11M HOLOCAUSTO QUÍMICAMENTE PURO URDIDO POR UNA
MENTE FRÍA Y DEMONÍACA
Ya van seis años. Fueron 190 muertos. ¿Arriba lo
sabían? Abajo seguimos a blancas. Me llaman de una emisora extranjera para
preguntarme si los españoles se sienten más seguros frente al terrorismo. Buena
pregunta pero no sé qué responder. Esa es la pregunta del millón que dicen los
cursis pero a tientas y a ciegas estamos. ¿Quién mató al lobo feroz? ¿Quién
pondrá el cascabel al gato? La derecha culpa a la izquierda y ésta, desde el gobierno,
tampoco sabe, no contesta y asegura no haber tenido arte ni parte en la muerte
de su hermano, mientras por la Piel de Toro cunde la sombra de Caín. ¿Etarras?
No tenían tecnología. Tampoco esa mentalidad demoníaca que colocó en raíles y
vagones de un tren descendente de Alcalá a Madrid. ¿Qué clase de fulminante
emplearon los asesinos? Tampoco están de acuerdo los forenses. Desaparecieron
las huellas dactilares y los investigadores sobre el gran bocazo que
retumbó hasta el parque del Oeste se topan con un muro de silencio que ha sido
durante un sexenio el de las patrias lamentaciones. Flota en el ambiente una
nube de intoxicación informativa que se abate sobre los españoles. Hay mucha
madeja y mucho hilo pero cuando llegas al final del ovillo te encuentras con un
laberinto. Es como entrar en el reino de las fuerzas oscuras. Contra el cetro
de un dios saturnino que no duda en devorar a sus hijos nadie sabe con qué
mira. El aire, cargado, mefítico, plagado de embustes y contradicciones de los
propios testigos, hiede a conspiración. El undécimo día de aquel mes de marzo
del fatídico 2004 España dejó de regir sus propios destinos porque los que
rigen en el país se han hecho invisibles aunque aparentemente la autoridad viva
se ejerza desde Zarzuela, Moncloa o la Carrera de San Jerónimo. Sólo de visu,
prima facie. Y mucho blabla y dale que te pego a la sinhueso. Talk. Talk.
Talk. Hablar y hablar pero las palabras pueden convertirse en golpes de
martillo que da el sepulturero para cerrar la caja del muerto. Toc. Toc. Toc.
Se trata de una forma de hacer la guerra de una
forma psicológica en plena era nuclear causando el menor número de bajas
posibles- y digo bien, el menor número de víctimas- pero a base de un impacto
anímico gigantesco poniendo a contribución todo el maquiavelismo porque para
los que orquestan estos golpes el fin justifica los medios, de las que son
capaces los gobiernos en la sombra. Aquí ya no se mueve nadie. Todos recordamos
cuando mataron a Kennedy, cuando voló por los aires el Dodge Dart de Carrero
Blanco, cuando Tejero entró en el Congreso pistola en mano y allí estaba José
María García radiando el acontecimiento, cuando el hombre llegó a la luna, o se
cayeron las torres gemelas, terrorífico espectáculo. De la misma forma, tenemos
muy presente la imagen muy nítida y viva de aquellos idus de marzo. España dejó
de ser igual: sin ejercito pero con mucha policía. Resignación general y
aceptación de los hechos consumados. Se inauguró el tiempo de las supuestas
libertades, las relaciones humanas se han vuelto más conflictivas, se abrieron
las fronteras y han llegado a España cerca de diez millones de extranjeros, la
nueva esclavitud, el “melting pot” hispano en plena ebullición. Barbota
la olla social. ¿Explotará?
No obstante,
existe la noción generalmente aceptada de que el terrorismo pues no hay mal que
por bien no venga ha conjurado de momento el peligro de una conflagración
nuclear. Meciéndonos a todos de paso el miedo en el cuerpo.
Recuerdo
aquella mañana nítidamente. Dormitaba yo de madrugada de 2004 con la radio
encendida y en la duermevela escuchaba la cantinela de la reportera. Leía las
noticias una tal Parrilla que era la nieta de mi vecino el guardés, cuando
vivíamos en Marqués de Vadillo, de una finca toledana y me preparaba para
acudir al ministerio después de seis años de ausencia. Me había llamado la jefa
de personal en un tono de ultimátum. Había sido suspendido de empleo pero no de
sueldo cuando entraron los del PP y me habían mandado a mi casa. Mi situación
laboral y personal era angustiosa y sin respaldos. Yo flotaba entre medias de
un limbo.
-I was the dangling man.
Mi vida pingaba del vacío. Un poco más de cuerda y
habría acabado en el osario de los suicidas. La Ministra de Cultura era la Hija
del Ganadero. Yo me dije qué raro. La víspera había acudido a la Plaza del Rey
y encontré aquello patas arriba como si se presintiese el relevo. Todas las
encuestas daban por caballo ganador a Aznar pero la atmósfera en Cultura era la
de demenagement. Por lo visto la Aguirre a sabiendas de que cesaba tal
vez remordiéndola la conciencia quisiera ponerse a bien con Dios y tal vez
conmigo. Pero en España un país donde todo es posible y donde todos los gatos
son pardos se montan los tinglados de la injusticia, como estos sobre todo en
situaciones críticas. Este país es un laberinto. Había movida. Aquel revuelo
olía a cuerno quemado. Nunca le perdonaría yo a esa señora que ayer se disfrazó
de torera por lo que me hizo. Ella representó el ápice de la persecución de la
cual fui objeto. En las alturas flotaba un hongo tóxico y se respiraba un aire
letal a pesar de las encuestas. Había sequía y las radios propalaban la
angustia de los pantanos vacíos. Se vivían momentos tensos no sólo a causa del
clima áspero sino a causa de una campaña de las elecciones generales algo
atípica. Pues si no llueve, preparad una rogativa a san Marcos. Hemos sido muy
malos y Dios castiga sin piedra ni palo.
Por aquella
convocatoria a rendir cuentas tan de
súbito y a la agachadiza asumí que en todo aquello había gato encerrado. De lo
que iba a ocurrir arriba lo sabían. ¿Servicios secretos? En todo caso no serían
los del Cni que andan siempre a la quinta pregunta sino aquellos tipos con
gabardina blanca y sonotone que bajaban por la calle de Alcalá la noche del
23F. Eso también yo lo viví. Nunca sabremos la verdad. A fuerza de mucha
información nos intoxican.
La voz entrecortada de
la becaria Parrilla anunciando el choque de trenes confirmó las sospechas de la
conspiración. Todo Madrid era revuelo. Habían llegado corresponsales de
todo el mundo y hasta puede que se hubieran fletado aviones ex profeso. ¿Quién
había dado el queo?
Todo estaba demasiado en caliente y vivo como para despertar
una confusión organizada. Fui entrevistado por una cadena sueca y dije lo que
me parecía a mí: no habían sido los moros.
En todo aquello intuí
el montaje de una mano negra de un holocausto perfecto. ¿Por quién? Los mismos
que lloraban en el duelo fueron los que levantaron la mano contra aquellos
pobres conmuters inocentes. La idea no se me ha ido de la cabeza. Durante meses
y meses Jiménez los Santos y otros compadres mediáticos no dejaron de atizar la
hoguera de la confusión. Se puede desinformar informando por el procedimiento
acumulativo. Que si las mochilas, que si las furgonetas, que si los moritos de
Lavapies, que si los guardias de la comisaría de Avilés y un tal Trashorras que
proporcionó el fulminante sacado de una mina abandonada de Tineo. Largo nos lo
fiáis y ahí estaban los del Mundo, Bernstein y Woodward a la española, que
querían atar cabos de los hilos invisibles de aquel Watergate castizo, opera
bufa, sainete, si no hubieran perecido en el incidente 192 personas quedando
maltrechas más de mil, en que también había fontaneros pero, ay, también
doscientos muertos sobre la mesa.
Don Pedro Jota padece
el síndrome megalómano del Washington Post. Quiere un scoop. Le gustan las negras. Le cogieron en un medio
in medias res cuando se lo montaba con una en un prostíbulo. Un cameraman
oculto en un armario grabó la escena en toda su lascivia.
Profesionalmente me parece un periodista ridículo porque
España no es América pero va por la vida con complejo de numen divino de la
información. Total un lío. Los españoles
tuvimos nuestro 11S en aquel 11M y las cosas siguen sin aclararse. Un crimen
perfecto. Demasiados alibis y demasiadas coartadas inextricables. Yo tengo mi
propia teoría y la expliqué ante los corresponsales suecos. Entoné un réquiem
en los altares y velatorios que se alzaron en la calle. Uno de Euskaltelevista
que no escuchaba aquel kyrie desde hace mucho tiempo quedó sorprendido de la
solercia y concento con que entoné aquel gorigori en latín y por toda respuesta
le dije que yo había sido cura. Me vieron en la tele mucha gente. Hoy el crimen
sigue sin resolverse. Ni creo que se resolverá jamás. Estamos en manos de
quienes estamos. Y el que manda, manda. También en la información.
OSCULANDA
Las féminas siguen destilando veneno. Hay que ver en
lo bajo que cayeron aquellas muchachas que amamos en otro tiempo y ahora son
abuelas. Andan cojas, y en medio del desencanto habitando sus pisos de muchos
metros cuadrados, en la comparsa de sus gatos castrados, alguna foto de
familia, los matrimonios fracasados, viudas de su propio desconsuelo, añorantes
del amor negro que les puso a pique de la ruina, lo que evidencia el poder del
sexo.
-Arrepiéntete, cabrón.
-Yo no me arrepiento de nada. Me
arrepiento tan solo de aquella chinita
en Hong Kong que hacía frufrú cuando me hacía el amor.
Encima,
beatas con humos y poniéndote de penitente. La culpa de todo por lo visto la
tienes tú, Ulises, que sigues sin llegar a Itaca.
Le dije que
no creo en la confesión auricular porque teológicamente tengo en entredicho la
teoría de la exmologesis. Oh católica y cruel majestad, seguimos en las mismas.
Osculanda amor tú ya no besas como solías. Te han salido bolsas en los ojos y
no ves lo que te rodea pero tal vez sea mejor así. La soledad créceme por fuera
y por dentro de nosotros. Pobre Osculanda, viuda solitaria en su piso de
doscientos metros cuadrados, una sonrisa amarga y los ojos cargados en un ictus
que me dice que todos aquellos besos que me diste se los llevó la trampa.
Fueron el proemio de antelación de una vida que pudo ser y no fue. Acaso estaba
escrito. Fue la voluntad de Dios. No nos hicimos daño el uno al otro y las
dulces horas de junio y de mayo idas y venidas por el valle de Talamanca
hoy al recordarlas no producen ningún escozor, solamente melancolía. Paremo
sigue vendiendo libros en su alguarín infame y yo vendí aquella vieja maquina
de escribir con el tablero que inventara Wetereng. Ahora soy propietario de un
ordenador portátil. Pulso cada una de las fichas del teclado en la esperanza de
que tarde o temprano la verdad se hará hueco, Osculanda amor, aquella moza de
rumbo que hoy es abuela. La que tuvo retuvo.
Parejo Paremo alza su gario terrible y al pasar por
el resayo a la sombra del gran edificio con los paramentos de mayólica yo le
hago un corte de manga. Está muy gordo y se toca con una churrupitosa visera y
casi no le tapa el culo su inmenso mandilón. Ha parido una gata y su mujer, que
es una vieja fea con cara de vagabunda alcohólica les pone un platito con sopas
de leche sobre la acera para que los michines de la camada coman. No cierran
todavía la tienda aunque ya les queda poco. Paremo es rátigo todo él un rátigo
con látigo. Alguna mañana utiliza su fusta para espantar a los buitres. Negocio
al por mayor. Parejo Paremo es el sepulturero de muchas ilusiones literarias.
Es el tendero de ideas de segunda mano. En su garabito fenecen los sueños de
los poetas. Maldigo a este pariente de Juan Simón que trata al personal a
batacazos. Su padre creo que era un sargento de caballería.
-Nada de
sargento. Cabo primera de la Remonta.
-Mejor me
lo pones y a Paremo Parejo que le quiten los galones y lo hagan soldado raso.
De estas zozobras mías cuan poco tú sabes,
Osculanda, amor.
LIBRO SOBRE EL FRANQUISMO
Franco y los Judíos. Salvó a muchos hebreos pero
decir esto hoy por hoy y tal y conforme están las cosas suena a herejía pero me
remito a los documentos y a los tumbos. La letra muerta es un testimonio y
delata a unos cuantos. No quieren oír. Están sordos. El juancarlismo reniega de
sus orígenes. Creo que el Señor me ayuda a pechar con esta galerna de
dificultades. Mi frágil barquilla siempre a punto de naufragar hiende proa y
sale a flote. Sálvanos Señor que perecemos. Seguiré escribiendo. Algún día se
esclarecerá la luz. Creo en la pasión y muerte N.S. Jesucristo. En el Amor. En
el perdón en el progreso pero esta nueva teoría cohonestada por los últimos
papas niega la mayor. Acaso el Vaticano para complacer a sus enemigos esté
inmolándose en un trágico harakiri. Tal vez Wojtyla Kratz fuese el anticristo.
Otros curen del gobierno del mundo y sus monarquías Yo mientras tanto saco el
azadón y cavo en el jardín. Hay que limpiar las malas hierbas, quemar hiedra,
tronzar algunos palos, podar. Ya está próxima la primavera y aquí estoy yo
fumándome un “Don Tomás” después del cafecito mañanero. Se fue el cansancio al
levantarse de días atrás.
Este invierno
no ha cesado de llover y de nevar. Ha sido una estación invernal como las de
antiguamente. Y Delibes se muere. Nunca fue Delibes santo de mi devoción.
Pienso que es un escritor menor. Un tipo muy de derecha, manierista en lo del
estilo. La sombra del Ciprés es alargada es una novela floja. Lo mejor y más
acertado el título. Pero con ella ganó el Nadal y la escribiría como el que
prepara unas oposiciones a notarías. La cosa resultó. Cría fama y échate a
dormir. Pero ha sido un autor desigual. Con algunos aciertos como el Disputado
voto del señor Cayo y otros fracasos como Siestas con viento del Sur escritos
cuando su animo estaba atenazado por la depresión. En el 98 le operaron de un
tumor y al pobre escritor le salió la hoja roja.
No me
identifico como castellano con los palurdos que él pinta y describe pero esto a
muchos les sonará a herejía. Subo por detrás de la gran casa con los frisos de
Mayólica y allí está toro sentado cuidando su parva. Rátigo. Me insulta. Guardo
silencio. Soplón. Espía. Marido de una mujer fea y lenguaraz. No hay que hacer
caso. Sin embargo le compro dos libros por 3€. Menudo pájaro. Pienso en que
Toro Sentado. Al que tambien llaman Peremo el del mandilón no es más que una sombra, un
espectro que aun vaga apostado en la verja del jardín reliquia del pasado y de
los tiempos de la inquisición. España negra y cañí. ¿Y pensar que estos eran
los míos? Otra gran decepción como la de Osculanda que cuando tenía 20 abriles
me largaba besos al por mayor. Aquellos besos aquellos libros la trampa se los
llevó.
lunes,
03 de octubre de 2022
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