2021-02-22

XL AÑOS DEL 23F LA SEGUNDA VOLADURA DEL MAINE OBJETIVO ACABAR CON EL EJÉRCITO ESPAÑOL

Cuarenta años de aquel jaleo pero con las glorias no se acabaron las memorias. Son nítidos mis recuerdos de aquella noche fría y seca del febrerillo loco mucha contaminación pesaba el aire mefítico que flota sobre el cielo madrileño cuando no llueve. Eran las nueve de la noche y yo acababa de escribir un reportaje era colaborador de la agencia EFE. escribía de todo lo que se movía. Decía Alas Clarín que el periodismo no da para comer pero a veces llega lo justo para merendar. Conecté el receptor de radio y para mi sorpresa emitían música militar lo cual me enardeció el corazón, me vestí rápidamente de trapillo americana y pantalones de pana color beige y un tapabocas para el frío y me lancé a la calle. ya estám ahí pensé. Soy hijo de mlitar y he mamado la leche de Mayorías. cuando era corresponsal del Arriba en Londres tuve algunas peleas con un colega del Daily Telegraph que sostenía el criterio de que un millón bajo las armas eran un problema que había que solucionar a la muerte del dictador. 

El fortuito encuentro me dio la clave de lo que iba a pasar aquella noche de marras que yo viví. Me acerqué al Gijón. Estaba vacío. Mi amigo Alfonso Pérez Pintor el cerillero un anarquista que me salvó en algunas ocasiones que me excedí con el "cristal" era el único presente en el establecimiento que fue mi refugio y mi paño de lágrimas en los años de plomo de la Transición. Estaba allí de plantón. Le invité a una copa y me dijo no bebo cuando estoy de servicio y creo que esta noche va a ser larga tú tomate dos. Con las mismas subí hasta la puerta de Alcalá. Allí me topé a unos personajes con gabardina blanca y sonotone hablando en inglés. Los tipos eran unos verdaderos armarios.

 Debajo de la gabardina les abultaba la pipa. No les di las buenas noches  y bajé hasta Cibeles. Presencié el primer incidente de aquella noche toledana muchos nervios pero no se escuchaban  ruidos de tanques: un "secreta" muy bien plantado al que yo había visto ir a bailar con sus pirulis al Pasapoga sujetaba a un individuo en el suelo y le apuntaba con una del calibre 38. Bien empezaba la cosa pero el policía le mandó levantarse y el tipo un sanculotte desgreñado puso pies en polvorosa. yo llegué al Hotel Pâlace aquello era una romería. 

Con mi pentax en ristre tomé algunas placas de los alrededores del Congreso (desafortunadamente los dos carretes se los cedí a uno que trabajaba en el YA por nombre Juan Luis. No los volví a ver mala haya el caballero que sin espuelas cabalga hice el tonto al fiarme de aquel tipo al que años más tarde hallé trampeando las calles, cerró el periódico y se convitió en un vagabundo sin techo Dios le haya perdonado la fechoría que me hizo, supe que trabajaba para los Servicios, era un soplón el Juan Luis) 

Vi a un guardia civil veterano ofreciendo café a la gente que pasaba por allí en tazas de plástico. Decía "nosotros somos unos mandaos" con acento andaluz, 

Barrunté  que aquella movida era el esperpento de un montaje suficientemente preparado con antelación.

Me quedé sin tabaco y le pedí un cigarro a un fotografo del Mail londinense al que conocía de vista. Había legado en un avión especial fletado por los ingleses la noche anterior. Más olor a chamusquina.

 Le sorprendió mi acento cockney. "Tú no eres español"... "Soy tan madrileño como la Puerta del Sol". Un periodista no ha de padecer anosmia. Su nariz larga tiene que captar el olfato de un topo a una legua de distancia. Pero el tabaco que me dio el colega era excelente DunHill. 

Me entraron ganas de exonerar la vejiga y en los urinarios del hotel estaba el General Saenz de Santamaria ministro de ka gobernación haciendo pis escoltado por dos guardias civiles de paisano. 

Alguien que debía de ser muy de derechas comentó que aquel militar asturiano estaba cagado de miedo. "Mírale cómo va no le cabe un piñón por el culo" Sí había muchos nervios y podía pasar cualquier cosa. 

Las radios bramaban desde dentro del hemiciclo. El Butanito se coronó de gloria narrando aquella charlotada que pudo terminar en tragedia y sólo acabó como las viejas comedias de atadero con un "fuese y no hubo nada". 

Ya de madrugada la tensión fue decreciendo, se esfumaron los corrillos en el vestíbulo del Hotel Palace. la luz de la aurora nos hizo presenciar a guardias civiles saltando por la ventana una imagen que hubiera querido yo no ver nunca pero asistí a la "toma del Congreso" Tejero un tio con gesto firme y sereno se despidió de sus hombres con un apretón de manos y subió a aquel autobús destartalado que los trajo a dar el golpe camino del trullo. 

Su Majestad el Rey Juan Carlos habló por le tele con cara de circunstancias. Yo creo que había sido manipulado. Parecía el juguete de un gran guiñol cuyos hilos manejaban dedos invisibles. Yo pensé a contrapelo de lo que se ha dicho y escrito porque el 23F se ha convertido en un Watergate a la española una orquesta de la confusión al objeto de que lo verdaderamente ocurrido en aquel lance nunca se sepa. Yo pensé haber asistido a la segunda voladura del Maine, El ejercito que ha sido baluarte de la patria y de sus leyes fundamentales se acabó. Otros que digan misa y pongan paños al pulpito. Comulgar con ruedas molineras yo no. 

Que cada palo aguante su vela y cada uno estornude como Dios le ayude, Al monarca sus "amigos" lo dejaron solo. Eso sí bien cubierto el riñón de dineros y prisionero en una jaula de oro de los emiratos árabes  unidos. bueno la cosa no tiene vuelta de hoja lo que pasó pasó que todo sea por el bien de España. Sigamos viviendo 

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