2022-11-06

DI MORDISCOS A LA GRAN CAMUESA NEW YORK... NEW YORK

 CORRESPONSAL DE LA NUEVA ESPAÑA  EN NUEVA YORK. UN MORDISCO A  LA GRAN CAMUESA

                      Antonio Parra

Con una estampa de la Santina en bolso y bastante miedo en el cuerpo me acuerdo de mi arribada a NY tal que una noche de san Andrés de 1976. Estaba nevando o a punto de hacerlo en honor de aquel refrán que dice: Por los Santos nieve en los altos y por San Andrés nieve en los pies. Cuando en América se acatarran aquí cogemos unas pulmonías de espanto.

 Era una tempestad de granizo casi tropical lo que caía terciada con hampos de una nevasca rusa que descendían perezosos sobre la cima de los rascacielos y el viento huracanado jugando a capricho con la aeronave. Por un instante creímos que nos íbamos a estrellar contra las Torres Gemelas. Allí vi un signo de los días porvenir. El horrísono espectáculo para los hiperestésicos como yo no es nuevo. A  Nostradamus lo he vivido en mis propios huesos. La fatalidad muslímica frente al destino. Makfut. Está escrito.

Desde entonces, y aunque salí de aquélla y de otro accidente que tuvimos en Lisboa, se incendiaron dos motores en pleno vuelo, a raíz de mi accidentado aterrizaje en la Gran Manzana, he tenido pesadillas columbrando aviones que caían sobre el World Trade Centre. También la torre Eiffel y el embudo donde se encastilla el Big Ben, torre del parlamento de Westminster, pero sobre todo las torres Gemelas eran el tema recurrente de mis cefaleas oníricas. ¿Occidente en la encrucijada?

 Hasta escribí una crónica y creo haber entregado algún despacho anticipando esa experiencia apocalíptica de las Torres Mellizas derrumbándose que ha puesto al mundo los pelos de punta. Y la obsesión me ha martilleado muchos años porque Nueva York es algo que imprime carácter que cambia la mentalidad y el modo de ser de las gentes. Allí mi vida experimentó un giro de varios azimuts. Y silbé sus “blues” bajo la autoridad de Frank Sinatra, un neoyorquino típico: “I love New York. New York”.

En América todo es grande y es extremo. Las montañas. Los huracanes. Los hombres y las mujeres; allí se encuentran los más altos y los más bajos, los más guapos y los más feos, los flacos como leznas y los más gordos pues dicen que Nueva York, donde abundan los “fatis”, cambia hasta el metabolismo y a mí me ocurrió que engordé treinta quilos. Las ciudades. Los árboles más grandes como el alerce de las Rocosas o las secoyas de California. Se lo pasan allí en grande los estadísticos, los amigos de los contrastes y todos aquellos que sienten pasión por evaluar las contradicciones, sinrazones y a veces maravillas de la raza humana. América casi carece de raseros y de varas de medir. Hasta climatológicamente las subidas y bajadas del mercurio de tan bruscas carecen de parangón. Se pasa sin solución de continuidad de una mañana calma de primavera a una tarde de calígine para luego tener una noche de escarchas. “If you dont like our weather, just wait” (Si no te gusta nuestro clima aguarda un segundo), advierten los castizos de Brooklyn.

Esta volubilidad a mí me parece que influye en la forma de ser de los habitantes con bruscos cambios emocionales que hace que no se asuste el neoyorquino de nada. Y se asusten también de todo. Allí suele tomarse la vida muy a pecho puesto que para sobrevivir hay que ser un adicto del curro. Como aquel Herbie, el transcriptor de mis crónicas en la ITT de la Onu, un judío entrañable. El pobre se fue a morir a Miami a un cementerio de elefantes. Que así se llama en el lenguaje coloquial a los que se jubilan y lo peor que le puede pasar a un “newyorker” es jubilarse.

Y es que allá cuando llueve, es el diluvio y si truena o cellisca lo hace a conciencia y de verdad.


Iban a ser cuatro años de experiencia sin precedentes. De calores húmedos en los cuales se podía cortar el aire con una navaja y de hielos espantosos.  Recuerdo la morriña que me invadía todos los veranos al regreso de las vacaciones en Artedo con sus mareas cantábricas, un verdadero servicio de limpieza costero que no existe en la Bahía del Hudson fuertemente contaminadas a causa del carboneo y el intenso tráfico náutico que ha degradado a las playas como las de Long Island consideradas como las mejores del mundo; una vez fui a bañarme a los Kills de Staten Island, un marasmo de galipote, y por poco perezco, añorando las olas de mi Cudillero, no a causa del agua sino en el cieno de las cloacas y de los vertidos de los basureros oceánicos. De la parte de New Jersey las tardes que cambiaba el aire llegaba una hedentina que quemaba los ojos y las narices. Allí todo era grande y distinto. Hasta el tufo. La naturaleza, más joven que en la vieja Europa, observa un comportamiento más vigoroso e imprevisible. Allí todo es grande hasta los atentados como el que acabamos de presenciar horrorizados a través de la CNN. En los famosos kills se entierran ahora los cascotes del desastre y Staten Island era y lo sigue siendo la isla de los muertos. Gestaten, en alemán y en holandés vale tanto como inhumación.

Habíamos tenido un vuelo con turbulencias. La aproximación a Kennedy la hizo el piloto con mucha cautela. Estuvimos dando rodeos a la vertical del cielo de la mejana inmensa que es la isla de Manhattan, a la que llaman cariñosamente Big Apple (la gran camuesa) los neoyorquinos, gentes de todas las etnias y razas que han aprendido a convivir en armonía y sin problemas, dentro de lo que cabe, formando ese caldero o melting pot que demuestra que los caminos del mundo no son los de la xenofobia sino los de la xenofilia y benevolencia hacia el forastero, el meteco o el espaldas mojadas que llega en busca de acomodo y de un futuro mejor. Allí uno nunca se siente de fuera.

Esto no quiere decir que sea una megapolis cómoda o fácil ni el Edén, porque se lleva una vida que no es para llegar a viejo. Es una ciudad bronca donde todo es difícil y  donde nunca hay que bajar la guardia pero allí se percibe un halo de humanitarismo tierno bajo la hosca corteza del neoyorquino quien, cuando habla por cierto lo hace con palabras precisas y como con barbas. Su “slang” o jeringonza es uno de los más interesantes por sus alardes de precisión y de fantasía. Puede decirse que el cheli y el pasota madrileño lo copian. Hasta el punto de que allí la sabiduría se aprende en la calle. Street wisdom y street wise son dos palabras que allí conviene aprender. Sin una orientación y una buena aguja de marear te caes pues refiere un viejo dicho local “nice guys here dont last” (los buenos chicos aquí duran poco). Están acostumbrados a las emergencias. Lo que más me sorprendió al principio es que la radio ensayaba simulacros de un posible ataque nuclear y llevaba a cabo tests de evacuación a los refugios Estos anuncios radiales terminaban todos terminaban todos ellos con la muletilla: “Esto no fue sino una prueba; de haber sido una emergencia real les hubiésemos facilitado las precisas instrucciones para acudir a los refugios subterráneos”.

   Es el mejor inglés jamás escuchado y eso mismo me decía el querido periodista y novelista gijonés Faustino G. Ayer, un enamorado de América y de todo lo americano (los dos íbamos a comprar el pan juntos a una tahona italiana de la ciudad baja, downtown) que conocía bien New York, claro dentro de un límite porque en este foro mundial todo se mueve. Todo parece en perpetua catarsis y siempre confunde, siempre sorprende. Con este colega asturiano también tomé copas en el bar cerca de Trinity Place donde acostumbraba a beber hasta quedar tendido Dylan Thomas. A veces nos acompañaba el ovetense Delfín García, corresponsal de RNE, bravo carbayón aunque muy cabezota, que tenía un aire inconfundible de Humphrey Bogart siempre con su Pall Mall sin boquilla a flor de labios. Pero en Nueva York la bohemia es mucho más escurridiza y peligrosa que en Europa. He aquí a uno de los máximos poetas en lengua inglesa convertido en difunto de taberna en uno de esos pubs de mala muerte denominados “dives” (inmersiones) o cavernas o “speakeasy” (hablemos paso) que recordaban los tiempos de la Ley Seca. A Dylan que añoraba sus excelsos valles del Principado de Gales Nueva York fue su tumba; lo derrotó.


Así que el skyline se presentó ante mis ojos como una visión. Pensé en Moisés y Aarón bajando del Sinaí con las tablas bajo el brazo. Una nueva era de mi vida empezaba traumáticamente. Parto acongojado. Yo venía a Nueva York por una de esas carambolas a contar ese periodo de transición que fue la era Carter para los lectores de “Arriba” LA NUEVA ESPAÑA y una cadena de otros cincuenta periódicos y también a entregar la cuchara porque la cadena del Movimiento para la que trabajaba iba a ser pignorada o desmantelada a nostramo, porque dígase lo que se quiera reconozcámoslo o no en España desde el año 45 los que mandan son los americanos y algunos amigos yanquis me han confesado sottovoce de que con Franco les iba mejor. No quedaba más remedio. En aquel puesto había habido predecesores brillantes: Manolo Blanco Tobío, Celso Collazo, uno de los creadores de EFE, Guy Bueno, Félix Ortega, que fue el mejor de todos ellos a mi criterio de todo el cupo iniciado en el 48 por Pepe Cifuentes y Rodrigo Royo, quienes tuvieron que vérselas con una ley tan pistonuda como la del senador MacCarrack, el diplomático de Truman que luchó en Brunete con las Brigadas Internacionales y  que vedaba la entrada en territorio estadounidense a los españoles. El bloqueo estuvo en teoría hasta comedios de los cincuenta sólo sobre el papel porque en la realidad nunca se llevó a efecto.

 Todas esas firmas habían dejado muy alto el pabellón y aunque entusiasta y audaz periodista como se decía en la jerga el momento no me sentía con capacidad suficiente como para hacer sombra a aquellos gigantes. En los primeros días me fumé dos cartones de tabaco pero no fui el único. José María Carrascal que llegó en barco casi como un polizón se había fumado treinta paquetes hasta perder la voz. Y a nadie le extrañe porque Nueva York acojona e impresiona y más si el recién llegado la descubre en medio de una aparatosa tormenta como me pasó a mí. La clemente Santina me echó un capote.   Aquella vez y todas.

Durante la espera para aterrizar estuvimos de circunvuelo. A nuestros pies la postal inconfundible del paisaje urbano: Manhattan con sus dársenas, espigones, grandes buques amarrados. Bocanadas de humo blanco manaban de las fauces de las chimeneas de la central térmica edificio lindero con el de la ONU y se iban a colgar estos penachos sobre los tiesos adarves del Woolworth, el rascacielos más antiguo, y del Empire State.  Es el emporio de la civilización y la impresión que ofrece al viajero es la de algo que arde y echa chispas.  Viviría dos años con mi mujer y mis dos niños casi a la sombra de este mastodonte de hormigón con su chapitel calado donde la inmensa lanza de una antena de radio hace las veces de campanario. Todas las mañanas me despertaba la visión y el espectáculo de la city. Es un paisaje abstracto que no inspira sosiego, que parece que siempre está llamándote a la calle e instándote a la acción y al movimiento pero los atardeceres son verdaderamente apoteósicos.

 El Empire es el palo mayor de esta ciudad con forma y fisonomía de buque de guerra con jarcias de cristal.  Las Torres Gemelas eran las vergas de popa. Cualquier bamboleo, descartado pues el firme de Manhattan no es más que un peñasco yermo vendido por los indios moahawk a los holandeses por veinticinco dolares en 1622; que se derrumbase todo el montaje, simplemente imposible, porque los cimientos son de  sílice.

 La Nueva Roma se funda sobre un plinto granítico y siguiendo las instrucciones talmúdicas trata de imitar a la Roca de Israel a la cual alude Ben Gurion cuando fue proclamado el estado judío en 1948; no mencionó la palabra Dios, sólo la Roca de Zion. Además los muros de los rascacielos, orgullo de la ingeniería del siglo, estaban diseñados como  soportar la oscilación del mayor terremoto. Por lo cual el portaaviones sería inexpugnable. ¿Cómo iba yo a pensar que la Nueva Jerusalén de la Diáspora iba a ser atacada y sus dos símbolos señeros abatidos? Los pilotos kamikazes hicieron blanco no ya sobre las moles simbólicas de la Torres Mellizas sino sobre el corazón que mueve todo el ajetreo de las finanzas. El daño mayor no han sido los muertos, desaparecidas o el destrozo causado, aunque los norteamericanos tengan redaños suficientes como para resucitar de los escombros, sino la afrenta moral a lo que estas dos trípodes de cristal abanderaban.

 Conque no puede ser más símbolo aquello de torres más altas han caído.

 Para mí que conozco Nueva York, amo Nueva York y fui residente allí cuatro años, los más importantes de mi vida, lo ocurrido el 11 martes fatídico de septiembre del nuevo milenio ha sido una señal. Un toque de atención que exhorta al rearme moral más que al físico, una vuelta al pensamiento de la nueva frontera de la época Kennedy. Que América vuelva a ser amada más que temida y odiada. No se aconseja un castigo porque Dios no puede castigar sino que el ataque representa un aviso enviado desde lo alto. Algo no va del todo bien pese a la euforia de los últimos años. Se exige no la guerra de represalias contra la diabólica mente que urdió la infernal hecatombe sino la reflexión meditada y el reposo sobre cómo somos, qué queremos, hacia dónde marcha el mundo.


Y esta idea se me ocurre cuando a mi memoria viene el recuerdo de aquella tarde noche de san Andrés en medio de la tormenta durante la angustiosa aproximación a un aeropuerto congestionado de un tráfico terebrante. Allí oscurece mucho más rápidamente que aquí.  Me impresionó la visión de aquellos dos conos mágicos como una soberbia representación de una ecuación matemática sobre el paisaje. Dos falos erectos encarnación de la potencia genésica de una nación joven ¡qué contraste frente a los aires caducos de Londres! Dos mástiles de un transatlántico en el que actuaría de timonel, de serviola y de mascarón de proa la estatua de la Libertad apuntando su hachero con la flama perenne hacia Europa. Nunca imaginero tan mediocre como era Bertholdi, aquel escultor que fue contratado por la municipalidad neoyorquina para llevar a cabo el proyecto, tuvo tanto éxito con un molde. Es lo que significa el coloso. Los pobres de la tierra recién llegados a la isla de Elis estuvieron viniendo a refugiarse bajo sus zócalos y ahora el pebetero de la verde dama en cuya cabeza hueca cabe todo un restaurante puede que esté también amenazado. Ha soplado un viento recio en el rebufo de la carlinga y la cola de los dos aviones estrellados contra la fachada de las dos torres. Vesania fundamentalista. Muchos corearán aquella frase del Corán “Alá es grande”. Pero la grandeza divina nunca podrá cimentarse sobre un montón de escombros y una pira de cadáveres.

Sin embargo yo entonces con treinta y dos años y medio pensaba que estaba llegando al epicentro del futuro. Caía en la forja de una horno donde todo se cuece donde está el crisol del mundo nuevo. La primera impresión fue la de acogotamiento. Nueva York amedrenta un poco cuando se la ve desde el aire y más en las circunstancias de aquel vuelo en medio de una tempestad que hizo que el avión se zarandease como una vaina. En uno de los fucilazos del relámpago quedó diseñado sobre las nubes el cordonazo de san Francisco o la palma de santa Barbara que decían los pastores de mi pueblo. Me pareció entonces que una mano invisible estaba diseñando el croquis de los tiempos por venir con una anticipación de veintiséis años sobre los acontecimientos. Mi olfato periodístico me dijo que no hay que dar de lado a las corazonadas y yo en aquellos momentos la tuve y ya desde entonces nadie me pisó el scoop y por eso mi corresponsalía fue un poco a la contra de la de los demás. Parece ser que a muchos les supo a cuerno quemado que uno quisiera contar la verdad. Yo a los cables de la Ap, de Reuter y  del “Times” les daba siempre la vuelta y al revés te lo digo y acertarás, piensa diferente y acertarás. Hice periodismo de calle. No me limité a pegar telegrama o a refritar el Times como otros becarios de la Fullbright y con master en Columbia que se convertían en amanuenses de los lobbies por los pasillos del Edificio Azul o del Departamento de Estado. Desde el principio tuve muy claro que venía a servir los intereses de mi país. Me dieron por díscolo pero hice bastantes dianas y conseguí moverme con soltura en el laberinto de la política exterior de Cyrus Vance, para mí un auténtico caballero. Los americanos tienen un alto código de valores tanto éticos como morales y eso se nota también en el apasionante mundo político y estratégico de la Casa Blanca y del Pentágono. 

 La verdad tiene muchos carriles y a un periodista se le perdona todo menos el de ser aburrido ni pastueño. La mansedumbre de feligrés da buen resultado en el rebaño y en la manada, nunca en esta bataneada profesión a la vez canalla y sublime. Mi lema era un poco el de la libertad al estilo del fundador del “Manchester Guardian”: Facts, sacred. Opinions, free” (los hechos son sagrados; las opiniones libres). De acuerdo pero existen diversas formas de presentar objetivamente unos mismo datos. A la que descendíamos el avión perdía presión. ví como el pararrayos de una de las Towers absorbía la descarga de una centella. La gran azotea se iluminó con una luz de espectro. La gran fábrica del rascacielos aguantó impávida. Aquello me pareció el techo del mundo pero yo ya colegí que aquellos prodigios de la ingeniería eran vulnerables. La exhalación había pegado justo sobre la punta de la antena de una de las torres y el firmamento fulguró. Entonces el Worl Trade Center estaba casi vacío y en alquiler la mayor parte de sus ciento diez pisos y dependencias. Bajo la borrasca ofrecían estos dos titanes de acrílico un aspecto de desafío a los elementos. Habían sido erigidos a prueba de terremoto. Eran el orgullo de la técnica. Sin embargo, dos aviones de pasajeros una fatídica mañana del final de un verano para olvidar, el del 2001, acabaron con esa suposición presuntuosa. Al verlas por primera vez recuerdo que pensé en Babilonia y en Babel.


-Scary[1]eh? - dijo entonces un portorriqueño compañero de vuelo empujandome con el codo.

-A little[2] - repuse en inglés y él se puso a jurar entonces en español como suelen hacer los simpáticos de la isla de Borinquén que habían emigrado en oleadas a Manhattan en la década anterior y constituían casi un cuarenta por ciento de la población:

-Manda huevos con el viajecito.

Gran parte del pasaje estaba vomitando en aquel instante de turbulencias y de zarandeos. No pude por menos de reprimir la carcajada que distendió el estado de nuestros nervios. De allí a poco sentimos gañir los neumáticos del Jumbo contra el tarmac de la pista de Kennedy. Todo el mundo empezó a aplaudir.  Y yo a rezar. Recuerdo que en ese instante  apreté contra mi pecho la medalla de la Virgen de Covadonga parte indispensable de mi ajuar.

A lo largo de cuatro años no se me pasó el acojone y creo que todavía me dura pero acabé amando a Nueva York identificándome con su latido. Es el pulso del mundo del mundo. No me extraña que Manolo Blanco Tobío dijese que lo que más extrañaba - para este gran periodista gallego muy habituado a los modos de vida norteamericanos Europa era una especie de exilio- es una ojeada rápida todas las mañanas al New York Times.

El bien y el mal conviven allí puerta por puerta. Ángeles y demonios sentados a la misma mesa. Los rabinos con sus kaftanes y los popes con sus manteos comparten un sitio en el metro. El superlujo y la elegancia de la Maddison Avenue entremedias de la cochambre del Bowry. De todo aquel caos que fue mi experiencia neoyorquina saqué la conclusión de que tiene que haber un dios, un demiurgo que ponga orden, que se apiade. Eso. Alguien que se apiade porque Nueva York hace pensar en la famosa frase de san Pablo “nada de lo humano me es ajeno”. No se puede ser ateo en Nueva York. Todo menos ateo. Sientes como una fuerza que te lleva, una especie de protección. De lo contraría te hundirías. La gran manzana, la inmensa colmena, el hormiguero de gentes que se afanan un día y otro y también el avispero y las injusticias. Y como no la mafia. La metrópoli suscita ideas enfrentadas, pensamientos contradictorios de amor y de odio. No es una ciudad para volver porque de ella no se consigue salir nunca. Te atrapa desde el primer minuto y ya no te suelta aunque te alejes físicamente.  Nueva York es una condición mental, estado anímico. Yo diría que es una ciudad mística. He aquí una lectura judía en versión talmúdica de la “Civitas Dei” agustiniana. Que sólo cree en la gracia del esfuerzo y que a Dios lo coloca en otro plano. A él rogando y con el mazo dando. Es una concepción utilitarista de los elegidos llamados a poseer la tierra sucediendo esto acá abajo sin tener que aguardar al más allá. No se conforma con la resignación cristiana ni lo injusticia a la que lucha por atajar en este mundo. Por eso es un frenesí continuo. Arriba y abajo. La ciudad que nunca duerme. La riada humana. El poder automático.

Está tan cargado de voltios el lugar que los picaportes y los pestillos sueltan chispazos. La estática pervade el entorno. Yo viví en el Este hacia la calle 14. Allí todos están juntos, nunca revueltos. Mi barrio era una mezcolanza de judíos y de sicilianos que veneraban la camorra y nietos de Al Capone todavía practicaban ese vudú italiano que es la “jettatura” pero católicos al por mayor ya que en la fiesta de san Jenaro sacaban su imagen por Manhattan en procesión. En la otra manzana había polacos con su manera tan peculiar de concebir el cristianismo y antipáticos. Los  pacíficos ucranianos todos con su peculiar y angulosa cabeza, los húngaros con sus botas de fuelle me gustaban más y me hice amigo de los judíos como mi kioskero, un bendito de Dios por nombre Samuel, que me regalaba unos puros verdes trapicheados de Cuba y hablaba algo de ladino o judeoespañol. “Aguarde su merced agora un momentico pues vengo al punto” Entre todas las etnias son los más de fiar. Los más caritativos, los que más ayudan, aunque en cuestión de dinero no se casen con nadie.


Luego, hispanos los había por todas partes y ahora creo que son más. No se puede contemplar esta inmensa urbe con prejuicios, nueva York los desborda. Es un mundo que rebasa todas las barreras y trasciende las ofuscaciones y atavismos de la vieja Europa donde se mira con recelo al nacido en el pueblo de al lado. Allí este tipo de resentimientos se desconoce. No hay envidia y si existe por lo menos no se nota. Ni miradas por encima del hombro. Sí tiene que haber un Dios flotante por encima de nuestras cabezas, un Cordero que quite los pecados del mundo. Alguien que se apiade. De la torre herida por el rayo. De la humanidad que palpita y gime desconcertada. De la inconsciencia, la banalidad, la vulgaridad a espuertas, la frivolidad sin limites. Se vive mucho mejor en el Rellayo pero uno no sé por qué termina añorando a la Ciudad Automática. Un mundo sin paletos, sin intereses de campanario y con periodistas e informadores, literatos amantes de su patria y de su país con razón y sin ella, que tienen muy en cuenta la ley del libelo a la hora de sentarse delante del ordenador y que saben como nadie maquillar la información y  autocensurarse mientras que la prensa a este lado del charco da fe de una picaresca en auge y la rosa en su chabacanería procaz parece una corrala.  Aquí todo se ha vuelto un poco peripróctico, ya que la información, anal y asnal, parece girar en torno al mismo cabo. Lo acabamos de ver en la manera que han abordado el choque de los aviones contra el hastial imponente de las torres. Nos han demostrado que entienden el periodismo como una vocación de servicio público, un menester que ha de hacerse con categoría, responsabilidad y serenidad ¿Para eso queremos una Facultad de Ciencias de la Información? 

 

18 de septiembre de 2001

 

Antonio Parra fue corresponsal en USA. Licenciado en Filología Inglesa y Románicas.

 

 

 



[1]¿Acojona eh?

[2]Una miaja

CONTRA LOS MALES DE LA FORNICACIÓN POR LAS MUJERES MUCHAS MUERTES QUERELLAS HOMICIDIOS GUERRAS Y CELOS

  

Castillos arrasados por el desordenado amor espada de tajar

Corbacho ya no se respetan parentescos ni compadrazgos todo va a fuego y a mal y esto se va a acabar ya se creía próximo el fin del mundo en el xiv malas mujeres sus menguas vicios e tachas cosas incogitadas y nunca escritas si el mal no fuese sentido el bien no será conocido aunque quisiera pecar ya no podría, la impotencia.  Quítame el querer pues me quitaste el poder señor es la oración del impotente imponente poco pensado y menos cogitado de corrupta hacer virgen lo que significaba la virginidad en aquellos años a las que la cogían en un renuncio las asesinaban.  Por la mujeres homicidios muertes y guerras.  La mujer es inconstante y a los amigos por causa de mujeres los vuelve enemigos y a los hermanos los enfrenta concomitancia.

De cras en cras vase el triste de satanás

Fornicación traiga al hombre a la perdición

de como el que ama es en su amar del todo temeroso

Quien no quiere no vendimia.

No tengo porque dar mi libertad a otro ni ser yo esclavo del tabaco.  Esperar firmeza en amor de mujer es querer agotar río caudal con espuerta y con muy ralo farnero (harnero) en este siglo no se había producido el gran cambio.  Coamantes.  Lo baldonase.  Baldomar y dar baldones abaldona y abatanar lo verde se torna blanco lo amarillo negro y lo bermejo cárdeno hacer ojo de pez o impávidos conviene callar y soportar alcahuetería insoportable de la tercería mediática.  Mata que el rey perdona.  Posesión de Belial.  Locas desvariadas.  De como por amar muchos perfuman y son criminosos.  De como el eclesiástico y aun el lego se pierden por amar profano y amor divino.

Moralista

En el amor malo está el diablo y en el amor bueno dios el suplantador camino de rosas y placeres al enfermo pero no se puede utilizar el coito más que con las bendiciones eclesiales.  Coamante compañero del amor.  El orden y el desorden de una sentada 

PAZ DE ISRAEL CANTEMOS LA CALENDA DE LA NAVIDAD QUE SE ACERCA. PAZ A LOS HOMBRES DE BUENA VOLUNTAD A LOS JUDIOS A LOS MUSULMANES A LOS CRISTIANOS A LOS BUDISTAS A LOS CREYENTES Y NO CREYENTES A LOS QUE DUDAN Y A LOS QUE ESTAN SEGUROS DE SI MISMOS PAZ A LOS FUERTES Y A LOS DEBILES A LOS SANOS Y A LOS MALITOS A LOS QUE CREEN Y A LOS QUE NO CREEN A LOS HOMBRES Y A LAS MUJERES A LAS VIUDAS A LOS ESTUDIANTES A LOS QUE NACEN Y A LOS QUE MUEREN EN EL AÑO 33 DEL REINADO DE AUGUSTO NACIÓ CRISTO EN BELÉN DE MARIA VIRGEN Y AL CABO DE LOS SIGLOS REGRESARÁ TRIUNFANTE DESPUES DE SU MUERTE DE CRUZ PARA INSTAURAR EL REINO FUTURO

 Calenda que se cantaba en navidad

 

 

Anno creationis mundi

Quando in principio deus creavit coelum et terram

Quinquissimo millessimo centésimo nonagésimo (5190)

A diluvio anno milésimo nonagésimo septimo (1957)

A nativitate Abrahae anno bis millessimo quintodecimo 2050

A moyse egressu populi israel de aegipto anno millesimo quingessimo decimo 1510

A unctione David in regem anno millessimo trigentessimo secundo 1982

Hebdomada sesaquessima quinta iusta Danielis ptophetiam

Oñympiasda centésima ongessima quearta 194 ab urbe condita

Anno semptingentessimo quinquagessimo secundo 752

Anno octaviani Augusti quadragessimo secundo 42 toto orbe in pace, sexta mundi aetate

Jesus xtus aeternus Deus aeternique patris filius

Mundo volens adventu suo pìissime consecrari de Spiritus sanctus conceptus

Novemque post conceptionem

Decursis mensibus

On Betlem judae nascitur

Ex maria virgine factus est homo

In nativitate domini nostril jesu xristi

Secundum carnem

  

 

CADA LOBO POR SU SENDA

Vamos y venimos. No somos nadie y, menos en tiempos de peste. La llaman la Pequinesa porque es un regalo envenenado de los chinitos o bien puede ser el virus de la pascua judaica, flagelo sin remedio, el morbo del exterminio, pero aquí va cada lobo por su senda, y nadie quiere saber nada de nadie. Hay que disfrutar y cada mochuelo a su olivo, cada oveja con su pareja. Yo voy a lo mío y tú te jodes. Como Herodes. Reclamaciones al padre Ángel y a la mafia de Bergoglio. El príncipe de los engaños reina entre nosotros. ¿No te lo dije? Tú no me haces caso.

 Yo soy Polendos, Medel Polendos Juarrillos, para servirles, y me acaban de dar de alta del hospital, me ingresaron victima de esta nueva dolencia del virus coronado aunque tengo que prevenirte, lector que husmeas estas páginas, que para el régimen asolador en que vivimos soy un apestado desde hace bastante tiempo. Curado del vitrón colérico una vitamina sintética diseñada para matar gente (lo llaman nueva táctica de ingeniería social maltusiana para honrar a los santos de la Eutanasia) no sé si la elaboraron los chinos o los norteamericanos o los israelitas en su ánimo de venganza por el tema del Holocausto, ese factótum reivindicativo que tenemos los europeos hasta en la sopa. Por vida de Xto no fui víctima del Sanedrín universal. La Virgen me curó.  Quiero liberarme de esa poliuria as todas horas meando lágrimas por el mismo caño y al niño de Bruselas no se le obtura el pitorrillo. Niño, ¿qué tal meas?... Gota a gota, mi señor. Escuchen los guays y lamentos de Jeremías. Hoy se cumplen tres cuartos de siglo del asalto a Poznam. Menuda carnicería que prepararon los rusos del mariscal Yukov en Berlín… pasan los noticieros imágenes apocalípticas de aquellos combates.  Sangriento fue el asalto y el cerco. Aquello fue entonces pero ahora es el virus siniestro tósigo y ponzoña ─no hay contra virus a la pandemia sin remedio aunque te bebas una cantara de litro y medio… están buscando una vacuna como locos─ que ha abrió de par en par los hornos de Auschwitz en el supuesto de que allí hubiese hornos crematorios que el diablo el gran entrometido se inventa cosas y es el gran fabulador el que fabrica embustes. Actualmente es el campeón de las redes sociales no te asustes, Federico.

Kissinger ese animal satánico inventor de la política del paso a paso cuando era secretario de Estado y que ordenó el bombardeo masivo de Dresde, insta a la vacunación intensiva. Sí. Sí. Los satanistas quieren tallarnos con un nuevo orden mundial para su égida del varapalo. Doña Rosa Mateo la musa de la tiranía democrática está al pairo que no de parto pues es machorra  pero la osa de la casa fieras dionos un esbegardo. Tratan de implantar la gran Compañía del anticristo en medio del caos y esos bichitos que lanzan por el ordenador no te pongas ante las pantallas, Baudilio, que vas a perecer, canta el miserere, tío, reza el confiteor. La consigna es acabar con todos los viejos así se ahorran en pensiones. Llaman al exterminador, están poniendo anuncios en los periódicos Ya ni el zotal ni la lejía ni el amoniaco descontamina.  A tapar la calle que no pase nadie. Hay que colocar al personal un bozal y a los mastines de la tele una carlanca Pues ya digo yo me contaminé de ese bacilo letal en un viaje que hice con los viejos a Salamanca. Regresé tosiendo, me dolía la cabeza, tuve fiebre y me arreó un apretón a la barriga, hube de ir al baño no sé cuantas veces a cagar agua. Mi mujer la pobre me llevó en el pequeño utilitario que tenemos al Gran Hospital. Allí me vio una doctora que era una chica joven metiome dos palillos por las fosas nasales di positivo y con las mismas se ordenó mi traslado a un sanatorio en El Escorial. Me instalaron en la crujía de los apestados y vi el rostro fatídico de la muerte aquella noche.  Vi la luz al otro lado del túnel y estuve a un paso de la eternidad pero una señora misericordiosa, mujer de luz, me acogió en su regazo, volví a sentir las caricias maternales, era Ella mi madre celeste, y regresé a la vida. El cuerpo transparente, vestida de sol, calzada de luna, se subía a una tarima bajo la cual reptaba enfurecida la serpiente. Yo flotaba sobre la cama del hospital en medio de aquel delirio causado por los 39 de fiebre me vi salir por la  ventana  de la habitación 666 del dispensario cerca de la Cruz que quieren derribar los satanistas. Yo cabalgaba en una nube y no hacía caso a la enfermera ecuatoriana que me atendió solicita durante la pandemia que angustiada me llamaba por mi nombre Medel ven acá, no te vayas y yo le dije ya soy viejo, querida enfermerita, he vivido bastante, cariño. Hay que dejar hueco a los jóvenes.

─Eso es precisamente lo que quiere el Maligno. Sacaron este virus de un matraz y engañando a todos lo saltaron como si fuese el ave de la muerte. Le encomendaron acabar con los viejos. Si no haces por tu vida, les vas a dar la razón a ellos. No te rindas, Medel.

No me rendí. Un legionario de Cristo nunca entregará la cuchara aunque lo maten ni entregará la plaza al enemigo.

 Yo no la escuchaba, (tenía que cumplir una misión aun me queda mucho por hacer tengo las manos vacías muerte no vengas) pero el virus se pegaba a mis carnes abriendo sus fauces como la hidra de seis cabezas abriendo las fauces dispuesto a devorarme. Yo trata de huir y de encaramarme a la azotea del empíreo pero cuanto yo más trataba de zafarme sus mandíbulas apretaban con mayor fuerza. ¿Es allí donde se encuentra el Paraíso? No importa si esta noche es la última. Vino un camillero y me ataron a la cama. Me suministraran una droga gruesa casi como una manzana color mazarrón que amargaba y casi me ahogaba, no pasaba el aire por el diafragma empecé a expulsar bilis negra me iba por arriba y por abajo, bajó la fiebre y a la mañana estaba sentado en la cama rezando el rosario. Es de lo que me acuerdo tras las imágenes de lo vivido aquella noche pasado en los dolores de la crucifixión son confusas. Tengo una sensación vesicante del rostro de aquella monjita que se me acercó vestida de un blanco manto y un sayal pardo su expresión era muy dulce. Las enfermeras que me cuidaban tres ecuatorianas y una almeriense que no le dio importancia a la cagalera que me entró de repente, una navaja me perforó las tripas salió sangre fecal toda negra:

─No tiene importancia con tal que te cures, hijo.

Me entró mucha desazón aquella noche. No sólo creía que terminaba mi existencia sino que también veía el final de los tiempos. Todo el mundo al valle de Josafat. Escuché el sonido de la trompeta del juicio final.

─No es posible que esto se acabe. La profecía dice que antes se tendrán que reconciliar los cristianos y con los judíos y que las tres religiones únicas hubiesen convivido un tiempo en hermandad.

─Esos son cuentos chinos que se inventan los popes─ dijo un diablo que estaba a la cabecera de la cama dispuesto a llevarme consigo a las calderas en cuanto exhalase el último suspiro

Había muerte y angustia y las radios y las teles noi cesaban de proferir calamidades. Los periodistas y las chicas de la tele también se habían hecho apocalípticos. Profetizaban un baño de sangre. El Trampas un hombre muy poderoso residente en la Gran Mampara (decían que él era el que había puesto en circulación el desastroso miasma que atacaba a los pulmones provocaba cagaleras y en última instancia apneas y faltas de respiración) se flotaba las manos. Convocó a sus asesores y les informó de que el remedio surtió efecto

 ─Había demasiada gente en el mundo más de siete mil millones. Buen procedimiento de diezmar excedentes demográficos sin recurrir a la bomba atómica.

Un fraile del barrio franciscano vino a verme a la mañana siguiente para darme la extremaunción y yo le dije que naranjas de la China hoy no me muero de ninguna de maneras, que pertenecía a un iglesia católica que no era la mía, le dije al cura que era una vergüenza que el nuevo Papa condonase el derribo de las estatuas de fray Junípero, que quemasen las imágenes de los santos que cristianizaron California o degollasen a los cristos, pues metete el oleo y el crisma bendito que no es bendito pues lo profanó Satanás que yo le veía al Maligno mear dentro de la crismera cuando tú subías en el ascensor, por donde te quepa, cura del diablo, yo moriré en mi fe en Jesucristo, sagrado Corazón de Jesús en vos confío:

─Yo, padre, no necesito viáticos administrado por gente tan chaquetera e hipócrita como ustedes los católicos, sois los aliados del Malandrín. Me hicisteis los curas mucho daño en mi vida y no os perdonaré ni en la hora de la muerte. Que os perdone Dios. Sois gente mala y artera.

─Mira, hijo─ exclamó amenazante el capellán hospitalario con su voz de borracho y su mirada salaz… se conoce que durante la semana se dedicaba a sofaldar mozas en la sacristía o debajo del púlpito─ vas a morir sin confesión. Irás al infierno de cabeza.

─Allí estaré calentito, fray Enebro.

Me sentí orgulloso de haberle dado calabazas a este confesor. Cuando marchó, apreté mi crucifijo que siempre llevo entre los dedos y vi a la monja benefactora sonreírme. Recé entonces el yo pecador.

La pandemia había llegado sin avisar como un ciclón. Todo el globo se vio infectado. Hispania peccatrix. Sí, nos lo merecemos. Castigo de dios El gran Perico llamó al Coletas y declaró el estado de excepción. Era una encerrona. Nadie podía salir de la habitación. A mí se me confinó en mi casa. Todo el personal del hospital se sentía fascinado por mi pronta recuperación y cuando abandoné la crujía salí a hombros como un torero en tarde triunfal. Afuera la brisa jugaba con las hojas de los castañoss que acababan de brotar. Del monte de las Machotas circulaban nubes preñadas de agua y la lluvia estaba cual   rebaño camino del redil yendo a por lana punto de descargar sobre los muros ciclópeos del Escorial inescrutables como siempre. No había tráfico en la carretera, Madrid parecía una ciudad fantasma. Las campanas de las iglesias convocaban a la sextaferia del perdón. Mientras viajaba por los espacios infinitos en vuelo hacia el infierno para no caer al vacío yo me así a las cernejas del caballo del Apocalipsis montado por el Quinto Jinete que tocaba la trompeta. Agárrate que vienen curvas, no sueltes la mano del timón. Miré hacia abajo a mis pies estaban los espacios siderales. Pensé si me caigo me escoño y ahora no vendrá tu primo el taxista el Maudillo el que te salvaras tantas veces de las hecatombes que has tenido en la vida. Son muchos tus fracasos. Demasiados fracasos. Pero, alma mía, expiada la culpa, bendecirás al Señor

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

¡¡¡ATENCIÓN!!! CAPITULA KIEV. ZELENSKY SE RINDE Y PIDE NEGOCIAR

EL DIABLO SE HIZO FEMINISTA Y PERIODISTA LO ECHARON DEL MINISTERIO A QUOSQUETANDEM POR NEGARSE A QUITAR UN RETRATO DE FRANCO Y LA VIRGEN MARIA LOS DEMOLEDORES DE LA MEMORIA HISTORICA AL CRISTINISMO POR LO QUE SAN PABLO DIJO "ME IMPORTAN UN ARDITE LA CIRCUNCIXIÓN Y EL PREPUCIO ESO NO VALE NADA LO QUE IMPORTA ES LA GUARDA DE LOS MANDAMIENTOS Y LA ESPERANZA DE LA REDENCIÓN DE XTO LUEGO DIJERON QUE PABLO ERA UN IMPOSTOR EL SANEDRIN SE RASGÓ LAS VESTIFUTA LANZÓ UN GRITO HA BLASFEMADO POR ESO ODIAN A CRISTO SE CREIAN ELEGIDOS DE DIOS Y SE CONVIERTTIERON EN SECUACES DE SATÁN

 SECRETOS DE DOÑA WONDERLAND.

 

Para colmo de males Hipólito tenía la completa seguridad de que la Cornelia le había escupido en la sopa. Albergaba la sospecha de que alguno de sus hijos el ultimo no era suyo. Su mujer pertenecía al gremio de las widecunts de la pachorra germinal porque si ella era una calentona no tenía la culpa. Estaba en su naturaleza eso sí era muy mendaz y se daba un arte extraordinaria para fingir mentir y disimular. Se acordó Hipolito que era lo lógico, otra no cabía esperar porque se casó con ella desesperado sin amarla y sin conocerla. Con tales antecedentes el carro en el camino de la vida tenía que volcar la carga. También dieron de través la albarda, las artolas el arnés de las aspiraciones, la albarda de los afectos y la collera de la dignidad. El carro de su vida había hecho molino al tomar una curva trascendental y no le quedaron ni ruedas ni aspas. Lo perdió todo. De aquel descarrilamiento luego vendrían otros tumbos por la pendiente. La Wonderland al ponerle de patas en la calle no hizo sino rubricar un proceso que viniera de largo. Su autoritarismo era un autoritarismo formal, mesocrático y absolutamente wide cunt. En aquel instante cuando se opuso con fiereza a que quitase de su despacho el retrato de Franco y una imagen de la Virgen María doña Wonderland parecía presa de una pasión diabólica. Gritaba como una posesa. Miraba para el funcionario Hipólito Asiarcán con ojos de todas las furias. No era a mujer fuerte que andaba buscando Viscarrito por toda la tierra y cuya pesquisa proclamaba él terciada la estola diaconal sobre el pecho el alba blanca el cíngulo rojo de la castidad desde el púlpito un 15 de agosto sino el diablo en guisa de feminista. El feminismo tal y como lo encendían las gentes de aquel pueblo tornadizo y revanchista era la mística del nuevo orden. Las cátedras los parlamentos los medios de radiodifusión desde donde atronaban los bustos parlantes habían quedado en manos de aquellas fulanas. Las hacían ministras, las ordenaban obispas juezas y fiscalas y volaban su imagen por las altas esferas. A todas horas se nos aparecían los bustos parlantes. En su animo de vindicta se acostaban todas las noches con diablos incubos y quedaban preñadas concebían el semen de odio y parían monstruos contra natura

España pecadora historia de Villeguillo un pícaro de Segovia

SHALOM BAYIT

 Apocástasis

 

Retornan las cosas a su

Primitivo estado

Mito del eterno retorno

En telecinco hacen la ola

Nos volvemos los españoles

Más incultos Y canallas

Gusanos de luz

De hoy en un año

Shalom bayit

Paz en el hogar

Ellos siempre rompen el statu quo

Con la aguijada de Cain

Azuzan emigrantes

Sálvese quien pueda

Roma dejó de ser caput Orbis

Bajo las riendas de un faquir

Bergoglio pinocho culo magno obispo viscoso

Nariz larga de pinocho el mentiroso

Arroja a la Iglesia a los leones

 

2022-11-05

Литургия. Неделя 21-я по Пятидесятнице. Иконы Божией Матери «Всех скорбя...

AMORES EN POLA LENA

 ADOSINDA QUERIDA REINA

Antonio Parra
Fue mi amor asturiano. Adosinda querida reina que duermes hoy en un cementerio reclinado en una cuesta de un pueblo guapo de la cuenca minera entre Pravia y Cangas de Onís y mira para el mogote mágico de Santa Cristina de Lena en al alfombra forestal de los altos montes. Está un poco más allá de bajar la cuesta. Me tiran estos montes. Son sagradas cresterías. Cordales del ensueño. Troníos del ensueño donde estaba el amor que nunca supimos entender al amor que pasó por nuestra vera, se fue y no vino y se transformaron en inmensas moles de piedra viva y nieves perpetuas.
Tú eras espiritu, bosque, arrimo y camino, mirada alta y dos ojos como dos toronjos o dos enramados avellanos.
Eras de la estirpe de las reinas. Podías llamarte Adosinda o Jimena o Gonterodo como aquellas mujeres de los reyes electivos de los astures. Que subían al trono no por sangre sino por meritos. La leude o la hueste visigótica los alzaba sobre el pavés. La monarquía hereditaria como el papado son dos conceptos del mundo merovingio que nada tiene que ver con lo español. Tú, toda reina. Te elegimos o el Amor nos votó a nosotros y en el trueque quedamos favorecidos.
Eras un ideal, la pasión utópica por las cimas canas de Pico Ubiña escoltando el verde encanto de las praderías. Compañeras del alma, amigas siempre.
Peregrino hasta tu tumba cerca ya del mes de los muertos; tú fuiste el ramal que me atrajo al principado. Del hilo al ovillo. Bien mirado tenías algo de xana y de nereida por eso te nos perdiste entre los bosques buscando compañía entre el Nuberu y el Culiebre y de esta manera te transformaste en nube de algodón y luna llena de las hermosas noches de octubre.
Las princesas no mueren nunca y tú eras la reencarnación perfecta de Adosinda. Ni puedo ver las películas de Garci exteriores rodados en todos estos parajes pues me recuerdan las excursiones que hacíamos por aquí primero en un seiscientos y luego en aquel mini en que te venía a ver desde Londres cruzando toda Francia en una noche. Alta y ebúrnea y de Oviedo, moza yo me arrepiento. Amor imposible ¿Cómo te llamabas Marina o Laura o Adosinda o Ximena o Gonterodo? ¿Aguardas la resurrección bajo una lauda de Santianes, o un poco más lejos, arropados al manto tus despojos de Nuestra Señora del Sotrondio?
He traído flores y rosas y sidra que beberé por el camino en el velicomen según las costumbres visigodas para curar las lagrimas del olvido y las largas ausencias de la atonía sentimental. La sidra es la ambrosía, el hidromiel de los dioses. Con ellos, María, tú moras. Ahí estás en el Olimpo.
El amor es más fuerte que la muerte y se transforma en arquitectura y luego en canto coral y de este concento, nacen las buenas disposiciones de las partes, la quietud y la querencia que hemos te tener siempre con nosotros mismos. Nunca pude renunciar a aquel desdichado platonismo. España nació a la vera del Sella por estos ribazos aledaños a la puente de Cangas de Onís debajo de cuyo arco, justo sobre el empino, colgaba la misma cruz que siempre llevabas junto al pecho, la Cruz de la Victoria y este amuleto o fetiche apotrocaico de nuestro cristianismo ancestral me hace suspirar por ti, María Martínez Zapico y gritar con San Pablo muerte donde está victoria, donde está tu aguijón.
Después miro en mi alrededor y tu ausencia se convierte en tristeza. Asturias ha dejado de ser para mí paraíso. Rodé por las tabernas sin ti. Buscaba tu alma entre las heces del amargo vino.
Traje conmigo en el coche un lacrimatorio que tiene forma de zapico. Allí las vierto todas en la hucha del olvida mientras me columpio en el vaivén de las horas que tienen un letrero que dice:
-Omnes caedunt, ultima necat
[1].
O ley inexorable del reloj que marca el tiempo que nos queda.
En esa zoqueta afilo la guadaña de mi espero y me rindo a la suerte que depare mi destino.
Tenías el cuerpo de nube y unos impresionantes ojos de cierva misteriosa sonreír que Laura ha heredado. La miro en las pasarelas y veo un calco exacto de ti. Has subido al cielo y te has transformado en templo de las vestales.
De Cangas de Onís donde está la cruz de ónice nos mudamos a Pravia. Así lo quiso el rey Silo nuestro señor. Eran muy piadosos aquellos monarcas nombrados por el pueblo. Se debían de pasar el día metidos en la iglesia con aquellas misas del Cid a la de los gallos cantar que duraban tres horas haciendo genuflexiones y santiguadas de adoración a la Trinidad.
Y tanto es así que uno de los coronados en la iglesia de Sancti Johannes (Santibáñez) lo llamaban Bermudo el diacono.

Vega del Ciego adelante golpeo con el bordón las piedras del camino que asciende a lo alto del mogote de Santa Cristina de Lena. Por estas alturas se eleva mi espíritu y encuentro mensajes callados del anima del amor que tú me envías desde otras constelaciones. ¡Ah que siempre fui un soñador!
Me prosterno ante el ikonostasis mientras mis labios trazan con los dedos el signáculo de la doxología trinitaria: vo imia Otsá i Sina i Sikatova Duxa
[2]” sobre el ara.
Suenan pasos lejanos en el aire de la basílica recoleta. Y puedes ser tú que enamoras a los mismos Ángeles con tus andares de garza y tus mirares de ternerita. Adosinda querida reina. Amores tuve yo en el Sotrondio marca trágica de toda mi vida.
Otra santiguada y consigo leer el epígrafe del ara fundacional “offeret Lainus Adpodindus abbas in honore apostolorum”. (Lo ofreció el abad Laino Adopindo en honra de los apóstoles) pone en la labra.
Son sitios mágicos todos estos que bordean Covadonga, Peña Ubiña, Peña Mea, el Naranjo de Bulnes desde Liébana hasta la cuenca del Eo e incluso tramontándola por Lugo hasta llegar a Compostela que fueron predios de la corte astur. La primera literatura, el primer documento que se conoce vaga por estos tesos como mi amor hacia ti, dulce Adosinda, que derrotará a los siglos. Esculpió a buril en la piedra aquella tarde de mayo en que cayeron cuatro goteres fue el día que me besaste y acaso me desearas de un deseo que nunca se consumó por eso fue todo después mucho más puro. Ya es poso de los siglos que se sienta hierático en majestad sobre los vanos ciegos de la basílica. Poco a poco, María, te transformaste en diosa.
Se apoya entre estos contrafuertes, juega a la luz y la sombra sobre el mainel del alfiz o la filigrana primorosa de esas ruedas de la fortuna y esas toscas rosas de los vientos que marcaron sobre el ara picapedreros del siglo IX.
¡Todo es tan lejano y tan actual, Adosinda querida reina! La hierba en San Julián de los Prados sigue muy verde. Se oye el mugir de un jato camino de la cabaña, guapu ternerín, al que conduce la esquila de la madre que va delante.
No hace falta preguntarse qué es la belleza cuando llegas a estos términos. Basta con abrir los ojos. La reina Adosinda me arrastraba hacia estos sotos hondos. Me dio a beber hidromiel y sidra en el pozo de su pecho. Libé hasta las heces todo el vino del zapico.- y fue en 1968 cuando en pos de ella subí Pajares. Y me liberé.
Me perdí en una romería que había en Brañilín. Había bancos de hierba en lo alto del puerto. Estaba escuchando por primera vez la magia del xiringüelo, la primera vez que bebía sidra y en un porrón, no de escandía. Pero me perdí yo y encontré a mi Asturias. Que desde entonces tira de mí y aquí quisiera venir a entregar a la tierra mis huesos.
No se puede explicar bien todo este sentimiento porque andamos de ronda por lo inefable. Pues de esta manera cómo llegué a la corte de los reyes mansos, vasallaticos del califa de Córdoba al que apodaban el emigrante [Aurelio, Silo, Mauregato, Bermudo el Diacono]. Un ángel una noche de fiesta me dio su acolada y desde aquella madrugada soy caballero andante de la reina mi señora Adosinda esposa que fue del rey Silo del que decían ser- bienaventurados los pacíficos y los limpios de corazón- de mansa condición, con la nariz un tanto arremangada y de ahí su nombre Silos que quiere decir chato en latín, y moro por parte materna. Morisco, remachado pero muy asturiano. Ella ingresó en el gran monasterio de Santianes cuando murió su esposo en Pravia, lo mejor del mundo Europa lo mejor de Europa Asturias y lo mejor de Asturias Pravia. A Silo le debemos los españoles y lean si no el magnifico trabajo al respecto de Luis G. Valdeavellano, especialista en el tema aunque no haya superado a don Claudio Sánchez Albornoz, la primera carta de privilegio rodado, el primer documento escrito y roborado.
Es una carta de donación por el alma fechada el 25 de noviembre del año 781 – la iglesia de Lena reformada por Ramiro I quizás sea anterior, tal vez del siglo VI pues tiene ikonostasis como las griegas y este lugar de la iglesia luego cede puesto al presbiterio- en virtud de la cual el monarca se compromete a ceder para siembre unos terrenos ribereños a la ría del Eo, en una glera, llera o ería que llamaban Lucis a unos santos varones (el presbítero Pedro, el diacono Abitus y su siervo Lublino) que habían decidido dedicarse a la vida contemplativa. Lucis se llamaba el sitio, buen lugar de anacoretas, escuchando el batir de las olas sobre el mar. Lucis un lugar de luz que desde aquel contrato ilumina las tinieblas de España. Luz que nos guía a nosotros los letraheridos
A cambio los donatarios se comprometían a decir misas de por vida por el eterno descanso del buen rey Silo y de su amada esposa doña Adosinda. Las donaciones post mortem o pro anima son el origen de la gran riqueza inmobiliaria de la iglesia española. A los curas el oficio de difuntos no cabe duda les ha dado mucho dinero y la verdad es que nada tiene de particular; mejor decírselo de mandas de misas que andar a pleitos entre herederos y de ahí viene la frase de ya os lo dirán de misas con la que gustaba amenazar a sus enemigos recordándoles que no somos nada más que polvo y arena. Y ahora que lo dices un maldito cura se interpuso en nuestro camino. Fue voluntad de Dios pero sin su tercería acaso tú no hubieras muerto ni yo te lloraría. Pero era el destino. Polvo soy enamorado de Adosinda que duerme a la sombra de un ciprés por esos montes de ahí en eso, que nos llevan al gran valle de hondo Ayuso. Queronte aguarda. Ya tengo en mis manos la moneda para dársela al barquero. Juntos cruzaremos la laguna Estigia. Ella fue mi Dulcinea del Sotrondio. Descanse en paz. Por ella entono estos cantos epinicios. Los dos fuimos buenos latinos.

Martes, 14 de octubre de 2008
[1] Todas hieren. La última mata.
[2] En el nombre del Padre y del Hijo y de Santiespiritus

milagros de san antonio divino y santo

UNA VIRGEN DEL CARMEN Y UN SAN ANTONIO

 

Antonio Parragalindo

 

Gracias infinitas a los que me llamaron para felicitarme en mi onomástica, a Pepi, la directora del querido CIDA y todos mis compis y sus regalos, al regalo maravilloso que me hizo Joaquín Díaz en Urueña- su último disco y sus últimos libros-, me felicitó mi hija Helen desde Londres y hasta una vieja novieta que tuve en zona nacional, el cigarrillo después de que teníamos apalabrado ya nunca se fumará, pero que más da, no somos más que polvo y camino del polvo vamos. Todo maravilloso. San antoñito, el dulce franciscano lisboeta y en Padua predicador repicado, santificado a fuerza de ayunos y penitencias y muerto a los 33 años, la inocencia católica hecha virtud, trajo los lirios y a un Niño Jesús en la mano, y mercedes y el don de la visitación a todo pasto.

 Se portó como nunca hogaño. Mi amigo José Antonio Alonso me cantó por teléfono los pajaritos. No se le había olvidado el inocente tonillo. Sigue con su hermosa voz y todo un maestro de rondalla. Publio y Amaya tambien desde Málaga la bella de este pecador se acordaron...

-¿Qué haces, Antoñito?

-Aquí con el griego, repasándome las conjugaciones y el verbo l i o.

.- l i t s a – e l i z o m a i ¿Cómo era el aoristo? Ya se me olvidó.- le digo

Aterriza como puedas. Estoy emocionado.

 La amarilla el guadaño en ristre, la hoz el focin y la zoqueta para hacer gavilla de huesos que aguarde y le doy permiso a Queronte para que deje su temida garita un rato y, franco de servicio, se de un garbeo por el barrio húmedo de Arévalo o de León, a ver si lo emborrachamos.

 Bien mirado tambien licencia le damos para que eche una canita al aire por los tugurios, mas sin hacer daño. Yo me quedo con el estribillo de la canción infantil que le da a pie al maestro Joaquín para componer y recopilar una obra maestra un canto de corro: una virgen del Carmen y un san Antonio. Y por coger un anillo cojo un tesoro…. Una Virgen del Carmen y un san Antonio.

Por san Antonio empezaba en mi tierra el verano con todas sus faenas del campo y para el Carmen había que tener mucha cebada en la era y, al cabo de la bielda y la trilla, los costales del fruto subidos al sobrado.

El trigo, siempre algo más tardío, a no ser el chamorro que decían morañero por aquellos pagos, corría turno algo después e inclinaba, solicito, su cuello humilde y pródigo en pan, ante el filo de la falce hasta últimos de agosto

. Ibas al campo y se escuchaba hablar gallego. Ya faenaban por las aradas los de Lugo y Orense con sus melosas cantiñas y la dulce fabla, incomprensible para un cristiano, si hablaban en gallego cerrado, de Puente Deume.

 Cuando se iban las cuadrillas, alguna que otra moza quedaba llorando y acudía a la iglesia a rezar la ofrenda a san Antonio. Ah aquel fraile de nuestros amores, barbilampiño y cara de lirio, emblema de la castidad y sin embargo patrocinador de noviazgos. ¿Me quieres? Alfileres. Y hasta las modistillas de Madrid bajaban ese día a la pradera a comer los panecillos del santo. Vírgenes del Carmen y sanantonios tengo a porrillo.

 No hay iglesia donde entro donde haya altares a estas dos devociones que no le tire una foto. Pueril manía que mantuve a lo largo de muchos años. Ruego al amable lector que esto lea por Internet que me las mande a esta dirección bibliopolis@terra.es y yo las subiré a este blog, que cada día lee más personal y va a ser tan popular como san Antonio el Taumaturgo.

Pues sí, a este propósito tengo que referir en agradecimiento un milagro pues le debo la vida por dos veces.

Una cuando nací que ya me habían dado el agua de salud, con 6 kilos de peso vine al mundo medio muerto y mi madre la pobre y la comadrona doña Aniana me pasaron por la cabeza una reliquia del santo y repelé.

Cuando ya estaba palabrada la caja y me iban a cantar el entierrillo, ya estaba a la puerta el fúnebre coche de caballos con los flacos jamelgos relinchando y pidiendo paja.

 Y la otra fue cuando me casé. Volvíamos de viaje de novios en Madeira y sobre la vertical de Lisboa se incendió en pleno vuelo nuestro avión. Le recé a mi santo tutelar con todas mis fuerzas y a los pocos minutos el piloto con pericia hizo un amerizaje de emergencia en el océano. Todo el pasaje salió ileso menos Mariajo, mi legítima, que se rompió una pierna. Mala pata. O buena, según se mire. Ya digo. Las emociones de estos días fueron tan fuertes que estoy aterrizando. Espero no quebrar la pata en este baño de dulzura, de lirios, calas y rosas, planté cebollinos en mi huerto donde están haciendo ya el amor la hierba buena con la festuca, el saúco con la lavanda, de este 13 de junio. Bendito sea Dios y a san Antonio el guapo que es un cielo de amor.

 


 

DESTROZAN LAS LAPIDAS PROFANAN LAS TUMBAS DERRIBAN MONUMENTOS A LOS HEROES DEL PASADO CAEN DEL CABALLO LOS GENERALES FUSILAN A LOS POETAS COMO PUSHKIN HAN TRAIDO AL MUNDO EL ODIO LA REVANCHA LA REBELION DE LAS MUJERES QUIEREN QUE TODO ESTÉ DEL REVÉS ESTOS CAIDOS NO TIENEN MEMORIA QUEMAN LOS HUESOS VENGANZA DEL SANEDRÍN JUDIO VUELVEN AL MUNDO LOS CRUCIFIXORES DE XTO


 

POR UNA MIRADA UN MUNDO POR UNA SONRISA UN CIELO Y POR UN BESO NO SÉ LO QUE DARÍA YO POR UN BES0


 

EL PATRIARCA CIRILO CONSIDERA QUE LA GUERRA ES UN MAL. LA IGLESIA DE XTO NO ES DE ESTE MUNDO. ESTÁ MAS ALLÁ DE LA POLITICS PERO REIVINDICA LA GUERRA JUSTA HAY QUE DEFENDERSE CUANDO EL ENEMIGO TRATA DE DESTRUIR TU PAIS. MUY LEJOS DE ESO EL PONTIFICE DEL VATICANO APOYA AL SANGUINARIO ZELENSKY Y HA CREADO UNA DIABOLICA DIVISIÓN EN LA CRISTIANDAD. ES UN AGENTE DEL DIABLO

 

RUSSIAN CHURCH REPRESENTATIVE EXPLAINS CHURCH’S STANCE TOWARDS THE WAR

Moscow, November 3, 2022

Photo: spzh.newsPhoto: spzh.news    

The Church has never considered war to be a good thing. At the same time, it’s outside of politics and mustn’t get bound up in any politicized anti-war positions, explains Vakhtang Kipshidze, the Deputy Chairman of the Russian Church’s Synodal Department for Church Relations with Society and the Media.

Kipshidze spoke extensively on the Church’s true ministry and its role in times of military conflict and war on the Chronicle of the New World program on RTVI News yesterday.

“The Church has never considered war something good…. Any war is connected with sin,” the Church representative said.

On the other hand, “The Church has always blessed military service, as a service in defense of the fatherland, in service of others, whom those go to the front defend and for whom they accept death. This part of Church teaching doesn’t imply not resisting evil with violence. Man has the right to self-defense,” Kipshidze said.

Moreover, to not defend those whom you love isn’t righteous—it’s a sin, he added.

In March, about 300 priests of the Russian Church signed an anti-war appeal. Asked about the Church’s stance towards such clergy, Kipshidze noted that this appeal led to great optimism in the West, among politicians who want the Church to become an opposition power in Russian society.

“But the Church won’t become part of political opposition, because the Church is outside of politics. It’s on the side of the people, it’s on the side of those whom it’s supposed to nourish pastorally,” including soldiers, he said.

A complicating factor is that the anti-war position in Russia today has been politicized and mobilized into an anti-government position, Kipshidze explained. “The Church won’t join a political opposition,” he affirmed.

“In some ideal world, there may be a non-politicized anti-war position, but we live in the real world, and our anti-war position now is monopolized by anti-Russian political forces and is used not to establish peace, but to provoke internal divisions in Russian society.”

The “alternative opinion,” meaning the anti-war position, “which exists among the Russian Orthodox Church, should remain outside the bounds of the Church, because it’s become a form of political activity, and there’s no place for political activity in the Church, in my view,” the Church representative continued.

Rather, the Church is open to people of all political views and people who hold positions in the government, Kipshidze noted.

The Church is non-political, and it fights for peace through prayer, not political manifestations. “This is the meaning and content of what the Church does in the context of the present conflict.”

The Patriarch’s position is that Church will never have solidarity with Western powers that want to harm Russia, Kipshidze said, and the concept of neutrality must be considered in this context. The Church is outside of politics, but can never stand with those who are against the fatherland, he explained.


 

DRAUGHT SEQUÍA

 

Saquemos al cristo en rogativa

No llueve

Nuestra alma se seca

Danos el agua de vida, Señor

Muéstranos tu favor

Virgen María

Escuchase por los pueblos

El canto triste de rogativas

Apaga nuestra sed

Hay siglos cálidos y lluviosos

El péndulo de las manchas solares

Marca los ritmos

Hablan de cambio climático

Voto a bríos

Pese a tal

Yo recuerdo que el año 1965

No llovió en Madrid de octubre a marzo

Una sola gota

Y los historiadores nos recuerdan

Que en siglo XVII

Los carros se atascaban

En los caminos de Castilla

Por tanto barro

Es la sequedad de los corazones

Más que la climática

La que me aflige


 




BELONA DIOSA DE LA GUERRA

 

Reminesco. Echo mano de aquel manual de Tito Livio que yo leía con muchas dificultades amarrado al diccionario de Raimundo de Miguel que compré a un seminarista de Revenga que hubo de pignorarlo por pobre. Se me ha quedado el mensaje de Ab Urbe Condita: la guerra es parte de la humanidad. Roma se creó luchando y me aflige la sentencia inexorable del historiador romano mientras lloro por la muerte de tantos soldaditos en Ucrania ante la barbarie del fascista Zelensky y sus compinches otanianos. A estos mandatarios de presa no les importa un ardite los horrores y sufrimientos del pueblo el frio el hambre y la sed.

A Belona (de ahí viene la palabra bellum) hija de Júpiter y de Juno la iconografía clásica la representa el pecho desnudo exhibiendo magnifica dos tetas enhiestas. La guerra siempre fue femenina. La llevan a cabo los hombres y las feminazis la fomenta. Deidad terrible e infernal. Su morada entre los latinos era el Orcum el lugar donde no se come ni se bebe. Por eso la nombra mentora del infierno y mensajera de la muerte



LOS UCRANIANOS ESTAN CAYENDO COMO MOSCAS ZELENSKY DICE HABER MUERTO A 80000 RUSOS ¿CUÁNTOS MUERTOS TIENE ÉL?

 

Russian forces thwart Ukrainian attacks near Krasny Liman - Defense Ministry

According to Igor Konashenkov, over 60 Ukrainian troops were killed

MOSCOW, November 5. /TASS/. Russian forces thwarted Ukrainian attacks towards Krasny Liman, killing over 60 troops, Russian Defense Ministry Spokesman Lieutenant General Igor Konashenkov said on Saturday.

"In the Krasny Liman direction, the attacks of three Ukrainian company tactical teams towards Stelmakhovka, Ploshchanka and Kremennaya in the Lugansk People’s Republic were thwarted," he noted.

According to Konashenkov, over 60 Ukrainian troops were killed, while a tank, two combat armored vehicles, three pickup trucks and a motor vehicle were destroyed.

SIGUE COMIENDO SOPAS, MARGARITA QUE OJALÁ REVIENTES COMO EL LAGARTO DE JAEN

 

SPAÑA ES ALABADA LOOR DE ENEMIGO POR HABER SIDO DESTACADA EN SU AYUDA A UCRANIA EN ARMAMENTO Y SUMINISTROS

 EL PENTÁGONO FELICITÓ A MARGARITA ROBLES POR EL APOYO ESPAÑOL A LA GUERRA DE UCRANIA CONTRA RUSIA. MÁS MUERTE MÁS DOLOR Y DESTRUCCIÓN MENOS VIDAS, TENEMOS UN GOBIERNO SATANISTA Y UNA MINISTRA DE DEFENSA

ESA FEMINAZI QUE SE EDUCÓ EN LAS TERESIANAS LA DE LOS PAPOS CAIDOS QUE CUANDO HABLA PARECE ESTAR COMIENDO SOPAS. ESPAÑOLES LUCHAD CONTRA EL FASCISMO Y UN SISTEMA NAZISIONISTA GUIADO POR UN SANEDRIN GLOBALISTA QUE QUIERE DERRUIR NUESTRA CIVILIZACIÓN Y NUESTRAS VIDAS. UN DIA LO PAGARÁN SIGUE COMIENDO SOPAS MARGARITA Y QUE OTRA VEZ REVIENTES CUAL LAGARTO DE JAEN

 JE PORTE MON TURIBALO DANS LA TOMBE INCOGNITA DE CES REGULIERS CES MORITOS QUI NOUS SAUVENT DE LA HORDE GLOBALISTE ET SATANISTE

 


GRAND MOKA PETIT MOKA


 


je vais et viens le long du chemin


Big Moka Fille Moka


Mort sous les sillons


Au printemps grenade


Blé du souvenir de l'héroïsme


De ces soldats réguliers


ces ibis


Ici reposent des morts invisibles


Dans des tombes anonymes


Ce ne sont pas des souvenirs historiques


Apparemment


je suis dans l'adversaire


De ce gouvernement janissaire et mondialiste


J'ai jeté nos pères en cours de route


Big Moka Fille Moka


ces morts


Ce sont des visages


Ils ne sont pas acceptables


Mais, ils ont sauvé l'Espagne


de la horde


tous ces tueurs


le soleil de novembre


chanter les kiries


Et un séraphin aux larges ailes


Il les porte sur ses genoux


Devant le trône de Dieu


Big Moka Fille Moka


Tous les jours


je vais te rendre visite


 


samedi 5 novembre 202

 Я НЕСУ СВОЕ ТУРИБАЛО В ИНКОГНИТУ ГРОБНИЦУ ТЕХ РЕГУЛЯРОВ, ТЕХ МОРИТОС, КОТОРЫЕ СПАСЛИ НАС ОТ ГЛОБАЛИСТСКОЙ ОРДЫ И САТАНИСТА

 


БОЛЬШОЙ МОККА МАЛЕНЬКИЙ МОККА


 


Я прихожу и иду по пути


Большой Мокко Девушка Мокко


Мертвые под бороздами


Весной гранада


Память о героизме


Из тех регулярных солдат


эти ибисы


Здесь лежат невидимые мертвецы


В безымянных могилах


Это не историческая память


По всей видимости


я в противнике


Из этого янычарского и глобалистского правительства


Я пролил наших отцов по пути


Большой Мокко Девушка Мокко


эти мертвые


они лица


они неприемлемы


Но они спасли Испанию


орды


все эти убийцы


солнце ноября


петь кирии


И ширококрылый серафим


Он носит их на коленях


Перед престолом Бога


Большой Мокко Девушка Мокко


Каждый день


я иду к тебе в гости