisca, al cinquillo.
Los españoles, seguros de poseer la verdad católica, adictos a la fe del
carbonero, dejan de un lado los libros religiosos – somos
Volvamos
a
-Mira
cómo tengo esto
-Subamos
un ratico. ¿Tú qué me das? No hay coño de balde.
-Dos
ducados.
-Viene
bien prevenido vuesa merced
-Vamos.
-¡Ay
Nicolás otra vez más¡
Con
sus ojos de alinde bruñidos como un espejo escruta la realidad. No se la escapa
una. Así se somete a la concupiscencia de sus johnies[34] humillándose para triunfar. She stoops to conquer, según el título
de la obra de Marlowe. Hay que tener mucha mano izquierda. Metamos el pájaro en
el infierno. Sus clientes marchan contentos. Con una sonrisa de oreja a oreja.
La vida airada tiene lindes propios con puertas que dan al campo del
misticismo. Esa es otra. La prostitución fue la primera forma de liberación de
la mujer e influye en ese misticismo castellano de signo hebraico. Cuando
Teresa de Jesús describe su transverberación- un ángel rubio la entró en el
cuerpo hiriéndola con un dardo de fuego
que metía y sacaba quedando yo llena de paz, dice la santa- nos recuerda a
la narración de
Sus
críticas a la religión del crucificado no son grano de anís. Decía que sus
seguidores andaban de fiesta las tres cuartas partes del año y no practicaban
la caridad que tanto predicaban. Festejan
a los santos y a las doce fiestas del calendario, confían sus secretos a los
escribanos y dan sus dineros a los usureros jodios que les despellejan. Y aquí
la caridad es sólo de oficio o de boquilla. Nunca de ejercicio. Oímos hablar
della siempre por escrito y pintada et neque si Spiritus Sanctus esse audivimus[35]
Mujer
festejada de galanes que atracó en puertos notables como los soportales de
Toro, el Arenal de Sevilla, en que ejerció el amor dulce a las ordenes de una
madama por nombre Sietecoñicos, el Perchel malagueño, el puente de Rialto en
Venecia y el barrio judío de Nápoles, etc. debía de tener buen tiento para
contentar a sus amantes de ocasión. Aquí te pillo y aquí te mato. En
-Pellejame
el cojón.
-Señor.
Sí.
-
Hecho es
La
segunda dama era
-Entren
mis feligreses todos con orden y no digan mal de mí si quieren joder de balde.
Hoy me siento generosa
Y
entró toda una compañía de soldados españoles. Si alguno presentaba signos de
alguna enfermedad la andaluza no le hacía ascos pues así acabó como acabó.
-Esto
no es nada, compañero. Sólo que llevas la cara hinchada.
Gonorrea
al canto. A las bubas las denominaba frejolón. Ella que aborrecía el tocino
curaba la orquitis, no sin mucho asco, restregando los dídimos con unte de
cecina.
-Bueno.
Pecado callado, medio perdonado. Vengan los polvos de la madre Celestina.
La
sombra de la vieja alcahueta influye en los retraheres, dichos y sentencias que
aduce en su novela Delicado Baeza. Es el desparpajo, el donaire.
-Semen[36]
a la settimana nunca hizo daño a nadie.
Las
frases circulan con el desenfado y la desvergüenza de la vida airada.
-
Se ve que su mercé lo tiene grueso que el otro día me metiste las paredes
adentro. Pero quedé contenta.
-Dámelo
de argento, Lázara
-Lo
mío de oro es. Soy vuestra hasta las trencas.
El
dialogo ágil, presto a la facundia hace que
Consumado
el acto, viene la tristeza postcoital. Ay si hubiéramos sabido que el amor era
eso. Con frecuencia la sensación es de asco y de melancolía. ¿Somos
verdaderamente libres? El amor dicen que es química los sabihondos y se sujeta
a las normas biológicas ineluctables del apetito.
Desde
los tiempos de Cicerón las soldaderas que acompañaban a las legiones recibían
un beneficio o sinecura. El estado les ponía las famosas tabernas tributarias.
En España a las viudas de guerras se las colocaba en una expendeduría lotera o
un estanco. Lozana no lo consiguió pese a sus influencias. El canónigo que la
hizo un crío se desentendía y la antigua cortesana hubo de mudar de aires. La
novela se termina cuando llega a Sicilia. No pierde su desenfado contándonos
cosas de su tiempo. Por ejemplo, no aguantaba a los catalanes decían que era un
pueblo duro de cerviz, más que los judíos. Más tacañotes y mirados del dinero
que no convidaban más que dos veces una en vida y otra en muerte. De ahí debe
de venir la proverbial sentencia de que esto es un convite de catalanes o
merienda de negros por lo escaso de la comida y por el desbarajuste en esos velatorios
que se preparan entre los lemusinos cada cap
d´anni. Y como conoce a las mujeres dice de ellas que están muy pegadas a
la tierra, no entienden de brillantes ideas y de grandes propuestas. “Ellas en política y en religión carecen de
banderas. Los ojos de las mujeres se hicieron para la bragueta del hombre.
Siempre miran para allí donde se sentirán dominadas”. Amarga verdad que
echa por tierra tanto la castidad de las vestales como la idealización del
matrimonio como estado paradisíaco. Quevedo da razón a Lozana y dice que los
casamientos que empiezan en besos y abrazos acaban en golpes. Él los llamaba
infiernos portátiles. La mujer a decir de los padres de la iglesia medievales
carecía de alma. Era todo carne. Una visión un tanto extrema que de forma tácita
pregona una gran verdad. Aviso a navegantes y mareantes ilusos que piensan que
en el matrimonio van a encontrar la vida perfecta y la felicidad.
Cuando
doña Aldonza se retira del oficio tomando por nombre el de Velluda se hace del
gremio de la guija, echa las cartas, hace el corro de los conjuros:
Yo sé ensalmar, encomendar y santiguar,
se quitar ahítos y aojamientos, que una vieja me vezó que era saludadora, sé
encontrar remedio para cuartanas y hacer que no duelan los riñones, sé sonar
renes, sé cortar frenillos de bobos[37],
sé la quiromancia de la mano. Echo agüeros, domo serpientes porque para ganar
de comer he de decir que no sé mucho más de lo que sé que unos crían las
gallinas y nosotros comemos los pollos sin perjuicio ni fatiga”
Ella se siente
un poco como la hierba canilla que crece en los tejados (parietaria) y con ella
curaba el estreñimiento. Un albollón de ingenio lo que surge por esa boquita de
la grandísima alcahueta, émula de Celestina a la que supera. La grandísima gran
puta que tuvo a Rompín por macarra que también era bueno y barato Vida
y obra del Estebanillo González hombre de buen humor compuesta por él mismo
Cargar en España para descargar en Flandes… porque
desestimando los hispanos lo bueno que encierra su patria sólo dan estima a las
raterías extranjeras. Estas son frases de esta novela picaresca, la más
completa, acaso la más ácida y desvergonzada, la de un soldado de los tercios
viejos, aunque siempre procuraba hurtar el cuerpo a las balas alemanas o suecas
o haciendo los más bajos oficios cuarteleros como ranchero o furriel, bien
cargada la escopeta de donaires y estratagemas, pues nos dice que la misión de
un soldado es sobrevivir pero en esta supervivencia afanosa el autor anónimo
hijo de un converso va demasiado lejos criticando la heroicidad de aquellos
militares al servicio del rey.
No cree en el heroísmo del Miles
Gloriossus (su autor debió de ser un clérigo que conocía la obra de Plauto)
el buen Esteban pero se muestra tan ingeniosos en sus salidas que consigue el
perdón de su coronel, del almirante y hasta del verdugo porque formó parte de
la tripulación del maestre Colona y posteriormente en el ejercito del Cardenal
infante. Peinó el viento y fatigó las selvas, navegó todos los mares y combatió
en todas las ciudades de Europa: Milán, Nápoles, Rocroi, Innsbruck, Brujas,
Nimega por más que siempre procurando cobertura en la retaguardia como marmitón
o jefe de cocina en campaña. Su testimonio bufonesco y deformado-una furibunda
diatriba contra los estragos de la guerra- fue recogido por los partidarios de
la leyenda negra. El Estebanillo no es la obra de un motolito.
No era un tonto y parece
bien informado aunque, de lo que se desprende de tanta correría que hacen del
protagonista un mílite ubicuo, no pudo tener los dotes de la bilocación
mística. La narrativa da la sensación de que se metió en batalla y que estuvo
en todo los fregados.
Las escenas de su novela
parecen copiadas del cuadro de
En todas sus hazañas se muestra indiferente a
la adversidad, taimado, descreído, antisocial o poco solidario como se dice
ahora[38] con
las miserias ajenas y las propias, sucio y desnudo sin demasiada afición a la
honra, la riqueza, los amores lo que la sociedad de su tiempo en tanto aprecio
colocaba, resultando el bufón de corte (pudo ser también el enano de las
“Meninas”) un místico con desapego a las cosas del mundo, profeso de la orden
de la desventura y de
El libro está escrito en
primera persona pero ello también ocurre en el Pedro de Urdemalas atribuido al
doctor Laguna. El médico de Carlos V nunca pudo viajar a Turquía. Recoge la
información de centones, habladurías, lo que se escribía y decía en aquella
época. El siglo XVII fue muy hablador.
Aunque gallego de Salvatierra,
desprecia a su patria con una frase que haría a más de uno del BNG llevarse las
manos a la cabeza… “antes puto que gallego”… “soy Estebanillo González y fui
niño de las escuelas, gorrón de nominativos y llamador de molleras. Romero
medio tunante, fullero de todas las tretas, aprendiz de guisar panzas, soto
alférez de cien banderas,”.
Se conjetura que su padre,
un físico judío que curaba en la corte de Carlos V, que se retira a Galicia
emulando a la del lazarillo hay pasajes en los cuales la supera, dibujando un
cuadro de costumbres de la época tan maravilloso, trepidante como desenfadado
que hacen pensar en una cosa: que no en vano fue nuestra nación-España contra
todos, decía Quevedo- el primer país del mundo de grato vivir y fácil amar a
despecho de las penurias y congojas de un galleguiño que marcha a Roma
en busca de fortuna y en recorridos por el mundo ejerce todos los oficios:
paje, escudero, estudiante, buhonero, cohén de una coaxca (burdel),
monaguillo de un clérigo y ordenanza de un capitán de los tercios viejos. Es
también anónima aunque publicada casi medio siglo más tarde que la de su
modelo.
El autor debió de ser, lo mismo que el de
Lázaro de Tormes, o un cura rebotado a la delincuencia, o un soldado de los del tornillo , esto
es, desertores que acaba en galeras sentado en el duro banco del cómitre junto
a los remos, la barriga llena de torreznos y de frascas del tonel, harto de
vino y comiendo tajadas de raya y filetes de tiburón, en coloquio perpetuo con
los atunes pues aquí una de tres o iglesia, mar, o casa real. Boga, boga,
marinerito.
La escuadra castellana era
temida en todos los mares. El protagonista conoció las tres bazas como
seminarista en Alcalá, embarcado en la marina de guerra comandada por Antonio
de Oquendo el que combatió a los piratas ingleses que asolaban las costas de
Cádiz. En un pueblo de Córdoba estando un capitán de banderas “haciendo gente”
después de su naufragio en el Golfo de las Yeguas[39] vio
los fuegos de San Telmo haciéndose soldado de tierra en Arahal. El cabo o capitán
de aquella compañía marchaba para Mastrique pero como de los arteros se hacen
los osados volvió a desertar quedándose en el Potro de Córdoba de vendedor
ambulante. Comió el potaje de frangollo[40] de
los cuarteles, compartió tasajo bacalao y cecina[41] con
la chusma de forzados.
Arreó mulas cerriles y
cabañiles con los monteros de Sierra Morena Fue lugarteniente de pobres, mozo
de espuelas de un caballero santiaguista, galán de monjas y flor de conventos a
cuyos muros se arrima en procura de la sopa boba. Lo mejor de la picaresca es
lo que tiene de exagerado, de esperpéntico. No deja de ser más que una
deformación literaria de la realidad como la novela negra o el western de
invención anglosajona. Lo que ocurre es que aquí son más realistas y tratan los
autores de hacer un poco de crítica social. La vida se vivía con mayor
intensidad por tales fechas.
Esculpe un cuadro brioso de
costumbres, un kaleidoscopio de la vida bajo el reinado de Felipe III y de
Felipe IV cuando paradójicamente España se militariza y la gente viaja de modo
constante. El imperio español era aun el mayor de Europa y no había sobrevenido
el declive que con tanto tesón intentan adelantar los apasionados de
Tardaría casi dos siglos más en ponerse el
sol de los Austrias y en Flandes Apolo
calentaba a los hugonotes a conciencia pues para eso allí estaban los sucesores
del Duque de Alba. ¿Quién dijo que España estaba machacada? Con el cuarto de
los Felipes nuestra monarquía alcanza su glorificación vista a través de la
lenta cóncava y convexa de un gallego cara linda y mucho donaire que decía de
sí mismo ser un hijo de puta… pues antes puto que gallego. Hijo de padre
desconocido que debió de ser un cura o un militar. Desde las orillas de
Rivadavia se dirige a las riberas del Betis atravesando Portugal que seguía
siendo español por aquel entonces y nos cuenta sus aventuras. Debía de gustarle
el vino por cierto… “soy un cuba en Sahagún y en San Martín pellejo, piezgo y
odre del de Rivadavia, del de Montilla consuelo y al de Sacramenia no le hago
ascos”[42].
Se embarca con la flota, se
desembarca, es pícaro de costa[43].
Sube, baja, la acción de la novela es un truculento vaivén que a veces porque
las tretas y añagazas son siempre las mismas y no tan ingeniosas como las de
Lázaro de Tormes aunque cuando engaña a los judíos de Ruan demuestra que no hay
cuña peor que la de la misma madera. El episodio se parece al de los yangüeses
del Quijote y al cervantino daca la cola, asturiano. El Esteban se hace pasar
por el hijo de un portugués quemado por
Los hebreos se mostraron
conmovidos por la historia que les contara el portugués (toda una patraña) y le
pidieron algunos de aquellos polvos para quedárselas como reliquias de mártir
pero él dijo que no les podía dar mas[44] y
ellos bendijeron al peregrino y cantaron la chemá[45]… el dio
de Israel te de infinita gloria pues mereciste corona de mártir.
Con los veinticinco ducados
que escotaron aquellos buenos hijos del profeta Moisés en la faltriquera y una
carta de recomendación para el tratante de París, de su mismo gremio,
Estebanillo tomó el olivo orgulloso y ovante… alegre de haber salido tan
bien del encuentro con aquella gente que siempre engañan y jamás se dejan
engañar.
No pudo ser más gloriosa su
entrada en Paris con dinero fresco y la promesa de un empleo… cata Francia,
Montesinos, cata París la ciudad, escucha cantar en ladino a los
mercachifles prófugos de Sefarad.
El que le esperaba entre grandes reverencias,
porque los informes no podían ser mejores, le puso a vender agujas. Pertenecía
la tienda a otro de los expulsados de España que se llamaba Granados y por lo
visto se sabía de coro el romancero y lo contaba por tierras ajenas para su
consuelo de desterrado con voces tan
poco entonadas que resonaban por todo el faubourg de Saint Germain des
Prés.
Los parroquianos se
preguntaban unos a otros por el nombre del que cantaba y temiendo no iría a
llover se decían:
-Nous aurions de la
pluie, monsieur.
-Ah bon
-Tiens, ils sont içi les
espagnols
-Deja?
-Oui
Luego se fue a ver al
embajador de Felipe IV que se llamaba el Marqués de Miravel, don Antonio Dávila
y Zúñiga, gran diplomático supuestamente de la tribu de Abrahán pero bautizado
por lo que alcanzaría preeminencias en la corte del francés que seguía curando
lamparones todavía según nos informa el protagonista de esta novela[46]
Nos cuenta que en Cazalla (Sevilla) cada día
cogía a un lobo por las orejas y a una zorra por el rabo[47].
Haciendo alarde de ese
menoscabo de las cosas del mundo que caracteriza al pícaro y al místico (la
honra, las riquezas, el nombradío, el abrigo, la salud) no le da demasiada importancia
a que lo tomen por cornudo, en Constantina tiene a un cabrero por amo el cual
no se siente avergonzado de echarse a cuestas un cabrito de pitones
considerables “ a causa de ser el animalejo de buen tamaño”. En mística este
tropo se denomina santa indiferencia y Sta. Teresa lo explaya en su célebre
soneto “Vuestra soy para vos nací”.[48]
Al sexo y eso que dicen el
amor no lo tiene en mucha estima Estebanillo aunque tampoco lo desdeña, si a
mano viene. La carencia de obsesiones carnales y de pasiones [la maté porque
era mía] otorga al libro ese desenfado y donaire que impregna sus páginas, con
dosis de senequismo, aguante ante las adversidades, estoicismo y hasta
resignación cristiana, lo cual tampoco quiere decir que la satisfacción del
apetito genésico no fuera en aquella época tan cabal como en la actualidad.
El gran protagonista de la novela picaresca
son Hambre y Desnudez. Pues la pereza
engendra pobreza y aquellos haraganes no pegaban golpe. Comer más que holgar
era el primer objetivo… “vendí mi hijo de cabra por cuatro reales, aplaqué
el cansancio con ostiones[49]
crudos y camaroncitos con lima. Fuime a dormir a la calle
A la mañana[50]
siguiente se fue a
Tocaban caja en esta villa
para ir en corso contra el Inglés…De esta forma- el estilo es
muy lacónico y desenvuelto en toda la obra- se nos narra cómo se apuntó el
“héroe” al tercio y se fue a combatir a los herejes, más que por patriotismo,
pues nos asegura que para él la bandera de Carlos V no era más que una sábana
pintada, por la hambruna.
Iba al husmo de
las perolas y del rancho del cuartel. Su capitán era don Pedro de Ulloa En esta
primera parte se describen aquellos encuentros guerreros (autenticas
sarracinas) de las guerras de Flandes. En la segunda parte del libro el autor
se muestra menos escéptico, no rezuma su estilo tanta desfachatez ni tanto
donaire. Porque segundas partes y aquí ocurre al revés del Quijote, nunca
fueron buenas. La trama sigue tejiéndose de embustes y fechorías contadas con
no poco despejo y desparpajo.
GERARDO DIEGO
Los poetas son como los
profetas. Cuando ellos mueren algo se
acalla de la voz de Dios que sigue resonando en la historia. Me acuerdo del
cálido día del verano del 87 cuando se fue Gerardo. Estaba haciendo fotocopias y en vez del tajo
que se me asignaba fotocopié aquel hermoso libro de
GONGORA
Lo
que yo desconocía era que las yeguas andaluzas, Góngora dixit, eran preñadas
por el blando céfiro. Me imagino a don Luis de Góngora y Agorte cantando el
estribillo de hermana Marica, despierta que es fiesta no habrá escuela, bellaquerías
detrás de la puerta. Luego fue un canónigo tibio que se echaba las largas
siestas y nunca iba a coro porque le gustaba vivir a su albedrío y entre los
sueltos caballos como Hipólito, mitad judío, mitad cristiano y una quinta parte
de pagano, bibliognosta, bibliopola y como buen conocedor del paño dado a los
plagios. Vivió una vida de papel estucado dentro del círculo mágico de la
fascinación por los libros. En casa tenía una criada morisca que honraba a
Ala-ruh Alá- en secreto y hacía las abluciones y sus genuflexiones mirando a
-Id
a servir al amor
-Mire
don Luis que nosotras somos de la grey huérfana.
-De
menos nos hizo Dios
Y
enseguida profería un latinajo
-Igne natura renovatur integra
-¿Qué
nos quiere decir su señoría?
-Que
el fuego lo purifica todo, según los romanos.
Se
había producido una cierta dilución de la fe que hace que la caridad se enfríe
y la gente viviera enemistada desconfiando los cristianos unos de otros pero el
dinero faltaba trampa adelante por lo que los clérigos soñaban con la vida
retirada, con un buen pasar, una prestamera, un beneficio que les deparara un
vivir cómodo. Las damas sonreían a la concupiscencia de los ojos. Alguna vez
don Lis decía misa y consultaba los añalejos y dejase que el mundo girase por
las cuatro estaciones del ciclo solar y el universo espiritual por los cuatro
evangelios, aunque, abstracción hecha de tales inconvenientes de su disipación,
no podría decirse que fuese ni mejor ni peor que los demás. Nunca fue cura
gallofero de los que iban a recibir la sopa boba a los conventos ni fue galán
de monjas jamás. A batallas de amor campos de pluma. Este beneficiado del
cabildo cordobés fue el mejor vate que escribió en la lengua española.
Verdadera gloria del parnaso. No soportaba a los hipócritas ni a los camándulas
a los que vituperaba en gallego: “Cruz no
peito o diablo feito”.Fue un hijo mimado de las Nueve Musas que ya es decir
con su tono entre bromas y veras, ludífero y estro chocarrero y juguetón. Una
delicia leer sus romances. En las Soledades tan intrincadas y alegóricas
resulta difícil hincarle diente y ande yo caliente y ríase la gente. Vivió
villano en su rincón aportillado en la roca de Israel que no puede que ser otra
que la del Beatus Ille. Como fray Luis de León
Viernes,
12 de febrero de 2010
CRISTOBAL
DE CASTILLEJO EL DESENCANTO DE
Los de la generación del 27
magnificaron a algunos grandes poetas del Renacimiento como el barcelonés Juan
Boscán y Gracilaso de
¿Quien
te engañó, Castillejo
Estando
bien en España
A
venirte en Alemaña
Para
dejar tu pellejo
En
tierra ajena y extraña?
…
No
me engañara esperanza
Del
interese traidor
Ni
apetito de favor
Ni
deseo de privanza
Mas,
engañome el amor
Y
este dio causa al yerro
Porque
amó a su rey demasiado
Con
lo cual se han engañado
Otros
muchos como yo”
Poco antes describe algunos “landmarks” de la
ciudad de Viena: Enzefelt, el Rodán “donde cuecen los panaderos rosquillas
frescas y artalejos, hojaldres y pastelejos, el Of y el Ochoc Mark que se asoma
al Danubio y a la feraz campiña. Hay docta universidad y devota clerecía etc.
es un poeta descriptivo que da cuenta de las realidades de aquella Europa del
siglo XVI, el siglo del amor. Su condición de fraile no le vedó el conocimiento
de las mujeres. Su lira canta a una tal Ana Shaumberg que, ingrata, lo abandonó
por un lansquenete y él se volvió al convento a pasar sus últimos días. Alguien
podría creerle sospechoso de misógino. Que va. Cristóbal de Castillejo era
realista y así declara que la alcahuetería es parte de la vida misma. En la
tercera década del siglo XVI aun no había asomado la gaita la prensa del
colorín pero en Viena la chismorrería tenía su aquel:
…los cuentos
de
las mujeres caseras
son
según sus pensamientos
desposorios,
casamientos,
vientres,
partos y parteras
cuantos
hijos tiene María
y
cómo empreña Rodrigo
cuando
su tiempo se aparta
Del
contorno del ombligo.
Hay
licencia de mirar
Si
hay algo digno de vello
De
reír y de burlar
Y
a veces de retozar
Quien
tenga práctica dello
Mas
al fin habéis de ser
Como
Tántalo que toca
Las
manzanas con la boca
Y
no las puede comer
Teniendo
hambre no poca…
Porque
yo siendo extranjero
Me
huelgo tanto en Viena
Y
por morada la quiero
La sífilis y las bubas formaban parte del lote de
aquellos tercios que, inseguros del tiempo presente, antes de la batalla, se
entregaban a los placeres de Venus y Baco. A los enfermos del mal francés les
daban una dieta de pan y pasas y les fajaban en una sábana mojada en agua
hirviendo… “Mira que estoy encerrado en una estufa metido de amores
arrepentido”. También del palo santo o leño de Indias se extraía un ungüento
con el que se trataba la carne dañada por el trepanoma sifilítico.
Paralelamente canta las excelencias del vino del Rin que no puede compararse al
de San Martín de Trebejo cerca de su pueblo. Añora aquellos besos al jarro que
iba de mano en mano cuando la soldadesca estaba de guardia para entrar en
calor. “Quiero vino de Eljas hasta que me ardan las orejas”. Un vino de dos
orejas, en consecuencia, es un calificativo supremo para un buen caldo. Este
cisterciense a lo que parece era un “pinta” y no le hacía ascos a tales
menudencias pero muchos frailes de aquel entonces eran así. Acérrimos en su fe,
leales a su rey, disolutos en sus costumbres. Y a su vez profundamente humanos.
Nada de camándulas. Por la poesía del mirobrigense corre un venero de
optimismo, cristianismo que retoza en sus versos cabales. Sus libros son como
un gran reportaje, un cuadro de costumbres de la época. No se le escapa el
hermafrodito ni las cantineras de la compañía que se desplazaban con el
regimiento formando parte de la impedimenta siendo tan importante del ajuar de
combate como los carros, las culebrinas, los arcabuces, la pólvora. Escribe
versos a su mulo, a las monjas de un convento que dan recados falsos a un
trovador, a cierto escribano converso, baratón y apañador pero buen compañero,
a un vizcaíno que pedía aguinaldos, o escribe sobre los razonamientos de un
capitán a su gente. A una dama a quien un caballero dejó por heredera de su fe
y testamento. Gracias a Castillejo sabemos que el año de 1540 toda Europa fue
invadida por un frío polar conjugado con inundaciones y sequías así como
cataclismos políticos: el cisma de Enrique VIII, la rebelión del landgrave
Felipe de Hesse. Los adivinos decían que empezaba una nueva era entre
estertores de cataclismos, hambres, guerras. Los turcos se entienden con los
venecianos. Mientras esto escribía Castillejo en el sur de Francia Nostradamus
se disponía a redactar sus famosas cuartetas. Tiempos recios a los que refería
tambien santa Teresa de Jesús. Pero sobre todo hombre de su tiempo el calamo
del mirobrigense tiembla de sentimiento erótico:
Ribaldo
grande eres amor
El
turco no se te iguala
…
mas justo fuera amargura,
Amor
por nombre ponerte.
Mordaza.
Morbo. Locura
Furia.
Rabia. Mordedura.
Mordaza.
Tártago. Muerte.
Porque
el Amor verdadero
Sólo
a Dios pertenece
El desistimiento de la idea
imperial a causa del batallar inútil con anabaptistas, luteranos, petrarquistas
y turcos se torna melancólica misoginia. El clérigo despierta en su sinrazón de
tanto ir a la caza y procura del amor mundano y es muy severo con las mujeres.
Trae a colación unos versos que repetían los estudiantes en las aulas de la
edad media glosando tal vez a Ovidio: “ Quid
levius vento? Fulmen. Quid fulmine? Flamma. Quid flamma? Mulier. Quid muliere?
Nihil. Esto es la mujer, el ser y la nada. Tierra y polvo. Del polvo
nacemos y a él volvemos. Bebe esta misoginia en fuentes escolásticas llegando
Castillejo a decir: “Oh buen Dios cuan gran mal fue poner nuestros placeres en
un tan descomunal y peligroso animal como son las mujeres tras las que andamos
y así el remedio que buscamos para nuestra enfermedad basado en su liviandad
tarde o nunca lo hallamos”. El tema es un eco de Villón, del arcipreste de
Hita, de Chaucer, del propio Bocaccio. Francisco de Quevedo lo vuelve a retomar
hasta convertirse en el polvo enamorado que finaliza uno de los sonetos máximos
de la lengua española. El haber arrumbado en un anaquel cubierto de polvo a
estos próceres que conocieron el amor y sus desencantos que lo padecieron y cantado
nos ha llevado a estos estragos feministas. A esta revolución de las bragas que
nos sobrecoge a los desterrados hijos de Eva. Cabe advertir que Castillejo un
paladín del renacimiento vivió en el siglo del amor, el decimosexto, era de
Piscis de soles radiantes, sol de Cristo y ahora en la centuria vigésimo
primera hemos entrado en una conjunción peligrosa bajo el signo de Acuario.
Quizás por eso Cristóbal de Castillejo sea un vate olvidado. Interesa poco su
sabiduría. El sol de Cristo se oculta vergonzoso tras jirones de nube pero al
final resplandecerá triunfal sobre la luna y los lunáticos que la adoran en
forma de mujer.
15 septiembre 2011
APORTELLADOS DE SACRAMENIA,
FUENTESOTO, PECHARROMÁN, PROVANCO Y
FUENTIDUEÑA
Aportillados eran los adelantados del rey,
castellanos que pagaban Parias castelarias lo que les daba derecho a ser
señores prevenidos en frontera con todo su ajuar: adarga, rodela, caballo,
almete y espada, cota de malla, lorigas, a veces la clava o el mazo con puntas
ferradas. La vera efigie del caballero medieval.
Oh tempora, o mores, yo aunque nací por aquellos
contornos, no tuve la suerte de toparme con aquellos caballeros andantes cuando
iba a espigar o arrancar yeros, a trillar o a dar haces por estos valles. Más
bien, con lo que solía toparme eran labrantines la cara rugosa y el color de la
tierra que ataban sus pantalones de pana con una cuerda para que el barro de
los caminos no les alcanzase a los tobillos, liaban cigarros de tabaco negro y
al fumar guiñaban un ojo, las viejas casas blasonadas convertidas en cuadras o
en pajares. Las mozas cogían el coche de línea y se iban a servir a Madrid y
había curas que impedían que las mujeres entraran en la iglesia sin velo, sin
mangas y sin medias pues aquello se consideraba indecencia. Hoy tienen que
luchar con enemigos de mucho más fundamento como predicar contra el aborto. No
es nada fácil la cosa porque el vicio trajo el fornicio y los pobres curas
tratan de ponerle puertas al campo, predican a una sociedad descristianizada
que ha perdido todos los valores. Sólo importa lo de tejas abajo. Se ha perdido
el concepto de historia de España, nadie sabe lo que es el honor. Revoluciones
e involuciones de guante blanco. Díos mío qué duro se ha vuelto nuestro vivir.
Pero las
personas eran personas y las fiestas eran fiestas. La euforia entraba por las
venas con el buen vino de la ribera. Las cuadrillas iban a merendar a las
bodegas y en un Sanpedro hace bastantes años subieron al baile hasta Fuentesoto
los mozos de Sacramenta. Por un vals que una le dio al forastero haciendo de
menos al mozo local que la pretendía las navajas relucieron y hubo tres
muertos. Una cruz de piedra a la puerta de en casa la tía Juliana bien nos lo
recordaba. La cruz estaba tal que enfrente de
Eran
reminiscencia de aquel temple guerrero de los aportillados de Sacramenta. De
estas rivalidades de campanario, el humor banderizo, está hecha, por desgracia,
la historia nuestra.
Para ser
aportellado –este adjetivo define toda la reconquista con su entera mentalidad
de combate- había que estar empadronado en una villa o ciudad, tener allí casa,
corral o dehesa desde san Miguel hasta el domingo de
En tal cosa consiste el principio vasallático
otorgado en avenencia y de mutuo acuerdo (los godos no firmaban nada a no ser
con la sangre y les bastaba la palabra empeñada) para cabalgar en algara contra
el moro cuando la anúteba lo reclamase. Los caballeros eran mesnaderos bajo el
pendón real. A tales aportillados se refiere el Fuero de Peñafiel del cual ya hablamos
otrora y que es uno de los más interesantes para los medievalistas. Era la
versión castellano del principio genésico germánico del Blutt und Boden (la sangre y la tierra) origen de la hidalguía pero
¿dónde están los hidalgos de otrora?
Don Claudio Sánchez Albornoz hace un estudio
exhaustivo del mismo y lo clava. Es un fuero que fija los usos y costumbres de
los sexmos ribereños del Duratón. Zona que había sido repoblada y don Claudio
dice que el gran problema de
Otros eran muladíes raíz mucho más antigua y
asentada porque es obvio que no todos los muzárabes quisieron ser mártires hubo
bastante chaqueteo y se sumaron al credo del Coram, o árabes descendientes de cristianos
conversos al Islam también por obligación. Todo un variopinto melting pot. El Duero era la tierra de
frontera. Tanto su cuenca fluvial como la de los afluentes del río castellano, se encuentran
salpicadas de fortalezas y castillos roqueros que otean como alcotanes
encaramados a lo alto de los cerros el horizonte, sus almenas vigilantes. Los
antiguos tumbos refieren que el dueño de estos señoríos el conde Ansurez de Monzón era un muladí: Ibn-el- Manssur y Alfonso III de León en 912 dona la tierra
de Cardaba cum edificiis a un tal Gonzalo Téllez para hacer cargo de esta zona
de monasterios y de morabitos tanto musulmanes como cristianos que vivían encuevados en simas que ese dan en
abundancia por estos valles. El cenobio oriental va a ser sustituido por una
fundación monástica del Cister. Esa va a ser la constante durante los siglos
medios: el anacoretismo bizantino
visigótico va a ser siendo sustituido poco a poco por una forma de vida en
común y a la occidental. Eso desde un punto de vista religioso. Desde un ángulo
económico, los monasterios eran auténticos fundos de explotación agropecuaria,
koljoses y kibutz como si dijésemos donde la propiedad privada no se conocía.
Auténticas glebas monásticas. Hasta el siglo XII por regla de san Benito los profesos
no iban a la guerra pero el Cister luego va a ser origen de las órdenes
militares. Empieza el tiempo de los templarios, de los calatravos, de los
Monteses, los santiaguistas. Los monjes de esa manera pasan a ser aportillados
y caballeros en frontera que cantan la misa al tiempo que combaten al infiel.
El obispo Jiménez de Rada, el de las Navas de Tolosa, es un paradigma trópico
de esta mentalidad místico castrense, siguiendo los consejos paulinos de que es milicia la vida al servicio de Cristo. Hoy,
por desgracia, no queda nada en Castilla del antiguo aportellamiento que se ha
convertida en encanallamiento. Quizás fuesen mejores cuando iban con el legón a
regar, calzaban peales y albarcas y no sabían lo que era un tractor ni en su
vida habían visto una cosechadora.
Por eso miro con pena las ruinas de la patria mía
en esta España nuestra despanzurrada. Toda aquella fe, aquel tesón, ha dejado
de latir.
miércoles,
18 de junio de 2008
MARISOL DE ESPAÑA CUMPLE 60 AÑOS
Dallo mi hierba trillo mi parva muelo mi trigo y
me como mi pan. Y me pago mis copas. Y como el Gijón ya no hay quien lo toque
porque la nostalgia se apodera de los espejos y de los paneles embonados de
madera noble aunque las musas siguen correteando por los veladores de mármol donde
escribieran los poetas o los bancos de crepé donde alguna vez yo vi con un
dedalico de más de borgoña en las tripas a las ninfas pegando brincos y no era
más que Carlos Oroza que trataba de ligar a dos noruegas y les contaba un
chiste que ellas entendían chapurreando el lenguaje universal de las manos
(creo que era el de las novicias mudas que hablaban del padre Juan...) busco
barras al otro lado de
13/02/2007
AZNAR NOS HIZO
Creo
que el inquisidor Valdés que preside el patio central de la universidad
ovetense debió de dar un respingo en su sitial frailuno. Vetusta quedó de piedra
ante la insolencia, la chulería de tan obsceno gesto de don José Mari que es de
esos políticos de los que se creen imprescindibles, más chulo que un hecho como
Herrera en la onda y es de los que no saben perder. Seguramente se toma a sí
mismo demasiado en serio rodeado siempre de una corte de aduladores que le
aplaudieron por poner el territorio español en almoneda. El mal educado
señoritingo nieto de un periodista del PNV, muy carcunda que mejor que se
hubiera quedado de fraile a tocar el órgano en lugar de convertirse en cacique
de la información y panegirista del régimen, al que Franco perdonó la vida
después de haber sido condenado a muerte, es de los que cree que España es su
finca. Los Aznar son un clan, una de las
cien familias que mandan aquí desde Mendizabal. Recordemos la boda en el
Escorial de su hija, y no pasemos por alto tampoco que ha metido a su mujer en
la política. Ana Botella, su costilla, porta la vara de alcaldesa de Madrid.
Todo se queda en casa. Forman una casta. Están blindados. Son intocables para
un sistema político que se nutre de alianzas consensos y mediocridades. Don
Josemari desgobernó España y la vendió a los especuladores. Con lo del boom del
ladrillo muchos se creyeron millonarios y no dejaban de gritar Josémari, Josémari, queremos un hijo tuyo alzando
las banderas de Génova pero el PP al igual que este invento que nos desconsuela
es un híbrido, un producto artificial creado por Fraga de la noche a la mañana
del que están excluidos los verdaderos patriotas de derecha. Ahora don Manuel
al reconocer su engendro del partido que él llamaba la leal oposición, copiando
a los ingleses, llora a moco tendido. Son las mismas lágrimas y remordimientos
que afligieron los últimos días del obispo don Opas. Esos chicos que alzaron sus
pancartas en la universidad de Oviedo llamándole criminal de guerra
(indeliberadamente lo es) representan a la España del futuro, una España sin
trabajo y con un paro entre los estudiantes que salen de las facultades con su
título y que sólo le servirán para colgarlo en la pared. Su grito es áspero y
estridente. Se sienten estafados por los políticos y por un sistema de gestos mediáticos donde la libertad o lo
que ellos creen que es libertad, es un monopolio. Consideran los de arriba
mientras chillan los de abajo que España es su finca. Coto privado. Es un
sistema impenetrable donde tanto la vida parlamentaria como el cada vez más
importante mundillo de la información política se reparten entre unas cuantas
crestas de gallo y bustos parlantes que lucran su pan currándole a Zapatero (no
sé de qué van a vivir estos advenedizos cuando desaparezca de la vida pública
este jefe de gobierno) con la particularidad de que son siempre los mismos. Con
tales mimbres se hizo el cesto. ¿Hay libertad? No. Esto es un trágala. Las
radios, las televisiones, los periódicos se repiten más que la cebolla. Son
corifeos de Nostramo y don Juan Carlos I nos depara el sucio espectáculo de
competir con el presidente de gobierno con un alarde. Y tú más porque en esas
estamos.
-A
mí me recibe Obama, José Luis, en la sala oval mientras tú sólo vas a los
desayunos de la oración.
-Pues a mí un sabio historiador me dijo- replica un
republicano- que el reinado del Rubio ha sido el más aciago que registraron
nuestros anales. Ni Enrique IV, ni Carlos IV al que se parece mucho el monarca
reinante y ojalá hubiese un Goya para retratarlo, ni Fernando VII ni el propio
Pepe Botellas que fue preámbulo de Alfonso XIII fueron tan desastrosos.
-La culpa de la crisis es del rey, que impuso el
trágala, combayó y ahora se va de rositas con la abdicación dejándole el muermo
a su hijo Felipe VI y a d.ª Leti.
-Acaso tenga usted razón don Quosquetandem pero como
presidente don Aznar fue una calamidad.
El
del bigotito tiene cara de máscara trágica. Al pueblo le resulta tan antipático
como Ceaucescu. Al pueblo no se le engaña porque habiendo sido protagonista del
segundo 98 español el de 1998 cuando abandonamos la peseta y licenciamos a los regimientos de mayor estirpe, cimentamos
nuestro desarrollo económico en el ladrillo y permitimos el ingreso en manadas
de extranjeros, se normalizó el aborto, la píldora del día después y se
favoreció la rebelión en la granja de nuestras féminas, dándose alas a un
destructivo como inicuo feminismo- corrompe a las mujeres y tendrás dominado a
un pueblo- y fuimos un fracaso en política exterior al grito de ya somos
grandes, ya somos ricos, Aznar fue el autor del rapto de las Españas. Luego llegaron los gays con sus banderas arco
iris para mayor estropicio. Que la patria se lo demande.
-Por
esas calendas, don Verumtamen-agregó Quosquetandem- escribió usted un libro
cuyo titulo era sugerente: 1998 España
entre un tupé, un recorrido y un bigotito.
-En
efecto; el tupé era de de Práxedes Sagasta, el recorrido el de Anasagastegui
ese caniche vasco del PNV y el bigote ala de mosca no podría corresponder sino
al jefe de gobierno a tal sazón. Este desgraciado país es regido por una clase
política que no se merece. Ellos constituyen exponentes de nuestra haronía,
nuestra pereza mental. Con la democracia han regresado los caciques y los
manijeros, chupópteros y personajes de siempre. Entiendo pues la cólera de esos
estudiantes ovetenses.
-
El del bigotito si hay un personaje nefasto de la historia de España al que
rememore es a Godoy el príncipe de la paz algo más moreno feo renegrido y
cejijunto.
-Alto
a la dueña y ¿qué me dice del juez Garzón, de Anson?
-A
esos ni me los mientes
-a
la Cernuda ceñuda a la Campos a las anarosas y anacondas a la pepa la de los
escuchantes que echan a peder nuestros domingos al sol y a toda esa patulea de
arpía sembradoras de odio a lo largo y a lo ancho de la piel de toro, tales
gumías nos recuerdan que estamos en tiempos de Acuario, la era del agua y de
los flujos vaginales del furor uterino que mana de la fuente de sus coños
grandes, damas todas ellas televisivas y de moralidad dudosa. Iban para putas y
se quedaron en bustos parlantes. A Calleja el de los cuentos por la Selene y a
ese tal san José con su cara de seminarista y lengua afilada en el veneno. Al Jáuregui
el de pyresa al que llamaban Miracielos. A los informadores que desinforman. En
fin a tantos y a tantos otros.
Noté
desanimo y acaso horror en el rostro de mis dos personajes que me acompañan a
todas las partes y asoman la gaita cuando me pongo a escribir. Estaba claro que
esta vez tiraban a dar y no fallaban el disparo. Yo no podía por menos de
solidarizarme con sus puntos de vista. Quosquetandem y Verumtamen están hoy que
lo tiran. Han venido a mí con la escopeta cargada, apuntando contra todo lo que
se mueve. Aznar fue el hombre al que Bush hijo llamó ánsar y no sé si quería
decir ganso o asno que burro grande ande o no ande y su “amigo” Pony Blair lo
recibió con cajas destempladas cuando se presentó en Downing Street sin avisar
a la hora del té. Britania no paga traidores y los ingleses carecen de amigos,
sólo tienen intereses y por eso fomentan las relaciones sociales. Hubiese sido
un buen alcabalero uno de esos chupasangres que en odiosos resultan a los
hispanos pero la jodió citando se metió a político y quiso ser Napoleón. El
napo, el napo es pistonudo como el napo no hay ninguno. Y acabó en criminal de
guerra. Lo tiene crudo. Ra, ra, ra. Irak. Irak. Irak. Pony cogió su fusil y nos
llevó a la guerra del petróleo no íbamos a luchar por la paz por la justicia ni
por los derechos humanos, íbamos a
defender los intereses financieros de las Siete Hermanas. Las multinacionales
le agradecieron a Aznar los servicios prestados con una patada en el culo.
Mandaron a las mesnadas a matar gente, ahorcaron a Sadam. Decían que poseía la
bomba atómica pero luego resultó que no tenía más que un ejército mal equipado.
Supimos que Irak era un campo de Agramante donde los gringos querían probar su
material de guerra más destructivo. Los infiernos y las redacciones de la
Sienen se empedraron de mentiras. Ellos retransmitían las batallas por
televisión y así embaucaron a algunos crédulos, nos cogieron de pardillos, nos
tomaron por imbécil es. En Bagdad no había armas de destrucción masiva. Ahora
Obama quiere repetir la misma jugada en Irán y en Afganistán. Moloch el dios de
la sangre les come las entrañas. No pueden parar. Su norma de conducta es
Némesis. José María Aznar un perro de aguas bajo las patas del doberman ladraba
amenazante. Guau. Guau. Guau. Luego vino mr. Muddy el lusitano el que ahora es
jefe de la Europa de los mercaderes. También quería salir en la foto. Barroso
recibió como recompensa un momio en Bruselas que le da a ganar millones de
escudos.
-Admirose un portugués de que todo el mundo en
Francia supiese parlar francés.
-Pasa
el cazo, chaval.
-
¿Qué hora es?
-
Las siete y media.
-
A esa hora en Madrid si no estás dando una conferencia te la dan.
-
Cállese, don José Mari, cállese.
-
Váyase señor Aznar. Váyase y cierre el pico
- No
es lo mismo decirlo como verlo
Cuando
el ex presidente hizo el signo del macho cabrío, un desplante, un brindis al sol, y tú más,
que me la chupeis todos en cuadrilla, un saludo a la afición o lo que unos
llaman pulsar la higa y otros un corte de manga, la estatua sedente de don
Fernando Valdés debió de pegar un respingo en su silla ante la desfachatez de
gesto tan poco ponderado como obsceno e impolítico, y debió de pensar para sus
adentros:
-“Otro
tan lenguaraz como
Pero
el inquisidor Valdés acostumbrado como estaba a ver pasar tantas cosas en esta
España nuestra- los mineros quemaron el caserón cuando la revolución del 34-
desde su lugar de privilegio en el centro del patio claustral de la universidad
por él fundada, no dijo ni mu.
Seguramente comprendería desde el paraíso o
desde los infiernos por donde vague su ánima que los inquisidores del siglo XVI
eran inocentes monjitas puestos a cotejo con los sabuesos y esculcas agentes
secreto muñidores de conflicto conspiradores y tornadizos que hoy pululan por
Viernes,
19 de febrero de 2010
INMIGRACIÓN EN ALUD. HOY SANTA LUFTOLDA
ABOGADA CONTRA
España
difunta, la están cantando el gorirgori nuestros políticos. Apago la televisión
porque no puedo soportar a estas cabezas parlantes, los tertulianos de oficio
como el Chuny ese que se decía comunista ahora defiende a los del bigotito y en
un programa del Siete al tal Pérez
Henares le faltó poco para liarse a golpes con un socialista, gente lleva mi
carro, tres putas y un boticario, son vomitivos- y prendo la radio. El Home
programme inglés aquí se capta desde la
radio del coche lo cual es de agradecer porque uno sintoniza cierta ética,
conecta con la deontología y escucha, voy de oyente por la vida, debates de
altura sobre la historia de la cual nunca renegaron los brits y toda una
avalancha de buenos libros, aman su lengua, su literatura, me dan envidia
porque
Felipón, nefasto y siniestro personaje, su
padre tenía una vaquería en Sevilla y una tienda de aloje montañés, y la
presidencia le hizo millonario. Un rico capitalista judio mexicano le metío en
su contaduría, al igual que a Solana le hicieron jefe de los guardias, a Aznar
lo nombraron corresponsal diplomático de
Entonces puede pasar lo que está ocurriendo en
Haití con las cajas de mantenimientos. El irenismo y el buenismo de Zapatero
que aparecía el otro día en Estrasburgo tan orondo y lirondo tan finchado que
no debía de caberle un piñón por el culo y no sabía que suscitaba la hilaridad
y el cachondeo en los escaños parlamentarios ante su discurso trufado de
vaguedades pero pone tal énfasis y se hace tan el interesante que termina por
recabar la atención de la audiencia aunque no diga nada, nos está llevando a
este estado de cosas, al tercermundismo, al hambre, a ser un estado cuña
manipulados por las oeneges. Zp recorre la cosecha que sembraron sus predecesores
González y Aznar que vendieron los dos al de por junto a mi patria en parcelas. Y han ido sembrando
entre nosotros la muerte a cachos. Muerte de asco porque la política, el
periodismo en este país dan asco. El
virus de la duda y desaliento fue extendiéndose
por el pueblo. Las iglesias se han convertido en museos, los cafés en bancos.
El personal se encoge de hombros o sonríe con cara de conejo ante los
micrófonos de las encuestas que le preguntan si hace frio… sí hace mucho frío
pero vamos llevando el tirón, en casa tenemos calefacción, van a las rebajas y
entran en el Corte Inglés muy pastueños y modositos. El personal no razona ni
piensa sólo dice beee a sabiendas de
haberse convertido en ovejas del gran rebaño. ¡vaya una manada de carneros!
Las
iglesias de museos pasaron a ser o muladares, los cafés se tornaron en bancos,
los pintores pintan mamarrachos y los poetas escriben lírica que no se
entiende, y se han inventado héroes de plástico como Miquel Jackson, los
plumillas expresan por doquier sus ternezas hacia los estatosuniros. Todos
quieren parlar en inglés .A cada `paso surgían platajuntas, plataformas,
comités, dumas, consejos y consejillos, asociaciones y logias. Se rinde
pleitesía al blabla del gran contubernio y mientras tanto llegan y vienen,
presidente, brincan y bailan los emigrantes en patera, como peces en el río.
Nadie les invita pero pasen señores hasta la cocina. Pasen ustedes. Esto es la
mesa de san Francisco donde comen cuatro comen cinco. No se que pasará cuando
se acabe la despensa, quizás los
mantenga el gran Filipo. Lo que ha sucedido en Vic un pueblo catalán donde los
extranjeros son el 80 por ciento puede ser una gangrena que se extienda por la
vieja Piel de Toro. No pasa nada, aquí todos chitón o balando. Beeeeee
HIMNO AL
GLORIOSO SAN FRUTOS
Desde
la girola al trascoro no cabía un alfiler. A causa del gentío que abarrotaba las naves no
pude llegar hasta la tribuna donde estaba el orfeón y la orquesta. Así que me
acomodé como pude junto a los barrotes de la capilla de
-¡Que
bien lo canta!-me dijo una señora-da gusto oírle.
-Gracias
pero me lo aprendí de niño y lo que pronto
se aprende tarde se olvida.
-Debiera
de ponerse con los del coro.
-¿No
ve que no puedo dar un paso?
-Pues
que vuelva usted a cantarlo más años.
Lleva
a un niño en el perambulador o carricoche y era joven. Había venido con su
marido. Mucha gente moza pero los más éramos veteranos. Fui a besar la
reliquia en la urna o lucilo de jaspe
obra de Ventura Rodríguez del santo anacoreta que huyó del mundanal ruido a la
pedriza buscando la paz del yermo lejos de las intrigas y de las envidias-a
este mal que tenemos tan recio los españoles lo denominan históricamente el
morbo visigótico- de la corte goda, acompañado de su mujer Santa Engracia y su
hermano Valentín. El santo sepulvedano
me parece un varón de hoy en una España
cercada por el nihilismo, que adora sólo a Moloch, a Mercurio y a Eros, y sobre
la que se cierne la amenaza del Islam que con ser grave no me parece tan
peligrosa como la de los mundialistas
masones que quieren volver la cruz de Cristo del revés, hablándonos de
globalización cuando asoma la gaita el siniestro perfil del obispo don Opas.
Volvemos al conde don Julián y al llanto de don Rodrigo en la cava Florinda.
Por eso me pareció muy interesante el sermón
del obispo (Don Ángel Rubio es un gran orador) y a trechos me conmovió
porque proponía un retorno o peregrinación a
.
ARMANDO PALACIO VALDÉS O EL SEÑORÍO
Esto parece Villabroncas pues vivimos en un mundo
labil y cambiante. Hoy mi sensibilidad detectan nuevos nubarrones en el
horizonte ¿Más? La calumnia y la baba del sapo. Vivimos en una redoma de
malquerencia. Así que me calzo mis gravas de combate la loriga, la rodela, y
las botas de siete leguas para recorrer el universo de la imaginación. ¿Te
apretaste los machos, nin?¿Sí? ¿Y el catalejo de doble aumento lo llevas? Pues
ale. Y huyo de los torneos de la memoria para refugiarme en la palabra. Don
Armandín, el cantor de la armonía cuyas novelas eran todo equilibrio, me
devuelve a mis metas soñadas, aquel mundo jocundo y cabal que yo entreví en
sueños a través de mis largas lecturas en la camarilla del internado. Con esto
de la dichosa carretera y la perforación del monte de los abedules y la
colocación de enormes estaciones eólicas en las cumbres de
Asturias
era un paraíso natural y a este paso las rapaces inmobiliarias llegadas de dios
sabe donde y con qué dinero (el dinero no tiene patria y carece de afectos) se
puede convertir en un cadalso de cemento. Nos gusta cargarnos naturaleza, talar
árboles. Y a mí me parece que lo que están haciendo en toda la marina pero
especialmente desde Avilés a Ribadeo es un sacrilegio irreparable. Por una
cuestión hace cien años el gran Palacio pergeñó las páginas inmortales de
Las técnicas narrativas nos vienen a persuadir del
convencimiento de que la novela no se inventa, se observa. La aldea perdida
viene a ser la bandera ecologista de
Sin embargo en Asturias y en su querida Villa de
Avilés el interés está renaciendo. Armando Palacio Valdés 1853-1938 estudió en Avilés y en Oviedo y obtuvo la
licenciatura de derecho en Madrid donde se inició en el periodismo colaborando
de Revista Europea. 1883 contrae
matrimonio con Maximina Prende Busto quien muere a los dos años al dar a luz a
su único hijo Armando quien por cierto perecería a los treinta y tres años en un accidente de
automóvil. El aspirante a literato conoció desde muy temprano la desgracia pero
dotado de longanimidad, sentido del humor y optimismo consigue sobreponerse a
los golpes. Aquel amor hacia su primera mujer dio origen a una de sus
composiciones de gran calado psicológico Riverita
y Maximina. Pero el recuerdo de aquella mujer le inhibe de volver a su
Asturias y busca alivio a sus tristezas en Andalucía. Sus novelas adquieren un
gran éxito. Madrid festeja y Lancia (Oviedo) se le rinde al escritor, que con
Blasco Ibañez es el primer escritor de bestsellers. En 1899 se casa con la
gaditana Manuela Vela y se compra un chalet para veranear en las Landas
francesas. No tienen descendencia. Tampoco este segundo casamiento le depararía
felicidad aunque sí cierta estabilidad y equilibrio
01/03/2007
[Recuperación
de unos apuntes de una antigua conferencia que pronuncié en Madrid en 1992]
LAGO ILMEN
Cuenta
la leyenda que a orillas del lago Ilmen se paseaba Sadko tocando el gusli. Tan
bien tocaba el joven que las cúpulas de las iglesias de la hermosa ciudad de
Novgorod brillaban más que el sol. Al paso del joven músico por la ribera las
encrespadas olas del famoso lago donde acamparon nuestros divisionarios de
En una ocasión en que el zar de las aguas
reinaba en su palacio de cristal a escuchar la voz de Sadko acercándose
rozagante y magnífico le dijo: bien tocas padrecito y bien mereces una
recompensa y como premio a tu arte te daré la mano de mi hija Volxova- la
princesa Volxova era la más bella y casta entre las mujeres. Sadko sin embargo
aunque agradecido por la deferencia rehusó la mano de la princesa y se hizo
pope. Llegó a archimandrita y cantaba tan bien que cuando entonaba el canto del
gospodi. Toda la ciudad acudía embelesada a escuchar los recitales. Al eco de su
voz entre vaharadas de incienso se veía pasear a los Ángeles por el sabaoth de
las cúpulas.
Los enfermos curaban y aquellos en cuyo
corazón anidaban los malos espíritus se verían pronto libres de las cadenas de
los vicios y pecados. El conjuro mágico de la voz del humilde pope no ya el Sadko
mozo sino un eclesiástico de barbas bizantinas que llevaba aun rosario a la
cintura operaba efectos taumatúrgicos. Este bello cuento es un poco el símbolo
de la ortodoxia: que cristo ha resucitado venciendo a la muerte y a todos los
males del mundo. En la ortodoxia se unen el culto cristológico y la devoción
marial. La invocación en la liturgia oriental a María es continua porque
Ella es el nuevo Miguel que aplastará la
cabeza del dragón[51].
Si existe alguna diferencia entre la religiosidad eslava y la latina seria este
matiz que carga más el acento sobre la intuición que el intelecto. La teología
de santo Tomás es maravillosamente discursiva una pirámide perfecta donde cada
sillar apoya al siguiente al de delante y al de detrás. La bizantina se
abstiene de silogismo y no intenta revelar el misterio de la redención a la luz
de la razón. Simplemente cree en el misterio. Su única garantía es la resurrección
del cristo total.
El
conservadurismo, este apego a las ancestrales tradiciones hace que el
cristianismo oriental se parezca al que hubo en Asia menor. Está prácticamente
intacto en sus preces, abluciones, misales, antifonarios y en sus ancestrales
cánticos. Desde san Cirilo y san Metodio. Es precisamente este apego a la
tradición lo que llena de encanto su maravillosa liturgia la cual es grande y a
la vez humilde y deprecantes. En sus iglesias no se tolera otro instrumento
musical que el de la voz humana. El canto coral. Los cantos y motetes en
fabordón. La polifonía y de esta aura de musical se desprende como una aura de
incienso celestial. La recitación hesicastica consigue que los creyentes
guiados en su ascenso del camino místico por los staretz alcancen la
perfección.
Fueron
cristiandades que según la leyenda fueron evangelizadas por san Andrés que
predicó en Novgorod a orillas del Dnieper. Pero no hay Novgorod sin lago limen.
Aquí precisamente vinieron a luchar los soldados de la división frente al
bolchevismo aquí donde Sadko tocaba su gusli a la vista de las cúpulas de
cebollas de las catedrales e iglesias de esta ciudad. Fue un puñado de
españoles idealistas quijóticos que lo dieron todo a cambio de nada.
Padecieron las privaciones y fatigas del hielo
la nieve y el hambre y en verano los cancanos y los mosquitos insoportables de
la rasputiza o deshielo. Los que
pudieron regresar de Rusia luego serian médicos periodistas filólogos
catedráticos o empresarios. Ninguno fue capaz de olvidar a Rusia para bien o
para mal. Lo dieron todo a cambio de
nada. Sui sueño era Europa pero no
Novgorod colonizada por los suecos significa
en dialecto varego la ciudad de la isla. Su catedral esta dedicada a santa
Sofía y varios monasterios. Precisamente durante un corto periodo de tiempo fue
liberada y pudo establecerse el culto divino previamente suprimido el marxismo.
Etimológicamente limen significa mar de barro opero no fue barro lo que se
encontraron los esquiadores del capitán Ordás sino hielo a 52 grados bajo cero
aquella sangrienta trágica tercera semana de enero de la que se cumple ahora
medio siglo. Tuvieron 196 bajas solo quedaron siete supervivientes en el
batallón.
MALDITAS
GUERRAS
“las
guerras-ya lo decía Tito Livio- son concertadas por los más viles y abyectos y
combatidas por los más valientes y generosos”[música]. En un tiempo en que son
derribados pedestales y caen las estatuas como en un cuento de Oscar Wilde,
tras el derrumbe del Muro de Berlín en
En un
periódico alemán leía yo recientemente un reportaje estremecedor: el cipo o
estela funeraria de un cementerio soviético donde yacían los restos de los caídos
en la guerra patria había sido profanado. La cruz con los nombres de los
fallecidos fue hecha pedazos. ¿Que culpa tendrán los muertos? Ocurrió en Minsk.
La desalmada acción de estos gamberros sembró la indignación en la población
pero nadie se atrevió a protestar. En la antigua URSS no sólo hay hambre. Hay
miedo. Stalin está muerto y bien muerto. A Lenin se le suprime el culto y los
privilegios. Se quema en efigie a Brezhnev corrupto burócrata pero ahora mandan
más que nadie los bolcheviques unos bolcheviques que no hablan sino la lengua
de los que antes se consideraban sus rivales.
Ellos
sin embargo son los herederos de los que tomaron el palacio de invierno y los
perversos descendientes de Abrahán Litwaski que comandaba el pelotón de sayones
que disparó contra el zar y su familia en los sótanos de la tahona de Ipatiev
el Rico Mercader en Yekateringrad el 17 de julio de 1918. Han vuelto a Rusia la
nación amada por cristo
Por
lo pronto sobre los cielos cobrizos de la estepa esos cielos que el gran
escritor divisionario tomas salvador describió como falto de vitaminas
sobrevuelan grandes bandas de cuervos. Esas siniestras aves han aventado la
cadaverina guiados por una rapacidad que atisba el amplio expolio. Si bien es
esto cierto también parece que la religiosidad del pueblo ruso registra un
nuevo florecer. Están llenos los templos aumentan las vocaciones sacerdotales y
aspirantes al sacramento del bautismo. Y se siente el blesni[53]
de la cristiandad. Xto. regresa a sui nación preferida con palabras de perdón y
de reconciliación. El que es fuente de eterna misericordia como entona con cadencia
suplicante el diacono en su canto litúrgico. La riqueza de su expresión
adorante. La magnificencia de sus coros. El subir del incienso y el refulgir
del oro de las casullas y de esos iconostasios que parecen pintados por Fra Angélico.
Todo eso debió de impresionar a Tomas Salvador así como otros muchos de los
expedicionarios participantes en la campaña. Habría que hablar de una expresión
que sólo existe en idioma ruso: la “sobornostb”[54].
Cierto que en la gran marcha a pie desde
Polonia hasta
En
diversos narradores de
El común denominador de aquella generación fue
la espiritualidad y tengo que aludir aquí a Las cartas del sargento Basilio de
José García Luna. Espiritualidad y sentido del humor todo junto. Otra constante
en todos ellos es la ausencia de odio. En Decisión 250 y en las Cartas del
Sargento Basilio se habla del hermano Iván y del hermano Mischa “que nos
incomodan con su música de viento: los temibles organillos de Stalin”. Muchos
se sienten deslumbrados por la literatura rusa. Habían leído a Cejo en su
nostalgia angélica donde la aspiración a los ideales nobles choca con la rutina
de la existencia y el tedio de los hombres vencidos. O contemplado el alma
humana a través de Dostoyoveski o Tolstoi o admirada las perfectas descripciones
de la naturaleza de Turguenev.
RESPLANDOR DEL ICONOSTASIO
La
narrativa rusa parece un corolario o sobrehaz a las páginas del Evangelio. Así
que las iglesias que ellos contemplaron seguían siendo las mismas que las
retratadas por los maestros rusos: edificios sólidos, de traza cuadrada con un
atrio o antojana que lindaba con el camposanto, de muros abocinados de madera o
de ladrillo rara vez de piedra y con cúpulas bulbiformes. Hasta en las aldeas
más míseras alza su cresta por encima de las techumbres de bálago de las islas
el chapitel del templo ortodoxo con sus cruces trilobuladas una exégesis
trinitaria en medio del campo y el bosque. Son torres sin campanarios.[56].
En el interior no suele haber bancos o reclinatorios porque a las ceremonias
litúrgicas se suele asistir de pie. Tampoco hay imágenes o estatuas de santo
una reminiscencia del tiempo de los iconoclastas. En las naves laterales suelen
aparecen copiosos iconos y lamparillas de la virgen iluminado el rostro de
La
anáfora es mas larga que el canon latín y el padre nuestro se canta una vez y
se reza tres. El coro canta con frecuencia el Slova Tibie o gloria a Ti. Es un
rito hermoso, cuajado de simbolismo y de reminiscencias ancestrales de gestos
mayestáticos y de una solemnidad suprema. Las capas pluviales y dalmatitas
recamadas de oros y cobaltos llevan en los vuelos grabada la palabra Niké
(victoria) y la feligresía se persigna con frecuencia y realizan las
genuflexiones o el plokon. Los ortodoxos rara vez se arrodillan. Doblan el
torso a veces hasta tocar el suelo con los dedos de la mano. Se rigen por el
calendario juliano que marca sus fiestas con respecto al gregoriano con dos semanas
de retraso.
Tampoco coinciden en la celebración de la
pascua salvo una vez cada quinientos años. Es la fiesta más importante del año.
Después la de
A san
Juan Crisóstomo el patriarca de Constantinopla expulsado al exilio de los
montes de Armenia por fustigar en sus sermones las corruptelas de la corte se
le profesa gran devoción. Un pueblo de gran sensibilidad como el ruso tan
inclinados a hablar y habida cuenta de sus grandes capacitaciones literarias se
encuentra en la fuerte tradición oral surgida al pairo de los rapsodas pues es
el país de los cuenta cuentos y de los rapsodas tienen que venerar a la fuerza
al Crisóstomo[58].
Rusia es el cuento de los cuenta cuentos y de las “sdachi” y que ha legado a la
cultura del mundo historias tan hermosas como la de Blancanieves o Zoliuska.
Rusia al igual que Irlanda tiene una fuerte implantación oral por los estratos
campesinos de su población. En la narración breve nadie consiguió ponerle un
pie delante a Chejov o Andriev. En ambos autores un par de pinceladas sirven
para condensar el pálpito de lo bello, ese fulgor misterioso traspasado de
serenidad y de clemente unción la cual se refleja en los iconos.
Los
rusos no tuvieron edad barroca. Se plantaron directamente en la modernidad
desde la edad media. De ahí que la tradición cristiana sin pasar por la
contrarreforma o la ilustración. Para su suerte desconocieron las luchas y
escándalos a los que dio lugar el papado. Fue un verdadero don de dios tener
iglesias autocefalas y con ello se libraron de las guerras de religión
motivadas en parte por el escándalo y las corrupciones de la sede apostólica
durante el siglo XVI. El haber estado en parte bajo la dominación otomana en
parte dio a los patriarcados cierta cohesión y fue un verdadero milagro que no
desaparecerá el cristianismo.
Eso
se debe en parte a un regalo de los zares herederos del imperio bizantino. De
este hecho arranca su supuesto mesianismo. Tan hondo caló en el pueblo ruso ese
sentido mesiánico que la palabra para designar a un campesino y a un creyente
es la misma: “xristianki” como hombre o mujer de vida sencilla que guarda los
mandamientos. Por fútil que parezca,
esta idea sin embargo es muy importante a la hora de entender tanto el alma
como la historia de este pueblo tan castigado por las desgracias que rara vez
cae en la protesta airada o en la desesperación.
En la
gran narrativa rusa solo aletea el aliento resignado de la aceptación de la
voluntad de dios. Los legionrios de
Nos amenazan los acreedores, la vulgaridad, la
indiferencia, el desamor. Todas las historias de grandeza concluyen en la
crujía de un hospital en la galería o en la cárcel o en el convento para
perderse irremisiblemente en ese pañuelo de tierra que nos aguarda. Solo el
vaskresenia o la esperanza de la resurrección en Xto. Puede mitigar tanto
dolor. Aquí yace la clave del gran humanismo ruso: en las veras esencias del
cristianismo. De su mano alcanzaría la novelística rusa las más altas cimas de
excelsitud literaria o se hundió en los penetrales de los flujos de conciencia
psicológicos. El alma rusa se ha enfrentado al bien y al mal con una sonrisa
misteriosa “ylibiatsa”. Es la sonrisa de Basilio el patriarca de Constantinopla
que no aceptó las exigencias del emperador Valente. O es la sonrisa que el
viajero encuentra al llegar a Moscú y que puede ocultar siempre cartas bajo la
manga. Es la misma sonrisa con que los mujiks acogían el látigo de los barin.
La troika siempre avanzará por la taiga a golpes knut. Ante la tiranía del amo
sólo cabe el ensimismamiento. El mujik sometido parece decirle a sus propias
barbas:
-Ahora
tú ganas, me maltratas, tu comportamiento es infame, pero poco importa porque
al final resucitará cristo y nos librará a ti y a mí del oprobio de nuestros
pecados. El se apiadará de tus culpas y a mí me librará de la injusticia.
Pero
semejante mansedumbre no es sinónimo de debilidad sino que es capacidad de
aguante o “vinolit”. Es la resistencia rusa que plantó cara a Hitler y a
Napoleón. Stalin cuando se vio perdido y con los alemanes a las puertas de
Moscú hubo de acudir al patriarca Sergio y apelar al patriotismo eslavo que es
profundamente religioso. Rusia –la shirokaya natura[59]-
es casi imposible conquerir militarmente. Siempre se guarda una carta en la
manga y exurge cuando parece vencida. Es el país de la resurrección. De la gran
pascua rusa que Rimski Korsakov pasó a los pentagramas. Los que ahora mismo
venden la piel del oso antes de cazarlo debieran ser cautelosos.
RUSIA NO ESTÁ TAN MAL COMO SI QUISIERAN SUS ENEMIGOS
“Russland
ist krank-decía recientemente un comentarista de
Entre
los escritores unos son prooccidentales (raskolnieki o zapadniets) y otros
eslavófilos. Culpan a la religión los zapadniets del atraso de la incuria y de
la incultura nacional como Turguenev
mientras otros los raskolniki dicen que Rusia ha de centrarse sobre si misma.
Tal es el caso de Dostoievski. Solzhenitsyn ha venido a determinar que el Oeste
está podrido. Se está refiriendo a los banqueros ingleses a los ambientes
cosmopolitas alemanes que generaron
A
continuo tras enfrascarme en una serie de consideraciones teologales y
filosóficas desde el estrado de aquella mi conferencia de la cual conservo un
recuerdo naif porque hablé a pecho descubierto y sin procurar desenfilada ante
un auditorio de fachas con los colmillos retorcidos que también tenían una idea
vaga de lo que había sido aventuras de patrón cortado a base de arengas y de
manuales de texto heroico pero muchos no sabían donde habían combatido porque
decían el Volchó sin reparar que la ch alemana equivale a la j castellana igual
que la x cirílica abordé la idea motriz de mi larga charla ambientada con cuñas
de música con cintas de la liturgia de San Basilio que yo había bajado de
De un
fracaso militar y estratégico como fue aquel (la agrupación tuvo muchos
prisioneros, infinidad e incontables deserciones porque mucho se habían
apuntado para pasarse a los rusos porque habían combatido bajo las banderas del
comunismo en la guerra civil) se siguió un punto de partida, un algo que está
en la mente de todos hoy en 2008 cuando el mundo ha cambiado tanto de aquel día
de enero de 1992. Todo ello fue fruto de una intuición de una realidad que no
se me escapaba.
La
gente de mi generación sujeta a los vaivenes del idealismo y educada en la
búsqueda de la excelencia y de la utopía a través de una enseñanza tan excelsa
como precaria en los seminarios y colegios de frailes y monjas puede adolecer
de confundir la verdad con la fantasía. Nos lavaron en cerebros con
lucubraciones entreveradas de lo falsa y lo verdadero: en el amor y en la
concepción de la mujer un tanto petrarquista y en la creencia de que el orden
de las cosas es de una sola pieza con una línea demarcación tajante entre el bien
y el mal, la noche y el día, la luz y la sombra.
Al
correr de los años hemos ido descubriendo a base de descalabros y de desengaños
que no hay tal hito de separación. Que los campos se confunden. Era el
resultado de la propaganda franquista. Posteriormente me enteraría a través de
los rusos con los que he trabado contacto, mis queridos amigos de
Yo
tenía una idea romántica de todo aquello. Hube de marear la perdiz y marear el
perro. Las batallitas de los de la división eran charlas de cuarto de banderas
en que se mezclaba el escozor de la derrota y de las penalidades con el orgullo
de haber sido supervivientes del invierno ruso y al avance incontenible de la
infantería soviética que peor pertrechada que la alemana cuando los organillos
de Stalin o pequeños bazookas eran su herramienta principal había [62]mostrado
ser la mejor del mundo. Los mozos de aquellos reemplazos que se alistaron en la
campaña de Leningrado tenía una idea vaga e imprecisa de sus motivos y esa
imprecisión seguiría después en los que crecimos al pairo de aquellas “gestas”.
Pese a la derrota, los militares regresaron con la moral y artilleros infantes
y caballería mecanizada aprenderían bastante sobre el arte de la guerra. Hasta
el punto de que puede decirse que aquellos veteranos serían la elite del
ejercito de Franco. Rusia les había transformado. Les resucitó. ¿Por qué?
No se
me ocurre otra explicación que el contacto con ese aire mesiánico y renovador
que tiene todo lo ruso. Uno se explica por qué ahora la ex Unión Soviética está
en el punto de mira de los ataques de la propaganda occidental. A tal respecto
a Rusia se la odia por ser cristiano y por ser depositaria de los valores
heredados de Bizancio. Es algo de lo que no me cabe duda y estoy orgulloso de
haberlo avanzado en aquella turbulenta en FN hace 16 años. De manera que la
versión de autores que a mí me entusiasmaban por entonces como Vadillo,
Salvador o García Luna, no era falsa y tiene en la actualidad plena vigencia.
Otro pregunta que me asaltó al estudiar las hojas militares de todos los que
sirvieron en el Osten Front alemán fueron relegados y ninguneados e incentivó
mi curiosidad halló una explicación en los tratados de amistad con los Estados
Unidos que sólo sirvieron para mermar la capacidad ofensiva y defensiva de
nuestro ejercito. Los americanos nos entregaron partidas de desecho de la
guerra de Corea. Jeeps que se atollaban en las maniobras y carros de combate
que no disparaban. En suma chatarra. Por lo menos
Yo me
había formado una idea muy romántica de todos aquellos supuestos pero a grandes
rasgos mis percepciones no estaban muy alejadas de la verdad.
VASKRESENIA
En la
ortodoxia todo gira en torno a la resurrección. La gran novela de Tolstoi del
mismo identifica un poco el alma a la vez melancólica y exaltada del pueblo
eslavo. Xto. no sólo triunfa de la muerte sino que da vida a la naturaleza toda
(shirkaya natura) con savia nueva. Entonces el amor llena la tierra. Es un
wishful thinking un ideal que nunca se alcanza. La realidad de todos los días
es el pecado y la muerte que se acerca y un leitmotiv que se repite todos los
años y que la humanidad avance sin conseguir la meta. No importa. La noche del
sábado santo todas las campanas bolean a gloria por toda la tierra. Es un
mensaje salvífico que impla los confines de todas las cosas.
En
ruso en búlgaro en polaco el día del señor o domingo se llama Resurrección.
Cristo al romper las ligaduras del pecado nos redime y nos perdona. Su perdón
es salvoconducto de vida eterna. Tan sólo hace falta creer en él. Sumirse en la
adoración constante y el poder de la redención sufre nuestras mermas. En este
punto de contacto teológico de que la fe es más poderosa que las obras porque
el hombre es nada la ortodoxia se acerca al protestantismo y al catolicismo
pero se alega de ellos al huir del pietismo individualista. Y de lo particular.
Entre los griegos existe el efecto sobornostb del que hablamos, lo coral que
implica que la salvación ha de ser total de todo el genero humano no de unos
cuantos elegidos y esa es la pieza angular del viejo creyente ruso que se
siente traspasado por esta angustia mesiánica y es la base de la que parte el
principio del amor y la caridad. Dios es amor pues. No un dios justiciero y
temible como piensan los judíos y los jansenistas. La indolencia eslava se
sitúa en las antípodas del concepto deifico de
Otro
aspecto diferenciador es el valor que se da entre ellos a la tradición y a la
liturgia con su carga estética del platonismo. Bizancio por ejemplo ejerce un
gran influjo en los latinos hasta la baja edad media inspirando por ejemplo
todo el arte románico y la idea de belleza del Cristos Musicus, del Cristos
Sculptor y del Cristos Pintor que se refleja por ejemplo en el hieratismo del
Pórtico de la gloria. La fe ha de entrar por los ojos, es algo inefable. A ella
se llega por el oído y por la vista pero sobre todo por el oído. FIDES ex
auditu. El Cristo ortodoxo tiene que ver entonces muy poco con el Yahvé que
truena en el sinal, un dios que hace la guerra y que maldice a los enemigos. A
los popes no les está permitido tomar armas ni alistarse en el ejercito como
ocurrió entre las ordenes militares de occidente.
En
este año de 1193 se celebra el sexto centenario de San Sergio de Radonezh una
especie de san Juan de Dios a la rusa que abrió un sin numero de hospitales y
casas de beneficencia por todo el país. Es uno de los bienaventurados más
milagrosos de todo el calendario del Santo sínodo y también un devoto de la
virgen puesto que gracias a él toda la vieja Rusia se llenó de viejos iconos.
De
Rusia
por tanto ha renunciado a los planes quinquenales y manda venir a los yurodivi
que son los santones que van de un lado para otro con unas alforjas y unos
evangelios por todo bagaje. Su espiritualidad sigue los rumbos de los hindúes y
el camino de perfección lo va marcando a los iniciados un “staretz”. He aquí
que pues toda Rusia se ensimisma vuelve a su vieja espiritualidad mientras envía a la chatarra las divisiones
acorzadas y los bombardeos nucleares. Lo que no quiere decir que no sea un país
muy fuerte. Militarmente hablando sigue siendo tan fuerte como los Estados
Unidos e Israel y no es tan fácil destruirlo como quisieran muchos de sus
enemigos. Así pues Rusia propone un rearme moral como programa de salvación
para la humanidad mientras se acoge a la protección del manto de
WOJTYLA
POLEMICO
No
soy teólogo de oficio por más que lo
sea de afición ni me creo la persona más idónea para pronunciarse sobre
cuestiones de tanta enjundia cómo el asunto de quien lleva la razón en esta
vieja disputa por cuestiones canónicas más que de dogmáticas [el único matiz es
el famoso Filio que que alejó a los latinos de los griegos en el Concilio de
Nicea en la interpretación de la hipóstasis trinitaria] entre Roma y Bizancio
que se vienen manteniendo desde el siglo XI. Doctores tiene
“Sed mundus vult decipi” proclama Jerónimo. Tal vez siempre fue así aunque la
propaganda nunca contó con tanta proliferación de medios. La capacidad
persuasiva del diablo parece haber ido en aumento. Se combate la sabiduría la
bondad el silencio entre tanta gritería y tanta proclama histérica. El ser
humano se encuentra sumido en una postración moral. Quiere hacer de la persona
humana portadora de valores eternos según afirmaba José Antonio un pelele un
muñeco con alma de quita y pon igual que si fuera un bote de coca cola o un
articulo desechable. La jerarquía católica parece que asiste como convidada de
piedra a este evento, lo cual enfurecía a Joseph Ratzinger a la sazón secretario
de
-Cristos vaskriese.
-Paistini vaskriese.
-Arriba España.
Se
escucharon muchos aplausos
Domingo
12 de enero de 1992
ANASTASIMENE.
Estuve
toda la tarde conectado a Internet Radio
Grad –Petrov. Los oficios de las vísperas (zagoveñíe) duraron tres horas. Toda
cantada y multitudinaria. Desde la
catedral de San Isaac en Petrogrado o Petersburgo. En las “sabor” (catedrales)
no hay sillas y los fieles asisten a la ceremonia de pié. De vez en cuanto
entre el canto angélico de los oficiantes y de las tronadas del coro se
escuchaban los chillidos como golondrinas de los niños asistentes a la
ceremonia, muchos de los cuales son hijos de los popes. Pese a la largura de la
liturgia puedo decir que se desconoce el cansancio. La liturgia es simple y
repetitiva. No hay órgano ni instrumentos musicales. Se prolonga a través de
las letanías entonadas por un diacono en la cual se hacen rogativas por todo el
genero humano, por las iglesias, por los pobres, por los gobernantes, por los
enfermos, por los peregrinos y desamparados, los consagrados, los creyentes y
descreídos, los judíos, los mahometanos, los budistas. Esto es el Cristo total.
En un tono de fabordón. A cada plegaria letanía responde el coro con la
invocación mágica del Kyrie eleison que es “Gospodi, pomilui nas” (Señor ten
piedad de nos). También las ofrendas y tributos a
Uno
se siente prendido y cautivo de tanta magia. Es el viejo rito de San Basilio.
Un viajero español Andrés Laguna, judío converso de Segovia, que escribió el
Dioscorides en su “Viaje a Turquía” hace una descripción de su estancia en
Constantinopla y de su visita al Monte Athos y se maravilla por la devoción y
atención existente en las pequeñas iglesias griegas. Donde no hay prácticamente
sermones. Todo es acto y representación de los grandes misterios cristianos de
Uno
se siente un poco transportado. Y recuerda las palabras del apóstol “fides ex
auditu”. La fe entra por los oídos, por los sentidos y Cristo llama a la puerta
de las almas no a través del intelecto – fue el gran error de los jesuitas y de
muchos de nuestros predicadores a lo fray Gerundio- sino que da con los
nudillos en el corazón. Esta liturgia nos hace nadar en un mar de lágrimas y
acaso es a lo que se refería san Agustín cuando definía: “Deus Caritas est”
Dios es amor. Los ortodoxos celosos guardianes de la tradición quizás tengan la
clave de los arcanos del dogma cristiano. Desconocen el culto a la personalidad
y consideran que hasta el más humilde pope de cualquier aldea rusa es el
sucesor de Cristo en la tierra.
De
ahí que Chejov nos haga notar como aquellos rudos clérigos de las aldeas de la
estepa cuando se revisten de la casulla y se colocan la estola sobre los
hombros parecían transformarse en algo superior. Y ese es el secreto del
esplendor de los ornamentos que algunos podrán criticar pero los popes se
revisten del esplendor de su casa. Feliz anastasimene
o spasimene a todos. Dentro de siete
días nos aguarda la baskresiene:
Armando
López salinas
Pobrecita
de la madre que tiene un hijo minero a la puerta del pozo la están cantando el
entierro. Una de las grandes novelas sociales de los sesenta fue
Por
eso, deleita encontrarse con libros como este que hablan de la ruda realidad de
la emigración cuando el pueblo sabía hablar castellano y era un referente de
sabiduría, ponderación y resistencia. Hoy ya no son posibles milagros así
porque se ha debelado la sapiencia, vivimos en la cultura de la queja y los
complejos y prejuicios de no saber inglés, de modo que a los niños de las
escuelas, dicho en términos de ministros tan incompetentes como Wert y sus
predecesores se les enseña la lengua.
El diablo de incultura el duende de nosotros se burla de nuestros estudiantes
pues no quiere que aprendan el idioma de Quevedo de Gracián ni gocen de las
quintillas de Lope, de los sonetos de Herrera o de las cuartetas de Berceo.
Tratan
los vaivodas del Supremo Señor de los Anillos que nuestras generaciones
venideras regresen a la barbarie que no sepan expresarse sino en una jerga
reducida a quinientas palabras. Los mineros de López Salinas hablan con la
propiedad de los pastores de Cervantes. Son aquellos a los que cantaba el Presi
mineros los mis mineros del pozo de Mosquitera, Asturias hoy por vosotros viste
traje de fiesta; un hacho y un candil y el rostro teñido de polvo negro la
cuadrilla baja al tajo las vagonetas al fondo hay siempre una carretilla y una
mula esportillera que a lo largo de su vida al lomo las artolas de antracita
jamás verá la luz del sol. Las galerías se entiban con maderos de eucalipto que
aguantan por su flexibilidad derrubios y atierres. A lo largo de la novela se
cimbrea la tierra acometida por picos y palas de los picadores y pasean
personajes como Huevos Duros, el Estirao, el Tieso, El Tuerto, el Extremeño que
en la taberna de Casa Amelia beben vino, fuman , tosen y cantan coplas como
esta Que es aquello que reluce-en el
monte Naranco-son los fusiles de Peña-que los están engrasando… o el cura de
Campuzano no gasta calzoncillos- se los quitó el ama-para envolver a su niño… la
mujer del Asturiano era amplia y de carnes prietas. Son cantares y sufrimientos
del pueblo López Salinas militante comunista pudo publicar una compendiosa pero
importante y original obra durante el franquismo. Dice que este libro su relato
mayor recoge las confidencias de un minero asturiano que expulsado de Mieres va
a trabajar luego a las minas de León, recala en Almadeen don de contrae una
enfermedad incurable la impotencia causada por el contacto con el mercurio.
Luego, la juventud perdida entre hambres sufrimientos y trabajos acaba su vida
laboral en un yacimiento de Jaén donde se ajusta gracias a un listero que
conocía de su pueblo. Ocurre una explosión y varias cuadrillas perecen a causa
del grisú. El protagonista logra ser rescatado pero queda invalido de por vida.
La mina es el retrato de una sociedad en evolución con deseo de progreso, la
actitud frente a la familia la amistad el sexo los problemas del alcohol y las
enfermedades profesionales se dibujan en este hermoso libro publicado por la
editorial Destino que tiene pese a lo bronco de su prosa un carácter poemático
de canto a unos hombres valerosos que hurgan las entrañas de una montaña para
dar de comer a sus familias contado de forma sencilla, pero, injerto, con una
excelente definición de la prosopografía y de la geografía paisaje y tipos
reales, en la belleza de un lenguaje propio y cabal en el que se expresan
pequeños personajes con el alma muy grande. Descanse en paz. Que te sea leve la
tierra, compañero Armando, buen comunista, que fuiste amigo de los que
escribíamos en papeles falangistas antes de que llegasen las apisonadoras del
crudo capitalismo yanqui que nos arrebató la perspectiva y hasta la ilusión de
vivir pero que no han acabado con nosotros, seguiremos en la misma demanda
llenando cuartillas y páginas de ordenador hasta que nos llame Dios. La muerte
creo que no es el final
26-3-2014
EL MANZANARES NAVEGABLE, GALLARDÓN Y
FARAÓN… PUENTE DE LA SEGOVIANA
CUYOS
OJOS ESTÁN LLORANDO ARENA....
Paso por el puente de Toledo y me sonríe toda la
historia de España que se condensa al socaire del soto de Madrid. Sin embargo,
las obsesiones megalómanas y gentílicas del alcalde Gallardón, dineros negros,
tributaciones onerosas, a ver enséñanos la patita pero el lobo no responde. Es
mudo. Pero vamos a ver, señor alcalde, ¿qué vamos a hacer con tanto puente para
tan poco río? A ver que me lo expliquen de una vez. Tras don Manzano que yo no
sé si era manzano o era peral a ustedes les dio por dejar esta bella ciudad que
ha dejado de ser castiza para convertirse en criolla o pepitoria de todas las
razas del mundo en un pisto explosivo, cuidado con esta treballa, yo me refugio
en los clásicos. Góngora era contundente en sus frases y tenía todo ese salero
e ingenio que les falta a nuestros políticos, a los luisetes del colmete,
mamporreros y millonarios (que se vayan a jugar al golf, con el Butanito y
comparsa al que vi estas vacaciones por Luarca con un puro en la boca que
abultaba más que él; qué tío, ellos cubiertos bien el riñón, no es lo mismo
decirlo como verlo toda la vida dándole a la tecla y tienes que regalar
prácticamente medio siglo de profesión y trabajar de balde), a nuestros
valientes milicos que se sacan una pasta gansa en concepto de dietas y gastos
de desplazamiento, tres mil euros son muchos dineros, patrón, lo del barranco
del Lobo quedó muy atrás, pobrecitas madres que solas están de ver que sus
hijos a la guerra van, pero la de Afganistán no es la de Melilla y de allí un
triste sargento puede forrarse y hacer
las Américas, por si fuera poco va el ministro y pone una vela a san Homobono
patrono de los sastres y les dice que les va a subir el sueldo a las tropas de
refresco pues lo que ganan no es bastante.
Y a
nuestras reinas con monsergas, de las mañanas y las tardes, casi todas ellas
malagueñas salerosas o valencianas
retrecheras de culo bajo pero
bastante sosas, bellezones pero aburridas como ellas solas, niña qué buena
estás pero eres el tedio ambulante en un cuerpo de perfecciones, insípida y
algo panoli y de la escuela galatea de ese patarata experto en casas reales que
habla tan deprisa que no se le entiende,
el Petrafidelis ese, morboso como él solo pero a vivir del cuento.
Algunos no le harían de menos a asco tan rico. Usos y costumbres arrasados y
todos los privilegios bajo la bota del Gran Cofrade. Aquí al que más chilla,
capador. Es la ley de la calle.
Dijo
don Luis:
-Cada uno estornuda como Dios le
ayuda.
Era
el río de Madrid el risum teneatis de
los curiales y embajadores que venían de fuera y a la vista de los muros de la
patria mía el veredicto era definitivo. Se armó un verdadero choteo lírico en
el mundo a costa del Aprendiz de Río y sus afluentes. Mucho puente para tan poco
río. El caudal del Manzanarillos y más este año con tanta sequía está que da
pena. Ayer meóme un burro y hoy me ahogo,
insiste Góngora y Quevedo diagnostica:
-En ti se mueren de sed las ranas y los
mosquitos.
Pero
ahí está la puerta de Alcalá y ahí sigue el Puente de Toledo con las obsesiones
megalómanas del alcalde deshaciendo lo que hizo Tierno. ¿Y los patos y las
ánades? Se las merendaron de antuvión unos negros que pasaban por allí, al
ronco sonido del tantán, que menudas tribus son los que plantan la tienda cerca
de
¿El Manzanares navegable? Nanay. Lo han enterrado
y ahora don Ruiz Gallardón, este don Gil de las Calzas Verdes de la política (Spanish politicians are taking us for a ride,
es lo mismo mande pedro que juanito, todos ensillan y cabalgan), epitome de
hijo de ser vos quien sois y un ejemplo de las cien familias que siempre mandan
en este cotarro haciendo a pelo y a pluma tiene Madrid arrasada de obras que no
se acaban nunca y no sabemos quien las sufraga, en algo hay que ocupar a tanto
recién llegado. Gallardón en comandita con misteriosas oenejes herejes, el
felpudo del caballo troyano, los ha puesto de pico y pala a los que acaban de
llegar, les ha dado un mono, un curro y un número en la seguridad social, eso
que a nosotros nos costó tanto.
Más
allá de todas esas consideraciones veniales a mí el puente de Toledo siempre me
inspiró ideas lúgubres. Es la puerta que conduce a lo desconocido, el
abigarrado mundo de los carabancheles, la cárcel, y al tétrico perfil de
cipreses de las sacramentales que estaban detrás de él.
Dicen
que fue el triunfo del barroco en arquitectura. Me remito a un párrafo del Diablo Cojuelo: Daban
en Madrid por fines de verano las once de la noche, hora menguada y faltaba la
luna, jurisdicción y término redondo de todo requiebro lechuzo y patarata de la
muerte. El Prado boqueaba coches en la última jornada de su paseo y en los
baños del Manzanares los adanes y las evas de
La novela del mejor mirón que haya tenido esta
ciudad puesto que alzaba los tejados y perforaba las paredes y hasta captaba a
los avecindados y paniaguados de la villa en sus actitudes más comprometidas
echando un polvo o cagando no puede empezar de mayor brío. Ite río est. Se
acabó la misa y todo lo que se daba. Luis Vélez de Guevara que así se llama el
autor era un lince. Con esta frase hace un homenaje entre chusco y tierno al
humilde río capitalino tan maltratado por los autores.
El afluente del Tajo por la parvedad de materia y
lo escaso de su caudal y a pesar de su menguada magnificencia en comparación
con los grandes torrentes europeos (Sena, Rin, Tamesis, Danubio, Oder) cuenta
con copioso flujo de reseñas y su propia topografía literaria.
El soto de Madrid por donde abre su cauce
Manzanares es el locus amoenus de
Mucho saben sus orillas otrora cubiertas de
alisedas, choperas y sauzales y hogaño
de hormigón acerca de billetes, cartas, encuentros en la furtividad y
también duelos y estocadas. En la guerra civil por estos pagos se cepillaron a
unos cuantos pues García Atadell el asesino de las brigadas del Amanecer le
tenía tomado cariño al puente de Toledo para dar mulé a los fascistas.
En fin, que estas aguas hoy enterradas sabrían
mucho. Madrid acudía a la vera del Manzanares a servir al amor y a merendar o
lavarse las miserias rindiendo de paso culto a la higiene. Ahí están como
inagotable filón que inspira al numen de novelistas y de poetas las famosas
lavanderas del Manzanares. O los chulapos de gorro calañés jugando a la
gallinita ciega por los alrededores. Es un marco ideal para ofrecer el lado amable y risueño de la existencia…
Está cargado de mitología este Manzanares y su
perspectiva no puede ser más idealizada como tópico literario al que recurren
unos y otros a lo largo de la historia casi tanto como a su amo, el padre Tajo
del que es tributario y edecán. El otro lado del río suena un poco como las
partes infidelium. A un amigo en un bar de General Ricardos le sacudieron por
una tontería y buen abollón que le hicieron en la frente.
Garcilaso lo sublima y habla de la aparición de
elfos, ondinas y náyades en el lecho de sus aguas, licencia poética que no se
permiten ni Góngora ni Quevedo. “Tiéneme del sol la llama tan chupado y tan
sorbido” etc. En Góngora este refitoleo frisa casi en lo cruel con su apotegma
de ¡ “meóme ayer un burro y hoy me ahogo!”. Vélez de Guevara con la sorna
impenitente de su don Cleofás prosigue la racha de derogatorias deferencias: “El
río Manzanares se llama río porque se ríe de los que van a bañarse en él, no
teniendo agua que sólo tiene regada la arena como río navarrisco[65]
siendo el más merendado y cenado de cuantos ríos hay en el mundo y el de más
caudal es pues lleva más hombres y mujeres y coches que pescados los dos mares
aunque me espanta tanto puente pues ya el vizcaíno lo dijo: o vende puente o
compra río”
Tirso de Molina tiene a bien llamar a los de
Madrid ballenatos pues soltó la especie de que había corrido el rumor de
que una ballena había venido a parir a
Para eso ya están los portugueses. El sarcasmo
lancinante del madriles es como un muro de contención que guarda de la
tentación de tomarse uno a sí propio demasiado en serio. Pero sin que el
recurso sea una llamada a la desconsideración o a la inconsciencia. Antes bien
todo lo contrario. “Bajo la capa de Luis Candelas – cantaba
Ya lo dice el refrán: “Brisas de Madrid, un aire
tan sutil que mata a un hombre y no apaga un candil” Si bien el Aprendiz de Río
sale malparado en este vapuleo al que le someten los autores mentados del mentidero,
Calderón se lo toma mucho más en serio, porque nobleza obliga: “O venturoso
cauce que bañas a Madrid, madre del mundo” Y el autor de
Puede ser que para paliar esta suerte de sarcasmo
de Neptuno los de
Pedro de Ribera 1683-1742 fue protegido del
Marqués de Vadillo, Francisco de Salcedo, uno de los mejores alcaldes que tuvo
la ciudad. Emprendió la obra bajo sus auspicios. De la biografía de este
alarife se sabe poco pero pasa por ser el mago del granito, cincelario del
sílice que borda caprichosas formas de nubes y de reinas o de hornacinas en las
que esculpe imágenes de Isidro y María de
No quieres caldo pues tres tazas. Pedro de Ribera
en un intento de ir más allá en la desproporción entre puente y río que da pie
a la befa de escritores y de poetas durante todo el Siglo de Oro, quiere dejar
pálida la magnificencia de
Hay un pique y Pedro de Ribera planta su honrilla
un a menos de un kilómetro aguas abajo. Allí el Manzanares parece que cobra más
empaque y hechura de río, pasado el recodo de
El puente de Toledo es un prodigio de
monumentalidad y un dechado de perfecciones del denominado género
churrigueresco, o lo que es lo mismo representa el teatro llevado a la arquitectura.
Recuerda al verlo de lejos un auto sacramental. Lo fabricaron en trece años
corridos 1720-1732.
Otros monumentos que se debieron al buril de
Ribera fueron
Pedro de Ribera también erigió el Hospicio de san
Fernando y
La aparatosidad es el sello característico del
Madrid de los Borbones. Es una prolongación del de los Austria guardando algo
de su seriedad y consistencia maciza pero se detecta que el chambergo y la
pañosa por lo que iba a estallar un motín iba a dar paso al catite, las
guedejas y barbas de doctor por las patillas en boca de hacha y la capa
sustituida por el traje corto. La arquitectura lleva esa impronta de
cansancio que busca su punto de fuga en
los retorcidos joyeles y uvas de Corinto de
31/08/2005
fin
[1]
Pixueto, de pixin, pescado que comen en Cudillero, de la especie de los
escualos, y por eso llaman a los de Cudlilero pixuetos o pixines.
[2]
Granja de cerdos
[3]
Clochard, hombre sin techo abandonado lo
que en Nueva york denominan derelictos
[4] Eric
Blair nombre de pila del autor. Jorge Orwell era un pseudónimo
[5] alguien
te observa detrás de la lona
[6] E l
Juicio
[7]
novelones
[8]
Llorar. llorar
[9]
Reaccionario contra liberal
[10]
Cierra los ojos, cierra el pico y piensa en Inglaterra
[11]El profesor Alarcos sostiene la
tesis de que el bable como lengua exenta o diferenciada del castellano no
existe. Se trata más que de una variante del viejo romance, al que solo dan a
entidad su entonación cantarina y algunas tendencias modales arcaicas
peculiares, como pudiera ser la utilización del pronombre posesivo como
artículo determinativo, “mío pa”. Las explosiva f que no presenta aun formas
aspiradas como en farina, formica, facer y ferrada. La diptongación suavizante
[azeuxis] tan característica de los hablantes norteños; verbigracia, fuina.
Cierta tendencia a la nasalización (se puede identificar a un hablante de
Oviedo por como pronuncia las enes casi a la francesa, muy agudas y oxítonas.
Remanencia de las linguopaladiales. Todavía dicen llera por lera o glera.
Ausencia total del yeísmo. Utilización de la voz pasiva en el verbo, y del pretérito
indefinido con preferencias al pretérito perfecto. La aféresis.: Poldo el del
molín. Y el apócope.: ¿y de que nos val? Por vale de qué nos vale. Pronombres
enclíticos: dixomelu el paisanín. Etc.
[12]La papisa Juana que reinó con el
nombre de Juan VIII, en primera mitad del siglo Nono, es un caso singular de
travestismo en la historia del pontificado. Como Tiresias cambió de sexo.
Convirtió la cátedra de san Pedro con sus imposturas y sacrilegios, en silla
coprónica. Las malas lenguas señalan que ciñendo la tiara sobre sus rubios
cabellos esta inglesa tuvo un hijo de su camarlengo el joven Floro que a su vez
había sido engendrado de una ramera de Roma por su predecesor en el cargo,
Urbano VII. La papisa de origen sajón había profesado en el monasterio de
Whitby como varón enamorada de uno de sus monjes. Ambos amantes cruzaron el
canal de
[13] Fue el periódico donde hice yo
mis primeras armas y ese concepto de servicio publico, de sacerdocio del bien
común y de papel medianero entre elñ gobierno y el ciudadano de a pie que era
el periódico SP ha dominado mi trayectoria profesional
[14]
Baliche es cerdo en germanía
[15] Goya
pintó un cuadro sobre este mito en su época negra
[16] Se
trata de la misma versión del génesis. Por el pecado de Cronos su descendencia
tuvo que enfrentarse al tiempo, a la muerte devoradora y a los trabajos
forzados.
[17] Las
mozas de Villalón dicen que no beben vino y debajo del refajo llevan el jarro
escondido
[18] Se
debe respetar siempre a la infancia
[19] Vive
ignorado de la fama que más vale morir plebeyo viejo que príncipe joven, nos
recuerda en uno de sus versos
[20]
nutria
[21]
Verbena en bable
[22] mean
[23]
Según los fisiólogos la impotencia supuesta de don enrique pudo deberse a que
las pelirrojas no suelen ser buenas compañeras de cama en el lecho conyugal,
Marañon por lo menos reconoce que la
flojera sexual de su biografiado era parcial
[24]
Santa María acuérdate de los miserables, alienta a los pusilánimes, levanta al
caído, ora por los curas, intercede por las mujeres, sientan tu favor los que
te invocan por tu nombre de Valesquida
[25] Dios
salve al zar
[26]
Padrecito zar, seas nuestra gloria
[27]
Soldados rojos
[28] La
voz inglesa pimp que significa chulo,
macarrón, rufián debe de ser un préstamo del castellano
[29]
hoder viene de fodio fodis fodere, que significa cavar en latín, y da poder, hoder
y por ultimo joder, una palabra que muchos españoles no apean de la boquita
[30]
almadraque cojín almohada
[31]
arriero, automedonte de la recua
[32]
comida cocha o kosher carne trufa propio de la dieta alimenticia del Talmud
[33] la
maquina de fornicar
[34]
Hombre que frecuenta a prostitutas, del inglés
[35]
nunca hemos oído hablar del Espíritu Santo de
la carta de San Pablo ad Corintios
[36] un
polvo a la semana nunca hizo mal a nadie
[37]
bobos así llamaban los judíos a los incircuncisos infieles
[38]
Lenguaje de los hermanos, surgió con la guerra de las Comunidades, un lenguaje
cifrado que por Cantalejo llaman gacería
[39] Era
el espacio comprendido entre el Puerto de Santa María y Canarias temido por los
navegantes a causa de sus temporales
[40]
arroz con legumbres
[41]
dieta casi exclusiva de los embarcados
[43] los
que desvalijaban las embarcaciones y robaban a los marinos cuando estaban
borrachos o dormidos. Eran muy hábiles descuideros y carteristas. Eran del
Gremio de
[44] yo
como mostrando un poco de sentimiento, diles amplia comisión, reservando
algunas de aquellas cenizas para mí pues perdí parte de dichos polvos en una
tormenta que tuvimos en el Estrecho de Gibraltar
[45]
plegaria hebraica
[46] se
creía que el rey de España era exorcista capaz de expulsar demonios y el de
Francia curaba la escrófula (lamparones) y las llagas del mal gálico o sífilis
[47] una
buena borrachera
[48]
Vuestra soy para vos nací ¿qué queréis hacer, Señor de mí? Dadme alegría o tristeza,
dadme riqueza o pobreza, sol con nubes, sol sin velo… pues del todo me rendí
¿qué queréis, Señor, hacer de mí?
[49]
ostras
[50] la
palabra es de origen inglés
[51] Al
menos eso esperamos los creyentes
[52]
corazón del mundo
[53]
resplandor
[54]
catedralidad, adoración en común.
5 Rito de la virgen en la liturgia de Oriente
[55]
himno a
[56] Al
igual que en las iglesias muzárabes el campanario ortodoxo suele ser exento y
el campanario en cuanto tal se encuentra en un cobertizo o galpón
[57]
puerta de los dones
[59]
Inmensidad natural
[60]
Rusia está enferma pero no herida de muerte.
[61]
deshielo
[62] Todas las noticias que se leen en nuestros
papeles sobre Rusia tienen un perfil peyorativo. La situación llegó a ser tan
chusca que cuando el equipo nacional de aquel país en los campeonatos de Europa
de 2008 batió a Holanda se hizo un juego de palabras titulando los del País en sinécdoque: Guus Hiddink el holandés que entrena a Rusia gana a Holanda. De
modo que la idea que tienen los españoles de aquel país es que es un país de
mafiosas. Se habla de bandas y de plutócratas rusos cuando en realidad tales
bandas son bandas de conexiones oscuras y los millonarios que hacen mangas y
capirotes de la ley internacional son de origen judío. Cuando menos se trata de
una versión torticera y sesgada de informar...
[63] Era
el 17 de enero día de San Antón cuando yo hacía mi ponencia en
[64] En
realidad me equivocaba porque la actuación de Juan Pablo II voló viejos puentes
establecidos durante
[65] Es
porque la mayor parte de los que cargaban arena y la vendían para fregar eran
navarros