DE
TRASVASES Y OTRAS VAINAS. PERO EL EBRO ES EL RÍO PADRE DE ESPAÑA
Antonio
Parra
Agua que se quema el río y cosas veredes. Los desgobiernos y
despropósitos nacionalistas de esta plutocracia que está derivando en
Putocracia y no hay que ver más los programas de la tele en las veladas
aburridas que aquí unos pocos deciden el destino de las muchedumbres
controladas por el voto y la bota de la ley de Hont, le quieren meter mano al
Ebro. Esta es una de las primeras cosas
que se estudia en poliorcética. Lo primero que hay que hacer cuando se asedia
una plaza es cerrar la canilla y cortar el agua. El Guadalquivir por ejemplo
fue desviado, cuenta un cronista, de su curso por Leovigildo cuando asediaba a
Córdoba defendida por su hijo Hermengildo. Almanzor talaba campiñas y quemaba
la mies pero los cristianos que tampoco
eran mancos controlaban el flujo de las grandes acometidas. Así Alfonso secó
las fauces del Tajo. La guerra del agua es vieja como el mundo. Era una táctica
estratégica practicada por los cartagineses de Anibal y por los romanos. Ahora
el Ebro agua que se quema el río agua para Barcelona, un capricho de los
nacionalistas catalinos, los españoles a pagar la obra y ellos el beneficio,
cuando vienen a Madrid nunca hablan en catalán puede hacer una revirada de su
curso natural. Obras y desvíos. Pero cuidado el río Ebro es el río padre de
España a la cual entre unos y otros están desmembrando. Ebro. Iber. Y dice el
refrán que Segre, Arga, Gallego, Zadorra, Nela y Aragón hacen al Ebro un río
mayor. Es el río padre. El más caudaloso de España. Recordemos aquellos nombres
que aprendimos en las lecciones de geografía en la infancia. El Ebro nace en
Peña Labra y desemboca en Amposta por Tarragona. Su curso se prolonga 927
Quilometros bajo la mirada de las crestas nevadas del Pirineo. Padre de España.
Ay si Gracián levantase la cabeza. Caudal libérrimo que pasa cruza españolísimo
por las barras aragonesas y que ahora quieren los pruritos nacionalistas
catalanes convertir en cuatricolores. Se hace grande y gana empaque en Miranda
y al cruzar por Zaragoza a la Pilarica le canta una jota. Nadie ha escrito
mejor sobre este tema que Pedro de Lorenzo aquel falangista placentín al que
los avatares hicieron monárquico y terminó engalanando el ABC –ay aquel ABC de
don Torcuato ¿adonde fuiste a parar?- en una obra cumbre que se llama Viaje
a los ríos de España siguiendo los indicios de la Crónica General del Rey
Sabio que llama a España “tierra de bienes favorecida y de gracias naturales
bien abastada”. Ebro es río padre de España. Y madre de Aragón a libre Aragón,
comentaba Gracián. No entiendo mucho esto de los trasvases. Me huelen a
chamusquina pero muchos políticos y politicastros y crestas coronadas (muchos
cetros derribó la ira) de la punta al pomo son unos tanarras. Los catalanes
quieren volver a sacarnos los cuartos y cabe recordarles que si beben agua
todavía en Barcelona lo poco que queda el chorrillo se lo deben a los pantanos
de Franco. Pero claro aquella infraestructura era para un país de poco más de
treinta millones de personas y hoy en las grandes mega-polis del mundo entre
las cuales se encuentra la capital del principado con sus casi diez millones de
habitantes se está acabando lo que se daba. Se agota el surtidor. Agua que se
quema el río. Guerra del agua. Aquí podemos reventar todos como el lagarto de
Jaén pero uno está preparado de antemano. Me crié en un pueblo donde aun no
habían hecho la traída. Si te daba un apretón había que ir a obrar a la cuadra,
y de lavarse, en la palangana y vas que chutas, grifos no había. Soy de la
generación que llegó la primera al bidet y al inodoro porque antes no había
papel higiénico en España y las mozas se limpiaban el culo y lo otro con una
teja Y mi tía Paulina me ponía en la mano un botijo:
-Venga, Antonio, a
por agua.
Estuve yendo y viniendo a la Fuente Colorada y Uy dios mío que
chorro manaba en aquellos tiempos. Tenía que echar tres o cuatro viajes pero no
me importaba. El sitio era agradable. Las mozas enamoradas pelaban la pava con
sus pretendientes y de paso llenaban el cántaro. Yo me conformaba con mi
botijo. Humilde e inocente niño me era yo. Hoy aquel lugar es un asperizo. Ya
la fuente no mana. Y no es que haya venido Almanzor a sitiar el pueblo. Que va.
Es la avaricia de los aldeanos que han perforado el somo con taladros kilométricos
para chupar H2O para su remolacha y venga líquido elemento. La avaricia rompe
el saco y no les tengo ninguna lastima a los de Fuentesoto, buen pueblo pero
muy mala gente. ¿Que tienen sed? Pues que se aguanten. Que los acuíferos no son
inagotables. Tiempos vienen de vacas flacas y dicen los asturianos: “ficistela
en Pajares, pagastela en Campomanes”. Es el pueblo de abajo. Y en España los de
arriba y los de abajo siempre anduvimos a cantazos empuñando el bichero o el
garrote para deslomarle las costillas al prójimo. Agua que se quema el río.
Convite de catalanes y dicen los cursis que el agua es un bien escaso. Eso ya
lo sabíamos. ¡No te jode!
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