2021-12-19

HENRY TROYAT II

 HENRY TROYAT LE SAC ET LA CENDRE ¿LA REVOLUCIÓN DEVORA A SUS INSTIGADORES?

 

Termino de leer la extensa y palpitante novela de Troyat “El macuto y la ceniza” testigo de cargo del frente oriental guerra de 1914 en el más puro estilo Tolstoi.

El hilo conductor es la caída y destrucción de una familia burguesa de Pedrogrado que se desploma a la par que el águila bicéfala imperial pisoteada por los revolucionarios

Los rusos que tienen detrás un acerbo de literatura oral  — eskazki, raskasat— ancestral son aptos para el drama y poseen una forma diferente de novelar de forma total.

La primera conclusión que saco tras la larga vigilia estudiando a personajes tan eficazmente descritos (Miguel y Ospat los dos prisioneros de guerra que tratan de escapar de un Läger alemán, el uno es acribillado a balazos por los guardianes pero Nicolás se salva; Tania la mujer del primero que comete adulterio con Volodia el cual se pega un tiro no muere y el cirujano le pone el ojo de cristal, Chichisikov el maquiavélico muñidor de enredos, el cual monta una imprenta para difundir propaganda revolucionaria, Nina la enfermera heroica que declara su amor al doctor Vasiliev in articulo mortis y Nicolás el barín valiente teniente que se niega a disparar contra sus hermanos  rusos, se une a los agitadores al mando de una sección de ametralladoras Hochkin, pero acaba decepcionado por el comportamiento de la chusma que mata no sólo a generales sino a popes y sacristanes, incendia las iglesias, roba, mata, viola etc.,) es que la revolución como Saturno acaba devorando a sus propios hijos. La galería de personajes es impresionante. Todos hacen vibrar al lector.

Troyat relata escenas conmovedores como aquel cosaco capitán de húsares a punto de cargar contra la multitud se le acerca una niña le tiene un ramo de rosas y depone su actitud, ordenando a su escuadrón no cargar.

Una cabriola de su alazán y el húsar cae del caballo y es linchado por la multitud al grito de “Abajo el zar”.

No obstante, cuando los revolucionar realizan una saca tratando de detener a un pope y empiezan a tocar las campanas algunos se santiguan. Enigmas del pueblo ruso oprimido por los autócratas pero profundamente cristiano. La del 17 fue inspirada por los banqueros suizos, los judíos y el propio kaiser. Rusia humillada y ofendida.

Kerensky un charlatán pero cuando en una velada de Petersburgo cunde la voz de que Rasputin el maligno monje exclaustrado que tenía dominada a la familia real y supuestamente se acostaba con la zarina fue asesinado por Yusupof todos los presentes lanzan un hurra al aire y brindan con champán.

Era la hora de las tinieblas.

Muchos creyentes hacían suyas las palabras de Cristo en el calvario Señor mío y Dios mío por qué me has abandonado.

Dios callaba, estaba arriba pero lejos del sufrimiento, los vejamenes, la crueldad, el asesinato y el hambre de los de abajo. El autor lo explica con la teoría apocalíptica de Jacomo De Fiori.

La humanidad entraba en una era diferente.

Si el Viejo Testamento es el tiempo del Padre y el Nuevo el tiempo del Hijo, en el siglo XX empezaba el TIEMPO DEL ESPÍRITU esto es lo que está pasando ahora mismo con las iglesias cerradas o convertidas en bares discotecas o garajes los curas medrosos, los obispos convertidos en lobos con piel de oveja y en el VATICANO la apostasía y la herejía, el poder de las redes sociales, la aquiescencia y sumisión de los políticos a los poderes ocultos. Por lo que han dejado de ser estadistas para convertirse en managers.

 Gresca, desunión, dudas, reivindicaciones, feminismo crudo, mentiras, calumnias, infamias y confusión por doquier, pero no desfallezcamos en nuestra fe.

Seamos tolerantes y perseverantes. Es el tiempo del Espíritu y el Espíritu dicen las escrituras sopla cuando quiere y como quiere.

Los globales manejan ahora mismo una revolución total de guante blanco. Todo lo que aconteciera antes de 1989 queda sobreseído. Se suprime la Historia y se implanta la Memoria que siempre suele estar más manipulada y vindicativa. Un hurra por este armenio que escribía en francés pero su estilo, su tempo, era tremendamente ruso. Creo que su nombre tendrá que estar unido al de Pushkin, Gogol, Dosotyevski, Gogol, Andreiev, Turguenev, Tolstoi, Chejov, Lemertov. Es el poder de la literatura en carne viva.

 

Sunday, December 19, 2021 

 

 

 

 

 

 

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