MINDSZENSKY CONTRA LOS SIN DIOS
Satanás tiene el muermo y el
diablo ladillas su mujer se las arranca con tenacillas. Tiene el diablo— a
quien rinde culto una mujer a la que van a convertir en presidenta USA;
entonces esto va a ser una gran tenida— una cualidad de viejo astuto que le
vuelve muy poderoso y temible: disfrazarse cambiar de camisa.
Salgo al paso de tales
reflexiones al leer la biografía y los escritos de un hombre olvidado y
arrinconado: el cardenal Mindszenty cuya vida fue una perpetua pugna contra los
sin Dios ( b e z b o n i k i, en
ruso, que él hablaba perfectamente.)
Europa está sobre un volcán,
escribía este humilde párroco de la “polzsa” húngara partido judicial de
Zalaegerszeg en su diatriba contra el freudismo (vino don Segismundo con su
retahíla del psicoanálisis y dijo: pero
que os habéis creído, modorros, la vida no es sueño sino sexo) el bolchevismo y
los apoderados de la gran banca, los que echaron a Dios de las escuelas es el
señuelo de modernidad. Constantino, in
hoc signo vinces, poner la cruz del revés. Así que todo lo que ganaron los
nuestros en Puente Milvio lo va a hacer trizas la señora Clinton, hilo directo
con Satanás. Doña Hilaria que tiene la cara de no haber roto un plato es una
pájara de mucho cuidado. Cabalmente, todo un profeta fue este cardenal:
“Los ídolos del nuevo paganismo niegan la existencia de un Dios
personal, niegan la eternidad, exaltan únicamente la juventud y la belleza
corporal y al dictado de sus leyes eugenésicas permiten la eutanasia. La
iglesia siempre combatirá este espíritu pagano” apuntaba monseñor esta diatriba contra el
código de valores de Rosenberg pero este sermón contra los nazis pudiera ser
aplicado al hedonismo, al feísmo y al catastrofismo que pervade e impera la
Red. La norma del Blut und Boden (sangre y territorio) fue el pretexto para el
Anschlusch hitleriano. Pero también “el
comunismo es la enfermedad más monstruosa de la humanidad… los niños en vez de
nombres de santos adoptan el de Spartakus, Marat, Marcs, Engels o como aquel padre
de familia moscovita que bautizó a su hijo con el anagrama de REM, las tres
iniciales de la consigna estalinista; Revolución, Electrificación, Moscú… hemos
conseguido libertar al niño de la influencia egoísta y brutal de la familia ”
Hoy la juventud sin Dios llega a ka escuela celular en ristre. Suprimida las
grandes creencias (fe, patria, amor, bondad) las grandes masas pululan por un
mundo “conectado e interactivo”. Paradójicamente, el triunfo de la gran
comunicación todos estamos incomunicados. Rebelión en la granja. El primado
húngaro es la versión profética de Orwell a cargo de un sacerdote católico.
Avizora un mundo feliz empotrado
en una sociedad de autómatas egoístas, rebaños de borregos, sopistas y mendigos
intelectuales porque desde arriba fomentan la incomunicación y la
ignorancia, expósitos morales, hijos de
nadie (bezprisorniki). Modernos hijos
de la piedra.
Aumentará la criminalidad
juvenil y el alcoholismo. Para demostrar que el obispo no se equivocaba basta
lanzar una ojeada a los titulares de los diarios de la mañana tanto
electrónicos como en papel. Cultura del botellón. El sorbazo. Desacralización.
Las iglesias desiertas donde ofician unos curas que hablan un lenguaje extraño
poco evangélico.
Parecen extraterrestres.
Pasó la mayor parte de su existencia
encerrado o en un campo de trabajo soviético o entre las cuatro paredes de la
embajada norteamericana en Budapest.
Ya, liberado el año 70, viajó a
Roma pero en Vaticano le dieron de lado. Claro no se trataba de un cardenal
polaco, que trabajaba para el servicio secreto, sino del hijo de campesinos
húngaros y tanto sus libros como sus alocuciones por radio desplacieron a sus
anfitriones. La Cia tenía otros planes para la caída del muro de Berlín.
Regresaba a los suyos pero los
suyos no le recibieron. Así que, con las mismas, volvió a Viena para morir.
Gran devoto de la Virgen María se defendió de los embustes de sus detractores
haciendo frente a las descalificaciones de hipócrita amigo de los poderosos:
“Mis
ojos están puestos en Nuestra Señora que protegió a Hungría a lo largo de su
historia, prediqué los diez mandamientos, exalté la dignidad humana he hablado
de la justicia y de la caridad, no soy un político… quitad a la Madre de Dios y
el antiguo Testamento quedará falto de sentido y de finalidad. Ella es la mujer
que aplastará a la serpiente. Ella es Sara, el arca de la alianza, la torre de
David y el templo de Salomón”
¿Por qué sufrimos? Mindzsenty
consideraba el dolor parte de la gracia santificante. Por eso siempre padecerá
el justo. El sufrimiento y el presidio fueron compañeros de viaje del sencillo
párroco de la región de Trasdanubia. La fe vale mucha más que la vida. Su
vocación martirial es un paradigma para los tiempos presentes cuando brama el
huracán. Voz que clama en el desierto porque su pensamiento a todas luces no se
lleva en los altos pináculos. En la historia de la iglesia, dice, treinta
romanos pontífices murieron mártires y dos en el destierro. “El mismo papazgo
¿qué otra cosa es sino un mismo martirio sin cabo ni remisión?” Tales
pensamientos pertenecen al espíritu de las catacumbas una moda que hoy no se
lleva en los tiempos inmanentes y poco trascendentes en que vivimos. Ahora lo
que impera es el poder y la gloria pero Pater Sancte, sic transit gloria mundi.
He aquí un metropolita de los años de Pio XII al que yo conocí y a quien se
resisten en la Curia a subir a los altares. “Aunque ser católico es permanecer
firme contra viento y marea pase lo que pase”.
Panonia punta de lanza de Roma
que abría la brecha de los Cárpatos a las cristiandades. San Martín y la legión
tebana una buena capa todo lo tapa siempre sentí una predilección hacia el
catolicismo húngaro hablaban una lengua misteriosa, prehistórica, que no es
indoeuropea y que se relaciona con el finés.
Hungría arrasada por los hunos y
después por el gran Kan y después victima de las razias del otomano tierra
mártir que conoció la ignominia del tributo de las cien Doncellas. Es hermana
de la ortodoxa Rumania los confines del Danubio fueron baluarte del cristianismo
y las aguas de este gran río portan en su corriente los valores de una
civilización. Maneada bajo el yugo de la
gentuza que explotaban las riquezas de
las tierras fértiles de la penillanura, banqueros y rentistas.
Oré a los pies de la imagen de
santa Isabel en la iglesia de San Esteban, visité la gran sinagoga. Es mucho la
tierra húngara más complaciente y acogedora que Polonia o Checoslovaquia donde
no nos quieren a los españoles. Creo que la capa del bueno de san Martín aquel
centurión romano todo lo tapa en ella. Guarda el recuerdo de la batalla de Muhi
de la misma forma que los serbios no han olvidado la fecha de 1241 cuando
vencieron al Islam en la Batalla del Mirlo. Misteriosa y bondadosa tierra del
pan y del vino guarecida tras la sombra
de una corona, san Esteban, y defendida por el escudo de un centurión a
caballo, san Martín. Todo es efímero en la historia del mundo. Siempre hay que
esperar.
El gran cardenal un soñador para
un pueblo la versión húngara de un Cisneros moderno hombre estaminal y de
arraigado temple en sus raices patrias; fue in líder desventurado al que
devoraron las olas embravecidas de la borrasca política de aquellos tiempos.
Una figura política y eclesial como la suya resultaría imposible. Lo borraron
de antidemócrata antirrevolucionario —es malo remar contra corriente— un
subversivo. ¿El Vaticano después de san Wojtyla se habría rendido a los poderes
fácticos, me pregunto?
lunes,
07 de noviembre de 2016