ENIGMAS DE LAS SECTAS RUSAS
Hubo un tiempo en que estudié el fenómeno de los raskolniki o disidentes de la ortodoxia que tuvo un deriva en los viejos creyentes o staroi vierosii. Se trataba de volver a las esencias del cristianismo, loable propósito pero que casi siempre deriva en excesos, cismas, desviaciones. El cristianismo para mí es liturgia, tradición y lectura de la Escritura.
Lo demás nos lleva a Lutero a las aberraciones de algunos pontífices como el actual cuya falta de humildad y su simpatía con las cosas del mundo le vuelve sospechoso.
Mi lema es no lo toquéis más que así es la rosa. Por lo demás alcancé una suerte de nirvana y comunión con todas las religiones que son buenas y sirven para mejorar la vida del hombre: el judaísmo, el mahometismo o el budismo. Esta última me parece de gran aportación a la vida moderna pues implementa la meditación y la paz consigo mismo.
Un ejemplo de país es Japón con su respeto a los demás, la cortesía y la gran tradición litúrgica. Los monjes budistas también buscan el camino de perfección. Y se proclaman castos de por vida.
En cuanto a los cismas rusos estos se producen en Siberia entre los susurros del bosque y la inmensidad de la taiga.
La historia de la iglesia rusa habla de místicos que alcanzaban la contemplación mediante la danza como los derviches musulmanes. Practicaban el accésit místico girando a compás de los cuerpos celestes. Son los “Bolovki” (hombres del bosque) y se organizaban en “rasdenias” o ruedas.
El canto y la música eran imprescindibles en sus prolongadas liturgias y en sus ayunos. Pero sus tenidas acababan en orgías. De uno de estos monasterios siberianos surgió Rasputin que abandonó la clausura después de dejar encinta a una monja por nombre Xenia. Otra secta sin embargo predicaba el abandono en los brazos de Dios.
Surgen en la bursa o seminarios. Los bursacos o seminaristas girovagos aterrorizaban a las aldeas.
Algunos reciben las ordenes sagradas pero la mayor parte se convierten en peregrinos.
Van por el mundo recorriendo las inmensas distancias de la Santa Rusa con un mendrugo de pan en el macuto y una copia del evangelio de San Juan.
Predican por las aldeas el amor a Xto cumpliendo el mandato evangélico de no llevéis escarcela ni alforjas cuando lleguéis a una casa decid paz a esta casa, si os rechazan esa paz volverá a vosotros, permaneced con vuestro huésped y no mudéis. Comed lo que se os de. Esta secta formó parte de los yurodivi o santones peregrinos.
Más exaltados son los “sokopki” o castrados. Para vencer las inclinaciones de la carne cumplían al pie de la letra el mandato evangélico. “Si tu ojo te escandaliza arráncatelo”. la emasculación era para ellos una via de la trascendencia y una forma de llegar al cielo. Lo cual no deja de suponer una aberración.
Y u r o d i t s v o significa inocencia o idiotez mesiánica. Turguenev habla de los yurodivi. Santones staretzi y p r u g i v a l s n i k i los que vivían de gorra.
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