2017-03-03

echando las cartas y consultando las habas

CONSULTO LAS CARTAS DEL TAROT Y PRENDO FUEGO A LA BARAJA
 


Nada entendemos la vida pasa mi alma está hecha un armadijo consulto la Guia de Perplejos tiro el libro de ideas tan trilladas consejos para andar por casa y me recluyo en el castillo de la palabra. Una nueva fundación aparece en lontananza. El viejo monasterio se trastorna burdel. Recorro, perdido en el laberinto, el palacio de las dos mil habitaciones subo al desván de la torre cuadrada que llaman de las Lujanas. El alma castellana aspira a convertirse en un Escorial interior pero ahora todo lo español se encuentra patas arriba el alma por los suelos, tiro al cubilete de Trump y me sale la sota de espadas (tierra), mal presagio. Hubiera deseado el tres de copas (agua) o el Orón (fuego) y la piculina, entrometida y hetaira, cada palo aguante su vela que van a pintar bastos (aire) me anuncian tiempos convulsos. Claro que yo no soy la Virgen de Fátima, detesto la guija, aunque en noches de insomnios hago solitarios al cubilete y desparramo las cartas.


 ¡Qué dolor nos acontece pues se nos viene, entre la indiferencia general, la fractura de la patria! peor mucho peor que aquel verano del 98. El tupé de Sagasta equivale, rediviva, a la sonrisa sandia del Rajoy; los labios carnosos de la archivera Rompeolas (debes hacerle, cariño, con esos labios reventones a tu corvo, buenas chupadas) guay de mi España. Todos farfullan y hacen lances, carta en la mesa presa. Me temo que en este revoltijo, ganancia de pescadores, se prepare el guirigay.


El Expedito▬ no era mi amigo: siento haber depositado en su persona toda mi confianza▬ aunque no era más que un personaje de mi novela protagonista u deuteragonista, dos oficios a la vez: el primordial y el secundario.  


Con él que hablo alguna que otra tarde del invierno. Alea jacta est.  Las ratas se han subido a los cajones y circula por los pasillos una de las Furias anunciando desdichas a mansalva.


Y ha venido a visitarme alma en pena de Expedito. Acompañado de Mig-16 al que extirparon un riñón y se murió a los pocos días. La sesquipedal tan atalajada y tan tiesa pasa revista a las tropas de un ejército que no existe. El Sevilla en la Onda capullo de las mañanas y sus jaques parlotean y ríen con estruendo hablando de temas sin sustancia. El hijo del Críspelo Perea, aquel pobrecito al que mataron en un puticlub Dios le haya perdonado templa gaitas en medio de la orquesta de este baile de máscara.


Es lo deja vu en este tiempo de saturnales y conjuros. Pero a mi lo que más me alegra en estos días de dolor y de visitación es que haya caído una nevada de metro y medio en los cerros de Manzaneras suculento aporte edáfico para los chopos corpulentos y antañones más grandes que vi en el mundo sobre la ribera de aquel río que iba a Valencia. Teruel existe. La amada provincia escondida padeció una pavorosa sequía el estío pasado.


Ya está aquí por lo demás el antruejo no para de estar España en fiesta. Los de la banda municipal bajan por la calle Real tocando el requinto. Hacen su estruendo los petardos. Ya se oye el clangor de los cencerros abriendo carrera para que desciendan del olimpo las bacantes. El pobre pueblo aburrido paga su aldehala al vino y se entrega a los excesos de lujurias programadas desde arriba. Venus está lejos y el personal se divierte escuchando las aventuras y saltos de cama de una murciana con un monarca. Putero nos salió el rey; claro que para eso es el rey de copas, bastos, oros y espadas, y aquí los reyes y los obispos siempre gozaron de derecho de pernada.
Me ha salido una carta mala. El caballo de bastos, que corresponde con el arcano XIII del Tarot. Es para echarse a temblar y me rila la mano pero paciencia y barajar. Veo sombras terribles. Dios no lo permita. La carta de la muerte se sube al caballo de un tipo peludo al que sirve un escudero bizco y barrigón. Ambos hablan en lemosín. ¡Qué tendrá que ver la dulce lengua de Ausias March con estos tartufos!


Sancte Michael arcangel, defende nos in proelio contra nequitiam et insidias diaboli esto nobis praesidium.


Del mal que viene no tienen la culpa los judíos.
Es que en esta España católica y perversa nos hemos vuelto muy malos. Guardo los naipes. La oración al Jefe de la Milicia celeste me tranquiliza en medio del pavor, acordándome de que todavía viven justos en Israel... el mal triunfa pero sólo momento de. Señor, pase de mi este cáliz. Ne avertas faciem tuam a me.
Echo a la lumbre las sesenta y ocho cartas del maldito juego del Tarot. Brilla la luna en cuarto menguante esta madrugada. Creo que este aviso premonitorio no es más que una pesadilla por los dolores de España. Mis pensamientos en revoltijo, trato de espantarlos, escondido entre las sábanas, mientras despabilo el insomnio de la madrugada.

2017-03-01

GRACIAN CAPELLAN DE LOS TERCIOS EN LA GUERRA CONTRA CATALUÑA


GRACIÁN REDIVIVO
Nieve en las cumbres y el sol, tan literario, nos sonríe ya, devuelven sus rayos sonrisas repartidas en las alforjas de los recuerdos.  Febrero se despide con cortesía. Trae memorias de lo que fue y yo sigo con mis clásicos en un ir y venir que llaman acarrear. Baltasar Gracián Morales Cariñena Huesca 1601 pero pasó su infancia en Toledo. Fue domestico del cardenal Paravichino y  bajaba por la solana del Tajo a ver pintar al Greco. Sin una profunda vocación religiosa tomaría los votos de la compañía de Jesús. Sin ser un monje devoto cumplió con la Regla a pesar de no entenderse con el superior. La literatura hispana en ello perdió a un místico y ganó a una de las plumas más sagaces en castellano. Quería una vida tranquila. No la tuvo pues en el convento probarían su carácter algo  levantisco sometiéndole al capelo y a esas durísimas probaciones jesuitinas o judiadas que suelen hacer a cuantos quieran profesar en la orden ignaciana. No fue un hombre feliz pero la austeridad como forma de vida le ayudaría a vivir hacia adentro y sobre todo esta condición de ordenado al sacerdote le valdría para dedicarse a escribir. Sería el gran prosista castellano después de Quevedo y Cervantes. No se llevaba bien ni con los catalanes ni con los valencianos. El motín de los segadores del Corpus situaría a Gracián acérrimo aragonés de parte de Castilla Después de su tránsito por Gandía la casa madre de la orden y por Gerona es enviado como prefecto de latinidad a Calatayud, y luego va de maestrillo a Calahorra. Allí tiene que echarle un réspice (rapapolvos) a un portugués el padre Tonda “por haber tenido algunas flaquezas con las mujeres” al tiempo que termina de revisar el manuscrito de su libro “El héroe” que dedica al rey Felipe vi. El texto se imprime en los tórculos del oscense Nogués. En 1639 estalla la guerra de Cataluña y el P. Gracián se enrola como capellán de una compañía del Tercio de Sicilia a las órdenes del duque de Noceal. Siendo su capitán el marqués de Leganés. Los soldados de su división llamarían al buen clérigo padre de la victoria. De regreso a Huesca con las tropas publica Agudeza y arte de ingenio y al poco tiempo El discreto  y la primera parte del Criticón su libro más famoso.  Por los conceptos que expresa contra corriente le crecen los enanos y se multiplican sus enemigos tanto fuera como dentro de la Compañía. Baltasar Gracián conviene saberlo les caía mal a muchos por su ascendiente converso y que sabía mucho más de la Escritura que sus rivales y eso es lo que más jode a un español que el otro resulte más eximio en las artes que el uno practica, ya sea en las bellas artes, en el periodismo, o la política. Somos un país maravilloso pero cainita. Padre Nickel prepósito general le ordena que deje de escribir y lo recluye en la casa de la Compañía en Tarazona y luego a Graus en una celda de castigo. Estuvo tres meses a pan y agua. No se rin de el indómito profesor pues decía para libre Aragón y para cojonudo yo.  Esta energía y talante anarquista flota sobre toda la obra gracianesca. Muere sin reconciliarse con el Papa Negro el 6 de noviembre de 1558 a la vista de las cumbres del Moncayo de aquellos Pirineos que él amó tanto. Tenía la y no era muy agraciado físicamente bajo de cuerpo con la cabeza grande miope y de color cetrino cara de pocos amigos pero en su frente parece resplandecer el sol de la gnosis. Aspiraba al dominio de las tres S: santidad, salud, sapiencia. Más valen quintaesencias que fárragos y lo bueno si breve dos veces bueno. Lector empedernido. España era para él la cultura perfecta porque solemos mejor entender a los otros de oficio que en el cara a cara que donde hay mucha confianza da asco. No hay lisonja no hay fullería mejor que un libro cada día. Un libro y un amigo quiero yo en mis lares. Con  libros todos los días converso, y su dulce plática son el mejor viático de la existencia.
Este bibilitano bien se conoce haber nacido paisano del poeta Marcial padre de la sátira presenta la calidad de su arte un acendrado barroquismo. Gracián es escritor de escritores, epígono de la erudición, párrafos largos y quintaesencias que la crítica olvida con frecuencia y de nuevo se pone de moda a clavo pasado. En 2017 en una España que se enfrenta al secesionismo catalán vuelve el padre Gracián al palenque de lo novedoso.
Los grandes hombres son indefinibles porque no están sujetos a norma alguna. Gracián maneja la alegoría y el aforismo con gravedad y sutileza. Por los altos cielos de la alegoría a la que él se eleva vuelan los monstruos. Hay atisbos en el Criticón que anticipan a los aguafuertes de la época negra de Goya o los retablos del Bosco, a golpes de cultismo y paranomasias. Murió a los 56 años.

 

2017-02-28

GRAN DESCUBRIMIENTO: UN CONVERSO SEGOVIANO AUTOR DEL LAZARILLO


OBERTURA AL LIBRO DEL LAZARILLO

 

Uno de los enigmas de la literatura española fue el anonimato en que permaneció este libro paradigmático del género picaresco durante cinco siglos. Antonio PARRA aquí encuentra su filiación de los padres putativos que hubo y el real que no pudo ser otro que el médico segoviano Andrés Laguna, que utilizaba también otro nombre de pluma: Cristóbal de Villalón. Era de padres conversos y no se atrevió a signar sus originales pero Antonio Parra mediante el cotejo de estilos encontró sorprendentes e irrefutables paralelismos entre el Crotalón, El Viaje a Turquía y El Lazarillo.

2017-02-27

son distomos estos chicos del politiqueo y la mugre jornalista


DISTOMOS DOS BOCAS. DOS CUENTAS. DOBLE VARA DE MEDIR. Y PARECÍAN BOBOS

 

Pasa el Señor, invisible presencia, dejando un reguero de amor que no llega a mi veril. Hemos perdido, estamos cansados golpeados, manipulados, escondidos en nuestros pisos sin ganas de salir mientras nuestros enemigos ríen a mandíbula batiente, nos insultan y escupen, nos conminan y amenazan, y nos recuerdan por lo de entonces, alzan la rodela victoriosa, hemos ganado. Ronaldo el portugués está que se sale. Messi es un gigante argentino de pequeña estatura con el balón pegado a la bota. Y a mí ¿qué coños me importa? Pero los de la tv no hablan de otra cosa y pasan el traile. Messi y Ronaldo lo tenemos hasta en la sopa.  

El pretor en Cortes sonríe mientras larga su espich que es un escarche a la ciudadanía su boca de liebre —un poco más y se le cae la dentadura postiza—, que hoy no le puso crema corega al aparato. A su lado se sienta la mini chica destapando el frasco de las esencias parlamentarias. Perdidos en la tromba de retórica añoramos el silencio y el perfume de la rosa. Son dítonos dos bocas, dos conciencias, dos comportamientos que la hipocresía está a la orden del día y ojos cinco pero por el que más miran es por el ojo del culo que carece de pupila.

El señor es mi baluarte caminaré sobre el áspid y el basilisco.  ¿Pero me librará de esta cáfila de compadres y comadres saduceas? Él me dará entendimiento para comprender sus mandamientos y no derrumbarme mientras subo peldaños y más peldaños del husillo de la escalera de caracol que lleva hasta la cima de la santidad y el amor que dicen que es la superación de la muerte. Too much. Demasiado. Necesito humo para huir de los recuerdos que me torturan. Enciendo una pipa, pecador de mí.

Mientras tanto el pretor que arenga a los padres conscriptos no cede un momento en su sonrisa bobalicona y en sus amenazas contundentes. Dijo no sé qué de los salvapatrias. Lo suyo es la economía. Que va para atrás como los cangrejos. Cada día más pobres. Sube la temperatura del odio y la mierda, llega a los caireles, tanto hablar de corrupción. La zorra guarda el gallinero. ¿No ves que se le han caído los dientes y lleva castañuelas? Pasa nada. Vendrán los lobos a comerse los pollos que no pudo devorar el raposo. Señor Rajoy, tiene el miércoles cita con el dentista

MARAÑÓN DE NO SER MEDICO ME HUBIERA GUSTADO EJERCER DE LIBRERO DE LANCE"


EL DOCTOR MARAÑÓN TRAPERO DEL TIEMPO

 

“Las cosas no son como son ni como las vivimos. Las cosas son como las recordamos”. El dictamen de Valle Inclán me asalta en este día de febrero lluvioso asturiano. No conocí en persona pero escuché la última conferencia por radio. Otoño de 1958 dos años antes de su muerte. Lo amortajaron con hábito franciscano, cuando se declaró un ateo de toda la vida.

Al gran liberal que no creía en Franco pero que, gracias a él, pudo regresar a su cátedra de Medicina en la Complutense y ser rehabilitado. Pasaba consulta todas las mañanas en el viejo caserón del Hospital Central Museo de Arte Moderno actual.

Si las crujías los patios y las salas de vivisección hablaran los muros de este edificio levantado por Carlos III para la caridad nos contarían historias de mucho dolor humano. El doctor Marañón era un clínico chapado a la antigua de la escuela de Andrés Laguna (su biógrafo don Teofilo Hernando era buen amigo suyo) creyente en la homeopatía.

No hay que recetar demasiado pues decía que no “hay enfermedades sino enfermos”. Marañón se confesaba como un “trapero del tiempo” — no perdía un minuto de su vida, se dormía con un libro en la mano y cuando viajaba  fin de semana a su cigarral toledano en el asiento de atrás de su Chevrolet que conducía un chofer galoneado se leía una obra de teatro o redactaba apuntes para su próximo ensayo— y yo recuerdo aquella voz algo ronca de antiguo fumador empedernido que se había convertido en furibundo antitabaquista con un leve deje de tartamudez hablando de su pasión por los libros.

Si no me hubiese dedicado a la medicina yo habría sido un buen librero. En los libros se encuentra lo mejor que la mente humana haya destilado”.

Ignoro si esta frase se la copió al Caudillo a quien tanto detestaba este viejo liberal poco amigo de los dictadores o fue el propio jefe del Estado quien la tomó dél. Franco también contaba que, de no haber sido militar, le hubiese gustado ser librero de lance. No sé si el Generalísimo hubiera sido capaz de quitarle el puesto a don Alfonso Riudavets el rey de la Cuesta Moyano

Así que nada de banalidades. Time is Money, que dicen os neoyorquinos. Seguramente, esta laboriosidad porque el gran galeno de la Beneficencia se multiplicaba sin haber ganado del cielo el con de la bilocación porque atendía a su vocación de escritor combinándola con la consulta clínica y ese pluriempleo es mucho tomate porque la literatura a mi juicio demanda una dedicación exclusiva.

Tal circunstancia de “surmenage” intelectivo determinó su temprana muerte. Moriría relativamente joven.

Leí “Ensayo biográfico sobre Enrique IV de Castilla y su tiempo”. Lo devoré en tres noches. Quedé maravillado de la sapiencia de don Gregorio que con ojo clínico realizó un retrato psicológico del penúltimo de los Trastámara que pasó a la historia con el remoquete de impotente. Pero nuestro facultativo descifra que su falta de virilidad era solo a medias. El gatillazo lo pegaba solamente con la reina. Funcionaba con las meretrices de Segovia “el rey nuestro Señor había una grande verga e pagaba su débito como cualquier hombre” como cualquier cardador o zurrador de lana del Azoguejo.

A más de eso, tuvo amores con una abadesa de Toledo y con una azafata de su corte, una portuguesa, a la cuala por celo su segunda esposa doña Juana despidió.

Marañón traza una semblanza un tanto peyorativa y sectaria de Enrique IV: los pies planos tendiendo a la soledad y a la melancolía, gustaba de la buena música y se hacía acompañar de una guardia morisca y había en su corte un orfeón de música que al rabel interpretaba canciones melancólicas. Tiempo adelante, descubrí que el retrato de Marañón del infortunado monarca al que siempre persiguió la sombra de la Beltraneja fruto por los visto de los amores de doña Juana con Beltrán de la Cueva se contamina de los prejuicio contra don Enrique a cargo el judío Palencia su biógrafo y de parte de la nobleza y del alto clero que conspiraba contra su persona a favor de su hermanastra Isabel. En suma el doctor Marañón, un liberal de tomo y lomo, aborda la historia con ojo clínico bajo aspectos freudianos “Amiel”, “Historia del Empecinado” “Tiempo Viejo y Tiempo Nuevo” que hoy parecen discutibles. Su prosa, no obstante, es exacta y elegantísima.

Defendió la Medicina privada y de pago. Los practicantes se quedaron sin trabajo. José Antonio Girón y sus falangistas fundaron la Seguridad Social siguiendo las directrices sociales de una Falange entusiasmada con el lema franquista de trabajo fijo, hogar, lumbre y asistencia médica gratuita para todos. Marañón era un enemigo declarado de los falangistas a los que hoy acusan de paternalismo social.

El año en curso 2017, vuelven a flamear aquellas viejas banderas liberales contra la seguridad social. Sufrirían los españoles desheredados aquellos que no pueden volar a Houston para curarse un cáncer pongamos por caso.

Recuerdo que mi abuelo el año 56 tuvo que vender sus fincas para costearse la iguala del cirujano que le operó de una próstata maligna.

Y en esas estamos a día de hoy. Vuelven los liberales. Dios nos libre de los liberales que dijo el otro. He aquí las luces y las sombras de un hombre de ciencia apasionado por la literatura.

sábado, 11 de febrero de 2017

2017-02-24

UNA HISTORIA DE AMOR EN LA HABANA CUBA


HERNANDO DE SOTO DESCUBRIÓ LA FLORIDA Y EL MISSISSIPI

 

En una visita a La Habana Vieja hace ya muchos años. Me encontré junto al Morro un edificio que llamaban el Bastión con sus garitas sobre las poternas mirando al mar por donde llegaban los barcos de España y los cosarios ingleses. En lo alto de la toirre había una veleta que llamaba  los habaneros giraldilla. Detrás de esta rosa de los vientos había una bella historia de amor. Resulta que la esposa del Adelantado Hernando de soto salía todas las tardes a mirar para la mar en la esperanza del regreso del barco donde su esposo Hernando de Soto regresara de Tierra Firme. Se había embarcado con un centenar de su gente y un escuadrón. En aquella expedición el valiente adalid extremeño descubriría el Mississipi, pero él nunca regresó. Fue muerto por una fecha envenenada de un cacique indio que lo traicionó. Don María sigue esperando asomada al Morro de la Habana en efigie de piedra.

La vida heroica y aventuras (sólo pasó 42 años en este mundo) del Adelantado Hernando de Soto vuelve apotegma el título de la novela de Pedro de Lorenzo Cuando los dioses nacían en Extremadura. Este extremeño nacido en el pueblo pacense de Jerez de los Caballeros de origen asturiano es lo que más se parece a in héroe homérico. Es el adalid de los viejos cantares de gesta. Le llamaron el Amadís de la Florida y Centauro de las Indias. Caballero prevenido en frontera hábil jinete prócer de las artes desultorias cabalgó desde Arcansas y Oregón hasta la Patagonia escaló dos veces la cordillera de los Andes. Con un escuadrón de poco más de dos centenares conquistó Nicaragua ─ la más bella y la más amable para los españoles ─ en nombre del emperador que era quinto suyo; ambos nacieron en 1500. Por su apostura viril pese a ser pequeño de cuerpo le valieron la admiración de los caciques quienes le obsequiaron con el “jus primae noctis” de las reglas hospitalarias de la antigüedad y de estas uniones hubieron descendencias, pero don Hernando casaría con doña Juana Hernández su mujer natural la primera española que llegó al Nuevo Mundo en viaje nupcial y como se quejase al esposo de su poca formalidad el extremeño de ascendencia astur sus ancestros provinieran de Soto de Luiña éste le hacía ver que no diese al asunto demasiada importancia pues las indígenas consideraban de poco decoro la guarda de la virginidad “si Dios no lo dio será por algo”. Ellas serán las ermitas pero “vos, señora de mis altos pensamientos sois la catedral”. Así nacería la inculturación y el mestizaje. La conquista es la prolongación de la reconquista. Se embarcan los castellanos a donde nacen las fuentes de la eterna juventud. Aquellos locos andantes habían leído demasiados libros de caballería. El Amadis de Gaula y Lanzarote del Lago eran sus referentes. Lo que vendría tiempo adelante Buffalo Bill y las novelas del Oeste fueron un sucedáneo que empachó nuestras mentes. A los salvajes se les liquidaba, mientras los denominados “conquistadores” (preferiría el nombre de evangelizadores o colonos) les hacían bautizarse por los misioneros y se casaban con sus mujeres. No encuentran el manantial de la eterna juventud y el oro y la plata estaban en su imaginación porque Atahualpa y Moctezuma andaban en taparrabos. Por tanto, ni lo uno ni lo otro. Arrostran los peligros de una naturaleza salvaje con los azares de las alimañas el frio y el calor intenso las flechas enherboladas de los aztecas. Algunas tribus saludan su llegada como si fueran extraterrestres y a la vista de sus caballos y de sus lombardas se llenan de temor porque aquellos hombres blancos irrumpen como heraldos de un tiempo nuevo que habían profetizado sus chamanes.  Poco tienen que ver que estos españoles míticos con los de la cultura del pelotazo.

La exploración de los territorios de lo que hoy constituyen los USA fue la más dificultosa por la adversidad climática y las hostilidades de los pieles rojas. Todos ellos se agrupaban en tribus divididas con distinta lengua y diferentes costumbres. Mutuamente se hacían la guerra.

En el subcontinente las mujeres y los misioneros que predicaban el amor y recriminaban los sacrificios humanos fueron el polo de atracción y el eje de fuerza que determinaría la colonización del Nuevo Mundo en poco más de tres cuartos de siglo. Las Casas hace una interpretación sectaria de aquella magna empresa, la mayor, después de la Creación, a tenor con los cronistas, en la que se embarcaron los españoles. Hombres frágiles pecadores algunos analfabetos e incluso asesinos avanzan detrás de la Cruz Alzada. La gesta hubiera sido imposible sin el concurso de la Providencia. 

Así y todo, el asunto presenta una cara oculta enigmática mesiánica algo milagroso y ahí queda del nombre de Hernando de Soto el primer europeo que avistó la tierra de las vacas corcovadas en el Cañón del Colorado y el descubridor de la Florida. A su muerte tomaría el relevo del extremeño/astur otro asturiano: Pedro Menéndez de Avilés. Poco tienen que ver estos gigantescos españoles con los diminutos españolitos  por su talla moral  de ahora. Somos gentes medrosa y llena de complejos a los que Radio Macuto Ondas de la Conspiración impartiendo noticias deletéreas a todas horas que son consignas a todas horas. Los cantares de gesta dieron paso a los cuentos de Blanca Nieves y los Siete Enanitos. 

 

2017-02-14


VICENTE ALEIXANDRE

 

Nada o muy poco quedó de aquel frenesí. Cerraron el libro, aunque el molino de papel sigue volteando, y pasaron página, no murieron como los buenos soldados se esfumaron aunque su presencia vive.  Una nueva era y parece que fue ayer. Otro mundo.

El poder se nutre de otra savia, quiere otros vates. Nunca arrancarán estos líricos a la moderna la flor de lis del romancero en cuyas fuentes bebieron Lorca y Miguel Hernández, los Machado.

Bajé y subí a bordo de mi guagua atestada de monjas y ex seminaristas, que colgaron la sotana y fueron a estudiar Letras. La cuesta de Belintonia entre conventos de ursulinas y colegios mayores. Fueron los campos elíseos de juventud cuyo recuerdo aflora con las galas de mayo y el poder pujante de abril ahora  que ya soy setentón. Estos pagos tiempo de apuntes preparación de parciales aloran ahora hasta mi perfumados de la tristeza y esperanza de mi adolescencia. La poesía eterna más allá de lo que escriben los poetas. Aleixandre se subió al carro de la Transición. Cuando ganó el premio Nobel octubre de 1977 (estaba yo en Nueva York) nadie había sabía nada de sus libros. Borges con su limitada condescendencia para los españoles todos sabemos que era hispanófobo le llamó autor ripioso. Pero cada vez más la literatura se entrevera con la política y era evidente que en Aleixandre se otorgaba el galardón a un tiempo nuevo de España en democracia aunque a don Vicente no lo conociera ni la madre que lo parió. La deificación del vate fue un hermanamiento de la poesía con la política. En su persona se estaba premiando al cambio. Lorca, Miguel Hernández, Neruda hasta cierto punto y el vasco Cernuda estaban siendo canonizados y de los otros miles de españoles que se amarran al salvavidas de los versos hicieron mutis por el foro. Ello no deja de ser una afrenta a las musas.

Nunca entendí a los modernistas. Sin embargo Vicente Aleixandre habitaba una casa al final del bulevar que define su obra Vicente Belintonia. Sobre las tapias del jardín todo un mirador e Poniente se erguía, llama mística, sobre la cuesta tapia alta con barandilla por donde bajaba yo muchas veces en la guagua del F camino de la Facultad.

Aquel árbol vigiló mis pasos. Muchas vueltas di por el mundo y acabé regresando a él. Quiso el destino que todo ser humano pertenezcan a un territorio y por le Boulevard de Reina Victoria viajó mi alma en transito. El erecto ciprés sutil semblanza del alma extática daba sombra a mis manes. Marcó la ruta de mi destino. Vuelve a casa, pan perdido. Después a lo largo de mis días yo cruzaba la calle paralela a Santiago Ruiseñol centro de mis últimos días laborales, y recibía el saludo de los poetas muertos: Alberti, Rosales, Gerardo Diego, Altolaguirre, Lorca Celaya. Sobre las tapias montaba guardia como un serviola de proa vigilando las trincheras de la gran batalla de Madrid. Fue el cenáculo de los poetas muertos una sucursal de la Residencia de estudiantes.

Belintonia fue el alma Mater de la generación del 27. Una generación literaria que nació del encuentro entre Vicente Aleixandre y Merlo que estudiaba para ingeniero y Dámaso Alonso y Fernández de las Redondas recién licenciado en Románicas. Ambos nacidos el mismo año de 1898. De este encuentro en el veraniego pueblo abulense en 1917 se acordó preparar el centenario de Góngora. De esta forma nació la generación del 27 vía libre a los modernistas. Las nuevas generaciones pedían paso. La poesía del sevillano Aleixandre poesía pura versos para los entendidos y las elites asume los poderes de un movimiento literario en el cual él figura. Un hombre elegante y afable valetudinario con una tuberculosis de riñón que le obligó a guardar reposo. Escribía en la cama y en el dormitorio recibía a sus amigos. Compré en la Espasa Calpe un ejemplar de “Ámbito” fui incapaz de terminarlo. Yo no entendía pero algo debería de llevar el agua cuando la bendicen. La crítica se hizo lenguas de este texto tan literario como inasequible. Su autor fue deificado por los que aseguran conocer los secretos de la poesía pura y a mí, pecador de mí, nada me decían estas líneas de trazado libre que eran una versión en literatura del arte pictórico de Picasso.

A Dámaso Alonso lo conocí en la Facultad de Filosofía y Letras, un catedrático cansado a punto de de jubilarse una caña de vino perronero en la mano. Un destino misterioso me amarró al duro banco de esa galera turquesa que es la literatura y aquel viejecito de la cara redonda metiéndose  trancazos de tintorro para conjurar su desaliento y su melancolía: carmina aurum non dabunt. Estos lingotazos hacían al catedrático que más sabía sobre literatura española un hombre simpático y locuaz que bajaba a beber con los estudiantes.

El maestro andaba muy preocupado por vender su biblioteca no sabía qué hacer con sus libros de toda la vida en los que había invertido todo su peculio — era un experto en el sublime Góngora—. Comprendí mi entelequia escrita en su pensamiento. Madrid era una ciudad poblada de un millón de cadáveres. Fue el verso del viejo profesor el mejor poema de los modernistas. Hoy sin Aleixandre, sin Lorca, sin Miguel Hernández, sin Pedro Salinas, las  cosas fueron a peor. No hay más que escuchar la verborrea de los políticos.

Ellos nos hablan desde otra galaxia. A mí por lo visto el ciprés de Belintonia sigue siendo un faro que me alumbra. Soy un poeta contra todos. La casa que estaba junto al viejo estadio Metropolitano hoy existe. Lugar afable locus amoenus por el cual seguiré hasta que Dios me llame dando vueltas. Girando y girando como un desterrado en torno a estos enclaves que guardan el secreto de mis dioses familiares. Hay ciertas zonas de Madrid como el Retiro quizás sea porque allí está el monumento al diablo que me atraen pero otras como Moncloa, Cuatro Caminos, Atocha, o la cuesta de Moyano que me atraen y esa casa que hace esquina al borde de las Facultades ejercen un influjo magnético. Quizás sea porque caminé por la existencia mirando para el imán de una estrella polar que no existe sino en mi cerebro.

Lunes, 13 de febrero de 2017

CIEN AÑOS DE POESÍA MODERNISTA


VICENTE ALEIXANDRE

 

Nada o muy poco quedó de aquel frenesí. Cerraron el libro, aunque el molino de papel sigue volteando, y pasaron página, no murieron como los buenos soldados se esfumaron aunque su presencia vive.  Una nueva era y parece que fue ayer. Otro mundo.

El poder se nutre de otra savia, quiere otros vates. Nunca arrancarán estos líricos a la moderna la flor de lis del romancero en cuyas fuentes bebieron Lorca y Miguel Hernández, los Machado.

Bajé y subí a bordo de mi guagua atestada de monjas y ex seminaristas, que colgaron la sotana y fueron a estudiar Letras. La cuesta de Belintonia entre conventos de ursulinas y colegios mayores. Fueron los campos elíseos de juventud cuyo recuerdo aflora con las galas de mayo y el poder pujante de abril ahora  que ya soy setentón. Estos pagos tiempo de apuntes preparación de parciales aloran ahora hasta mi perfumados de la tristeza y esperanza de mi adolescencia. La poesía eterna más allá de lo que escriben los poetas. Aleixandre se subió al carro de la Transición. Cuando ganó el premio Nobel octubre de 1977 (estaba yo en Nueva York) nadie había sabía nada de sus libros. Borges con su limitada condescendencia para los españoles todos sabemos que era hispanófobo le llamó autor ripioso. Pero cada vez más la literatura se entrevera con la política y era evidente que en Aleixandre se otorgaba el galardón a un tiempo nuevo de España en democracia aunque a don Vicente no lo conociera ni la madre que lo parió. La deificación del vate fue un hermanamiento de la poesía con la política. En su persona se estaba premiando al cambio. Lorca, Miguel Hernández, Neruda hasta cierto punto y el vasco Cernuda estaban siendo canonizados y de los otros miles de españoles que se amarran al salvavidas de los versos hicieron mutis por el foro. Ello no deja de ser una afrenta a las musas.

Nunca entendí a los modernistas. Sin embargo Vicente Aleixandre habitaba una casa al final del bulevar que define su obra Vicente Belintonia. Sobre las tapias del jardín todo un mirador e Poniente se erguía, llama mística, sobre la cuesta tapia alta con barandilla por donde bajaba yo muchas veces en la guagua del F camino de la Facultad.

Aquel árbol vigiló mis pasos. Muchas vueltas di por el mundo y acabé regresando a él. Quiso el destino que todo ser humano pertenezcan a un territorio y por le Boulevard de Reina Victoria viajó mi alma en transito. El erecto ciprés sutil semblanza del alma extática daba sombra a mis manes. Marcó la ruta de mi destino. Vuelve a casa, pan perdido. Después a lo largo de mis días yo cruzaba la calle paralela a Santiago Ruiseñol centro de mis últimos días laborales, y recibía el saludo de los poetas muertos: Alberti, Rosales, Gerardo Diego, Altolaguirre, Lorca Celaya. Sobre las tapias montaba guardia como un serviola de proa vigilando las trincheras de la gran batalla de Madrid. Fue el cenáculo de los poetas muertos una sucursal de la Residencia de estudiantes.

Belintonia fue el alma Mater de la generación del 27. Una generación literaria que nació del encuentro entre Vicente Aleixandre y Merlo que estudiaba para ingeniero y Dámaso Alonso y Fernández de las Redondas recién licenciado en Románicas. Ambos nacidos el mismo año de 1898. De este encuentro en el veraniego pueblo abulense en 1917 se acordó preparar el centenario de Góngora. De esta forma nació la generación del 27 vía libre a los modernistas. Las nuevas generaciones pedían paso. La poesía del sevillano Aleixandre poesía pura versos para los entendidos y las elites asume los poderes de un movimiento literario en el cual él figura. Un hombre elegante y afable valetudinario con una tuberculosis de riñón que le obligó a guardar reposo. Escribía en la cama y en el dormitorio recibía a sus amigos. Compré en la Espasa Calpe un ejemplar de “Ámbito” fui incapaz de terminarlo. Yo no entendía pero algo debería de llevar el agua cuando la bendicen. La crítica se hizo lenguas de este texto tan literario como inasequible. Su autor fue deificado por los que aseguran conocer los secretos de la poesía pura y a mí, pecador de mí, nada me decían estas líneas de trazado libre que eran una versión en literatura del arte pictórico de Picasso.

A Dámaso Alonso lo conocí en la Facultad de Filosofía y Letras, un catedrático cansado a punto de de jubilarse una caña de vino perronero en la mano. Un destino misterioso me amarró al duro banco de esa galera turquesa que es la literatura y aquel viejecito de la cara redonda metiéndose  trancazos de tintorro para conjurar su desaliento y su melancolía: carmina aurum non dabunt. Estos lingotazos hacían al catedrático que más sabía sobre literatura española un hombre simpático y locuaz que bajaba a beber con los estudiantes.

El maestro andaba muy preocupado por vender su biblioteca no sabía qué hacer con sus libros de toda la vida en los que había invertido todo su peculio — era un experto en el sublime Góngora—. Comprendí mi entelequia escrita en su pensamiento. Madrid era una ciudad poblada de un millón de cadáveres. Fue el verso del viejo profesor el mejor poema de los modernistas. Hoy sin Aleixandre, sin Lorca, sin Miguel Hernández, sin Pedro Salinas, las  cosas fueron a peor. No hay más que escuchar la verborrea de los políticos.

Ellos nos hablan desde otra galaxia. A mí por lo visto el ciprés de Belintonia sigue siendo un faro que me alumbra. Soy un poeta contra todos. La casa que estaba junto al viejo estadio Metropolitano hoy existe. Lugar afable locus amoenus por el cual seguiré hasta que Dios me llame dando vueltas. Girando y girando como un desterrado en torno a estos enclaves que guardan el secreto de mis dioses familiares. Hay ciertas zonas de Madrid como el Retiro quizás sea porque allí está el monumento al diablo que me atraen pero otras como Moncloa, Cuatro Caminos, Atocha, o la cuesta de Moyano que me atraen y esa casa que hace esquina al borde de las Facultades ejercen un influjo magnético. Quizás sea porque caminé por la existencia mirando para el imán de una estrella polar que no existe sino en mi cerebro.

Lunes, 13 de febrero de 2017

2017-02-09









JOAN MARAGALL UN CATALÁN UNIVERSAL QUE AMABA A ESPAÑA


 


Si el mon ja és tan formós, Senyor, si es mira


Amb la pau a dintre de lúll nostre


¿qé més nos podeu da en una altra vida? (si el mundo es tan hermoso, Señor, y se refleja con tu paz en nuestros ojos ¿Qué más nos darás en la otra vida?)


Son versos que reflejan el talante místico de uno de los grandes escritores catalanes de la Renaxence, de talante libertario, españolísimo, “terra lliure ( ya aseveraba Gracián de los catalanes que son el alma de Aragón, más tozudos todavía, igual que las barras que exornan su divisa, para libre Aragón). Él  llevaba el dolor de España a cuestas a través de una Cataluña a la que amaba en su idioma, en sus fueros y costumbres y en el seny de su sabiduría popular. En medio de la hispanofobia que nos desborda la catalanofobia es parte del problema.


Joan Maragall (Barcelona 1860-1911) era un españolista que quería una España regenerada en sus costumbres, en su iglesia anquilosada, que aquí los curas siempre miran para otra parte, en su parlamentarismo, huero y corrupto, no mareen sus señorías tanto la perdiz, culpable del matonismo y de la acción directa que desemboca en la Semana Trágica de 1909.


Desde tal planteamiento regeneracionista y tolstoiano que busca la estética y la armonía entre los hombres, choca con los poderes facticos constituidos en la iglesia el sector textil de la alta burguesía y los militares escribe un artículo en el “Diario de Barcelona” pidiendo la amnistía para el anarquista Ferrer. El cabecilla promotor de la Semana Trágica no fue indultado. Su artículo no fue publicado ni en Diario de Barcelona ni en la “Veu”.


Maragall un barcelonés sencillo pero que procedía de una familia poderosa fabricante de paños fue un hombre que decía la verdad, lo que le malquistó con las fuerzas vivas. Su utopía le condujo a un cierto robinsonismo. Es el precio que han de pagar los que, sintiéndose héroes, se arriesgan a pensar por su cuenta en este país.


En Castilla hubiera sido considerado un miembro de la generación del 98 — se carteó con Unamuno, polemizó con Pío Baroja, puso en berlina a Ortega y a Azorín— pero era demasiado avanzado en sus ideas para ellos y además catalán hasta las cachas sentía la terra ferma.


 Por ventura los literatos de Madrid le parecieran demasiados decadentes. Al igual que a ellos, a Joan Maragall le dolía la España ensimismada del desastre de Santiago de Cuba y de Cavite. Proponía soluciones. La iglesia le dio la espalda a este gran místico (según Corominas, el “Cant Espiritual” de acendrado espíritu evangélico, es uno de los mejores poemas que hayan sido escritos de la mano de un hombre, codeándose con el mismo Apocalipsis de san Juan). Una iglesia que a través del obispo Morgades acababa de expulsar del sacerdocio, internándole en un psiquiátrico, a Mosén Cinto Verdaguer, el autor de la Atlántida.


Se dijo que el mejor canto a España lo compuso en catalán este humilde sacerdote de Vich que había ejercido sus funciones en la marina de guerra y navegó bajo la protección del marqués de Comillas en el crucero “Furor” como capellán castrense.


El buque comandado por el capitán Villamil fue cañoneado por la escuadra del almirante Dewey a la salida de la bahía de Santiago de Cuba.


Si Verdaguer siente en lo más vivo de su patriotismo nada patriotero la tragedia de Cuba y la de Cavite mientras escribe la “Atlántida” una epopeya del Nuevo Mundo, Maragall en su Oda a España refleja este toque de atención a un gobierno de Madrid obtuso a un periodismo gritón y vociferante.


Exige nacer de nuevo, olvidarse de lo viejo para florecer en una suerte de palingenesia que una a vascos catalanes gallegos asturianos valencianos andaluces leoneses cántabros. castellanos y lusitanos. Desde Barcelona realiza la proclamación de la Gran Iberia como una amalgama de pueblos federados. Es un concepto que tuvo adeptos en eminente políticos catalanes: Cambó, Prat de la Riba, Mañé.


Madrid, siempre a lo suyo, y mirándose el ombligo, pone oídos de mercader a tales sugerencias. Frente a ellos resuena la voz del poeta henchida de cordura: “ Escucha, España, la voz de un hijo/ Que te habla en lengua catalana/ Hablo un idioma que me legó mi tierra áspera/…”


“El alma de Cataluña es adusta y clara, nos dice. En cada uno de nosotros por amor a la libertad y al individualismo reside un anarquista. Solemos reír de lo que no entendemos… el catalán siente su alma pero no siente el peso de su alma y por eso le interesa más su historia que su filosofía y ama a su lengua más que su propia historia.” Leer a este escritor barcelonés tan sencillo y tan sublime porque en toda su obra retumba la voz del pueblo resulta un bálsamo para el espíritu en este febrerillo loco 2017 cuando vuelve a la arena el miura del separatismo: el sacomano de las arcas a cargo de unos políticos desaprensivos, la tozudez de unos, el tancredismo de otros que se inhiben de saltar al ruedo y pasan la patata caliente a los jueces cuando el asunto cobra cada día peor cariz y el problema político podría radicalizarse hasta convertirse en un conflicto militar y estratégico,  parecido al de Ucrania, que podría involucrar a las grandes potencias.


Las primeras palabras que escuchó este cronista fueron en el idioma ampurdanés aquella señora ilerdense que vino refugiada a Segovia después de la batalla del Ebro. Fueron “mame” (madre) y “cadira” (silla).  Me especialicé en latín con el profesor Mariner un tarraconense catedrático de la Central y el diccionario Corominas me enseñó los secretos del castellano. Así que esta noche no puedo menos de tener un recuerdo emocionado para la señora Antonia Sabaté, para Quico, para Ramón, para la Agus y la Juani, que fue mi tata. Cataluña pues en el corazón y Maragall, Prat de la Riba, Pla, el mismo Pi i Margall son autores a los que habría que leer para conjurar el griterío de estas trifulcas que podrían desembocar en un nuevo 98 mucho más trágico que aquel en el que perdimos Cuba y Filipinas  

2017-01-23


CONSULTO LAS CARTAS DEL TAROT Y PRENDO FUEGO A LA BARAJA

 

Nada entendemos la vida pasa mi alma está hecha un armadijo consulto la Guia de Perplejos tiro el libro de ideas tan trilladas consejos para andar por casa y me recluyo en el castillo de la palabra. Una nueva fundación aparece en lontananza. El viejo monasterio se trastorna burdel. Recorro, perdido en el laberinto, el palacio de las dos mil habitaciones subo al desván de la torre cuadrada que llaman de las Lujanas. El alma castellana aspira a convertirse en un Escorial interior pero ahora todo lo español se encuentra patas arriba el alma por los suelos, tiro al cubilete de Trump y me sale la sota de espadas (tierra), mal presagio. Hubiera deseado el tres de copas (agua) o el Orón (fuego) y la piculina, entrometida y hetaira, cada palo aguante su vela que van a pintar bastos (aire) me anuncian tiempos convulsos. Claro que yo no soy la Virgen de Fátima, detesto la guija, aunque en noches de insomnios hago solitarios al cubilete y desparramo las cartas.

 ¡Qué dolor nos acontece pues se nos viene, entre la indiferencia general, la fractura de la patria! peor mucho peor que aquel verano del 98. El tupé de Sagasta equivale, rediviva, a la sonrisa sandia del Rajoy; los labios carnosos de la archivera Rompeolas (debes hacerle, cariño, con esos labios reventones a tu corvo, buenas chupadas) guay de mi España. Todos farfullan y hacen lances, carta en la mesa presa. Me temo que en este revoltijo, ganancia de pescadores, se prepare el guirigay.

El Expedito▬ no era mi amigo: siento haber depositado en su persona toda mi confianza▬ aunque no era más que un personaje de mi novela protagonista u deuteragonista, dos oficios a la vez: el primordial y el secundario.  

Con él que hablo alguna que otra tarde del invierno. Alea jacta est.  Las ratas se han subido a los cajones y circula por los pasillos una de las Furias anunciando desdichas a mansalva.

Y ha venido a visitarme alma en pena de Expedito. Acompañado de Mig-16 al que extirparon un riñón y se murió a los pocos días. La sesquipedal tan atalajada y tan tiesa pasa revista a las tropas de un ejército que no existe. El Sevilla en la Onda capullo de las mañanas y sus jaques parlotean y ríen con estruendo hablando de temas sin sustancia. El hijo del Críspelo Perea, aquel pobrecito al que mataron en un puticlub Dios le haya perdonado templa gaitas en medio de la orquesta de este baile de máscara.

Es lo deja vu en este tiempo de saturnales y conjuros. Pero a mi lo que más me alegra en estos días de dolor y de visitación es que haya caído una nevada de metro y medio en los cerros de Manzaneras suculento aporte edáfico para los chopos corpulentos y antañones más grandes que vi en el mundo sobre la ribera de aquel río que iba a Valencia. Teruel existe. La amada provincia escondida padeció una pavorosa sequía el estío pasado.

Ya está aquí por lo demás el antruejo no para de estar España en fiesta. Los de la banda municipal bajan por la calle Real tocando el requinto. Hacen su estruendo los petardos. Ya se oye el clangor de los cencerros abriendo carrera para que desciendan del olimpo las bacantes. El pobre pueblo aburrido paga su aldehala al vino y se entrega a los excesos de lujurias programadas desde arriba. Venus está lejos y el personal se divierte escuchando las aventuras y saltos de cama de una murciana con un monarca. Putero nos salió el rey; claro que para eso es el rey de copas, bastos, oros y espadas, y aquí los reyes y los obispos siempre gozaron de derecho de pernada.
Me ha salido una carta mala. El caballo de bastos, que corresponde con el arcano XIII del Tarot. Es para echarse a temblar y me rila la mano pero paciencia y barajar. Veo sombras terribles. Dios no lo permita. La carta de la muerte se sube al caballo de un tipo peludo al que sirve un escudero bizco y barrigón. Ambos hablan en lemosín. ¡Qué tendrá que ver la dulce lengua de Ausias March con estos tartufos!

Sancte Michael arcangel, defende nos in proelio contra nequitiam et insidias diaboli esto nobis praesidium.

Del mal que viene no tienen la culpa los judíos.
Es que en esta España católica y perversa nos hemos vuelto muy malos. Guardo los naipes. La oración al Jefe de la Milicia celeste me tranquiliza en medio del pavor, acordándome de que todavía viven justos en Israel... el mal triunfa pero sólo momento de. Señor, pase de mi este cáliz. Ne avertas faciem tuam a me.
Echo a la lumbre las sesenta y ocho cartas del maldito juego del Tarot. Brilla la luna en cuarto menguante esta madrugada. Creo que este aviso premonitorio no es más que una pesadilla por los dolores de España. Mis pensamientos en revoltijo, trato de espantarlos, escondido entre las sábanas, mientras despabilo el insomnio de la madrugada.

 

TRUMP ES UNA TRAMPA. VUELA CON LA SONRISA DEL PATO DONALD


TRUMP LA TRAMPA DEL PATO DONALD. VUELA EL PAJARO LOCO

 

Susceptur meus es tu. Ego genui te. Escucho la voz de Israel en libertad y miro entre la hilaridad y la consternación para el carrusel de la política. Esto es un circo cabalgando vamos en los caballitos del tiovivo que suben la cuesta de enero. Ha empezado la poda. Se desvisten de sus ramas los jardines.  Creo que Trump es una trampa una añagaza tendida por los grandes servicios. Mal empezamos. Este multimillonario de Brooklyn con pinta de camionero de la Ruta 66 las corbatas le llegan hasta los mismísimos como a Luis Aguilé que en paz descanse y todas son rojas prioridades: la señora agambada y con sonrisa de garbanzo surgida del Kahal de Golders Green el Brexit  y todo lo demás esa inglesota con aires de headmistress todos ellos odian todo lo hispano y luego está don Benjamín como rey  coronado. Enramarle su gran cabezota repeinada con hojas de laurel. Perfumar su presencia quemando granos de olíbano.  Se alza el telón. Entre las alabanzas el humo de turíbulos e incensarios escucho los denuestos del agua y el vino me causa risa la pajarita de Chencho _Arias los americanos ponen los muertos y eso no es verdad.  Ese tío huele a naftalina, es la cara amarga de una CIA pasada de moda, con carné de socio del Real Madrid. Este individuo que colea desde los tiempos diplomáticos del franquismo no se ha paseado por los camposantos de Europa ni vio las columnas cinerarias en los pueblos de Francia y en Inglaterra mementos de la gran carnicería. Los americanos entraron a viña vendimiada cuando los conflictos estaban acabados. Raúl del Pozo afila sus colmillos que son garras a ver donde pega el bocado. Es un lobo estepario colmillos blancos de la traición pero ya no es más que un carcamal de ochenta años. El gallego Onega haciendo encaje de bolillos como si Rajoy fuese Franco, fue el que daba la mano y los buenos días a Carrillo en Washington delante de mí. Sigue encaramado en el ultimo peldaño de la escalera. ¿Está subiendo o bajando? Gente inmoral sin principios wendehaalsche lo suyo es el chaqueteo. Trump llama a estos corifeos "gente deshonesta" en castellano la honestidad empieza sólo de cintura para abajo. Yo me río de ante los que caen de hinojos ante el nuevo emperador cuellos que miran para todas partes para ventear desde qué parte soplan los aires y cola retráctil para bien agarrarse al poste del poder y caras de culo. Fudincul.  Trump es una trampa y ya se le está empezando a ver el plumero ostentando su sonrisa de pato Donald. No es más que un vasallo de Netanyahu al que proclaman ya las redes Rey de Israel.

2017-01-22

2017-01-21

CRISTOBAL DE CASTILLEJO UN FRAILE SOLDADO QUE DEFENDIÓ VIENA CONTRA EL ISLAM. MAGNIFICO POETA ZAMORANO











CRISTOBAL DE CASTILLEJO UN POETA ESPAÑOL QUE DEFENDIÓ VIENA CONTRA EL TURCO.



Los de la generación del 27 magnificaron a algunos grandes poetas del Renacimiento como el barcelonés Juan Boscán y Garcilaso de la Vega pero a mi entender hicieron de menos a un máximo poeta del Renacimiento: Cristóbal de Castillejo. “Si Garcilaso volviera yo sería su escudero ¡qué buen caballero era”, proclama Dámaso Alonso, chorizandole un verso a este gran vate que nos ocupa. Por desgracia el valeroso toledano que perdió la vida escalando el muro de la ciudadela de Frejus defendiendo el estandarte del emperador de romanos hoy no se entiende. Su poesía es demasiado italianizante y sus ninfas y sus valles nemorosos dicen poco al hombre moderno poco paciente para asimilar la acendrada alegoría de este capitán de los Tercios de Flandes. Por el contrario los versos de Cristóbal de Castillejo (1490-1550) conservan una textura informativa que llega a la mentalidad moderna. Nacido en Ciudad Rodrigo y al parecer cisterciense abandonó el monasterio donde profesó sus votos para unirse a la hueste imperial. Participó en la defensa de Viena contra los turcos y fue un enaltecido entusiasta de los metros castellanos contra los petrarquistas. En esta pugna literaria se impusieron los imitadores del Dante en la misma medida en que la agitación religiosa promovida por Lutero iba a llenar de amargura a los leales de Carlos V. El de Ciudad Rodrigo es uno de los primeros en dar la voz de alarma como demuestran estas octavas:

¿Quien te engañó, Castillejo

Estando bien en España

A venirte en Alemaña

Para dejar tu pellejo

En tierra ajena y extraña?



No me engañara esperanza

Del interese traidor

Ni apetito de favor

Ni deseo de privanza

Mas engañome el amor

Y este dio causa al yerro

Porque amó a su rey demasiado

Con lo cual se han engañado

Otros muchos como yo”

Poco antes describe algunos “landmarks” de la ciudad de Viena: Enzefelt, el Rodán “donde cuecen los panaderos rosquillas frescas y artalejos, hojaldres y pastelejos, el Of y el Ochoc Mark que se asoma al Danubio y a la feraz campiña. Hay docta universidad y devota clerecía etc. es un poeta descriptivo que da cuenta de las realidades de aquella Europa del siglo XVI, el siglo del amor. Su condición de fraile no le vedó el conocimiento de las mujeres. Su lira canta a una tal Ana Shaumberg que, ingrata, lo abandonó por un lansquenete y él se volvió al convento a pasar sus últimos días. Alguien podría creerle sospechoso de misógino. ¡Que va! Cristóbal de Castillejo era realista y así declara que la alcahuetería es parte de la vida misma. En la tercera década del siglo XVI aun no había asomado la gaita la prensa del colorín pero en Viena la chismorrería tenía su aquel:

…los cuentos

de las mujeres caseras

son según sus pensamientos

desposorios, casamientos,

vientres, partos y parteras

cuantos hijos tiene María

y cómo empreña Rodrigo

cuando su tiempo se aparta

Del contorno del ombligo.

Hay licencia de mirar

Si hay algo digno de vello

De reír y de burlar

Y a veces de retozar

Quien tenga práctica dello

Mas al fin habéis de ser

Como Tántalo que toca

Las manzanas con la boca

Y no las puede comer

Teniendo hambre no poca…

Porque yo siendo extranjero

Me huelgo tanto en Viena

Y por morada la quiero

La sífilis y las bubas formaban parte del lote de aquellos tercios que, inseguros del tiempo presente, antes de la batalla, se entregaban a los placeres de Venus y Baco. A los enfermos del mal francés les daban una dieta de pan y pasas y les fajaban en una sábana mojada en agua hirviendo… “Mira que estoy encerrado en una estufa metido de amores arrepentido”. También del palo santo o leño de Indias se extraía un ungüento con el que se trataba la carne dañada por el trepanoma sifilítico. Paralelamente canta las excelencias del vino del Rin que no puede compararse al de San Martín de Trebejo cerca de su pueblo. Añora aquellos besos al jarro que iba de mano en mano cuando la soldadesca estaba de guardia para entrar en calor. “Quiero vino de Eljas hasta que me ardan las orejas”. Un vino de dos orejas, en consecuencia, es un calificativo supremo para un buen caldo. Este cisterciense a lo que parece era un “pinta” y no le hacía ascos a tales menudencias pero muchos frailes de aquel entonces eran así. Acérrimos en su fe, leales a su rey, disolutos en sus costumbres. Y a su vez profundamente humanos. Nada de camándulas. Por la poesía del mirobrigense corre un venero de optimismo cristianismo que retoza en sus versos cabales. Sus libros son como un gran reportaje, un cuadro de costumbres de la época. No se le escapa el hermafrodito ni las cantineras de la compañía que se desplazaban con el regimiento formando parte de la impedimenta siendo tan importante del ajuar de combate como los carros, las culebrinas, los arcabuces, la pólvora. Escribe versos a su mulo, a las monjas de un convento que dan recados falsos a un trovador, a cierto escribano converso, baratón y apañador pero buen compañero, a un vizcaíno que pedía aguinaldos, o escribe sobre los razonamientos de un capitán a su gente. A una dama a quien un caballero dejó por heredera de su fe y testamento. Gracias a Castillejo sabemos que el año de 1540 toda Europa fue invadida por un frío polar conjugado con inundaciones y sequías así como cataclismos políticos: el cisma de Enrique VIII, la rebelión del landgrave Felipe de Hesse. Los adivinos decían que empezaba una nueva era entre estertores de cataclismos, hambres, guerras. Los turcos se entienden con los venecianos. Mientras esto escribía Castillejo en el sur de Francia Nostradamus se disponía a redactar sus famosas cuartetas. Tiempos recios a los que refería tambien santa Teresa de Jesús. Pero sobre todo hombre de su tiempo el cálamo del mirobrigense tiembla de sentimiento erótico:

Ribaldo grande eres amor

El turco no se te iguala

… mas justo fuera amargura,

Amor por nombre ponerte.

Mordaza. Morbo. Locura

Furia. Rabia. Mordedura.

Mordaza. Tártago. Muerte.

Porque el Amor verdadero

Sólo a Dios pertenece

El desistimiento de la idea imperial a causa del batallar inútil con anabaptistas, luteranos, petrarquistas y turcos se torna melancólica misoginia. El clérigo despierta en su sinrazón de tanto ir a la caza y procura del amor mundano y es muy severo con las mujeres. Trae a colación unos versos que repetían los estudiantes en las aulas de la edad media glosando tal vez a Ovidio:
Quid levius vento? Fulmen. Quid fulmine? Flamma. Quid flamma? Mulier. Quid muliere? Nihil. Esto es la mujer, el ser y la nada. Tierra y polvo. Del polvo nacemos y a él volvemos. Bebe esta misoginia en fuentes escolásticas llegando Castillejo a decir: “Oh buen Dios cuan gran mal fue poner nuestros placeres en un tan descomunal y peligroso animal como son las mujeres tras las que andamos y así el remedio que buscamos para nuestra enfermedad basado en su liviandad tarde o nunca lo hallamos”. El tema es un eco de Villón, del arcipreste de Hita, de Chaucer, del propio Bocaccio. Francisco de Quevedo lo vuelve a retomar hasta convertirse en el polvo enamorado que finaliza uno de los sonetos máximos de la lengua española. El haber arrumbado en un anaquel cubierto de polvo a estos próceres que conocieron el amor y sus desencantos que lo padecieron y cantado nos ha llevado a estos estragos feministas. A esta revolución de las bragas que nos sobrecoge a los desterrados hijos de Eva. Cabe advertir que Castillejo un paladín del renacimiento; vivió en el siglo del amor, el decimosexto, era de Piscis, de soles radiantes, sol de Cristo y ahora en la centuria vigésimo primera hemos entrado en una conjunción peligrosa bajo el signo de Acuario. Quizás por eso Cristóbal de Castillejo sea un vate olvidado. Interesa poco su sabiduría. El sol de Cristo se oculta vergonzoso tras jirones de nube pero al final resplandecerá triunfal sobre la luna y los lunáticos que la adoran en forma de mujer

 

LA MATANZA DE SAN ANTON


Quizas protesten los animalistas pero a mí me gustaban las matanzas de mi infancia, cuando sacrificabamos el gocho, una efusión de sangre ritual, que nada tiene que ver con las matanzas que hemos visto en Siria en Paris en Turquía y en otras partes otros muchos santos martires confesores y santas virgenes pues cantábamos al pie de la toza:
Oh glorioso
san Antón
danos tu bendición
para que con las tripas del marrano
nos demos un atracón.
Parece que estoy viendo, durante el ágape ritual, sin prmiscuación, llorar a Melares el pastor que cuidaba el rebaño de mi abuelo quien por estas fechas bajaba de la majada a comer en familia.
- ¿Por qué lloras, Melares?
- Porque me atraqué de calducho y ahora no puedo con las morcillas ni las criadillas, señor amo.
El marrano del bendito san Antón nos libraba del hambre entreaño


Donald Trump a time of hope and good expectations. God bless America and peace to the world




en Asturias cayó una buena nevadona pero en Castilla nada de nada

2017-01-20


 
 
 
ANDRÉS LAGUNA Y MOZONCILLO

 

Vuelvo a Mozoncillo al cabo de más de cincuenta años esta vez en coche, no como aquella tarde de verano del año 58 en que mi amigo Teodoro Llorente y yo pedaleamos a ver a su abuela treinta kilómetros. Nos dio la buena señora un tazón de café con leche y soplillos y regresamos a Segovia de oscurecido.

No he vuelto a saber nada de mi amigo Teodoro compañero de seminario un curso superior al mío.

Él me salvó de una buena en la noche más triste de mi vida en Oviedo. Querido Teodoro, do quiera que estés te digo parafraseando al Talmud que el que salva a un judío salva a todo el género humano y tú me sacaste del pozo de los leones atisbé sus poderosas garras como Daniel. Abriéndome la puerta de la comisaría.

Y he regresado a este pueblo del altiplano segoviano 838 m. sobre el nivel del mar al hilo de mi historia sobre el doctor Laguna quien al parecer tenía propiedades en aquel término.

Se embarcó en un largo litigio con Antonio de Olmedo cura de almas en aquel lugar en la creencia de que le pertenecía a él el beneficio en propiedad. Ausente de la localidad don Andrés y con vara en la curia de Roma donde residía elevó el pleito al Tribunal de la Rota. Y lo ganó.

El papa Julio III al cual asistía como médico de cabecera falló en su favor. El autor del Lazarillo al punto cedió todos los derechos del beneficio del arciprestazgo de Mozoncillo a su hermano Gaspar el cual luego sería ordenado obispo. No he conseguido consultar los libros de apeos pero la propuesta está ahí y se la brindo a los investigadores segovianos que vengan detrás. A los de Mozoncillo llamamos en Segovia los “piñoneros”. Debió de ser una parroquia importante, por su cercanía de Aguilafuente y Turegano. En Turégano veraneaba el obispo de Segovia y en Aguilafuente tuvo lugar en 1478 el famoso sínodo provincial, la publicación de cuyas actas dieron lugar al primer libro impreso en España “Los sinodales”. Eran sexmos aportillados o prevenidos en frontera, encomenderos, defendidos por los templarios desde el siglo XII con sus usos costumbres y fueros e iglesias que eran verdaderas fortalezas. El cabildo parroquial de Mozoncillo debía de estar constituido por una veintena de individuos entre presbíteros, diáconos y sacristanes. Cosa usual en aquellas décadas.

El siglo XV marca el punto álgido del catolicismo como religión estatal. Otro dato a tener en cuenta es que con toda la seguridad Laguna hubiera

sido ungido con el sacramento del Orden, o fuese, cuando menos, minorista, como Quevedo y Góngora.

El primero rehusó el presbiterado y se quedó con la tonsura y el grado de ostiario; tuvo que pedir licencia para contraer matrimonio con su adorada Lisi. El casamiento saldría mal.

Góngora sin embargo se ganó un buen pasar como beneficiado de la Mezquita de Córdoba. Era lo consuetudinario en las universidades tanto la de Alcalá Salamanca Bolonia o el mismo Oxford. En todas ellas ejerció la docencia teológica Andrés Laguna a quien le prestaba mucho más el ejercicio de la medicina y de la investigación farmacológica que disertar sobre la divinidad a fuerza abstrusos silogismos y de puñetazos.

A Dios que es Amor no se le puede escudriñar con el garrote de los cánones y falsas proposiciones (el ladrillo de Roma).

Quizá fuese un sacerdote tibio pero fue un sublime humanista que honra la estirpe de los segovianos. Las aguas congeladas saben de este enigma y arrastran en su corriente los secretos de la vida y obra de este segoviano judío converso. Saludo a Mozoncillo pueblo recio, cuna del paloteo, con su iglesia de san Juan Bautista y las ermitas de san Roque y del Humilladero.

Suplico a la Virgen de Rodelga la patrona de los piñoneros que proteja al antiguo compañero Teodoro Llorente do quiera que esté. Es mi única fórmula de agradecimiento. No hay un alma. Los cuervos vuelan bajo por estos sexmos. Son los hielos de san Sebastián que decía mi abuelo.

 

Viernes, 20 de enero de 2017