2022-02-13

el zureo del palomo

 

ESCUCHO EL ZUREO DE LA PALOMA MIENTRAS SE ARRULLAN LOS PALOMOS Y LOS TERTULIANAS LARGAN Y GARLAN SUS ESPICHES. ¿gozas, vida? nada, pues entonces algo huele a podrido en Dinamarca a. la chica del autobús iba con un cartapacio y dentro de los apuntes en un cuaderno como un marcapáginas llevaba un condón. Me guiñó un ojo y dijo:

─Esta noche, arroz con leche.

Pues muy bien, le dije yo mientras la guiñaba un ojo.

 La vida no es seria no demasiado serio y ahí estaba el obispo Camino con su pectoral de arrastre barbilampiño que a mi me recordaba al gran inquisidor de Dostoievski cuyo mensaje es apriorístico ni más ni menos que si cristo bajase a la tierra lo detendrían los obispos.

Yo no sabía mucho de los engaños del mundo, pero me dejé engañar por aquellos clérigos con chafarrinones de sopa en la sotana y los bonetes torcidos de la orden del domine Cabra arrastrando sus manteos y lobas por las calles congeladas camino del coro a cantar el oficio.

 Luego supe de los engaños del mundo y de las mentiras de las mujeres. Yo no era más que un hijo de la piedra que en el devenir de mis días me juntaría con las hijas del arroyo. Esta noche de San Martin acabamos de pasar la novena de las animas y medio pueblo anda borracho como en el cuadro de Grügel para festejar al santo del caballo blanco "Panonius" y la buena capa.

Una buena capa todo lo tapa y un día es un dia, padres conscriptos, mercaderes que han vendido la patria. era san Martin un manipulario de la caballería romana que un dia se le apareció Cristo en forma de pobre y a la caridad toda Europa se consagra. Un manipularius era un soldado raso, pero él llegó a general y luego lo hicieron obispo de las Galias. De mozo sabía utilizar el harpagón o gancho con que las acies disparaban contra las murallas y decía adelante y adsumus y al combate le seguían las mesnadas. Los pilorius haciendo uso de sus arcos lanzaban los dardos o tragula que portaban en la aljaba.

Detrás la infantería con la emsis o espada cortaban las gargantas, golas y golillas de enemigos.

 Bien podía ser san Martin un soldado de Cesar combatiendo con los aquitanos en la guerra de las Galias. Llevando el pecho constelado de medallas y de signa militaria. y como zapador abría zanjas et ad fodiendos puteos. No me lo tomen a mal, puteos no es puta en latín, pero fodiendo es casi la misma cosa por la que todo la entendemos: excavar, meter la pala y sacar, porque fodere vale tanto como joder mocosuena mocosuenae.

No hay polisemia que valga que el latín es lengua expresiva. Pozxhivaete... Kak diela? Xarashó.

Pero España es un solejar donde toman el sol los jubilatas. ¿Adónde vamos los licenciados de la existencia? A un banco del parque. Mejor a la taberna. Hay en Madrid buenas casas de conversación. Si te quedas quieto viene un guindilla y te manda a limpiar las cuadras de Augias. Tántalo habita entre nosotros y nuestras zozobras no tienen fin. Que de un tiempo acá andamos entre la cruz y el agua bendita y nos llaman carcas y meapilas. El Valle de los Caídos lo cerrarán y echarán a los frailes, pero no los fusilarán. España es laica, laica judaica. ¿Una más de ZP? No gracias que hoy tengo el hígado un poco revuelto

 

ABALLANDO LAS OVEJILLAS

 

 

 

 

 

Aballaba yo mis ovejillas y ci cruzar un vestiglo por los cielos del monasterio. Era un monstruo con cara de zorra cuerpo de mujer y las cejas muy anchas y negras de ala de cuervo y recordaba el rostro de Eduardo Alan Poe.

No me afligí pues estoy acostumbrado a extrañas visiones imaginativas. Es mucho más peligrosa y cruel la realidad. Su escolta era una cuadrilla de mozos matuteros que entonaba cánticos epinicios a la muerte de Petrarca. Como contramedida cruzó subido en un carro con ruedas de nube un diácono portando el cáliz del Grial. Todas esas escenas formaban parte del "dolce stil novo" y luego vi acercarse por el camino a una comitiva de borrachos. Todos pronunciaban elocuentes discursos.

 

a un viejo y querido colega

UN AMIGO, LO MEJOR DEL MUNDO. ME LLAMA CLYPEUS
VENÍA yo de comprar el pan y me desparramé en el sofá, mi mujercita estuvo machacando el cuerpo serrano en el gimnasio, tarde divina del otoño madrileño sin gabardinas Butragueño porque no llueve, paz serenidad hogareña. No tenía nada que hacer, la tele hispana es aburridísimamente puerca y algo fascistoide, un páramo espiritual para los que nos decimos y somos y seremos hasta el final periodistas. Menos mal al satélite, zapeo que te crió. Recorro algunas estaciones germanas. No hay programas del corazón apenas, le dan al reportaje y te meten las cámaras en una fábrica de Hamburgo donde fabrican lavadoras y están media hora cantando las excelencias de un tornero encantado de la vida con su trabajo, se pasa el día entre tornillos. Saltas hoja y tienes como cien emisoras dedicadas a promocionar el sexo, pero jamás sexo explícito, sólo tetas y frauleins ubérrimas reclamos del oficio más viejo del mundo. Hasta en eso son serios los alemanes. Arbeit macht frei. Más zapeo, aterrizo en una emisora rusa bastante buena. Los rusos hacen el mejor periodismo de Europa el más libre. Gracias al noticiero de la RTR me entero de que Yugoslavia de nuevo es un polvorín y que serbios y kosovares andan a tiros y que los israelíes tratan a las mujeres palestinas como ganado a las puertas de la Ciudad Santa. Apelotonamientos para pasar a la mezquita de Omar. Queremos rezar a Alá, pero no nos dejan se lamentaba una comadre con el chador y arrastrando las sayas hasta los pies ante un centinela todo un armario en ajuar de combate luciendo en el uniforme la estrella de David (lo más bonito del estado hebreo es la bandera). Se parecía a mi abuela. Nuestros informadores de tales alicientes no dicen ni mú.¡Ay esta España ensimismada y cañí que se cree el ombligo del mundo y e ha convertido en el risum teneatis de las naciones!

Aquí la gente no sabe que hay censura y que les están envenenando de política. Se parlotea de la crisis griega, del euro. Volvieron los gnomos de Zurich a campar por estos tesos. Nos están intoxicando y no nos damos cuenta. Aburrido, apago el televisor mientras mi mujer hace la cena y me pongo a leer las prosas sandias de Soledad Puertas. Tiro el libro a la bañera. Gran parte de los librotes que se publican son corrosivos. Gibson ese maldito irlandés ha vuelto a amenazarnos con otro tratado sobre García Lorca en el que vuelca su vesania y su odio contra España ensartando mentiras como si fuesen churros en el cucurucho de sus mil y pico páginas. Monto en cólera. El ABC le dedica dos planas en el cultural del sábado. Debe de ser que he tenido un subidón de abstenía. El ajenjo se me ha subido a la sangre con las insolencias de ese espía británico y eso que ahora no le doy al pacharán. Debe de ser la apirexia. Ya estoy algo vieyín. Los malos libros me enervan. ¡Qué soledad, cuanto descorazonamiento, cuanta accidia recorre los poros de mi piel! Tenemos el enemigo dentro. Ojalá venga pronto ese general invisible como llamaban a Mola y corra a gorrazos a toda esta patulea que ha convertido nuestra patria en un puticlú donde pululan las meretrices y los esperpentos de la política y del periodismo del duerno. ¿O es que la culpa es nuestra? ¿No nos estaremos llevando mal con nuestros propios sueños? No sé amigo Clypeus. No tengo respuesta. Me asaltan las soledades, los enconos en medio de los cuales vivimos, los distanciamientos y descorazonamientos. Al ser congruentes con nuestro ideal – no hemos cambiado de chaqueta- no tenemos derecho a sentirnos fracasados. Que inventen ellos. Que se jodan ellos. Por eso me alegró enormemente tu llamada. Desde hace un tiempo estabas missing.

Hablaré de Clypeus. Es uno de los mejores periodistas de este país. El que encuentra la música debajo de las piedras. Lo conocí el año 67. formaba parte de la redacción de un periódico joven, contestatario que ubicado en una antigua vaquería pero que tenía un cuadro de redacción donde figuraba nada menos que Félix Ortega Muñoz el mejor corresponsal en Estados Unidos que ha tenido este país, aunque trabajase para la prensa del movimiento. Y otros eximios que no recuerdo o de cuyo nombre no quiero acordarme. Que cambiaron de chaqueta.

Clypeus venía de Alemania. Había militado en el partido comunista pero los corsés, los encasillamientos y los encastillamientos no son buenos para un hombre que piensa. Cuando vino la debacle del 75 lo hicieron funcionario un funcionario sin una función específica. Conoció la “nevera” bajo el ojo vigilante de los comisarios y cabos de vara. Y estuvo congelado pero como era un vitalista salió a flote. Cambio de ciclo. Una era cruel en perspectiva. Había que ser pastor y borrego. Los “demenagements” que dicen los franceses conoció, y supo del oprobio y la carrera de ratas de esos ministerios de Dios que cedieron a las autonomías sus competencias. Échame pan y llámame perro. Había que comer, traer un sueldo a flote. El que más chifla capador. Muchos no sobrevivieron al trauma de la ociosidad y se dieron a la bebida, se divorciaron o contrajeron un cáncer. Estuvo en pasillos como yo y sometido a la tiranía de los mequetrefes y los cretinos, esas pulgas que galleaban subidas a la trompa del gran elefante fuera el Gran Filipo, el del Bigotito o el Coblers que vino después como un remendón de la política a vender a los españoles viento en cápsulas y así ha salido la cosa de mal al abrir la caja de Pandora. Bajas laborales por depresión. Ir a trabajar era un suplicio. Conozco bien el percal amigo Clypeus, pero tú y yo hemos triunfado porque hemos sobrevivido. Decían los griegos que la democracia es lo que mejor cuadra para vivir en un mundo peligroso, pero más que un mundo peligroso era un mundo de cretinos. Nosotros aprendimos a vivir “pericolosamente” y no nos daba miedo la gallardía. Sólo nos daba miedo la estupidez ambiente. Creo que con el “Google” hemos vuelto a ser periodistas, aunque nos vigilen los cofrades de Internet. Nos mandan virus- yo he jodido ya tres ordenadores a causa de troyanos y malspam- pero sigo impasible el ademán inasequible al desaliento viviendo esta época de grandes retos, que nos ha tocado vivir, terrible y maravillosa. Ya sé que más de una vez te he mandado a tomar polculo, pero tú me perdonas. Eso no tiene ninguna importancia entre periodistas pura sangre.

Con Clypeus me une nuestro amor hacia Asturias la tierra de don Pelayo y hay algo en nuestros genes que no nos hace tragar al Islam. Digo yo si seremos judíos. Que Bah. Y si lo somos seriamos de otra tribu, la decimotercera, la que se perdió en el Cáucaso y que inspiró y animó a los templarios a la reconquista de Jerusalén. Dios lo quiere o lo ha querido. Cuando nos juntamos y empezamos a hablar por las calles de Oviedo a grandes voces la gente se nos queda mirando como si fuésemos fantasmas de otra época. Dos quijotes, dos personajes de las Luisiadas o del Tasso. No sé. Castilla face los omes y los desface. Este tiempo está reñido con la utopía y con los que se afanan a la procura de la excelencia. ¿Sabes que murió Alfonso Martínez MENA, el escritor murciano? Venía a la redacción siempre vestido de luto. La vida pasa, Clypeus. Te tengo envidia porque eres muy diferente a mí. Ejerces un gran autocontrol, no fumas desde hace más de treinta años y nunca probabas una gota de alcohol. Te envidio y te admiro. Yo soy más pecador, pero mirando hacia atrás encuentro en nuestras vidas cierto paralelismo. Dios te bendiga. Gracias por seguirme y por leerme. Estoy seguro, Clypeus, que tú todo un buque acorazado del periodismo harías mucho más brillantes singladuras que un servidor. Zum Befehl. A la orden. No te rindas. Yo tampoco

 

MI NIETO BENJAMIN CUMPLE DOS AÑITOS

GRAN DIA fue el de ayer mi nieto un ángel rubio de ojos azules un regalo de la Virgen de Lourdes cumplió dos añitos. Febrero va rodando la parva la vida es un círculo mágico, mi fe me impulsa a dar gracias a Dios por estos hechos inefables que orlan mi vida cuajada de abyecciones y sufrimientos en la esperanza de un mañana mejor porque a pesar de todo hemos de ser optimistas



















 

 

EL CASTUO EL BABLE EXTREMEÑO GABRIEL Y GALÁN EXIMIO POETA EN ESTE DIALECTO

 

Pasaron las lunas fuertes de enero me crujen las reflexiones siento piedad por mi patria confundida y asolada pero el dolor y la añoranza es parte de mi condición de cristiano a redropelo de las ideas vigentes dejemos al trilero de la Moncloa empecinado en su labor de zapa de todo aquello que fue valioso en nuestra idiosincrasia, escoltado por sus féminas recias. Quizás estemos viviendo otro 98. Leo a Gabriel y Galán poeta en castúo que es el bable de salmantinos y extremeños (Plasencia y Cáceres fue el emporio de los adelantos de la reconquista y en ella plantaron su sede y sus castillos nobles asturianos de ahí que se parezca tanto a Asturias y León dicha región donde se hablaba la viva jerga regional que no deja de ser más que un dialecto lo cual no es nada denigrante porque la Divina Comedia y la Iliada fueron escritas en dialecto. Al releer las poesías de aquel maestro de Granadilla que dejó la escuela para empuñar el arado me encuentro un lenguaje vivo idioma del pueblo con sus giros y corrupciones que vuelven entrañable al dialecto. ¿Tú conoces al Piyayu? Recuerdo en mi infancia a aquel Pepe Iglesias, un rapsoda y hombre de izquierdas segoviano al que mi padre sacó de la cárcel y le daba los chuscos de Mayorías que mi padre sacaba del cuartel con que alimentar a su familia, recitó una poesía el cristu benditu ondi juron los tiempos aquellos que pue que no guelvan cuando yo fui persona que recitaba comedias y aleluyas tamen cantaría pa cantalus en la egresia


continuará

 

2022-02-12

 



INFANCIA

Dulce tiempo de la esperanza

Jugando al diábolo

Sonrisas sin Lágrimas

Dibujos animados en la pantalla

De la tele vieja

El tiempo pasó

Mas vuestras sonrisas

Hijos del alma

Alientan el espacio

De mi vieja cámara

 FRANCISCO DE MELO, DEN STORE PORTUGISISKE HISTORIKAN BERÄTTER OSS HUR BRODERHETSKRIGEN I KATALONIEN VAR

 


Francisco Manuel de Melo. Kriget i Katalonien.


 




De är katalanerna av extremt hård natur – skriver den store portugisen Francisco Manuel de Melo, en framstående litterär man, en militärvän av Spanien, i vars tjänst han tog värvning som litterär man av Tercio de Lusitano under befälet av markisen av Vélez och som verkade i Cambrils under dessa mycket svåra dagar av konfrontation mellan bröder vad som kom att kallas Kataloniens krig eller corpus de la Sangre, en vän till Francisco de Quevedo, eftersom han också satt i fängelse och faktiskt denna värdefulla vittnesmålsbok, obegripligt ignorerad av historiker, gav stämpeln mer än hundra böcker på portugisiska, kastilianska och latin, en universell iberian, en humanist av stjärnimperiet som skiner när solen redan började gå ner i Flandern-folk med mycket få ord, något till vilket deras modersmål lutar dem vars satser och diktioner är mycket korta och vägda i motsats till talet av lusitanierna och kastilianerna, som är mer indirekta och blommiga språk. De är de där mycket lojala och omtänksamma människorna som lever stramt, älskare av sin frihet och heroiska men benägna att hämnas eftersom de visar stora känslor inför skada. De värderar högt sin ära och sitt ord. Det land som för dess rättspraxis och regemente är uppdelat i veguerías av vilka Cambrils, Bellpuig, Granollers och Figueras är de viktigaste, är grov som dess invånares karaktär. Älskare av deras traditioner dansar gemensamt ett hjul i takt med dulzaina eller shawm till morernas användning av melankoliska toner och i deras tjurfäktning som skiljer sig mycket från lusitanierna och andalusierna, dödar de inte tjuren förrän efter att ha satt eld på den vid hornet . De är envisa och envisa. Städerna är mycket stora men de bönder som kallas payeses bor i bondgårdar eller bergshus. De är ofta uppdelade i sidor på grund av deras olika åsikter, såsom Narros och Cadellels, samt Guelphs och Ghibellines i Milano och Beamonteseses och Agramonteses i Navarra eller Gamboinos och Oñates i det antika Vizcaya. Det är de friaste människorna på jorden. När de åtalas för ett brott eller brott går de till bergen och slår banditerna. De använder som vapen en kort arquebus som de kallar pedreñal och de gör om sig med en läderrem som en dolk hänger från. De bär ingen hatt, bara en huva gjord av garn i olika färger som ett tecken på den sida som de tillhör[1]; de sätter på några crepids av vävd hampa och binder dem med skal på grekiskt vis. De använder lite vin och dricker det urvattnat. De äter ett grovt bröd som de bär runt midjan som de matar från. Don Francisco Manuels porträtt av det katalanska folket kunde inte vara mer komplett i denna viktiga krönika om händelserna som sådde krig och ödeläggelse i städerna i Furstendömet under två decennier från 1631-1642 och som han var ett vittne om. Boken är en fado som historikern trycker på med en Camoens solercia. Under hela fördraget beklagar förstörelsen av halvönsfolken: Navarra och Galicien som inte reste sig. Katalonien vars uppror kvävdes av Armando de Espínolas infanteri, son till den berömda Mauricio Espínola, den på målningen av Spjuten som Diego Velazquez förevigade när han erövrade Bredas kapitulation. Konungariket Valencia var lojalt mot den österrikiska kronan från allra första början. Inte så Andalusien som flirtade med turken tack vare den där Álvarez de Toledo-hertigen av Medina Sidonia. Försöket avbröts i nuce och av alla dessa periferier som gjorde uppror mot den absoluta monarken var det bara Portugal som gick segrande ur, och skilde sig från den gemensamma stammen med hjälp av de engelska, osvikliga fiender som framstår som lupinhyenor när de upptäcker svaghet i Madrid. Lusitanierna hade tur eftersom greve-hertigen av Olivares dog när han skulle passera gränsen genom Tejo i staden TORO och havet svalde en skvadron som han hade varnat för att åka till Lissabon. Melo anklagades för att vara "spanjor" och förrädare. Han fängslades i Santarem och förvisades sedan till Brasilien av Johannes IV, den nye lusitanska kungen vars flickvän uppenbarligen stal honom.


Kriget i Katalonien var en konfrontation efter misslyckandet av Fasanön-fördraget mellan Richelieu och Olivares, eller med andra ord mellan kung kristendomen, Ludvig XIII[2] och Hans katolska majestät Filip IV. En del katalaner som irriterade sig över införandet av skatter och betalningen av betungande skatter för att betala för krigen i Nederländerna, ber katalanernas fria anda, som redan har sagts, Paris om hjälp och avslöjar sig som republikaner. Richelieu skickar en armé på nästan hundra tusen man och korsar Pyrenéerna. Squads eller somatenes är organiserade i de olika veguerías. De viktigaste ledarna för upproret är kanonen La Seo, Pau Claris, Dalmau Tamarit kavallerikapten, Jaume Ferrand och Rafael Antic som

 FRANCISCO DE MELO DER GROSSE PORTUGIESISCHE HISTORIKER ERZÄHLT UNS, WIE DIE BRUDERKRIEGE VON KATALONIEN WAREN

 


Francisco Manuel de Melo. Der Krieg in Katalonien.


 




Sie sind die Katalanen von extrem harter Natur – schreibt der große Portugiese Francisco Manuel de Melo, ein bedeutender Literat, ein militärischer Freund Spaniens, in dessen Dienst er als Literat des Tercio de Lusitano trat, der vom Marquis von Vélez und kommandiert wurde der in diesen sehr harten Tagen der Konfrontation in Cambrils operierte, zwischen Brüdern, was später der Krieg von Katalonien oder Corpus de la Sangre genannt wurde, ein Freund von Francisco de Quevedo, da er auch im Gefängnis war, und in der Tat dieses wertvolle Zeugnisbuch, Von Historikern unbegreiflich ignoriert, verlieh der Stempel mehr als hundert Büchern auf Portugiesisch, Kastilisch und Latein, einem universellen Iberer, einem Humanisten des Sternenreichs, das leuchtet, als die Sonne in Flandern bereits unterzugehen begann, ein wortkarges Volk, etwas zu denen ihre Muttersprache sie neigt, deren Sätze und Diktionen sehr kurz und gewichtet sind im Gegensatz zu der Sprache der Lusitaner und Kastilier, die indirektere und blumigere Sprachen sind. Sie sind diese sehr treuen und nachdenklichen Menschen, die ein strenges Leben führen, ihre Freiheit lieben und heldenhaft sind, aber zur Rache neigen, weil sie angesichts von Verletzungen große Gefühle zeigen. Sie schätzen ihre Ehre und ihr Wort sehr. Dieses Land, das für die Zwecke seiner Rechtsprechung und seines Regiments in Veguerías unterteilt ist, von denen Cambrils, Bellpuig, Granollers und Figueras die wichtigsten sind, ist rau wie der Charakter seiner Bewohner. Liebhaber ihrer Traditionen tanzen gemeinsam ein Rad im Takt der Dulzaina oder Schalmei zum maurischen Gebrauch melancholischer Töne und in ihrem Stierkampf, der sich sehr von den Lusitanern und Andalusiern unterscheidet, töten sie den Stier nicht, bis sie ihn mit dem Horn in Brand gesteckt haben . Sie sind stur und hartnäckig. Die Städte sind sehr groß, aber die Bauern, die Payeses genannt werden, leben in Bauernhäusern oder Berghäusern. Sie werden aufgrund ihrer unterschiedlichen Ansichten oft in Seiten geteilt, wie die Narros und die Cadellels sowie die Guelfen und Ghibellinen von Mailand und die Beamonteseses und Agramonteses von Navarra oder die Gamboinos und Oñates des alten Vizcaya. Es ist das freieste Volk der Erde. Wenn sie wegen eines Verbrechens oder Vergehens angeklagt werden, gehen sie in die Berge und schlagen die Banditen. Als Waffe benutzen sie eine kurze Arkebuse, die sie Pedreñal nennen, und sie gürten sich mit einem Lederriemen, an dem ein Dolch hängt. Sie tragen keinen Hut, nur eine Haube aus verschiedenfarbigem Garn als Zeichen ihrer Zugehörigkeit[1]; Sie ziehen einige Crepids aus gewebtem Hanf an und binden sie auf griechische Art mit Muscheln zusammen. Sie verwenden wenig Wein und trinken ihn verdünnt. Sie essen ein grobes Brot, das sie um die Taille tragen, von dem sie sich ernähren. Don Francisco Manuels Porträt des katalanischen Volkes könnte in dieser wichtigen Chronik der Ereignisse nicht vollständiger sein, die über zwei Jahrzehnte von 1631 bis 1642 Krieg und Verwüstung in den Städten des Fürstentums säten und deren Zeuge er war. Das Buch ist ein Fado, den der Historiker mit der Solercia eines Camoens presst. Während des gesamten Vertrags wird die Zerstörung der Völker der Halbinsel beklagt: Navarra und Galizien, die sich nicht erhoben haben. Katalonien, dessen Aufstand von der Infanterie von Armando de Espínola erstickt wurde, dem Sohn des berühmten Mauricio Espínola, demjenigen auf dem Gemälde der Speere, das Diego Velazquez verewigte, als er die Kapitulation von Breda eroberte. Das Königreich Valencia war von Anfang an der österreichischen Krone treu ergeben. Nicht so Andalusien, das dank Álvarez de Toledo, Herzog von Medina Sidonia, mit den Türken flirtete. Der Versuch wurde in nuce abgebrochen, und von all diesen Peripherien, die sich gegen den absoluten Monarchen auflehnten, ging nur Portugal als Sieger hervor und trennte sich mit Hilfe der englischen, unfehlbaren Feinde, die wie Lupinenhyänen erscheinen, wenn sie in Madrid Schwäche entdecken, vom gemeinsamen Stamm. Die Lusitaner hatten Glück, denn der Graf-Herzog von Olivares starb, als er im Begriff war, die Grenze durch den Tejo in der Stadt TORO zu überqueren, und das Meer ein Geschwader verschluckte, das er gewarnt hatte, nach Lissabon zu gehen. Melo wurde beschuldigt, ein „Spanier“ und Verräter zu sein. Er wurde in Santarem eingesperrt und dann von John IV, dem neuen lusitanischen König, dessen Freundin ihn offenbar gestohlen hatte, nach Brasilien verbannt.


Der Krieg in Katalonien war eine Konfrontation nach dem Scheitern des Vertrags über die Fasaneninsel zwischen Richelieu und Olivares, oder mit anderen Worten zwischen König Christianity, Ludwig XIII.[2] und Seiner katholischen Majestät Philipp IV. Einige Katalanen, die sich über die Erhebung von Steuern und die Zahlung lästiger Steuern für die Kriege in den Niederlanden ärgern, der Freigeist der Katalanen, wie bereits gesagt wurde, bitten Paris um Hilfe und geben sich als Republikaner zu erkennen. Richelieu schickt eine Armee von fast hunderttausend Mann und überquert die Pyrenäen. Squads oder Somatenes werden in den verschiedenen Veguerías organisiert. Die wichtigsten Anführer der Rebellion sind der Kanoniker von La Seo, Pau Claris, der Kavalleriehauptmann von Dalmau Tamarit, Jaume Ferrand und Rafael Antic

 ФРАНЦИСКО ДЕ МЕЛО, ВЕЛИКИЙ ПОРТУГАЛЬСКИЙ ИСТОРИК, РАССКАЗЫВАЕТ НАМ, КАК ПРОИСХОДИЛИ ВОЙНЫ БРАТСТВА В КАТАЛОНИИ

 


Франсиско Мануэль де Мело. Война в Каталонии.


 




Это каталонцы чрезвычайно твердого характера, — пишет великий португалец Франсиско Мануэль де Мело, выдающийся литератор, военный друг Испании, на службу к которому он поступил в качестве литератора Терсио де Лузитано, которым командовал маркиз Велес и который действовал в Камбрильсе в те очень трудные дни конфронтации между братьями, что стало называться войной Каталонии или corpus de la Sangre, друг Франсиско де Кеведо, так как он также был в тюрьме, и на самом деле эта ценная книга свидетельских показаний, непостижимо проигнорированный историками, дал штамп более ста книг на португальском, кастильском и латыни, универсальный ибериец, гуманист звездной империи, которая сияет, когда во Фландрии уже начинает садиться солнце, - люди очень немногословные, что-то к чему их склоняет их родной язык, чьи статьи и дикция очень кратки и взвешены в отличие от речи лузитанцев и кастильцев, которые являются более косвенными и цветистыми языками. Это очень верные и вдумчивые люди, живущие сурово, любящие свою свободу и героические, но склонные к мести, потому что перед лицом обиды проявляют большие чувства. Они высоко ценят свою честь и свое слово. Эта земля, которая в целях своей юриспруденции и полка разделена на вегерии, из которых Камбрильс, Бельпуиг, Гранольерс и Фигерас являются самыми важными, сурова, как и характер ее жителей. Любители их традиций коллективно танцуют колесо в такт дульзаине или шауму под мавританское использование меланхоличных нот и в своей корриде очень отличаются от лузитанских и андалузских боев, они не убивают быка до тех пор, пока не подожгут его рогом. . Они упрямы и упрямы. Города очень большие, но крестьяне, которых называют пайезами, живут в фермерских или горных домах. Их часто делят на стороны из-за их разных взглядов, таких как Нарро и Каделельи, а также гвельфы и гибеллины Милана и беамонтцы и аграмонтцы Наварры или гамбоино и оньяты древней Бискайи. Это самые свободные люди на земле. Когда их преследуют за преступление или правонарушение, они уходят в горы и бьют бандитов. В качестве оружия они используют короткую аркебузу, которую называют pedreñal, и подпоясываются кожаным ремнем, на котором висит кинжал. Шапки они не носят, только чепчик из разноцветной пряжи в знак стороны, к которой они принадлежат[1]; они надевают несколько крепидов из плетеной пеньки и обвязывают их шелухой на греческий манер. Они употребляют мало вина и пьют его разбавленным. Они едят грубый хлеб, который носят на талии и которым питаются. Портрет дона Франсиско Мануэля каталонского народа не может быть более полным в этой важной хронике событий, которые сеяли войну и опустошение в городах Княжества на протяжении двух десятилетий с 1631 по 1642 год и свидетелем которых он был. Книга представляет собой фадо, которое историк навязывает с солерсией Камоэнса. На протяжении всего договора оплакивает уничтожение народов полуострова: Наварра и Галисия, которые не восстали. Каталония, чье восстание было подавлено пехотой Армандо де Эспинолы, сына того знаменитого Маурисио Эспинолы, того самого на картине «Копья», которую Диего Веласкес увековечил при взятии капитуляции Бреды. Королевство Валенсия с самого начала было лояльно австрийской короне. Не то, что Андалусия, которая заигрывала с турками благодаря тому Альваресу де Толедо, герцогу Медина-Сидония. Попытка была прервана in nuce, и из всех этих периферий, восставших против абсолютного монарха, только Португалия вышла победителем, отделившись от общего ствола с помощью англичан, неизменных врагов, которые кажутся волчьими гиенами, когда обнаруживают слабость в Мадриде. Лузитанцам повезло, потому что граф-герцог Оливарес погиб, когда собирался перейти границу через Тахо в городке Торо, и море поглотило эскадру, которую он предупредил идти в Лиссабон. Мело обвинили в том, что он «испанец» и предатель. Он был заключен в тюрьму в Сантареме, а затем сослан в Бразилию Иоанном IV, новым лузитанским королем, чья девушка, по-видимому, украла его.


Война в Каталонии была противостоянием после провала договора на Фазановых островах между Ришелье и Оливаресом, или, другими словами, между королем христианства Людовиком XIII[2] и Его католическим величеством Филиппом IV. Некоторые каталонцы, раздраженные введением налогов и уплатой обременительных налогов для оплаты войн в Нидерландах, свободолюбивых каталонцев, как уже было сказано, просят помощи у Парижа, обнаруживая себя республиканцами. Ришелье посылает армию почти в сто тысяч человек и переходит Пиренеи. Отряды или соматены организованы в разных вегериях. Наиболее важными лидерами восстания являются каноник Ла Сео, Пау Кларис, капитан кавалерии Далмау Тамарит, Жауме Ферран и Рафаэль Антич, которые

 FRANCISCO DE MELO LE GRAND HISTORIQUE PORTUGAIS NOUS RACONTE COMMENT ONT ÉTÉ LES GUERRES DE FRATRICITÉ EN CATALOGNE

 


Francisco Manuel de Melo. La guerre en Catalogne.


 




Ce sont les Catalans d'une nature extrêmement dure - écrit le grand portugais Francisco Manuel de Melo, un homme de lettres éminent, ami militaire de l'Espagne, au service duquel il s'est enrôlé comme homme de lettres du Tercio de Lusitano commandé par le marquis de Vélez et qui a opéré à Cambrils en ces jours très durs de confrontation entre frères ce qu'on a appelé la guerre de Catalogne ou corpus de la Sangre, un ami de Francisco de Quevedo, car il était aussi en prison et en fait ce précieux livre de témoignages, incompréhensiblement ignoré par les historiens, a donné le cachet de plus d'une centaine de livres en portugais, en castillan et en latin, un ibérique universel, un humaniste de l'empire des étoiles qui brille alors que le soleil commençait déjà à se coucher en Flandre - des gens de très peu de mots, quelque chose auquel leur langue maternelle les incline dont les clauses et les dictions sont très brèves et pondérées en opposition au discours des Lusitaniens et des Castillans, qui sont des langues plus indirectes et fleuries. Ce sont ces gens très fidèles et réfléchis, de vie austère, amoureux de leur liberté et héroïques mais enclins à la vengeance car face aux blessures ils montrent de grands sentiments. Ils attachent une grande importance à leur honneur et à leur parole. Cette terre qui, aux fins de sa jurisprudence et de son régiment, est divisée en veguerías dont Cambrils, Bellpuig, Granollers et Figueras sont les plus importantes, est rude comme le caractère de ses habitants. Les amoureux de leurs traditions dansent en commun une roue au rythme de la dulzaina ou shawm à l'usage maure de notes mélancoliques et dans leur tauromachie très différente des Lusitaniens et des Andalous, ils ne tuent le taureau qu'après l'avoir incendié par le cor . Ils sont têtus et obstinés. Les villes sont très grandes mais les paysans qu'on appelle payes vivent dans des fermes ou des maisons de montagne. Ils sont souvent divisés en camps en raison de leurs vues différentes, comme les Narros et les Cadellel, ainsi que les Guelfes et Gibelins de Milan et les Beamonteses et Agramonteses de Navarre ou les Gamboinos et Oñates de l'ancienne Biscaye. C'est le peuple le plus libre de la terre. Lorsqu'ils sont poursuivis pour un crime ou un délit, ils vont dans les montagnes et frappent les bandits. Ils utilisent comme arme une courte arquebuse qu'ils appellent pedreñal et ils se ceignent d'une lanière de cuir à laquelle pend un poignard. Ils ne portent pas de chapeau, seulement un bonnet fait de fils de différentes couleurs comme signe du côté auquel ils appartiennent[1] ; ils mettent des crépides de chanvre tressé et les nouent avec des peales à la grecque. Ils utilisent peu de vin et le boivent dilué. Ils mangent un pain rugueux qu'ils portent autour de leur taille dont ils se nourrissent. Le portrait du peuple catalan par Don Francisco Manuel est on ne peut plus complet dans cette importante chronique des événements qui ont semé la guerre et la désolation dans les villes de la Principauté pendant deux décennies de 1631 à 1642 et dont il a été témoin. Le livre est un fado que l'historien presse avec la solercia d'un Camoëns. Tout au long du traité déplore la destruction des peuples péninsulaires : Navarre et Galice qui ne se soulèvent pas. La Catalogne dont le soulèvement a été étouffé par l'infanterie d'Armando de Espínola, fils de ce célèbre Mauricio Espínola, celui du tableau des Lances que Diego Velazquez a immortalisé lors de la capture de la reddition de Breda. Le royaume de Valence a été fidèle à la couronne autrichienne dès le début. Ce n'est pas l'Andalousie qui a flirté avec les Turcs grâce à ce duc Álvarez de Toledo de Medina Sidonia. La tentative avorta in nuce et de toutes ces périphéries révoltées contre le monarque absolu, seul le Portugal sortit vainqueur, se séparant du tronc commun avec l'aide des Anglais, ennemis indéfectibles qui apparaissent comme des hyènes lupins lorsqu'ils détectent une faiblesse à Madrid. Les Lusitaniens ont eu de la chance car le comte-duc d'Olivares est mort alors qu'il s'apprêtait à franchir la frontière par le Tage dans la ville de TORO et la mer a englouti une escadre qu'il avait avertie de se rendre à Lisbonne. Melo a été accusé d'être un "Espagnol" et un traître. Il a été emprisonné à Santarem puis banni au Brésil par Jean IV, le nouveau roi lusitanien dont la petite amie l'a apparemment volé.


La guerre de Catalogne fut un affrontement après l'échec du traité de l'Île aux Faisans entre Richelieu et Olivares, c'est-à-dire entre le roi Christianisme, Louis XIII[2] et Sa Majesté catholique Philippe IV. Certains Catalans agacés par l'imposition d'impôts et le paiement d'impôts onéreux pour payer les guerres aux Pays-Bas, l'esprit libre des Catalans, comme cela a déjà été dit, demandent de l'aide à Paris, se révélant républicains. Richelieu envoie une armée de près de cent mille hommes et franchit les Pyrénées. Des escouades ou somatenes sont organisées dans les différentes veguerías. Les chefs les plus importants de la rébellion sont le chanoine de La Seo, Pau Claris, le capitaine de cavalerie Dalmau Tamarit, Jaume Ferrand et Rafael Antic qui

en portugués

 FRANCISCO DE MELO O GRANDE HISTÓRICO PORTUGUÊS CONTA-NOS COMO FORAM AS GUERRAS DE FRATRICIDADE DA CATALUNHA

 


Francisco Manoel de Melo. A guerra na Catalunha.


 




São os catalães de índole extremamente dura – escreve o grande português Francisco Manuel de Melo, eminente literato, amigo militar da Espanha, a cujo serviço se alistou como literato do Tercio de Lusitano comandado pelo Marquês de Vélez e que operou em Cambrils naqueles dias muito duros de confronto, entre irmãos o que veio a ser chamado de guerra da Catalunha ou corpus de la Sangre, um amigo de Francisco de Quevedo, pois ele também estava na prisão e de fato este valioso livro de testemunhos, incompreensivelmente ignorado pelos historiadores, deu ao selo mais de cem livros em português, castelhano e latim, um ibérico universal, um humanista do império das estrelas que brilha quando o sol já começava a se pôr na Flandres - gente de muito poucas palavras, algo a que a sua língua materna os inclina, cujas orações e dicções são muito breves e ponderadas em oposição à fala dos lusitanos e castelhanos, que são línguas mais indiretas e floridas. São essas pessoas muito leais e atenciosas, de vida austera, amantes de sua liberdade e heróicas, mas inclinadas à vingança porque diante da injúria demonstram grandes sentimentos. Eles valorizam muito sua honra e sua palavra. Aquela terra que para efeitos de sua jurisprudência e regimento está dividida em veguerías das quais Cambrils, Bellpuig, Granollers e Figueras são as mais importantes, é tosca como o caráter de seus habitantes. Amantes das suas tradições dançam comunitariamente uma roda ao ritmo da dulzaina ou shawm ao uso mourisco de notas melancólicas e nas suas touradas muito diferentes dos lusitanos e andaluzes, não matam o touro até depois de incendiá-lo pelo chifre . São teimosos e obstinados. As cidades são muito grandes, mas os camponeses que são chamados de payeses vivem em quintas ou casas de montanha. Eles são frequentemente divididos em lados devido às suas diferentes visões, como os Narros e os Cadelles, bem como os Guelphs e Ghibellines de Milão e os Beamonteses e Agramonteses de Navarra ou os Gamboinos e Oñates da antiga Biscaia. É o povo mais livre da terra. Quando são processados ​​por um crime ou ofensa, eles vão para as montanhas e batem nos bandidos. Usam como arma um pequeno arcabuz a que chamam pedreñal e cingem-se com uma tira de couro da qual pende um punhal. Eles não usam chapéu, apenas um gorro feito de fios de cores diferentes como sinal do lado a que pertencem[1]; eles colocam alguns crepids de cânhamo tecido e os amarram com peales à maneira grega. Eles usam pouco vinho e bebem aguado. Eles comem um pão áspero que carregam na cintura do qual se alimentam. O retrato do povo catalão feito por Dom Francisco Manuel não poderia ser mais completo nesta importante crônica dos acontecimentos que semearam a guerra e a desolação nas vilas e cidades do Principado ao longo de duas décadas de 1631-1642 e dos quais ele foi testemunha. O livro é um fado que o historiador prensa com a solercia de um Camões. Ao longo do tratado lamenta a destruição dos povos peninsulares: Navarra e Galiza que não se levantaram. Catalunha cuja insurreição foi sufocada pela infantaria de Armando de Espínola, filho daquele famoso Mauricio Espínola, aquele da pintura das Lanças que Diego Velázquez imortalizou ao capturar a rendição de Breda. O Reino de Valência foi leal à coroa austríaca desde o início. Não tanto a Andaluzia que flertou com o turco graças àquele Álvarez de Toledo duque de Medina Sidonia. A tentativa foi abortada in nuce e de todas estas periferias revoltadas contra o monarca absoluto, só Portugal saiu vitorioso, separando-se do tronco comum com a ajuda dos ingleses, inimigos infalíveis que aparecem como hienas lupinas quando detectam fraqueza em Madrid. Os Lusitanos tiveram sorte porque o Conde-Duque de Olivares morreu quando estava prestes a atravessar a fronteira pelo Tejo na vila de TORO e o mar engoliu uma esquadra que ele havia avisado para ir a Lisboa. Melo foi acusado de ser "espanhol" e traidor. Ele foi preso em Santarém e depois banido para o Brasil por João IV, o novo rei lusitano cuja namorada aparentemente o roubou.


A guerra na Catalunha foi um confronto após o fracasso do tratado da Ilha dos Faisões entre Richelieu e Olivares, ou seja, entre o Rei Cristianismo, Luís XIII[2] e Sua Majestade Católica Filipe IV. Alguns catalães incomodados com a imposição de impostos e o pagamento de impostos onerosos para pagar as guerras na Holanda, o espírito livre do catalão, como já foi dito, pedem ajuda a Paris, revelando-se republicanos. Richelieu envia um exército de quase cem mil homens e atravessa os Pirineus. Esquadrões ou somatenes são organizados nas diferentes veguerías. Os líderes mais importantes da rebelião são o cônego de La Seo, Pau Claris, capitão de cavalaria Dalmau Tamarit, Jaume Ferrand e Rafael Antic que

FRANCISCO DE MELO EL GRAN HISTORIADOR PORTUGUÉS NOS NARRA CÓMO FUERON LAS GUERRAS FRATRICIDAD DE CATALUÑA

 

Francisco Manuel de Melo. La guerra de Cataluña.

 


Son los catalanes de durísimo natural – escribe aquel gran portugués Francisco Manuel de Melo eximio literato un militar amigo de España a cuyo servicio se alistó como literato del Tercio de Lusitano que comandaba el marqué de Vélez y que operó en Cambrils en aquellas durísimas jornadas de enfrentamiento entre hermanos  lo que dio en llamarse guerra de Cataluña o corpus de la Sangre, amigo de Francisco de Quevedo, como él también estuvo en presidios y de hecho este valioso libro testimonial obviado incomprensiblemente por los historiadores, dio a la estampa más de cien libros en portugués, castellano y latín, un ibero universal, un humanista del imperio astro que brilla cuando ya en Flandes empezaba a ponerse el sol-gente de muy pocas palabras, algo a lo que le inclina su lengua madre cuyas cláusulas y dicciones son brevísimas y ponderadas por oposición al habla de lusitanos y castellanos que son idiomas más indirectos y floridos. Son aquellas gentes muy leales y reflexivas, de austero vivir, amantes de su libertad y heroicos pero inclinados a la venganza pues ante la injuria muestran grandes sentimientos. Estiman mucho su honor y su palabra. Aquella tierra que a efectos de su jurisprudencia y regimiento se divide en veguerías de las que Cambrils, Bellpuig, Granollers y Figueras son las más importantes, es áspera como el carácter de sus habitantes. Amantes de sus tradiciones bailan comunalmente una rueda al compás de dulzaina o chirimía al uso moro de notas melancólicas y en su tauromaquia muy diferentes a los lusitanos y andaluces, no matan al toro sino después de prenderlo fuego por el cuerno. Son tercos y contumaces. Los pueblos son muy grandes pero los campesinos a los que llaman payeses viven en alquerías o casas de montaña. Con frecuencia son dados a bandos por sus distintos pareceres como los narros y los cadellels, al igual que los güelfos y gibelinos de Milán y los beamonteses y agramonteses de Navarra o los gamboinos y oñates de la antigua Vizcaya. Es el pueblo más libre de la tierra. Cuando por un crimen o agravio son perseguidos de la justicia tiran para el monte y dan en bandoleros. Utilizan como arma un arcabuz corto al que llaman pedreñal y se ciñen una charpa de cuero de la que cuelga un puñal. No llevan sombrero, sólo un bonete de estambre de diferentes colores como distintivo del bando al que pertenecen[1]; calzan unas crépidas de cáñamo tejido y atan con peales a la manera griega. Usan poco el vino y lo toman aguado. Comen un pan áspero que portan a la cintura del que se alimentan”. No puede ser más cabal el retrato del pueblo catalán de don Francisco Manuel en esta importante crónica de los acontecimientos que sembraron de guerra y desolación las villas y ciudades del Principado a lo largo de dos lustros desde 1631-1642 y de los que fue testigo de vista. El libro es un fado que el historiador pulsa con la solercia de un Camoens. A lo largo del tratado se lamenta de la destrucción de los pueblos peninsulares: Navarra y Galicia que no se sublevaron. Cataluña cuyo alzamiento fue sofocado por la infantería de Armando de Espínola hijo de aquel famoso Mauricio Espínola el del cuadro de las Lanzas que inmortalizó Diego Velazquez al plasmar la rendición de Breda. El Reino de Valencia desde un primer instante fue leal a la corona de Austria. No así Andalucía que coqueteó con el Turco gracias a aquel Álvarez de Toledo duque de Medina Sidonia. El conato fue abortado in nuce y de todas estas periferias sublevadas contra el monarca absoluto sólo salió airosa Portugal que se separó del tronco común con la ayuda de los ingleses, indefectibles enemigos que aparecen como hienas lupinas cuando aprecian debilidad en Madrid. Los lusitanos tuvieron suerte porque murió el conde duque de Olivares cuando se disponía a cruzar la frontera por el Tajo en la villa de TORO y la mar se tragó una escuadra que había él prevenido para ir sobre Lisboa. Melo fue acusado de “españolista” y de traidor. Fue encarcelado en Santarem y luego desterrado a Brasil por Juan IV el nuevo rey lusitano al que al parecer le birló la novia.

La guerra de Cataluña fue una confrontación después del fracaso del tratado de la isla de los Faisanes entre Richelieu y Olivares o dicho de otra manera entre el Rey Cristianismo, Luis XIII[2]  y Su Católica Majestad Felipe IV. Algunos catalanes molestos por la imposición de impuestos y el pago de onerosas gabelas para costear las guerras en los Países Bajos, talante libérrimo el del catalán, ya va dicho, piden ayuda a Paris delatándose republicanos. Richelieu envía un ejército de cerca de cien mil hombres y cruza el Pirineo. En las distintas veguerías se organizan escuadras o somatenes. Los cabecillas más importantes de la rebelión son el canónigo de la Seo, Pau Claris, Dalmau Tamarit capitán de caballería, Jaume Ferrand y Rafael Antic quienes reunidos en el Consejo de los Ciento de la Ciudad Condal alzan una lista de cargos contra los castellanos. Se quejan de los robos, estupros, afrentas y otras tropelías de las fuerzas de ocupación. Señalan que la soldadesca integrada por mercenarios italianos, esguízaros, bátavos y tudescos han estragado el país sumiéndolo en el desconsuelo con sus rapacidades y costumbres licenciosas poco acordes con la moral austera de los naturales. Sin embargo, el obispo de Urgell se declara súbdito inequicovo de su Majestad Católica. Con todo, el prelado irledense hace un llamado al cese de la violencia, que se castigue a los incendiarios de templos y monasterios.

Melo en esta crónica en que por su estilo elevado conciso y circunspecto recuerda a Tito Livio y al propio Cesar efectúa una relación imparcial de los acontecimientos y su mensaje es claro: el pueblo llano paga los errores de la clase dirigente, padece la pecorea de la soldadesca de ambos ejércitos de ocupación y en contra de los publicistas de la leyenda negra muestra un sincero amar a España y a su lengua sin que ello fuera menoscabo de la limosina cuando señala que el Imperio estaba siendo victima de una conjura; “ingleses, venecianos holandeses y ginoveses solo aman su interés en Castilla por ser la puerta donde llega el oro de América que ellos se reparten mediante la propagación de estas contiendas religiosas mientras el Padre Santo de Roma mira para otra parte”

El historiador portugués que publica “Historia y Separación y  Movimientos de la Guerra en Cataluña” bajo el pseudónimo de Clemens Libertinus en 1645  pontificando Inocencio X[3] al que dedica su obra, rogando al obispo de Roma que intervenga para evitar estas divisiones que aparejan la destrucción de Europa por las contiendas entre los príncipes cristianos.

El pontífice ni siquiera contestó a su dedicatoria, añadiendo de esta forma una cuenta más al rosario de pecados y culpas de nuestra santa madre iglesia. Roma que suele pagar con ingratitud amarga la lealtad suprema con que siempre miraron al “vicario de Cristo” nuestros reyes (Alfonso X, Isabel la católica, Carlos V, Felipe II) siempre inclina su balanza del lado de Francia. Este es un hecho histórico y a la sazón Inocencio X respaldó a Armando Juan de Plessis a quien coronó con el capelo cardenalicio; esto es: Richelieu el gran valido de Luis XIII denominado El Justo.

Melo se hace lenguas de la hispana bizarría, de la generosidad de los castellanos y de su magnanimidad en la victoria sin que ello sea óbice para destacar de su propia cosecha la observación una veta de crueldad y desarrimo entre ambos contendientes. A los castellanos les encuentra presuntuosos y temerarios frente al mutismo de los catalanes de índole austera. En uno y otro sector hubo tropelías como la toma de Cambrils y nada se diga de lo acontecido aquel 7 de junio de 1638 cuando estalló el motín de los segadores. Las turbas arrasaron el fuerte de Montjuich, quemaron la casa de la Inquisición. Dalmau de Queralt conde de Santa  Coloma padeció martirio. Era un prócer con buenas intenciones que quería contentar a sus súbditos barceloneses sin abjurar de sus principios de lealtad a la corona. Esta lenidad de hombre tolerante y de centro no contuvo a sus asesinos que lo arrastraron por las calles. Un payés cortó al marqués los genitales y se los colocó en la cinta del sombrero. Autentica venganza catalana.

No por ignorados y ocultados a las futuras generaciones- las nuevas leyes educativas dan una versión muy distinta de saña hispanófoba porque se ha registrado en estos últimos años un legrado de memoria histórica- los luctuosos y terribles sucesos dejan de tener una relevancia perentoria. Más guerras en Cataluña después de aquella que causó la muerte de unas doscientas mil personas vinieron luego con la francesada, las guerras carlistas o la propia guerra civil española. Una de las causas fue la sublevación de la Generalidad que aplastó el general Godet el año 34, con el trágico fusilamiento de Lluys Companys y ya en plena contienda con la aparición de bandos a los que son dados los catalanes como autenticos celtiberos entre el POUM y los comunistas. ¡Que no vuelva a sonar el tambor del Bruch! Ojalá.

La historia es maestra de la vida y, si no se tiene en cuenta el pasado. éste podrá repetirse y alguno de la clase política perderían sus momios; que siga la verborrea, hay que darle juego a la cometa. Los males, si no son atajados a tiempo y se pone remedio, se gangrenan, dice Melo con su estudiado laconismo, del ibérico que contempla impávido aquellos luctuosos acontecimientos de la España de mediados del siglo XVII. A la clase política no le gustan las verdades. Las nubes de incienso en que pulula la alejan de las realidades de ahí su reacción como cuando un tábano cojonero te pica en los testículos.

Cercenada de su región más industriosa y vital España desaparecería bajo las garras de unas nuevas cáfilas imbuidas de un nacionalismo torcaz rancio y antañón de barretina, chapela, muñeira o montera picona, que no se adecua a los postulados del siglo en que estamos. La lectura de este gran escritor portugués (1608-1666) me ha llenado de paz y de resignación melancólica y de amor a Cataluña, (la Gotta Alonia de los edetanos) y a España. Pero no soy yo más e una voz clamante en el desierto

 

 

 



[1] barretina

[2] Cristianísimo un titulo expedido por la Santa Sede que conferían a la Casa de Foix de expulsar diablos

[3] Inocencio X el papa que retrata Velazquez transbordando su paleta una imagen interior de la arrogancia, el poder y el maquiavelismo que se pintan en su rostro

 ELEGÍA Y CANTO A LAS 24 REDONDAS BLANCAS


Con el ordenador son 53 pero bien está traer a colación aquí el poema de Pedro Salinas a las 24 redondas blancas como punto de apoyo que mueve el propio movimiento:

"quietas dormidas están

Las treinta redondas blancas;

entre ellas sostienes el mundo"

En realidad estos sagrados templos de las Nueve Musas son- y es lo que quería decir Salines- son cariátides que sostienen empujandolo hacia arriba al globo de la esfera armilar. Como vehículos de la idea y ancilarias de la palabra. Sin palabra no hay ciencia ni comunicación ni progreso. El be de la cabra y el chillido del mono. ¿Es a lo que volvemos? Dios quiera que no.

Así, con este verso, el poeta Salinas en "La Voz a ti debida" entonaba una loa al tablero de la Smithson Corona, su maquina de escribir, ábaco del amor y del dolor, cifra y compendio de nuestros pensamientos, férula de nuestras vidas que en ellas ponemos al tablero, campos elíseos de las nueve musas, burladero con que hurtamos el cuerpo a las cornadas de esas vaquillas que son auténticos miuras morcillos, tan difícil de poner en suerte como a todo toro hembra, instrumento de trabajo de vates, abogados, periodistas, comerciantes, cronistas en general.

Alistair Cook sesudo radiofonista británico en una de sus emisiones últimas por la BBC(1)

en su "Carta desde América" propalaba la noticia de que la firma Smith&Corona cerraba sus puertas después de haber estado fabricando mecanografía desde hace 125 años. Sería una noticia que pase inadvertida. Los Massmedia se encuentran muy atareados por cuestiones de mayor momento a causa de una actualidad vertiginosa, en la cual parece que la historia se derrumba.

La firma patentadora de maquinas de escribir, cajas registradoras y otros instrumentos de cálculo más antigua de los estadounidenses, al cerrar sus dependencias y mandar a sus laborantes al paro, no es más que un nombre temblando en un papel, en la larga lista de fusilados a causa de este "alzamiento cibernético" que no cesa.

¡Ah, las redondas blancas, que se bañan en tinta y en sangre y a veces en agua clara! Las aguas del Tíber, como en los tiempos de cesar, siguen bajando negras con la sangre de tanto ahogado que grita antes de expirar: "soy poeta". Una empresa que fenece; su cadáver, en cambio, no es un fiambre como los demás. Surjan de nuestras gargantas cantos epicedios de los que lloramos la desaparición de estas treinta ninfas mecánicas que nos ayudaron a construir nuestros propios paraísos e infiernos. De papel.

Las anduvimos aporreando con ira revolucionaria cuando nos creíamos con algún poder para que todo esto cambiara. Recuerdo que Paco Umbral se fotografió una vez desnudo y su "pluma Olivetti 22"- la que utilicé yo- le servía de hoja de parra y así, in púribus, pero, a cubierto por el paño de pudor de las redondas blancas, apareció en la portada de uno de sus libros(2).

Las hemos acariciado con éxtasis. Con ellas hicimos el amor; tuvimos los mejores orgasmos.

Una idea feliz, una metáfora de contraste, un concepto de inspiración son como para correrse de gusto. Porque, desde el principio, sobre sus lomos cabalgaron nuestros primeros poemas de amor. Ellas son en verdad el amor. La novia que nunca cambiamos por otra. Ni nunca ella nos dejó. Amor a primera vista. Amor imperecedero. Aunque hoy ¿escribir para qué? Difícil respuesta: es difícil escapar al ojo panóptico de la Gran Cuadrúpedo Sinario. Le importamos poco los escritores.

Pero son muchos años amando y sufriendo, dándoles a la tecla, mucha cólera y no menos ternura de afanosas noches en blanco escuchando las retransmisiones del alma y las que llegan DX, voces amigas de sintonías efervescentes en la madrugada. ¿Todo esto para qué? Es el mensaje de la botella. Algunos dirán que esto que hacemos es un ejercicio inane pero a él estaremos sometidos los que no sabemos hacer otro (Cela dixit) hemos dejado la piel quemandonos las pestañas para que amenguara la vista, y gastando la yema de nuestros dedos.

Se atrofiaron los riñones, duelen las caderas y van las manos involuntariamente a atentar los cuadriles. Nos desriñonamos, vaya, entre sahumerios incesantes de nuestra cachimba y las tazas de café. La pipa ha sido otro de nuestros consuelo.

A la ingratitud de la existencia se vence con tabaco y humo porque acaso no otra cosa seamos que humo. Hemos sudado la gota gorda en este oficio que no guarda parangón con ningún otro. A ratos resulta suplicio y cadena. A ratos, deleite y fruición. Sueños que sueños son. Escribir es, ciertamente, una profesión pero también un vicio, del que no se descuelga uno sino con la muerte. Y a tal punto, que puede resultar más llevadero quitarse del trago o del tabaco que renunciar a esta grafomanía que nos penetra.

Nuestros sueños, pesadillas y realidades, se condensan en ese claustro apretado de las "treinta redondas blancas". Ahí está la vagina rasgada de la sonrisa vertical que lanza hijos de la imaginación al mundo. El peligro es claro está junto a los retoños sanos las paridas. Redactar una parida es como alumbrar un hijo tonto.

Por desgracia, éstas abundan lo suyo entre los "leguleyos" y plumíferos/as y plomíferos/as que engendran demonios. Sin embargo, el rodillo de nuestra portátil todo lo abarca: el tópico desangelado y la idea genial.

A veces este carro de fuego de nuestra Olivetti echaba chispas. Era un carro de fuego en el que Elías trepó hasta los cielos. Por la cinta de la fábrica de los sueños- verdaderos caprichos goyescos- salían hasta cascos de botella.

Pedro Salinas pasó a limpio el original de La Voz a Ti debida en la Smith Corona insertando en el rodillo cuatro copias al carbón. De la misma manera hicimos muchos españoles con nuestros primeros poemas. Nadie nos hizo caso y aquellas láminas olvidadas y amarillentas yacen olvidadas en la oscuridad de viejas maletas o en cartapacios y antiguos archivadores.

Es otro riesgo que hay que afrontar, máxime, en la actualidad, el anonimato y la oscuridad. Estamos condenados a re-escribirnos y a enviar mensajes a nosotros mismos. Por si acaso lo lanzamos a la Red formato HTML en la esperanza de ser leídos. "Escribe para ti mismo", dijo doña Machina la bibliotecaria de Logroño. En aquella frase me pareció escuchar una sentencias de muerte. Doña Machina era una mujer cruel como las Parcas mismas. Machina, máquina infernal, nos metió en buen mechinal. El poeta se queda sólo. Le han arrebatado la lira pero nunca le podrán quitar su voz.

Y nadie, mejor que el vate madrileño transterrado a Nueva York, supo cantar a la esbeltez y mutismo de cariátide de las Treinta Redondas Blancas. Mundo de cine black & white. Y por esa sendas seguimos los demás juntando palabras blanco sobre negro. ¿Tiene que ver un irritante como el café o como el tabaco con el hecho de la inspiración? Pisemos mayúsculas. Calquemos en la versal del acento. Lo esdrújulo y apaisado. Antonio, no te metas en ese jardín.

Las treinta fichas constituyen no sólo nuestro aval. Son igualmente le muro de carga del edificio de nuestros sueños y Wailing Wall de los que se sienten incomprendidos, maltratados, perseguidos y hasta trucidados por los Herodes de las épocas. El acto de escribir es un acto inocente pero a veces los escritores pasamos por terroristas.

Con esta tecla en nuestros dedos estamos echando un pulso a la Historia. Nos da en plena cara el viento del Espíritu y nos sentimos eufóricos cuando escribir resulta sencillo o consternado cuando se aleja la inspiración. No hay tormento mayor que el de la cuartilla en blanco que aqueja a todo escritor. Hay que contar historias. Las que merecen contarse, y las que no. El ordenador no ha hecho sino aumentar el campo de posibilidades (y feria de vanidades) de la escritura hasta límites increíbles.

Porque la mecanografía continúa siendo la abuela irreconocible de la telemática. Pisar la tecla mayúsculas/minúsculas de una "Underwood" o de la última computadora fabricada en China es realizar profesión de fe en el misterio de la palabra. Reyes del alfabeto tenemos la llave triunfal del abracadabra. El soplo del espíritu, ya decimos, se equipara con el duende de las imprentas inserto en la magia de las Treinta Redondas Blancas con su inmenso abanico de combinaciones. Que brindan la salida del laberinto. A través dellas rastreamos el hilo de Ariadna.

Mi portátil(3) hasta hace poco seguía emitiendo ese tableteo nervioso y seco de las ametralladoras. Ta. Ta. Ta. Y yo me sentía como el violinista en el tejado o como un francotirador - es lo que he sido toda mi vida, largando por lo independiente, yendo por lo libre- que asmaba la calle desde arriba y soltaba tiros contra todo lo que se movía. Contra esto y aquello. Esto y lo otro.

Ese sonido de mi Olivetti es para mí pobre escribir lo que la campanilla de las cajas registradoras que hacen poner los ojos chiribitas de los tenderos. Tilín. Tilín o el till que dicen los ingleses. Hacer la mili como servidor de ametralladoras es un buen empiece para un escritor. No me embromen con cuentos de hadas. Donde pongo el ojo, pongo la bala.

Me jacto de haber dominado este oficio a fuerza de tesón. ¿De qué me ha servido? Tuvimos la mala suerte de vivir en un tiempo perdido de persecución y de incomprensión. Este ha sido uno de los periodos más siniestros de la historia de España pero, si cabe, que los del Rey Felón. Que vuelva Goya y se hinche hasta la narices de estampar narices borbónicas, cayetanas y monarcas con cara de gilipollas, princesas facticias y ficticias y niños rubitos y archi guapos que dan muy bien en el Hola y dan de comer a Rocainfiel y otros de la cuerda.

Con su pan se lo coman. Mientras la patria desolada se muere de tristeza y de asco aunque todos nuestros súbditos a los que va la marcha están bajo la bota del control. Que acá no se mueve nadie.

Esto no es, desde luego, me huelgo decir que yo, francotirador, que estampo mi diuturno paqueo sobre el sobrepelliz de mis hadas madrinas que son las Treinta Redondas, donde pongo el ojo pongo la bala. Ni las ideas ni las palabras me son refractarias. Casi como Indurain cuando se monta en una bicicleta y llega al pódium del Parque de los Príncipes.

Hay días malos en que te entra la pájara y uno no tiene ni una triste historia que llevarse hasta las teclas. Sequedad informativa. Penuria inspirativa pero dejalas, hijo que ya vendrán. No entra nada en esas esfera maravillosa de las cuarenta pulsaciones por minuto. La mente parece bloqueada y entonces es como el cadoz de la noria de una alberca que se empeña en sacar agua de donde no mana.

A la maquina de escribir hay que aporrearla pero el ordenador parece que va solo. Se embala. Es una maquinaria de magia oculta que parece ajena al temperamento y a las veleidades humanas. El PC(4) no parece comprender los altibajos del plumilla que lo maneja. Es silencioso, de visión nictálope, superferolítico, eficaz, pero a veces nos muestra la cara hosca de sus manías. Es más inteligente, menos apasionado que la maquina de escribir, al tiempo que muestra un mundo plano.

Es todo cabeza porque de raza le viene al galgo. Lo dicen inteligencia artificial. La otra, todo corazón. Los que para escribir necesitamos barullo, humo, que suene la campana, que se atasque el rollo de papel que rechine el carro y que se cargue aun el tope de la justificación echamos de menos a la "Underwood" cuyo espaciador manejábamos con furia porque cada linea escrita aunque no nos la pagasen como a Agatha Christie o al perulero don Vargas Llosa que cobra una millonada por sus engendros en forma de articulito era una victoria.

Era como rescatar al Ser de la Nada. El que pone una idea en circulación en este país de modorros engendra y trae muchos hijos al mundo en diferentes partos múltiples. Echábamos para el compañero de al lado una sonrisa de satisfacción. Cáspita. Eureka. Lo conseguí.

Los que venimos de esta furia nos sentimos cohibidos por esta gollería silenciosa de la cibernética. La memoria artificial abrió para el escritor la cancela de otros mundos. Con ella puede llegarse al texto perfecto. Quitar. Añadir. Corregir. Sobrescribir. Formatear. Escindir. Proyectar. Subdividir. El cursor y la clepsidra. Todo aséptico y superferolítico pero uno siente nostalgia por aquel ambiente visceral, aquel humo, aquel hablar a voces. Hoy ya no se fuma. Es un mundo sin tabaco pero envenenado con otros tóxicos. Y todos vivimos enajenados por una vida sin ilusiones y sin amor. Mercurio derribó a apolo de su pedestal.

La última carta desde América de Alistair Cook-el hombre que narró para la BBC la entrada de los rusos en Berlín y la caída de la Montecasino-sus crónicas eran tan periodísticas que bastaba con escuchar el lead, después se perdía en juego de palabras y parecía que se escuchaba a sí mismo- me ha embargado de añoranza este domingo de agosto. El periodista británico cuenta lo difícil que es en Nueva York hacerse con una cinta(5) de maquina de escribir a gentes que, como él, siguen sin entender el ordenata.

¡Hay que ver las maravillas que inventa el hombre blanco! Aquí empieza el tránsito de lo digital a lo analógico. Las manualidades tienen poco espacio de vida.

En Nueva York nació precisamente la maquina de escribir el 1873 patentizada por un inglés que se apellidaba Remington. Este señor se había forrado fabricando cañones y armas cañones. Su caso era muy parecido al del magnate Nobel sueco que fundó los dichosos premios aquejado de un golpe de arrepentimiento por haber colocado en el mercado armas de todo tipo. No sabía el hombre que la maquina de escribir también puede ser un arma letal y cargada de futuro.

Puede causar bajas y barrer enemigos sin necesidad de pólvora u otro fulminante. Es un revolver y una navaja(6). Pero la mecanografía puede ser un atril para reclinar los santos evangelios. Se trata de una herramienta carismática para cuantos seguimos creyendo en la Buena Nueva. Me incluyo en el cupo de estos humanistas idealistas a los que el vulgo tacha de zumbados. Que siguen creyendo en la justicia y la solidaridad. ¡Rara avis!

Las treinta Redondas nos sirvieron de escalera para trepar a esas realidades excelsas a las que aspira el ser humano que son la Verdad y la Belleza. Pero acabamos rompiendonos la crisma. Luego nos levantamos, sacudimos el polvo de nuestras sandalias con la caída, nos limpiamos los petos pero pronto nos dimos cuenta de que no teníamos donde ir. Nadie nos oferta cobijo ni nos da un lugar para lamernos nuestras heridas.

Uno ha muerto para el mundo. Vive en su celda recluso servido por esas hurís sin cuerpo, dulces etéreas, a ratos hetairas, que nos sirven, nos lavan los pies derramando sobre nosotros ricos pomos de alabastro como hizo María de Magdala, que son las fieles Redondas Blancas. Autenticas cantineras para los escritores de infantería que somos los periodistas. Y de su mano seguimos escribiendo, soñando.

El 408 ya san Agustín poco antes de que los corceles de Alarico hundieran sus pezuñas sacrílegas en las lajas de la Vía Apia, alertaba, desengañado, que la verdad y la belleza sólo podrán ser gozadas en la otra vida porque "mi reino no es de este mundo".

De tejas abajo, sólo podemos aspirar a que ellas nos sirvan de cirineo para sobrellevar las tribulaciones y persecuciones que la vida depara o servirnos de escudo o talanquera para esquivar los muchos golpes y cornadas que nos lanza el enemigo. "Porque vivimos sojuzgados por un poder temporal en el que manda Lucifer", escribe el santo.

Pese a ello no claudicamos. Conscientes de nuestra derrota temporal, confiamos en nuestra recompensa eternal. Sabremos ser carne de cañón y carne de prostíbulo pero, asimismo, estamos abocados a ser carne de máquina de escribir.(7) Somos, en una palabra, los perdedores.

La voz rotunda, como de petulancia de Cook [British pasada por la trituradora del yanqui pangue, que los americanos hablan un poco por la nariz, y del acento meso-atlántico] nos sigue acompañando desde Nueva York. Es todo un icono de la famosa sede de Bush House. Él debe de haber pasado el Rubicón de los 90 en plena claridad mental. Quizás los buenos periodistas nunca mueren. Cook es la voz de la tía abuela o "auntie" que es como llaman los ingleses a la BBC. Quizás los buenos periodistas nunca mueren.

A mí desde luego siempre don Alistair me pareció un buen periodista aunque un si es no es petulante, uno de esos ingleses que miran a media humanidad por encima del hombro. Los buenos locutores quizás nunca mueran. Sólo se desvanecen y su voz sigue rodando a través del éter por toda la eternidad.

Cook es el oráculo de la crónica política internacional. Es un panegirista inglés de la América profunda y yo no diría de pensamiento independiente pues su discurso sonaba siempre algo "phoney"(8) pero creíble.

Se le cita como hombre de la CIA en Gran Bretaña. Su letra desde América es el Nueva York entrevisto desde un angular personal narrada con un impecable acento medio-atlántico, a caballo entre sendos mundos, que ni es inglés de las islas ni es yanqui, pero que conserva toda la nasalidad en la que se expresaban los Padre Peregrinos, al calor de las viejas palabras resucitada del Webster Dictionary.

Cuando yo vivía en Londres, allá por los felices 60, yo era un fan de Alistair Cook. Su emisión salía al aire en las tranquilas tardes de domingo inglés cuando al país se le para el reloj(9) y hay que darle el cuerda, limpiar la alfombra, lavar el coche, tomarse la enésima taza de té mientras atardece y las iglesias anglicanas de Londres recibían a los escasas fieles que acudían a las vísperas o Evening Song.

Tenía su magia el domingo inglés que era un verdadero sabath y la voz de aquel corresponsal de la BBC contribuía a la puesta en escena del English Sunday que era en aquellos tiempos toda un institución. Mi hija Helen de dos años, que ya por entonces debía de querer ser periodista, se sentaba a la máquina de escribir atraída por la magia de las Treinta Redondas Blancas. Miralas que solos están como el lagarto y la lagarta. Su madre se atareaba en la cocina y mientras daba el botón del conmutador Suzanne decía:

-My God. This bloke goes for ever(10)

Ella le había conocido de niña cuando era un anciano. La voz siguió repicando hasta bien entrado el siglo XXI y luego su cadaver experimentaría una historia rocambolesca. Alguien lo robó para extraer a don Alistair difunto algún órgano. A lo mejor fue la voz que la tenía bastante eufónica.

En 1995 seguir escuchando a don Alistair me llena de nostalgia con aquel mundo que dejé atrás en England, que fue mi secunda patria, mi segundo país y del que a veces me siento exilado. Un exilado soy del amor, de la verdad y de la belleza. My God. ¡Ha pasado tanto tiempo!

¿Qué sería de mi pequeña Helen a la que la madre me impidió visitar?(11) Pasó tanta tiempos, cayeron tantas hojas muertas que se llevaron a tantos amigos a lo largo de infinitos otoños. He llenado tanto papel. Emborroné tantos folios. A veces con menos eco del que esperaba y de lo que creo me merezco. Pero la vida es ansí (don Pío dixit)

Sin embargo, las redondas blancas siguen ahí y de ellas yo no estoy ayuno ni a blancas. Bien las conozco y ellas me conocen a mí. Conservan el magnetismo imponderable de la eterna juventud. Y esa inocencia que han de tener las bellas para ser bien deseadas.

Son deidades a las que su castidad convirtió en Vestales del devenir. Ellas serán vírgenes perennes mientras nosotros envejecemos arqueando el lomo sobre la esteva y nos aquejan los achaques y los ataques de malencolía pues ya nada será como entonces. Ellas nos devolverán algún día el amor. Por su intercesión quizás tengamos esa resurrección sobre la que converge todo escritor el cual mediante la escritura quiere perpetuarse: resucitar, ser inmortal. El ábaco, los abecedarios, las teclas y la escala musical son entes sin tiempo. Soñemos, alma, soñemos.

Antonio Parra

6 de agosto de 1995

transcrito 8 de agosto de 2008

1. 1995. Alistair moriría en los inicios del siglo XXI

2. Francisca Umbral falleció en septiembre de 2007

3. Máquina de mecanografiar. Entonces la portátil no era el ordenador. No había surgido.

4. Personal computer. No partido comunista.

5. Ribbon

6. Yo cerca de un ordenador puedo ser un tipo peligroso. Sorry

7. Quizás no sea un rasgo que beneficie decirlo pero el mundo de la prostitución se encuentra íntimamente conectado con el de la literatura

8. Artificioso

9. Recuerdo aquella lectura de los dominicales arrellanado en el sofá fumandome mi pipa o mi Number 6. Muchos reportajes los recortaba. Me hice periodista mirando para los ingleses. Entonces los admiraba. Hoy ya no tanto. Me aburrí de pirámides informativas y llegué a la conclusión de que los anglosajones proclamando la objetividad de las seis W pueden convertirse en sectarios. Empecé siendo periodista de agencia y me convertí en periodista de chispa.

10. Santo Dios. Este tipo parece que no se va a acabar nunca. Parece que tiene gas para rato.

11. Para los curiosos de mi biografía diré que a fines de 2005 di con su paradero y hablé con ellas. Suzanne es pensionista profesora jubilada en Cornualles y Helen es matrona